
¡Son tantas las cosas que nos preocupan y tan limitado el tiempo de que disponemos para resolverlas! Es obvio que los cristianos no somos inmunes a los problemas de la vida y, por si fuera poco, cuando éstos aparecen, se nos exige que nos situemos por encima de ellos y experimentemos una “paz que sobrepase todo entendimiento.” Pero, ¿Cómo es posible tal cosa en mitad de los avatares de la vida diaria? Mientras que la mayoría de los libros sobre el tema se esfuerzan en decirnos cómo superar la ansiedad, el presente va mucho más allá de las técnicas de la psicología moderna, que califica como curas temporales, y acude a la única fuente verdadera de consuelo y victoria: la Escritura. John MacArthur, a través de pasajes como Mateo 6:25-34, Filipenses 4:6-9 o 1 Pedro 5:5-7, demuestra la preocupación divina por nuestros estados de ansiedad y nos enseña a combatirlos con los recursos divinos, manejándolos con calma pero con total efectividad. Cuando la ansiedad ataca, ¡enfréntate a ella!
There are so many things that concern us and such a limited time available to resolve them!. It is obvious that Christians are not immune to the problems of life, and last but not least, when they do, it requires us to place ourselves above them and experience a "peace that surpasses all understanding." But how is that possible in the middle of the vicissitudes of daily life?
While most books on the subject are striving to tell us how to overcome anxiety, this goes far beyond the techniques of modern psychology, which qualifies as temporary cures, and turns to the only true source of comfort and victory : Scripture. John MacArthur, through passages as Matthew 6:25-34, Philippians 4:6-9 and I Peter 5:5-7, God shows concern for our anxiety, and teaches us to fight with the meek divine managing them quietly but very effectively.
When anxiety strikes, take on it!