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Yo crecí como hijo de predicador. De hecho, algunos de ustedes que me conocen, saben que soy predicador de cuarta o quinta generación. Realmente, no podemos acordarnos, pero alrededor de cuarta o quinta generación.

Y yo crecí en la iglesia. Tenía tantos boletines apilados en mi pequeña repisa y ocho Biblias con cierre, que cada vez que me graduaba, alguien me daba otra Biblia con cierre con mi nombre en ella.

Y solían decir en nuestra iglesia que cuando creciera, teníamos pequeñas calcomanías pegadas en tu cabeza. Si eras bueno, recibías una pequeña calcomanía dorada. Si eras alguien promedio, roja; si eras malo, una negra. Y yo recuerdo crecer con calcomanías en mi cabeza durante niño, pasando gran parte de mi vida en la iglesia.

Y si me preguntaran a partir de mi trasfondo, que definiera el término comunión, me temo que terminaría dando una definición que pudiera no ser bíblica. La comunión para mí era un piso de linóleo en el sótano de la Iglesia con una cancha allí, bebidas de ponche rojo y galletas con chispas de chocolate rancias.

Y ¿cómo se llamaba el lugar? El salón de la comunión, ¿verdad? Y se llevaba a cabo muy poca comunión, realmente solo comiendo galletas rancias y tomando ponche. Pero bueno, entienden el punto.

Pero eso no es comunión en la Biblia. La comunión no es café y donas. La comunión es mucho más que eso y quiero que vean en esta noche, conforme examinamos las páginas de la Palabra de Dios precisamente qué es lo que el Espíritu de Dios nos presenta como la Verdad acerca de la comunión.

Ahora, para comenzar, simplemente una definición, la palabra comunión en el griego es koinonia, un término muy conocido para aquellos de nosotros que hemos sido cristianos por un tiempo. La palabra koinonia es una palabra común en el Nuevo Testamento. Es una palabra común que se traduce comunión. Es traducida comunión. Y puede ser traducida asociación. Puede ser traducida estar en un estado en el que estás junto. Todos esos, en esencia, tienen que ver con una asociación algo en común.

Y la comunión como concepto es vital para la familia de Dios, vital para el cuerpo de Cristo. Ya de regreso en Génesis 2:8 Dios dijo “no es bueno que el hombre esté solo.” Dios creó al hombre para ser alguien que tiene comunión con otros. Creó al hombre para tener una relación con otros hombres y otras mujeres para su satisfacción y, de hecho, con Dios mismo.

Entonces, estar solo no es la voluntad de Dios. “No es bueno,” dijo Dios, “que el hombre esté solo.” Dios ha diseñado que tengamos comunión.

Y realmente, creo que la Iglesia tiene que ser comunión. Tiene que ser algo más que entrar por la puerta de atrás, quedarte en la parte de atrás viendo la cabeza de alguien durante una hora y después, irte. Tiene que ser más que eso. Tiene que haber una comunión, no sólo desde el punto de vista de Dios, sino que creo que también desde el punto de vista del hombre. Creo que reconocemos los problemas que trae la soledad. Reconocemos los problemas que trae el aislamiento y deseamos tener relaciones significativas.

Estaba leyendo un libro escrito por un hombre llamado Larson, quien dijo lo siguiente, y cito: “el lugar donde vives es probablemente la mejor falsificación que existe para reproducir la comunión que Cristo quiere darle a Su Iglesia. Es una imitación de servir licor en vez de dar gracia, escapar en lugar de realidad, pero es una comunión permisiva, que acepta a todos y es inclusiva. Tampoco te causa problemas. Es democrática. Usted puede contar los secretos de la gente y normalmente, ellos no les cuentan a otros o inclusive, ni quieren. El bar florece no porque la mayoría de la gente sea alcohólica, sino porque Dios ha colocado en el corazón del ser humano el deseo de conocer y ser conocido, de amar y ser amado; y muchos buscan una falsificación a costa de unas cuantas cervezas.” Fin de la cita.

Bueno, creo que tiene razón. Creo que la gente está buscando a alguien con quien hablar. Alguien a quien amar. Alguien que los ame, aún si es sólo por una noche. Aún si sólo son dos horas. El hombre tiene una profunda hambre de comunión. Él tiene una profunda necesidad de estar con personas de un modo significativo.

Ahora, creo que esto es básico para la vida de la Iglesia. Nosotros necesitamos desesperadamente estar en comunión; y conforme veo a Grace Community Church, conforme veo cómo estamos creciendo como Iglesia, con toda la masa de personas que Dios nos ha enviado y veo el incremento tremendo de la familia de Dios en Grace, mi corazón clama porque nunca perdamos ese sentido de comunión, que nunca nos convirtamos en una organización; y puedo ver esto sucediendo inclusive en mi propia vida.

El problema de tratar de mantenerme en una relación personal y cercana aún con el personal de Grace Community Church es algo difícil. Porque entre más grande es la Iglesia, más amplio es el espectro de la administración, más amplio es el espectro de una especie de involucramiento superficial.

Y entre más conocida se vuelve nuestra iglesia, y entre más conocido soy, más gente dice: “bueno, ven aquí y haz esto”, “ven aquí y háblale a este grupo…” Y pronto, comienzo a flotar y a desvanecerme y a alejarme de la gente a quien más amo y a la gente que más significa para mí, la gente que más yo necesito. La gente que constituye el equipo que sirve a Cristo aquí.

En las últimas dos semanas, Dios realmente me ha hablado a mi corazón acerca de algunas cosas de manera muy específica. Yo no me sentía muy bien, simplemente fui al doctor para asegurarme que estaba bien; y el consejo del doctor fue: “más vale que bajes el ritmo”. Y después, vinieron los ancianos y se sentaron conmigo y dijeron: “mira, más vale que bajes el ritmo, la velocidad. Tienes muchas por aquí y por allá; y necesitas establecer algunas prioridades aquí con los hombres de este personal que necesitan tu comunión.”

Y entonces, durante los últimos tres o cuatro días, he estado cancelando reuniones por todos lados para que poder estar aquí y tener comunión, porque necesito ser enriquecido en mi propia vida a través de esas personas que amo más.

Y entonces, Dios realmente ha estado tratando conmigo acerca de la necesidad que tengo de entregarme al personal y a la familia que es de esta Iglesia, Grace Community Church. Y frecuentemente, les he enseñado y me han recordado lo que he enseñado en el pasado y no estoy seguro de haber estado siguiendo esto al pie de la letra, pero he estado recordando lo que les he enseñado tantas veces, que si te preocupas por la profundidad del ministerio, Dios se encargará de su amplitud.

Y hay un nuevo compromiso en mi corazón con ustedes como mi amada familia de entregar mi vida a este lugar y dejar que Dios se preocupe por cómo lo esparce a través de ustedes. Porque si yo me esparzo demasiado y estoy aquí y allá, entonces no puedo ser lo que Dios me ha llamado a ser primordialmente.

Entonces, Dios realmente me ha confrontado en mi corazón. Y como mencioné esta mañana, cuatro de nosotros en el personal pasamos tres o cuatro días juntos esta semana, simplemente reiterando cuál debe ser nuestro compromiso. Nosotros tenemos que establecer el ritmo para ustedes al reafirmar nuestro amor unos a otros y reafirmar nuestra honestidad y apertura el uno con el otro. Y reafirmar la necesidad que tenemos de sostenernos unos a otros y de sobrellevar los unos, las cargas de los otros. Y ésa es la gran carga que tengo para toda esta Iglesia de Grace Community Church. Que nunca nos volvamos espectadores. Que esto nunca se convierta en un lugar en el que vas y ves lo que sucede, sino que esto siempre sea un lugar al que vienes; y tú haces que sucedan las cosas. En donde estás involucrado.

Entonces, con todas esas cosas en mi corazón y mente, quiero hablarles de lo que es la comunión. Y quiero hablarles de la base de la comunión, la naturaleza de la comunión, el símbolo de la comunión, el peligro, la responsabilidad y el resultado. O alguna parte de esto.

En primer lugar, la base de la comunión. Observe en 1 Juan 1. ¿Cuál es la base de la comunión? ¿Hay realmente una base legítima para la comunión? ¿Tenemos comunión simplemente porque todos tenemos el mismo estatus socioeconómico? ¿Somos parte de una comunión porque resulta que vivimos en el mismo lugar? ¿Somos partes de una comunión porque no vestimos del mismo modo o pensamos del mismo modo o votamos de la misma manera o lo que sea? ¿Realmente tenemos algo en común? ¿O cuando hablamos acerca de comunión en la Iglesia, simplemente estamos sólo tratando de producir algún tipo de unión ecuménica? ¿Hay verdadera comunión?

Bueno, creo que lo hay. Tengo confianza en que lo hay conforme examino 1 Juan 1:3. “Lo que hemos visto y oído eso os anunciamos para que también vosotros tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión verdaderamente,” aquí está la base, “nuestra comunión verdaderamente es con el Padre y con Su Hijo, Jesucristo.”

Ahora escuche. Cualquier persona que esté en comunión con Jesucristo, está también en comunión con cualquier otra persona que está en comunión con Jesucristo. ¿Entendió eso? Cualquier persona que esté en comunión con Jesucristo, también está en comunión con cualquier otra persona que está en comunión con Jesucristo.

Ése es nuestro punto en común. Nuestra base en común no es social. No es económica. No es intelectual. No es cosmética. No es ninguna de esas cosas superficiales. Nuestro común denominador es que pulsando en la vida de todo cristiano se encuentra el latido del corazón de Dios. Nuestro común denominador es que poseemos la vida eterna común. Nuestro común denominador es que somos hijos de la misma familia, nacidos de Dios. Ése es nuestro común denominador.

Regresando a la palabra con koinonia, nuevamente. El significado literal y simple de la palabra es común. Tener algo en común. Algo que tenemos en común. Koinonoss. Koinonoss es un socio, alguien con quien tiene algo en común. Koinonoss significa un socio. Ahora escuche esto. Koinonoss significa un asociado. Koinoneto, el verbo, significa ser un asociado o una persona con quien se comparte algo o alguien que es un participante.

Ahora, permítase enfatizar algo que creo que es muy importante. Yo creo que la comunión en la Iglesia de Jesucristo no es básicamente empírica, es posicional. Estamos en la comunión, por lo tanto, debemos disfrutarnos el uno al otro.

Pero la comunión es posicional. Observe de nuevo al versículo 3. Eso es lo que el versículo está diciendo. “Lo que hemos visto y oído. ¿Y qué es eso? Bueno, es el Evangelio de Jesucristo. Él lo menciona en los primeros dos versículos. La palabra de vida, el Evangelio, aquello que hemos visto y oído, eso declaramos para que tengáis comunión con nosotros y nuestra comunión no es con el Padre y con Su Hijo, Jesucristo.

Ahora escuche. La proclamación del Evangelio no fue un fin en sí misma. La proclamación del Evangelio fue para tener como meta la creación de una comunión. Cuando el Evangelio es predicado, amados, es predicado porque Dios quiere hacerlos una comunión. Dios quiere traer a algunas personas a Su familia. Para que sean parientes unos con los otros en esa familia. Verdaderamente, nuestra comunión es unos con otros y con el Padre y con Su Hijo, Jesucristo.

Entonces, la comunión no es empírica. No es experimental. Es un hecho de asociación. Es nuevamente 1 Corintios 6:17, “el que está unido al Señor un Espíritu es con Él.” Todos estamos en una familia. Todos somos parte de la misma comunión. Esa es la esencia de la koinonia.

Ahora, con frecuencia usted oye a la gente decir “bueno hermano, el hermano tal y cual está fuera de comunión.” No creo que esa sea una declaración escritural. No creo que un cristiano jamás esté fuera de comunión. Si comunión significa sociedad, estar en asociación con alguien y usted fue salvo y vino a estar relacionado, asociado con Jesucristo, esa asociación, esa relación es ¿por cuánto tiempo? Para siempre. No puede estar fuera de comunión, estar fuera de comunión en el Nuevo Testamento, en el uso del Nuevo Testamento de la palabra koinonia sería perder su salvación.

Entonces, cuando usted dice ‘bueno, tal y cual está fuera de comunión,’ ¿acaso significa que perdió su unión con Jesucristo, la cual es una unión eterna? No. Ningún cristiano está jamás fuera de comunión. Usted entonces pregunta cómo describe cuando un cristiano parece no estar caminando en obediencia. Versículo 4 de 1 Juan 1. “Estas cosas os escribimos,” esto es todo los principios espirituales de 1 Juan, “estas cosas os escribimos para que vuestro gozo,” noten, no para que puedan creer en comunión, “sino para que vuestro gozo sea cumplido.”

Ahora, en lugar de decir tal y cual está fuera de la comunión, lo que debemos decir tal y cual ha perdido su gozo. ¿Se acuerda de David y su oración? Él dijo ‘restáurame Tu salvación’. No. Él dijo ‘restáurame el gozo de Tu salvación’. Como puede ver, el creyente no pierde la comunión. Jesucristo es un amigo que se mantiene más cercano que un hermano. Alguien que dijo nunca te dejaré ni te desampararé.

¿Se acuerda del hombre que dio su testimonio el domingo pasado por la noche cuando lo bauticé? Él dijo que él recibió Jesucristo como un niño, después se volvió un alcohólico y fue un alcohólico durante 16 años. Y el término en la cárcel aquí y Rich Hines pudo hablar con él, y habló con él acerca de Jesucristo. Y él dijo que recibió a Cristo 16 años atrás y entonces Ritz le dijo que Cristo nunca lo dejó. Y el hombre inclinó su cabeza y encontró que Cristo estaba allí y volvió a entregarse a Jesucristo. Cristo nunca lo había dejado. La comunión nunca había sido quebrantada. Pero el gozo, se había perdido debido a su pecado, ¿lo ve?

Y esa es la razón por la que él establece el capítulo 1 que la comunión es la esencia de lo que sucede cuando usted es salvo y el gozo es la esencia de lo que sucede cuando usted obedece los principios en el resto de esta epístola, junto con el resto del Nuevo Testamento.

Es importante que entendamos esto, amados, que toda persona que es cristiana está en la comunión. Y toda persona que es cristiana tiene el derecho de nuestra comunión, nuestra preocupación, nuestro amor, nuestro cuidado, nuestro ministerio.

Entonces, ¿cuál es la base de la comunión? En una palabra, salvación. Salvación. Toda persona que es cristiana está en la comunión. Y no hay excusa en la Iglesia para menospreciar a alguien más porque su situación social es diferente, su situación económica es diferente, su coeficiente intelectual no es tan alto como el suyo, o cualquier otro motivo. Si todos fueron parte del plan maestro del Dios divino del universo para que fueran parte de Su Iglesia antes de que el mundo comenzara, ellos tienen un valor infinito y si todos son parte del plan maestro y entran a la comunión, todos ellos tienen los derechos y privilegios así como usted los tiene y así como todos tienen la misma vida eterna en común. Y si usted ama al Señor Jesucristo, quien mora en ellos, usted debe amarlos también, ¿no es cierto?

Comunión. Yo creo que tenemos que reconocer que tenemos la misma responsabilidad para con todos en la familia de Dios. La base de nuestra comunión es la vida eterna común. Poseemos eso con Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo y con todo otro creyente en la tierra. Toda persona salva está en comunión. Está en comunión.

Entonces, usted no tiene que decir ‘bueno, claro, en nuestra comunión creemos en la inmersión’. No. Hay algunos en la comunión que creen en la inmersión y hay otros en la comunión que creen en la aspersión. Y los amamos, aunque están equivocados. Pero es están correctos en otras áreas.

Hay algunos en la comunión que pueden tener pequeñas diferencias, pero escuche, no debemos separar a la familia cristiana en pequeñas denominaciones, usted sabe, en donde todo el mundo está ahí con su pistola teológica en su torre eclesiástica lista para disparar a cualquier persona que está en desacuerdo con él. No debemos hacer eso. Todos somos parte de la familia. Somos parte de la comunión si creemos en el Señor Jesucristo.

Y Juan hace un contraste a lo largo de su epístola entre el creyente y el incrédulo. Y su primer contraste en esta epístola es entre quién está en comunión y quién no lo está. Observe en el versículo 5: “éste es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en Él. Si decimos que tenemos comunión con Él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado.”

Ahora, algunas personas les parece muy difícil entender estos versículos. Permítame ayudarle a verlos. ¿Qué está diciendo? Muy bien, veamos el versículo 5. Y él repasa el Evangelio. El mensaje del Evangelio, Dios es luz y no hay tinieblas en Él. Por cierto, no hay mezcla con Dios. Dios es luz y no hay algunas tinieblas en Él.

Entonces, habiendo declarado el Evangelio, Juan reconoce que hay dos tipos de personas dentro de la Iglesia, los que decimos y los que hacemos.

Ahora, en el versículo 6, los que decimos vienen y dicen ‘tenemos comunión’. Estamos en comunión. Pero si andan en tinieblas, mienten porque Dios es luz y, ¿en Él que hay? Luz, no hay tinieblas. Entonces, cualquier persona que está caminando en tinieblas, no está caminando en Dios. Cualquier persona caminando en tinieblas no es cristiana. Cualquier persona que está caminando en tinieblas no está en comunión con Dios. No importa lo que él o ella digan.

Yo creo que en el versículo 6 usted tiene ahí a los no cristianos. Usted pregunta si no creo que un cristiano podría caminar en tinieblas. No. Porque no me importa lo que usted haga como cristiano, usted está en Dios y en Él no hay tinieblas en absoluto. Ahora, por cierto, usted puede hacer las obras de las tinieblas pero hacerlas en la luz. Sólo quiero que usted sepa esto. Y Dios lo ve y usted ve y la Iglesia debe actuar y disciplinar también.

Permítame simplemente ayudarle a entender eso, porque puede estar algo confundido. Permítame darle algunos versículos. No trate de buscarlos. Simplemente, apúntelos. En Hechos 26:18 dice que Pablo fue llamado por el Espíritu Santo para abrir sus ojos, los ojos de los gentiles, para que se volviesen de las tinieblas a la luz y del poder de Satanás a Dios. En otras palabras, escúcheme, la salvación es convertir a alguien de las tinieblas a ¿qué? A la luz. Todos los cristianos siempre están caminando en la luz porque ellos están en Dios.

Permítame darle otra escritura. Primera de Tesalonicenses 5:4. Más vosotros hermanos no estáis en tinieblas. No puede ser más claro que eso. Ustedes no están en tinieblas. ¿Cuál es el siguiente versículo? Versículo 5. Primera de Tesalonicenses 5:5, todos vosotros sois hijos de luz, e hijos del día. No somos hijos de la noche o de las tinieblas.

Cuando usted fue salvo de acuerdo con Colosenses 1:12, usted fue participante de la herencia de los santos en luz, dice ahí. Usted fue librado de la potestad de las tinieblas. Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo, el que anda en la luz nunca andará en tinieblas.” Juan 8:12. Nunca. Ningún cristiano, en ningún momento, está en las tinieblas.

Si usted está en la comunión, usted está en la luz. Ahora, usted podría escoger pecar en la luz, pero lo está haciendo a plena luz, con responsabilidad plena y con manifestación plena delante de Dios y de su propia conciencia.

Y entonces, en el versículo 6, regresando a 1 Juan. Él dice que sus habrá algunos que vienen, los que sí decimos y dirán que están en la comunión; pero usted ve su vida y ellos no están en Cristo. Ellos no están en Dios. Nunca han sido salvos. Como puede ver, lo que él está diciendo es esto, la base de la comunión no es denominacional, no es la membresía de la Iglesia, no es socioeconómico, es salvación. Y cuando alguien viene y dice que es parte de la comunión con nosotros pero nunca han venido a Jesucristo, ellos están caminando en tinieblas, mienten o no están en la comunión.

Amados, tenemos una comunión única. El versículo 7 habla de los que estamos en ella. “Pero si andamos en luz como Él está en luz, tenemos” ¿qué? “Comunión unos con otros”. Como puede ver, la gente que tiene comunión es la gente en la luz porque Dios es luz y en Él no hay tinieblas.

En otras palabras, lo que él está diciendo es lo siguiente, la comunión está constituida por personas que son salvas. Personas redimidas. Personas que conocen a Dios. Somos aquellos a quien la sangre del Señor Jesucristo, Su Hijo, nos limpia de todo pecado.

¿Y cuál es la base de la comunión? Salvación. Escúcheme. Si usted es salvo, amigo mío, si usted es salvo, escuche esto. Usted está en la comunión. Usted no puede salir y entrar del cuerpo de Cristo. Usted no puede salir sin que nadie lo vea. Usted no podrá estar cerca de cristianos como si estuviera en el anonimato. Vamos a llegar a usted. Usted está en la comunión. Ésa es la base de la comunión.

Veamos la naturaleza de la comunión. La base, salvación. La naturaleza, por falta de una mejor palabra, unidad. Hechos 2. Usted dice ‘bueno, estoy en la comunión, MacArthur. Soy salvo. Recibí a Jesucristo como mi salvador. Estoy en la comunión.’ ¿Qué significa eso? ¿Qué me estás tratando de decir?

Bueno, permítame decirle. Si usted está en la comunión, usted tiene algunas responsabilidades interesantes y todas pueden ser resumidas en el término unidad, realmente. Estar juntos. Permítame mostrarle.

Hechos 2:41: “así que los que recibieron su palabra,” la palabra de Pedro en el día de Pentecostés, él estaba predicando aquí, “fueron bautizadas y se añadieron aquel día como 3000 personas.” Entonces, ahí está el nacimiento de la Iglesia. Tres mil personas el primer día. ¿No es eso maravilloso? Una gran manera de comenzar. Tres mil personas. Y continuaron, perseveraron.

Le voy a decir algo, cuando usted tiene tres mil personas salvas y tres mil personas que continúan perseverando, ése es evangelismo. ¿En qué perseveraran? En la doctrina de los apóstoles y ¿en qué? La comunión unos con otros y el partimiento del pan y en las oraciones. Comunión.

Ahora, éste es el elemento experimental empírico de la comunión. El elemento posicional, salvación. El elemento experimental, ¿cómo se ve? Bueno, aquí encontramos un retrato hermoso de estar juntos. Apenas acaba de nacer la Iglesia y ya tienen comunión. ¿Y cómo operaba la comunión? Bueno, el pasa a contarnos. Ellos se reunían para la enseñanza, la doctrina de los apóstoles, el partimiento del pan, la mesa del Señor y la oración. Esta es la manera en la que ellos tenían comunión.

Y conforme usted ve este texto, usted encuentra algunas cosas maravillosas. Su unidad, el hecho de que estuvieran juntos, tenía todo tipo de elementos. En primer lugar, ellos son salvos. Versículo 42. Perseveraban. Tres mil personas se unieron a la Iglesia. Tres mil personas perseveraron en la fe. Esto es salvación real. Por cierto, es la gente que continua, los que son realmente salvos, ¿verdad? Juan 8:31, Jesús dijo, bueno, dice en Juan 8, “muchos creyeron en Su Nombre” y después, en el versículo 31, Jesús dijo “si perseveráis en Mi palabra, entonces eres Mi verdadero discípulo.” El continuar de manera perseverante es una señal de salvación real.

Primera de Juan 2:19 dice que “salieron de nosotros porque no eran de nosotros. Porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros, pero salieron de nosotros para que se manifestase que no todos son de nosotros.” Los verdaderos creyentes continuaron.

Entonces, en primer lugar, la naturaleza de su comunión. Fueron todos salvos. Y ya hemos explicado este punto. Todos eran salvos. Todos serán creyentes reales, verdaderos. No había farsantes ahí, en esa multitud. Y usted sabe, esa es la razón por la que la Biblia le advierte a la Iglesia acerca de creyentes falsos y los falsos profetas y de la cizaña entre el trigo, porque pueden debilitar tanto a la Iglesia. Ellas pueden extraer la fortaleza de la Iglesia. Es la antigua manzana podrida ahí en el barril. Ése es el principio. La Iglesia debe ser pura y la Iglesia debe ser santa porque esta junta, porque su unidad está basada en la realidad de su redención. Usted sabe, tiene que estar atento a eso.

Me acuerdo cuando vine por primera vez a Grace Community Church hace nueve años atrás y tuvimos un pequeño problema. Comenzamos simplemente a predicar acerca de lo que la Iglesia debía ser y alguien dijo: “¿sabías que tenemos dos parejas en el coro que no son salvas? No son cristianas, pero creemos que si les dejamos cantar, van a convertirse.” Bueno, tuve un problema con eso. Y hablamos de esto un poco. Era algo nuevo y ustedes saben, algo inmaduro en mi primera Iglesia y no quería hacer explotar aquí a todo el mundo. Yo sabía que ellos sabían mucho más de aquí que yo cuando llegué; y entonces, yo me apoyaba mucho en ellos. Pero me di cuenta que no puedes hacer la obra de Dios con el pueblo de Satanás. Y entonces yo dije ‘bueno, simplemente creo que debemos buscar el pueblo de Dios para cantar alabanzas a Dios, porque creo que ese es el modo en que una Iglesia debe ser.’

Usted sabe, nunca olvidaré a un pastor que se me acercó en una conferencia de pastores y me dijo, después de escuchar toda la enseñanza, usted sabe, nos enseñaron toda la semana. Y él me dijo ‘tú sabes, creo que acabo de descubrir mi problema’. Y le pregunté cuál era. ‘Bueno, la mitad de mis consejo pastoral es salvo y la otra mitad no lo es.’ Le dije ‘sí, correcto. Ése es un problema. Porque Dios no trabaja bien con Satanás.’

El genio de la primera Iglesia en Jerusalén era que todos eran redimidos. Todos continuaron. Esto fue clave. Y la legitimidad de su salvación fue lo que impulsó a la Iglesia a que la Iglesia creciera. Versículo 47. El Señor añadía a la iglesia todos los días lo que habían de ser salvos. Más adelante, la gente estaba tan molesta dijeron están llenando a Jerusalén con su doctrina en el capítulo 5, versículo 28. Literalmente, se han apoderado de nuestra ciudad con esto. ¡Gracias a Dios! Eso es lo que debemos hacer.

En Apocalipsis 2, vean esto por un momento, simplemente expandiendo sus pensamientos por un segundo aquí. Apocalipsis 2:14 dice, nuestro Señor, claro, aquí Él le está escribiendo en la Iglesia en Pérgamo y le dice: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de Mi boca.”

Ahora, es interesante que en el versículo 14 Él dice ‘pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam.’ Inmediatamente tiene ese problema ahi en la Iglesia de Pérgamo. Tienes aquí a los que son y los que no son. Ése era el problema. Estos son los redimidos y ahí están aquellos que son los no redimidos. Y tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam.

Y si usted regresa a Números 22 al 25, usted puede leer de la doctrina de Balaam. No lo haga ahora, pero ahí está. Balac, el rey de Moab, quería deshacerse de Israel. Y entonces, le pagó a Balaam. Balaam era un profeta contratado. Usted podía contratar a Balaam y él podía maldecir a alguien por la cantidad correcta de dinero. Y entonces, contrataron a Balaam para que fuera a maldecir a Israel. Y tres veces trató de maldecir a Israel y cada vez que intentó, falló. Usted recuerda una vez que no pudo hacer que su asna pudiera ir en la dirección que él quería que fuera.

Y Balaam fracasó en hacer eso y entonces, finalmente, decidieron que si no podía maldecir a Israel, lo harían de otro modo y lo que hicieron fue tramar un plan. Las mujeres de Moab, que eran personas paganas, impías, se casarían con los israelitas en orgías idólatras y en matrimonios mixtos que contaminaría y corrompería a Israel.

Y funcionó. No pudieron hacer que Balaam los maldijera, pero pudieron hacer que cayeran en inmoralidad con mujeres moabitas para casarse con ellos y contaminar a Israel de ese modo. Y el verdadero problema en la Iglesia en Pérgamo eran matrimonios espirituales mixtos. Lo que ellos tenían en esa Iglesia era tan malo que tenían a lo verdadero y a lo falso, los creyentes y los incrédulos, los piadosos y los impíos. Y esa es la razón por la que Él dice en el versículo 16: “más vale que te arrepientas porque sino, vendré a ti pronto y pelearé con ellos con la espada de Mi boca.”

Como puede ver, Dios quiere que Su Iglesia sea pura. Él quiere que Su Iglesia sea una Iglesia redimida. El estar en unidad, el estar juntos comienza con filas puras. Escuche esto, la base de la comunión es la salvación y la naturaleza de la comunión es la unidad, el estar juntos. Pero esa unidad comienza en una base práctica con la regeneración. Simplemente, no puedo unirme en la obra de Dios con alguien que no es creyente y creo que esa es la razón por la que tenemos que enfatizar que la Iglesia es pura.

Grace Community Church tiene un requisito de membresía. ¿Sabe cuál es? Que usted ame al Señor Jesucristo y lo haya recibido como su Salvador. Eso es todo. Porque si usted está en comunión y si Dios lo acepta en Su comunión en base a eso, no vamos a establecer un estándar, una norma más elevada o alguna otra diferente.

Y entonces, la primera Iglesia. Regresando a Hechos 2. La primera Iglesia estaba junta, primero que nada, porque ellos eran todos salvos. En segundo lugar, encontramos que no sólo eran una Iglesia salva, sino que era una Iglesia que compartía. Versículo 43, me encanta esto “y muchas señales y maravillas eran hechas por los apóstoles y todos creían y estaban juntos.” Hombre, que declaración es esa. Todos los que creían estaban juntos.

Primera de Corintios 1 dice: “me encantaría que tuvieran la misma mente, las mismas opiniones, que hablaran todos lo mismo.” Usted dice ‘hombre, eso es ridículo. El Señor no quiere que todos seamos productos del mismo molde.’ ¡Claro que sí!

Romanos 15 dice que con una mente y una boca glorifiquemos juntos al Señor Jesucristo. Yo quiero que ustedes tengan la misma mente, las mismas actitudes, las mismas opiniones y hablen lo mismo. Y así fue.

Ellos estaban juntos y tenían todas las cosas en común. Eso significaba que todo lo que era mío era de usted si usted lo necesitaba más que yo. Digo, estaban juntos. Usted pregunta si eso es comunismo. No, no es eso. No es que usted va a la iglesia y vende todo lo que tiene, toma todo el dinero y lo distribuye de manera equitativa. No, no, no.

Observe el versículo 45 “estaban vendiendo,” este es un tiempo verbal imperfecto, “estaban vendiendo su posiciones,” pasado, una acción continúa, no un verbo eros en donde todos lo hicieron al mismo tiempo. Estaban haciéndolo con la frecuencia que la gente lo necesitaba. No era que ahora soy cristiano y tomo todo mi dinero y lo pongo en la Iglesia grande y todos lo distribuyen y todos vivimos iguales. No, no, no.

Ni siquiera creo que esta sea la manera en la que debe ser con el pastor. Creo que hay variaciones en la paga por el pastorado. Después de todo, 1 Timoteo 5:17 dice que todos aquellos que trabajan diligentemente y duro en la palabra y la doctrina son dignos de doble honor. Creo que hay diferencias en necesidades y familias en donde los hijos harían una diferencia, cuántos tuvo y cuál era su responsabilidad para con ellos. Creo que hay diferencias en cuál es nuestra economía aquí en la Iglesia. Y no creo que la Iglesia jamás deba estar enseñando comunismo, en donde usted deposita todo en algún fondo en común y lo distribuye de manera equitativa.

Lo que está diciendo es esto: estas personas, a partir de estar juntos, en su unidad estaban vendiendo posesiones para dar dinero a gente cuando la gente tenía necesidad. Eso es todo. Eso es todo. Había una sensibilidad, una consideración tremenda. Y usted encuentra ahí en el capítulo cuarto en donde Bernabé vendió un terreno para satisfacer las necesidades de alguien. Digo, compartían. Eso era todo. Tenían una respuesta maravillosa, amorosa que buscaba compartir unos con otros.

Continuamos en el versículo 46: “y ellos seguían juntos unánimes en el templo.” ¿No es eso maravilloso? Ellos estaban juntos. Y si alguien tenía necesidad y usted tenía un terreno, usted vendía su tierra y le daba ese dinero y le decía ‘mira, aquí está. Satisface tu necesidad.’ Ellos estaban juntos y era manifiesto diariamente y continuaban de manera unánime. Ellos decían lo mismo. Ellos pensaban lo mismo en el templo, y estaban rompiendo el pan de casa en casa. ¿Cuándo fue la última vez que usted invitó a alguien de la comunión de Grace Community Church a su casa y cenó con ellos y partió el pan en torno a la mesa del Señor ahí en su comida juntos? ¿Cuándo fue la última vez que hizo eso?

Tenían todas las cosas en común y compartían. “Y estaban contentos, con alegría,” al final del versículo 46, sencillez, esto es unidad de corazón. Sus corazones estaban unidos como el de David y el de Jonatán. Así debe ser. Y estaban alabando a Dios. Y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos.

Ahora, usted sabe, tenemos a muchas personas en Grace Community Church, pero me gustaría tener a cien mil más que conocieran a Jesucristo y fueran parte de la multitud aquí. Esta es la manera en la que yo pienso. O en algún lugar apilados en donde pudieran ser enseñados.

Y si queremos que Grace Community Church crezca, no es tanto que tenemos que salir y poner pósters enormes y espectaculares y arrepiéntanse o esto les sucederá. No es así. Si queremos voltear de cabeza al mundo, lo único que tenemos que hacer es reunirnos. Y si comenzamos a amarnos unos a otros, Jesús lo dijo de esta manera, “por éstos sabrán todos los hombres que sois Mis discípulos, si tienen amor unos por otros.”

E inclusive Jesús definió eso. Él dijo “ámense unos a otros como Yo los he amado”. Y, ¿cómo los amó Él? Lavándoles los pies. Tan pronto como comencemos a inclinarnos y a lavarnos los pies unos a otros, el mundo va a notarnos.

Arístides, escribiendo acerca del cristianismo en el siglo segundo escribió estas palabras. Él era un observador de los cristianos y dijo lo siguiente, y cito: “ellos sea abstienen de toda impureza esperando la recompensa que está por venir en otro mundo. En cuanto a sus siervos o siervas o hijos, los persuaden a convertirse en cristianos mediante el amor que se tienen unos por otros. Y en cuanto se convierten, entonces los llaman sin distinción hermanos. Ellos no adoran dioses extraños y andan en toda humildad y bondad y no se encuentra falsedad entre ellos y se aman los unos a los otros. Y cuando ven a un extraño, lo traen a sus hogares y se regocijan por él como si fuera un verdadero hermano porque no llaman hermanos a aquellos que siguen la carne, sino aquellos que están en el Espíritu y en Dios.

Y si hay entre ellos un hombre que es pobre y necesitado y no tiene una abundancia de necesidades, van a ayunar dos o tres días y suplen las necesidades de los necesitados de su alimento necesario. Y observan de manera escrupulosa el mandamiento de su Mesías. Ellos viven honesta y sobriamente, así como el Señor su Dios les mandó. Toda mañana y todas las horas debido a la bondad de Dios hacia ellos, ellos lo alaban y lo reconocen por su alimento y su bebida y le dan gracias.

Y si alguna persona justa de su número muere aquí en este mundo, ellos se regocijan y le dan gracias a Dios y continúan su cuerpo como si estuvieran moviéndose o mudándose de un lugar al otro. Y cuando un niño le nace a cualquiera de ellos, ellos alaban a Dios. Y nuevamente, si muere en su infancia, ellos alaban a Dios fuertemente como alguien que pasó por el mundo sin pecados. Así es la ley de los cristianos y así es su conducta.” Fin de la cita.

Hombre, ¡qué declaración! Esta era la naturaleza de la primera Iglesia. Así eran. Se preocupaban unos por otros. Tenían hambre de comunión. Tenían hambre de amor. Y amados, eso es dicho de una manera simple. La clave de la unidad en la Iglesia es la comunión y la clave de la comunión en la Iglesia es el amor y la clave del amor en la Iglesia es la humildad. Filipenses 3. Teniendo el mismo amor. ¿Cómo vas a tener el mismo amor? Y más atrás, en el segundo capítulo él dice ‘quiero que tengan comunión y quiero que tengan el mismo amor’. Y usted pregunta cómo. “Nada hagáis por contienda o por vanagloria antes bien por humildad. Estimando cada uno a los demás como” ¿qué? “Superiores a uno mismo.” Humildad. Es cuando usted realmente admira a otras personas. Es cuando usted los ve como mejores que usted y usted se preocupa y se sacrifica.

¿Cuál es la base de la comunión? Salvación. ¿Cuál es la naturaleza de la comunión? Es estar juntos. Estar juntos. En donde tenemos un corazón y una mente y una boca. Estamos en unidad, todos tenemos posesiones en común y simplemente, las tenemos de una manera floja, suelta y se resbalan por nuestros dedos cuando alguien tiene una necesidad. Y regresan a nosotros cuando tenemos necesidad.

Usted no puede ser posesivo en esta familia. No puede cerrar sus puertas en esta casa y sacar a todo el mundo. Tienen derecho a su comunión. El símbolo de comunión. ¿Cuál es ese? Observe 1 Corintios 10. ¿Cuál es el símbolo de la comunión? Oh, esto es muy bueno. El símbolo de la comunión está en los versículos 16 y 17. Pablo está escribiendo a los corintios, dice, “la copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Siendo uno solo el pan, nosotros con ser muchos, somos un cuerpo. Pues todos participamos de aquel mismo pan.”

¿Sabe lo que está diciendo? ¿Cuál es el símbolo de nuestra comunión? Dígame usted. ¿Cuál es? Es la copa y el pan. Ese es el símbolo de nuestra comunión. Como puede ver, ése es el símbolo porque retrata ese acto que proveyó la base de nuestra comunión. Fue la muerte de Jesucristo lo que proveyó la base de nuestra comunión. Entonces, la comunión que nos recuerda de esa muerte se convierte en símbolo de nuestra comunión.

Usted sabe, a mí me gusta predicar. Ustedes lo saben. Me encanta predicar. Pero hay algo que me gusta más que eso. Me encanta, me encanta venir a la Mesa del Señor más de lo que me gusta predicar y eso es decir mucho porque realmente me gusta predicar. Pero me encanta venir a la Mesa del Señor porque simplemente me encanta la realidad del enfoque en el emblema mismo de nuestra comunión. Me encanta venir a la Mesa del Señor.

Supongo que mi único remordimiento es que no venimos a la mesa del Señor con tanta frecuencia como debiéramos venir. Sé porque la primera Iglesia venía a la mesa del Señor diariamente. Dice que estaban rompiendo el pan diariamente. Y sé por qué. Porque tenían un amor tan abrumador hacia Jesucristo que se vieron impulsados, motivados a celebrar el derramamiento de ese amor y tenían un amor tan grande los unos por los otros, que se vieron motivados a tener comunión en la base misma de esa comunión, la cruz de Cristo.

Por cierto, cuando Jesús dijo en Lucas 22:19,”haced esto en memoria de Mí”, había mucho más en eso que sólo eso. Oh, sí. Es en memoria, pero más que tan sólo una ceremonia memorial, yo creo que cuando venimos a la mesa del Señor, literalmente tenemos comunión con el Cristo vivo, resucitado. Yo creo que eso es lo que dice el versículo 16. Obsérvelo. La copa de bendición, que bendecimos. ¿No es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Escuche, él solo no está diciendo no es el acordarnos de esto, es la comunión misma de ello. Cuando usted viene a esa mesa, usted tiene comunión con Cristo y usted tiene comunión con todo otro creyente congregado ahí.

Cuando voy a la mesa del Señor, en cierta manera me siento como uno de los doce congregados en torno a la mesa y en la última cena. La noche antes de que Cristo fuera crucificado. Y Él es el verdadero anfitrión, ¿se da cuenta? Él es el verdadero anfitrión. Jesús. Y estamos con Él ahí en su mesa, teniendo comunión.

Y usted sabe, todos simplemente caemos al mismo nivel, ¿no es cierto? Venimos a la mesa, no hay rico, no hay pobre, no hay uno inteligente, no hay uno no tan inteligente, no hay uno grande, no hay uno pequeño, no hay uno de piel oscura, y ninguno así, nada. Simplemente todos pecadores con nada que ofrecer y nada que traer, diciendo delante de Dios tenemos esto en común, el Señor Jesucristo murió para redimirnos. Ése es el símbolo de nuestra comunión. Yo realmente pienso que necesitamos de manera consciente y continua ser obedientes al Señor al compartir en esta mesa.

Paul Tillich, quien fue un teólogo muy conocido para algunos, dijo y cito: “el fundamentalismo ha expresado la muerte de los sacramentos.” Fin de la cita. Es una cita interesante. El fundamentalismo, con todo su celo, el fundamentalismo, con todo su evangelismo, quizás ha pasado por alto el concepto entero de adoración, el concepto entero de comunión con Jesucristo en Su mesa. Tenemos que reunirnos con ese propósito en mente.

Amados, cuando tenemos un servicio de comunión aquí, debería estar aquí. No dudo en decir eso. No me importa cuáles sean sus planes, debe estar aquí. Ése es el símbolo de nuestra comunión. Si usted está la familia, usted debe estar aquí, congregado con el resto de nosotros pecadores indignos, ahogándonos en la gracia los pies de la cruz. Usted debería estar aquí. Ése es el símbolo de nuestra comunión. Y deberíamos simplemente recordarnos a nosotros mismos que eso es lo que comenzó todo.

Usted sabe, cuando usted viene a la mesa del Señor, en cierta manera visualiza la comunión. Cristo es la cabeza y simplemente, estamos todos en la familia congregados aquí. Todo el mundo hace lo mismo. Todos participamos de la copa, todos participamos del pan, porque todos somos iguales.

Usted sabe, cuando la gente no viene a la mesa del Señor, me preocupo en mi corazón por ellos porque usted sabe que algo más sucede cuando usted viene a la mesa del Señor. ¿Y sabe que es? Hombre, usted tiene que enfrentar su pecado. Porque usted no puede estudiar 1 Corintios 11 y usted no puede venir a la mesa del Señor a menos de que venga de una manera digna. ¿Recuerda eso? Porque si usted viene indignamente, usted trae sobre usted crimen, lo cual en el griego significa disciplina. En otras palabras, no puede decir ‘oh, sí, quiero celebrar la cruz’ mientras que usted está entreteniendo pecado en su corazón, porque eso sería una burla. ¿Cómo puede usted entretener el pecado mismo por el cual Él fue a la cruz? Entonces, es algo purificador.

Kevan, en un muy buen libro acerca del tema dice esto, y cito: “él se estaba ausentando a sí mismo de la adoración y de la mesa del Señor. El pastor lo fue a ver y después de que habían hablado acerca de los temas que estaban involucrados, conforme se sentaban ahí junto a una fogata, el pastor tomó las tenazas y separó los carbones que estaban encendidos y los esparció por toda la circunferencia que del espacio abierto hay en la chimenea. En unos cuantos momentos, las flamas se apagaron. Y en otros cuantos momentos, los carbones perdieron su brillo y se volvieron grises y ya no tenían calor. El pastor vio a su miembro y dijo ‘¿entiendes?’

El hombre tuvo la gracia y la sabiduría suficiente para decir ‘sí, pastor, entiendo’. Después, volvió a tomar las pinzas y tomando los carbones del espacio de afuera que estaba ahí en la chimenea, los volvió a juntar en un montón. ¿Y sabe lo que pasó? No habían estado juntos durante mucho tiempo antes de que comenzaran a brillar una vez más y volvieron a encenderse y el fuego fue fuerte es. Y de nuevo, el pastor vio a su miembro que estaba errando y le dijo ¿entiendes? Que nada te divida en tu comunión con tu hermano, porque ambos van a perder. No sólo ambos van a perder, sino que también la integridad de la Iglesia va a perder. La flama va a bajar y los fuegos de avivamiento se van a ir. Estamos juntos en Él y la Cena del Señor nos une y entre más cerca estamos del Señor y Su mesa, más cerca vamos a estar los unos de los otros. Mantén la comunión real.” Fin de la cita.

Eso es bueno. Es una mesa santa. Necesitamos estar ahí. Es el símbolo de nuestra comunión y más vale que usted se acostumbre a nosotros, porque usted va a tener que pasar la eternidad con nosotros.

En cuarto lugar: hemos visto la base de la comunión, salvación. La naturaleza de la comunión, estar juntos, unidad. El símbolo de la comunión, la comunión. Y el peligro de la comunión, número cuatro. El peligro.

¿Qué es lo que daña la comunión? ¿Cuál es el verdadero peligro de la comunión? Bueno, es simple. Una palabra. Una palabra pequeña. Pecado. El pecado realmente daña la comunión.

Debido a que Dios es Santo, ahora escuche esto, esto es simple. Debido a que Dios es Santo y de acuerdo con Habacuc Sus ojos son demasiado puros para como para ver la maldad, no puede ver la iniquidad debido a que Dios es Santo, el pecado viola su relación con Él. No lo saca de la comunión; simplemente la daña. La echa a perder. Restringe el gozo.

Tenemos cuatro niños en nuestra casa. La mayor parte del tiempo se portan bien. De vez en cuando, no se portan bien. Cuatro o cinco veces al día. ¿Y sabe algo? No importa lo que hacen, no importa cuánto son disciplinados, no importa cuántas veces les tenemos que dar, no importa cómo violan la relación que tienen con su mamá y su papá mediante la desobediencia, todavía son nuestros ¿qué? Hijos. Y así es con Dios.

Como puede ver, son Sus hijos, nos dice Hebreos, a los que Él azota. Son Sus hijos a los que Él disciplina. Y eso nunca ha cambiado. Nunca salen de la comunión. Simplemente, pierden el gozo de la relación. Y entonces, el pecado es un verdadero problema.

Amados, simplemente les quiero decir esto. Si usted es cristiano y usted está en la comunión, no puede pecar sin afectar la comunión. Su pecado afecta a todo el mundo. ¿Por qué? Lo debilita de ministrarle a alguien más. Y eso es la pérdida de la otra persona porque usted ha sido dotado de manera única por el Espíritu Santo para ministrar de un modo especial.

Además, usted pierde el gozo de su salvación y entonces usted no puede llegar a causar el gozo en alguien más. No estoy diciendo que el pecado no es perdonado. No, todos su pecado es perdonado por causa de Su Nombre, dice 1 Juan 2:12. Todo su pecado es perdonado. Ese no es el punto. Pero cuando usted continúa en pecado sin realmente enfrentarlo y arrepentirse de él y darle la espalda, se coloca en una posición en donde usted viola la comunión con Dios y usted viola la comunión con otros creyentes.

Ahora recuerde esto, no es un tema de salvación. Es simplemente un tema de la plenitud del gozo en esa relación. Y de la plenitud del potencial para ministerio de unos con otros.

Permítame darle una ilustración. Si yo tengo algún pecado en mi vida, y yo comienzo a hacer algo quizás, por ejemplo, comenzar una relación de negocios turbia y comienzo a producir dinero y de pronto, el pecado comienza a apoderarse de mi vida y me pongo aquí de pie, créame que no voy a ministrar en el poder del Espíritu de Dios. Entonces, lo que va a suceder es que todos ustedes serán afectados por mi pecado. Y a cualquier nivel, eso sucederá. A cualquier nivel.

Usted no puede ser el sacerdote de la familia, papá, y ministrar en santidad a su familia a menos de que viva en santidad. Mamá, usted no puede ser lo que necesita ser para este hombre y esos niños si su vida no está bien. Y si hay pecado en su vida, afectará y debilitará su ministerio hacia ellos.

El pecado siempre daña la comunión. Siempre. Esa es la razón por la que Efesios 5:8 dice: “ahora, ustedes son luz en el Señor; así que andad como hijos de luz.” Digo, están en la luz así que vívanla.

El pecado simplemente va a conmocionar la unidad del cuerpo. Simplemente va a fracturar todo. Como puede ver, esa es la razón por la que un cristiano cuando peca, tiene que arrepentirse. Y si no se arrepiente, alguien tiene que acudir a él y alguien más va a ir con él y entonces, la Iglesia tiene que ir con él; y después, si todavía no se arrepiente, debe ser disciplinado porque la Iglesia no puede tolerar eso.

Regrese a 1 Corintios 10. Voy a ilustrarlo nuevamente. Primera de Corintios 10:20. “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican y no a Dios.” En otras palabras, él está diciendo que la religión gentil no sólo es neutral, sino que es adoración de demonios. Y usted sabe, si un gentil quiere adorar a una roca, entonces un demonio funcionará como la persona del dios que él piensa que está en la roca y hará suficientes cosas para mantenerlo aferrado a la roca; y eso afectará su mente.

Entonces, los sistemas gentiles falsos, paganos de religión son adoración de demonios. Eso es lo que él está diciendo. Y él dice que no quiere que tengamos comunión con los demonios. No pueden tomar la copa del Señor y la copa de los demonios. No pueden ser participantes de la mesa del Señor y la mesa de los demonios. ¿Quieren provocar al Señor a celos? Si lo hacen, más vale que sean más fuerte que Él o de otra manera, van a recibir Su disciplina.

En otras palabras, lo que está diciendo es esto: ustedes no tienen la fortaleza de defenderse a sí mismos contra lo que Dios va a hacerles si comienzan a meterse con la maldad. No quiero que tengan dos comuniones. No quiero que tengan comunión con Dios y comunión con los demonios. Yo no quiero que estén metiéndose con la justicia y metiéndose con el pecado. Observen al Israel antiguo. Ellos trataron de hacer eso, ¿no es cierto? Y fue desastroso.

Oh, la comunión siempre es distorsionada, siempre está manchada, siempre manchada por lo mismo. El pecado. El pecado. En la Iglesia corintia, algunos de ellos estaban de manera tan frecuente y con una dureza de corazón tal, que el Señor finalmente se llevó a algunos a casa y los quitó, porque simplemente estaban echando a perder todo. Y en el versículo 30, él dice: “algunos de ustedes han continuado en pecado al punto en el que están débiles y enfermos y algunos están simplemente muertos. Simplemente lo quitamos del camino.”

Y entonces, el símbolo es comunión y el peligro es pecado. Y esa es la razón por la que cuando vienes a la mesa del Señor confiesas tu pecado. Versículo 38 del 11 dice “examínese a sí mismo y después coma.”

Como puede ver, otra razón amados por la que el Señor lo quiere en su mesa es porque cuando usted viene a Su mesa tiene que enfrentar la realidad de su pecado porque está a los pies de la cruz nuevamente. Está viendo a un Cristo crucificado que fue crucificado por su pecado y tiene que lidiar con la realidad de eso. Y hombre, no sé usted, pero necesito estar a los pies de la cruz mucho. Mucho. Porque enfrento mi pecado y me vuelvo de mi pecado y después, estoy libre para tener comunión con significado y bendición.

¿La base de la comunión? Salvación. ¿La naturaleza de la comunión? Unidad. Estar juntos. ¿El símbolo de la comunión? La comunión. La mesa del Señor. ¿El peligro de la comunión? El pecado.

Quinto, la responsabilidad de la comunión. La responsabilidad de la comunión. Ahora, no vamos a tomar tiempo para desarrollar todos estos. Simplemente, voy a mencionarlos, enseñarlos rápidamente. Esto es fabuloso. ¿Cuál es la responsabilidad? Dices ‘hombre, John, ya me echaste andar. Me dijiste que si soy salvo, estoy en la comunión. Muy bien. Me dijiste que la naturaleza de la comunión es estar juntos y compartiendo. Muy bien. El símbolo es la comunión. Estoy listo. El peligro es el pecado. Tengo que poner atención en esa área. Pero, ¿qué hago? Dame algo práctico que pueda hacer.’ Les voy a dar ahora muchas áreas prácticas.

Yo creo, ahora escuche esto. Esto es tan vital. Creo que muchos cristianos no entienden esto. Yo creo que la responsabilidad de la comunión es delineada específicamente en las Escrituras. ¿Qué es lo que debo hacer con usted, para que con usted, para mostrar mi comunión? ¿Está listo? Esto es lo que llamo los unos a otros del Nuevo Testamento. Los unos a otros del Nuevo Testamento. No lo busque. Simplemente apúntelos y escuche, porque de otro modo estará yendo de un lado a otro.

Santiago 5:16. Este es el primero que le compartiré. Dice esto: “confesad vuestras ofensas unos a otros.” Eso es lo primero que hace. Usted es abierto y honesto acerca de sus pecados. La palabra ahí por cierto no es falsa. En cierta manera, eso aligera la palabra un poco. Simplemente, son pecados. Confesad vuestras ofensas unos a otros. Esta es una de las responsabilidades de la comunión. Es hamarqi, es la palabra básica para pecado.

Ahora, por cierto, usted sabe que yo prediqué esto una vez y alguien se me acercó y dijo: ‘¿quieres saber algo? Nuestro pastor hizo eso. El hizo del miércoles por la noche, ‘la noche de concesión‘; y la gente se pone de pie y confiesa sus pecados. Y usted no lo podría creer. La asistencia está creciendo.’ ¡Claro! La gente está sentada ahí diciendo: ‘hombre, no debes perderte esto, Alicia, ¡guau! … esto es caliente, salido del horno.’ ¿Se dan cuenta? ‘Deberían haber oído la de la semana pasada.’

No. No dice ponte de pie en frente de la Iglesia entera. Pablo le escribió a los efesios y les dijo “porque vergonzoso es hablar de cosas hechas en secreto.” Pero, ¿qué es lo que debe decir? ¿Qué es lo que significa confesar vuestros pecados, vuestras ofensas unos a otros? Es simple: unos a otros. Ahora, aquí no hay sacerdote. No significa: ponte de pie y habla ahí en una pequeña caja. No significa eso. No significa que tienes que repetir muchas aves Marías y demás. Confiesen sus pecados unos a otros. ¿A quién? A cualquier bueno. Cualquier cristiano. Cualquier hermano o hermana, particularmente si hay alguien a quien has ofendido en particular.

Ahora, yo creo que necesitamos animarnos unos a otros a ser honestos. Yo creo que necesitamos confesar nuestro pecado. ¿Sabe lo que descubriremos? Usted podrá decir ‘bueno, yo no quiero que nadie más sepa’. Escuche, usted no le va a decir algo a alguien que ellos lo sepan. Porque ellos saben que usted no es perfecto.

Ustedes saben, cuando yo me meto en una situación en que alguien es muy honesto, simplemente digo ¿tú también? Todos estamos en la misma situación. Todos hemos pecado. Todos tenemos las mismas luchas. No es algo que nos sorprenda, cuando realmente somos honestos. Todos los cristianos deben tener a alguien con quien puedan descargar su corazón, con quien pueda orar en las áreas de su debilidad. Muy importante.

Confiesa tus pecados, unos a otros. Es bastante simple, ¿no es cierto? Para eso estamos aquí. No solamente vengas aquí y te vayas. No quiero que nadie sepa nada de mí. Oh, sí se llegan a enterar. Entonces, nunca se van a llegar a enterar, quizás nunca podrán ayudarte y amarte y orar por ti. Tú no inventaste el pecado. Ha existido por mucho tiempo.

Segundo principio, y ni siquiera tengo tiempo de ver a detalle todos estos, pero aquí hay otro. Perdonamos unos a otros. Perdónense unos a otros. Colosenses 3:13 dice “soportándoos y perdonándoos unos a otros.” Deberías estar perdonando, particularmente el primero tiene referencia, creo yo, a alguien que ha pecado contra ti cuando vienen y lo confiesan, ¿cuál debe ser tu respuesta? Te perdono.

Y se acuerdan, Pedro dice “Señor, ¿perdonaré siete veces?” Usted sabe, se estaba sintiendo tan justo. ¡Oh!, tan magnánimo. ¿Siete veces? Y el Señor dice ‘no, cuatrocientas noventa veces.’ ¡Oh! El perdón. Perdónense unos a otros.

Segunda de Corintios 2:6-8 nos dice: “le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos. Así que al contrario, más bien vosotros debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza. Por lo cual, os ruego que confirméis el amor para con él.”

Escuche, si el hombre ha confesado el pecado, no lo siga masajeando. Perdónelo y afirme su amor a él. ¿Se da cuenta? Usted entonces pregunta ¿cuánto lo debo perdonar? ¿Hay un límite? ¿Muy bien? Usted tiene un límite. Aquí está el límite. “Sed benignos,” Efesios 4:32, “unos con otros. Misericordiosos. Perdonándoos unos a otros como Dios os ha perdonado a vosotros en Cristo.” Ahí está el límite. Tú perdonas tanto como Dios te ha perdonado a ti. Escuche, eso es mucho y todavía se lleva a cabo.

Permítame darle un tercero. Sobrellevad los unos las cargas de los otros. Otro de los unos a otros. Gálatas 6:2, sobrellevad los unos las cargas de los otros y cumplid así la ley de Cristo.” Esto es empatía espiritual. Lleven las cargas. Lleven las preocupaciones unos de otros. Hombre, ustedes saben, acabo de ser convencido en mi propio corazón, me ocupo tanto en mi propia mente y mis propias preocupaciones y mis propias ansiedades que creo que mi espalda no tiene suficiente lugar para la de nadie más. Y entonces, tengo que tener una espalda más grande porque hay muchas personas por las que quiero cuidar. Muchas personas a quienes quiero ayudar a cargar sus cargas. Lleven las cargas los unos de los otros. Pablo dice en Hechos 20:35, “les he mostrado todas las cosas, cómo trabajando deben apoyar, ayudar a los débiles y recordar las palabras del Señor Jesús”, cómo Él dijo que es más bienaventurado dar que recibir. ¿Qué dijo Él? Apoyen a los débiles. Ayúdenles a ponerse de pie. Cárgalo. Comparte sus cargas.

Cuarto, otro. Reprendan el pecado en otros. Efesios 5:11 dice “no tenga comunión con las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.” Primera de Timoteo 5:20 dice que deben reprender a aquellos que pecan entre el liderazgo de la Iglesia. Tito 1 y Tito 2 ambos hablan de eso. Gálatas 2, Pablo reprendió a Pedro cara a cara, porque era digno de ser reprendido y el cristiano lleno del Espíritu está bajo el mandato de Dios, dentro del marco de la comunión, a reprender el pecado en la vida de alguien más.

Es una responsabilidad, como usted sabe, de comunión para usted, el ir a alguien que está pecando y decirle ‘estás pecando. Éstas pecando en contra Dios’. Yo he hecho eso. Y yo sé, nadie conoce la situación y yo puedo decirte algo de ella. Un querido individuo en nuestra Iglesia una vez se fue y se metió en la cama con otra mujer. Y entonces, su esposa dijo ¿qué está pasando? Oh, ¿qué pasó? Terrible. Y cuando ella me llamó, yo le pregunté cuál era su nombre. Lo busqué en el directorio telefónico y marqué el número y él respondió el teléfono. Y mi primera frase fue ¿qué estás haciendo?

Bueno, él se puso muy nervioso y comenzó a temblar y él comenzó a llorar; y yo dije ‘vete a casa ahora mismo’. Y nunca olvidaré lo que me dijo la próxima vez que lo vi. Pero sí, él estuvo en su casa en media hora. Su esposa me llamó y me dijo ‘él ya está en casa, ya está en casa’. Él me dijo a mí, ‘realmente no pensé que alguien se preocupaba tanto’. Algo simple.

Nos lo debemos unos a otros, ¿no es cierto? Usted sabe, usted enfrenta tentación y es atrapado, pero necesita que alguien le diga a usted ‘oye, oye, oye. Estoy contigo. Quiero ayudarte. Quiero reprenderte a ese punto. No hagas eso.’

Hombre, yo le digo, cuando hablamos de purificar la Iglesia, usted tiene que hacer eso. Dios me ha dado la responsabilidad por la familia y tengo que intentarlo.

Hay otras cosas. Gálatas 6:1 dice “si alguno de vosotros es sorprendido en alguna falta, restauradlo en amor.” Otra cosa que usted debe hacer es restaurar a un hermano que está en pecado. Escuche, cuando alguien se resbala y cae en un pecado, levántelo, manténgalo en pie y edifíquelo, dice en Gálatas 6.

Hombre, tenemos que hacer todo esto. Debemos confesarnos unos a otros. Debemos perdonarnos unos a otros. Debemos reprendernos unos a otros. Sostenernos unos a otros. Edificarnos unos a otros.

En Romanos 14 dice que debemos cuidarnos unos a otros. Algunos de los hermanos más débiles deben ser cuidados. Deben ser amados. Deben ser nutridos. Tantos lugares en el Nuevo Testamento dicen que debemos amarnos unos a otros. Primera de Pedro 1:22, amaos unos a otros fervientemente con corazón puro. Ectanase en el griego. Estira tu músculo para amar tan lejos como tu extremidad pueda alcanzar. Ésa es la manera en la que debemos amar.

Debemos confortarnos unos a otros. El libro de Hebreos nos dice que debemos confortarnos unos a otros o exhortarnos, es la misma palabra. Aconsejarnos unos a otros. Amonestarnos unos a otros en vistas a cambiar en conducta. Debemos orar unos por otros.

Todas estas cosas y simplemente siguen y siguen y siguen en el Nuevo Testamento. Debemos edificarnos unos a otros. Debemos enseñarnos unos a otros, de acuerdo con Colosenses 3:16, en salmos, himnos y canciones. Tenemos que hacer todo esto unos por otros. Ésa es la responsabilidad de la comunión.

Escuchen, amados, Grace Community Church, por el diseño de Dios va hacer una comunión de personas amorosas, que se preocupan unas por otras, cuya relaciones no son superficiales. ¿Cómo está el clima? Hola, ¿cómo estás? Te ves bien. Bonito traje, bonito vestido. ¿Cómo están tus hijos? Bonito automóvil. Bonito día.

Debe haber más. Debe haber más en toda la relación que eso. Ahora, no quiero decir que no puede comenzar de esa manera. Debe comenzar de esa manera y no quiere decir que haya algo mal con decir esas cosas, pero no se detenga usted ahí. Necesitamos hacer compromisos unos con otros. Ahora, yo no creo que usted tenga que hablar con todo el mundo a la misma profundidad con la que habla con alguien en particular, pero en algún punto, a lo largo del proceso, tenemos que estar dispuestos a compartir nuestras vidas con las personas que Dios trae a nuestras vidas.

Yo no comparto todo con todo el mundo al mismo nivel, pero hay algunas personas con las que comparto. Todo comienza en el hogar, en donde en mi esposa y yo compartimos. Y después, hay grados, quizás de profundidad que salen a partir de ahí.

Un último pensamiento. El resultado de la comunión, usted ya lo conoce porque ya se lo dije. ¿Cuál es el resultado de la comunión? “Estas cosas os he escrito para que vuestro gozo sea cumplido. El resultado de la comunión es gozo completo. Gozo completo. Hombre, ¿no sería maravilloso tener una Iglesia feliz, una Iglesia gozosa? Yo creo que tenemos eso. Usted sabe, a veces en un domingo, la gente que emite gozo. ¿Sabe usted eso? Simplemente sale aquí. Jack y yo estábamos hablando de eso en esta mañana. Había una especie de exuberancia, una especie de gozo que estaba brotando.

Usted sabe, cuando tuvimos El Mesías hace unas semanas atrás había un hombre tocando en El Mesías que es un gran conductor. Uno de los mejores, dice Jack. Y él era el amigo de Jack y el maestro de Jack. Y Jack lo invitó a participar. De todos los que participaron. Él era el único que no conocía a Jesucristo y estaba tocando uno de estos instrumentos. Y Jack me contó y me preguntó que qué hacía. Y terminó y vi que el hombre durante todo el evento estaba con su cabeza así baja porque estaba llorando. Después, le dije ‘gracias por venir’ y él dijo que nunca, nunca había sentido algo como eso. ‘¿Qué es lo que tienen estas personas? ¿Qué tienen estas personas?’ Él dijo que había conocido a Jack durante 22 años y nunca había visto la sensibilidad o el gozo o la expresión en esta dirección como la vio. Nunca había oído un coro que sonara así. Y nunca había visto a gente que tuviera algo como lo que tienen estas personas. ‘Bueno’, le dije, ‘le voy a decir lo que es. Es el Espíritu Santo, ¿sabe usted?’ Es el Espíritu Santo.

Pero como usted puede ver, eso es lo que sucede cuando tenemos una comunión rica y nos amamos unos a otros y compartimos unos con otros; emitimos gozo porque estamos en relaciones plenas. ¿Entiende usted eso? Porque Dios dijo en el principio “no es bueno que el hombre esté solo.” Y cuando la comunión es cumplida, tiene gozo.

Bueno, ya he dicho más de lo que sé, entonces, oremos.

Padre nuestro, sabemos que Tú quieres que tengamos comunión unos con otros, contigo y con el Padre. Y eso es lo que nosotros también queremos. Lo que Tú quieres para nosotros. Entonces, bendice y haz de Grace Community Church una comunión real como en la primera Iglesia. Una comunión real. Y aún si tenemos veinte mil como los que tuvieron en Jerusalén, mantenla real. Y Padre, haz que Tu Iglesia, no sólo aquí, sino en todo lugar alrededor del mundo, tenga una comunión real para que Jesús sea hecho manifiesto a través de Su Iglesia. Oramos en Su maravilloso nombre. Amén.

 

 

 

 

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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