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Continuamos en esta noche nuestro estudio de Romanos, capítulo 8. Y en esta noche es uno de los grandes pasajes, es uno de los pasajes conocido por todo cristiano, Romanos 8:28. Hemos estado estudiando este capítulo con mucha bendición, y ahora llegamos a lo que en muchas maneras es el resumen del capítulo entero, versículo 28, e incluyendo podríamos decir el versículo 29 y 30, y si usted quiere todo el resumen. Permítame leer estos tres versículos para usted, Romanos 8, comenzando en el versículo 28, ‘y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a lo que conforme a su propósito son llamados.

Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó a estos también llamó, y a los que llamó, a estos también justificó, y a los que justificó, a estos también glorificó’. Uno de los primeros padres de la iglesia dijo en una ocasión que sí, el todo de las Escrituras fuera un festín para el alma, Romanos 8 era el plato principal. Y creo que hay algo de verdad en eso, y este plato principal, Romanos capítulo 8, es resumido en esos tres versículos, los cuales realmente son la preparación del corazón para la bendición que comienza en el versículo 31.

Comenzando en el versículo 31 y llegando hasta el final del capítulo, encontramos una larga expresión de alabanza y viene inmediatamente después de este resumen en los versículos 28 al 30. Retrocediendo un poco, recuerde que Pablo en la epístola a los Romanos está explicando la doctrina de la justificación por la gracia mediante la fe, esto es la verdad mediante la cual somos salvos, y él la está explicando en todas sus características. Él habla de la condición del hombre en pecado en los primeros tres capítulos, y después comenzando hacia el final del capítulo 3 y hasta el capítulo 7, él habla de la justificación y sus frutos o sus efectos.

Después en el capítulo 8, él nos da la gran realidad de que la justificación es eterna, que toda persona la que Señor justifica y glorifica, que cualquier persona que es salva al principio será salva al final. En otras palabras, estamos eternamente seguros y perseveraremos en la fe hasta el fin. Esa gran verdad del capítulo 8 es resumida en esos tres versículos que le acabo de leer. Resumen, la doctrina entera de la seguridad eterna, a quien el Señor conoció de antemano, a él predestinó, a quien él predestinó él llamó, a quien él llamó él justificó, y a quien él justificó él glorificó, y nadie se pierde en el proceso, y eso es porque Dios hace que todas las cosas sean para su bien, ese realmente es el resumen de este texto maravilloso.

La justificación es eterna. Y como hemos estado aprendiendo en el capítulo 8, la justificación y su naturaleza eterna, es asegurada para el creyente por el ministerio maravilloso del Espíritu Santo, cuya obra es bosquejada a lo largo de este capítulo. Es el Espíritu quien nos asegura en un estatus de no condenación, nunca seremos condenados, estamos asegurados eternamente, justificados en un estatus de no condenación debido a la obra del Espíritu Santo. Vimos de regreso en los versículos 2 y 3, que es el Espíritu quien nos libera del pecado y de la muerte. En el versículo 4, es el Espíritu Santo quien nos concede el cumplimiento de la ley, al concedernos la justicia de Cristo.

Es el Espíritu Santo en los versículos 5 al 11, quien cambia nuestra naturaleza. Es el Espíritu Santo en los versículos 12 y 13, quien nos capacita para la victoria sobre el pecado. Es el Espíritu Santo en los versículos 14 al 16, quien confirma nuestra adopción como hijos de Dios. y después en los versículos 17 al 27, es el Espíritu Santo quien garantiza nuestra gloria eterna. Y vimos la última vez que en ultimas el Espíritu Santo garantiza nuestra gloria por lo que dice en el versículo 27, ‘Él intercede por los santos conforme a la voluntad de Dios’.

Es la obra continua intercesora del Espíritu Santo, lo que asegura nuestra gloria eterna, esa es la gran verdad que vimos la última vez. Entonces el Espíritu Santo lleva a cabo esta obra de seguridad, manteniéndonos en un estatus de no condenación, lo hace en todas las maneras que hemos visto hasta el versículo 27. Ahora en los versículos 28 al 30 hay un resumen, es un resumen. Y usted tiene en este resumen una gran promesa en el versículo 28, y ahí es donde queremos comenzar nuestro estudio. El versículo 28 muy conocido por los cristianos, quizás es la más valorada de todas las promesas que disfrutan los creyentes, debido a que es tan amplia. Dice que Él hace, Dios causa que todas las cosas operen para el bien de aquellos que lo aman, y es el ‘todas las cosas’ ahí que es tan consolador.

Este gran texto necesita nuestra atención cercana y cuidadosa debido a su riqueza, y vamos a prestarle nuestra atención cercana durante unas cuantas semanas. No podemos hacerlo el próximo día del Señor porque tendremos el concierto, pero lo vamos a hacer durante unos cuantos domingos por la noche que están por venir, debido a que la verdad de este versículo es tan rica y de un alcance tan largo. Ahora si usted tan solo toma el versículo 28, el cual como dije, es parte de este resumen de la seguridad del creyente, podríamos dividirlo en cuatro secciones. El versículo 28 habla de la extensión de nuestra seguridad, habla de los destinatarios de la seguridad, la fuente de la seguridad y la certeza de la seguridad, viene en los versículos 29 y 30.

La extensión de la seguridad cubre todas las cosas, los destinatarios de esta seguridad a aquellos que aman a Dios. La fuente de su seguridad, son llamados. La certeza de su seguridad, que a todo aquel a quien conoció de antemano y a todo aquel a quien predestinó y a todo aquel a quien él llamó, y a todo aquel a quien él justificó y glorificó. Entonces vemos la extensión, los destinatarios, la fuente y la certeza de la seguridad. Si alguien le llega a preguntar a usted, en donde la Biblia les habla de que están eternamente seguros, aquí es a donde usted va en primer lugar y sobre cualquier otro lugar. Ahora tomemos ese primer punto en esta noche y simplemente hablamos de la extensión de nuestra seguridad.

¿Cuán seguros realmente estamos? Bueno aquí está la extensión de nuestra seguridad en una afirmación simple. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas operen para bien, esa es la extensión de nuestra seguridad, esa es una afirmación tremendamente consoladora y afirmadora, no podría haber una afirmación más consoladora que esa, ninguna afirmación hecha a un creyente podría contribuir a que tuviera más esperanza, más felicidad, más libertad y más gozo en el corazón que esa afirmación. Porque lo que dice es que no importa el dolor, no importa que problema, no importa que fracasos, no importa que dificultades, no importa que desastres, no importa que pecados, no importa que sufrimiento, no importa que tentación, todas las cosas operan para bien.

La extensión es enfatizada en la palabra panta, en el griego significa ‘todas las cosas’, es una promesa que abarca todo. Y el contexto no tiene límites, el contexto no coloca límites aquí, no hay nada que aclara el ‘todas las cosas’, nada. Significa absolutamente lo que dice, todas las cosas funcionan para bien. Dios toma todo y cualquier cosa que ocurre en la vida de un creyente, y en lugar de potenciar la perdida de salvación del creyente, en lugar de potenciar la condenación del creyente, Dios hace que opere para el bien definitivo del creyente. Esta es la promesa más grande que podemos tener en esta vida, no hay ningún límite en absoluto en esta afirmación, en este contexto, es ilimitada.

El versículo 32 creo que de nuevo reitera la naturaleza ilimitada de esta seguridad, cuando dice, ‘el que no escatimó ni a su propio Hijo’. Si Dios dio a su regalo más grande, su Hijo por nosotros, mientras que éramos pecadores, ‘¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?’. En otras palabras, si Dios nos dio el mejor regalo, el cual es su Hijo, para salvarnos cuando éramos pecadores, ¿acaso Dios no hará lo que sea necesario para mantenernos, ahora que somos de Él? Ese es el punto. Él de manera libre, sin refreno nos dará todas las cosas. Sea cual sea la extensión, sea cual sea la cantidad, sea cual sea la intensidad, sea cual sea la naturaleza abrumadora de nuestro problema, todo es entretejido por Dios para nuestro bien.

Observe de nuevo el versículo, el versículo comienza con esta confianza ‘y sabemos’. Esto no es algo que es ambiguo, esto no es algo que es una posibilidad, esto no es algo que es un potencial, esto es algo que es realidad. Y sabemos que Dios hace que todas las cosas operen. Tomen ese verbo ‘operen’, es el verbo griego sunergeo del cual obtenemos sinergismo, lo cual significa operar juntos. Todo es sinergia, todo se mezcla junto, todo opera de manera cooperativa. En los Salmos usted tiene una afirmación parecida, en el Salmo 25:10, en donde dice ‘todos los caminos del Señor son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto’.

Esa realmente es una promesa paralela en el Antiguo Testamento, para aquellos que son de Él, que guardan su pacto, que creen en Él, que lo siguen, todos los caminos del Señor son misericordia y verdad. Ahora todas las cosas entonces, son colocadas en una sinergia por Dios, entrelazadas, unidas para producir bien. Escuche con atención, todas las cosas, no necesariamente son buenas en sí mismas ¿verdad? Pero Dios toma todas las cosas y las entrelaza en lo que es bueno. La palabra ‘bien’ necesita nuestra atención, es agatón, de la cual obtenemos ese nombre antiguo que su tía mayor o su abuela tuvo, Ágata.

Y agatón significa bien en el sentido más puro y verdadero, lo que es moralmente bueno lo que es prácticamente bueno. Hay otra palabra para ‘bueno’ en el Nuevo Testamento kalos y significa lo que es hermoso, lo que se ve bien, bondad externa, belleza externa, pero esta es la bondad inherente. Y Dios está tomando todo lo que sucede en la vida del creyente sin importar lo que sea y a partir de ahí está produciendo bien definitivo, bien moral, bien practico, bien real. Kalos apela al ojo, agathos apela al alma. Kalos apela al ojo, agathos apela al sentido moral. Esta es bondad verdadera, no importa lo que suceda en su vida, resultará bueno, y esa es la razón por la que usted nunca puede perder su salvación, porque sin importar lo que pase, resulta ser ¿qué? bueno.

Esta es una promesa inviolable de que nada puede suceder en la vida de un creyente, que pueda terminar en un mal definitivo, es otra manera de decir nada puede separarlo del amor de Cristo, ahí en el versículo 35. Es otra manera de decir lo que está en el versículo 31, ‘si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?’. Es otra manera de decir lo que está en el versículo 34, ‘quien nos va a condenar’, si todo opera junto para bien, entonces nada podría de manera posible hacer que perdiéramos nuestra salvación, ese es su punto, es un argumento absolutamente potente. Dios llama, justifica y glorifica, y nadie se cae por las grietas, todo está causando en ultimas su bien eterno.

En Deuteronomio 8:16 en el desierto dice ‘te alimentó con maná que tus padres no conocieron, a fin de humillarte para que te probara, para hacerte bien al final, ¿y sabe una cosa? eso es realmente coherente con la naturaleza de Dios. Leemos eso en el Salmo 145 que Dios se expresa a sí mismo en gran bondad. Dios es bueno, la Biblia dice. Jeremías el profeta exaltó la bondad de Dios en Jeremías capítulo 24, ‘así dice Jehová Dios de Israel’, versículo 5, ‘como estos buenos higos, así consideraré como buenos a los cautivos de Judá, a quienes he enviado de este palacio a la tierra de los caldeos, colocaré mis ojos en ellos para bien, los traeré de regreso a esta tierra y los edificaré, y los plantaré y no los desarraigaré ni los arrancaré, les daré un corazón para conocerme porque Yo soy el Señor y serán mi pueblo y seré su Dios, porque regresaran a mí con todo su corazón’

Y él está hablando de los Israelitas llevados a la cautividad, quienes regresaran, y él dice a pesar de su pecado, a pesar de haber sido llevados, les haré bien a ellos, es la naturaleza, es la esencia de Dios, expresarse a sí mismo en bondad hacia aquellos sobre quienes establece su amor, Él es un Dios de bondad. Génesis 50:20, esa afirmación maravillosa, ‘vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó ¿a qué? A bien, a bien. Dios hace que las cosas resulten para bien, no es automático, es por la obra del Espíritu Santo que sucede. En el versículo 26, no sabemos cómo orar, entonces el Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles, no sabemos cómo aferrarnos a nuestra salvación, no sabemos cómo hacer eso.

No sabemos cómo aferrarnos a nuestra fe, no sabemos cómo confrontar los problemas de la vida, y como luchar contra el reino de las tinieblas, y como evitar las tentaciones que nos abrumarían de manera absoluta. Entonces el Espíritu de Dios está ahí, intercediendo constantemente por nosotros en estos gemidos ante el trono de Dios, y Dios, quien escudriña los corazones conoce cuál es la mente del Espíritu porque Él intercede por los santos según la voluntad de Dios. entonces el Espíritu Santo siempre está intercediendo por nosotros, siempre orando por nosotros, siempre viniendo ante el trono de Dios en armonía perfecta con la voluntad de Dios.

¿Y cuál es la voluntad de Dios? que vayamos de ser predestinados, amados, justificados, a ser glorificados, esa es la voluntad de Dios, que nadie se pierda en el proceso, esa es la voluntad de Jesús también, quien dijo que Él quería guardar a todo lo que el Padre le dio. Y entonces el Espíritu es el que opera que la voluntad de Dios y el deseo de Cristo al aferrarse a nosotros, intercediendo por nosotros incesantemente como el gran sacerdote quien mora en nosotros, adentro de nosotros. El anhelo del Espíritu, el gemido recuerda, es que todos lleguemos a la gloria final, ¿se acuerda que vimos que la creación entera está gimiendo por la gloria final, y los creyentes están gimiendo por la gloria final y después en los versículos 26 y 27 el Espíritu Santo está gimiendo para que lleguemos a la gloria final?

Él está intercediendo siempre con estas comuniones indecibles entre la Trinidad, para que seamos llevados a la gloria. Es debido a eso que el versículo 28 es verdad, todas las cosas están operando para bien, porque el Espíritu Santo está intercediendo por nosotros, porque el Hijo a la diestra de Dios está intercediendo por nosotros como nuestro abogado defensor y nuestro abogado, en contra de cualquiera que venga a condenarnos, y debido a los propósitos de Dios que están siendo cumplidos. Bueno todo esto encaja, este realmente es un pasaje monumentalmente importante, estamos seguros, estamos seguros para siempre en un estatus de no condenación.

Debido a la obra intercesora del Espíritu Santo, y debido a esa obra intercesora del Espíritu Santo y debido a la obra intercesora continua de Cristo a la diestra de Dios, y debido a que es el plan de Dios y la Trinidad entera está en armonía, en que todos los que han sido predestinados desde antes de la fundación del mundo sean llevados a la gloria. Ese plan está desarrollándose, no solo porque fue dicho, porque fue dicho y está siendo hecho. Debido a la obra cooperativa consumada del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, toda persona que verdaderamente viene a la fe en Cristo será traída a la gloria. Esa es la razón por la que Juan dice, ‘salieron de nosotros’, cuando alguien deja la fe niega a Cristo y se va.

‘Salieron de nosotros porque no ¿qué? no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros habrían continuado con nosotros’ ¿Por qué? porque ese es el plan del Padre, esa es la voluntad del Padre, esa es la meta intercesora del Hijo, y esa es la meta intercesora del Espíritu, sostenernos en un estatus de no condenación y llevarnos a la gloria. Ahora tenemos en el versículo 28, el hecho de que todo debido a este plan de Dios, debido a la voluntad de Dios, y debido a la obra intercesora del Espíritu Santo, particularmente en el versículo 26 y 27, él de hecho puede decir en el versículo 28, que todo lo que sucede en su vida operará para bien. Y el bien aquí, permítame decírselo claramente, el bien aquí es gloria eterna.

Muy bien el ‘bien’ aquí es gloria eterna. Ahora eso no significa que el único bien va a ser cumplido en la eternidad, el bien aquí va a sostenerlo hasta llegar a la eternidad, involucra su gloria eterna, involucra llevarlo a usted ahí. Dice usted, ¿bueno que quieres decir con todas las cosas aquí? Bueno no hay límites. Entonces hablemos de esto, veamos qué tan lejos podemos llegar con esto. En primer lugar, le voy a dar dos puntos, porque solo hay dos puntos que presentar aquí, solo hay dos cosas que pueden sucederle a usted ¿Cuáles son? Cosas buenas y cosas malas, bastante simple ¿no es cierto? No me tomó mucho tiempo identificar el bosquejo aquí.

Las únicas cosas que le pueden pasar a usted son cosas buenas o cosas malas, y en cualquiera de los dos casos operan ¿para qué? para bien. Bueno hablemos de las cosas buenas que operan para bien, eso es obvio, pero quizás tan obvio que si le preguntara cuales son las cosas buenas que funcionan, operan para bien, usted no podría saber que decir. ¿Qué cosas buenas operan juntas para bien? bueno, comencemos con la naturaleza de Dios, eso es lo mejor que existe en el universo porque Dios es perfecto y perfectamente Santo, Él es bondad pura y su naturaleza opera para nuestro bien ¿Qué quieres decir con eso? bueno tomemos algunos de sus atributos.

Su gran poder opera para nuestro bien ¿Cómo hace eso? bueno, su gran poder nos apoya ¿no es cierto? en los problemas. No es Deuteronomio 33:27 que dice ‘debajo están los brazos eternos’. Se acuerda de Daniel, Jonás, los tres hebreos en el fuego, en Babilonia todos apoyados por el gran poder de Dios. 2da de Corintios 12:9 ‘mi poder se perfecciona en la debilidad, es el poder de Dios que provee todo lo que necesitamos, es el poder de Dios que conquista nuestro gran enemigo Satanás y a todos los demás enemigos, es el poder de Dios que nos lleva a la victoria, es el poder de Dios mediante el cual vencemos la carne y el pecado. Es la bondad, el poder de Dios entonces, que opera para nuestro bien.

En segundo lugar, podríamos decir que su gran sabiduría opera para nuestro bien, porque es su sabiduría la que nos instruye, y él nos ha dado la guía a través de su Palabra, ‘lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino’, la sabiduría de Dios es revelada en las páginas de las Escrituras, y conforme nos exponemos a la verdad de Dios, esa gran sabiduría nos instruye y nos guía en un camino de obediencia, y por lo tanto nos lleva en el camino de la bendición y el camino del gozo. ‘Bienaventurado es el hombre que oye mi Palabra y la hace’ dijo Jesús. Entonces la bondad de la naturaleza misma de Dios lleva bondad para nosotros, su poder, su sabiduría.

Es su poder en últimas que hará, que llevará a cabo la obra victoriosa sobre Satanás, es su poder que en últimas nos sustenta, es su sabiduría lo que nos dio el evangelio, es su sabiduría lo que proveyó el camino de justicia para nosotros, es su sabiduría la que diseño el plan salvador en Cristo. Entonces esas cosas buenas acerca de la naturaleza buena operan para nuestro bien, y su bondad, su gran bondad nos lleva al arrepentimiento dice en Romanos capítulo 2, Dios es bueno y su bondad opera para nuestro bien. También podríamos decir más allá de la naturaleza de Dios, y podríamos seguir con eso de manera interminable. Todo en la naturaleza de Dios opera para nuestro bien, su gracia, su misericordia, su compasión, inclusive su ley, la cual nos llama a la obediencia que produce bendición.

Pero tomemos en segundo lugar, las promesas de Dios, no solo la naturaleza de Dios, pero hablemos por tan solo un minuto acerca de las promesas de Dios. Las promesas de Dios operan para nuestro bien, las promesas preciadas de Dios son la provisión para el alma turbada cuando viene la culpabilidad, cuando viene la culpa y leemos en las Escrituras que Él mantiene la misericordia para miles, Él promete mostrar gracia al humilde, Santiago 4. Cuando la desobediencia es nuestra experiencia y cuando desobedecemos su Palabra, y desobedecemos su ley tenemos la promesa de Oseas 14:4, ‘curaré sus desobediencias’.

La promesa de Miqueas 7:18, ‘quien es un Dios perdonador como tú’. Hay gracia con Él, hay misericordia con Él, hay perdón con Él. Cuando viene el problema tenemos la promesa del Salmo 91:15, ‘estaré con él en el problema. Salmo 37:39 ‘le daré fortaleza en el tiempo de la aflicción’. Cuando la privación viene, cuando no tenemos recursos humanos, Filipenses 4:19 dice, ‘mi Dios proveerá todas vuestras necesidades’. Salmo 37:35 dice ‘no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia que mendigue por pan.

Jacob dijo ‘Señor, tú has dicho que me harás bien’, Génesis 32:12. Las promesas de Dios aseguran la bondad de Dios para nosotros. Entonces la naturaleza de Dios es buena y nos trae bondad, las promesas de Dios son buenas y producen para nosotros bondad.

Y únicamente necesito añadir no solo la naturaleza misma de Dios, la esencia misma de Dios, las promesas mismas de Dios operan para nuestro bien, sino que todas las Escrituras operan para nuestro bien, y tengo que añadir eso porque no quiero tan solo dejarlo con las promesas, todas las Escrituras operan para nuestro bien. Dice en el capítulo 20 de Hechos, y el versículo 32 ‘la palabra de Su gracia que tiene poder para sobre edificaros y daros herencia entre los santificados’. Y todo a lo que la Palabra llama produce bien, todo, adoración, obediencia, todos los mandatos de las Escrituras, todos los medios de la gracia que están ahí aplicados cantando salmos, himnos y canticos espirituales, haciendo música en su corazón para el Señor, sometiéndose, obedeciendo.

Todas las Escrituras operan para bien, todas. Esas son las cosas buenas, la naturaleza de Dios, las promesas de Dios, la Palabra de Dios. Y permítame añadir en cuarto lugar, la oración opera para nuestro bien. Este es un medio de la gracia que en cierta manera seleccionamos la oración, opera para nuestro bien, realmente es la clave, que abre el tesoro de la misericordia de Dios, la oración mantiene el corazón abierto a Dios y cerrado al pecado. La oración mitiga los corazones inquietos y los deseos hacia la concupiscencia.

Fue el consejo de Lutero hace mucho tiempo atrás, un amigo que cuando él percibiera una tentación comenzara a levantarse, que inmediatamente fuera a la oración. Es lo que disipa la tristeza porque expresa la tristeza, consuela el corazón. Dice en 1ra de Samuel 1 que cuando Ana había orado en su tristeza, ella se fue y ya no estaba triste más. Estas son cosas buenas. Todo a lo que la Biblia nos llama, oración, adoración, la mesa del Señor, cualquier forma de obediencia. Cualquier forma de sumisión al fruto del Espíritu, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, cualquier cosa en las Escrituras, cualquier cosa a la que llama, cualquier medio de gracia se convierte en una fuente de bien. Bueno vayamos más allá de eso, vayamos más allá de la naturaleza, la esencia de Dios, las promesas de Dios, las Escrituras y toda su plenitud, y todo a lo que nos llama.

Hablemos de los ángeles, los ángeles son buenos, ángeles buenos, ángeles santos. ¿Y sabe usted que operan para nuestro bien? Operan para nuestro bien, Hebreos 1:14 dice ‘los ángeles son espíritus ministradores, enviados para servir a aquellos que heredan salvación’. Ni siquiera sabemos lo que está pasando, pero todo el tiempo los ángeles están asistiendo para llevarnos a la gloria, son enviados para servirnos para que heredemos nuestra salvación, nos protegen de esas cosas que nos destruirían. Mateo 18, versículo 10, una de las afirmaciones realmente asombrosas de Jesús, Él dijo esto ‘mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños’, hablando de los creyentes, ‘estos pequeños que creen en mí’, refiriéndose a los creyentes que son como niños, lo cual todos somos.

‘No menosprecien o tengan en poco a estos pequeños, porque os digo que sus ángeles en el cielo, miran el rostro de mi Padre continuamente que está en los cielos’, y el retrato aquí es que Dios en el cielo, y Dios está observando a sus hijos, y si usted menosprecia o tiene en poco a cualquier creyente, se manifiesta como una preocupación para Dios, y los ángeles siempre están viendo el rostro de Dios por así decirlo para ver esa preocupación para ser enviados por Él para ayudar a esos creyentes, un concepto tremendo. Dios en su naturaleza opera para nuestro bien, Dios en sus promesas opera para nuestro bien, Dios en su Palabra ha producido todo tipo de medio espiritual para producir nuestro bien.

Y Dios inclusive le ha dado a los ángeles santos, la tarea de trabajar para nuestro bien, y siempre están viendo Su rostro, para que estén en contacto pronto con Él, para ser enviados para ayudar a aquellos por quienes muestra preocupación. Y después añadiría otra categoría, solo queda una, y eso es la gente. Otros creyentes operan para nuestro bien, eso es verdad, otros creyentes operan para nuestro bien. Creo que habría muchos lugares en las Escrituras en donde usted podría ver esto, ninguno otro mejor que 2da de Corintios 1:24, Pablo dice ‘somos colaboradores con vosotros para vuestro gozo’, somos colaboradores con vosotros para vuestro gozo.

¿Sabe una cosa? el Señor ha distribuido a lo largo de todo el cuerpo entero de Cristo, dones espirituales. Yo tengo dones en el área de enseñanza y predicación, usted tiene dones en varias áreas y esos dones deben ser usados para fortalecer a los creyentes. Y yo esperaría que la expresión de mi don y la expresión de mi vida, y la expresión de mi ministerio opere para su bien, para su edificación espiritual, para su mayor conocimiento de las Escrituras, su mayor amor hacia Cristo, su mayor amor hacia Dios, su mayor servicio para el Señor, su mayor entendimiento de la verdad para que usted pueda honrarlo en su Palabra. H­­­­­­­­­ebreos 10:24 dice ‘cuando se congreguen estimúlense unos a otros al amor y a las buenas obras’.

Entonces cuando nos congregamos para adorar con el propósito de estimularnos unos a otros a la bondad, entonces los santos operan juntos para producir bien en las vidas unos de otros. Esa es la razón por la que es una atrocidad cuando un creyente lleva a otro creyente a pecar y esa es la razón por la que Jesús dijo en Mateo 18 también que, si usted lleva a otro creyente a pecar, más vale que usted este ahogado con una piedra amarrada a su cuello y arrojado en la profundidad del mar. Usted nunca debe guiar a otro creyente a pecar, usted siempre debe buscar el bien de ellos. Santiago 5 habla, de que los espiritualmente fuertes ayuden a los que son espiritualmente débiles y ore por ellos.

Entonces el bien puede ser traído por cosas buenas, nuestro Dios bueno está haciendo bien para nosotros constantemente, como una expresión de la bondad de su naturaleza y su persona. Nuestro Dios bueno, nos ha dado promesas grandes y preciadas, nuestro Dios nos ha dado su Palabra buena, la cual ministra bien para nosotros como, conforme la leemos y la aplicamos, y la obedecemos. Dios ha llamado a los ángeles buenos y santos para ayudarnos, para hacernos bien, y Dios ha diseñado que los santos dentro de la iglesia, se ministren de manera mutua bondad el uno al otro. Estas son las cosas buenas. Bueno todo eso es importante y todo eso es verdad, pero francamente, realmente ese no es el elemento importante del pasaje.

Regrese al pasaje por un minuto, lo que el pasaje realmente está tratando de decirnos aquí, es que no solo son las cosas buenas que operan para nuestro bien, sino que son cosas malas las que operan para nuestro bien. Si todo saliera exactamente como queremos que salga, ni siquiera haríamos la pregunta si nuestra salvación seria sustentada o no, no estaríamos haciendo la pregunta, podemos perder nuestra salvación si todo fuera bueno. Pero a pesar de todo lo que Dios hace, a pesar de todo lo que él ha prometido y nos ha jurado, a pesar de todo lo que está en su Palabra, a pesar de todos los caminos de la obediencia por los que podemos caminar, y de esta manera ser bendecidos.

A pesar de la obra de los ángeles santos, a pesar de la estimulación mutua y bondad de creyentes que nos rodean, a pesar de todo eso, nuestras vidas aun así están llenas de cosas malas ¿no es cierto? El hombre nacido para la aflicción como vuelan las chispas al aire. Jesús dijo ‘en el mundo tendréis aflicción’, tribulación, y tenemos cosas malas en nuestras vidas y esas se convierten en el problema real. ¿Acaso las cosas malas pueden separarnos de Dios? ¿pueden las cosas malas sacarnos de un estatus de no condenación y llevarnos a un estatus de condenación? ¿pueden las cosas malas causar que Cristo ya no nos ame? ¿pueden las cosas malas hacer que Dios nos quite nuestra salvación?

Bueno hagamos la pregunta y respondámosla. Hay tres categorías de cosas malas que quiero que vea, tres categorías de cosas malas. Categoría número uno, simplemente la vamos a llamar sufrimiento, sufrimiento. El sufrimiento es malo, digo, refleja la maldición, Adán y Eva no sufrieron en el Huerto antes de la caída, no había dolor, no había tristeza, no había lágrimas, ni siquiera hubo muerte. Pero la primera área de cosas malas que tenemos que enfrentar, es el sufrimiento. La vida está simplemente llena de sufrimiento, llena. Comienza desde el principio y se queda ahí, y se maximiza al final en los horrores de la muerte. Simplemente la vida está, simplemente de cosas malas.

Ayer estuve en el hospital, orando con una pareja querida en nuestra iglesia que tienen un bebé pequeño, que tiene tres y medias semanas de vida, y no puede respirar, y tiene una enfermedad genética muy seria. Eso es algo que destroza, aplasta tu corazón cuando tu primer pequeño está en esa condición, y únicamente es mantenido vivo por una máquina. Conforme hablé con la madre y el padre que estaba cargando esa pequeña vida, que estaba conectada en todo en la unidad de cuidado intensivo neonatal, recordé que la vida estaba llena de dolor y sufrimiento, así es. ¿Y sabe una cosa? eso está dentro del plan de Dios.

Ruth 1:21 dice, ‘el Todopoderoso me ha afligido’. En Éxodo, Dios dijo ‘¿acaso no he hecho yo al ciego, al cojo y al mudo?’. Job dijo ‘Jehová dio y Jehová ¿qué? quitó. Jeremías 24:5 dice ‘como estos higos buenos, entonces lo reconocerá aquellos que son llevados cautivos y Judá quien es enviado de este lugar a la tierra de los caldeos para su bien’ ¿no es eso sorprendente? Dios dice, estoy enviando a Judá a la cautividad en Caldea, Babilonia para su bien. Eso fue algo malo en lo que a ellos concernía, involucró la destrucción de Jerusalén, involucró literalmente aplastar la ciudad de Jerusalén, involucró la masacre y muerte de muchas, muchas personas. Pero fue sufrimiento de proporciones más bien monstruosas, pero inclusive el sufrimiento que es malo, puede operar para bien.

1ra de Pedro 5:10 lo expresa de esta manera, ‘después de que hayáis sufrido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca’. Esa es la razón por la que Santiago 1 dice, ‘tener por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas ¿verdad? Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, más tenga la paciencia su obra perfecta’. El sufrimiento produce bien, ¿por qué? aprendemos como enfrentar el dolor y, por lo tanto, aprendemos a cómo ayudar a otros a enfrentarlo. Aprendemos con pasión, aprendemos paciencia, aprendemos amabilidad, aprendemos la confianza, experimentamos la gracia de Dios y la misericordia, y como nos sustenta.

La bondad de Dios puede salir del sufrimiento. Pienso en José, sus hermanos lo arrojaron a un pozo, lo vendieron como esclavo, él fue arrojado a la cárcel, pero al final todo operó para bien, eso es Génesis 50:20 ‘vosotros pensasteis mal contra mí, más Dios lo encaminó a bien’. Y después estuvo Job, ahí hay un hombre que sufrió, perdió todo lo que tuvo, absolutamente todo, todos sus hijos murieron, perdió toda su riqueza, todos sus cultivos, toda su tierra, todo, todos sus animales, después terminó con úlceras, él estuvo en una catástrofe sin paralelos.

A través de todo eso, Dios estaba operando todo para bien, y al final él dice ‘de oídas te había oído más ahora mis ojos te ven, te veo y me arrepiento en polvo y cenizas’. Él aprendió la grandeza y bondad de Dios a través de todo, fue una lección sorprendente, sorprendente. Pablo, cargado en 2da de Corintios, capítulo 12 con un aguijón en la carne, oró tres veces al Señor que lo quitara, el Señor dijo, no lo voy a quitar, lo voy a dejar ahí, porque te humilla y porque en tu debilidad eres hecho fuerte. Cuando no puedes confiar en ti, y cuando al final de tus propios recursos, entonces tienes que volverte a mí y entonces te vuelves fuerte. Inclusive su ceguera en Hechos 9, lo acercó a Cristo. El sufrimiento es bueno, Dios lo usa para hacer varias cosas, simplemente voy a repetir unas cuantas, Él lo usa para enseñarnos a odiar el pecado.

¿Sabe una cosa? cuando usted ve todo el sufrimiento en el mundo, como cristianos, usted no hace las preguntas que hace el mundo. El mundo dice ¿Por qué todo esto ha pasado? ¿verdad? ¿Por qué pasó esto? no entienden porque no hay reconocimiento del impacto del pecado, pero cuando usted y yo vemos el sufrimiento en el mundo, odiamos el pecado que causó el sufrimiento. Se acuerda usted de Jesús, estuvo en la tumba de Lázaro, y comenzó a llorar, y usted puede hacer la pregunta ¿Por qué está llorando? Él está a punto de resucitarlo de los muertos, Él no estaba llorando porque Lázaro estaba muerto, Él lo quería muerto, esa es la razón por la que Él no había venido.

Cuando Lázaro se enfermó enviaron un mensaje a Él y le dijeron ven está enfermo, Jesús no fue, Él quería que estuviera muerto, porque Él quería hacer este milagro enorme ahí, por así decirlo, ahí en el patio de la temporada de la Pascua, porque todo fue parte de preparar todo para la cruz y la resurrección, entonces Él lo quería muerto. Cuando Él descendió y vio a la familia en tristeza y llorando, y el tormento de haber perdido a su hermano amado, entonces Él lloró, y Él lloró no porque Lázaro estaba muerto, sino que el lloró porque Él podía a partir de esa experiencia reconocer todo el sufrimiento de toda la humanidad a lo largo de todos los años cuando seres queridos mueren, Él podía ver la consecuencia del pecado.

Y entonces nos enseña a odiar el pecado, entendemos que todo el sufrimiento en el mundo nos da un odio hacia el pecado y eso es bueno, esa es una buena lección que aprender. Y usted debería llegar a una conclusión en algún punto en su mente, que es el pecado a una escala grande causa tanto desastres, causará el mismo desastre a una escala menor, va a ser lo mismo en su vida, así como lo hace en el mundo. Y si su usted lo odia en el mundo, usted debería odiarlo en su propia vida. En segundo lugar, el sufrimiento nos enseña a ver la maldad que hay en nosotros, cuando sufrimos recordamos que todavía estamos caídos, ¿no es cierto? La corrupción de nuestros corazones, se refleja en nuestro sufrimiento.

Usted sufre ¿y qué sucede? Usted se vuelve impaciente, usted se amarga, usted comienza a cuestionar a Dios, duda de Dios, y usted realmente comienza a ver el estado caído que todavía está ahí. Usted inclusive, se enoja o podría revolcarse en su autocompasión o se puede volver alguien que está muy centrado en sí mismo y ser soberbio, y hacer que todo mundo lo sirva a usted en su dolor. El sufrimiento es bueno porque le enseñará a odiar el pecado, le enseñará a ver la maldad que está en usted. El sufrimiento es bueno también porque lo acercará a Dios, como Pablo, cuando usted llega al punto en el que no tiene ningún lugar a donde acudir, usted termina acudiendo a Él y eso es bueno.

No se usted, pero entre mayor es el sufrimiento que experimento, mayor es mi vida de oración ¿no es eso verdad? Cuando todo va bien en cierta manera tiendo a forzarme a orar, pero cuando hay un desastre en algún punto, o cuando hay un sufrimiento real en algún lugar me veo motivado a orar. En prosperidad el corazón se distrae fácilmente, en la prosperidad el corazón se divide fácilmente, el sufrimiento expulsa al mundo y nos envía de manera singular a Dios. Además, creo que el sufrimiento es bueno, porque nos conforma Cristo, nos ayuda a experimentar la comunión de sus sufrimientos, comenzamos a entender a nuestro Señor. Hacer como Pablo dijo en cierta manera llevar las marcas de Cristo, sufrimos con Él.

Romanos nos dice, para que podamos reinar con Él, ahí en Romanos 8. Participamos en Filipenses 3 en la comunión de sus padecimientos, nos ayuda a identificarnos con Él y a ir a Él como nuestro gran Sumo Sacerdote. El sufrimiento también expulsa el pecado, el sufrimiento expulsa el pecado. En Job 23, versículo 10 dice ‘y cuando Él me haya probado saldré como oro’. El sufrimiento destruirá sus sueños y sus ambiciones y su soberbia, y en muchos casos quemará la escoria en su vida. El Señor usa el sufrimiento como una disciplina para expulsar el pecado, la disciplina severa algunas, veces inclusive hasta la muerte. Algunos de ustedes están débiles y enfermos y algunos duermen le dijo a los Corintios, porque Dios hizo que sufrieran, inclusive morir, debido a la manera en la profanan la mesa del Señor.

Hay un pecado de muerte, 1ra de Juan dice ‘no hay sentido en orar por la persona que ha cometido eso, no hay sentido en orar por la persona que el Señor está disciplinando hasta la muerte’. Entonces puede haber disciplina bastante severa, en Hebreos dice ‘a quien el Señor ama disciplina’. El sufrimiento es bueno porque puede expulsar nuestro pecado, es bueno también porque en últimas trae gozo, en últimas trae gozo. Dice usted ¿Qué quieres decir? Porque Job 5:17 tiene razón dice ‘bienaventurado es el hombre a quien Dios corrige’, feliz es el hombre a quien Dios corrige. Usted necesita ver el sufrimiento que viene a su vida y decir, debo ser un hijo de Dios porque Él azota a todo hijo ¿verdad? De Hebreos 13.

Y si estoy atravesando sufrimiento y un dolor, el Señor me está refinando, el Señor me está azotando, una o la otra, o quizás un poco de ambas, y después que haya sido corregido mientras que parece ser triste por el momento, al final producirá gozo. Juan 12 Jesús dijo a los discípulos, van a sufrir, pero va a ser como dolores de parto, a partir de ese sufrimiento va a salir gozo. Y después el sufrimiento es bueno porque produce una gloria mayor, produce una gloria mayor, en 2da de Corintios 4:17, ‘la aflicción momentánea ligera está produciendo para nosotros un peso eterno de gloria mucho más allá que toda comparación’. Todo el sufrimiento en esta vida que usted soporta, será compensado en la vida que está por venir en la gloria mayor, es algo maravilloso en que pensar, la bondad que viene en el sufrimiento.

El sufrimiento es bueno, opera para bien, no es en sí mismo bueno, no se siente bien, es un elemento de la maldición y de la caída, y está relacionada con las realidades pecaminosas en nuestra existencia, pero es bueno porque nos enseña a odiar el pecado, nos enseña a ver la maldad que hay en nosotros, nos acerca a Dios, nos conforma a Cristo, expulsa el pecado, en últimas produce gozo, porque hemos sido refinados y corregidos y nos gana un peso eterno de gloria. Este es un beneficio maravilloso, esta es una gran bendición. En segundo lugar, no hablemos del sufrimiento, hablemos de algo más que es malo en un sentido, pero produce bien, llamémosle lucha, lucha.

Y ahora nos alejamos del sufrimiento, lo cual con frecuencia tiene que ver con nuestro ser físico, a la lucha, lo cual tiene que ver con las batallas morales espirituales que peleamos, y lo que quiero decir con la lucha es luchar con la tentación, inclusive eso opera para nuestro bien. Dice usted ¿cómo? Bueno en primer lugar nos lleva nuestras rodillas a orar, usted sabe cuándo el animal ve venir al cazador él huye, para encontrar seguridad, y ciertamente cuando el creyente ve al enemigo venir él huye a la presencia de Dios. El Salmo 42, tentado a la desesperanza David fue llevado a Dios, la lucha con la tentación nos lleva a nuestras rodillas. En segundo lugar, devasta nuestra soberbia espiritual, muestra que realmente somos débiles.

Cualquier persona que desfila su soberbia, cualquier persona que cree que ha llegado a un punto de madurez espiritual, y que son más espirituales y más piadosos, y más virtuosos que alguien más, realmente no entiende que todos entendemos que son impíos, porque una persona que verdaderamente es piadosa, realmente es humilde. Su soberbia espiritual ha sido devastada, luchar con la tentación es la manera de hacer eso, simplemente cuando usted cree que ha llegado a un punto de madurez espiritual, aquí viene esa ola de tentación y esa lucha y usted pierde la lucha, y usted tiene que regresar y preguntarse si realmente tiene tanta madurez espiritual como usted cree que tiene. Entonces, inclusive la lucha con la tentación es buena para nosotros, hace que nos apoyemos de la fortaleza de Cristo, ese es otro elemento.

Esa es la razón por la que en 2da de Corintios 12, Pablo acude al Señor en medio de su lucha, además nos hace desear el cielo. No se usted, pero me canso de la lucha, esa es la razón por la que Pablo dijo, prefiero partir y estar con Cristo, estoy cansado de esto morir es ganancia. Entonces el sufrimiento puede operar para bien, la lucha puede operar para bien, inclusive la tentación de manera sorprendente puede producir bien, puede enviarnos a orar, quebrantar nuestra soberbia, enseñarnos cuan débiles en realidad somos, forzarnos a apoyarnos en Cristo, anhelar el cielo. Pienso en Pedro quien perdió la batalla en el arresto de Jesús, perdió la batalla, la batalla interna con la tentación, negó a Cristo, salió y lloró amargamente.

Y esas fueron lágrimas de un hombre que había aprendido lecciones, él aprendió tanto acerca de su debilidad, él aprendió tanto acerca de las estrategias de Satanás, él aprendió tanto acerca de la importancia de orar en lugar de dormir, pero inclusive la tentación podía convertirse en bien para nosotros si aprendemos las mismas lecciones. Creo que ese fue el paso uno en el camino a que Pedro se convirtiera en el hombre que fue, en el libro de los Hechos. Pero vayamos al asunto de fondo aquí, el sufrimiento es malo, eso produce bien, la lucha es mala y eso produce bien. En tercer lugar, el pecado es malo, que opera en conjunto para bien, y este es lo más notable de todos.

Inclusive los pecados de los creyentes operan para su bien, todo lo que he dicho hasta ahora es verdad, pero realmente no es el punto aquí, este es el punto aquí. Dice usted ¿Cómo es posible que el pecado, pueda operar en conjunto para bien? ¿Como es que Dios puede hacer que cosas pecaminosas operen y contribuyan a bien? no es por la naturaleza del pecado, sino que es por la naturaleza de la gracia y misericordia de Dios, porque es Dios quien saca la luz de las tinieblas y lo dulce de lo amargo. Esto en ninguna manera, reduce la naturaleza vil sucia del pecado, pero muestra que el pecado, escuche con atención, no puede en últimas triunfar en el creyente, porque Dios lo controla con su gracia y resulta para bien.

¿Cómo puede ser bueno? Porque da una oportunidad para que Dios demuestre gracia, y eso es bueno, porque es cubierto por la justicia de Cristo y eso es bueno. ¿Debemos pecar para que la gracia abunde?, no no no no no. Nuestro pecado merece infierno eterno. Ahora como creyentes nuestro pecado todavía merece infierno eterno tanto como lo mereció antes de que fuéramos salvos, no cambia todavía es impío, todavía es pecado, todavía es una ofensa hacia Dios, todavía merece la condenación y el castigo eterno. Pero Dios en su misericordia a través de Cristo controla eso, y ese es el punto aquí. El punto aquí no es solo que el sufrimiento en la vida y la lucha en la vida, Dios hace que operen en conjunto para nuestro bien en la vida.

El punto real aquí es, que todo lo que sucede en la vida, lo peor de lo cual es el pecado, en absoluto, puede superar el propósito salvador de Dios, ese es el punto principal. Esa es simplemente una realidad increíble maravillosa. Nuestros propios pecados, para nosotros pueden tener un resultado bueno, si nos hacen ser humildes, si nos hacen estar arrepentidos, si nos hacen alabar a Dios por su perdón, si nos hacen anhelar la gloria, si nos hacen buscar la santidad, si contribuyen a nuestras vidas de oración, si nos acercan a la Palabra de Dios, y nos acercan a la rendición de cuentas espiritual, si nos acercan a la fidelidad, si el cansancio con nuestro pecado nos mueve hacia una devoción mayor a Dios y a Cristo.

Más adoración, más oración, más estudio bíblico, más fidelidad, más ministerio, entonces hay bien a partir de eso, pero ese no es el punto primordial. El bien del que está hablando aquí es el bien de la gloria eterna, y no hay ningún sufrimiento en la vida que pueda alterar su gloria eterna, y no hay ninguna lucha en la vida que pueda alterar su gloria eterna, y no hay ni siquiera pecado alguno en la vida que pueda alterar su gloria eterna. Todo opera en conjunto para su bien en el tiempo y su gloria en la eternidad. Todos los asuntos de la vida, sean los que sean, buenos, malos, todos, están siendo usados en conjunto por Dios, cosas buenas como la naturaleza de Dios y las promesas de Dios y la Palabra, y la oración y los ángeles, y los creyentes están operando para su bien.

Cosas malas como el sufrimiento y la lucha y el pecado operan para su bien al enseñarle a odiar el pecado, enseñarle a ver su condición caída, ser humillado delante de Dios, desear a Dios, ser conformado a Cristo, orar, ser penitente, estar arrepentido, anhelar la gracia de Dios, estar agradecido por el perdón. Pero más allá de todas esas cosas que son cosas en el aquí y en el ahora, todo lo que puede sucederle a usted en esta vida, bueno y malo, en últimas será usado por Dios para traerlo a la gloria eterna, esa es la verdad monumental aquí.

En conclusión, nada puede separarnos del amor de Cristo, porque todo opera en conjunto para bien, lo cual significa nuestra gloria eterna. Eso establece la doctrina de la seguridad eterna, y es reiterada en los versículos 29 y 30, a los que antes conoció Él predestinó, Él llamó, Él justificó, Él glorificó y todo mundo llega ahí.

Y esa es la razón por la que en el versículo 31, usted tiene esta explosión en esta gran bendición de conclusión. Si todo opera para nuestra gloria definitiva, entonces nada puede alterar eso, absolutamente nada. Entonces ese es el primer punto, la extensión de la seguridad. No obstante, hay una limitación aquí, y eso va a ser para la próxima vez, pero la limitación aquí es dada en el versículo 28, ‘a los que ¿qué? aman a Dios y conforme a su propósito son llamados’.

No hay límite en lo absoluto en el ‘todas las cosas’, pero hay un límite con respecto a quien se aplica el ‘todas las cosas’. Si puedo atreverme a darle una probada, todo en la vida del creyente opera para su bien, y de la misma manera, nada en la vida de un incrédulo opera en últimas para su bien, nada. Su bien o su mal, es delante de Dios impiedad, y únicamente produce juicio eterno. Esta es la distinción que Pablo está presentando, y la próxima vez vamos a ver a los destinatarios de esa seguridad, y quienes son esos que aman a Dios, quienes son los llamados, afirmaciones muy importantes y ricas de manera maravillosa. Haremos eso en dos semanas, a partir de esta noche.

Padre gracias por esta gran, gran porción de las Escrituras. Siempre sentimos que tenemos que decir gracias porque estos no son nuestros pensamientos, estos son tus pensamientos y como cautiva nuestros corazones, estamos abrumados nuestro Dios, ante tu bondad hacia nosotros, tu misericordia hacia nosotros, tu gracia que nos predestinó, y nos llamó cuando éramos pecadores. Nos justificó concediéndonos la justicia de Cristo, y ahora tú estás haciendo que todo opere para nuestra gloria eterna y no somos dignos en absoluto, que verdad tan tremenda, que gran promesa es esta. Te agradecemos por la intercesión continua del Espíritu Santo, que asegura nuestro estatus de no condenación, conforme Él intercede por nosotros conforme a tu voluntad, tu oyes y respondes esa oración.

Te damos gracias porque tenemos la esperanza de gloria y la herencia guardada para nosotros y nada en esta vida, bueno o malo, puede alterar eso. Enséñanos aquí y ahora Señor, lo que necesitamos aprender de las cosas buenas y las malas, y ayúdanos siempre a vivir en esperanza de esa bondad definitiva de gloria eterna contigo, la cual nos ha sido prometida por tu promesa y mediante la obra del Espíritu, y oramos para tu gloria, Amén.

 

 

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