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Abramos nuestras Biblias en Romanos, capítulo 12. Y hoy, vamos a hacer un pequeño estudio práctico de la Palabra de Dios. Les agradezco por estar con nosotros en esta noche. Sé que son días ocupados, con todas las actividades de la temporada y la expectativa de recibir amigos, viajes, visitas y cosas así. Me gusta tanto nuestro tiempo juntos en la Palabra porque creo que el mundo quiere quitarnos eso; y estoy tan refrescado cuando usted llega con un corazón hambriento para estudiar la palabra de Dios.

Estamos viendo Romanos 12:9 al 21; y en cierta manera nos hemos tomado algo de tiempo a lo largo de este texto porque es tan importante. Y como le he tratado de señalar, la mayoría de la gente que estudia la epístola de los Romanos que es la primera parte de Romanos la que realmente es el punto primordial del libro, el gran tema de la justificación. El propósito en realidad el libro es llevar al creyente a este punto mismo. Todo lo demás es simplemente algo de preparación. Eso no quiere decir que es menos importante. Las doctrinas de la justificación, la doctrina de la santificación y esas grandes verdades acerca de Israel y los gentiles que aprendimos ahí en los capítulos 9 al 11 son esenciales, monumentales, verdades gloriosas.

Pero en un sentido, todo eso es un cimiento para la manera en la que vivimos, para la manera en la que actuamos, para la manera en la que hablamos, para la manera en la que pensamos, para la manera en la que los conducimos en toda situación. Y entonces, no es sino hasta el capítulo 12 y hasta el capítulo 16 que usted llega al verdadero propósito de la escritura de esta epístola. Y eso es establecer el cimiento para la vida cristiana.

Y ahora, ya hemos llegado ya con el cimiento preparado y llegamos a este asunto de la vida cristiana. Y él nos da, en primer lugar, una mirada general en este asunto de la vida cristiana práctica desde el versículo 9 hasta el 21. Todo comienza, claro, con la dedicación en los versículos 1 y 2. Y hemos visto eso. Con un reconocimiento de nuestro lugar especial en el cuerpo de Cristo en los versículos 3 al 8. Entonces, primero debemos estar listos para entregarlos al Señor y después, entregarnos a la Iglesia. Y después en entra en esta instrucción práctica hablando de cómo debemos vivir nuestra vida cristiana. En el versículo 9 al 21, es como si él tuviese un círculo; y ese círculo de cierta manera incluye un tema y en ciertos intervalos, el círculo se agranda para incluir a un grupo más grande de personas.

Comienza de una manera muy personal en el versículo 9 hablando solo del cristiano individual, quien debe tener amor sin fingimiento, quien debe aborrecer lo que es malo y debe amar lo que es bueno. La vida cristiana práctica comienza con algunas prioridades en su vida: un amor honesto, un odio al mal y un compromiso con lo que está bien. Y eso es verdad simple, básica. Y después, notamos en el versículo 10 que el versículo se amplió para ir más allá de lo personal, para incluir la familia cristiana. El apóstol Pablo en los versículos 10 al 13, usted recordará, dice que el cristiano en no sólo es llamado a amar con un amor puro, a odiar el mal y apegarse a lo que está bien, sino a ser una persona que es afectuosa de manera tierna con otros creyentes; y después buscar sobre cualquier otra cosa el honrar a otros cristianos en lugar de que él busque honra para sí mismo.

Y después, él entra a hablar acerca de nuestro servicio en el versículo 11; y dice que nuestro servicio a Cristo debe ser un servicio diligente, obediente, ferviente, de todo corazón, entusiasta, total. Y como resultado de eso, el versículo 12 indica que vamos a tener algunas pruebas y necesitamos regocijarnos con esperanza en esas pruebas, ser pacientes en esas pruebas y continuar de manera diligente en oración en medio de esas pruebas, esperando la gloria que nos espera. Y siendo sensible no sólo en nuestras propias pruebas, sino al hecho de que otros también están teniendo pruebas. El versículo 13 dice que debemos estar compartiendo con los santos en sus necesidades y debemos ser personas que son dadas a amar a los extraños.

Entonces, en cierta manera esos versículos incluyen a la familia, por así decirlo, asegurando de que cuidemos de ellos, mostremos amor a ellos, satisfagamos sus necesidades, los sirvamos mientras servimos al Señor y demás. Y entonces, hemos visto el círculo personal y el círculo familiar. Y esta noche, quiero que lleguemos a un tercer y un cuarto círculo. El tercero en cierta manera incluye a todo el mundo, es en cierto modo el círculo de todo el mundo, por así decirlo; incluye a toda persona, versículos 14, 15 y 16.

Y aquí, él agranda el círculo para hablar de cómo debemos vivir con relación a toda persona, sea creyente o incrédulo. Y él comienza con el peor tipo de persona que podamos conocer. Y dice en el versículo 14: “Bendecid a los que os persiguen, bendecid y no maldigáis.” Y ahora él simplemente ha pasado a una declaración general, no en particular acerca de la familia de la fe, sino en general. Cualquier persona que lo persiga, usted lo bendice y no lo maldice. Ahora, así es como debemos vivir. Debemos vivir bendiciendo a las personas que nos tratan con una mala intención.

Ese no es un principio nuevo, lo cierto. Más bien es un principio antiguo en las Escrituras. Se remonta a la enseñanza de nuestro Señor Jesús. Usted recordará Mateo 5:44, cuando Jesús dijo: “Pero yo os digo: “Amad,” ¿a quiénes?, “a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.”” Y ese versículo realmente es una combinación de Mateo 5:44 y Lucas 6:27-28; y son en cierta manera unidos a partir de manuscritos que difieren y son colocados ahí en ciertas versiones. Pero es una enseñanza que fue dada de manera común por nuestro Señor. Bendigan a los que los persiguen, hagan bien a los que les están haciendo mal. Y ése es un principio muy importante.

Simplemente por un momento, podemos ver el pasaje en Lucas 6:27 -porque es un pasaje muy importante. Dice: “Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos.” Y, ¿qué tipo de amor sería el “amad” aquí? Un amor genuino. Un amor profundo, que no es hipócrita, no un amor falso, no un amor falsificado, no un amor superficial, sino uno genuino. El tipo de amor que todos nosotros debemos tener como nos dice el versículo 9 de Romanos 12.

“Haced bien a los que os aborrecen y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.”

En otras palabras, el mundo va a responder a la bondad con bondad. El mundo va a responder amor con amor. Para mostrar la naturaleza distintiva de ser cristiano, necesitamos responder con amor a aquellos que nos odian y con bondad a aquellos que nos hacen mal. Esa es nuestra característica distintiva.

Recuerdo, claro, cuando no hace poco tiempo atrás nuestro sobrino Tim Rea fue asesinado. Un joven maravilloso que muchos de ustedes conocieron, que amaba al Señor con todo su corazón, estaba comprometido con servir al Señor. Y él fue, claro, a trabajar ahí en un supermercado. Algunos de ustedes recuerdan la historia, de donde él trabajaba. Y un hombre entró a robar porque buscaba dinero para drogas. Y cuando Tim se acercó para ayudar a la cajera a quien estaba robando, el hombre simplemente disparó y le quitó la vida. Y recuerdo la respuesta de Duane Rea, su padre, mi cuñado, quien ahora está pastoreando en Washington, que estaba con nosotros entonces. Duane tenía una gran preocupación por ver que el hombre que mató a su hijo llegara a conocer a Jesucristo. Y esa siempre ha sido su oración.

Y cuando vino aquí hace unos meses atrás para hacer algo de actividad legal con respecto al caso, que en ese entonces no sabía resuelvo, su gran preocupación era tener la oportunidad de compartir a Jesucristo con el asesino de su hijo. Eso es cristiano de manera distintiva. ¿Entiende eso? Eso es cristiano de manera distintiva. El mundo no responde al asesinato de sus seres queridos con amor. Eso es único y eso es lo que llama que hagamos la palabra de Dios.

Recientemente, tuvimos la experiencia inolvidable en nuestro hogar de haber sido robados. Patricia llegó a casa un día y uno de los niños se había olvidado prender el sistema de alarma. Y ella llegó a la casa -ya no lo olvidamos, esto fue hace un par de semanas atrás- y entró; y no bien entró por la puerta se dio cuenta de que algo estaba mal porque las cosas estaban por todos lados.

Entró en la cocina y vio la ventana que había sido abierta y las cosas que habían sido tiradas por todos lados; y le dijo a Marci ‘vamos por la puerta de atrás, alguien está en la casa.’ Salieron y llamaron a la policía. Y descubrimos que la casa había sido robada. Y en su apuro salieron por la ventana, pensando quizás que podían salir por una puerta que podría tener alarma; y sin saber dónde estaba el sistema, salieron por la ventana de atrás. Y al salir, se les cayó un cuchillo de carnicero que habían estado llevando con ellos en el robo; y uno de los niños se encontró con el cuchillo.

Y no había pasado mucho tiempo, de hecho el día anterior, a la misma hora, Melinda había estado sola ahí por un breve período de tiempo. Y ellos estaban listos para cuando hicieron esto. Por la gracia de Dios, fue el día después de eso. Y claro, su reacción inicial a esto es muy mala, ¿no es cierto? Usted va a su recámara y su privacidad ha sido invadida; y todo lo que para usted es privado y muy personal está por todos lados. Y hay muchas cosas que son irremplazables que son quitadas. No tenemos nada de valor terrenal, pero tenemos algunas cosas que en términos sentimentales, significan algo para nosotros. Y gran parte de eso ya no estaba.

Y de pronto, algo en su corazón dice que eso es exactamente el punto en que su cristianismo es probado, ¿no es cierto? Y, ¿puede usted demostrarle amor a aquellos que han invadido su privacidad y le han quitado lo que no es de ellos, que le han hecho mal?

Y eso es esencialmente lo que está detrás del pensamiento detrás de Romanos 12, versículo 14. Aquellos que vienen en contra de usted, sea una persecución espiritual o lo que sea; la idea aquí es la palabra diōkō. Y la palabra diōkō es básicamente buscar o perseguir a alguien con la intención de dañarlo. Y debemos responder a aquellos que nos persiguen con la intención de no dañarlos con bendición. Eso es desearles lo mejor. Bendecirlos, desear que Dios derrame sobre ellos Su bondad y Su gracia y Su misericordia.

Es lo que Jesús hizo en la cruz cuando dijo: “Padre,” ¿qué?, “perdónalos porque no saben lo que hacen.” Y de manera magnánima, quería que la gracia fuera otorgada a aquellos que le estaban quitando la vida. Es el espíritu de Esteban en Hechos, capítulo 7, versículo 60, quien estaba siendo apedreado y están quitándole la vida y ve hacia el cielo y dice: “No les tomes en cuenta este pecado. No los hagas rendir cuentas por esto, Dios.”

Y notará que dice “bendecid.” Es un tiempo presente. La idea de bendición constante. Y bendecir significa celebrar con alabanza, desear bienestar para usted. Es algo maravilloso ver el ejemplo de Cristo en esto porque es tan diferente de alguien que es humano. Es una reacción que no es natural, que no es humana.

Y Pedro escribe de esto en Primera de Pedro 2:21: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis Sus pisadas;  el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en Su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.”

En otras palabras, cuando vinieron en contra de Él, Él nunca se vengó. Y no debe haber mezcla alguna. Él dice bendecid a los que os persiguen con la intención de dañarlos a ustedes. Y después, Él dice ‘bendecid y no maldigáis’. En otras palabras, no hay mezcla de bendición y maldición que deba ser tolerada. No es ‘bendícelos además de maldecirlos’. Es ‘bendícelos y no los maldigas en absoluto’. Esto es el vivir la vida cristiana de manera distintiva.

La semana pasada, leí un artículo interesante que mi esposa me dio, que llega a nuestro hogar -creo que es una publicación de Berkeley- que viene de la Universidad de California. Y está llena de los últimos descubrimientos de todos los departamentos de la Universidad de California. Y toda la ciencia y los estudios que están haciendo acerca de la personalidad, la psicología, sociología y demás. Y me pareció muy interesante ver ahí un artículo relacionado con el hecho de que la gente la actualidad tiene presión alta y muestra todo tipo de enfermedad relacionado con la ansiedad; y el estudio ha demostrado que la mayoría de las personas que tiene este tipo de presión alta y la mayoría de la ansiedad en su vida que viene debido al estrés -y usa mucho la palabra estrés- no tiene mucho que ver con tareas a largo plazo.

En otras palabras, no es porque has trabajado demasiado en tu trabajo. Es porque tienes mucho que hacer y muchas cosas en tu mente. La mayoría de la gente que enfrenta estrés severo está relacionado con cosas pequeñas como no poder encontrar las llaves del automóvil, alguien que quita el lugar del estacionamiento en el lugar que usted quería, estar de pie esperando para comprar algo, alguien intercepta bruscamente en frente de uno con un vehículo. Esas son las cosas que precipitan el estrés y precipitan la enfermedad física severa. No es la tarea difícil a largo plazo. Es un fusible de corto alcance.

Todo está relacionado, yo creo, con un egoísmo que se incrementa, en el cual la gente está literalmente consumida con sus derechos y han llegado al punto en el que cuando alguien se mete en la vida de alguien, simplemente es muy probable que maten conforme te ven.

Iba camino a casa, creo que les he dicho, y un hombre trató de pegarle a las ventanas de mi coche. ¿Les conté eso? ¡Oh! Él pensó que lo había cerrado, me metí en su carril ahí en el coche. Entonces, él hizo que me pusiera al costado del camino; y yo tenía a toda la familia conmigo. Fue después del servicio del domingo a la mañana, hace tres semanas atrás. Simplemente estamos hablando y pensó que yo me había metido ahí en su carril. Y sencillamente me orilló y se metió. Y yo pensé ‘bueno, me voy a detener. No sé qué lo que va a hacer, pero no voy a discutir con él. Voy a tratar de ser un pacificador.’

Y él se acercó al coche. Su torso estaba desnudo. Creo que quería mostrar algo acerca de su imagen de macho. Y se acercó al coche y dijo que bajara la ventana. Entonces, la bajé un poco así. Digo, él era un hombre violento, podía verlo. Y él ahí comenzó a derramar sus groserías, a decir cosas que realmente le daría vergüenza escuchar. Y simplemente, lo miré a los ojos; y cuando terminó le dije: “¿Te sientes mejor? No sé por qué haces eso esto, pero sí he hecho algo que te ofendió, lo siento.”

Y entonces, él cerró su puño y con todo su poder golpeó la ventana tan fuerte como pudo, dejando una capa de piel en la ventana. Y claro, dijo: “¡Aaah!”. Y se agarró la mano. Digo, él estaba fuera de control de manera total porque pensó que alguien había invadido su espacio. Y yo simplemente lo bendije y le dije: “Lo siento mucho; yo no había querido causarle ninguna inconveniencia.” Y lo dejé ahí. Y dije: “Bueno, quizás debe meterse en su carro e irse a casa.” Lo cual hizo con una mano muy adolorida.

Pero esa es la reacción del mundo. Y les digo, es aterrador estar vivo en este mundo en la actualidad, porque usted no sabe lo que la gente va a hacer. El egoísmo ha llegado a un punto en el que no puede invadir el territorio de nadie sin que se desate la hostilidad. ¿Es sorprendente que los matrimonios o alguna otra relación no sobrevivan?

Pero los cristianos deben tener de manera distintiva una actitud que es fuera de este mundo; y no nos debemos vengar. Respondemos de manera totalmente diferente. Cuando somos buscados por alguien con la intención de lastimarnos, no nos vengamos. Alguien me pudo haber dicho: “¿Por qué no te sales del coche y le respondes?” o “¿Por qué no le haces como los policías y los ladrones y esperas a que llegue ahí a la puerta y la abres y le pegas y lo derribas y haces todo el número, verdad?

No he practicado eso, pero quería asegurarme -debido a que estaba estudiando Romanos 12- que lo implementara cuando se me diera la oportunidad. Y el Señor recientemente me ha dado la oportunidad de vivir este pasaje. Y voy a estar muy contento cuando salga de este pasaje. Ya no puedo esperar por entrar al versículo 15, si no les molesta. En el versículo 15, él dice: “Gozaos con los que se gozan.” Y esa es otra actitud que es distintivamente cristiana. Eso es que disfrutamos el gozo de alguien más. ¿No es cierto? Esa es la ausencia de cualquier celo. Cualquier envidia. Digo, esta es una característica distintivamente cristiana, el gozarse con la prosperidad de alguien más.

De hecho, en Proverbios 17:5, los impíos son descritos como aquellos que están contentos por la calamidad de otros. Y observe eso, a manera de contraste con lo que Pablo dijo en 2 Corintios 2:3, en donde dice “mi gozo es el de todos vosotros.” Es algo distintivamente cristiano el ser bendecido por el gozo de alguien más, el poder regocijarse con alguien más. ¡Qué característica tan hermosa es esa!

Creo que Pablo tiene eso en mente, otro pasaje que les puedo mencionar, creo que este es el correcto, 1 Corintios 12:26, sí. “De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”

Y entonces, es algo distintivamente cristiano el gozarse por el gozo de alguien más. Y después, él dice en el versículo 15: “Llorad con los que lloran.” Esto también es distintivamente cristiano, el ser empático, no indiferente. El ser compasivo. El mundo se está volviendo más y más endurecido, más y más indiferente. Por cierto, la palabra “llorar” es aquí la palabra klaiō, una palabra interesante en el griego. La palabra klaiō significa derramar lágrimas. Derramar lágrimas. Y es una palabra fuerte. Es la evidencia de la empatía, la compasión cristiana.

Entonces, debemos ser aquellos que nos caracterizamos por ser muy sensibles con los que los rodean. Así como tienen causa por gozarse, de manera total y plena entramos en su gozo. Y eso es porque los amamos tanto y nos preocupan tanto y debido a que estamos tan contentos que están tan bendecidos que no podemos contener nuestro gozo. Y no es que nos reímos porque debemos reírnos. No es que somos felices de manera artificial, sino que verdaderamente somos cristianos; y los verdaderos cristianos respetan tanto la bendición que viene a otros y están tan agradecidos porque los otros son bendecidos que ellos también, de manera vicaria, disfrutan la misma emoción.

Los cristianos también son aquellos que en empatía saben lo que es compartir las lágrimas de un amigo, las lágrimas de otro miembro del cuerpo de Cristo que está en tristeza. Eso también es distintivamente cristiano y es totalmente diferente al mundo, esa actitud totalmente diferente a la del mundo que es insensible, que es fría. Y pienso en ese hombre Jeremías en el Antiguo Testamento, quien realmente vivió su vida entera llorando, lo cual tenía muy poco que ver con todo lo que le pasó. Ustedes saben eso, ¿no es cierto?

Digo, Jeremías fue bendecido; y Jeremías era un hombre llena de gozo. Él dijo: “Fueron halladas Tus palabras, y yo las comí; y Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón.” ¿Se acuerda de eso en Jeremías 15:16? Entonces, él tenía gozo, pero realmente no podía vivir en ese gozo porque era tan sensible con los problemas de su pueblo. Y en Jeremías 9:1, él dice algo que expresa realmente la profundidad de su corazón.

“¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuentes de lágrimas, para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!” Él tenía una carga tan grande por la salvación de Israel que él literalmente deseaba ser una fuente de aguas que pudiera llorar día y noche para derramar la angustia en su corazón por esas personas que estaban pereciendo sin una relación correcta con Dios. Una expresión hermosa de amor sensible, puro.

Entonces, cuando somos perseguidos por alguien que quiere dañarnos -y todos enfrentamos eso, sea de una manera mínima o relacionado con alguna circunstancia terrenal, o sea que es debido a la causa de Jesucristo que somos perseguidos, y quizás algunos de nosotros en un sentido más público de ministerio más de esa persecución; pero usted puede estarlo recibiendo a su nivel también. Puede estarlo recibiendo porque está tratando de vivir de cierta manera, porque está tratando de ser fiel a cierto estándar bíblico, porque está tratando de ser fiel a aquello que sabe que es la Palabra de Dios, devuelva eso con bendición. Responda eso con bendición.

Y después, otro principio general en ambos lados: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.” Ahora, Pablo tiene algo más que es esencial en mente, en la manera en que tratamos a otras personas, y eso tiene básicamente que ver con tres cosas que se presentan en el versículo 16. Y aquí hay otra parte de esa conducta en cierta manera general hacia toda persona. El versículo 16 dice: “Unánimes entre vosotros.” Tengan la misma mente unos a otros. Ese es un pensamiento muy simple. Simplemente significa que piense acerca de todos con igualdad. No traten a la gente de manera diferente, no busquen quedar bien con cierto tipo de personas. No traten en cierta manera de planear su estrategia por llegar al nivel élite. Sino que piensen de todos igual. Traten a todos de igual manera.

En el capítulo 15 de Romanos, versículo 5, llegaremos a eso en el futuro. “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús.” Misma idea. No debemos preferir a otros por encima de otros. Filipenses 2 es el pasaje clave. Usted lo conoce. Él dice: “Si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.”

Teniendo el mismo amor unos por otros. Y para hacer eso, él dice en Filipenses 2: “Con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo." Mejores que nosotros mismos.

Y Santiago 2, en los versículos 1 al 9, Santiago dice que no deben ser parciales con la gente. Deben amar a todos por igual y si un hombre llega a su congregación y tiene un anillo de oro y es muy rico, no le den el mejor lugar y le digan al hombre que es pobre ‘mira, ponte aquí al estrado de mis pies, salte. No me estorbes. Ve al lugar donde debes estar.’ Esa no es la manera en la que el cristiano responde. El distintivo cristiano en el estilo de vida de un hijo de Dios es tratar a todos igual. Y ese es un patrón muy importante de vida.

Es fácil para nosotros convertimos en escaladores sociales. Es fácil para nosotros el querer estar rodeado siempre de los ricos y los famosos y los poderosos y lo que sea. Eso no es distintivamente cristiano. El cristianismo distintivo desea tratar a todos por igual. En Filipenses 1:27, Pablo dice: “Solamente que os comportéis como es digno del Evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del Evangelio.” En Primera de Corintios 1:10 Pablo dice -aquí las palabras son hermosas: “Que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”

Y si lo ha notado, todo esto fluye a partir del amor, todo esto fluye a partir de la humildad. Eso es esencial. Ahora, él pasa a una segunda declaración el versículo 16. Él dice debido a que deben tratar a todo el mundo igual, hay dos cosas que le van a ayudar hacer eso. Número uno es ésta. “No altivos, sino asociándoos con los humildes.” No piensen o se concentren en cosas altas, hupsēla, alto, elevado. No busque el lugar alto y a la gente alta y a la posición alta y aquello que es de alta estima.

Asóciate con los humildes. Aquí pensamos a veces en condescendencia en un sentido de menosprecio. Pero aquí el condescender, la idea de asociarse con los humildes tiene la idea de ser llevado con gente de un estado bajo. Y la idea aquí de humildes no se refiere a que usted ignora a aquellos que están elevados, significa que usted no busca eso. No anda tras eso. No se concentra en eso. Alabo a Dios por aquellos en nuestra comunión aquí en la Iglesia, aquellos amigos que son personas que tienen una posición elevada, una posición alta, o un estado alto, una posición significativa en el mundo de los hombres. Y también alabo al Señor por amigos míos que están al nivel del piso, que de la misma manera están enriqueciendo mi vida y que me importan tanto como cualquier otro; y eso es distintivamente cristiano. Y eso es lo que Pablo está diciendo.

Nuestros sentimientos deben estar tan alineados con las cosas bajas que nos sentimos por igual en casa con gente que no está por encima del piso. Y el punto es que no hay lugar para la aristocracia en la Iglesia. No hay lugar para la elite. Debemos sentirnos en casa con los que están abajo así como también con el resto.

Y creo que lo ilustra de manera hermosa en Lucas. ¿Si son tan amables de acompañarme por un momento a Lucas 14, versículo 12? Cuando les dijo: “Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado. Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.” ¿Quiere saber algo? Cuando usted invita los ricos, los ricos le van a devolver el favor. Traiga a los pobres y ¿quién cree usted que le va a devolver el favor? El Señor le va a devolver el favor.

Entonces, ¿de quién desea usted el favor, de los ricos o de Dios? ¿De los ricos o de El más rico? Usted sabe, es agradable cuando invita a gente y responden y le corresponden y le dan un regalo. Pero su regalo no puede llegar a lo que el Señor le dará. Entonces, la próxima vez que usted tenga una cena, llame a los pobres y a los cojos y a los ciegos y a aquellos que nunca pueden devolverle el favor, que nunca pueden invitarlo a usted. Y aprenda a sentirse en casa, a ser llevado por aquellos que tiene una condición baja a la luz de los estándares del mundo.

La realidad es que la idea de una condición baja no tiene nada que ver con la espiritualidad. No quiere decir que son los que tienen un nivel espiritual bajo, sino que en la escala social están en la parte de abajo. Y me he dado cuenta con frecuencia que algunas personas que están en la escala baja socialmente hablando, están en una escala muy, muy elevada a nivel espiritual, ¿no es cierto?

Luego él les dice que ‘además, si ustedes van a vivir este tipo de vida de humildad que trata a todos por igual, no sólo no deben concentrarse en cosas altas, deben bajarse y ser llevados con aquellos que están en el nivel más bajo, sino que también no deben ser sabios en vuestra propia opinión.’ En otras palabras, no se vuelva sabio pensando que usted sabe todo. En otras palabras, no esté satisfecho con que todo comienza y termina con usted. No se apoye en su propio entendimiento.

Entonces, ¿qué está diciendo? Si usted va a tratar a todo el mundo por igual, hay dos cosas que debe reconocer. En la Iglesia no hay aristocracia social, no hay aristocracia intelectual. No se diga usted a sí mismo que es tan sabio que no quiere tener una casa llena de necios. ¿Qué le voy a decir? ¿Verdad? Ese es el punto. Necesito tener gente que esté a mi nivel. No hay aristocracia social. No hay aristocracia intelectual. No hay castas en el cuerpo de Cristo. Así debe ser.

Existe una teoría que en la actualidad está de moda en círculos que son llamados de iglecrecimiento, teorías del iglecrecimiento de la Iglesia, teorías filosóficas del por qué la Iglesia crece. Una de las teorías es llamada “unidades homogéneas”. Y esa es la idea de que las iglesias crecen a lo largo de la idea de unidades homogéneas. En otras palabras, si usted tiene una iglesia en donde todo el mundo es de cabello rubio, de ojos azules y trabaja en el mismo nivel social, eso va a contribuir en gran manera a su crecimiento, porque esas personas atraen a personas que se ven como ellas; y así crece. Y usted tiene una iglesia en donde todo el mundo es de piel oscura y viene de como una experiencia de ghetto, esa Iglesia tiene que crecer porque todo el mundo tiene un vínculo en común, tiene algo homogéneo. Y una de las amenazas al crecimiento de la Iglesia es una conglomeración homogénea heterogénea. Y las personas que promueven esta teoría dicen que la Iglesia así es muy probable que no crezca.

Bueno, por muchos años, personas que enseñaban esto traían a grupos de sus alumnos que enseñaban esto a Grace Church. Los trajeron aquí durante tres o cuatro años; cuando venían a los seminarios en la ciudad. Y luego se detuvieron. Y descubrimos por qué lo hicieron. Ellos dijeron: “Nosotros ya no los traemos aquí porque su iglesia no encaja con la teoría.” Eso es lo que ellos dijeron. No pareció molestarles que nuestra Iglesia destruyera su teoría. Pero simplemente eliminaron su problema al no dejar que sus alumnos vieran una iglesia que violara esa teoría.

Pero le doy gracias al Señor porque en nuestra Iglesia, mientras que hasta cierto punto es quizás homogénea, todos hablamos inglés, por ejemplo, todos vivimos en cierto perímetro aquí de la sociedad de la parte sur de California, pero en muchas, muchas maneras, nuestra Iglesia es una muestra de un amplio espectro de diferentes estratos sociales e intelectuales.

El jueves me llamó -y ustedes pueden esperar esto- un periodista de la revista US News and World Report, la cual, claro, es una revista muy conocida nivel nacional. Y él dijo que estaban escribiendo un artículo muy especial acerca de grandes iglesias independientes en Estados Unidos y habían elegido, entre otras, a esta iglesia.

Ahora, no sé qué es lo que están haciendo al escribir un artículo acerca de iglesias independientes en esta revista, pero creo que eso es maravilloso; y no creo que él pensaría que estamos siendo demandados, lo cual es bueno, porque cualquier persona que ha escrito algo cerca de nosotros, ha escrito acerca de una demanda. Y él quería saber acerca de nuestra Iglesia, quería saber si tenemos un ministerio para la gente hispana, si tenemos gente de color, si tenemos gente asiática en la Iglesia. Y comencé a comentarle acerca de estos ministerios.

Y él preguntó por qué venían a mi Iglesia. Y yo le dije que porque predicamos la Palabra de Dios; y ese es nuestro punto en común. Y ahí es donde somos uno en Cristo, en torno al Salvador y Su Palabra. Le describí eso. Y le dije que simplemente creemos la Biblia. Y estábamos hablando y dijo: “¿Sí? ¿Y cuál es el secreto de su independencia? ¿Por qué ustedes no son parte de una denominación grande?” “Bueno,” le contesté, “porque muchas denominaciones grandes están envueltas en un montón de cosas que no pensamos que son bíblicas.”

Pero realmente estaba emocionado de poder decirle que nuestra Iglesia está constituida por un amplio espectro de personas, porque creo que así debe ser la Iglesia, ¿usted no? Porque nuestro ministerio no está orientado a lo social. No está orientado a lo intelectual. Está orientado a lo espiritual y a lo bíblico; y toda persona puede unirse en torno a la Palabra de Dios. Y entonces, no hay aristocracia. Y va aún más allá de eso, inclusive fuera de nuestra Iglesia. Creo que debemos alcanzar a la gente que está abajo y a la gente que está arriba y no buscar a ninguno de los dos, sino estar disponibles a ambos.

Ahora, el círculo se agranda nuevamente al final del versículo 17. Primero, fue personal en el versículo 9, luego fue familiar en los versículos 10 al 13; y luego todo el mundo entra -en cierta manera- en los versículos 14, 15 y 16. Y eso incluye también a la familia cristiana. Como he dicho, el círculo se agranda e incluye a todo el mundo.

Finalmente, hay otro elemento, y en cierta manera se presenta en el versículo 14; y ésa es la frase cuatro del círculo; y tiene que ver con nuestros enemigos personales. Y ahora, él habla acerca de los enemigos personales y quiero que escuche con atención esto; y después quiero ilustrarlo y quiero terminar, porque la próxima semana son los conciertos. Y después viene la temporada de Navidad y después el Año Nuevo y no regresaremos a esto por mucho tiempo. Así que abróchese el cinturón, aquí vamos.

Mantenga en mente que estos círculos se agrandan y ahora se han agrandado para incluir a nuestros enemigos personales de una manera muy directa. El versículo 17 dice: “No paguéis a nadie mal por mal.” Y aquí en cierta manera regresamos a lo que vimos en el versículo 14, sólo que el versículo 14 fue en cierta manera positivo. “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.” Y aquí él dice “No paguéis a nadie mal por mal.” Es una reacción natural hacer eso.

Entonces, usted pregunta: “Un momento John, ¿qué hay acerca del Antiguo Testamento en donde dice en Éxodo 21, Levítico 24, Deuteronomio 19, “ojo por ojo y diente por diente?” Eso tiene que ver con la ley pública. Esa prescripción mosaica tiene que ver con la nación. Una nación debe tener un sistema de justicia que responda al mal, ¿verdad? Entonces, cuando hay un homicidio, debe haber una ejecución del homicida. Cuando hay un robo, debe haber una retribución en contra del ladrón. Hay ojo por ojo y diente por diente en una sociedad que es gobernada por hombres en un gobierno y eso es ordenado por la ley. Pero eso no es para la venganza privada, ése es el punto.

El diseño de Dios para la sociedad no es la ley tipo vigilante. Sabemos, de acuerdo con Romanos 13, lo cual estudiaremos pronto, que la policía y los soldados de una nación no llevan la espada en vano. Son los ministros de Dios, dicen el versículo 4, que son vengadores para llevar la ira en contra de aquellos que hacen mal. Entonces, en la sociedad hay un diseño de vengar eso. Y le voy a decir esto, cuando una sociedad no hace eso, creo que se coloca bajo el juicio de Dios.

Usted lee el Antiguo Testamento y descubrirá que Dios demanda sangre por sangre. Y nosotros, en nuestra sociedad permitimos que el crimen no sea castigado. Digo, lo hemos permitido todo el tiempo. Hay asesinos que andan por todos lados sin ser castigados, hay huecos en la ley, esto y aquello. Y creo que nuestra sociedad lleva la responsabilidad por eso, porque no hemos respondido de manera recíproca al mal mediante el proceso judicial, la ley de Dios, lo cual es ordenado para una sociedad. Entonces, nuestra sociedad lleva la culpa de no castigar a los malhechores. Yo creo que eso nos coloca en una posición de ser juzgados por Dios.

Pero en cuanto a lo que la venganza privada concierne, no hay lugar para eso. No hay lugar. Entonces, él dice “no paguéis a nadie mal por mal.” Ese no es nuestro lugar. No nos vengamos. No tenemos ese tipo de espíritu. En 1 Tesalonicenses 5:15 Pablo repite nuevamente que “ninguno responda mal por mal a nadie,” nunca responda con mal al mal en contra de nadie. Si no seguid lo que es bueno entre nosotros y para con todos los hombres.

En 1 Pedro 3:9 básicamente continúa la misma idea. “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” O literalmente, aquello que es bueno. Es lo mismo que 1 Tesalonicenses 5:15. Es una cita casi exacta. En lugar de responder al mar con el mal, responde con el bien. Responde con cosas buenas. “Paguéis” es una especie de palabra interesante. Pagad cosas buenas. La palabra significa “piensa por adelantado, planea hacer eso, premedita tu bondad para que no seas sorprendido.”

Permítame darle el escenario. Cuando alguien viene y le hace mal a usted, usted simplemente está listo para una reacción momentánea, usted va a reaccionar al mal con el mal, ¿no es cierto? Esa es su reacción natural. Entonces, tiene que premeditar, tiene que predisponerse usted a hacer el bien cuando venga al mal. Es un proceso de preparación. Regresamos adonde estábamos la semana pasada. ¿De qué estábamos hablando la semana pasada? ¿De disciplina cómo? Personal. Una vida disciplinada es una mente ordenada en donde todas las reacciones son premeditadas de tal manera que cuando algo llega, yo no termino reaccionando con mis emociones desnudas, crudas a nivel humano; sino que ya he analizado la situación, la percibí por adelantado, estoy preparado por adelantado; y si sucede, estoy listo para responder con bondad. Ésa es la vida disciplinada premeditada, ordenada.

Él dice “premedite su bondad. No sea sorprendido.” Y cuando él dice “procurad lo bueno,” la palabra bueno es kalos, bueno, bien visible, bien externo, bien abierto, bien tangible. En otras palabras, cuando alguien realmente le hace algo malo, hágale algo bueno de una manera que lo puedan ver y sea visible. No es sólo un pensamiento. No es sólo una emoción privada. Es un acto visible de bondad de tal manera que devolvemos, mostramos, algo bueno y algo amable y algo que muestra gracia a ellos.

He tratado de hacer eso a lo largo de los años y recibo correo bastante interesante cuando la gente realmente está enojada conmigo. Hoy oí que alguien dijo que yo era un hereje. Y recibo mucha correspondencia así. Mucha gente, no sé porque se enoja conmigo, pero se enojan. Y he aprendido a lo largo de los años, espero, a premeditar todo eso, de manera que cuando llega, tengo una respuesta estándar. Y es una respuesta, espero yo, de bondad, de amabilidad que básicamente busca ser amable y dice “gracias. Gracias por su preocupación. Ore por mí. Y si he hecho algo que lo ha ofendido, perdóneme. Quiero ser todo lo que Dios quiera que sea. Y le pido que siga orando por mí para que sea el hombre que Dios quiere que sea.” Esa la manera en la que respondemos al mal; y si es posible darle algo a la persona, algo que expresa de manera tangible su bondad a él, hágalo.

Entonces, nuestra conducta debe mostrar a aquellos que nos hace maldad, un principio muy básico. El cristiano entonces debe pensar en sus respuestas para que cuando sea confrontado con una situación mala, él ya ha premeditado una respuesta correcta. Para que él de manera apropiada represente al Dios a quien pertenece, para que así como Tito 2:10 dice, “él adorne la doctrina de Dios.”

Ahora, Pablo añade aquí otro pensamiento incluyendo nuestros enemigos personales en el versículo 18. “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” Hay algunas personas con las que usted trata de hacer la paz, pero no es posible. ¿Ha descubierto eso? Usted no lo puede hacer. No lo puede hacer. Digo, algunas veces, usted simplemente no puede ya hacer nada más. Ya ha tratado de hacer lo que puede y no parece ser suficiente. Y entonces, es confortado aquí cuando dice “si es posible.” Inclusive el Espíritu Santo sabía que no siempre es posible. “En cuanto dependa de vosotros.” ¿Por qué? Porque se necesitan a dos para hacer la paz, ¿no es cierto? Entonces, si es posible, en lo que a su responsabilidad concierne, nunca dejé que el conflicto venga de usted. Nunca. Siempre haga la paz. Y no me importa si están bien o mal en su condenación, haga la paz. Desde su punto de vista. Desde su ángulo, haga la paz. No escoja el conflicto.

Ahora, él dice: “En cuanto dependa de vosotros.” Esa es una declaración muy importante. Porque a veces es difícil saber qué tan lejos debe ir. Y usted “bueno si realmente quiero hacer la paz, voy a tener que hacer concesiones con la verdad. Voy a tener que quitar la verdad. Ese hombre va a estar enfurecido conmigo a menos de que cambie mi doctrina; o a menos de que diga que estoy equivocado y usted tiene razón, lo que sea. Entonces tiene que regresar a esa pequeña frase: “en cuanto dependa de vosotros.”

Y hay algunos puntos en mí cuando llego a la médula y no es negociable. Y tendremos paz. Y voy a hacer lo que debo hacer excepto hacer concesiones con lo que creo que es la verdad, ¿no es cierto? Y no lo hago. Y si eso es lo que me pidas que haga, no lo hago. En lo que dependa de mí, en lo que yo pueda hacer, lo único que no puedo hacer es violar la Palabra de Dios; pero lo que dependa de mí, eso es lo que voy hacer.

Y aún Jesús dijo ‘Miren, Yo soy el príncipe de paz y no vine a traer paz sino la espada. Y sé que mientras que Yo traigo paz a algunos, traigo espada a otros’. Y después, Él dijo: “Porque he venido a poner al hombre en enemistad contra su familia, madre, hija, padre o hijo.” Ustedes conocen el pasaje, Mateo 10:34-36. Jesús dijo: “No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.” Entonces, en lo que dependa de usted, hasta el punto de hacer concesiones si es lo posible, y aquí viene el pensamiento principal, estad en paz con todos los hombres. Busque ser un pacificador.

Usted sabe, el mundo está lleno de gente que quiere causar problemas, ¿no es cierto? Personas problemáticas, que irritan. Realmente irritan. Santiago 3:17 dice: “Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica,…” Me encanta eso. Al lado de la pureza, ¿qué está? La paz. ¿Es usted un pacificador o es usted alguien que causa problemas? No sea alguien que causa problemas. No sea alguien contencioso. Busque la paz. Busque la paz.

Quiero darle una ilustración. Abra su Biblia en Jueces, capítulo 14. Va a regocijarse con esto. Espero que lo haya disfrutado hasta aquí, pero va a disfrutar esto. Le voy a relatar la historia de Sansón, Jueces 14. Génesis, Éxodo, Levíticos, Números, Deuteronomio, Josué, Jueces.

Y simplemente quiero mostrarle un principio en un hombre que no sabía lo que era ser un pacificador y lo que sucedió. Él respondió al mal con el mal. Es una historia increíble. Había una ciudad pequeña en la tierra de Israel en la frontera de Dan y Judá, una ciudad llamada Zora. Zora está a unos 20 km al oeste de Jerusalén, ubicado ahí en el Sefela. Y en esa pequeña ciudad, vivía un hombre llamado Manoa. La esposa estéril de Manoa recibió a un hijo llamado Sansón, quien debía ser un nazareo, eso es nazir, “separado”, apartado. A lo largo de su vida, no debía cortarse el cabello, no debía beber vino, bebidas fuertes. Debía vivir una vida muy circunspecta. Él no debía tocar un cuerpo muerto, todas esas cosas eran parte de la separación del voto nazareo. Él iba a liberar a los israelitas de los filisteos.

Ahora, los filisteos realmente habían sofocado a Israel. Zora era una aldea israelita. A una hora de distancia caminando, había una aldea filistea llamada Timnat, a unos 6 km de distancia. Entonces, los filisteos habían invadido a esa tierra al punto que estaban a unos 6 km de esa aldea y a menos de 30 km de Jerusalén. Los filisteos habían ocupado la tierra. Eran una gran amenaza para Israel. Aunque había cierta paz en ese entonces, su amenaza era grande. Y entonces, Dios levantó a este hombre Sansón para jugar a los filisteos.

Ahora, observe en el versículo uno del capítulo 14: “Descendió Sansón a Timnat.” Este fue su primer error. No debería haber estado metiéndose ahí con esa ciudad filistea. Pero él tenía un problema. Le gustaban las mujeres. “Y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos.” Vio a esa muchacha allí y por lo que puedo entender, en esa época las personas se vestían de una manera que uno no podía ver mucho. Pero lo que vio, le gustó. “Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: ‘Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer.’” Este muchacho tiene un problema. Él vea una mujer, regresa a su hogar y reporta ‘quiero que me tomes a esta mujer como esposa’.

Bastante fuerte, ¿verdad? Pero si usted tiene un hijo como Sansón, usted no quiere que él se enoje, ¿verdad? “Y su padre y su madre le dijeron: ¿No hay mujer entre las hijas de tus hermanos, ni en todo nuestro pueblo, para que vayas tú a tomar mujer de los filisteos incircuncisos?” ¿No puedes encontrar una muchacha bonita judía? ¿Tienes que casarte con una filistea? ¿Tienes que echar por tierra la tradición? ¿Tienes que echar a perder a la familia? ¿Cómo vamos a reunirnos con los consuegros? ¿Qué tipo de situación es esa?

Bueno, él es un hombre persistente. “Y Sansón respondió a su padre: ‘Tómame ésta por mujer, porque ella me agrada.’” Versículo 4 dice: “Mas su padre y su madre no sabían que esto venía de Jehová, porque él buscaba ocasión contra los filisteos; pues en aquel tiempo los filisteos dominaban sobre Israel.” Ahora aquí hay realmente un giro único en la historia.

No es del Señor que Sansón tuviera un deseo de lujuria por una mujer filistea. Es del Señor que el Señor va a estar por encima de la lujuria de Sansón para cumplir sus propias metas; y a partir de la lujuria de Sansón y el caos que él trajo, Dios en última trajo la destrucción de los filisteos, lo cual significa que sea justicia o injusticia, Dios va a cumplir Su tarea. Habría sido mucho mejor si Sansón hubiera actuado de manera justa y hubiera juzgado a los filisteos representando a Dios. Y hubiera sido bendecido en lugar de haber actuado de manera injusta y haber sido llevado a la muerte como un hombre ciego. Pero él tomó su decisión.

Entonces, el versículo 5 dice: “Y Sansón descendió con su padre y con su madre a Timnat; y cuando llegaron a las viñas de Timnat, he aquí un león joven que venía rugiendo hacia él. Y el Espíritu de Jehová vino sobre Sansón, quien despedazó al león como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; y no declaró ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.” Él simplemente agarró a ese león en el aire y lo abrió; y no le dijo nada a sus padres. Descendió, pues, y habló a la mujer; y ella agradó a Sansón.”

Luego en el versículo 8: “Y volviendo después de algunos días para tomarla, se apartó del camino para ver el cuerpo muerto del león; y he aquí que en el cuerpo del león había un enjambre de abejas, y un panal de miel.” Él regresó por el mismo camino, los 6 km, a la pequeña villa de Timnat en donde estaba la muchacha filistea. Él fue ahí para tomarla y vio que todavía estaba el cadáver en ese lugar. Y ahora había en ese lugar un panal de abejas y miel en el cadáver del león. Y claro, él lo tocó con sus manos, violando el voto nazareo; tocando un cuerpo muerto, él comenzó a comer toda la miel. “Y tomándolo en sus manos, se fue comiéndolo por el camino; y cuando alcanzó a su padre y a su madre, les dio también a ellos que comiesen; mas no les descubrió que había tomado aquella miel del cuerpo del león.  Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes. Y aconteció que cuando ellos le vieron, tomaron treinta compañeros para que estuviesen con él.”

Trajeron a 30 hombres. Me imagino que se dieron cuenta de que necesitaba ser resguardado. Podría haber sido su estatura, que era muy alto. Pudieron haber sido una especie de guardias para asegurarse de que Sansón no destruyera el lugar. Él debe haber sido un hombre enorme. “Y Sansón les dijo: ‘Yo os propondré ahora un enigma,’” usted sabe en esa época las adivinanzas eran parte del entretenimiento. ¿Qué más se podía hacer? No había televisión, nada; entonces uno contaba adivinanzas como las bromas cuando la gente solía hablar, usted sabe.

“Y si en los siete días del banquete me lo declaráis y descifráis, yo os daré treinta vestidos de lino y treinta vestidos de fiesta.” Ahora, lo que eso significa es un atuendo interior e interior, los términos indican que era realmente ropa muy elegante, de muy alta clase, muy cara. Y él dice: “Yo les voy a dar a todos un guardarropa si ustedes pueden adivinar esto. Si pueden resolver esta adivinanza.” Él asumió aquí un riesgo muy costoso. “Mas si no me lo podéis declarar, entonces vosotros me daréis a mí los treinta vestidos de lino y los vestidos de fiesta. Y ellos respondieron: ‘Propón tu enigma, y lo oiremos.’” Ellos pensaron que tenían la semana entera para trabajar en eso.

Y la adivinanza era la siguiente: “Entonces les dijo: ‘Del devorador salió comida, y del fuerte salió dulzura.’” Y ellos no pudieron declararle el enigma en tres días. Bueno, lo que sucedió fue que en el séptimo día, después de que había pasado la semana entera, las bodas duraban una semana entera. Recuerden que hemos dicho eso muchas veces, en el día final todo el mundo en cierta manera se fue, el matrimonio fue consumado. “Al séptimo día dijeron a la mujer de Sansón: ‘Induce a tu marido a que nos declare este enigma, para que no te quememos a ti y a la casa de tu padre.’” Eso es mucha presión para una muchacha joven. Ella tiene miedo. Ahora, no sabemos, probablemente ellos le dijeron eso a ella el séptimo día. Pero es probable que la hayan estado molestando durante estos días. Y el texto parece indicar que estuvieron diciendo esto a lo largo de estos días. Y finalmente, el séptimo día le dijeron ‘te vamos a quemar’. Y esa es la parte que ellos añadieron. ‘Sácale la información.’ Y al cierre del mismo día le dijeron que iban a quemarla si no lo hacía.

Y entonces, ella entró ahí y lloraba todo el tiempo. “Me odias. Tú no me amas.” Ustedes pueden oír ahí esas quejas continuas. Y Sansón, él se va a cansar con la muchacha. Él quiere tener una luna de miel feliz. Él no quiere que todo esto. ‘No me amas, sino, me resolverías la adivinanza.’ “¿Nos habéis llamado aquí para despojarnos? Y lloró la mujer de Sansón en presencia de él, y dijo: ‘Solamente me aborreces, y no me amas, pues no me declaras el enigma que propusiste a los hijos de mi pueblo.’ Y él respondió: ‘He aquí que ni a mi padre ni a mi madre lo he declarado, ¿y te lo había de declarar a ti?’” Y eso sólo empeora las cosas. Nadie sabe. ¿Por qué debería decírtelo a ti?

Al final del versículo 17, él le dijo y ella lo declaró a ellos. Ellos la iban a quemar con su padre. Él finalmente cedió. Ella les dijo. Él le tenía que decir a ella. ¿Por qué? Él no podía soportar esto. Una mujer que se queja es peor que un ejército atacando. Y los hombres de la ciudad dijeron que lo sabían y entonces le dieron la respuesta. ¡Y hombre, él estaba muy enojado! Él estaba tan enojado que el versículo 19 dice: “Y el Espíritu de Jehová vino sobre él, y descendió a Ascalón y mató a treinta hombres de ellos.” Ascalón está a más de 35 km de distancia. Él simplemente se fue a 35 km de distancia. ¿Por qué? No lo quería hacer ahí. Ellos simplemente no sabían dónde estaba. No sé cuánto tiempo se fue, pero por un largo período de tiempo. “Y tomando sus despojos, dio las mudas de vestidos a los que habían explicado el enigma; y encendido en enojo se volvió a la casa de su padre.”

¿Saben lo que sucedió mientras él no estaba? Aquí está esta pobre esposa que se está quejando, está en el altar y su padre está apenado. Él se fue. Y entonces, él entrega la hija al amigo de Sansón. Es correcto. Y dice el versículo 20: “Y la mujer de Sansón fue dada a su compañero, al cual él había tratado como su amigo.” Digo, ella simplemente no puede tolerar estar ahí en el altar esperando. Tienen todas las fiestas ya listas. ‘No puedes volver a hacer esto, es demasiado caro, entonces cásate con ella.’ Y la casan con el amigo de Sansón.

Y él regresó. “Aconteció después de algún tiempo, que en los días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: ‘Entraré a mi mujer en el aposento.’ Mas el padre de ella no lo dejó entrar. Y dijo el padre de ella: ‘Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar.’”

¿Por qué dijo él eso? Se olvidó quién era este hombre. Este era Sansón. No debes hacerlo enojar. Él acaba de matar a 30 personas. Y toma la otra hija y él le dice ‘tómala, tómala’. Bueno, él ahora está muy enojado. No sólo está enojado con los hombres por la adivinanza, ahora está enojado con los filisteos y la presión que le impusieron a la muchacha y a su padre. Y entonces versículo 4: “Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas. Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares.”

Por cierto, esto era algo que la gente hacía en ese entonces que era bastante común. Si querías hacerle algo a tu enemigo, simplemente quemabas todo el maíz que tenía o todo su grano; y esto era venganza. Entonces, ahora la venganza sí está llevándose a cabo. Él se vengó por la adivinanza al quitar 30 vidas de filisteos. Ellos entregaron a su esposa y entonces, él ahora quema los campos filisteos. El hombre está aquí en venganza. Algo impensable, lo que esas pobres zorras vivieron.

Y después, en el versículo 6: “Y dijeron los filisteos: ‘¿Quién hizo esto?’ Y les contestaron: ‘Sansón, el yerno del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero.’” Y entonces los filisteos estaban tan enojados con lo que él hizo que: “Y vinieron los filisteos y la quemaron a ella y a su padre.” Simplemente no tiene sentido. ¿Por qué hacen esto en contra de Sansón? Porque lo más que se pudieron acercar a Sansón era quemando a esta mujer y a su padre. Entonces, los quemaron. “Entonces Sansón les dijo: ‘Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré’. Y los hirió cadera y muslo con gran mortandad;” esa es una expresión hebrea que significa matanza total, de arriba a abajo.

“Y descendió y habitó en la cueva de la peña de Etam.” ¿Por qué? Porque él necesitaba esconderse otra vez. Y entonces, los filisteos vinieron en contra de él. Y la venganza está escalando. Y ustedes saben lo que sucedió. “Y vinieron tres mil hombres de Judá a la cueva de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ‘¿No sabes tú que los filisteos dominan sobre nosotros? ¿Por qué nos has hecho esto?’ Y él les respondió: ‘Yo les he hecho como ellos me hicieron.’” Versículo 13: “Y ellos le respondieron, diciendo: ‘No; solamente te prenderemos, y te entregaremos en sus manos; mas no te mataremos’. Entonces, le ataron con dos cuerdas nuevas, y le hicieron venir de la peña. Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se cayeron de sus manos. Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.” Un pequeño detalle acerca de una masacre.

Y todo esto es debido a la venganza. Todo esto no es nada más que venganza. “Y acabando de hablar, arrojó de su mano la quijada,” simplemente la arrojó. “Y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.” La colina de la quijada. Y tenía mucha sed. “Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: ‘Tú has dado esta grande salvación por mano de Tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?’ Entonces, abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó. Por esto llamó el nombre de aquel lugar, En-hacore, el cual está en Lehi, hasta hoy.”

¿Sabe lo que sucedió después de eso? Él vio a otra mujer. Usted conoce el resto de la historia. También le gustó. Y los filisteos tenían tantos deseos de matarlo que ellos sabían que lo capturarían debido a su debilidad por las mujeres. Y entonces, llegaron con Dalila y le dijeron que descubriera cuál es el secreto de su fuerza. Y finalmente confesó, ¿no es cierto? Usted sabe el final de la historia.

Pero antes de eso, él hizo algunas cosas asombrosas. No tengo tiempo para decirle toda la historia. Él se llevó las puertas de una ciudad y marchó con ellas en sus manos. Puertas enormes, hechas de vigas enormes de madera cubiertas de metal. Y caminó más de 45 km en una montaña con ellas. Eso es el capítulo 16.

Pero esa mujer hizo que él confesara. Y los filisteos vinieron y dijeron ‘lo tenemos’. Y le sacaron los ojos, lo dejaron ciego. Y le cortaron el cabello y lo hicieron que moliera en la cárcel. Finalmente, usted recuerda, su cabello creció. Regresó al templo filisteo y: “Entonces Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: ‘Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas.’” Empujó las columnas, y probablemente 20,000 filisteos, incluyendo a él mismo, fueron aplastados hasta morir. El punto es éste. La venganza nunca terminó hasta que todo el mundo que estuvo involucrado murió. Ésa es la ilustración más grande de la insensatez de la venganza que se registra en las páginas de las Sagradas Escrituras.

Ahora, con eso en mente, regrese a Romanos. En Romanos capítulo 12, versículo 19, Pablo dice: “No os venguéis vosotros mismos, amados míos. Y este es un clamor de reflexión. Sensible. Amados míos. Él dice: “No os venguéis vosotros mismos.” No hagan eso. No ejecuten justicia. La palabra significa literalmente castigar, ekdikeō. No anden por todos lados castigando a la gente por su maldad. Ustedes no son llamados a hacer eso. Sino que mire esto: “Porque escrito está: ‘Mía es la venganza, Yo pagaré’, dice el Señor.” Deuteronomio 32:35: “Mía es la venganza, Yo pagaré dice el Señor.” Deje el que el Señor lo haga. Usted no lo haga.

Usted no devuelva mal por mal. No se vengue. No castigue a nadie. De lugar para la ira de Dios porque escrito está “Mía es la venganza, Yo pagaré dice el Señor.” Deje que el Señor lo haga. Ésa es la promesa de Dios. Él va a enfrentar el pecado. Ningún pecador, créame usted, ningún pecador jamás escapará Su justa recompensa, ¿verdad? Yo no siento ninguna necesidad de vengarme de nadie. Yo no siento necesidad alguna de castigar a nadie. Yo no tengo que vengarme. Dios hace eso. Dios se encarga de eso. Dios es un Dios justo. Lea Nahúm, capítulo 1, Habacuc, capítulo 1, el Salmo 37, el Salmo 94. Dios va a recompensar el mal.

En cambio, versículo 20: “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber.” Ayúdalo. Dale ayuda. Usted preguntará por qué. “Pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.” Esa es una frase fascinante. ¿Quiere saber de dónde viene? Es algo oscuro. Tuve algo de dificultad entendiéndola. Y no muchos comentaristas hablan de esto. Pero hay un ritual egipcio antiguo que era conocido en el mundo antiguo. Cuando un hombre en la escultura egipcia quería demostrar su vergüenza pública, su culpabilidad pública, cuando él quería mostrar su espíritu de arrepentimiento, él llevaba sobre su cabeza una sartén de carbones ardientes, lo cual supuestamente debía representar el dolor ardiente de vergüenza, el dolor ardiente de la culpabilidad. Y Pablo está diciendo ‘cuando usted trata a un enemigo con amor y lo alimenta y satisface su sed, usted coloca en su cabeza vergüenza ardiente por el mal que el hizo’. ¿Entiende usted eso? Usted lo hace sentir vergüenza, una vergüenza ardiente. Entonces, versículo 21: “No seáis vencido de lo malo sino vence con el bien el mal.” Eso es distintivamente cristiano. Eso es distintivamente cristiano. La palabra vencido es nikaō. Obtenemos Nike, el misil Nike, el zapato Nike. Significa victoria. Sé el victorioso. Sé el conquistador. Vence el mal al hacer el bien. No seas una víctima. Sé alguien que es victorioso. Bastante práctico, ¿no es cierto?

Permítanme resumirlo. Y han sido muy pacientes esta noche. Permítanme resumirlo con un repaso rápido. Escuche con atención y observe el flujo de esto. ¿Qué es un cristiano y cómo es que debemos vivir de manera distintiva? Aquí viene. Comience con amor puro, odiando el mal, aferrándonos a lo que es bueno. De manera humilde y afectuosa, estando preocupados por otros. De manera entusiasta, fervorosa y con un esfuerzo máximo sirviendo al Señor. Y cuando la resistencia inevitable a ese servicio viene, la enfrentamos con esperanza y gozo y oración creyente. Y cuando vemos a otros que están en el mismo tipo de pruebas, buscamos servirlos y compartimos nuestra posesión y nuestros hogares con todos los que tienen necesidad.

Y cuando encontramos oposición en nuestro servicio a Cristo, bendecimos a lo que se oponen a nosotros y nos persiguen. Y buscamos disfrutar el gozo de otros y soportar el dolor de otros. No tenemos deseo por buscar el prestigio personal. Y no buscamos ni posición ni responsabilidad. No consideramos sólo a aquellos que son personas elevadas, sino amamos tener comunión por igual con aquellos que están en el nivel más bajo Y nos caracterizamos por una humildad que no conoce la aristocracia intelectual o social. Inclusive a aquellos que nos dañan de manera personal, no les devolvemos mal, sino que deseamos vencerlos con el bien, sin importar lo que hayan hecho; y le asignamos la venganza, el juicio y el castigo a Dios.

Y al final, somos los vencedores. Somos los ganadores. Y así es como Pablo dice que la justificación toca la vida. Oremos.

Oh Padre, gracias por nuestro tiempo refrescante en la Palabra en esta noche. Gracias por esta congregación preciada que viene con corazones dispuestos a escuchar y a aprender. Bendícelos. Y oramos, oh Dios, que de una manera muy especial estas cosas sean aplicadas a cada uno de nosotros para que podamos vivirlas para Tu alabanza y Tu gloria, por causa de Cristo. Amén.

 

 

 

 

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