This article is also available and sold as a booklet.
This sermon series includes the following messages:
Hay dos exámenes importantes en la Escritura que una persona puede tomar para determinar si es o no es un verdadero creyente.
Primeramente, hay un examen objetivo que hace pregunta, “¿Verdaderamente creo?” Pregúntate si afirmas el registro en las Escrituras de la persona y obra de Jesucristo. ¿Crees que Él es Dios manifestado en carne? ¿Crees que Dios salva a pecadores solamente por medio de los méritos de la vida obediente de Jesucristo y Su muerte sustituta en la cruz?
Segundo es el examen subjetivo o experimental de garantía en la cual te preguntas, “¿Será real mi fe?” El propósito del apóstol Juan en escribir la epístola de 1 Juan fue para darles a los verdaderos creyentes la garantía de su salvación (1 Juan 5:13). En esa epístola Juan da varias marcas que distinguen a un verdadero creyente.
• Verdaderos creyentes caminan en la luz (1 Juan 1:6-7). La luz aquí significa la verdad intelectual y moral. Pregúntate, “¿Afirmo las verdades de la Escritura, y deseo obedecerlas?”
· Los verdaderos creyentes confiesan sus pecados (1:8-2:1). Confesar aquí no significa recitar cada cosa mala que hemos hecho. Si no, significa estar de acuerdo con Dios sobre nuestro pecado. Eso significa que los verdaderos creyentes odian su pecado; no lo aman. Ellos reconocen que son pecadores, y saben que son perdonados.
• Los verdaderos creyentes obedecen Sus mandamientos (2:3-4; 5:2-3). El término aquí se refiere a una obediencia vigilante y atenta. Aquí un creyente desea obedecer verdades que él considera ser preciosas. Incluye un acercamiento activo a la obediencia – el cristiano estudia las Escrituras para poder entenderla y obedecerla.
• Los verdaderos creyentes aman a otros creyentes (2:9-11; 3:10, 14-15; 5:2). Hazte esta pregunta, “¿Amo al pueblo de Dios y deseo estar con ellos?”
• Los verdaderos creyentes afirman la sana doctrina (2:20-23; 4:2, 6). Aquí Juan enseña que no hay un creyente verdadero que caerá en alguna herejía o error que niegue a Cristo.
• Los verdaderos creyentes van en búsqueda de la santidad (2:29; 3:3-4, 6-9). Los versículos ciertamente no hablan sobre perfección sin pecado, o hasta la frecuencia o duración de pecado. El término pecado en estos versículos describe a uno que vive una vida inmoral, impía, e injusta como una práctica continua, y odia la justicia de Dios.
• Los verdaderos creyentes tienen el Espíritu Santo (4:13; 5:10-11). Este es un examen que suma todos los otros. ¿Hay evidencia que el fruto del Espíritu está presente en tu vida (Gálatas 5:22-23)?
En resumen, la garantía de la salvación de uno no necesariamente tiene que ser basada en una decisión hecha en el pasado o en una experiencia. Debe restar primeramente en la fe de uno en la verdad objetiva de la Palabra de Dios, Jesucristo, y el evangelio. Segundo, debe restar en la realidad de una vida cambiada marcada por obediencia, un amor por Cristo y Su justicia, y un odio hacia el pecado. Esté confiado si estas cosas son verdaderas, y confía que Dios continuará obrando Su salvación en tu vida.