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En esta noche, regresamos a nuestro estudio del libro de Apocalipsis. Una vez más, capítulo 6; viendo los versículos 12 al 17. Permítanme leerles el texto de las Escrituras. Apocalipsis 6, comenzando en el versículo 12: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: ‘Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?’”

En la actualidad, en el hombre está disfrutando de su día, pero pronto, será el Día del Señor. El Día del Señor. Uno de los temas centrales proféticos en las Escrituras es la venida del gran día de la ira de Dios también conocido como el Día del Señor. Es un día inevitable, aterrador en el futuro del mundo. Estamos leyendo de él en esta sección en particular en Apocalipsis. Y para que nosotros comprendamos a plenitud el sexto sello, necesitamos expandir un poco nuestro entendimiento y descubrir lo que la Biblia enseña acerca de este acontecimiento tan, tan importante llamado el Día del Señor.

Va más allá de lo que se dice aquí. Cubre textos de la Escritura del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Y no quiero excederme en explicar el punto. Pero creo que es esencial que usted tenga un contexto más amplio en el cual usted pueda encajar esta descripción del sexto sello. Y como dije en la última ocasión, el sexto sello realmente inicia el Día del Señor. Ya han habido juicios que podrían ser llamados la ira de Dios, pero este es el gran día de ira, éste es el día culminante del Señor hacia el cual todas esas cosas que han sucedido a manera de juicio previamente a este, han sido precursores, han sido advertencias preliminares.

Ahora, un texto excelente que debemos ver si vamos a entender este acontecimiento llamado el Día del Señor es 1 Tesalonicenses, capítulo 5. Y algunos de ustedes recordarán cuando estudiamos esto hace algunos meses atrás, pero permítame llevarlo de regreso a 1 Tesalonicenses, capítulo 5; y vean simplemente los primeros 3 versículos como punto inicial para entender las enseñanzas de las Escrituras acerca del Día del Señor.

El versículo 1 dice: “Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba.” Ahora esa frase “tiempos y ocasiones” en el versículo 1 es un término técnico para el período de tiempo cerca del tiempo del regreso del Señor. La palabra tiempos es chronos, tiene que ver con el tiempo en sí. El término ocasiones es kairos y tiene que ver con los acontecimientos que se llevan a cabo en ese entonces o esos tiempos. Entonces, él está diciendo ‘en referencia a los varios tiempos, los varios acontecimientos que giran en torno a la venida de Cristo, no necesitan que se les escriba algo’.

Inmediatamente, algo que viene a la mente es que habrá diferentes tiempos y diferentes acontecimientos que constituirán el tiempo del regreso de Cristo. Francamente, los tesalonicenses querían saber todos los detalles. ¿Cuánto tiempo falta para el Día del Señor? ¿Cuándo se llevará a cabo el rapto de la Iglesia? ¿Cuándo será establecido el Reino? Querían todos los detalles, danos el tiempo, danos los eventos, danos la secuencia.

Y la respuesta de Pablo es que la preparación espiritual no involucra fijar fechas. No involucra relojes y estar mirando el calendario. No involucra estar buscando señales como tales. Él dice, francamente, no necesitan que se les escriba nada. En otras palabras, no necesitan saber más de lo que ustedes ya saben. No es para su beneficio. No hay más detalles disponibles.

Jesús había dado bastante en Su respuesta a la pregunta de los discípulos en Mateo 24, ustedes recordarán lo que los discípulos le dijeron a Jesús -lo cual realmente detonó este sermón que llamamos el discurso del monte de los Olivos. Ellos dijeron: “Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de Tu venida, y del fin del siglo?” Danos la cronología, el reloj, el calendario, describe los acontecimientos. Ellos realmente querían saber lo mismo que querían saber los tesalonicenses. Recordarán que Jesús procedió a darles ciertas señales, ciertas cosas que podían buscar, esperar. Pero nunca les dio un tiempo específico para que supieran cuándo sucedería. Y nuevamente en el libro de los Hechos, capítulo 1, vemos las conocidas palabras de Jesús: “No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en Su sola potestad.”

No necesitan conocer todos los acontecimientos. No necesitan conocer el tiempo exacto. Saben lo que necesitan saber.

Y para entender lo que realmente está diciendo, debemos entender esto. Dios ha escogido no descubrir el tiempo del regreso de Cristo. Él no nos ha revelado cuándo es que vendrá el Día del Señor. Cuándo los acontecimientos asociados con el Día del Señor vendrán, cuándo serán abiertos los sellos, cuándo sonarán las trompetas, cuándo las copas eran derramadas. No sabemos específicamente el tiempo, en qué época, en que año, en qué fecha se llevará a cabo el rapto de la Iglesia. No sabemos cuándo vendrá el tiempo de la tribulación seguido del establecimiento del Reino glorioso milenario de Cristo.

La razón por la que no sabemos es porque el Señor no la ha revelado. Y la semana pasada oí que otro hombre, un hombre muy conocido en la radio que enseña la Biblia, nos dijo que va a suceder en el año 1994. Y la gente continúa haciendo esto. Acabamos de pasar un punto importante en la historia en el que literalmente millones de personas se han involucrado en un ministerio coreano que creía que el acontecimiento sucedería en cierta fecha en octubre. Claro, -o fue noviembre-, no sucedió, pero esta idea de estar fijando fechas continúa. Y nuestro Señor y el apóstol Pablo dicen y nos repite una vez más a lo largo de toda la literatura profética que no sabemos cuándo. Conocemos algunos acontecimientos generales. Sabemos algo acerca de la secuencia de las cosas. No sabemos cuándo es que esto sucederá. Por lo tanto, todas las generaciones viven con cierta cantidad de expectativa y cierta cantidad de espera.

En el versículo 2 él dice: “Porque vosotros sabéis perfectamente que el Día del Señor vendrá así como ladrón en la noche.” Y aquí él nos presenta el término el Día del Señor. Vendrá como ladrón. ¿Cómo viene un ladrón? Sin anunciar que viene, de manera inesperada, de pronto y buscando dañar. Usted no lo puede agendar, el día y la hora en el cual el ladrón vendrá. No le da esa información. Y así es como vendrá el Señor. Inesperadamente, repentinamente y dañando. Pero toda generación necesita, por lo tanto, estar alerta. En el sermón que mencionamos antes en Mateo 24, Jesús dijo en el versículo 42: “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.” Eso no es algo que el Señor ha escogido revelar. Versículo 50 del mismo capítulo: “vendrá el Señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe.” En el capítulo 25, versículo 13: “Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.” Y Lucas capítulo 12, versículos 35 al 40 básicamente dice lo mismo. No conocemos el momento específico que detonará los acontecimientos del Día del Señor, no conocemos el momento específico cuando el primer sello será abierto junto con el resto de los sellos; esas cosas no se nos han revelado.

Inclusive en un Apocalipsis 16:15 dice: “He aquí, Yo vengo como ladrón,” nuevamente, inesperadamente, de manera inesperada y para hacer daño. No sabemos cuándo sucederá el rapto. No sabemos cuándo se desatará la ira de Dios en el comienzo de los dolores de los cuales Jesús habló. Por lo tanto, no sabemos exactamente el tiempo de la gran tribulación y no sabemos en qué época, en qué siglo, en qué milenio, se abrirá el sexto sello y vendrá el Día del Señor. Nosotros no sabemos cuándo viene ese período de siete años y por lo tanto, en un sentido, es inminente. Podría venir en cualquier momento y todas las generaciones viven en cierto grado esperándolo. Toda generación es advertida de la ira del Dios que viene y deben estar listas para eso; y no sabemos el tiempo exacto.

Ahora permítame profundizar en esto. En este período de tiempo, luego de que la Iglesia será raptada, algunas personas que estén vivas durante este período de siete años de tribulación, serán redimidas. Y luego, por supuesto, hay una gran población de personas no redimidas; inclusive gente que pueda ver durante el primer sello, el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto, que no sabrán el tiempo exacto; ellos no conocerán el tiempo exacto cuando será abierto el sexto sello. No conocerán el día, no conocerán la hora, no conocerán los detalles específicos del juicio. No se nos da a conocer de manera precisa cuándo eso sucederá. De hecho, en el versículo 36 de Mateo 24, Jesús dice que de ese día y hora nadie sabe sino solamente el Padre. Ése es un acontecimiento secreto conocido sólo por Dios. Nosotros no sabemos el momento exacto.

Entonces, aun cuando la gente esté viviendo durante la tribulación y vean que suceden estos acontecimientos, ellos no sabrán exactamente cuándo es que vendrá el sexto sello. De hecho, los creyentes pueden estar tratando de adivinar porque podrán ver lo que está sucediendo y podrán decir que será pronto, que tiene que estar cerca. Los incrédulos, por otro lado, van a estar tan engañados que ni siquiera reconocen que viene en absoluto. Ahí es cuando nos dice el versículo 3 que mientras que están diciendo, y significa falsos profetas, ‘paz y seguridad’, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina. Y noten la siguiente frase: ‘como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán’. Esto es repentinamente.

El mundo incrédulo estará escuchando a los falsos profetas y a los falsos maestros. Jesús habla de ellos en Mateo 24 y dice: “Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos.” “Falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios”, dirán ‘paz y seguridad, todo está bien, todo va a mejorar’. Me acuerdo que les conté la última vez que estarán matando a los cristianos y matando a los judíos, diciéndole al mundo que si pudiéramos deshacernos de estas personas, entraríamos en la utopía y la paz sería de ellos. Son muy parecidos a los falsos maestros de la profecía de Jeremías quienes seguían diciendo ‘paz, paz’ cuando no había paz. Los mismos de Ezequiel 13 que dicen ‘paz, paz’ y no hay paz. Los mismos de Miqueas, capítulo 3 versículo 5 ‘paz, paz’ y no hay paz. Los mismos de 2 Pedro 3:3, los burladores que dicen “¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación.” Y ellos van a engañar de manera efectiva a todo el mundo.

Entonces, todo el mundo, aún aquellos que han visto los cinco sellos abiertos y alguien les puede mostrar una Biblia y describírselos, estarán tan engañados por Satanás y el anticristo y los falsos maestros que están de acuerdo con ellos, que no esperarán el Día del Señor. Inclusive los creyentes que saben que ese día viene no sabrán el momento exacto de Su llegada. Él dice en el versículo 3, cuando están diciendo ‘paz y seguridad’ entonces olethros, desastres, ruina; ruinas sin esperanza y les llegará la pérdida de todo. No significa necesariamente la destrucción de su ser sino la destrucción de su bienestar; no es el fin de su existencia, no es aniquilación pero es la ruina del propósito de su existencia. Y él dice que sucederá repentinamente. Sucederá inesperadamente. Sucederá de manera repentina.

Un versículo que debe mantener en mente es Mateo 24:27: “Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.” Cuando viene el momento para inaugurar este gran Día del Señor y la furia de la ira de Dios y la ira del Cordero, vendrá repentinamente, será un shock inclusive para los creyentes que ahora conocerán su momento. Y después, viene el juicio.

Ahora, esto que viene es lo que la Biblia llama el Día del Señor. Es mencionado diecinueve veces en el Antiguo Testamento y específicamente cuatro veces en el Nuevo Testamento. Simplemente, una consideración breve, rápida del mismo.

Escuche lo que los profetas del Antiguo Testamento dijeron acerca del Día del Señor. Isaías 2:12: “Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido... La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.” Isaías 13:6: “Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso.” Y en el versículo 9: “He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.”

El profeta Jeremías dijo en el capítulo 46, versículo 10: “Mas ese día será para Jehová Dios de los ejércitos día de retribución, para vengarse de Sus enemigos.”

El profeta Joel escribió en el capítulo uno, versículo 15: “¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como destrucción por el Todopoderoso.” En el capítulo 2, versículo 11, él dijo: “…porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?” En el mismo capítulo, versículo 31, él dijo: “El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová.”

El profeta Amós escribió en el versículo 18 del capítulo 5: “¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué queréis este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz.”

Malaquías 4:5: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.”

En Sofonías 1:14 dice: “Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de Jehová; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento.”

Seis veces se refiere al día de condenación. Cuatro veces es llamado el día de la venganza. Siempre se identifica como un tiempo en el que Dios desata Su furia final. Y siempre hay un sentido en el que está cercano a cada generación. Ezequiel 30, versículo 3: “Porque cerca está el día, cerca está el día de Jehová.” Joel 2:1: “…porque viene el día de Jehová, porque está cercano.” Joel 3:14: “…porque cercano está el día de Jehová en el valle de la decisión.” Abdías 1:15: “Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones.” Sofonías 1:7: “Porque el día de Jehová está cercano.” Capítulo 14, versículo 1 de Zacarías: “He aquí, el día de Jehová viene.”

Toda generación ha vivido con la realidad de que podría venir en cualquier momento. Y entonces, los profetas han advertido y los escritores del Nuevo Testamento han advertido que el Día del Señor viene. Es un día de furia. Es un día de juicio. Es un día de ira.

Ahora, con todo eso en mente, cuando usted regresa a Apocalipsis, capítulo 6 y lee esta declaración en el versículo del17 ‘porque el día de Su ira ha llegado,” es razonable asumir que esto está describiendo el Día del Señor. El sexto sello, entonces, abre el Día del Señor, la furia final de la ira de Dios. Aunque todo lo que ha sucedido previo a esto es la ira de Dios, éste es el día final de la ira de Dios. Y por cierto, en el Antiguo Testamento hubo algunos días históricos del Señor. Esto es cuando Dios intervino en venganza poderosa. Y ellos también eran indicadores preliminares y advertencias conforme Dios envió ciertos juicios que llegaron a Su furia final. Entonces, su precedente histórico para el mismo modelo aquí, cuando tiene una serie de juicios llevando hasta la furia final llamada el Día del Señor.

Este Día del Señor, quiero añadir como comentario al margen, comienza hacia el final del tiempo de siete años de la tribulación y realmente viene en dos olas. La primera parte viene al final de los siete años de la tribulación. La segunda parte viene al final del Reino milenario de mil años. Entonces, vienen dos fases con mil años en el medio. En la segunda epístola de Pedro, creo que es totalmente claro porque en el versículo 10 del capítulo 3 Pedro dice: “Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche,” misma terminología, él dice, “en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán. Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.”

Entonces, el Día del Señor se estira desde el final del período de siete años cuando comienza hasta la venida de los nuevos cielos y la nueva tierra lo cual viene después del milenio de 1000 años. Entonces, lo que estoy diciendo, siga aquí la idea, es que el Día del Señor viene en dos fases, una al final de los siete años y después una fase final al final del milenio, conforme Él consuma lo que está existiendo entonces, conforme la tierra milenaria y los cielos terminan, inaugura el nuevo cielo y la nueva tierra, lo cual es el estado eterno.

Usted preguntará cómo es posible que sea un gran día si está separado por 1000 años. Y Pedro le da la respuesta de la manera muy, muy clara en ese mismo texto cuando dice en el versículo 8, palabras conocidas para nosotros: “Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.” Cuando el Día del Señor venga, el hecho de que haya un intervalo de mil años en medio no es difícil para que Dios lo maneje, Él está por encima y más allá del tiempo, y con Él, un día es como mil años y mil años como un día.

Entonces, ése es el contexto amplio bíblicamente en el cual usted tiene que ver el sexto sello. Ahora, regresemos al sexto sello en nuestro estudio. La fuerza aquí, si podemos identificar una fuerza, dijimos que el primer sello, la fuerza fue paz, el segundo sello, la fuerza fue guerra. El tercero fue hambre y el cuarto fue pestilencia. Y el quinto, básicamente fue venganza. Se identificamos una fuerza aquí, la fuerza es temor. Lo que realmente se ve aquí es temor, como un temor que el mundo jamás ha conocido. Va a llevar a la reunión de oración más grande que el mundo jamás haya conocido. Sólo que no le están hablando a Dios, están orándole a los montes y a las rocas - como dice el versículo 16 - y pidiéndoles que los aplasten.

En Lucas 21:26, le recuerdo, dice que algunos se van a desmayar de temor, la palabra desfallecer significa morir. La gente literalmente va a morir de miedo. El temor es la esencia del sexto sello. El mundo temerá y sabrán ahora que lo que han estado experimentando ha sido la obra de Dios; y todas las advertencias que tuvieron por parte de los creyentes que estaban abriendo la Biblia y mostrándoles la verdad, todas las advertencias que trataron de callar, inclusive el Evangelio predicado por el ángel evangelista, el ángel eterno, los 144,000 judíos convertidos, 12,000 de cada tribu, los dos testigos, todos los mensajes que han oído de todo el mundo dándoles la verdad de pronto van a tener significado y sabrán que lo que ha sido dicho fue de hecho la verdad. Dios les estaba enviando señales de advertencia acerca del día venidero del Señor.

Entonces, al llegar al sexto sello, el Cordero toma el título de propiedad de la Tierra y lo vuelve a desarrollar una vez más. Rompe el sexto sello, el cual es el título de propiedad que describe que Él está adueñándose de lo que legítimamente es suyo como el heredero de Dios, de todo el universo, el cual está en las manos del usurpador, Satanás y sus demonios y hombres; y Él lo vuelve a desarrollar una vez más. Y el sexto sello trae el Día del Señor. El mundo se rehusó a creer las advertencias de los cristianos, el mundo ha tratado bajo el liderazgo del anticristo de destruir a los cristianos, matarlos a todos, martirizarlos, matar también a los judíos como también aplastar al pueblo de Dios. Han sido engañados por el anticristo para creer que lo que está sucediendo es causado por cristianos y judíos y si pueden masacrarlos a todos y quitarlos a todos, pueden entrar a la utopía. Y ahora, de pronto saben que no es verdad debido a lo que comienza a suceder en el sexto sello.

De pronto, como Jesús dijo, como relámpago, suceden seis cosas. Lo vimos la última vez. Se las recuerdo rápidamente. Seismo, es la palabra terremoto, de hecho la palabra seismo significa sacudir. El universo entero comienza a sacudirse. Después, él dice que el sol se volvió negro como cilicio hecho de pelo. Debido a que el rompimiento del planeta Tierra y al rompimiento de otros cuerpos celestiales, la Tierra que está explotando envía fuego y también humo a la atmósfera, lo cual oscurece el Sol. Podría ser que el Sol mismo comienza a producir humo conforme comienza a desintegrarse de alguna manera. La Luna también se convierte como sangre conforme es oscurecida en un eclipse y quizás con bordes de fuego, una acción volcánica de la Tierra. Y luego dice, cosas fascinantes en el versículo 13: “las estrellas del cielo,” se acuerda que esa es la palabra astraea que puede significar cualquier cuerpo en el cielo, no sólo estrellas como las conocemos, “cayendo la tierra.” Obviamente no puede significar simplemente una estrella porque si una estrella pegara a la Tierra, son tan grandes - son en su mayoría miles de veces mayores, sino millones de veces más grandes que nuestro propio Sol - nos consumirían aún antes de que llegaran aquí. Entonces, es apropiado suponer que esto tiene en mente asteroides, meteoritos, fueran cuales fueran otros objetos que están volando por el espacio, que comienzan a golpear la Tierra. Y también es posible que inclusive las estrellas comiencen a caerse del cielo hacia la Tierra. Pero todas estas cosas están cayendo del cielo como una higuera a la que se le están cayendo los higos cuando es sacudida por un gran viento. El cielo comienza a caerse, la Tierra es bombardeada por cuerpos celestes en los cielos que se están desintegrando.

Después, en el versículo 14, el cielo se estaba abriendo, este es el quinto componente, como un pergamino. Si usted toma un pergamino y lo estira hasta su límite, se estiraría y partiría la mitad. Y terminaría enrollado en dos lados. El cielo como lo conocemos desaparece. Después, todo monte y la salen de su lugar y la Tierra comienza a temblar. Y todas las capas de la corteza de la Tierra comienzan a moverse.

Ahora, esto es lo que es descripto como el sexto sello. Esto es, creo yo, lo que Jesús quiso decir cuando dijo en Lucas 21:11: “habrá terror y grandes señales del cielo.” El cielo estable, el cielo en el cual podemos circular, el cielo que ha sido siempre el mismo, que es absolutamente predecible, los hombres le pueden decir qué sucederá en cientos de miles de años a lo largo del futuro, dónde estarán porque sus órbitas son predecibles; y luego, instantáneamente, se convertirán en impredecibles.

Y ahora el mundo sabe quién lo está haciendo porque en el versículo 16 dice la ira del Cordero… La ira del Cordero y la presencia de aquel que se sienta en el trono de Dios.

Cuando usted predica un mensaje como éste, usted asume que la gente dirá que es ridículo, que es absolutamente ridículo, que los burladores han dicho siempre que todo continúa siendo como el principio, que nunca nada cambia, que el cielo siempre es el mismo, los planetas siempre se mueven en la misma órbita, que todo está bien.

Bueno, si usted ha estado pensado en eso, la última publicación de la revista Newsweek podría sacudirlo un poco. Newsweek, 23 de noviembre de 1992 tiene una historia en la portada. El artículo dice: “El día de la condenación de la ciencia, nuevas teorías en acerca de los cometas, asteroides y cómo el mundo puede terminar.” Ese es el título. La cubierta presenta un retrato de la Tierra y una bola de fuego dirigiéndose hacia la Tierra, tal como lo acabamos de escribir. El artículo es absolutamente asombroso. En el índice dice esto: “La ciencia de condenación, ¿cómo terminará el mundo?” El 23 de marzo de 1989, un asteroide de media milla de tamaño se acercó a 76,000 millas de distancia de la tierra. Nadie lo vio venir. Si hubiera llegado tan sólo seis horas después, podría haber destruido toda la civilización. Los astrónomos se están esforzando por comenzar un censo acerca de las amenazas al sistema solar y conforme el ritmo del descubrimiento se va acelerando, también debería acelerarse el ritmo del corazón de los terrícolas. La Tierra corre su curso alrededor del Sol en una masa de asteroides, dice el astrónomo Donald Yeomans del laboratorio de jets a propulsión de la NASA en Pasadena… Tarde o temprano nuestro planeta será golpeado por uno de ellos.” Fin de la cita.

Y si usted va al artículo, encontrará una copia bajo el retrato que dan. La copia dice esto, y cito: “Una colisión mortal podría absorber la atmósfera, quemar la Tierra y convertir al planeta en polvo.” Y después, el artículo dice esto, y cito: “Viene gritando del cielo como un grito del infierno más grande que un monte y lleno de más energía que todo el arsenal nuclear del mundo. Pega a la atmósfera 100 veces más rápido que la velocidad de una bala; y menos de un segundo más tarde, golpea el suelo con una fuerza explosiva de 100 millones de megatones de dinamita. Las olas de shock del aterrizaje viajando a 20,000 millas por hora nivelan todo en un radio de 150 millas. Simultáneamente, una masa de piedra vaporizada se levanta de donde cayó el impacto, abriendo un hoyo en la atmósfera y haciendo que todos los restos calientes salgan. Las rocas vaporizadas se enfrían, condensándolas nuevamente en cientos de millones de pequeñas piedras conforme vienen conforme de regreso el suelo en la próxima hora. Ellas se calientan y pronto después, el aire mismo se vuelve rosa ardiente. Sale vapor de las hojas verdes, los edificios e inclusive los árboles se incendian, el nitrógeno y el oxígeno en las afueras se combinan con el ácido nítrico. Cualquier vida la que sobreviva que salga de una cueva será golpeada por esta lluvia cáustica como el ácido en una batería de automóvil.” Esos lo que el astrónomo Henry Melloshl de la Universidad de Arizona calcula que sucedería si algo de seis millas de tamaño cayera del espacio y le pegara la Tierra. Seis millas también es el tamaño probable del cometa Swift Tuttle. Swift Tuttle es la bola de polvo congelada que el mes pasado un astrónomo declaró que tiene 1 en 10,000 posibilidades de golpear la Tierra el 14 de agosto del año 2126. Un estimado de 20 t de partículas, no más grandes en su mayoría que los granos de arena cayendo a la Tierra diariamente. Claro, algunas veces los misiles son más grandes que los granos de arena, pero miles de meteoritos tan grandes como un carbón caen diariamente, normalmente sin causar daño. Uno penetró un garaje en Illinois, otro destruyó un auto en un suburbio de Nueva York el mes pasado. Irónicamente, las pérdidas son más preocupantes que lo que azota. El 23 de marzo de 1989 un asteroide de media milla se acercó a la Tierra, a 700,000 millas de distancia. Nadie lo vio venir. Si hubiera llegado unas seis horas más tarde, habría terminado con la civilización. Ahí se acabaron los cielos amigables.” Fin de la cita.

Y en otra parte del artículo dice lo siguiente y cito: “Algunos están contando los asteroides que están en órbita lo suficientemente cerca de la Tierra que presentan una amenaza. A fines de los años 1980, encontraban 15 asteroides por años de un tamaño que podría eliminar a la sociedad humana. Ahora, llegaron hasta 35 al año y asciende a 35 año al año en 1994. Simplemente en cuatro noches de verano en el año 1990, un científico encontró tres. Un asteroide que cruza directamente por la órbita de la Tierra es de 20 millas de ancho, lo suficientemente grande como para causar daño inconcebible, incalculable. Hay media docena que son más de cinco millas de grande.” Fin de la cita.

El artículo continúa describiendo ese tipo de cosas que están flotando alrededor. Algunas son del tamaño de un camión, dice. Eso es menos de 30 pies de ancho y llevan 50,000 t de dinamita. Un asteroide o cometa de ese tipo podría producir una bola de fuego meteórica, en una explosión de luz y calor; pero normalmente está demasiado alta en la atmósfera como para causar daño significativo. Después, hay algunos del tamaño de un edificio y un diámetro entre 30 y 300 pies. Llegar a nuestro espacio y explotan a cinco millas arriba con una fuerza de 12 Mt. Aniquilan a venados a 30 millas de distancia, prenden fuego a la ropa de un hombre a 60 millas de distancia y nivelan un bosque siberiano de 700 millas cuadradas.” Usted preguntará cómo sabe eso. Porque uno lo hizo en el año 1908. Y el artículo continúa: “Un asteroide más fuerte, hecho de níquel y de hierro en lugar de piedra, llegó al suelo sin explotar. Si uno del tamaño de la roca tungsteno golpeara la zona rural de Estados Unidos de Norteamérica, calcula John Pike, director de la política espacial de la Federación norteamericana de científicos, podría matar a 70,000 personas, causar 4 billones de daño en propiedades, y podría aplastar edificios a 12 millas de distancia, de acuerdo con el panel de la NASA. Si llegara a un área urbana, habría más de 300,000 muertes. Si llegara a una zona sísmica, podría detonar terremotos que llegarían hasta 7.5 en la escala Richter.” Fin de la cita.

Esos no son malos. No son malos. El siguiente es del tamaño de una montaña, de una montaña. Si un asteroide de 600 pies de largo cayera en la mitad del océano Atlántico, calcula el astrofísico Jack Hills del Laboratorio Nacional de los Álamos, produciría una ola masiva de 600 pies de alto tanto en la costa europea como norteamericana. Los asteroides grandes, de media milla de ancho, con toda certeza llegarían a la Tierra y le pegarían y causarían la catástrofe más grande si golpearan a la Tierra. Y llegaría a ser la catástrofe más grande en la historia de la humanidad. Gracias a la nube de polvo que produce este tipo de explosión de 1 millón de megatones, no habría cultivos durante un año. En contraste, un cometa de este tamaño debido a que los gases congelados se fragmentan fácilmente, probablemente se dividiría en la atmósfera y explotaría como el de tungsteno.

Y después están los del tamaño de una ciudad, dicen ellos. Asteroides o cometa más grandes que tienen un tamaño de más de tres millas de ancho, como el Swift Tuttle. Si uno llegara a caer en el golfo de México, crearía una ola de tres millas de alto. A 900 millas de distancia, la cantidad de agua todavía sería de 1500 pies de altura. Un asteroide así aterrizando en el golfo de México inundaría de esta manera Kansas City. El impacto haría que continentes enteros ardieran en llamas, bloquearía la luz solar y harían imposible la agricultura. Y los humanos terminarían siguiendo el camino de los trilobites.

Y después, el artículo dice, como si esto no fuera lo suficientemente malo, prosigue diciendo, y cito: “Nuestra Vía Láctea y su vecino más cercano, la galaxia Andrómeda se están acercando el uno a otro a unos 125 km/s. A ese paso, van a cerrar la distancia de 2 millones de años luz que los separa y van a chocar entre 5 a 10 billones de años.” Fin de la cita. Me encanta cuando dicen eso. La razón por la que dicen eso es porque siempre suponen que esas cosas han seguido y siguen avanzando a la misma velocidad.

Continúa el artículo: “Debido a que Andrómeda es de dos a tres veces más grande que la Vía Láctea, la colisión sería análoga a algo así como una compañía grande adquiriendo a una pequeña,” dice el astrónomo Lars Hurnquist de la Universidad de California. “Nuestra galaxia será consumida y destruida aún si la Tierra pudiera sobrevivir de alguna manera, dado todo el espacio vacío en la galaxia, la colisión enviaría más cometas, asteroides y otros restos golpeando nuestro sistema solar”. Fin de la cita. En otras palabras, ellos ahora saben que hay un curso de colisión a lo largo del espacio a un nivel pequeño del tamaño de una pequeña roca hasta galaxias enteras que chocan. Y lo único que Dios tiene que hacer es decir la palabra, y sucede. Para este entonces, dice él, y cito: “La Tierra podría estar bien cocinada de cualquier manera por nuestra propia estrella que está evolucionando, el Sol, porque está gradualmente creciendo y creciendo y volviéndose más luminosa. Cuando el Sol sea dos veces su diámetro actual, los océanos de la Tierra hervirán. Cuando el Sol sea quince veces más brillante, las temperaturas de la superficie de la Tierra alcanzarán 600 grados Kelvin y su corteza se derretirá.”

Después, el artículo dice: “Todo esto tomará billones de años porque el universo ya tiene billones de años de edad.” Fin de la cita. La verdad es que el universo es joven; y los que creen que tomó mucho tiempo para arreglarse a sí mismo, Dios lo arregló instantáneamente; así como Él también lo va a desorganizar, lo va a deshacer instantáneamente.

Después, el artículo busca algo de esperanza contra este holocausto inevitable y cierra con este párrafo. Y cito: “Durante el tiempo de una vida humana, difícilmente hay 1 a 10,000 posibilidades de que la Tierra será golpeada por algo lo suficientemente grande como para terminar con nuestros cultivos a nivel mundial y posiblemente forzar a que los sobrevivientes regresen a ser como los cazadores de la Edad de Piedra. Esas son las posibilidades de morir debido a la anestesia durante una cirugía, morir en un choque de automóvil en un período de seis meses o morir de cáncer por respirar los gases de los automóviles en la autopista de Los Ángeles. Los asteroides asesinos y los cometas están ahí; y algún día estarán en un curso de colisión con la Tierra. De todas las especies que jamás se arrastraron sobre la tierra, caminaron, volara no estuvieron nadando en la tierra, se estima que dos terceras partes se extinguieron debido a un impacto del espacio en el pasado. La humanidad todavía quizás pueda enfrentar ese destino, también. Pero somos la única especie que puede llegar a contemplarlo y quizás hacer algo para prevenirlo.” Fin de la cita.

¿No es eso asombroso? Saben que este es un universo amenazador. No lo pueden prevenir, va a venir. Si leen el libro de Apocalipsis, saben que va a venir. Lo único que no pueden saber es cuándo va a venir. Pero vendrá. Y cuando venga, la Tierra comenzará a ser golpeada por asteroides y los meteoritos y cometas y cualquier otro tipo de fragmentos de estrellas y soles vengan volando por nuestro espacio. Y cuando las galaxias estén chocando y hagan lo que Dios quiere que hagan en el momento de Su ira, el mundo sabrá que es Dios. Y entonces, hay razón por la cual hay que temer. Ese es nuestro primer punto, bastantes razones para temer. Y ahora, nuestros científicos desde una perspectiva no bíblica están comenzando despertar a esta realidad.

Veamos un segundo punto brevemente, el rango del temor… El rango del temor. Eso está en el versículo 15. ¿Qué tan amplio es esto? “Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes.” Ahora, en esas cinco categorías, usted tiene a élite del mundo. Los reyes y los grandes y los capitanes y los ricos y los poderosos. Ahí está la élite del mundo. Describen a la clase alta. Toda persona en el mundo va a estar involucrada en este temor. Y comienza con la élite. Lo verán, no lo podrán evitar, va a venir, será visible. Va a dejar un impacto tremendo, tal como lo que sucedió en Chernóbil tuvo un impacto tremendo en el mundo en una manera pequeña o como la explosión del volcán en Alaska o cualquiera de otras cosas así lo hicieron. Esto será más allá de lo que cualquier hombre imaginó. Y el mundo entero de la élite no va a tener manera alguna de enfrentarlo. Las últimas dos clases, todo esclavo y todo libre, simplemente divide a la gente común en dos categorías que la gente común en los tiempos de la antigüedad eran divididos. Hubo esclavos o libres. Fuera usted de la élite o un hombre común, usted lo sabrá, va a venir. Nadie va a quedar afuera. Todo el mundo lo verá. Todo el mundo lo sentirá. Todo el mundo lo experimentará.

Isaías escribe en el capítulo 2: “Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de Su majestad.” En el versículo 19 él dice: “Y se meterán en las cavernas de las peñas y en las aberturas de la tierra, por la presencia temible de Jehová, y por el resplandor de Su majestad, cuando Él se levante para castigar la tierra.  Aquel día arrojará el hombre a los topos y murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro, que le hicieron para que adorase, y se meterá en las hendiduras de las rocas y en las cavernas de las peñas, por la presencia formidable de Jehová, y por el resplandor de Su majestad, cuando se levante para castigar la tierra.”

Pero para los redimidos, Jesús dijo en Lucas 21:28: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Cuando los redimidos vean esto, ellos sabrán que el Reino viene. El Rey viene, el Reino sigue. Pero el resto del mundo no redimido, todos ellos, van a estar en temor. Y algunos van a tener tanto miedo que morirán.

Y aquellos que no morirán de temor se presentan en el versículo 16 y 17 en la reacción. Vimos la razón de su temor, el rango del temor y hará finalmente la reacción. Dice que ellos se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, tal como lo dijo Isaías. Nos gustaría que se hubieran arrepentido, ¿no es cierto? Nos gustaría haber leído que vieron sus pecados y clamaron a Dios por misericordia. Yo ciertamente habían sido advertidos una y otra y otra vez. Ellos habían escuchado el Evangelio. Ellos habían tratado de aplastar a sus predicadores. Nos encantaría que hubieran clamado por misericordia. Pero si usted lee su reacción en el capítulo 9, versículo 21, ellos no se arrepintieron de sus homicidios, o de sus hechicerías o de su inmoralidad o de sus robos. No se arrepintieron, aunque los juicios de las trompetas estaban sobre ellos. Y en el capítulo 16 en línea con los juicios de las copas, versículo 11, ellos blasfemaron al Dios del cielo por sus dolores y por sus llagas y no se arrepintieron de sus obras. Deberían haber clamado por misericordia, pero como los demonios de los cuales Santiago escribió, ellos creyeron y temblaron pero no se arrepintieron.

¿Por qué no se arrepienten? Porque han seguido el camino de Satanás y están engañados. Creyeron la mentira. Se identificaron con el anticristo. Y Dios los ha dejado en ese engaño. Los ha entregado a la ira. Versículo 11 de 2 Tesalonicenses 2, “Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.” Como el faraón, quien endureció su corazón y Dios endureció su corazón, finalmente, los que endurecen sus corazones entonces verán que sus corazones serán endurecidos por Dios. Y en ese momento, no pueden creer.

Y en su terror, dice que se escondieron en las cuevas entre las peñas de los montes. Ese es un lugar bastante torpe al cual vas a ir porque eso se está deshaciendo, pero realmente no importa, ¿o sí? ¿Dónde van a ir? No pueden escapar. No pueden irse a ningún lugar. No es posible porque Dios está deshaciendo todo. Además, usted no puede ir a ningún lugar en donde el Señor no lo pueda encontrar. Lea el Salmo 139, versículos 7 al 13. Y ciertamente no es algo muy inteligente porque ése es exactamente el lugar en donde usted será aplastado porque los montes y las rocas y las cuevas se están colapsando bajo el juicio de Dios. Y creo que esa es su intención. ‘Destrúyenos.’ En primer lugar, ‘escóndannos y aplástennos; y no nos dejen vivir para enfrentar a Dios’. Ellos prefieren estar muertos que enfrentar a Dios, sin saber que la muerte significará que enfrentarán a Dios.

Versículo 16: “Y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero.” Están orando a la madre naturaleza. Oseas 10:8 dice: “Y dirán a los montes: ‘Cubridnos’; y a los collados: ‘Caed sobre nosotros.’” Es un deseo mortal. No es racional, pero prefieren morir que enfrentar a Dios.

Saben que Él está enojado y el Cordero está enojado. Y saben que ha venido, versículo 17: “el gran día de Su ira. ¿Y quién podrá sostenerse en pie?” Ésa es la pregunta. ¿Cuál es la respuesta? Nadie. Primera de Tesalonicenses 5:3 dice que vendrá destrucción y no escaparán. El profeta Nahúm escribió en el versículo 6 del capítulo 1: ¿Quién permanecerá delante de Su ira? ¿Y quién quedará en pie en el ardor de Su enojo? Su ira se derrama como fuego, y por Él se hienden las peñas.”

Entonces, el temor, es una escena aterradora, aterradora. Observe hebreos 10 por un breve momento. Hebreos 10:26 dice: “Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados.” Si usted conoce el Evangelio, si la gente oye el Evangelio o inclusive en ese entonces y continúa pecando voluntariamente después de conocer la verdad, ya no hay sacrificio por los pecados. Lo que queda, versículo 27, es “una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.” Si usted rechaza el Evangelio, esto es lo que usted debe esperar. Si usted estuviera vivo en el Día del Señor, usted se perdiera del Día del Señor en la tierra, todavía esperaría una condenación eterna. Y será severa. Como dice versículo 31, “¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” Creen que si las montañas los aplastan y las rocas los aplastan, no tendrán que enfrentar a Dios. Hombre, están equivocados.

Usted preguntará si lo que estoy diciendo es que nadie se va a arrepentir. No, durante este período de tiempo, habrá un número incontable de gentiles convertidos como dice el capítulo 7, versículo 9. Tantos que ni siquiera pueden ser contados. Ningún hombre jamás podría contarlos de toda nación, tribu y lengua o pueblo. También los judíos serán convertidos. Romanos dice que todo Israel será salvo. Zacarías dice que los judíos “Y mirarán a Mí, a quien traspasaron, y llorarán como se llora por hijo unigénito, afligiéndose por él como quien se aflige por el primogénito.” Y se abrirá una fuente de bendición y salvación a Israel. Habrá salvación durante este período de tiempo entre los gentiles y entre los judíos conforme los judíos finalmente ven a su Mesías, creen en Él y reciben el Reino. Pero el mundo en su mayoría será aplastado. Su propio deseo se volverá realidad, pero no escaparán, porque enfrentarán a Su hacedor después de la muerte para ser enviados para al infierno por la eternidad.

¿Cuál es la importancia de todo esto para nosotros? Debería ser obvio. Si usted es un incrédulo, tiene que ser advertido, de acuerdo con Romanos 2:5 usted está atesorando ira para el día de la ira. Usted está acumulando una deuda, la cual Dios le va a pagar a usted con Su ira en el día de la ira. Usted necesita ser advertido.

Si usted conoce la verdad del Evangelio salvador y continúa pecando voluntariamente y lo rechaza, lo único que puede esperar es una expectativa terrible de juicio. Si usted es cristiano, en primer lugar puede estar agradecido porque va a escapar. ¿Amén? Y vamos a ser arrebatados para reunirnos con Él en el aire y vamos a estar con el Señor y vamos a regresar con Él en gloria para reinar.

En segundo lugar, como creyente, no sólo debo estar agradecido, sino que debo ser fiel en evangelizar, ¿verdad? Cuando veo lo que viene, tengo que advertirle a los hombres. Por un lado, estoy agradecido porque voy a ser rescatado de la ira, porque no estoy destinado para la ira venidera. Pero por otro lado, hay un mundo de gente que necesita el mensaje salvador de Jesucristo y yo se los debo traer para que puedan ser librados de eso.

Padre, oro porque cada uno de nosotros aquí que ha oído esta palabra tenga una respuesta correcta. Para aquellos que no conocen a Cristo, que el temor inunde sus corazones ahora para que no experimenten esto en el futuro. Que vengan a Cristo, quien este día está ofreciendo en Su gracia perdón por nuestros pecados si reconocemos Su muerte y resurrección, si nos acercamos a Él como Salvador y Señor. Para aquellos de nosotros que somos cristianos, que estemos agradecidos por el regalo de gracia que nos ha sacado de aquellos que son hijos de ira y nos ha hecho hijos de Dios, lo cual nos ha dado la promesa de que hay un lugar en la casa del Padre del cual Jesús habló cuando dijo: “‘Voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis.” Que no nos dirigimos a la ira. Gracias porque no estamos destinados para la ira. Que no somos hijos de ira. Que no somos de las tinieblas, no somos de la noche, somos hijos del día. Y escaparemos eso. Gracias por eso. Al mismo tiempo, somos responsables de predicar la verdad salvadora que puede librar a otros, así como nosotros hemos sido librados. Haznos fieles para hacer eso también. En el nombre de Cristo. Amén.

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