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Permítame leer de nuevo el texto para nuestro mensaje en ésta mañana, cómo fue el texto para nuestro mensaje el último día del Señor. Mateo 7, versículos 15 al 20.

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”

La fuerza del texto se concentra en la primera línea, “Guardaos de los falsos profetas.” En nuestra vida, recientemente todos vivimos una tragedia increíble. Esa tragedia ha llegado a ser conocida, simplemente para la historia humana como Jonestown. Y si alguien llegó a necesitar una ilustración de un falso profeta, Jim Jones ciertamente provee esa ilustración, porque podemos ver en él, la naturaleza, la enseñanza, el estilo de vida, la estrategia de un falso profeta.

En un libro que fue publicado el año pasado, titulado “Engañado,” el escritor habla acerca del fenómeno de Jonestown: “Tomará años para desenredar el misterio de Jonestown. No hay estadísticas de la gente a quién se le lavó el cerebro, y fue engañada por el Reverendo Jim Jones, no existen registros que nos den nombres, direcciones, y perfiles de personalidad de aquellos que vinieron a la iglesia cristiana del templo del pueblo y se quedaron para morir. El rompecabezas debe ser armado parte por parte, a partir del puñado de desertores y parientes que sobrevivieron a los muertos.

Le pregunté a cada una de las personas que describieran su trasfondo religioso, esperando probar que los convertidos a la versión falsa de la fe cristiana de Jones quizás no habrían sido engañados, si hubieran sido expuestos a alguna versión de la fe cristiana verdadera cuando eran niños. No obstante, descubrí que fueron expuestos a la verdad cristiana cuando fueron niños. De hecho, en una entrevista larga, con Tim Stoen, encontré mi primera respuesta a mi pregunta. Tim llegó a ser en un momento de su vida, el segundo hombre más poderoso en el Templo del Pueblo. Tim tiene un título de abogado de la Universidad de Stanford, y sirvió como el abogado asistente para el distrito de San Francisco, hasta que renunció para ir a Jonestown en 1977.

Tim dejó la secta el año pasado, y trabajó de manera incansable hasta ese sábado terrible en noviembre, para que su hijo Juan Víctor, de seis años de edad, fuera alejado de Jones y de la jungla. Según relatos de testigos oculares, el pequeño John Jones, se encontró muerto junto al cuerpo de Jones. ‘Yo fui criado en un hogar cristiano,’ me dijo, ‘mis padres eran fundamentalistas, miembros de la Asociación General de Bautistas Regulares. Fui a la escuela dominical y a la universidad toda mi vida como joven. Asistí a Wheaton College, una universidad cristiana, prominente, evangélica en Illinois, y estuve involucrado con el liderazgo de los alumnos.

Cuando me mudé a California, me uní y asistí de manera regular a la Primera Iglesia Presbiteriana en Berkeley. Durante dos años fui el presidente de su Corintios, un grupo de adultos de adultos de profesionistas y de hombres de negocios. Admiré y respeté a sus pastores, evangélicos, sin embargo, ocupados por la sociedad. Estuve asistiendo Primera Presbiteriana, y el Templo del Pueblo hasta que me uní al personal de Jim Jones.’ Gene Mills, otra víctima, durante siete años fue un miembro del templo, uno de los escritores de Jones y un miembro de su comisión de planeación. Y dijo: ‘Asistí o enseñé en mi educación cristiana en la iglesia en la que estuve, desde mi niñez. Cuando tuve 18 años de edad, fui líder del club de los jóvenes que tuvo más de 50 jóvenes ahí; y tuve a 22 adultos trabajando bajo mi supervisión.

Podía darle a usted yo, una respuesta de la Biblia para cualquier pregunta. Conocía la Biblia al derecho y al revés. En un punto en mi vida, el ministro trató de enviarme a la universidad para convertirme en un obrero bíblico, y estaba yo muy dedicado a la iglesia’. Wayne Patilla, quien el guardaespaldas personal y chofer, creció en una escuela dominical nazarena. Su esposa, y miembro de muchos años de la secta, creció en una iglesia carismática y asistió a la escuela dominical y a la iglesia de manera regular. Bonnie Thielman, quien por 6 años fue una miembro del templo, fue la hija de misioneros de Asambleas de Dios a Brasil, y asistió a la Universidad Betania, una iglesia luterana, en Minnesota.

Carolyn Moore fue presidente de su grupo de jóvenes metodistas, y ella y su hermana Annie, fueron hijas de un ministro metodista. Y ambas sirvieron como ayudantes intimas de Jones, y ambas murieron en Guyana.” Esa es una muestra de las primeras tres páginas del libro. Estas personas fueron personas criadas en un ambiente, sin embargo, la sutileza del hombre engañó a cada una de ellas. Así es el engaño de los falsos profetas. Y ésa es la razón por la que nuestro Señor dice: “Guardaos,” no son descubiertos de manera superficial.

El escritor del libro “Engañado,” al tratar de darnos el porque es que la gente siguió a Jim Jones, llegó a las siguientes razones: él sabía cómo inspirar esperanza. Él estaba comprometido con la gente en necesidad, él aconsejó a prisioneros, y a delincuentes juveniles. Él comenzó con un centro de reubicación laboral, él abrió casas de asistencias para los retrasados, él tuvo una clínica de salud, él organizó un centro vocacional de preparación, él proveyó ayuda legal gratuita, él fundó un centro comunitario, él predicó acerca de Dios. Él inclusive dijo que echaba fuera demonios, hacía milagros, y sanaba.

Pero, por otro lado, vemos todas las marcas de un falso profeta. Él se promovió a sí mismo mediante el uso de celebridades, un medio muy común para que los falsos profetas adquieran credibilidad. Él manipuló a la prensa, él quiso ciertas historias favorables. A él le gustaba mucho, quedar bien con la prensa. Él pretendió ser un cristiano, él ofició en una iglesia de Los Discípulos de Cristo, habiendo sido ordenados por ellos en 1964. Él usó el idioma y las formas de la fe para adquirir su poder. Él usó una apariencia fundamentalista pentecostal, y siempre habló con términos bíblicos. Él hacía que su congregación cantara y diera testimonios de cómo él los había sanado milagrosamente, y podía añadir que más adelante se descubrió que él supuestamente estaba sanando cáncer y el hacía que la gente tosiera y sacara su cáncer, y la mostraba ante la gente, y se descubrió que eran partes con sangre de pollo que estaban siendo usadas con personas ahí en la congregación.

Él creó una comunidad pseudo-cristiana, cálida, amorosa, sin Cristo. Él demandó lealtad absoluta y total. Él reemplazó a Jesús como la persona que tenía la autoridad y llegó al punto de decir que él era Jesús. Él usó la Biblia, citándola con mucha frecuencia, pero pervirtiéndola para alcanzar sus propios fines. Él regaló regalos ungidos, bendiciones de milagros, prendas de oración, y siempre demandaba dinero a cambio de esto. Otra estrategia usada por muchos falsos profetas. Él estaba metido en eso por el dinero, él estaba totalmente consumido por una preocupación hacia el sexo, y no solo el sexo en una manera pecaminosa, sino sexo en una manera pervertida. Él mentía constante y continuamente acerca de todo. Ese es Jim Jones.

Sin embargo, en todo eso, él fue tan engañoso, que él engaño a todo mundo desde la señora Jimmy Carter hasta mil personas que terminaron como cadáveres en una jungla en Guyana. Y él engañó a todo tipo de personas en medio del espectro, senadores y congresistas y otros líderes gubernamentales y gobernadores, y toda persona que les dio placa de honores y reconocimientos como un gran líder cívico religioso. Si él no hubiera muerto, y Jonestown no hubiera sucedido, probablemente él habría sido reconocido como un gran héroe. Pero terminó en un fin horrendo. Y él nos da el retrato de un falso profeta que podemos ver y conocer por como terminó. Desgraciadamente no todos los falsos profetas llegan a ser tan manifiestos.

Y entonces, como Hebreos 5:14 dice, necesitamos ejercitar nuestros sentidos para discernir entre el bien el mal, porque no siempre va a ser tan obvio como lo fue en el caso de Jim Jones. Él en su estrategia, fue por la gente que estaba en el fondo. Hay muchos falsos profetas que van por lo que son populares y los que están en la cima. Y toda persona en medio de estos extremos. Ahora, permítame añadir éste comentario acerca de los comentarios de Jim Jones. La tragedia de Jonestown, no es que casi mil personas murieron, esa no es la tragedia. Toda persona muere de cualquier manera. La tragedia no es que murieron, la tragedia es que murieron y fueron al infierno pensando que estaban sirviendo a Dios y que iban camino al cielo. Esa es la tragedia.

La tragedia no es una muerte fuera de tiempo. La tragedia es una eternidad donde no hay tiempo. La tragedia de Jim Jones es que engañó a la gente, para que pensara que él representara a Dios y a Cristo. Y ellos de hecho, creyeron que estaban sirviendo al reino de Dios, solo para despertar en el infierno. Engaño. Satanás es un mentiroso y un engañador. Y también lo son sus emisarios, y se transforman a sí mismos en aquellos que se disfrazan como ángeles de luz. Jim Jones no es el único, y él no es el último. Jesús dijo, “se levantarán falsos profetas y falsos cristos, y con grandes señales y maravillas engañarán a muchos.” Y Judas escribió que vendrían ciertos hombres infiltrándose de manera encubierta, convirtiendo la gracia de Dios en libertinaje. Siempre los hemos tenido. Siempre los tendremos, él simplemente es un ejemplo.

Y, por cierto, no todos van a ser exactamente como él en su ‘modus operandi,’ él estaba concentrado en los de abajo, algunos están concentrados en alcanzar los de arriba. La manera en la que ejerció su autoridad fue más bien abierta y obvia, algunos son mucho más sutiles que eso. Su estrategia fue externamente vil y sucia. Algunos son muy limpios y parecen ser casi virtuosos. Vienen en todo tipo de paquetes, pero el corazón es siempre el mismo, es el corazón de un diablo.

Ahora, según el Nuevo Testamento, como compartí con usted la última vez, se encuentran en tres categorías, los falsos profetas. En primer lugar, están los herejes, estos son los que desafían abiertamente la verdad, de los cuales Pablo escribe en Tito 3, deben ser amonestados y hechos a un lado. Estos son los que, de manera abierta están en contra de la verdad. Y, por ejemplo, usted tiene una persona como el Reverendo Ike, él dice, “La Biblia dice: el amor es raíz de todos los males, pero yo digo,” y lo dice todo el tiempo, “no tener dinero es la raíz de todos los males.” Él de manera abierta se coloca en contra de la Biblia. Ese es un hereje. Abierto, desafiante, no engaña a nadie.

Después hay una segunda categoría, un apóstata. Un apóstata, es aquel que conoce la verdad, que fue instruido en la verdad, que tuvo cerca de la verdad, pero al entenderla de manera completa le dio la espalda a la verdad y la rechazó. Él también es abierto, él también es desafiante y en contra de la verdad. Pero después, en tercer lugar, hay otra categoría de falso profeta llamado el engañador. Y ese es el que nunca viene en contra de él, que no acepta el hecho que él es un hereje, que no va a reconocer la apostasía, pero uno que engaña, uno quien es el lobo con el atuendo de pastor, uno que viene encubierto, como Judas lo dice, sutil. Quizás, como Jones al final, descubierto, quizás no.

Y están en la encrucijada de la vida. Están en la encrucijada de decisiones. Están cuando la humanidad está lista para tomar la decisión entre la puerta estrecha y el camino angosto que lleva a la vida, la puerta ancha y el camino espacioso que lleva a la perdición. Y mientras que el Espíritu de Dios llama a los hombres a la puerta estrecha, los falsos profetas los empujan al camino espacioso que lleva al infierno. Vienen en todo nivel de sofisticación, vienen con todo tipo de preparación académica, con todo tipo de apariencia, con todo tipo de apariencia eclesiástica, pero todos son iguales. Y nuestro Señor al referirse a ellos aquí, ciertamente tenía en mente a los fariseos y a los escribas.

En Mateo 23, si hay duda alguna, para cuando lleguemos a ese capítulo, usted sabrá que está hablando de ellos, pero Él los ve como falsos profetas. Ahí están con toda su supuesta religiosidad, ahí están asegurándose que cumplan con todo aspecto minúsculo de la ley, son los religiosos de los religiosos, más allá de toda la imaginación en términos de escrúpulos, ellos mantienen su religión. Si llega a haber un reino de Dios, ellos suponen que van a estar en el nivel más elevado de ese reino, son súper religiosos. Sin embargo, les dice a ellos, “Son falsos profetas.” Vance Havner hizo una afirmación interesante esta semana, él dijo, “Puede ser sumamente minucioso, y aun así estar equivocado.” Y eso es exactamente lo que ellos hicieron. Si puedo usar eso como ilustración, usted puede ser sumamente minucioso, y aun así no deletrear Jesús correctamente. Y eso es exactamente lo que los fariseos y los escribas estaban haciendo, eran muy religiosos y estaban condenando a los hombres a la perdición.

Entonces, Jesús está diciendo, en su esfuerzo por entrar por la puerta estrecha, versículos 13 y 14, en su esfuerzo por entrar en el camino correcto, el camino de la vida, “cuidado con los emisarios de Satanás, quienes los quieren engañar y llevar por el camino equivocado.” Y ellos no están diciendo, “Oigan, todo mundo, vamos al infierno.” No están diciendo eso. Les dicen a ustedes que es el camino al cielo.

Ahora, hay dos palabras en las que necesitamos concentrarnos para entender este pasaje. Una de ellas la vimos la semana pasada, y otra para esta semana. La primera es advertencia. Los hombres y las mujeres por todo el mundo están en la encrucijada de esa decisión, los falsos profetas están vendiendo su perspectiva particular, y tenemos que predicar la verdad. Y tenemos que llamar a la gente a guardarse de los falsos profetas. Esa es la advertencia. Guárdense de ellos. Y le di a usted cuatro palabras. Primero, una definición, son falsos profetas, profetes, aquellos que proclaman, o hablan delante de. Y aquellos que hablaron antes en el Antiguo Testamento, los profetas verdaderos tenían dos cosas sobre las cuales su encargo estaba edificado. Una comisión divina y un mensaje divino. Hablaban para Dios, y hablaban de parte de Dios.

Un falso profeta no tiene ninguna de las dos, ni una comisión divina, ni un mensaje divino. Ni habla para Dios, ni habla de parte de Dios. Él está ahí dependiendo de su propia autoridad, hablando su propio mensaje, y es totalmente falso. Son pseudo-profetes, pseudo-cristos, pseudo-adelfos, falsos, falsos, falsos, esa es su definición. Y debido a que son falsos, necesitamos en segundo lugar, guardarnos de ellos. Ese es el peligro, vimos la definición y vimos el peligro. Guardaos. Y les dijimos que la palabra ‘guardaos,’ significa ‘contener su mente de.’ No se exponga usted a ellos. Aquí estaba este hombre asistiendo a la Primera Iglesia Presbiteriana de Berkeley, y al Templo del Pueblo al mismo tiempo. Criado en un trasfondo bautista, fundamentalista, que cree en la Biblia, personas que honran a Cristo, pero exponiendo su mente a eso en lugar de contener su mente. Y él, se volvió una víctima total de esa situación. Contenga su mente de eso. No exponga su manera de pensar a ellos.

Lo dije la última vez, como Judas dice, “Si usted va a alcanzar a esas personas, más vale que los rescate en temor, porque cuando usted se acerca a esas cosas, usted se acerca usted se acerca a un falso profeta, la sutileza de ese falso profeta, e inclusive puede quemar su vestimenta, la de usted. Permítame darle una ilustración de esto, 2 Juan, versículo 7, “Porque muchos engañadores entraron al mundo,” ahora escuche, simplemente deténgase en ese punto. “Hay muchos engañadores que entraron en el mundo,” están por todos lados, “y no confiesan a Cristo en la carne.” Y por eso él quiere decir, la deidad de Cristo, y la obra de Cristo. Ambos, su persona, y su obra.

En otras palabras, no se aferra a una perspectiva bíblica de quien es Él y lo que Él hace. Muy bien. ¿Qué va a hacer con él? Bueno, en primer lugar, reconozca “que él es un engañador y un anticristo. ¡Cuídense!” ¡Cuídense! Hagan inventario. Examínense, “que no pierdan las cosas que han hecho, sino que reciban una recompensa completa.” Escuche, usted puede verse aspirado por eso, ese engaño, y perder la recompensa, el galardón que usted ya se ha ganado por su servicio a Cristo. Usted no va a perder su salvación, si usted es cristiano, pero usted va a perder su, ¿qué? su galardón. Por tanto, versículo 10, “Si alguien así no permanece en la doctrina de Cristo,” versículo 9, “viene a vosotros, y no tiene esa doctrina, no le recibáis en vuestra casa. ¿Por qué?

Porque usted no quiere que su mente se exponga a eso, y ni siquiera le diga. “Y ni si quiera le diga, ‘que te vaya bien’,” y eso significa ‘que tengas un buen día,’ ‘que tengas buen viaje o lo que sea, lo que sea, buena suerte, que te vaya bien,’ lo que sea, nada. No le digas una palabra porque si lo haces, le estás deseando que le vaya bien, eres un participante de su obra mala. El punto es que Juan está diciendo que el hombre es tan vil, y tan miserable, y tan anticristo, y tan engañoso, ni siquiera le abras tu puerta, y le dejes entrar ahí.

Ahora, usted puede tratar con un hereje. E inclusive puede tratar con un apóstata, es un engañador, con quien usted no puede tratar, sin mancharse por la suciedad de su propia ropa. Sí, pero, ¿cuál es su protección? 2 Timoteo, capítulo 3, creo yo, tiene una buena palabra de la mano con esto. En 2 Timoteo 3, se nos presenta en el versículo 8, a Janes y a Jambres los dos falsos profetas en el día de Moisés. “Y así como Janes y Jambres, así también hay hombres que resisten la verdad, hombres de mentes corruptas, réprobos con respecto a la fe.

Ahora, ¿qué hacemos con estos hombres malos? Bueno, tenemos que reconocerlos, tenemos que reconocer que van a ser juzgados, versículo 9, que no creen lo que creemos nosotros. Pablo dice, “más tú Timoteo, tú has conocido plenamente mi doctrina, mi manera de vivir, mi propósito, fe, amor y paciencia. En otras palabras, asegúrate de hacer distinciones, tú sabes lo diferente que somos, pero, versículo 13, no va a ser fácil porque “los hombres y los engañadores, son los falsos profetas, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados.” Como pueden, muchos de ellos, inclusive están engañados.

Alguien me preguntó la última vez, ¿crees que los falsos profetas saben que son falsos profetas? Algunos sí, y algunos no. Porque los engañadores, con mucha frecuencia, también están engañados. Y entonces, continúan en el engaño satánico, y llevan a otros con ellos. Pero, ¿cómo se protege usted a sí mismo? Punto uno, al contener su mente, de ellos. No se exponga a ellos, pero no puede existir en un vacío, ¿verdad? Tienen que colocar algo en su mente, ¿qué? versículo 14, “continúa en las cosas que has aprendido, y te has persuadido, sabiendo de quien los aprendiste.”

“Recuerda lo que aprendiste, y recuerda las personas buenas y piadosas, de quienes lo aprendiste, y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, que te pueden hacer salvo para la salvación. Y toda la Escritura es inspirada por Dios…,” y demás. En otras palabras, entrégate a lo que te fue enseñado, por personas buenas y piadosas, entrégate a la Escritura, la cual te puede hacer perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Guardaos, contén tu mente de ellos, llena tu mente de la Palabra de Dios, y ten, lo que Isaías 26:3 dice, una mente concentrada en ti. Y lo que Pedro dice, “ceñid los lomos de vuestro entendimiento.” Mantén tu mente concentrada en las cosas de Dios, porque si te expones a ellos, vienen a ti en ropa de oveja. Eso es lana, la ropa de ovejas, es un atuendo de lana, y un atuendo de lana era lo que un pastor usaba. Y él no va a venir disfrazado como una oveja, sino como un pastor, él viene como un pastor. Sin embargo, es un lobo que va a destrozar de una manera feroz, maligna, devorando. ¡Guardaos!

Entonces, la definición y el peligro. En tercer lugar, el engaño. Vienen vestidos de ovejas. Usted puede pensar que los va a identificar, pero tiene que ver con mucha atención. No son manifiestos de manera externa. Me impresiona, amado, que millones de personas cristianas son engañados por falsos profetas, y no lo saben. Y muchos líderes cristianos, los abrazan en causas en común, y son falsos profetas, pero son engañosos. La palabra final es: condenación. Su fin, lo vimos la última vez, como Judas lo dice en el versículo 13, es la más densa oscuridad para siempre. Y junto con la gente que engaña, en el versículo 23 de Mateo 7, el Señor dirá, “nunca os conocí, apartaos de mí, hacedores de maldad.”

Entonces, aprendimos la advertencia. Ahora, la segunda palabra para esta mañana es, velar, velar. Y voy a cubrir esto rápidamente, y quiero que lo oiga porque creo que es un mensaje absolutamente esencial para nosotros en esta era de concesiones, un día cuando tantas personas están presentándose como líderes cristianos, y tantos cristianos verdaderos están abrazando a cristianos falsos, y falsos profetas, y creo que es esencial que entendamos esto. Muy bien, veamos la segunda palabra. La palabra es, velar. Ahora que hemos sido advertidos, ¿qué estamos buscando? ¿cómo sé que es uno cuando lo veo? Si tengo que guardarme de ellos, porque me van a despedazar, ¿qué estoy buscando? ¿cuáles son las marcas de un falso profeta?

Gracias a Dios porque no nos dio una instrucción, sin las herramientas para aplicarlas. Él no dice, cuidado con los falsos profetas, y buena suerte al identificar quienes son. Digo, si son así de serios, y así de peligrosos, entonces, Dios nos va a ayudar a entender quiénes son. Y entonces, en el versículo 15, leemos esto: “los conoceréis, los conoceréis,” ese no es un mandato, eso es una certeza. Esa es una afirmación de confianza. ¿Y cómo vamos a conocerlos? Por sus ¿Qué? frutos, versículo 20, “así que por sus frutos los conoceréis.” La raíz es como el fruto, dijo el proverbio antiguo. Los judíos, los griegos, los romanos y el resto de la gente ven a los árboles y al fruto, de esta misma manera. Un árbol es juzgado por sus frutos. Si usted quiere saber cómo es el profeta vea lo que él produce. Es bastante simple. Vea lo que él produce.

Y usted tiene que tener cuidado, un poco cuidadoso. Usted podría ver un falso profeta y decir, “Bueno, yo conozco a tal y tal, y van ahí y son cristianos, y sé que son cristianos.” Bueno, es correcto. Sabe una cosa, los cristianos son engañados por los falsos profetas. Los cristianos se alinean con los falsos profetas. ¿Sabe usted quiénes son? Están en el versículo 16, son las uvas que están ahí atoradas en los espinos y los higos atorados ahí en los abrojos. ¿Sabe usted que las uvas no crecen en los espinos? Y los higos no crecen en los abrojos, pero usted los puede meter ahí. Pero si usted ve de cerca, usted verá que la espina no produjo la uva, y el abrojo no produjo al higo. Pero hay personas que se apegan sin saberlo. Y se apegan a algún falso profeta y se apegan a algún falso maestro que parece ser un cristiano. Pero si usted ve con atención hay un principio simple en los versículos 17 y 18. Los árboles buenos producen un buen fruto, los árboles malos producen fruto malo. No es muy difícil, ¿verdad?  

Usted tiene un árbol malo y va a obtener fruto malo, no hay otra manera, usted tiene savia mala, usted tiene cosas malas en el árbol. Y la idea no es un árbol que apesta, que se ve mal, que está echado a perder, con fruto que está echado a perder, no, ambos se ven parecidos. Nada más que cuando usted muerde el fruto, uno es bueno y uno malo. Usted ha tenido esa experiencia, toma un pedazo de, hombre eso se ve muy bien y oh, y lo muerde, y no es bueno. Y ha sido engañado. Esa es la razón por la que la Biblia dice el hombre ve lo que está delante de sus ojos, pero Dios ve el corazón.

Entonces, algunas veces cuando usted va ahí, usted puede ver un falso profeta, y hay una uva real, y un higo real, fruto real, pero está atorado en una espina y en un abrojo, porque cuando usted ve lo que él produce, va a hacer cosas malas sin importar como se ve por fuera. Ahora, ¿cómo es que usted va a decidir? ¿qué está buscando cuando usted ve el fruto? Es fácil ver a una naranja, una manzana, un plátano o algo así, pero si usted ve la vida de alguien, ¿qué está buscando? Bueno, permítame darle cuatro palabras de nuevo, bajo este segundo término, velar, que le va a ayudar.

Número uno, el fruto es virtud, el fruto es virtud. ¿Qué tipo de virtud? ¿Qué tipo de personalidad? ¿Cuál es su actitud y su motivo, y su manera de pensar, su perspectiva hacia la vida? ¿Qué tipo de acciones, que tipo de estilo de vida, que tipo de patrón? Todo eso involucra la virtud. De lo que, desde lo que pienso hasta lo que hago. Eso es el primer elemento que manifiesta el fruto. Como puede ver, la Biblia nos dice eso. Cuando usted ve en la Biblia, y quiere encontrar que dice del fruto, usted descubre que el fruto es varias cosas.

En primer lugar, para nuestra explicación, fruto es lo que hacemos, lo que hacemos. Por ejemplo, Lucas 3, versículo 8, dice esto Juan el Bautista, “haced frutos dignos de arrepentimiento.” Él le dice a los escribas y fariseos, “muy bien, dicen que se han arrepentido, dicen que se han comprometido con Dios, veamos el fruto.” Ahora, ¿cuál es el fruto? ¿Qué es lo que él quiere? Versículo 10, “el pueblo le pregunto: “¿qué haremos entonces?” Digo, ¿qué tipo de fruto estás buscando? Juan el Bautista, ¿qué es lo que quieres? Versículo 11, “Él respondió y les dijo: ‘Si tienen dos túnicas, denle uno al que no tiene ninguna. Si tienen algo de alimento, denle al que no tiene nada. Y después un publicano vino para ser bautizado y dijo: ‘Maestro, ¿qué quieres que hagamos?’ Y él le dijo: ‘No cobres más de lo que debes cobrar.’”

En otras palabras, él está diciendo, el fruto de arrepentimiento es darle algo a alguien en necesidad, no es tomar más de lo que mereces. Esa es una acción, fruto es la manera en la que vives. Fruto es un estilo de vida. Fruto es actuar. Algunas personas han pensado que este fruto aquí es solo lo que está en su doctrina. No, no, está también en su acción. Eso es de manera evidente, fruto, a lo largo de las Escrituras. Por ejemplo, en Juan 15:8, “En esto mi Padre es glorificado, que deis mucho fruto.” ¿Y qué es eso? Si guardáis mis mandamientos.

Entonces, el fruto es obediencia, es acción en respuesta a Dios. Fruto no es solo la acción que usted hace, es la actitud que está detrás de eso, ¿verdad? El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza. Es llamado en Efesios 5, el fruto de luz. Y eso es la luz de Dios en su corazón, produce ciertos tipos de actitudes. En Filipenses 1:11 es llamado el fruto de justicia. En Colosenses capítulo 1 y en el versículo 10, dice: “Siendo fructíferos en toda obra buena.” Fruto es tanto obra, como actitud. Lo que usted siente, y piense, lo que usted hace.

Entonces, lo que estamos diciendo es, escuche esto, la primera prueba de un falso profeta es su conducta, su virtud, conforme se vuelve manifiesta. Y digo eso simplemente porque usted no puede obtener justicia verdadera de un árbol que está podrido. Revise su virtud. Revise su estilo de vida, porque lo que él es en su corazón, va a salir. Esa es la razón por la que son manchas en vuestros ágapes. Tienen ojos llenos de adulterio, simplemente están codiciando todo el tiempo con lujuria, son hijos avaros que tienen hambre de dinero. Su vida entera es miserable, son personas llenas de lujuria, sensuales, animales. Ahora, escuche esto: No siempre se ven así por fuera.

Hombre, puede eso, puede encubrirlo con túnicas eclesiásticas y apariencia, puede encubrirlo con un estilo de vida supuestamente cristiano, puede encubrirlo por una organización cristiana a la que pertenece, puede encubrirlo por estar cerca de otros líderes cristianos, pueden encubrirlo al hablar de la Biblia, y Jesucristo y salvación. Y puede encubrirlo de tantas maneras. Y puede encubrirlo al asegurarse de que nadie descubra la verdad acerca de su verdadera vida moral. Un hombre puede parecer estar predicando el evangelio, puede parecer inclusive que lo está viviendo, pero en realidad no lo hace en absoluto. Y quizás algunas veces no lo puede identificar por fuera, usted no puede identificarlo a partir de la acción, porque la acción se ve también como hubo en los fariseos, se veían bien, ¿no es cierto?

Digo, no cometían homicidio, no cometían adulterio, usted sabe. Y no hacían esas otras cosas y se veía tan bien, realmente. Y ayunaban, y oraban, y daban, y todo se veía bien, pero si usted revisa la acción, haga eso primero, podría descubrir que no todo es bueno. Y si usted examina algunos falsos profetas, usted va a descubrir que hay muchos esqueletos en su closet moral. Hay mucha putrefacción en su vida. Hay mucha maldad, mucha avaricia, muchos problemas con el dinero. Hay algunas mujeres en algún lugar, etc., etc.

Pero quizás no puede descubrir eso, ¿adónde va en segundo lugar? Usted va a la actitud. Y usted comienza a ver cómo piensan, cuál es su actitud. Porque con mucha frecuencia, pueden contener la visibilidad externa de su interior vil y malo, su estilo de vida quizás no sea manifiesto. Permítame darle una ilustración, creo que ésta es una buena ilustración, 2 Pedro, véala por un minuto. En 2 Pedro, capítulo 1, versículo 4, quiero que observe un contraste aquí. En 2 Pedro 1:4, está hablando de creyentes verdaderos. Esto es poderoso, y dice acerca de los creyentes verdaderos que únicamente quiero que observe ahí a la mitad del versículo, que somos participantes de la naturaleza divina. Los cristianos verdaderos, hemos recibido la naturaleza misma de Dios, somos participantes de la naturaleza divina.

Observe esto, “Habiendo escapado,” observe ésta palabra, “la corrupción que está en el mundo, mediante la concupiscencia.” Ahora, un creyente verdadero ha escapado la corrupción. Esa es una palabra profunda. Esa es la corrupción interna. Hemos escapado a eso, hemos escapado la corrupción. Ahora, vaya a 2 Pedro, 2 versículo 19, y aquí están los falsos profetas. Ahora escuche esto, “mientras que les prometen libertad, ellos mismos son esclavos de,” ¿qué? “de corrupción.” Ellos no han escapado de la corrupción.

Pero observe ésta, “han escapado,” versículo 20, ¿qué? “la contaminación.” ¿Sabe usted lo que Pedro está diciendo? Él está diferenciando entre la corrupción interna y la contaminación externa. Él está diciendo, nunca han sido cambiados en el interior, pero las cenizas del mundo han sido lavadas por fuera. Como puede ver, se han deshecho de la contaminación externa, pero no han hecho nada con la corrupción interna. ¿Lo ve? Eso es lo que él está diciendo. Y hay muchos falsos profetas que enfrentan la contaminación por fuera, se quitan la contaminación, se ven muy bien temporalmente.

Y, ¿cómo es que usted los va a identificar? Digo, usted ha observado su acción y se ven tan bien. Y usted no puede encontrar ningún esqueleto moral en su closet. Usted no puede encontrar ningún problema externamente, todo se ve en cierta manera bien. Y después usted comienza a ir detrás de eso, detrás de esa cubierta en dónde la contaminación ha sido lavada y comienza a buscar la corrupción y adónde va usted. Usted va al motivo, al interior, al motivo, a la actitud. Ahora, escúcheme, usted revíselos, no solo por su bienestar, sino por el bienestar de las queridas personas que están atrapadas en sus sistemas malos.

Usted revíselos, al menos que su motivo es genuino, su deseo es de glorificar a Dios. A menos de que su motivo sea la santidad, al menos de que su motivo sea superar la ofensa del pecado. Al menos de que su motivo sea magnificar a Cristo. Al menos de que su motivo sea la humildad, y la abnegación, entonces, toda su bondad son trapos de inmundicia, la ropa menstruosa de la cual Isaías habla. En uno que parece estar lavado por fuera, la prueba es el interior. Cómo puede ver, Jesús fue a los fariseos y Él les dijo: “Por fuera están lavados,” ¿verdad? “están lavados. En el interior están llenos de huesos de hombres muertos.” ¿Lo ve?

Ahora, ese es el Sermón del Monte entero, francamente, eso es lo que Jesús está diciendo en el sermón entero. Los fariseos habían podido quitarse la contaminación por fuera, y tenían que ser confrontados en el interior. Y, ¿sabe usted que buscar en un falso profeta? Muy simple. Busque una actitud de bienaventuranza, esa es la evidencia de una transformación interna. ¿Acaso ellos muestran humildad profunda, lloran por el pecado, tienen hambre y sed de justicia, anhelan la misericordia, son pacificadores, están dispuestos a ser perseguidos y calumniados y menospreciados, odiados por causa de Cristo? En absoluto.

Los falsos profetas son guiados por la soberbia, el poder, el prestigio, la personalidad, la promoción, quieren ser famosos, amados, no están interesados en ninguna otra persona, no están interesados en que alguien los persiga, quieren ser populares. Están metidos en eso, 2 Pedro 2:3, por dinero, y para eso, dice Pedro, “hacen mercadería de vosotros.” Son los Cristemporos, los mercaderes de Cristo. Son lo que dice 2 Corintios 2:17, “los que trafican con la Palabra de Dios,” no son sinceros, sino que venden a Jesús como vidrio barato en lugar de diamante. Lo hacen por prestigio, son ostentosos dice Pedro, son presuntuosos, obstinados. Ni siquiera le da miedo hablar mal de los ángeles, hablan palabras grandes, infladas de vanidad, son egoístas, están centrados en sí mismos. Están centrados en la moda, en la promoción.

Mucha atención, no sé de qué otra manera decirle, sino lo puede identificar ahora, son soberbios, tienen envidia de otros, son impuros son egoístas, quieren satisfacer sus deseos personales. Puede buscar por el tiempo que sea, pero nunca encontrará ni una hebra de humildad. No están llorando por su pecado, no son mansos delante de Dios, no están buscando los lugares de atrás. No están de pie como el amado apóstol Pablo, en debilidad, y temor, y en mucho temblor.

Martyn Lloyd Jones tiene una buena palabra de esto: “Un cristiano generalmente puede ser conocido por su apariencia misma. El hombre que realmente cree en la santidad de Dios, si sabe y conoce su propia pecaminosidad, y la oscuridad de su propio corazón, el hombre que cree en el juicio de Dios y la posibilidad del infierno y el tormento, el hombre que realmente cree que él mismo es tan vil e inútil que nada más que la venida del Hijo de Dios del cielo a la tierra, y el haber ido a la vergüenza amarga y agonía y crueldad de la cruz, nada más que eso podría salvarlo de reconciliarlo con Dios, ese hombre va a mostrar todo eso en su personalidad. Es un hombre que está obligado a dar la impresión de mansedumbre.

Él está obligado a ser humilde. Y nuestro Señor nos recuerda aquí, que si un hombre no es humilde tenemos que tener cuidado de él. Él puede vestirse de un tipo de ropa de oveja, pero eso no es humildad verdadera, ésa no es mansedumbre verdadera. Si la doctrina de un hombre está mal, generalmente se va a mostrar a sí mismo en este punto. Él va a ser agradable, y pacífico, él va a apelar al hombre natural y a las cosas que son físicas y carnales, pero él nunca va a dar la impresión de ser un hombre que está viéndose a sí mismo como un pecador que va camino al infierno, siendo salvo por la gracia de Dios únicamente.” (Fin de la cita).   

¿Sabe usted lo que he descubierto? Que los falsos profetas atraen a los incrédulos, tanto como a los creyentes. Apelan a la carnalidad y al hombre natural. Se ven bien, pero usted se ve bien, y si usted no lo sabe por el exterior, entonces busque humildad, porque Jesús dijo en Juan 7:18, “pueden saber que soy el Hijo de Dios porque no busco lo mío propio, sino que busco las cosas que el Padre me dio que hiciera.” Si Jesús estableció eso como el estándar para su propia identidad, ciertamente esa prueba debe ser dada a cualquier hombre. Juan Calvino dijo: “Nada es más difícil de falsificar que la virtud. Usted encontrará la verdad, si observa.”

En segundo lugar, la segunda área del fruto del falso profeta es su credo. No sólo su virtud sino su credo. Y esto se refiere a su enseñanza en sí, su enseñanza va a estar mal, véala de cerca. No solo su enseñanza va a estar mal en algunos puntos, la van a enseñar mal, sino, en segundo lugar, observe ésta, aquí está la sutil, van a dejar afuera ciertas cosas. Van a enseñar cosas malas, algunos de ellos, y algunos de ellos simplemente van a dejar afuera ciertas cosas. Y lo que dicen se oye bien, porque es lo que no dicen lo que realmente es el punto.

Mateo capítulo 12, y versículo 33 dice: “O haced del árbol bueno, y su fruto bueno, o el árbol es corrupto y su fruto corrupto, porque él árbol es conocido por su fruto,” mismo pequeño símbolo. Después 34, “Oh generación de áspides,” víboras dice Él, “¿Cómo es que vosotros siendo malos podéis hablar cosas buenas? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” “Y por vuestras palabras, seréis justificados y por vuestras palabras seréis condenados.”

Entonces, escuchen a lo que realmente están diciendo. Escuche a lo que realmente están diciendo. ¿Hablan la Biblia? ¿Dan todo el consejo de Dios, desde el principio hasta el final? ¿No retiene nada? ¿cumpliendo con su deber? Para que como Pablo dijo, digan: “¿Estoy libre de la sangre de todos los hombres porque no he rehusado anunciaros todo el consejo de Dios?”  Isaías 8:20 dice aquí está la prueba, “vean la ley y el testimonio,” esto es éste libro, “sino hablan conforme a ésta palabra, es porque no hay luz en ellos.” Muéstreme usted un hombre que no enseñe de la Palabra de Dios a partir de la Palabra de Dios, o que enseñe error a partir de la Palabra de Dios, y le mostraré a usted un falso profeta.”

Y algunas veces hablan acerca de la Biblia, simplemente no hablan a partir de la Biblia. No pueden exponer su vida a la luz de la Palabra. Si uno enseña lo que la Escritura enseña, entonces, él es un falso profeta. Usted escuche no solo lo que dice, y compárelo con la Escritura, sino lo que no dice. Ahora, ¿qué doctrina sana es la que el Señor en particular tiene en mente? Regrese a Mateo 7, y voy a mostrarle el enfoque de esto y vamos a concluir. ¿Cuál es el punto aquí? Escúcheme. Usted puede identificar a un falso profeta porque tienen una perspectiva torcida de Cristo, ¿muy bien? Esto es su Persona, y su ¿qué? Su obra. ¿Y cuál es Su obra? Salvación. Entonces, cuando usted habla de tratar con un falso profeta, usted debe ver su doctrina de la salvación, aquí es donde todo está mezclado.

Ahora, el Señor acaba de decir esto. Ser salvo no es fácil, ¿verdad? Usted pasa por una ¿qué? una puerta estrecha, un camino angosto. Y pocos son los que la hallan. Y usted debe, ¿qué? esforzarse, agonizar por entrar. Permítame decirle algo de la doctrina de la salvación de un falso profeta, no va a enseñar ese tipo de salvación. Va a ser una doctrina, grande, amplia, grande que incluye a todo mundo, dicen: “lo único que tienes que hacer es creer en Jesús,” y pueden hablar de que Él murió y resucitó, y pueden darle lo que se halle como el evangelio, pero cuando hablamos de quien entra, es todo mundo.

Arthur Pink dijo, “Los falsos profetas se encuentran en los círculos de los más ortodoxos, y pretenden tener un amor apasionado por las almas. Sin embargo, de manera fatal engañan a multitudes acerca del camino de salvación. Los charlatanes del púlpito, la plataforma, y del folleto.” Y estoy seguro que él habría añadido radio y televisión si él hubiera vivido en la actualidad. “Han rebajado de manera tan descarada el estándar de santidad divina, y han alterado a tal grado el evangelio, como para hacerlo apetecible a la mente carnal” (Fin de la cita).

Tienen una doctrina barata de salvación. Firme una tarjeta, camina por un pasillo, levante una mano, ama a Jesús, y estás adentro. No importa como estuviera, todo mundo está incluido. Entonces, yo diría, punto número uno en su doctrina es que no hay puerta estrecha. No hay puerta estrecha. Su credo no tiene una puerta estrecha. Y la mentira, amados, está en lo que no dicen, lo ven. Él no dice nada ofensivo. Quieren agradar a todo mundo, su mensaje es cómodo, y consolador y feliz. Y van a ser alabados por los liberales, y los evangélicos, y no hay ofensa en la cruz. Oh, pueden presentar a Cristo como el camino, la verdad y la vida. No es una puerta estrecha. Su mensaje es un mensaje de salvación fácil. Camina por el pasillo, bautízate, lo que sea.

Su mensaje es el mensaje de salud, felicidad, pensamiento positivo, salvación fácil. Son los que hacen concesiones. Jeremías lo clavó en el capítulo 6, y en el capítulo 8. Escuche lo que él dice. “Tienen…” me encanta ésta palabra, “…de manera ligera, superficial curado la herida de la hija de mi pueblo.” Aquí vienen los falsos profetas y la hija de mi pueblo tiene una herida profunda, y colocan una pequeña ‘curita’, y dicen, “ya lo arreglamos.” Ni siquiera vemos esa herida. Ni siquiera está ahí, la acabamos de cubrir. Y Jeremías dice: “Dicen paz, paz, cuando,” ¿qué? “no hay paz.” En otras palabras, mienten. Dicen, “todo está bien,” y no es cierto.

No hay arrepentimiento, no hay advertencia, no hay juicio, no hay quebrantamiento, no hay un corazón contrito, no hay una tristeza profunda por el pecado, es un mensaje consolador, positivo, y Jeremías dice: “Y a mi pueblo le encanta así.” De cualquier manera, no quieren conocer la verdad. ¿Por qué piensa usted que la gente en nuestra sociedad se mete en drogas y en alcohol todo el tiempo? No quieren conocer la verdad de nada. ¿Por qué cree usted que se sientan con sus rostros en frente de esa pantalla? Para que puedan ver fantasías, no quieren realidad. ¿Por qué van a las películas? No quieren la realidad. Les encanta la ilusión.

Entonces los falsos profetas tienen un campo muy grande de dónde cosechar. Y a mi pueblo le encanta, y entonces la gente se amontona detrás de los sanadores felices del Espíritu Santo, y los pensadores positivos y los predicadores de gracia barata, en un grupo grande y cómodo, diciendo: “Paz, paz.” Y no ha paz. Ésa no es la manera. Yo creo que Martyn Lloyd Jones estaba exactamente en lo correcto cuando él dijo, “Inevitablemente,” escuche esto, “los falsos profetas son caracterizados por una ausencia casi total de doctrina.” Simplemente no está ahí. Usted nunca los oye hablar de eso. No quieren hablar de doctrina, no quieren hablar de teología, simplemente nos vamos a reunir, nunca hablan de manera particular de nada, todo es muy vago, muy nebuloso, y muy etéreo.

No hay mensaje de santidad, no hay mensaje de obediencia, justicia, rectitud, juicio. Simplemente son muchos sentimientos felices, salud, felicidad, pensamientos de pensamiento positivo, creencia fácil, sálvense, acompáñenos. Y es agradable para los hombres, y siguen camino al infierno. Nunca hay un llamado al arrepentimiento. Esto está muy lejos de los puritanos, está muy lejos de Juan Wesley, Jorge Whitefield y otros. ¿Sabe usted, cuando Juan Bunyan fue salvo, él escribió El Progreso del Peregrino, La Guerra Santa, y otras cosas? Ése gran hombre de Dios escribió una especie de biografía llamada Gracia Abundante.

Y ahí, ¿sabe usted lo que él dice? Él dice, “Yo soporté, en el momento de mi salvación, una agonía de arrepentimiento que duró 18 meses. 18 meses, él agonizó por su pecado. Martyn Lloyd Jones dice, “El arrepentimiento significa que usted reconoce que es un pecador culpable, vil, en la presencia de Dios. Y usted merece la ira y el castigo de Dios, que usted va camino al infierno significa que usted comienza a darse cuenta de que esta cosa llamada pecado está en usted, y usted anhela deshacerse de esto. Y usted le da la espalda a eso, en toda forma. Usted renuncia al mundo, sea cual sea el costo. El mundo en su mente, como también en su práctica. Y usted se niega a sí mismo, toma la cruz y sigue a Cristo.

El más, la persona más cercana y querida en el mundo entero podría llamarlo a usted un necio, y decir que usted tiene una manía por lo religioso. Quizás usted tenga que sufrir en términos financieros, pero no importa. Eso es arrepentimiento.” (Fin de la cita). Los falsos profetas no lo predican de esa manera, son vagos en todo. Más vale que escuchemos a los verdaderos profetas, y no a los falsos. Arthur Pink dice, “Ciertamente es, lector mío, que cualquier predicador que rechaza la ley de Dios, que niega el arrepentimiento como una condición de salvación, que le asegura a los impíos que son amados por Dios, que declara que la fe salvadora no es nada más que un acto de la voluntad, y toda persona tiene la capacidad de hacer, es un falso profeta, y debe ser evitado como una plaga mortal.”

¿Cómo los conoce? Por sus frutos. ¿Cuáles son sus frutos? Virtud, o ausencia de virtud, y credo. En tercer lugar, y simplemente un comentario, convertidos. Usted puede identificar por quien los está siguiendo a ellos. ¿quiere saber algo de un líder? Vea a sus seguidores, vea sus vidas. Y muchos seguirán sus caminos sensuales dijo Pedro. Sus frutos son sus convertidos. Es correcto. Vea a quien los está siguiendo. Vea quién está comprando lo que ellos venden, aceptando su influencia. ¿Quién ha aceptado su astucia? Pablo llama a sus convertidos, en Romanos 1, fruto. Y los convertidos son fruto. ¿Ve usted humildad en sus vidas? ¿ve usted que se están esforzando por ser santos? ¿ve usted un hambre y sed de justicia? ¿o acaso simplemente son un grupo, y están juntos, Jesús en cierta manera un viaje en el que están? ¿Ve usted virtud real, piedad real?

Hay un cuarto término. Usted los puede identificar por el cuarto fruto, consumación. Y usted también puede identificarlos como van a terminar. Versículo 19, “todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.” En últimas, usted puede identificar un falso profeta por su condenación, su consumación. Y quiero cerrar con la verdad aquí, que quiero que entienda, escuche. Dios ha ordenado que los falsos profetas existan. ¿Alguna vez ha pensado en el por qué? Yo me pregunté hasta que entendí un principio en la Escritura, simplemente escuche esto, escríbalo, 1 Corintios 11:19, usted lo puede estudiar a nivel personal, simplemente escríbalo. 1 Corintios 11:19, realmente le va a ayudar a usted a entender esto.

Esto es lo que dice, ahora, simplemente escúchelo. “Porque también debe haber divisiones entre vosotros.” ¿Escuchó eso? Debe haber herejías o divisiones entre vosotros. Dice usted, “bueno, ¿y qué quieres decir?” ¿Por qué es que el Señor no los sacó? ¿Por qué es que tenemos que tener este problema de falsos profetas? El Señor no tenía que haber dejado que esto pasara, pero aquí debe haber herejías, ¿Por qué? para que aquellos que son los dokimos, aprobados, sean manifiestos. Como puede ver, Dios dice, si tienes una herejía, entonces esa herejía se convierte en un imán que atrae a los discípulos falsos y deja manifiestos a los genuinos. Es como el viento que sopla y arrebata el tamo. ¿Lo ve?

En otras palabras, él está diciendo que van a haber convertidos que se van a identificar con ellos. El error separa el trigo de la cizaña. Mediante los falsos profetas y los verdaderos, Dios revela quien es genuino. Hoy yo se que algo del fruto bueno, se va a atorar en esas espinas, y algo de la cizaña es sembrada entre trigo, pero hablando en términos generales los falsos profetas son ordenados por Dios, para volverse imanes que atraen a los impíos a sí mismos, y al hacerlo los condenan. Es una parte del juicio de Dios. En 2 Tesalonicenses 2:11, escuche esto, “Porque Dios les enviará un engaño fuerte para que crean la mentira.” Dios de hecho, permite que suceda el engaño. ¿Por qué? para que sean juzgados los que no creen. Dios quiere ese engaño porque se convierte en el punto de apego para aquellos que rechazan a Jesucristo, y obviamente los separa del trigo.

Y entonces, están ordenados para el juicio. Entonces, están advertidos, amados, y velen. Muchos de estos falsos profetas, van a verse como el producto real, van a ser muy agradables, muy sinceros, personas muy sinceras, van a hablar de Jesús, van a hablar de la Biblia, hablan de la salvación completamente inofensivos. Ansiosos por agradar a todo mundo, acomodándose a los puntos de vista de otras personas, rara vez son críticos de otros, reconocidos por muchos, condenados por unos cuantos, grandes multitudes se van a congregar siguiéndolos y los van a escuchar, y van a pensar de que, son maravillosos. Y van a estar empujando esas multitudes grandes al camino espacioso que lleva a la perdición.

Escuche con atención, y va a descubrir que tiene poco tiempo para puntos estrechos. Ellos simplemente están seguros de que la mente de Dios es más grande que muchos de aquellos que hablan de un camino estrecho. Hablan del amor de Dios y no de la ira de Dios. Hablan de que la gente está privada y no está depravada. Hablan de Dios, el Padre de todo mundo, lleno de amor y comprensión, y nada de un Dios santo cuyos hijos únicamente son aquellos de fe en Cristo. Su mensaje es un mensaje de huecos, que simplemente deja fuera la verdad que salva.

Entonces, “Guardaos.” Cierro con Hechos, la advertencia de Pablo a los ancianos efesios. Él dijo esto: “Porque yo sé que después de mi partida, entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.” Se esto. Si este fuera el último domingo que llegara a predicar en Grace Church, creo que yo predicaría este mensaje, porque yo sé que después de mi partida, entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, falsos profetas, y de vosotros mismo se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastra tras sí a los discípulos. Por tanto, velad. Y acordaos que, por tres años, no he dejado de advertiros, de amonestar a toda persona, noche y día con lágrimas.”

Ahí están esas dos palabras, velen y están advertidos. Velen y estén advertidos. Ustedes velen y están advertidos Pablo dice. Van a estar ahí, van a estar ahí en medio de nosotros. Y ahora hermanos, aquí está la respuesta, escuche esto, “Os encomiendo, a la Palabra de su gracia.” Nuestra única protección. Oremos.

Padre, gracias de nuevo esta mañana por tu buena palabra para nosotros, por la paciencia de estas personas, de oír y escuchar con corazones que realmente oyen. Confirma en nosotros aquello que es de ti, ayúdanos a discernir para que no seamos presa de aquellos que quieren condenar las almas de los hombres. Sin embargo, Señor, sabemos que hay una soberanía en todo esto también. No entendemos como todo eso se une, pero sabemos que tú los has ordenado para un juicio así, para traer a sí mismos la cizaña, para que el trigo sea manifiesto, muéstranos lo verdadero y lo falso, para que podamos apuntar a los hombres al camino estrecho para la gloria de Cristo oramos. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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