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Es nuestro gran privilegio en esta mañana regresar en el estudio de la Palabra de Dios a 1 Tesalonicenses capítulo 5. Estamos llegando rápidamente al final de esta gran epístola, nos encontramos en los versículos 21 y 22, en una serie especial de tres partes titulada “Un llamado al discernimiento.” Permítame leerle el texto de 1 Tesalonicenses 5:21-22: “Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal.”

Este es un llamado al discernimiento. Ese es el llamado que ha motivado nuestro estudio, nuestro análisis y espero que nuestra exhortación al discernimiento a lo largo de las últimas semanas. Y llevamos a esa breve serie a una conclusión en esta mañana.

Una de las famosas historias griegas que la mayoría de ustedes ha oído es aquella acerca de la conquista de la ciudad de Troya. Los griegos, como usted recordará, sitiaron la ciudad de Troya durante más de 10 años. No podían capturarla. En su exasperación, un hombre llamado Ulises decidió construir un caballo de madera grande y lo dejó afuera de las paredes de la ciudad, supuestamente como un regalo para los troyanos que eran inconquistables. Y después, los griegos se fueron viajando en sus barcos en una derrota aparente y dejando este caballo como un regalo.

Los troyanos curiosos y orgullosos se sintieron con la suficiente confianza como para meter el caballo dentro de los muros, aunque un sacerdote llamado Laocoonte les advirtió que no lo hicieran. Él dijo: “temo a los griegos, aun cuando traen regalos.” Esa noche, los soldados griegos salieron del caballo, abrieron las puertas de la ciudad desde adentro y dejaron que el resto de las fuerzas griegas entrara a Troya. Los griegos masacraron a la población de Troya, saquearon a la ciudad y la incendiaron. A lo largo de la historia, desde ese entonces, el caballo troyano ha sido el símbolo de infiltración y engaño.

Y a lo largo de su historia de 2000 años, la Iglesia ha recibido a muchos caballos troyanos, enemigos disfrazados como regalos. Los romanos, como ustedes recordará, eran politeístas. Tenían un dios para la caza. Tenían un dios para las compras. Tenían un dios para las ventas. Tenían un dios para protegerlos en un viaje. Tenían todos estos dioses.

Bueno, una vez que el cristianismo fue afirmado como la religión del Imperio Romano fue necesario deshacerse de todo esto de alguna manera. Pero en lugar de adoptar una postura fuerte en contra de la idolatría y una superstición como esa, la Iglesia simplemente asignó esas responsabilidades que una vez le pertenecieron a las deidades romanas, a santos muertos. Por ejemplo, en lugar de un dios que lo protegiera a usted en los viajes, San Cristóbal adoptó esa responsabilidad. Y usted tenía la mezcla de la idolatría supersticiosa pagana romana con el cristianismo.

En violación de las Escrituras, la gente entonces comenzó no a orar a un dios romano, sino a orar a un santo muerto, dependiendo del tipo de petición que era traída. El caballo troyano de la religión romana recibió la autorización de permanecer adentro de las paredes, por así decirlo, del cristianismo. Se infiltró y destruyó a la fe cristiana.

En el siglo XVIII, el racionalismo llegó a Europa. Durante el tiempo del racionalismo, el cual también es conocido como el Alumbramiento, saliendo de la edad oscura, el hombre creía que él podía resolver todos los problemas con su propia mente. Él comenzó a adorar su mente. Él estaba asombrado de su mente. Él pensó que tenía la capacidad mental de entender todo y de resolver todos los problemas. Dios, se creía, no interfería en los asuntos de los hombres cuando los hombres eran inteligentes a un nivel tan supremo como para poder enfrentar sus propios asuntos. En el mejor de los casos, Dios creó al mundo y simplemente, lo dejó. Y ahora, dependía del hombre.

Y entonces, decidieron a que debido que la mente del hombre era definitiva, cualquier cosa que la mente del hombre no podía concebir o entender, no era verdad. Y entonces, fueron a la Biblia y todo lo que no parecía racional, razonable y lógico de manera intelectual, fue eliminado. Y de esta manera, todos los milagros de la Biblia fueron negados. Y después, comenzaron a negar las grandes verdades sobrenaturales acerca de Dios y Cristo y el Espíritu Santo y el liberalismo teológico fue el producto.

Lo que sucedió es que la Iglesia le abrió las puertas y metió al caballo troyano del racionalismo, el intelectualismo y el alumbramiento; y salieron y abrieron las puertas. Y el lugar fue inundado hasta que la Iglesia perdió su fe de manera total y el protestantismo europeo se volvió liberal y muerto. Hoy, la Iglesia todavía está abriendo las puertas y metiendo a más caballos troyanos llenos de enemigos engañosos y devastadores. Y el mundo está metiéndose a la Iglesia en muchas maneras.

Podríamos mencionar la erosión de valores morales, la aceptación de la desintegración de la familia y el divorcio como algo normal, la búsqueda egoísta del dinero y el estatus, inclusive, ahora tiene un evangelio identificado con esto. El evangelio de la prosperidad. Podríamos mencionar el caballo troyano del pragmatismo, la psicología. Podríamos mencionar el caballo troyano del misticismo, las búsquedas intuitivas de la verdad. La Iglesia ha metido a muchos caballos troyanos y están permitiendo que entren los ejércitos enemigos en la Iglesia.

Esta es una estrategia satánica. Satanás no va a venir a la Iglesia, al púlpito, por invitación porque no lo van a invitar. Él no va a entrar a una iglesia evangélica o a una televisión o radio cristianas y vender sus mentiras miserables y doctrina pervertida abiertamente como Satanás. Él no lo va a vender de manera opuesta a la verdad. Él va a venir como un regalo, como un caballo troyano. Y él va a hacer algo sutil. Él va a promover sus mentiras y engaños de manera sutil, de manera engañosa, alejando a la gente de la verdad de Dios y llevándola al error destructivo. Va a mezclar un poco de verdad, él va a colocarlo en la boca de uno que dice hablar por Jesucristo. Él va a incluir algunos versículos bíblicos en esta idea. Él va a apelar o va a hacer que apela al egoísmo del hombre y al orgullo y a la carne en el nombre de la bendición espiritual. Y multitudes, de manera ingenua, por no ser discriminadores, van a ser como ovejas llevadas al matadero.

Pablo lo dijo cuando escribió a Timoteo, él dijo: “así va a ser. Espéralo.” En los postreros tiempos, algunos apostatarán de la fe porque han puesto atención a espíritus engañadores y doctrinas de demonios hablados por mentirosos, hipócritas. Habrá engaño. Habrá hipocresía. Segunda de Pedro, Pedro dice lo mismo. Los falsos profetas, los falsos maestros, introducirán encubiertamente herejías destructivas. La gente seguirá su sensualidad. En su avaricia, los van a explotar. Son avaros, son sensuales, van a explotar mediante el engaño. Y hay millones de personas adentro de las paredes de la Iglesia en la actualidad quienes básicamente, están siendo destruidas por los ejércitos invasores y extranjeros de los caballos troyanos que se les ha permitido entrar a las paredes de la Iglesia.

Ahora, nuestra única defensa es ser sanos, saludables y fuertes en el conocimiento de la Verdad. Nuestra única defensa consiste en ser personas que disciernen y que discriminan. El problema es que vivimos en una época en la que el clima en la Iglesia no tolera eso, Cuando discriminar y discernir no es popular.

El clima en la Iglesia en la actualidad, de hecho, es intolerante hacia el discernimiento. Quiere que todo el mundo sea amoroso. Quiere elevar el amor, la unidad y actitudes que no dividen, “no digas nada en contra de un hermano. No digas nada que sea divisivo.” Todo el mundo tiene derecho de creer lo que quiere, seamos amorosos. Seamos unidos. Y como le dije la última vez, Satanás sabía que no recibiríamos la teología liberal. Y entonces, nos vendió la hermenéutica liberal, la cual eventualmente nos va a llevar a su teología.

En lugar de interpretar la Biblia en base a un entendimiento histórico gramático, contextual del texto, estamos desarrollando una tolerancia para toda postura en el nombre del amor y la unidad y un espíritu que no divide. Eso es veneno mortal para la Verdad. Si usted se esfuerza por nombrar nombres o trazar líneas o decir esto es verdad y eso es falso, y usted discrimina y discierne, algunos inclusive lo atacarán a usted. Y normalmente, con lo que atacan es con un pasaje de las Escrituras que dice: “no toquéis a Mis ungidos y no dañéis a mis profetas.” ¿Ha oído eso? Primera de Crónicas 16 y el Salmo 105, ambos capítulos incluyen un versículo que dice eso. No toquéis a Mis ungidos y no dañéis a mis profetas.

Y usted necesita saber que un entendimiento apropiado de eso no significa lo que la gente dice que significa y cómo está siendo usado en la actualidad. Tocar significa herida física en el hebreo. Dañar de manera corporal. Ungido tiene que ver con los Reyes. Lo que él está diciendo es “no maten al rey. No dañen corporalmente al rey.”

Y la segunda parte del versículo, no dañen a Mis profetas, la palabra dañar significa daño físico de nuevo. Herida física. Mis profetas son aquellos que hablan Mi Palabra. Un verdadero profeta, quien estaba bien cuando hizo una predicción 100% de las ocasiones que lo hacía. No dañen físicamente a un verdadero profeta y no dañen físicamente a un rey. Eso está muy lejos de evaluar la teología de un hereje quien no es un verdadero profeta ni un rey. El ser suave en contra de los falsos maestros ha dañado el manantial de la Iglesia.

Ahora, quiero ser muy franco con usted y ayudarle a entender esto. Hay una tolerancia en la actualidad para todo tipo de aberración en la Iglesia y, por lo tanto, está llena de caballos troyanos, permitiendo que los ejércitos invasores entren y confundan y destruyan. Siempre he creído y continúo hasta el día de hoy, creyendo que ningún hombre ha dañado más la moralidad de Estados Unidos que Phil Donahue. Eso, más allá de cualquier otra persona, ese hombre realmente ha sido el promotor primordial en la desintegración de la moralidad estadounidense.

Usted pregunta por qué. No necesariamente debido a sus posturas. Es muy difícil descubrir lo que él realmente cree acerca de algo. No es porque él expresa sus posturas, es porque él le da plataforma toda aberración. En su programa de televisión, desde su comienzo, ha promovido, le ha dado la plataforma a toda aberración, desviación, perversión que esta cultura jamás haya inventado. Y lo que él ha hecho, en lugar de presentarlo como una aberración o perversión, las ha reducido a nada más que una curiosidad. Simplemente, una curiosidad nueva. Y entonces, elimina el show y el trauma de la perversión. La reduce a algo de lo que ser ríe la gente, algo que no tiene más consecuencia que un grupo de amas de casa que entran en el estudio y bromean con sus bromas torpes al discutir. Esta perversión es reducida algo trivial. Entonces, la moralidad es trivial y la aberración es trivial. No es nada más que una curiosidad y debe ser aceptada y entendida y simplemente, hay personas que son así. No es simpático. No es raro, no es extraño, pero nunca está mal. Nunca.

Bueno, si usted transfiere eso al mundo cristiano, seré muy franco con usted al decirle que alguien como Paul Crouch y Jan en la red llamada TBN es a la Iglesia lo que Phil Donahue es al mundo. Han creado un ambiente en la televisión que le da plataforma a toda aberración teológica existente. Y usted puede ver y observar todo desde lo bueno y lo justo a lo peor de lo que está ahí afuera. Pero nunca emiten un juicio de valor acerca de algo. Nunca. Pero lo que ha sucedido es que la plataforma se ha producido, se ha creado, para toda aberración teológica de una manera que no juzga nada, que literalmente ha suavizado la capacidad de la Iglesia de discernir. Todo es tolerado, todo es aceptado. Todo punto de vista está bien. El deseo de toda persona está bien, siempre y cuando no digamos nada negativo acerca de nadie más, mantenemos el Espíritu de amor y unidad en Cristo, lo cual, como dije hace un momento, es la hermenéutica liberal y así es como terminaron con un rechazo de la Trinidad, la Deidad de Cristo, la Deidad del Espíritu Santo y el resto de las cosas que niegan. La Iglesia en la actualidad está llena de error y confusión.

Y esa es la razón por la que es tan esencial que nosotros ejerzamos discernimiento. Mientras que, al mismo tiempo, quizás no sea popular, obedeceremos lo que dice el versículo 21. Examinadlo todo. Todo lo que encontremos bueno, nos vamos a aferrar a ello. Y lo que esté equivocado en cualquier forma, vamos a rechazarlo. A pesar de toda la mortalidad de estos caballos troyanos, la Iglesia continúa metiéndolos dentro de sus muros. De sus paredes. Entonces, estamos tratando de ayudarle a pensar un poco acerca de este tema del discernimiento.

Entonces, estamos respondiendo algunas preguntas. ¿Recuerda usted la pregunta número uno? ¿Por qué hay una falta de discernimiento? Esa fue nuestra primera pregunta y ya le he dado la respuesta a eso. Lo voy a repasar brevemente. ¿Por qué hay una falta de discernimiento? Le di estas razones. Número uno. Un debilitamiento de la claridad y convicción doctrinales. Un debilitamiento de la claridad y convicción doctrinales. Y hemos explicado esto a detalle. La doctrina no es considerada como algo amoroso y la doctrina no es considerada relevante.

En segundo lugar, no ser antitéticos. No estar dispuestos a ser blanco y negro, absolutos. Estamos metidos en el relativismo. No decir “bueno, aquí hay una tesis. Ofrezco una antítesis que dice que eso está mal.” El cristianismo relevante ahora es relativo. Es subjetivo. Es experimental. Cualquier cristiano que discierne puede ver esto.

Inclusive, hace años atrás cuando C.S. Lewis escribió Cartas a un Demonio, el cual es un encuentro imaginario con el jefe de los demonios, quien está desarrollando una estrategia para destruir la Iglesia. Y él está tratando de preparar a otro demonio con otro nombre acerca de cómo destruida la Iglesia. Y en un pequeño escenario, este demonio instruyendo al otro le dice: “así es como tienes que mantener a los cristianos de manera totalmente confundidos.” “Mantén su mente lejos de la antítesis entre lo que es lo verdadero y lo falso.”

Y C.S. Lewis tenía razón. Si usted puede hacer que los cristianos abandonen la enseñanza crítica antitética y conocer la diferencia entre lo que es verdadero y falso, usted puede confundirlos de tal manera que usted puede enseñarles absolutamente cualquier cosa.

En tercer lugar, otra causa es una preocupación con la imagen y la influencia como la clave del evangelismo. Hemos hablado de la idea de que hay algunos en la actualidad que dicen que necesitamos suavizar nuestro mensaje, quitar toda la ofensa del Evangelio, hacer que los servicios sean cómodos y que los disfruten los pecadores incrédulos, quitar lo que puede ofender, confrontar, condenar, juzgarlos o convencerlos de pecado y buscar la popularidad con los que rechazan a Cristo, que no están convertidos.

Y si vamos a edificar la Iglesia, tenemos que ser populares con el mundo. La imagen y la influencia es lo que importa. Tenemos que salir y promover nuestro mensaje para que a la gente le guste, y si podemos empacarlo de tal manera que les guste, también les gustará Jesús.

En cuarto lugar, no interpretar apropiadamente las Escrituras. Y hablamos de esto la última vez. Usted tiene a predicadores no preparados, ignorantes y maestros que terminan inventando su propia teología, inclusive conforme hablan, ni siquiera saben lo que es, hasta que sale de su boca.

Hay otros que están preparados, pero no usan las herramientas para interpretar y prefieren contar anécdotas y predicar psicología y demás. Y tiene a otros que son demasiado flojos como para trabajar de manera diligente, como para aplicar esas capacidades para usar bien la palabra de verdad. Y entonces, usted tiene a algunos que creen la verdad, que simplemente emana de manera subjetiva. Y entonces, realmente usted ha rebajado la importancia de la interpretación del proceso de interpretación de las Escrituras. Y la Iglesia es débil en su capacidad de interpretar la Biblia de manera apropiada.

En quinto lugar, otra causa de este desastre en la Iglesia, la falta de discernimiento es no disciplinar en la Iglesia. Y le dijimos que en donde usted disciplina el pecado en una Iglesia, usted levanta una pared, un muro entre la Iglesia y el mundo. Y es claro que el mundo está aquí y la Iglesia está aquí. Y usted puede distinguir entre los dos. Si usted no disciplina en la Iglesia, el mundo entra a la Iglesia. Se mezclan. Y usted no puede distinguir el uno del otro. Y entonces, usted no puede implementar la disciplina de la Iglesia porque, ¿A quién va usted a disciplinar? Usted ha derribado el mundo entre el mundo y la Iglesia. Esa resistencia a enfrentar de manera firme, fuerte y públicamente al pecado lleva a una falta de discernimiento en la Iglesia.

Y finalmente, inmadurez espiritual. Hablamos del hecho de que los cristianos inmaduros no pueden discernir. No tienen sus sentidos ejercitados para discernir entre el bien y el mal. Son como los niños llevados por doquier por todo viento de doctrina. Ahora, esas son las causas para la falta de discernimiento espiritual. Tomemos una segunda pregunta. Y después, una tercera esta mañana; y vamos a concluir con nuestra serie.

Segunda pregunta: “¿qué es el discernimiento espiritual? Muy bien, hemos visto que no lo tenemos. Ahora, vamos a encontrar una definición. ¿De qué estamos hablando? ¿Qué es esto? Antes de que le dé una definición simple, permítame que le diga que cualquier pastor o cualquier maestro de la Biblia o cualquier profesor que enseña la Palabra de Dios debe rendir cuentas por conocer la respuesta a esta pregunta. ¿Qué es el discernimiento espiritual? Ciertamente, debe estar en todo examen de ordenación. ¿Qué es el discernimiento espiritual y qué tan importante es? ¿Por qué? Porque es lo que hacemos. No es diferente de un doctor cuya profesión es el discernimiento. La tarea de ser un doctor médico eficaz es que usted tiene que tener la capacidad de ver la situación de una persona de manera física, a nivel físico; y usted, a través del entendimiento apropiado, debe juzgar qué condición es, qué significa y cuál es la cura. Todo tiene que ver con el entendimiento, identificar los síntomas, evaluar ciertos factores en la vida y determinar lo que está mal y determinar lo que está bien, qué es lo que tiene que hacer con lo que está mal para que pueda ser corregido. Debemos diagnosticar y encontrar una cura. Es como si fuéramos doctores o personas en el campo médico.

Y lo mismo es el caso en términos del ministerio. Nuestra responsabilidad consiste en discernir. Discernir la verdad de Dios y su aplicación a la vida espiritual. Debemos estar muy, muy bien preparados y ser muy capaces en el asunto del discernimiento. Ahora, necesitamos hacer eso para que podamos evaluar la verdad y el error y para que podamos aplicar la Verdad de manera apropiada. Eso es lo que hacemos. Cualquier persona en el ministerio que no discrimina y que no discierne, ha fracasado en aquello a lo que han sido llamados y en aquello a lo que han sido preparados a hacer. En esto consiste lo que hacemos.

Ahora, permítame darle una definición simple. El discernimiento es la capacidad de separar la Verdad Divina del error y la verdad a medias. Es la capacidad de separar la Verdad Divina del error y de la verdad a medias. Hemos sido llamados a hacer esto. En 1 Timoteo, recordará usted que Pablo le está escribiendo a él y nos da cosas que necesitamos saber si estamos en el ministerio, porque esto se aplica a nosotros. Él dice: “constantemente,” 1 Timoteo 4:6, “debes estar constantemente nutrido con las palabras de la fe y de la sana doctrina que has seguido y no debes tener nada que ver con fábulas mundanas que son apropiadas sólo para mujeres de edad.” Lo cual en cierta manera era una manera de expresar la filosofía contemporánea.

Usted tiene que conocer la diferencia entre lo que está saliendo del mundo y la verdad de Dios. Usted viene que conocer eso. Usted tiene que tener la capacidad de distinguir eso. Si quiere ser un buen siervo de Jesucristo, debe estar nutrido de manera continua por las palabras de la fe de la sana doctrina y poder reconocer la basura. Usted tiene que tener la capacidad de hacer eso.

Más adelante en el 4:13, él dice: “ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.” Y ahí en el versículo 16: “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina.” Debes separar. Debes conocer la Verdad, debes distinguirla del error.

Vaya al 6:2, él dice: “Y los que tienen amos creyentes, no los tengan en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su buen servicio.” Después de toda esta enseñanza, él dice esto - y esto incluye todo lo que tenemos, regresando hasta el versículo 5, y dice: “esto manda y enseña.” Y en el versículo 3: “Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe.”

Ahora, usted tiene que tener la capacidad de distinguir. Si alguien viene con algo diferente, él está envanecido. “…está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales.” Debes apegarte a estos principios y cualquier cosa que no esté de acuerdo con esto, está engañando y no sabe nada. Eso es un llamado al discernimiento.

Ahí en el versículo 13, él manda de nuevo a Timoteo; y después, en el versículo 14 a que guarde el mandamiento. Y yo tomo ahí el mandamiento significa, involucra o incluye toda la Escritura revelada. Guárdalo, protégelo, “…que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo.”

Después, vaya al versículo 20: “Oh Timoteo,” ahora se está apasionando, “guarda lo que se te ha encomendado,” ¿qué es eso? La Verdad, la Verdad. “Evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada ciencia, la cual profesando algunos, se desviaron de la fe.” Timoteo, guarda la Verdad. Guárdala y conoce la diferencia entre la Verdad y el error mundano y las palabras vacías y la falsamente llamada ciencia.” Tienes que hacer eso. Eso es discernimiento.

Esas son palabras fuertes, amados, preservar la Verdad no adulterada y pura y guardar el tesoro en contra de aquellos que lo quieren corromper. Entonces, cualquier persona en el ministerio es llamado a la tarea de desarrollar y refinar la capacidad de separar la Verdad Divina del error y de la verdad a medias.

Ahora, podría ser útil hacer algo del estudio de trasfondo de las palabras que son usadas en la Biblia de manera muy breve. Dos palabras clave emanan de las Escrituras cuando hablamos del discernimiento. Una es la palabra hebrea bîn y la otra es la palabra griega diakrinō. El término hebreo bîn es utilizado 247 veces en el Antiguo Testamento y ha sido traducido en varios modos diferentes. Algunas veces, es traducido discernir; algunas veces, distinguir; algunas veces, entender. Pero tiene la idea de tener la capacidad de separar. Está relacionado con el nombre bayin, que significa espacio en el medio. Inclusive, está relacionado con el término, el término de preposiciones, el cual es ben.  Bayin, ben, bîn. Lo cual significa “separar” o en “medio”.

Entonces la palabra, tiene la idea de tener la capacidad de colocar espacio entre cosas. Usted no puede mezclar esto. Esto está por aquí, esto está por allá. No se mezclan. Eso significa que está separando dos realidades que no se pueden mezclar. Y ese es un proceso de separación en el que consiste el discernimiento. Separar algo de otra cosa porque hay una diferencia allí y debe hacerse una distinción. El discernimiento, entonces, es, decimos, es la capacidad en llegar al entendimiento y al conocimiento de la Verdad de Dios mediante un proceso de separación.

Yo hago esto todo el tiempo. Todo lo que leo, todo lo que oigo, tengo que colocarlo por el filtro y separar lo que no es verdad de lo que es verdad. Ese proceso de separación es el discernimiento. Nuevamente, es el concepto de antítesis.

Ahora, el término griego es diakrinō. Significa separar. A menudo es traducido juzgar. Pero, ¿qué es lo que hace un juez? Un juez es un juez, en teoría, porque él tiene la capacidad de oír una cantidad enorme de información, leer una cantidad de información enorme y separar ¿qué? La verdad del error. Y hacer un juicio. Eso es lo que hace un juez. Él discierne. Nuevamente, la palabra diakrinō tiene la idea de separar de tal manera que alguien pueda emitir un juicio o una decisión.

Entonces, el discernimiento espiritual es la capacidad de separar la persona de Dios, la obra de Dios, la voluntad de Dios, la verdad de Dios de todo lo demás que quiere infiltrarse en ello. Es la capacidad de conocer esa voluntad de Dios que es buena, agradable y perfecta, de la que Pablo habló en Romanos 12:2, la cual es mediante la renovación de su mente. Es esa capacidad de la cual el apóstol Pablo escribió en Colosenses 1:9, cuando él dijo: “quiero que estén llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual para que puedan andar de una manera digna. Quiero que conozcan la voluntad de Dios. Quiero que disciernan la verdad de todo.” Esa es la clave. Emitir un juicio, hacer una separación, hacer una distinción.

Entonces, como cristianos, somos llamados al discernimiento. Y cuando dice examinadlo todo, es separar el error de la verdad. ¿Por qué? Porque Dios ha dado verdad. Él quiere que sea protegida y que sea trasmitida a la siguiente generación, pero Satanás, no sólo quiere destruir la verdad, sino que quiere infiltrarse la verdad con ¿qué? Con error. Meter a los caballos troyanos para que las puertas puedan ser abiertas y todo el enemigo puede entrar corriendo dentro de las paredes de la Iglesia y usted tenga caos absoluto.

Ahora, eso nos lleva a la última pregunta. Y quizás, la más importante. Y esa es: ¿cómo puedo convertirme en una persona que discierne? Espero que usted esté motivado a ser una persona que discierne. La pregunta es cómo se convierte en una. Le voy a dar algunos pasos simples.

Paso uno: deseo. Deseo. Comienza ahí, comienza ahí. Si usted no tiene deseo de discernir, créame que usted no lo hará. Si su único deseo es ser feliz, tener salud, tener riquezas, ser próspero, sabio; si su único deseo es estar satisfecho, estar cómodo. Si su único deseo es propagar lo que usted cree y lo que usted siente y lo que usted piensa. Si su único deseo es asegurarse de que lo que usted cree sea oído en todos lados, usted nunca será una persona que discierne.

El discernimiento sale de un deseo nacido de la humildad. Una humildad que dice: “no sé y no confió en mi propio juicio, debo convertirme en alguien que discierne.” Un deseo que viene del hecho de que yo creo tanto en la Palabra de Dios y la verdad de Dios y entiendo de manera tan clara los ataques de Satanás y su deseo de infiltrar la herejía que destruye, que debo ser una persona que discierne. Sé que tengo la capacidad de engañar, puedo ser engañado. Sé que no puedo confiar en mis propios sentimientos y anhelos y emociones y pensamientos y conceptos. Debo discernir. Sé que puedo ser desviado y engañado por la falsa doctrina. Debo discernir. Sé que puedo controlar mi teología por mi deseo egoísta. Debo discernir. Y cuando a partir de la humildad de su propia ineptitud y el reconocimiento de su propia debilidad, usted dice “anhelo discernir,” usted está en el camino. Ese es el paso uno.

Proverbios 2, permítame leérselo. Proverbios 2:3: “Si clamares a la inteligencia,

Y a la prudencia dieres tu voz; Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, entonces discernirás.” Entonces, lo obtendrás. Y usted podrá discernir lo que verdaderamente es el temor del Señor y el conocimiento de Dios. Cuando usted lo quiere, cuando lo desea, cuando tiene hambre por ello, esto motiva todo.

En algún punto a lo largo del proceso, obtuve ese deseo. No conozco todos los componentes, pero en algún punto a lo largo del proceso, me vi motivado por conocer la verdad de Dios. Y yo, hasta el día de hoy, no estoy satisfecho con algo que simplemente surge. Todo lo que leo, lo analizo y atravieso por este proceso de separación en mi mente. Y si usted viera en mi biblioteca cualquiera de los libros que yo he leído, usted vería pequeñas cosas en el margen que dicen “eso es verdad” o un signo de interrogación - ¿de dónde salió esto? - eso no es preciso, líneas rojas tachando algo. Leo así, pienso así, porque tengo tanto deseo por conocer la Verdad que he tenido ese conocimiento implantándose de manera directa a sí mismo en mi vida y afectando cómo vivo e implantándose a sí mismo de manera directa en las vidas de toda persona que me oye y afecta cómo viven.

Entonces, es una responsabilidad inmensamente grande. Tengo un alto concepto de las Escrituras, tengo un deber de trazarla de manera correcta e interpretarla de manera correcta. Y entonces, tengo el deseo de discernir.

Y de nuevo, eso nace de la humildad que dice “no puedo conocer esto por mí mismo. No tengo todas las respuestas en mí, pero sé que Dios quiere que conozca Su verdad y sé que Él quiere que interprete correctamente Su Palabra. Y sé que Él quiere que yo discierna. Y entonces, voy a buscar eso.”

En segundo lugar, oración. Oración. Aquí está el equilibrio de la dependencia en el Señor, por supuesto, para el proceso. Usted puede tener toda la ilusión del mundo, pero usted tiene que depender de Él. Aquí está una ilustración de esto, ahí atrás en 1 Reyes capítulo 3. En 1 Reyes 3:9, Salomón oró a Dios y él dice: “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo;” Salomón dice que quiere discernimiento. Quiere discernimiento. ¡Qué gran petición! “…porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?” Tengo que tener discernimiento.

Y el versículo 10 dice: “Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.” Dios bendijo la petición por discernimiento. Versículo 11: “Y le dijo Dios: Porque has demandado esto,” discernimiento, la capacidad de separar entre lo que está bien y lo que está mal, lo que es correcto y lo que es incorrecto, “y no pediste para ti…” ¡Hombre! Aquí está el problema básico. La gente que busca discernimiento está dispuesta a salirse de sí misma. En la actualidad, el cristianismo cultiva un egoísmo tan grande que la gente realmente no está interesada en discernir. Lo único que le interesa es obtener lo que necesitan.

Él dice: “no has hecho eso”. Las tenido la oportunidad de pedir lo que quisieras. Pudiste haberte metido ahí en el grupo de nombrar y reclamarlo y el grupo de la fe y el grupo de la prosperidad y el grupo de la larga vida. Podrías haber pedido riquezas para ti mismo, y ciertamente esto existe en la actualidad. Usted tiene a este grupo. Y pudiste haber pedido la vida de tus enemigos. Pudiste haber estado entre los que buscan la venganza. Pero no fue así. No pediste nada para ti mismo. Pero pediste discernimiento. Entender la justicia. Y he aquí, he hecho conforme a tus palabras, te he dado un corazón sabio y que discierne de tal manera que no ha habido alguien como tú ni habrá alguien como tú.

Hombre, esto realmente es una ilustración de Santiago 1:5: “si alguno no tiene sabiduría, ¿qué? Pídala a Dios que da a todos abundantemente y sin reproche.” El equilibrio claro en términos de deseo es la oración. Puedo desear el discernimiento, pero debo depender del Señor para el proceso de volverme alguien que discierne como Salomón, la oración. Le ruego a Dios para que me haga alguien que discierne. Le ruego a Dios para que me enseñe el discernimiento, que me conceda eso.

En tercer lugar, en esta pequeña serie de pasos para volverte en alguien que discierne. Uno, un deseo. Dos, es oración continua, presenta esto delante del Señor. Y esto también refleja su humildad porque reconoce que usted no tiene lo que necesita, pero Él sí.

En tercer lugar, aprenda de los dotados. Aprenda de los dotados. Usted va a descubrir en su vida y en la Iglesia que hay personas que tienen la capacidad de discernir. De hecho, es bastante interesante ver 1 Corintios capítulo 12 y en la lista de dones espirituales que es dada en este capítulo, en 1 Corintios 12:10, menciona el don con la capacidad del discernimiento de espíritus. El discernimiento de espíritus.

Ahora, esto es bastante interesante porque las Escrituras realmente no dicen nada acerca de esto. Dice en 1 Juan 4:1: “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.” Entonces, sabemos que a principios de la Iglesia los demonios y Satanás venían y estaban tratando de infiltrar a la Iglesia con sus mentiras. Era importante que la Iglesia discerniera entre los verdaderos voceros de Dios y algún demonio. Ahora recuerde, ellos no tenían el texto de las Escrituras completo en sus manos todavía. Todavía estaba siendo escrito. Entonces, no tenían una revelación completa a la que podían referirse y probar todo a la luz de ella.

Entonces, ¿cómo sabían a quién creer? ¿Cómo sabían ellos quién hablaba realmente en el Dios? Bueno, había algunos en la Iglesia que tenían la capacidad de discernir eso. Podría ser que inclusive funcionara de alguna manera muy espiritual, no sólo de manera terrenal, sino de una manera muy sobrenatural. Que Dios, de hecho, les daba la capacidad de saber que este era un espíritu demoníaco. Pudieron haber tenido esa capacidad porque sabemos, por ejemplo, recuerda usted en Hechos 16, que una mujer vino a donde Pablo y Silas estaban y esta mujer dijo de Pablo y Silas esas palabras tan conocidas: “estos hombres son siervos del Altísimo, quienes os anuncian el camino de la salvación.”

Ahora, ¿fue eso verdad? Absolutamente verdadero. Pablo y Silas eran siervos del Dios altísimo y estaban anunciándonos el camino de la salvación. Eso era absolutamente verdad. Pero Pablo sabía que eso venía de un Espíritu demoníaco que estaba viviendo en esa niña. Y se acuerda usted, después de escucharlo por un tiempo, él expulsó al demonio porque él conocía la sutileza de ese espíritu demoníaco que estaba hablando la verdad de tal manera que la gente creería a esta niña. Y una vez que le creyeran, como alguien que hablaba la verdad, creyendo que ella estaba hablando la verdad de Dios, entonces, ella les hablaría mentiras; y ellos, las recibirían de manera ingenua. Entonces, era necesario que Pablo, por la gracia de Dios, tuviera el discernimiento necesario para saber lo que realmente estaba pasando.

En la primera creación de la Iglesia, entonces, tanto para discernir la verdad del error y a un Espíritu verdadero de uno falso, aparentemente Dios dio a algunos la capacidad de discernir. Ellos eran la policía, la guardia, el centinela de la Iglesia.

Ahora, la pregunta que surge es: ¿acaso este don todavía existe? ¿O fue sólo para ese entonces? Bueno, no hay nada en las Escrituras que indique que ha cesado de existir. No hay nada en absoluto que se diga acerca de esto. No tenemos razón de asumir entonces que ha cesado. Yo me siento cómodo en decir que no tengo problema dejando que el don continúe existiendo en la Iglesia adoptando una manera diferente de operación, que funcione de una manera diferente.

En la actualidad, todavía puede ser usado en las vidas de algunas personas para proteger a la Iglesia del error. Hay algunas personas en la Iglesia a quienes Dios simplemente les da la habilidad de discernir. Están capacitados para guiar a la Iglesia en distinguir la Verdad del error. Inclusive, podríamos llamarlos “teólogos”. Podríamos llamarlos “eruditos bíblicos,” en general. Esas personas que vienen y que pueden pensar de manera crítica y analítica y cuidadosa y con cuidado inclusive históricamente. Y saben de dónde ha salido el error y que pueden decir “aquí hay un entendimiento apropiado de esto”. Y ellos se vuelven los policías de la Iglesia. Los colocamos en seminarios y enviamos a jóvenes a que aprendan de ellos. ¿Por qué? Para que aprendan a discernir al aprender cómo estos hombres disciernen.

No sé cómo usted lo quiere llamar. Quizás, usted se siente incómodo llamándolo todavía el don de discernimiento de espíritus, pero me parece obvio que Dios ha colocado a algunos en la Iglesia que de manera única son modelos de discernimiento que podemos seguir. Leo libros. Cuando hay algún asunto que quiero enfrentar, hay ciertos autores que sé que han escrito en esa área. Y quiero saber lo que dicen, porque me ayudan a entender lo que está pasando por la claridad con la que pueden discernir ciertas áreas de verdad.

Los falsos profetas están en todos lados en la actualidad. En todo lugar. Caballos troyanos están siendo metidos en la Iglesia diariamente. Y hay algunas personas que son dotadas por Dios para desenmascarar estos falsos profetas, algunas personas dotadas por Dios para discernir estas cosas.

Yo me acuerdo cuando estaba creciendo y la Iglesia, realmente estaba involucrada en el trabajo inmenso de atacar a las sectas como los mormones y los testigos de Jehová y varias otras sectas. Hubo una proliferación de escritos en contra de las sectas por parte de personas que obviamente se habían levantado dentro del cuerpo de Cristo para ayudar al cuerpo a pensar de manera crítica y de manera clara acerca del error de esos grupos en particular.

Entonces, hay algunos que están desenmascarando a los falsos profetas. Necesita aprender de ellos, sea que usted se siente bajo su enseñanza, se siente bajo su predicación, lea sus libros o sea que los conozca personalmente. Ellos están en la Iglesia en la actualidad quizás para identificar a los demonios, quizás, para identificar la carnalidad. Ciertamente, para identificar el error en la doctrina. Son atalayas para la Iglesia. Aprendemos de ellos.

En cuarto lugar, el siguiente paso. Comienza con el deseo, pasa a la oración, aprende de aquellos que tienen el discernimiento y están dotados en esa área. En cuarto lugar, siga el patrón de los maduros. Manténgase en el patrón de los maduros. Manténgase en ese camino. Los cristianos maduros pueden discernir. Tienen sus sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal, dice en Hebreos 5.

La gente madura tiene discernimiento. Eso es lo que Hebreos 5 está diciendo. Efesios 4, “no sea como un niño que es arrojado por doquier de todo viento de doctrina sin discernir.” Los niños no disciernen. De hecho, es un gran desafío, no es cierto, criar a un niño que discierna. Toma años. Y usted continuamente lo hace, inclusive cuando sus hijos ya llegan a ser adolescentes, todavía están tratando de enseñarles. “Espera un momento. ¿Me estás diciendo eso? Pensemos en eso. ¿Entiendes en qué consiste eso?” “No.” “Bueno, permíteme ayudarte. Permítame ayudarle a discernir eso.” Eso es parte de criar un hijo, ¿no es cierto? Criar a un hijo sabio. Es un proceso.

Lo mismo es espiritualmente. Usted no sólo se acuesta una noche y dice: “Señor, ayúdame a discernir y se despierta a la mañana y dice: “Ah, ya discierno.” No. Es un proceso. Significa que usted sigue el camino de la madurez.

¿Cómo se vuelve usted maduro? “Como niños recién nacidos desead la leche espiritual no adulterada para que por ella crezcáis,” 1 Pedro 2:2. Usted llega a ser maduro mediante la Palabra. Y usted crece y llega a ser maduro a través de las pruebas. “Y después de que hayáis padecido por un poco de tiempo, el Señor os perfeccione.” Entonces, hay un proceso. Siga el camino de la madurez. Esté insatisfecho en donde usted está. Busque el crecimiento.

En quinto lugar, dependa del Espíritu Santo. Dependa del Espíritu Santo. Usted debe andar en el Espíritu. Usted debe ser lleno del Espíritu porque el Espíritu es el que verdaderamente discierne. El Espíritu es el agente verdadero de discernimiento. Él es el que Jesús dijo en Juan 16:13, “que os guiará a toda la verdad”. Él lo va a llevar a toda la verdad. Esa es Su función. Esa es Su tarea. Él es el agente verdadero del discernimiento.

Primera de Corintios 2:16 dice: “el único que conoce la mente de Dios es el Espíritu de Dios. El único que conoce perfectamente la mente de Dios es el Espíritu de Dios.” Usted tiene al Espíritu de Dios, por lo tanto, tiene la mente de Cristo. ¡Qué afirmación! Primera de Juan 2:20 y 27: “ustedes tienen una unción de Dios, de tal manera que no necesitan que ningún hombre les enseñe,” esa unción es el Espíritu Santo.

Dependa del Espíritu de Dios. Conforme usted está lleno del Espíritu, conforme usted camina en el Espíritu, es obediente a Dios, enfrentando el pecado en su vida, confesándolo, viviendo una vida pura y santa, cediendo al control del Espíritu de Dios a través de la Palabra de Dios, el Espíritu de Dios lo va a hacer una persona que discierne.

Después, en último lugar, y sobre cualquier otra cosa, lo más importante, el estudio diligente de las Escrituras. El estudio diligente de las Escrituras. Usted no se va a volver una persona que discierna sin importar lo mucho que lo desee, sin importar lo mucho que ore al respecto, sin importar qué tan fielmente siga el liderazgo de una persona que discierne, usted no se va a volver una persona que discierne sin importar qué tan maduro usted quiera ser y no importa cuánto dependa usted del Espíritu Santo a menos de que usted estudie de manera diligente la Palabra de Dios. Porque ahí es donde usted va a aprender los principios para el discernimiento. Porque ahí es donde usted va a aprender la Verdad. Se acuerda usted de la Iglesia noble de Berea, apenas nuevos en la fe, pero en Hechos 17:11 dice que escudriñaban las Escrituras cada día para ver si estas cosas eran así. Aquí estaban realmente saliendo de un trasfondo en el que no conocían a nada, pero sabían lo que tenían que buscar; y entonces, fueron al Antiguo Testamento para ver si estas cosas eran así.

El discernimiento florece sólo en un ambiente de estudio bíblico fiel e intenso. Lo vuelvo a decir. El discernimiento florece sólo, únicamente en un ambiente de estudio bíblico fiel e intenso. Esa es la razón por la que en Hechos 20, cuando Pablo estaba tan preocupado por los ancianos efesios, él dice: “porque yo sé que después de mi partida, lobos perversos van a tratar de destrozarlos”. Los caballos troyanos van a venir, el enemigo va a infiltrarse. Ustedes van a creer algo de error; de vosotros mismos van a levantarse hombres perversos que los van a desviar. Van a tener caos doctrinal, confusión doctrinal aquí. Y entonces, “os encomiendo a la palabra de Su gracia que tiene poder para sobre edificarlos.” La Palabra. La Palabra.

Observe conmigo 2 Timoteo 2:15, simplemente para tocar este versículo con referencia a su importancia. Ahora, usted tiene que tener la capacidad de distinguir al final del versículo 15 entre la palabra de verdad y las especulaciones vacías. Las palabras mundanas que llevan a la impiedad. Usted debe tener la capacidad de distinguir entre la palabra de verdad, como dijimos la última vez y las cosas torpes, insensatas que se inventan y dicen “la resurrección ya sucedió,” y trastornan la fe de algunos.

Usted tiene que tener la capacidad de distinguir entre la Verdad y el error. Usted tiene que hacerlo. Y así es como lo hace. “Procura con diligencia,” eso presenta un retrato de un trabajador está dando su máximo esfuerzo y excelencia en su trabajo, “procura con diligencia presentarte a Dios aprobado.” Eso significa literalmente estar al lado de Dios como digno de Su compañía. Hombre, si voy a estar al lado de Dios y decir: “soy digno de Tu compañía, Señor, porque Tú y yo creemos lo mismo,” va a demandar mucho esfuerzo si voy a ser aprobado por Dios a ese nivel.

Después, él dice: “como obrero que no tiene de qué avergonzarse.” La palabra avergonzarse es la palabra clave. Debe avergonzarse usted de la calidad baja de trabajo realizado en la Palabra si es un esfuerzo deshonroso. Debe tener la capacidad de ponerse de pie al lado del Señor y en Su presencia decir: “Señor, prediqué exactamente lo que escribiste en la Palabra. Fui fiel a ello. Lo busqué de manera diligente. Lo estudié de manera diligente para que pudiera representarlo de manera fiel.” ¿O quiere usted llegar a un punto en el que Él le diga usted “estoy avergonzado de ti”? Estoy avergonzado de la manera equivocada en la que tú trataste Mi Verdad. Estoy avergonzado de tu incapacidad de distinguir la Verdad de las especulaciones mundanas, vacías, que llevan a la impiedad y que se esparcen como gangrena. Estoy avergonzado de tu incapacidad de identificar a los falsos líderes que se han desviado de la verdad y que han trastornado la fe de otras personas. Estoy avergonzado por la manera en la que tú has manejado mi verdad.

Escuche, si vamos a comunicar de manera apropiada la Palabra de Verdad, entonces, tenemos que ser muy diligentes en el estudio de la Palabra de Dios. No hay atajo para ello. No hay atajo. Es aquello que hace que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra, Pablo dice más adelante.

Entonces, si usted quiere discernir, demanda deseo, oración, ejemplo, madurez, el Espíritu Santo, estudio diligente, conocimiento de la Palabra. ¿Y qué va a suceder? Ese tipo de enfoque, si dirigimos nuestros caminos para seguir esos pasos, va a fortalecer la convicción doctrinal de la Iglesia. Va a hacernos antitéticos, absolutos, no relativos. Nos va a llamar a la disciplina de la Iglesia. Va a mantenernos alejados de las concesiones necias con el mundo. Va a hacernos buenos intérpretes de las Escrituras. Nos va a madurar. Va a honrar a Dios. Y después, seremos una Iglesia que discierne.

Permítame cerrar con Filipenses 1, un texto muy importante. Acompáñeme ahí. Filipenses 1:9: “y esto oro, que vuestro amor abunde más y más,” deténgase ahí. No estamos en contra del amor. No queremos ser personas que no amen. No queremos ser personas no amorosas. Quiero que su amor abunde aún más y más. Quiero más y más amor. Mas amor hacia otros. Y él está hablando de amor hacia otros, otras personas. Él dice: “quiero que su amor abunde.” No quiero que se piense de ustedes como alguien que no es amoroso. “Que abunde más y más en ciencia y en todo conocimiento.” ¿Ve eso? Usted no puede tener al amor como una hermenéutica. Usted no puede tener al amor como el principio de interpretación. Usted debe querer tener más y más y más amor, pero ese amor está contenido en el conocimiento real o el conocimiento de la realidad y el discernimiento. Entonces, aprobaréis lo que es mejor,” versículo 10. “Entonces, serán llenos del fruto de justicia,” versículo 11.

Ahora, debemos ser amorosos, pero un amor que abunde en conocimiento real y en todo discernimiento, aprobando lo que es excelente, siendo llenos del fruto de justicia y ambos versículos, 10 y 11, él dice, “y eso se va a manifestar en el futuro en su gloria.” Ese es el llamado de Dios al discernimiento. Inclinémonos en oración.

Señor, hemos sido bendecidos en estos días al haber considerado este tema importante. Y Te pedimos que nos des entendimiento, inclusive de esto para saber por qué hay una falta tan grande de discernimiento. Para entender lo que es el discernimiento. Y ahora, saber y cultivar ser una persona que discierne.

Padre, ayúdanos a guardar la Verdad, a guardar el tesoro, a transmitirlo de manera pura y no adulterada a nuestros hijos y a otra generación. Ayúdanos, Señor, a no ser víctimas de los caballos troyanos que han entrado a la Iglesia como regalos y han terminado liberando a muchos ejércitos enemigos para despedazarnos. Ayúdanos a examinar todo a la luz de las Escrituras, a usarlas como la plomada, como dijo Amós, por la cual medimos la Verdad.

Ayúdanos a no avergonzarnos para que algún día estemos a Tu lado y digamos “prediqué exactamente como Tú quisiste que predicara, conforme a lo mejor de mi capacidad. Fui fiel en discernir.” Concédenos esa capacidad para que podamos proteger la santidad y la justicia, la excelencia de Tu nombre y de Tu Iglesia por causa de Jesús. Amén.

 

 

 

 

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