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Es nuestro gozo, ahora, estudiar juntos la Palabra de Dios. Abra su Biblia si están amable, en 1 Tesalonicenses, capítulo 5. Comenzamos a embarcarnos en un estudio de lo que es la última sección principal de esta carta maravillosa de Pablo a los Cristianos en Tesalónica. Estamos estudiando la sección que comienza en el versículo 12 y llega hasta el versículo 22. Realmente, es una serie larga de exhortaciones, mandamientos. Tienen que ver con la vida práctica en la iglesia. He titulado esta serie, y esta sección: “Criando un rebaño saludable”.

Ahora, si usted ha estado con nosotros en el pasado, usted sabe que hemos estado en un estudio más bien prolongado de la sección previa que tuvo que ver con la Segunda Venida de Jesucristo. Desde el capítulo 4 versículo 13, hasta el capítulo 5 versículo 11, esa sección entera tiene que ver con el regreso de Cristo. Su regreso por la iglesia, que llamamos El Rapto, su regreso para juzgar a los impíos, que es llamado El Día del Señor, y somos una iglesia como la Iglesia Tesalonicense que espera su venida, que está esperando el regreso de Jesucristo. En ese sentido, vivimos en esperanza futura. Estamos esperando lo que está por venir, pero, al mismo tiempo, la expectativa de la Segunda Venida de Jesucristo no puede hacernos indiferentes al presente.

Debido a que somos un grupo de personas con un gran futuro, no podemos ser un grupo de personas indiferente al presente, y entonces, saliendo como transición de la gran explicación del Rapto y El Día del Señor, el apóstol Pablo comienza a hablar de lo práctico que es vivir en la iglesia en el día de hoy. De hecho, el versículo 11 provee un puente para su explicación. Recordará usted que después de explicar el rapto, él dijo al final del capítulo 4: “Alentaos los unos a los otros con estas palabras.” y después de explicar el Juicio del Día del Señor capítulo 5 versículo 11 dijo: “Alentaos unos a otros y edificaos unos a otros como ya lo estáis haciendo.” En otras palabras, no dejen que nadie se desanime conforme vea el futuro. Sean animados y sean edificados acerca de su futuro.

 La pregunta que surge inmediatamente entonces es, ¿cómo nos alentamos unos a otros? ¿Cómo nos edificamos unos a otros? ¿Cómo respondemos a la gran esperanza futura que tenemos? Y ese es el pensamiento mismo que lo lleva al versículo 12, vivimos aquí y ahora en la manera en que Dios quiere que vivamos, mientras esperamos el desarrollo de nuestra gran gloria futura.

Y, entonces, esta sección va a ser instrucción para la vida en la iglesia, muy práctica muy básica, muy directa y la iglesia necesita una dosis muy buena y saludable de este tipo de instrucción, créanme. Si hay algo que entristece mi corazón, aquí en Estados Unidos, es el hecho de que tenemos tantas iglesias no saludables. Tantas iglesias que no conocen el poder de Dios, la presencia de Dios, la paz de Dios, el gozo de Dios, que no experimentan todas las bendiciones de Dios, que Él derrama que ellos están caminando según Su Voluntad, y están avanzando para ser como Jesucristo. Tenemos muchas, muchas iglesias no saludables. Es una tristeza continua para mí hablar con pastores que están profundamente cargados porque están en una iglesia que demuestra una falta de compromiso espiritual.

También es una tristeza para mí oír de personas que están en iglesias en donde su liderazgo no está comprometido con crecimiento y desarrollo espiritual. Este país está lleno de iglesias ocupadas, y algunas iglesias grandes pero muchas iglesias no saludables. Un escritor más bien cínico, viendo a la iglesia, dijo que la iglesia le recordaba del Arca de Noé, de la cual él dijo: “Si no fuera por la tormenta fuera, no podrías soportar usted el olor nauseabundo que está adentro”. Esta es una perspectiva cínica de la iglesia, es una perspectiva tendenciosa de la iglesia, y está lejos de la realidad de lo que la iglesia debe ser y de lo que la verdadera iglesia es. La iglesia es la institución más bendita sobre la tierra. La única edificada por el Señor Jesucristo. La única de la que Él dijo que prometería bendecir, y las puertas del Infierno nunca podrían detenerla.




Ahora, no estamos diciendo que la iglesia no tiene dificultad, la tiene.
La razón por la que la iglesia tiene dificultad es porque la iglesia tiene gente, y todos estamos caídos, todos somos pecaminosos y todos somos imperfectos, y tenemos debilidades y enfrentamos dificultades. Las personas caídas y pecaminosas constituyen a la iglesia, la gente débil constituye a la iglesia, y, en muchas maneras, tenemos que decir que la iglesia es un hospital. No es un lugar para personas perfectas, no es un lugar para gente que imagina que son perfectas. Es un lugar para personas que admiten que no lo son y quieren ayuda, y no es sino hasta que la iglesia admite eso que comienza a moverse en la dirección correcta.
Ciertamente la iglesia tiene fallas. Usted siempre oye a personas decir: “bueno, no quiero unirme a la iglesia, hay demasiados hipócritas”, a lo cual la respuesta apropiada es: “bueno, entre, tenemos lugar para más”. Seguro tenemos faltas. El admitir eso, el reconocimiento de eso, es la postura básica a partir de la cual usted comienza a crecer, a partir de la cual comienza a moverse en la dirección correcta. Tenemos que comenzar con la confesión de nuestras fallas y debilidades. Entonces, reconocemos que la iglesia va a tener problemas.

Nunca he visto una iglesia que no los tenga. Eso es porque la gente tiene problemas y los líderes tienen problemas. Las relaciones, por lo tanto, son estiradas y probadas y son difíciles y después usted puede añadir eso a la realidad de que Satanás opera y hace un esfuerzo fuerte contra la iglesia y lo hacen también sus agentes sobrenaturales y también sus agentes humanos, pero aún así, la verdadera iglesia es mucho mejor que cualquier otra organización, asociación o institución sobre la faz de la tierra porque se mueve hacia hacer como Jesucristo, porque representa a Cristo en el mundo, porque su vida es capacitada por el Espíritu Santo, porque vive bajo la instrucción de la Palabra de Dios, porque aplica el poder espiritual de manera mutua, mediante la comunión y servicio entre sus miembros. Por lo tanto, es la asociación, organización e institución más grande sobre la faz de la tierra, pero hay que admitir que es gente que está en proceso, no estamos donde debiéramos estar, pero no estamos donde estábamos antes. Estamos moviéndonos en esa dirección.

Regresa al capítulo 4 versículo 1, y recuerda lo que Pablo dijo aquí, que es realmente un buen resumen de la vida en la iglesia. A la mitad del versículo él dice: “Deberían caminar y agradar a Dios.” Después él dice: “Así como ya lo hacen, caminen así para que abunden aún más.” Ahora ahí hay una iglesia en progreso. Ustedes van bien, de hecho están abundando, pero quiero que abunden aún más, están caminando y agradando a Dios, pero quiero que lo hagan más. Este es un resumen del proceso y creo que en tantas tantas maneras -y he dicho esto en varias ocasiones-, que la iglesia en la que estamos que es Community Church, es muy parecida a la Iglesia Tesalonicense. No es completamente una iglesia sin problemas, pero es una iglesia saludable, entera, de gente de calidad, comprometida con agradar a Dios. El crecimiento espiritual se está llevando a cabo. Estamos en el proceso, estamos moviéndonos en la dirección correcta, y entonces conforme el apóstol Pablo desarrolla esta sección, realmente encaja con nuestra iglesia muy bien.

Ahora, recuerde. Él había reconocido a la Iglesia Tesalonicense en varias ocasiones en esta carta. Ahí atrás, en el capítulo 1 versículo 2, él dice: “Damos siempre gracias a Dios, por todos vosotros haciendo mención de vosotros en nuestras oraciones.” Él estaba agradecido por todos ellos. Él les dice por qué en el versículo 3. Por su obra de fe, trabajo de amor y perseverancia de la esperanza, que era constante y después ahí en el versículo 6 él dice: “Os volvisteis imitadores de nosotros y del Señor. Recibieron la Palabra de Dios en mucha tribulación con gozo del Espíritu Santo, se volvieron un ejemplo para todos los creyentes.” Después, en el versículo 8: “La Palabra del Señor, resonó a partir de ustedes.” En el versículo 9 él dijo: “Ustedes se volvieron a Dios de los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.”

En el versículo 10 él dice: “Inclusive están esperando a su hijo del Cielo.” Y, de nuevo, ahí en el capítulo 2 versículo 3 él dice: “Constantemente damos gracias a Dios, porque cuando recibisteis de nosotros la Palabra de Dios, la aceptaron no como la palabra de los hombres sino por lo que realmente es, la Palabra de Dios, la cual actúa en vosotros lo que creen.” Y después, él dice otra vez: “Ustedes se volvieron imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús y soportaron los sufrimientos que vienen por manos de sus propios compatriotas.” Eran personas dedicadas y habían creído la verdad y su fe era real y su amor era fuerte y su esperanza era firme. Ahí en el versículo 17: “Eran una iglesia tan amada, que él quería ver su rostro con tanto deseo.” Él lo había deseado, él había tratado venir. Él dice en el versículo 19: “Ustedes son mi esperanza, mi gozo y mi corona de exaltación.” En el versículo 20: “Ustedes son mi gloria, mi gozo.” Él dice. Y, ahí, en el capítulo 3 versículo 6: “Timoteo regresó de una visita y nos trajo buenas noticias de su fe y amor, y que siempre piensan amablemente de nosotros, anhelando vernos como también nosotros anhelamos verlos.” Versículo 8 indica que estaban estando firmes en el Señor, en el versículo 9 les dijo: “Qué gratitud podemos darle a Dios por ustedes, correspondiendo todo el gozo con el que nos regocijamos ante nuestro Dios por vosotros.” Eran una buena iglesia, eran una iglesia maravillosa, eran una iglesia excelente, estaban moviéndose en la dirección correcta, estaban en el proceso y sin embargo él puede decir en el capítulo 3 versículo 10: Todavía queremos venir y completar lo que, falta: su fe.” Van bien, podrían hacerlo mejor, están moviéndose en la dirección correcta inclusive podrían ir más y más lejos y rápido, pero fuera cual fuera la deficiencia espiritual que existía en Tesalónica, no era una amenaza a la vida de la iglesia, no eran fatales, simplemente, había lugar para el crecimiento.

Aquí estaba una iglesia verdaderamente salva, aquí estaba una iglesia santificada, estaban moviéndose hacia la dirección de la santidad. Era una iglesia rendida, rendida al señorío de Cristo, y siguiendo el deber cristiano de hacer la Voluntad de Dios con excelencia. Y, aquí, estaba una iglesia que ganaba almas, evangelizaba, que repetía la Palabra de Dios de manera lejana y amplia. Aquí estaba una iglesia enfocada en la Segunda Venida, esperando el regreso de Jesucristo, y considerando toda su vida. Este es un grupo noble, pero podían mejorar. No habían llegado a donde debían estar, no eran perfectos, todavía había un proceso que seguir. Todavía podían progresar, y aunque estaban esperando la venida de Cristo, y esperando que Él recogiera la iglesia, y esperando el juicio del Día del Señor en esa venida final, necesitaban vivir continuamente en el tiempo presente, moviéndose a lo largo del camino del progreso espiritual.

Y, entonces, aquí tiene usted en los versículos del 12 al 22, algunas exhortaciones muy directas, para que supieran cómo vivir dentro de la iglesia. Aquí y ahora. Y aquí encontramos, amados, instrucciones muy útiles y muy alentadoras para nuestros propios corazones conforme vemos de cerca esta sección. Ahora la sección se divide en 4 categorías. Hay una explicación de la responsabilidad con respecto a los líderes, la responsabilidad con respecto a hermanos y hermanas a nivel mutuo, la responsabilidad con respecto adorar a Dios y la responsabilidad con respecto al Ministerio del Espíritu Santo. Esas 4 dimensiones son explicadas. Para esta mañana, únicamente vamos a comenzar con la primera categoría. Al darles instrucción acerca de cómo deben vivir en la iglesia para poder esforzarse por ser un rebaño saludable, él comienza con una relación entre las ovejas y los pastores. Veamos el versículo 12: “Os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros y os presiden en el Señor y os amonestan y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros.” Vamos a detenernos en ese punto. Estos dos versículos hablan del asunto de la relación entre pastores y congregación. Pastores y ovejas, y amados, quiero decirle que aquí es en donde comienza la salud en la iglesia. Nada es más devastador para el progreso espiritual de una iglesia que una relación no saludable entre los pastores y las ovejas. Usted no puede tener un rebaño saludable con ese tipo de problema. Si los pastores no están cumpliendo con su responsabilidad espiritual apropiada para con las ovejas, y las ovejas no están cumpliendo con su responsabilidad espiritual apropiada para con los pastores, la iglesia nunca puede ser lo que Dios quiere que sea. No puede tenerse en ese nivel tan tan significativo.

La relación que tenemos con ustedes y ustedes tienen con nosotros como líderes es crucial en la iglesia. Y, francamente, una devastación de proporción masivo ocurre en iglesias en donde se desmorona la confianza, la lealtad, el amor y el afecto entre pastores y ovejas. Cuando la integridad desaparece y la credibilidad desaparece, la confianza desaparece y el amor se va y el afecto se va, en el punto de esa relación, usted ha devastado la vida de esa iglesia, y aunque solo hay dos versículos que se destinan a esto, las verdades que se encuentran aquí se encuentran por todos lados en el Nuevo Testamento, y podemos, literalmente, pasar meses simplemente rastreando las cosas que usted va a ver en estos dos versículos, de hecho, nos va a tomar dos semanas para avanzar a lo largo de dos versículos, y esa es una concesión. Podría tomarnos dos meses o dos años realmente. Sea cual sea la belleza de la iglesia, sea cual sea el gozo de la iglesia, sea cual sea la eficacia de la iglesia, sea cual sea el poder de la iglesia, depende inicialmente de la relación entre los pastores y las ovejas.

Las ovejas y los pastores. Ahora voy a decirle que en los veintitantos años que he estado en Grace Community Church, ha habido ocasiones en las que, las vidas de algunas personas, en esta relación, se han destruido. Ha habido ocasiones cuando algunos de los pastores de Grace Church han sido decepciones serias para las ovejas y la desintegración de relaciones. En ese punto ha sido el trauma más severo que esta iglesia jamás ha experimentado, y ha habido ocasiones en esta iglesia en donde las ovejas han sido una decepción seria para los  pastores y, de nuevo, el trauma de esas ocasiones ha sido el más severo que la iglesia jamás ha experimentado. Sí hemos llegado a tener dificultades en nuestra iglesia. Sí hemos llegado a tener caos en nuestra iglesia, cualquier grado, y siempre ha sido algo no serio, pero lo hemos tenido. Lo hemos tenido porque ha habido una decepción en las mentes de las personas en este punto en particular, en las relaciones. Cuando la gente, por la razón que sea, pierde la confianza en sus pastores o cuando los pastores, por la razón que sea, pierde la confianza en su congregación y en sus ovejas, usted tiene destrucción en la iglesia. Esta relación es crucial. Y es muy claro que el apóstol Pablo en estos dos versículos, explica de manera seria este punto.

Ahora, lo único que tenemos que hacer es enfocarnos en dos puntos. Uno en esta mañana, uno el próximo domingo. Para esta mañana hablemos de la responsabilidad de los pastores hacia las ovejas. La responsabilidad de los pastores hacia las ovejas. ¿Qué les debemos a ustedes? Reconociendo que sea cual sea el problema en la iglesia, realmente, de una u otra manera pueden ser rastreados a los pies de esta relación en particular. Tenemos que poner atención cuidadosa en esto. ¿Cuál, entonces, es la responsabilidad de los pastores hacia las ovejas? Ahora, usted tiene un bosquejo en su boletín, lo puede ver. Le he dado tres puntos. Eso es lo que Pablo da. Vamos a verlos.

Antes de que hagamos eso, permítame darle un poco de trasfondo, de manera breve. Así como el Nuevo Testamento lo presenta, necesitamos entender la identificación aquí. El Nuevo Testamento explica y se vuelve claro, explica quiénes son los líderes de la iglesia. Los líderes de la iglesia son identificados bajo cuatro títulos básicos. Cuatro descripciones o palabras o términos del Nuevo Testamento, y usted los conoce. Número uno, el término “anciano”. Muy conocido “presbúteros”. Ahora, eso identifica un líder de la iglesia como alguien caracterizado por -escuche esto-, madurez espiritual y sabiduría. Madurez espiritual y sabiduría. Los líderes son aquellos que son espiritualmente maduros, sabios espiritualmente. Este término “anciano” es usado una y otra y otra vez en el Nuevo Testamento. Desde el principio, conforme la iglesia está siendo establecida en el Libro de los Hechos, se le da una prioridad seria para asegurarse de que esas iglesias tengan ancianos. Esto es, hombres que son caracterizados por madurez espiritual y sabiduría espiritual, que pueden guiar a la iglesia.

Y usted encuentra de manera clara las características que se demandan de esos hombres y se dan en 1 Timoteo capítulo 3 y Tito capítulo 1. Sus deberes son bosquejadas sin ausencia de claridad a lo largo del Nuevo Testamento. Entendemos de manera muy clara quién es un anciano. Un hombre espiritualmente maduro, espiritualmente sabio, a quien se le da la responsabilidad de guiar a la iglesia. Hay otra palabra que es usada para describir a este hombre, este líder. Es la palabra “sobreveedor”. Algunas veces traducida “obispo”. Es la palabra “epískopos” en el griego. Significa supervisar. Esto indica que el líder de la iglesia no es solo caracterizado por madurez espiritual y sabiduría espiritual, sino por supervisión espiritual y autoridad espiritual.

En esta palabra usted tiene supervisión y autoridad, van de la mano. Usted encuentra, por ejemplo, esa palabra usada en 1 Timoteo capítulo 3 y Tito capítulo 1, como la palabra usada para describir a los líderes de la iglesia. Son supervisores, también es usada en Filipenses 1:1 y Hechos 20:28. Después, usted tiene una tercera palabra y todos estamos familiarizados con ella, y esa es la palabra “pastor”. Significa pastor, viene de la palabra “poimen”. Esto indica que el líder en la iglesia se caracteriza por la alimentación espiritual y la protección espiritual. Aquí usted está viendo el deber que él tiene de alimentar al rebaño, protegerlos de los lobos. Entonces, el líder en la iglesia, es caracterizado por madurez espiritual, sabiduría espiritual, supervisión espiritual, autoridad espiritual, alimentación espiritual y protección espiritual.

Y, después, hay un cuatro término que es usado. Es la palabra ”hegúmenos”, que literalmente significa: “aquellos que los guían”. Y, simplemente, usamos la palabra “líder” o “jefe”. Esto indica que el que es responsable como un supervisor, anciano, pastor, debe caracterizarse por discernimiento espiritual y guía espiritual. En otras palabras, él es eficaz como líder porque él puede evaluar la condición y guiar a la gente a una mejor condición, guiarlos por el camino correcto. ¿Qué, entonces, es el líder de la iglesia? Él es un hombre con madurez espiritual, sabiduría espiritual, supervisión espiritual, autoridad espiritual, quien alimenta espiritualmente, quien protege espiritualmente a la gente, quien provee discernimiento espiritual de su condición y guía espiritual a un lugar mejor. Ese es el líder.

Ahora, colocar a dichos pastores en el lugar apropiado fue crucial en la primera iglesia, y entonces en Hechos, usted tiene en el capítulo 14 versículo 23 a Pablo ordenando a ancianos en toda ciudad. Fue crucial que la iglesia tuviera pastores, pastores para proveer sabiduría, y el discernimiento, y la dirección, y el liderazgo, y la guía, y la enseñanza, y la protección. Todo eso, esa fue su responsabilidad.

Ahora, un comentario a pie de página muy importante acerca de la Iglesia Tesalonicense. Todos sabemos que esta iglesia solo tiene algunos meses de edad, y, entonces, tiene usted a muchos cristianos nuevos. ¿Cómo en ese tipo de congregación usted puede encontrar ancianos que son espiritualmente maduros y espiritualmente sabios y que son maestros profundos de la verdad, que pueden darle a la gente gran dirección para el futuro y todo eso? ¿Cómo es que usted va a encontrar eso en una congregación como esa? Bueno, probablemente no lo encuentre, por lo menos no va a encontrar personas que han llegado a ese punto, pero va a encontrar personas que están en el proceso, y mientras que en esta carta no se mencionan a ancianos, no se mencionan supervisores, no se mencionan pastores y no se mencionan líderes, definitivamente, en el versículo 12 se mencionan a personas que están a cargo de vosotros.

Entonces Pablo, con autoridad apostólica, guiado por el Espíritu Santo, había identificado a ciertos hombres, les había asignado el liderazgo y, realmente, eran en cierta manera los ancianos en proceso. No llevan el título pero, ciertamente, se les ha dado la responsabilidad y estaban moviéndose en esa dirección y algún día, sin duda alguna, serán llamados ancianos, supervisor, pastor, líderes. Aunque todavía no llevan el título estaban aprendiendo las funciones del liderazgo, y eso no habrá sido fácil y le voy a decir por qué. Todos eran cristianos jóvenes, todos, en cierta manera, tenían la misma edad en el Señor, lo cual hace que sea difícil para que alguien asuma esta función de liderazgo, cuando otros saben que no es más maduro en términos de tiempo de lo que ellos son, y también será difícil porque es muy probable que esta iglesia vino -la mayor parte de la iglesia-, de personas comunes y corrientes, y muchos de ellos pudieron haber sido esclavos.

Y, entonces, cuando fueron seleccionados para servir y por los apóstoles e identificados mediante la obra del Espíritu Santo, como aquellos que fueron dotados por Dios para ser líderes en la iglesia, habrían salido de un tiempo de estilo de vida en donde no estaban acostumbrados al liderazgo. No habrían venido de la cultura como líderes, no habrían tenido posiciones de autoridad en su sociedad. Entonces, estaban aprendiendo todo acerca del liderazgo, y todo acerca de la sabiduría espiritual, y todo acerca de la madurez espiritual, todo en el proceso de desarrollo. Entonces, no habría sido algo fácil y bien podría haber sido que había habido un punto de conflicto en la Iglesia Tesalonicense y algunos se estaban preguntando por qué estos otros estaban a cargo de ellos, y, en cierta manera, eran algo no sumisos y había una especie de situación de conflictiva que promueve estos dos versículos alentando a la gente a vivir en paz unos con otros. El versículo 14 dice que había algunas personas ociosas, algunos débiles de corazón, algunos débiles, y había algunos que demandaban paciencia. El versículo 15 indica que algunas personas estaban dando mal por mal y usted no debía de volver mal por mal y, entonces, había algo de conflicto en la iglesia, y como dije, no era fatal y amenazaba la vida, pero estaba ahí. Y ese tipo de conflicto en la iglesia podría ser remediado si los pastores y las ovejas cumplían con sus deberes apropiados.

Amados, cuando hay conflicto en la iglesia y cuando las iglesias se dividen y se dividen constantemente, es conflicto normalmente a este nivel. Y Pablo quiere que eso sea resuelto inmediatamente. Y, entonces, ha habido algunos hombres identificados como líderes. Por cierto, no hay duda alguna de que Pablo hizo eso, y lo hizo bajo la dirección del Espíritu Santo. Y quiero decirle que aunque no tenemos apóstoles en la actualidad para hacer eso, los ancianos pastores supervisores y líderes todavía son colocados en el lugar en el que están por el Espíritu Santo. Solo el Espíritu Santo puede levantar a pastores en una iglesia, no son auto designados como Diótrefes que amaba tener la preeminencia, no son designados por el voto popular, la pluralidad de pastores piadosos en una iglesia se vuelve conocida la iglesia porque esta no vio que son hombres santos guiados por el Espíritu, dotados por Dios que funcionan en esa función. No tenemos apóstoles para identificarlos en la actualidad, pero tenemos a ancianos y pastores piadosos y maduros para identificar a otros, inclusive la congregación puede valuar y ver, esta es la razón por la que una vez al año le permitimos a ustedes que nos den a conocer quiénes entre ustedes han demostrado capacidad y Ministerio Pastoral.

Ahora, debido a que esta relación era tan nueva en Tesalónica y debido a que estaban tan bien y creciendo tan bien Pablo no quiso excederse en explicar el asunto y no quiso amenazarlos como si fuera algún tipo de situación fatal y, entonces, las palabras que abren el versículo 12 son muy gentiles. Observe el versículo 12: “Os rogamos hermanos.” Muy amable. Este es un enfoque gentil por parte del apóstol. Carece de esa autoridad apostólica que algunas veces él puede presentar. Es más la petición de un amigo. Él usó la misma frase, por cierto, en el capítulo 4 versículo 1, de nuevo no amenazándolos, porque iban tan bien. Aquí le está diciendo lo mismo, ustedes van bien en sus relaciones de pastores con ovejas y ovejas con pastores, van bien. Solo quiero alentarlos para mejorar y, entonces, hay una petición gentil aquí en lugar de que sea una amenaza.

Ahora veamos, entonces, ese primer punto. ¿Cuál es la responsabilidad de los pastores para con las ovejas? O, ¿cuáles son las responsabilidades de los pastores para con las ovejas?, plural. Número uno, tenemos la responsabilidad de laborar entre las ovejas. Observe ahí en el versículo 12 y usted verá esta frase: “Los que trabajan entre vosotros.” Ahí está la primera marca que identifica a sus pastores, sus ancianos, sus líderes, sus supervisores en proceso: “Trabajan entre vosotros.” La frase es obvia, no necesita mucha explicación. Simplemente algunos detalles técnicos. Ahí está otra vez la palabra “copiao” que le encanta usar a Pablo, que significa trabajar al punto de sudar y estar exhausto, mostrar gran esfuerzo, trabajar hasta que queda cansado. Y él caracteriza al pastor como alguien que trabaja diligentemente, que elabora hasta el punto de sudar quedar exhausto entre su congregación.

Ese es la esfera de su Ministerio, su responsabilidad no está fuera de la iglesia, no es a distancia, él está íntimamente involucrado con la iglesia como un pastor estará íntimamente estará involucrado con las ovejas, como un padre estará íntimamente involucrado con una familia. Él debe estar involucrado con su congregación, entre la congregación, en medio de la congregación, al lado de ellos en labor espiritual. ¿Qué está haciendo? Explicando el Evangelio, explicando la verdad, aplicando la verdad, advirtiéndoles, amonestándoles, aconsejándoles, ayudándoles. Pablo, usted recordará en Hechos 20, iba de casa en casa, casa en casa, enseñando las cosas de Dios con gran dedicación y gran esfuerzo, tocando las vidas personales de la gente, derramando su vida, entregando su vida al rebaño que Dios le había dado, así como cualquier pastor fiel lo haría.

Regrese por un momento al capítulo 2 versículo 9 y vea con mayor profundidad el patrón de Pablo, porque os acordáis –hermanos-, de nuestro trabajo y fatiga, cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el Evangelio de Dios, ahora cuando él llegó ahí, ninguna iglesia lo apoyó. No hubo lugar que pudiera dar una ofrenda para sustentarlo. Él tuvo que trabajar con sus propias manos, ganarse su propia vida, trabajar de día y de noche, simplemente, para cuidar de sus necesidades y toda la gente que viajaba con él. Y, después, él tuvo que entregarse de manera total para establecer una iglesia. Él sabía lo que era trabajar duro, él sabía lo que era trabajar sacrificialmente, él sabía lo que era entregarse literalmente, gastarse a sí mismo al alcanzar a esas personas y, después, en el versículo 7 de 1 de Tesalonicenses 2, él se asemeja a sí mismo a una nodriza, a una mujer que cuida de manera tierna de sus propios hijos, una mujer que amamanta a sus hijos y eso, queridos amigos, como usted sabe, es un trabajo de 24 horas que no termina, el amamantar un bebé.

Y Pablo trató a su congregación con la intimidad de una mujer, de una madre que amamanta a su bebé. Más adelante él habla de la relación en particular del padre que él tuvo con ellos, en donde él tomó la Palabra de Dios hasta el nivel de la vida de ellos y la aplicó a sus vidas individuales. En ese mismo segundo capítulo, ahí en 2 Tesalonicenses capítulo 3, él dice que él les manda en su segunda carta a ellos a mantenerse alejados de todo hermano que lleva una vida desordenada y no según la tradición que recibieron de nosotros porque vosotros mismos sabéis cómo deben seguir nuestro ejemplo, porque no actuamos de una manera indisciplinada entre vosotros, no comemos el pan de nadie más sin pagar por él sino con labor y trabajo. Trabajamos noche y día para que no fuéramos una carga para ninguno de ustedes no porque no tenemos el derecho de ser apoyados sino para presentarnos como un modelo para que ustedes siguieran nuestro ejemplo.

El pastor debe trabajar diligentemente. Como puede ver, lo que el pastor está haciendo, básicamente, es pedirle a la gente que está ganándose la vida para que también entreguen sus vidas al Ministerio de la iglesia. Tienen que hacer ambos, Pablo dice: “Si yo les iba enseñar cómo hacer ambos, necesitaba ser ambos también.” Dios no nos pide a todos nosotros hacer eso y si, ciertamente, no somos llamados a hacerlo como Pablo lo hizo, ciertamente, somos llamados a ser tan diligentes que entregamos nuestras vidas al entregarnos al Ministerio. Eso es lo que Pablo estaba haciendo. Él sabía que si él iba a ser un líder fiel él tenía que demostrar ese nivel de esfuerzo y trabajo y labor que era necesario, y entonces, él dice, notarán ahí de nuevo en esa maravillosa afirmación en el versículo 7. No actuamos de una manera indisciplinada. La única manera en la que usted puede trabajar duro y ser productivo, es ser disciplinado. Ser disciplinado. Esto demanda una vida disciplinada, ordenada estrictamente bajo control y después ahí en el versículo 13 de 2 Tesalonicenses 3, él nos da una buena pista y dice: “No se cansen en hacer el bien, mantengan su energía, trabajen duro al punto de sudar y quedar exhaustos.” Para hacer eso y hacerlo bien tenemos que ser muy muy disciplinados. Los pastores fieles no son personas indisciplinadas que se aparecen el domingo, los pastores fieles son personas muy disciplinadas cuyas vidas se alinean para que puedan entregar su vida entera al rebaño que Dios les ha entregado.

Este tipo de principios repetidos en muchos, muchos lugares pero, en ningún otro lugar es mejor afirmado que en Colosenses 1:28 donde Pablo dice: “Proclamamos a Cristo, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría a fin de presentar a todo hombre completo en Cristo.” Esta es una meta absolutamente asombrosa. Pablo no dijo simplemente: “estoy tratando de salvar a la gente para que apenas se salve, no estoy solo tratando de meterlos a la puerta. Voy a amonestar a todo hombre y enseñar a todo hombre con toda sabiduría para presentar a todo hombre completo en Cristo. No estoy contento con su salvación, no estoy contento con la espiritualidad marginal, quiero que sean completos en Cristo, y con este propósito yo copiao, yo trabajo al punto de sudar y quedar exhausto, agonizando, agonizando.” Es algo consumidor, un pastor fiel conoce a sus ovejas y toca sus vidas y entrega su vida entera a ellas. Ese es su llamado, ese es su deber, esa es su responsabilidad.

Y, sin embargo, hay tantos en el Ministerio que entregan tan poco a la iglesia en la que están, pasan su tiempo en otros lugares y en otros asuntos. 1 Timoteo 4:10, él dice: “Para lo cual, trabajamos y nos esforzamos porque hemos fijado nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres.” Y, de nuevo, él usó esa palabra “copiao” y “agonitzomai”, trabajamos al punto de sudar y quedar exhaustos y agonizamos porque estamos tratando con asuntos eternos. Este es un esfuerzo serio. Pablo relata el dolor de su propio esfuerzo una y otra vez. Él habla de toda la dificultad que enfrentó. Él no menosprecia la responsabilidad, él simplemente es honesto hablando de la dificultad. Pero en un texto muy interesante, en 1 Corintios 15:10, viendo a los otros, a los demás que habían predicado y a los otros que habían trabajado él dijo: “Yo trabajé aún más que todos ellos.” Y, después, se le da todo el crédito a la Gracia de Dios operando en él. Algunas veces es difícil que los jóvenes que quieren ser pastores entiendan que la diferencia entre la gran eficacia en el ministerio y la mediocridad es el esfuerzo. Es el esfuerzo. No hay secreto, no hay magia, es trabajo, es esfuerzo.

Recuerdo las palabras de Amy Carmichael, ella escribió y cito: “Dios enduréceme en contra de mí misma. La voz patética que anhela la comodidad y el descanso y el gozo. Yo misma, una traidora para consigo misma, mi amiga más superficial, mi enemiga más mortal, mi carga donde quiera que voy.” Fin de la cita. A menos que usted pueda superarse a sí mismo, compitiendo en contra de su propia tendencia a ser flojo, indiferente, a buscar la comodidad, usted no puede tener la vida disciplinada que resulta en el esfuerzo que lleva a la eficacia. Ahora, esto presenta el ejemplo como también es el patrón para el deber del siervo que es característico de todo pastor.

El éxito en el liderazgo viene para aquellos que están dispuestos para trabajar al punto de quedar exhausto, escuche esto, por causa de objetivos lo suficientemente grandes como para demandar sacrificio total. Si los objetivos son lo suficientemente grandes, ¿cómo puede usted dar menos? Y como alguien dijo: “una cruz sí, una cruz está en el camino del liderazgo espiritual. Una cruz ante la cual el líder debe consentir a rendirse ante ella.” Fue dicho de un líder. Él perteneció a esa clase de primeros mártires que tenían un alma apasionada, hechos en el primer holocausto del hombre físico, y Richard Baxter tuvo razón cuando él dijo: “Esta no es una carga para los hombros de un niño, demando un hombre, toda parte de un hombre, el llevar la responsabilidad sobre sus hombros de la labor que se demanda para servir a las ovejas.” Y me imagino que sería verdad decir que el mundo está a cargo de hombres cansados y también la iglesia.

Ahora, hay un equilibrio ahí. Me acuerdo cuando Robert Murray M´Cheyne, el ministro escocés murió, murió a la edad de 29 años. Él se volvió a un amigo que estaba sentado ahí junto a su cama y le dijo: “He matado al caballo y ahora ya no puedo entregar el mensaje.” Hay un punto en el que quizás usted se ha excedido, ha ido demasiado lejos, pero el deber del pastor en la iglesia demanda una labor agotadora entre las ovejas. Su responsabilidad consiste en entregarse a sí mismo como un siervo para las ovejas, para satisfacer sus necesidades en toda área que puede él cubrir. Y algo de eso involucra delegar y compartir la carga, pero es un trabajo que necesita ser realizado. En segundo lugar, él no solo tiene la responsabilidad de laborar, de trabajar entre las ovejas, sino que, en segundo lugar, autoridad sobre las ovejas, y eso es indicado de manera muy clara.

Observe ese versículo 12 una vez más: “Y os presiden en el Señor.” “Y os presiden en el Señor.” Os presiden, “proistemi”, significa estar de pie delante de alguien o presidir o guiar o dirigir. Es usado en 1 Timoteo capítulo 3, tres veces versículo 4, 5 y 12, y 1 Timoteo 5:17, en referencia a ancianos, pastores y líderes de la iglesia, y significa estar a cargo, tener autoridad. Es una autoridad delegada, hay que reconocerlo, delegada por Cristo, pero estamos en lugar de Cristo. Somos pastores que estamos bajo el Gran Pastor, como Pedro lo llama. Observe que dice: “Os presiden en el Señor.” Presidimos sobre ustedes, los guiamos, los dirigimos. Tenemos la responsabilidad de darles sabiduría espiritual, protección espiritual, dirección espiritual, guía espiritual. Nuestra responsabilidad consiste en cubrir todos esos tipos de cosas. Cuidar de la salud general de la iglesia, establecer el espíritu de grupo, la moral de grupo, el tono espiritual, traer una unidad funcional. Manejar a la gente en las relaciones personales y todas sus dificultades en la vida, resolver problemas al descubrir los problemas, evaluar opciones, encontrar soluciones, trabajar para el cambio en nuestra responsabilidad, llevar a cabo la planeación creativa, estrategia, evaluación, análisis, crítica, encontrar métodos para alcanzar objetivos espirituales. Nuestra responsabilidad consiste en proveer ese liderazgo para ustedes, estamos a cargo de ustedes.

Por favor, observe la pequeña frase: “En el Señor.” No somos auto-designados, no es hecho por los hombres, ustedes no nos dieron esa autoridad, no la tomamos por nosotros mismos, no es de los hombres. Somos llamados, equipados, designados por Dios. Es nuestro deber gobernar por causa de Él, por la causa del Señor, no por el poder personal, prestigio personal, ganancia personal, el avance de una carrera personal, sino por el Señor. Esa pequeña frase: “En el Señor”, es la esfera en donde nuestra autoridad descansa, nuestra autoridad está en Él. Él la delegó a nosotros. Solo la tenemos conforme somos obedientes a Su Palabra y Su Voluntad. Tenemos una autoridad delegada, no es nuestra, y no va más allá de la expresión de Su Voluntad en Su Palabra y mediante Su Espíritu. Y, entonces, se nos da autoridad, pero solo en el Señor, no más allá de eso. Les he dicho muchas veces, cuando usted me sacan de la Palabra de Dios y su aplicación a la vida de la iglesia, yo no tengo autoridad. Mi autoridad es únicamente en el Señor, delegada a mí para operar mediante la Palabra y por la dirección del Espíritu de Dios mediante la aplicación de esa Palabra. Y, entonces, tenemos una supervisión de gran responsabilidad. Pedro dice en 1 Pedro 5: “No debemos enseñorarnos de la grey.” No debemos dominarlo, como dice atrás, en el Evangelio de Lucas, como los gentiles lo hacen, dominan. No ese tipo de autoridad. Es una autoridad delegada, amorosa, gentil, que no nos sirve a nosotros, sino que sirve a ustedes. No nos exalta a nosotros sino los edifica, los levanta a ustedes.

Entonces, la responsabilidad del lado de los pastores es trabajar duro entre las ovejas, sirviendo todas sus necesidades y, después, ejercer autoridad sobre ellas. Esto es, guiarlas en la dirección correcta, corregirlas, resolver sus problemas, traer unidad y armonía. Hacer uno de la gente que está dividida, restaurar relaciones, dar dirección, establecer el tono espiritual, todo eso. Y, después, en tercer lugar y, finalmente, y estas son muy simples y directas, al final del versículo 12 dice: “Y os amonestan.” La tercera responsabilidad de los pastores para con las ovejas es instrucción para las ovejas, labor entre las ovejas, autoridad sobre las ovejas, instrucción para las ovejas. Y darles instrucción, eso es del verbo nuceteo, lo cual, con frecuencia, es traducido en el Nuevo Testamento: “amonestar”. Usted lo ha visto muchas veces la palabra amonestar en su Biblia, y básicamente es instrucción, pero instrucción con miras a la corrección. Conlleva la idea de que: “si continúas haciendo esto, vas a tener problemas. Tienes que dar la vuelta aquí e irte por este lado.”

No es académico, no es solo información, no solo son datos, es instrucción con miras a cambiar a la gente hacia corregirlos. Y les digo a los jóvenes al enseñarles a predicar: “siempre deben predicar para el cambio”. Siempre predican para un veredicto, para que alguien diga: “estoy aquí, debo estar allá, esto es lo que necesito hacer.” Siempre, todo sermón en principio es llevar a la gente al punto en el que ven lo que deben ser, ven lo que no son y moverlos hacia lo que deben ser. Entonces, es enseñanza con un elemento de advertencia, un elemento de corrección, un elemento de canalizarlos hacia la vida santa. Podemos decir que es instrucción tierna hacia la vida santa. Es usada en 1 Corintios 4:14, de cómo un padre instruye a sus hijos amados. Pablo, hablándole a los Corintios: “Que les enseñé como un padre enseñando a hijos amados, yo los amonesté, instruyéndolos gentil, tiernamente, alejándolos de esas cosas que los lastiman, así esas cosas que los bendicen.” Y claro, la fuente de eso es la Palabra de Dios, ¿no es cierto? Los pastores, entonces, deben ser instructores capaces, instructores capacitados y, por cierto, ese es la única habilidad específica que, se dice que deben tener, en 1 Timoteo 3, Tito 1, la única capacidad de todas las cualidades de virtud, la única cualidad que deben tener y ser aptos para enseñar, 1 de Timoteo 3:2, maestros capaces. 1 de Timoteo 4:6 y 1 de Timoteo 4:16, reiteran la importancia de su responsabilidad de enseñanza.

Estos líderes de la iglesia, estos pastores, deben ser maestros capaces. ¿Por qué?, por usted ve Tito 1 por un momento, versículo 9: “Para que puedan retener la palabra fiel que es según la doctrina.” En otras palabras, para el esfuerzo positivo de aferrarse a la palabra fiel según la doctrina sana.  En otras palabras, para que puedan enseñar la verdad. Después, para que puedan ser capaces de exhortar con sana enseñanza y refutar aquellos que contradicen, positivo y negativo. Ustedes va a exhortar debe aquellos que creen la verdad para que hagan la verdad. Usted debe exhortar aquellos que niegan la verdad para que se deshagan de su error y acepten la verdad. Entonces, es un positivo y un negativo. Usted tiene que edificar su instrucción entorno al conocimiento de la verdad y habilidad en aplicarla. Él dice que hay muchos hombres rebeldes, habladores y engañadores, tienen que ser callados, ¿quién los va a callar? Ustedes, por la fortaleza y poder de su capacidad de refutar su error con la palabra y usted de edificar la iglesia, por la fortaleza y poder de su capacidad de explicar la verdad. Expresar la verdad. Somos dados, dice Efesios 4 a la iglesia, para la edificación de los santos, cómo es que usted es edificado mediante la Palabra de Dios, que tiene poder para sobreedificar, edificarlo, Hechos 20:32 dice.

Entonces, si la Palabra la de Dios le edifica a usted y mi trabajo es edificarlo a usted, entonces, tengo que darle la Palabra de Dios que lo edifique a usted. Tengo que estar capacitado para hacer eso, para que lo haga de tal manera que impacte poderosamente en su vida, de tal manera que impacte a aquellos que niegan la verdad al darles argumentos irrefutables. Y, si hay algo, y esta es una palabra personal, si hay algo en mi vida que me motiva en el Ministerio sobre cualquier otra cosa, es ni concepto de las Escrituras, debido a que yo creo que las Escrituras son la Palabra de Dios santa y narrante inspirada, es tan sagrada para mí que tengo colgando sobre mi cabeza este temor tremendo de representarla mal en algún punto o de llegar a ignorar alguna de sus verdades, reconociendo que toda Palabra es pura, y que toda Palabra de la mente de Dios dada a nosotros en estas páginas fue para nuestra edificación de una u otra manera. Debo estar comprometida con enseñarla toda. La gente dice: “¿por qué enseñas todo versículo, toda frase, toda palabra?” Porque cada una de ellas vino de Dios. ¿Quién soy yo para editar a Dios? Yo no soy el editor de Dios, y yo ni siquiera soy el intérprete de Dios. Tengo que permitir que las Escrituras sean interpretadas por Dios, dejar que Dios interprete su propia Palabra, y entonces, lo que me motiva es el concepto de las Escrituras que tengo, y claro, detrás de esto el concepto de Dios como el Dios santo, un Dios santo quien habló Su Palabra para que sea hablada a los hombres y, entonces, no solo debemos laborar entre ustedes y tomar autoridad sobre ustedes y ejercer autoridad sobre ustedes, sino que debemos instruirlos, y eso con gran habilidad.

Escuche lo que Richard Baxter dijo hace varios siglos atrás: “Predicar un sermón, qué capacidad necesaria para hacer que la verdad sea clara, para convencer a los oyentes, para dejar que la luz irresistible entre a sus conciencias y dejarla ahí, y que la entiendan, y atornillar la verdad en sus mentes y que Cristo sea parte de sus deseos, enfrentar toda objeción y resolverla de manera clara. Llevar a los pecadores a un punto en el que ellos vean que no hay esperanza, sino que, de manera inevitable, deben ser convertidos o condenados y para hacer todo esto, con respecto al lenguaje y al estilo conforme es apto para nuestro trabajo, sin embargo, que sea lo más apropiado con las capacidades de los oyentes, esto y mucho más debe ser hecho en todo sermón, con toda seguridad, debe demandar una capacidad santa, un Dios tan grande cuyo mensaje entregamos, debe ser honrado por nuestra presentación del mismo. Es un caso lamentable, que en el mensaje del Dios del Cielo, del momento eterno, de las almas de los hombres, debamos conducirnos de manera tan débil, tan inepta, tan imprudente o tan superficial, que la tarea entera que nosotros llevamos a cabo de manera mediocre en nuestras manos y que Dios ha deshonrado y que su obra sea objeto de desgracia, y los pecadores sean más bien endurecidos que convertidos, y todo esto a través de nuestra debilidad o descuido, ¿con cuánta frecuencia los oyentes canales se han ido a casa burlándose de los fracasos palpables y deshonrosos del predicador? ¿Cuántos se duermen al oírnos porque nuestros corazones y lenguas están adormecidos y no les traemos tanta habilidad y celo como para despertarlos?” Fin de la cita.

Ningún rey, ningún presidente, ningún político, ningún doctor, ningún abogado, ningún juez, ningún comandante militar sobre la tierra tiene una responsabilidad tan inmensa como el que pastorea las ovejas al darles la instrucción de la Palabra de Dios. Prostituir eso, es un error aterrador. Y, ¿cuál, entonces, es la responsabilidad de los pastores para con las ovejas? Muy simple. Trabajar entre ustedes, ejercer autoridad sobre ustedes, guiarlos en el camino que Dios ha diseñado y alimentarlos de manera coherente con la verdad que los va a instruir y alejar del camino del pecado y acercarlos a la vida santa. Los pastores fieles deben cumplir con esa responsabilidad. Ahora, se acabó el tiempo, pero el próximo domingo les toca a ustedes.

Oremos. Gracias Padre por nuestra mañana juntos, por el impacto de Tu Verdad. Haznos pastores fieles para estas ovejas queridas y preciadas. Y levanta a más pastores fieles, Señor, en los días venideros, para que Tu rebaño sea lo que Tú quieres que sea. Te damos gracias Señor porque la iglesia es como el arca de Noé. Lo es, pero no debido al olor, es como el arca de Noé porque es un lugar de seguridad y protección, un lugar de comunión y preservación, y el olor adentro es mucho más tolerable que las muertes que están afuera. Gracias por hacernos parte de Tu Iglesia, que la amemos porque Tú la amaste y entregaste Tu Vida por ella. Que la amemos porque que somos pastores fieles y ovejas fieles, hasta que Jesús venga, en cuyo nombre oramos. Amén.

 

 

 

 

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