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Vivimos en una era post-moderna dónde cualquier verdad absoluta está siendo negada. Usted ha oído bastante de eso, suficiente de eso, hemos hablado de eso, y ese es una rebelión en contra de la verdad, es una rebelión en contra del Dios de verdad. Hay verdad, Dios ha ordenado la verdad en todo aspecto de la esfera física, la espiritual, y hay una ley inescapable absoluta que está operando, quizás no la crea, eso no la cambia.

Si usted abre su Biblia en Gálatas, capítulo 6, quiero que vea con que simpleza esa ley es presentada. Versículo 7, Gálatas, capítulo 6, versículo 7: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también cegará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” El apóstol Pablo aquí declara algo que es una verdad auto-evidente, es axiomática, no se puede discutir contra ella, lo que usted siembre eso siega. Eso es simple, y eso es absolutamente verdad. La ilustración agrícola no puede ser negada, lo que usted siembra usted segará.

Pero Pablo no está hablando de la agricultura, sino que está hablando de la esfera de la vida espiritual, y dice, si usted siembra para la carne, pecado, usted va a segar corrupción. Eso es inevitable. Esa palabra en el griego original significa: ruina, putrefacción, destrucción, muerte. Entonces, si siembra para la carne, es inevitable que usted va a segar corrupción, putrefacción, ruina, muerte, destrucción. Por otro lado, si usted siembra para el Espíritu usted cosecha vida eterna. Toda persona en el mundo está sembrando en una de esas dos, o para la carne, el pecado, o para el Espíritu en justicia, y el resultado es absoluto.

Ahora, hablemos de sembrar para la carne y cosechar corrupción. El pecado tiene consecuencias, tiene consecuencias personales, tiene consecuencias físicas, tiene consecuencias en el área de relaciones, tiene consecuencias nacionales, tiene consecuencias globales, y de manera más significativa tiene consecuencias personales, y en últimas consecuencias eternas. Todo pecado jamás cometido por toda persona, será juzgado. Y en nuestra situación actual en el mundo, la gente sigue preguntándome la misma pregunta, ¿tienes alguna confianza en que las cosas van a mejorar?

Esa es la pregunta. ¿Hay una mejor vida en el futuro? ¿Hay esperanza para nosotros? ¿Acaso de hecho así va a ser el mundo de aquí en adelante? Y la única respuesta que tengo para usted es esta: esta es una ley absoluta. Y cuando bastantes personas están sembrando para la carne, en pecado, de manera imparable, se acumula un tipo de corrupción que es inescapable. Es inescapable. Y Dios no va a alterar la ley de la siembra y la siega. Y el mundo está tan dominado por la carne, por el pecado, que no puede evitar una cosecha de corrupción, putrefacción, destrucción, ruina, y muerte.  

Ahora, conforme la gente enfrenta las realidades de la vida en nuestra época, en nuestro día, a la mayoría de ellos le gustaría cambiarlos, está la élite de globalistas que se reúnen en Davos, Suiza, en el foro económico mundial, personas de mucho poder, con mucho dinero que creen que su objetivo es salvar al planeta, evitar el colapso de clima mediante la eliminación de combustibles fósiles, plástico, y supongo que también spray de pelo. Y quieren meter al mundo un nuevo futuro, al tener un orden mundial, verde, nuevo.

Y después están los anarquistas socialistas, los que protestan, los manifestantes que tratan de hacer que la sociedad reinicie a su voluntad, mediante el temor, la anarquía. No tienen un plan para el nuevo mundo, solo tienen un plan para destruir el que existe ahora. Crean el caos por causa del caos, saqueando, matando aquellos que ven como opresores o capitalistas, están buscando un mundo en llamas, que puedan rehacer en un socialismo inmoral sin Dios.

Y después están los que atacan de manera incesante a la gente blanca, tratando de colocar a toda persona en un grupo de identidad, y tratando de acusar a todo mundo por pecados cósmicos por lo que son o por lo que hicieron, al mismo están atacando cualquier unidad en el país, cualquier buena voluntad, cualquier vestigio de amor, y compasión, y perdón. Están atacando el matrimonio, están atacando a la familia, están atacando a las madres, están atacando a los padres, están atacando la norma sexual, la norma de matrimonio, la fidelidad. Usted sabe, todo esto.

Y básicamente todos estos grupos están usando esta cuarentena de Covid, para poder alcanzar el punto inicial que buscan. Lo único que les estorba, realmente, es la iglesia de Jesucristo. Y entonces, la iglesia debe ser hecha a un lado, debe ser colocada al margen. Ahora, hay algunas personas quienes todavía están cantando Dios bendiga a Estados Unidos, recordando esa canción famosa de 1918, y esperando que haya alguna intervención divina, y esperando alguna salvación del capitalismo, y la democracia, y la bondad, y la buena voluntad. ¿Tienen alguna esperanza realista?

Permítame decir esto, si de hecho identificamos las condiciones necesarias para que Dios bendiga a Estados Unidos, los políticos, los que promueven leyes, los empresarios, los líderes sociales, los educadores, y la población en general, se ofendería por ello. Quieren que Dios bendiga, pero no en los términos de él.

Realmente es un deseo sentimental, es un deseo caprichoso, y hay un camino para ser bendecido, pero tiene usted que estar dispuesto a reconocerlo. Todo eso para decir esto, ¿las cosas van a mejorar? La respuesta inmediata es: No. No, por una razón clara, que lo que la gente siembra siega, y si siembran pecado, siegan corrupción, y si tienen a tantas personas sembrando pecado, la cosecha de la corrupción es masiva.

Ahí atrás en Job, capítulo 4, versículo 8, leemos: “Según lo que he visto,” dice Elifaz, “aquellos que siembran iniquidad y siembran problemas, lo cosechan.” Esa es la cosecha. Aquellos que están tratando de arreglar al mundo tienen una tarea imposible. Tratar de arreglar el mundo de manera ambiental, tratar de arreglar el mundo de manera social, tratar de arreglar el mundo económicamente, tratar de arreglar al mundo moralmente, tratar de arreglar al mundo sexualmente, tratar de arreglar al mundo políticamente, es tratar de cosechar algo diferente de lo que se está sembrando. No va a suceder.

La verdad de cimiento es esta, la presencia dominante y poder de pecado, acumula una cosecha masiva de corrupción, destrucción, ruina, y muerte. Mire, hay mil ciento ochenta y nueve capítulos en la Biblia, cuatro de ellos no tienen que ver con un mundo maldecido por el pecado, los primeros dos, y los últimos dos. Antes del pecado y después del pecado. Antes de la caída, y en los nuevos cielos y la nueva tierra. Todo lo que está en medio, simplemente es la historia de sembrar y cosechar pecado y corrupción. Quiero que entienda con qué frecuencia esto es declarado en la Escritura, entonces, simplemente escuche por un momento y piense en su propia experiencia al leer, por ejemplo, para comenzar el Antiguo Testamento.

El Antiguo Testamento es una serie de desastres junto con consecuencias, ¿verdad? Desde Adán y Eva y el desastre de la caída que afectó al universo entero, a todo ser humano, al desastre de Caín y Abel, al desastre de la vida de los patriarcas y Moisés, y la nación de Israel, los reyes, los sacerdotes, incluso algunos de los profetas, y las naciones gentiles. Toda la historia del Antiguo Testamento es una historia de pecado y corrupción. El pecado tiene consecuencias incorporadas.

Escuche simplemente por un momento, voy a simplemente hablar algunas cosas que se encuentran en el libro de Proverbios, no voy a identificar dónde, solo quiero que escuche: “Aquellos que hacen maldad esperan su propia sangre, hacen una emboscada de sus propias vidas.” “La maldición de Jehová está sobre la casa del impío.” “Sus propias iniquidades van a capturar al impío, y va a ser detenido por las cuerdas de su pecado.” “El que peca contra mí a sí mismo se daña. Y todos aquellos que me aborrecen aman la muerte.”

“Los años del impío serán acortados.” “El impío caerá por su propia impiedad.” “El hombre cruel se daña a sí mismo.” “El impío se gana sueldo engañoso.” “El que busca la maldad va a traer su propia muerte.” “El hombre malo no será sin castigo.” “El que busca maldad, la maldad vendrá sobre él.” “Los impíos están llenos de problemas.” “La impiedad afecta al pecador.” “La adversidad busca a los pecadores.” “La casa del impío será destruida.” “El que dice mentiras perecerá.” “El que es descuidado en su conducta, morirá.” “La violencia del impío los va a arrastrar.”

Y eso es simplemente una muestra de lo que se encuentra a lo largo del libro de Proverbios. Esos son máximas que debemos entender, lo que usted siembra, cosecha. Se dice una, y otra, y otra vez. Y, por cierto, lo que usted siembra, usted cosecha, pero no de manera individual, de manera acumulativa el resto de la gente es incluido en esa cosecha corrupta. Viendo otras dos partes de Proverbios, permítame leer el capítulo 1, versículo 25: “Sino que desechasteis todo consejo mío, y mi reprensión no quisisteis, también yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegara como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán. Por cuanto aborrecieron la sabiduría y no escogieron el temor de Jehová, ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía, comerán del fruto de su camino y serán hastiados de sus propios consejos. Porque el desvío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder; mas el que me oyere habitará confiadamente y vivirá tranquilo, sin temor del mal.”

En el sexto capítulo de Proverbios, comenzando en el versículo 14, leemos: “Perversidades hay en su corazón, andan pensando el mal en todo tiempo, siembran las discordias, por tanto, su calamidad vendrá de repente. Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio.” Y después este pasaje conocido, Proverbios 6:16, “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma, los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembre discordia entre hermanos.” Sembrar esas cosas lleva a una cosecha de corrupción y también produce el juicio de Dios. De regreso a Números 32, versículos 23, leemos estas palabras conocidas: “Han pecado contra Jehová, y estad seguros, vuestro pecado,” ¿qué? “os alcanzará.”

¿Y qué hay acerca del Nuevo Testamento? Pase a Romanos capítulo 1, una porción muy conocida, Romanos capítulo 1, versículo 18: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.” Lo que quiero presentarle es esto, el pecado tiene consecuencias, y no es alguna ley cósmica neutral, esas consecuencias son expresión directa de la ira de Dios. Es la ira de Dios que se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.

Dice usted, ¿acaso toda persona detiene la verdad de Dios? claro. “Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se los manifestó, porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas de modo que no tienen excusa, pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, y de reptiles.”

Toda la religión falsa en el mundo es una rebelión abierta contra Dios. Ir en contra incluso de la revelación de Dios visible en la creación, y comprensible por la razón humana. No es tan solo algo que sucede porque el pecado lo genera, lo que sucede no es generado por el pecado es producido por Dios, es traído por Dios, es la ira de Dios. Esa ira significa que Dios entrega la gente, aquí está la siembra y la ciega. Él los entrega. Siembran lascivia, “Él los entregó a las lascivias de sus corazones, a las concupiscencias de sus corazones de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, esa es la perversión sexual. Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos, Amén.”

“Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,” homosexualidad, “y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.” Sida. No es simplemente por algún agente viral, es que Dios usa eso como un acto de su propia ira. “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios,” versículo 28 dice, “Dios los entregó a una mente reprobada.”

A partir de eso vino toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad, llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades, murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia, quienes habiendo entendido el juicio de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.”

Como he estado diciendo en algunas de las entrevistas en los medios masivos de comunicación, nuestra sociedad se ve como una versión nacional del programa de Jerry Springer, en dónde la gente se burla de la perversión. Eso es lo que sucede cuando usted siembra pecado, usted cosecha corrupción. Piénselo. Hay algo así como siete billones de personas en el mundo, llegando a ocho billones, y la gran mayoría de esas personas están muy ocupadas sembrando pecado, y la cosecha de la corrupción es masiva.

Nos recuerda, de hecho, lo que pasó ahí atrás en el libro de Génesis. Usted recuerda las palabras, palabras conocidas de Génesis 6, y versículo 5, apenas antes de que el Señor enviara el diluvio: “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo, solamente el mal.” Y vino el juicio. Aplastó la raza humana entera, excepto por ocho personas. Usted siembra ese pecado, termina recogiendo la cosecha de corrupción, y viene el juicio divino. ¿Y cómo se ve el juicio divino?

Bueno, inicialmente es Dios simplemente entregándolo a usted a sus concupiscencias, son presentadas al final del capítulo, y la corrupción se acumula y se acumula, y el peso, el mero peso de esa corrupción es incomprensible, particularmente cuando Dios es demasiado santo como para ver cualquier corrupción. La ofensa para Dios es masiva y mucho más allá de nuestra comprensión. Y no piense que usted puede revertirla, no que no os engañéis, Dios no puede ser burlado.

No se engañen pensando que Dios no va a permitir la cosecha de las semillas sembradas, ninguna cantidad de psicología, ninguna cantidad de ciencia social, ninguna cantidad de educación, ninguna cantidad de energía verde, ninguna cantidad de reparaciones sociales, pueden cambiar esa cosecha. El mundo está recogiendo esa cosecha, y todas esas personas que están tratando de arreglar al planeta no están haciendo nada más que reacomodar las sillas en el Titanic conforme se hunde. Están construyendo castillos de arena, cuando viene una ola enorme.

La gente está usando el Covid para ayudar en sus esfuerzos torpes de reinicio, están manteniendo a la gente en temor por la mayor cantidad de tiempo que pueden, en todo punto, para que la raza humana entre en una caída libre de la cual no se pueda recuperar. La verdad es que no es una caída libre y no se puede recuperar, la humanidad es como un hombre que brinca de un edificio de cuarenta pisos, y se pregunta cómo puede cambiar la consecuencia inevitable antes de que llegue al pavimento. La Biblia es tan explícita en esto, sin embargo rara vez se habla de esto, está en todos lados en la Escritura.

Permítame compartir algunas cosas con usted. Jeremías el profeta, el profeta llorón, escribe en el capítulo 19, versículo 3: “Oíd palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalén. Así dice Jehová de los ejércitos Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que a todo el que lo oyere, le retiñan los oídos. Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos, ni sus padres, ni los reyes de Judá; y llenaron este lugar de sangre de inocentes.” Matando a bebés.

“Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. Por tanto, he aquí viene días, dice Jehová, que este lugar no se llamará más Tofet, ni valle del hijo de Hinom, sino Valle de la Matanza. Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. Pondré a esta ciudad por espanto y burla; todo aquel que pasare por ella se asombrará, y se burlará sobre toda su destrucción. Y les haré comer la carne de sus hijos y las carnes de sus hijas...” Condiciones de hambre, van a comerse el uno al otro en el sitio, “…y cada uno comerá la carne de su amigo, en el asedio y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus vidas.” Dios toma en serio la consecuencia de sembrar pecado.

El profeta Nahúm abre su profecía: “Profecía sobre Nínive. Libro de la visión de Nahúm de Elcos. Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.” Esa es la palabra del Señor a través del profeta. En Mateo 10:28, nuestro Señor dice: “No temáis a los que matan el cuerpo más el alma no pueden matar, temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Y ese es Dios mismo hablando.

Romanos capítulo 2, los pecadores no solo están experimentando la cosecha en el presente, sino que Pablo dice que están atesorando ira para el futuro cuando esté la revelación del justo juicio de Dios. La Biblia simplemente está llena de estas advertencias, llena de estas advertencias. En el Nuevo Testamento las advertencias son más específicas, son más específicas en el sentido de que Cristo ha venido, la salvación en Él ha sido provista, y presentada de manera clara, la predicación del Hijo de Dios llama al arrepentimiento y llama a la fe. Ha sido enviada al pueblo, y fueron rechazados, fueron rechazados por Herodes, fueron rechazados por los líderes religiosos judíos, fueron rechazados por la nación, fueron rechazados por los gentiles, por Pilato, por los romanos, por el resto del mundo perdido. “A los suyos vino y los suyos no le recibieron.”

Y entonces ahora, la culpabilidad del mundo se ha multiplicado de manera significativa, porque en Hebreos capítulo 10, no solo es cuestión de rechazar lo que Dios dijo en el Antiguo Testamento, sino lo que Dios hizo mediante Su Hijo. Escuche estas palabras en el décimo capítulo de Hebreos, “Porque si pecaremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad,” esto es el Evangelio, ¿qué va a pasar? “ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.”

Y mira hacia atrás al Antiguo Testamento y dice: “El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o tres testigos muere irremisiblemente, ¿cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare el Hijo de Dios y tuviere por inmunda la sangre del pacto, en la cual fue santificado e hiciera afrenta al Espíritu de gracia.” Ahí es cuando Dios dice: “Mía es la venganza, yo daré el pago. Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.” No es posible reiniciar. Y de nuevo, la mayoría quiere que Dios los bendiga, pero no tienen interés de cumplir con las condiciones para la bendición, las cuales son muy simples: Arrepiéntete y cree en el Señor Jesucristo.

La moralidad no ayuda, pasamos por la era de la mayoría de la moralidad, eso no cumplió nada porque la moralidad externa simplemente hace que la gente sea farisea, los fariseos son el modelo para la historia de moralidad cubriendo la blasfemia. Jesús guardó Sus palabras más severas de juicio, para la gente más religiosa. Los llamó: serpientes, sepulcros blanqueados, hipócritas, hijos del diablo, e hijos del infierno. La moralidad superficial religiosa, la espiritualidad como oye usted a la gente referirse a esto en la actualidad, es solo sembrar pecado, y siempre va a cosechar corrupción.

Quiero que escuche las palabras de Isaías, en el capítulo 34, simplemente los diez versículos de apertura. “Acercaos, naciones, juntaos para oír; y vosotros pueblos, escuchad. Oiga la tierra y cuanto hay en ella, el mundo y todo lo que produce. Porque Jehová está airado contra todas las naciones, e indignado contra todo el ejército de ellas; las destruirá y las entregará al matadero, esto habla de futuro cuando eso se lleva a cabo, y los muertos de ella serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará hedor; y los montes se disolverán por la sangre de ellos. Y todo el ejército de los cielos se disolverá, y se enrollarán los cielos como un libro; y caerá todo su ejército, como se cae la hoja de la parra, y como se cae la de la higuera. Porque en los cielos se embriagará mi espada; he aquí que descenderá sobre Edom en juicio,” como ilustración, “y sobre el pueblo de mi anatema.” El pueblo que yo he entregado a la destrucción.

“Llena está de sangre la espada de Jehová, engrasada está de grosura, de sangre de corderos y de machos cabríos, de grosura de riñones de carneros; porque Jehová tiene sacrificios en Bosra,” esa es una ciudad en Edom, “y grande matanza en tierra de Edom. Y con ellos caerán búfalos, y toros con becerros; y su tierra se embriagará de sangre, y su polvo se engrasará de grosura. Porque es día de venganza de Jehová, año de retribuciones…Y sus arroyos se convertirán brea, y su polvo en azufre, y su tierra en brea ardiente. No se apagará de noche ni de día, perpetuamente subirá su humo, de generación en generación será asolada, nunca jamás pasará nadie por ella.”

Entonces, usted me vuelve a preguntar, ¿hay esperanza para el futuro? Escuche la afirmación simple de Pablo en 1 Corintios 16:22, “Si alguno no amare al Señor, él es anatema.” Él debe ser maldecido. Si alguno no amare al Señor, él debe ser maldecido. La maldición divina sobre los pecadores es inescapable, habrá juicio final. Y de eso están hablando esos profetas que leí.

Acompáñeme ahora al libro de Apocalipsis, capítulo 20, versículo 11. Aquí está el juicio final. “Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,” Dios mantiene un registro de sus pecados, “según sus obras. Y el mar entregó a los muertos que había en él; y la muerte y el Hades,” o la tumba, “entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.” El mundo entero será juzgado según sus obras, y siempre sembraron pecado, y segarán corrupción. “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” El lago de fuego. “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Castigo eterno, castigo eterno.

Pablo dijo: “Si alguno no amare al Señor, debe ser maldecido.” Esa maldición es castigo eterno. Ese es el juicio venidero. Quiero mostrarle algo, ¿qué sucede antes de eso? ¿qué sucede antes de eso? Regresemos al sexto capítulo de Apocalipsis. Y éste va a ser un viaje rápido, sexto capítulo de Apocalipsis. En el quinto capítulo el Hijo de Dios viene delante del trono de Dios y toma el rollo con sellos, el rollo con sellos es el título de propiedad del universo. El universo ha estado debajo de la maldición, pero ahora es el momento en el futuro para que el Señor retome el universo. El rollo es el título de propiedad del universo, y para retomarlo él desenrolla el rollo, un sello a la vez. Los testamentos romanos eran sellados siete veces, el Señor va a retomar Su creación.

Por cierto, toda la preocupación por asuntos sociales, todo el interés en justicia social, equidad financiera, redistribución, opresión, victimización, socialismo, la fijación en la identidad, todas esas cosas son tan poco importantes a la luz de lo que está por venir. Cómo cristianos tenemos que saber esto, porque tenemos que conocer el futuro y el Señor nos los ha mostrado. El Señor comienza a desenrollar el rollo, primero está un jinete en un caballo blanco, versículo 2, tiene un arco, una corona y salió venciendo para vencer.

Esta es una conquista pacífica, él tiene un arco sin flechas, paz mundial, Daniel 9 habla de lo mismo, el anticristo presenta esta paz global. Es una victoria sin sangre, sí el mundo se dirige a una paz global superficial, frágil, no dura mucho. El Señor abre el segundo sello y se acaba la paz. Y salió otro caballo bermejo, rojo, visto en la visión de Juan. Y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra paz, y que se matasen unos a otros y se le dio una gran espada. Entonces, en el futuro va a haber una paz frágil, quitada de manera muy rápida por derramamiento de sangre y muerte.

Ahora, exactamente cuándo sucede esto. Este es un período conocido como la tribulación antes de que lleguemos al capítulo 6, pasamos por el capítulo 4 y 5 y vemos a los santos glorificados en el cielo. Estoy convencido de que la iglesia será sacada del mundo, Jesús vendrá y nos va a llamar, aquellos que están muertos en Cristo van resucitar primero, y los que permanezcan van a ser arrebatados junto con Él en el cielo en las nubes, y Él saca a Su iglesia, nos quita, nos salva de la ira venidera, y después la ira comienza a desatarse conforme Dios comienza a juzgar al mundo. Matanza mediante batallas, rebelión, a homicidios, revueltas, masacres, como resultado de todo eso, el tercer sello fue roto en el versículo 5, hay una balanza, una balanza, están midiendo el grano o el alimento.

“Y oí una voz, del medio de los cuatro seres vivientes, que decía,” seres angelicales, “que decían: dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes ni el aceite ni el vino.” Eso es hambre, son condiciones de hambre. Vendrá después de la guerra, hambre y pobreza. El cuarto sello es abierto, y un caballo amarillo, esa es la palabra, de hecho, chlōro de la cual obtenemos clorofila, de hecho, un caballo color amarillo pálido. “Y el que lo montaba tenía por nombre Muerte y el Hades…y le fue dada potestad siguiendo a éste caballo amarillo, la Muerte y el Hades. Y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.” Ocho billones de personas son dos billones de personas matadas en ese juicio. Será un tiempo de pestes, esa es la palabra thanatos, la cual significa muerte.

El quinto sello significa algunos mártires, y después el sexto sello, ahí en el versículo 12, es abierto. Un gran terremoto. Y el sol se puso negro como tela de cilicio, como pelo de cabra. Y la luna se volvió toda como sangre, y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla. Y todo monte y toda isla se removió de su lugar.” Esto es aterrador, esto es terrible, va de matar a personas a juicio sobre la tierra que está bajo maldición.  

Jesús habla de esto y está registrado en Mateo y también en Lucas. “Un terremoto, el sol se puso negro y la luna se volvió toda como sangre, erupciones volcánicas,” sin duda alguna por toda la tierra, produciendo o expulsando gas y polvo y oscureciendo el cielo, y el sol. El día y la noche se confunden. “Las estrellas,” versículo 13, “cayeron.” Eso es asteres, se puede referir a cualquier cuerpo estelar, se puede referir a una estrella, pero cualquier cuerpo estelar. La tierra va a ser golpeada por cometas, meteoros, asteroides, en una destrucción inconcebible, golpeando el globo terráqueo como el fuego cósmico de una ametralladora, disparando rocas de la oscuridad, sin lugar en dónde esconderse, sin lugar en esconderse.

La gente va a tratar, versículos 15 al 17, van a tratar de esconderse, y van a decirle a los montes y a las peñas: “Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de Aquel que está sentado sobre el trono, y la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado y quien podrá sostenerse en pie.” El cielo se parte, nuestro Señor, Lucas 21, habló de los terrores en el cielo. Isaías 34, se lo leí, ya, el profeta dice que el cielo se enrolla como pergamino, se enreda como una persiana veneciana que se suelta. Todo monte, toda isla se removió, este es un cambio completo de la corteza de la tierra, es el gran día de la ira de Dios. E

En el capítulo 8, vemos el séptimo sello: “Después de un interludio, hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vio a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios y les dieron siete trompetas.” Entonces ahora el séptimo sello es descrito como siete trompetas. Cuándo el séptimo sello y el sello final es abierto, se tocarán siete trompetas por siete ángeles que están delante de Dios.

Vea el versículo 6: “Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.” Estos son más rápidos que los sellos, que se extienden a lo largo del período de los siete años de tribulación. “El primer ángel tocó la trompeta y hubo granizo y fuego mezclados con sangre, que fueron lanzados sobre la tierra y la tercera parte de los árboles se quemó, y se quemó toda la hierba verde.” Más erupciones volcánicas, lava, fuego, humo, produciendo una tormenta de granizo mezclado con la sangre de aquellos que son matados, el globo es una bola de fuego. Destrucción de cosechas, destrucción de vegetación, destrucción de animales, bosques y vida humana.

“El segundo ángel tocó, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.” Dios juzga la tierra en el versículo 7, él juzga en los versículos 8 y 9 el mar, la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el mar murió, y la tercera parte de las naves fue destruida. Dios a los océanos, los esteroides de nuevo, golpeando al océano, criaturas muriendo, millones de criaturas malolientes que están flotando sobre el mar, muertas. Las naves del mar son destruidas, por lo menos la tercera parte de ellas.”

“Y el tercer ángel,” en el versículo 10, “tocó la trompeta y cayó del cielo una gran estrella ardiendo, como una antorcha, otro cuerpo celeste desciende y cae sobre la tercera parte de los ríos, sobre las fuentes de las aguas,” de la tierra, al mar, al agua fresca. Esta estrella en particular es llamada Ajenjo, Apsinthos. Ese era un arbusto tóxico, al cual se hace referencia media docena de veces en el Antiguo Testamento. “Y las aguas intoxican, una tercera parte de ellas se vuelven tóxicas, muchos murieron de las aguas porque esencialmente se volvieron venenosas.”

“El cuarto ángel tocó la trompeta y fue herida la tercera parte del sol y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se oscureciese la tercera parte de ellos y no hubiese luz en la tercera parte del día y así mismo de la noche.” Ese es un juicio increíble en contra del sol, la luna y las estrellas. Isaías escribe de esto, Ezequiel escribe de esto, Joel escribe de esto, Amós escribe de esto, nuestro Señor habla de esto, y aquí lo tenemos en la visión de Apocalipsis.

Estas son más las señales del cielo a las que se refirió el Señor en Lucas 21. El cielo comienza a colapsarse, el sol es interrumpido en su apariencia normal. La luna, las estrellas día y noche, son alteradas de manera dramática. Las mareas por todo el mundo alteradas, están llegando a tal punto que revelan la parte de abajo del mar e inundan otras partes de la tierra con olas de las que nadie se ha imaginado en tamaño.

Y en el versículo 13: “Vi a un ángel (águila) volar por en medio del cielo diciendo a gran voz: Ay, ay, ay de los que moran en la tierra a causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres. Cuatro, han tocado tres más. “El quinto ángel tocó la trompeta y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo.” Ese es Satanás. No solo tiene usted una desintegración del cielo, el envenenamiento de agua fresca, la destrucción en el mar, todos esos juicios naturales básicamente son multiplicados cuando el Señor permite que Satanás sea soltado del infierno. Él abre el pozo en el versículo 2, y del pozo salen demonios descritos como langostas, que tienen el poder como escorpiones espirituales. Salen.

“Y se les mandó a que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna,” lo cual significa que hay algún lapso de tiempo, de tal manera que algo de pasto ha vuelto a crecer, “ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen los sellos de Dios en sus frentes.” Regresan y dañan de manera mortal y demoniaca. No se les permite matar a nadie, “sino atormentarlos por cinco meses, su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.”

El infierno ataca. Demonios que antes habían estado contenidos, ahí, vienen para atormentar al mundo. “Tiene un rey,” versículo 11 dice, “rey sobre ellos el ángel del abismo cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión,” el destructor. Lo peor está aún por venir, versículo 13. “El sexto ángel tocó la trompeta.” Y el sexto ángel tocó la trompeta y lo que es soltado es un ejército masivo de doscientos millones, según el versículo 16, doscientos millones.

Y vienen, versículo 18, y mataron a la tercera parte de los hombres, por fuego, humo y azufre. Sin duda alguna, armamento contemporáneo de algún tipo. Versículo 20 le muestra a usted la respuesta. Ahora, han pasado por siete sellos y seis trompetas. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni hablar. Y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos. No hay arrepentimiento. Juan está viendo esta visión del futuro. 

En el capítulo 11, versículo 15 tenemos al séptimo ángel tocando. Y aquí está la declaración. “Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos,” representando a la iglesia, “que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la tierra. Y el templo de Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto, y grande granizo.”

Conforme la máquina de venganza divina del Señor comienza a operar otra vez. La gente es identificada con aquellos que destruyen la tierra, destruyen la tierra al sembrar pecado, y cosechar corrupción interminable. Capítulo 16. En el capítulo 16, usted tiene las siete copas que salen de la séptima trompeta. Estas son rápidas, en días o semanas, y aquí hay más de las siete copas de la ira de Dios. Las siete copas de la ira de Dios. “Oí una gran voz,” una vez más, veinte veces dice eso en Apocalipsis. El primer ángel derramó su copa sobre la tierra “y vino una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían la marca de la bestia, y que adoraban su imagen.” Maligna, de hecho, es la palabra helkos, en griego, de la cual obtenemos úlcera.

“El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y éste se convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser vivo que había en el mar.” Ya la tercera parte del mar había muerto, y ahora todo en el mar está muerto, conforme estos juicios finales vienen. “El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas y se convirtieron en sangre.” El agua fresca es hecha tóxica sobre toda la tierra, sobre toda la tierra.

Versículo 8, “El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual fue dado quemar a los hombres con fuego.” Quizás así va a ser sin vegetación, y sin agua que beber, y el mar y el sol haciendo que la temperatura sea de 150 grados. “Y los hombres se quemaron con el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas y no se arrepintieron para darle gloria.”

“Y el quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la bestia, y su reino se cubrió de tinieblas; y mordían de dolor sus lenguas.” Toda la gente que es parte del reino del anticristo, reciben más dolor, “y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.” Siempre la misma reacción. “Y después el sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua de este se secó para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente.” ¿Qué es eso? “Y vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta tres espíritus inmundos a manera de ranas, que son espíritus de demonios.” ¿Y qué están haciendo? Están reuniendo a los ejércitos del mundo, aquellos que quedan, versículo 16, “a un lugar llamado Armagedón,” un lugar llamado Armagedón. Vienen ahí para pelear contra el Hijo de Dios, y no se arrepienten.

La devastación final: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire, y salió una gran voz del templo,” de nuevo, del cielo, “del trono, diciendo: Hecho está. Entonces, hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.” Un terremoto tan grande y tan fuerte. Y la gran ciudad fue dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del ardor de su ira.”

Babilonia es el nombre para la religión final del mundo, y el sistema económico global, final, del mundo. “Y toda isla huyó,” la superficie de la tierra fue reajustada antes, pero ahora toda isla huyó y los montes no fueron hallados. Todo es aplanado. “Y cayó enorme granizo de treinta y cuatro kilos cada uno, cayó sobre los hombres. Y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo; porque su plaga fue sobremanera grande.”

Capítulo 17 dice, al mismo tiempo que Dios está destruyendo al mundo, la religión del mundo que se ha desarrollado. En el capítulo 18, Él destruye el sistema económico del mundo, y usted puede leer los detalles. Todos estos juicios tremendos, juicios contra la tierra, juicios contra el mar, juicios contra los ríos, juicios en el cielo, haciendo del movimiento del medio ambiente algo torpe. Y que tratan de reiniciar las estructuras sociales y hace del tratar el reinicio de las estructuras sociales torpe, porque esto es lo que viene. Estamos más cerca de esto de lo que jamás hemos estado. Hay un mundo global, escrito en el libro de Apocalipsis, religión del mundo, Apocalipsis 17, un sistema económico del mundo, Apocalipsis 18, estamos más cerca de esto de lo que jamás hemos estado en la historia.

Capítulo 19, entonces, Cristo viene. “Después de esto oí una gran voz, de nuevo de gran multitud en el cielo que decía: ¡Aleluya! Salvación y gloria y honra y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación,” ese es el sistema religioso falso, “y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos,” representando a los santos, “y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.”

Más aleluyas, truenos, versículo 6: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!” Después la cena de las bodas del Cordero. Los creyentes reciben sus recompensas. Versículo 11: “El cielo se abre.” Después de que el cielo derrama alabanza al comienzo del capítulo, el cielo entonces se abre, y de ahí sale un caballo blanco, y el que está montado es fiel y verdadero.” Y este es un retrato en visión de Cristo regresando. “Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas,” coronas, todas ellas. “Y tenía un nombre escrito que ninguno conocía, sino él mismo.”

La gente siempre me pregunta que nombre es ese. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre, y su nombre es EL VERBO DE DIOS, y los ejércitos celestiales, esos serían los ángeles y nosotros, vestidos de lino finísimo blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él la regirá con vara de hierro, y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito: REY DE REYES Y SEŇOR DE SEŇORES.” Habrá juicio.

“Y un ángel que estaba en pie en el sol clama a gran voz, venid congregaos a la gran cena de Dios, para que comáis carne de reyes y de capitanes, y carne de fuertes, carnes de caballo y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia,” el Anticristo, “y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para guerrear contra él” y todos fueron congregados en la copa, y ahora están en el Armagedón. Y obviamente el Señor es victorioso, la bestia es apresada, el falso profeta, que engañaba a aquellos que recibieron la marca de la bestia y habían adorado a su imagen, estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. “Los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.” Así termina todo. Ahí se dirige el mundo.

Ahora, como cristianos, ¿en qué piensa usted que deberíamos ocuparnos? Deberíamos estar ocupados aquellos que se nos ha llamado a hacer, y eso es predicar el evangelio para que la gente crea en Jesucristo y no esté ahí para cuando esto suceda. Ese es nuestro llamado. Después de eso, capítulo 20 dice: “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos, y vivieron y reinaron con Cristo mil años.”

Ese es el reino. ¿Cuánto dura el reino? Mil años. Dice usted: ¿significa mil años? Si no significa mil años entonces va a tener que decirme que significa, y no le voy a creer, porque dice mil años. Entonces, durante mil años Cristo va a reinar. Quiero tomar tan solo un minuto hoy, y decirle cómo va a hacer como nos dicen los profetas. Es el mundo que todos estamos esperando. Según los profetas del Antiguo Testamento habrá justicia universal, y paz. Todas las guerras cesarán, debido a que no va a quedar fuerza militar en el mundo los impuestos van a bajar, el crimen va a reducirse mucho, va a haber suficiente lluvia, abundancia de alimento y rebaños, retratados por Isaías, la maldición sobre la tierra en parte es levantada, todavía va a haber tierra, pero los que mueran van a morir de cien años como un niño.

La tierra de Israel se volverá un jardín, un río va a ser creado cuando el monte de los Olivos sea dividido, cuando Jesús llegue ahí. Ese río va a fluir al desierto y va a florecer como un jardín. La pobreza y la aflicción, las desigualdades van a desaparecer, la creación animal va a ser cambiada, el león va a acostarse con el cordero, y un niño va a jugar en la cueva de la serpiente. Cosas sorprendentes, usted las puede encontrar todas en los profetas del Antiguo Testamento. La tierra ahora es plana, y un lugar es exaltado, Jerusalén. Jerusalén será exaltada, Zacarías 14, todo el mundo va a ser plano y Jerusalén será exaltada. Isaías 2, Miqueas 4. Es increíble, el Señor va a restaurar la tierra, el paraíso recuperado, el paraíso recuperado. Durante mil años habrá justicia y equidad, nuestro trabajo no es hacer eso de una manera superficial, nuestro trabajo es predicar el evangelio, porque solo Jesús puede rescatar a alguien de la ira venidera.

Al final de los mil años, capítulos 21 y 22, dicen, Él va a crear los cielos nuevos y la tierra nueva. El universo actual es destruido, 2 Pedro dice que se derrite con calor intenso en una implosión atómica y en su lugar vendrá cielos nuevos y tierra nueva, el estado final, eterno, lo vemos en Apocalipsis 21 y 22. ¿Cómo escapa de estos juicios? ¿Se acuerda de las palabras de Hebreos 2 y 3? Recuerda, ¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande? Conociendo el terror venidero, dice Pablo, persuadimos a los hombres.

1 Tesalonicenses 1:10, probablemente es el mejor lugar para terminar, dice: “Jesús nos rescata de la ira venidera.” ¿Cuál es el trabajo de la iglesia? ¿Meterse en todo asunto mundano para tratar de negar una ley inescapable de sembrar y segar? Necio. Es torpe. Es necio. Hay una cosecha de corrupción y va a empeorar, y la ira va a venir. Y nuestra responsabilidad es decirle a la gente que solo Jesús puede salvarlos de la ira venidera.

Padre, te agradecemos por Tu Palabra, es abrumador realmente. Gracias por darme gracia para presentar esto. Y solo oro por que Tú fuiste honrado y glorificado. Tantas personas que están jugando, asistiendo a iglesias que les enseñan de cómo pueden tener éxito, prosperidad en este mundo. No entendemos que este mundo ya está bajo tu ira, y se dirige a la ira terminal y a la ira eterna, y nuestro trabajo consiste en declarar que Jesús, y solo Jesús libra de la ira venidera. Que estemos proclamando el evangelio.

Tú debes estar tan cargado, tan decepcionado con tantos llamados cristianos que están enredados en casos superficiales tratando de arreglar a un mundo que va camino al absoluto, inescapable, que lo que los pecadores siembran lleva a una cosecha de corrupción, y se acumula, así como pasó en Génesis, cuando Tú ahogaste al mundo entero. Tú no harás eso otra vez, pero el juicio vendrá y será por fuego, y diríamos, sí, ven Jesús, pero que seamos fieles en proclamar el evangelio, no solo eres Tú un Dios de ira, sino que eres un Dios de amor, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, más tenga vida eterna.

Concede esa fe salvadora. Oramos para Tu gloria. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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