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Oremos para empezar nuestro estudio en esta noche. Gracias Padre por el privilegio de alabanza. Simplemente cantar esa canción de manera simple y maravillosa afirmando que te adoramos y adoramos al Hijo y al Espíritu. Tener el gran privilegio de ofrecerte alabanza y saber que es aceptada porque hemos sido aceptados por Jesucristo. Es de hecho una causa de gozo. Al venir a la Palabra ahora, Señor oramos también que recibamos tu Palabra también como tú nos recibiste. Que nosotros pecadores que hemos sido recibidos por ti, un Dios Santo, estemos dispuestos a recibir tu Palabra Santa en nosotros. Abre nuestros corazones y nuestras mentes para entender, y nuestras voluntades para responder. En el nombre de Cristo. Amén.

Esta noche estamos viendo el libro de Jeremías. En este punto puede abrir su Biblia en Jeremías en el primer capítulo y simplemente esperar ahí por un minuto, y estaremos examinando varias porciones de las Escrituras en unos segundos. Vivimos en un día en el que Dios es ignorado de manera completa. Los hombres se entregan de manera total al vicio, están ocupados en dar expresión plena a sus mentes reprobadas. En nuestro propio país la justicia se está desmoronando, los estándares están siendo pervertidos. Dios está siendo reemplazado por el dinero, el sexo y el ego humano. Me parece que el hombre ha ido más allá de los límites que Dios estableció y está al borde de una noche eterna.

Nuestra nación predominantemente se ha olvidado de Dios, y yo tendría que decir que peor que eso, prácticamente se burlan de Dios. Como las Escrituras dicen, podríamos decir de nosotros que no hay temor de Dios en ellos. La maldad abunda en nuestra sociedad y tristemente inclusive se ha infiltrado en la iglesia. Realmente creo, como le compartí a usted en nuestro último estudio, que hemos ido demasiado lejos, demasiado lejos en la iglesia, demasiado lejos en nuestra nación. Y creo que enfrentamos un juicio divino en estos días. El profeta Jeremías enfrentó el mismo tipo de época. Él enfrentó una nación al borde de un desastre. Y esta no solo fue cualquier nación, sino que la nación de Israel especialmente amada, especialmente elegida, especialmente hecha el objetivo de los planes y propósitos de Dios en alcanzar al mundo.

Sin embargo, esta nación había rechazado a Dios. Y debido a que ellos habían rechazado a Dios, Dios iba a venir en contra de ellos en un juicio muy severo, y Jeremías fue el profeta de la condenación. Jeremías es el que les trae la Palabra de Dios apenas antes de que el juicio se cumpla. Quizás podría ser resumido en Jeremías capítulo 5, versículos 22 y 23. Esto es lo que dice: ‘¿A mí no me temeréis? dice Jehová. ¿No os amedrentareis ante mí, que puse arena por termino al mar, por ordenación eterna la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades mas no prevalecerán, bramaran sus ondas mas no lo pasaran. No obstante, este pueblo tiene corazón falso y rebelde. Se apartaron y se fueron.’

Ahora este es un lenguaje muy vivido. Es verdad de Judá y le ofrezco el pensamiento, que también es verdad de Estados Unidos. ¿Qué es lo que Jeremías realmente está diciendo? Bueno lo primero que viene a la mente, conforme usted ve el versículo, es esto, él está diciendo, ¿acaso mi majestad no hace que ustedes teman? La primera afirmación del versículo 22, ¿acaso no están asombrados de un Dios que puede controlar el mar con una franja de arena? Y no importa cuán fuerte el mar se vuelva, y no importa como golpee la costa, conoce sus límites, y está refrenado. El poder todopoderoso de Jehová Dios se manifiesta en forma tan clara en las obras de su creación.

Pablo dijo, que el hombre está sin excusa, si él no ve a Dios en la creación. Ahora, eso es esencialmente lo que Jeremías está diciendo, su mente será motivada a reconocer el poder creador, la majestad providencial de Dios, y debería derretir su voluntad en adoración y obediencia cuando usted sabe que Dios controla los elementos. La soberbia de las olas es refrenada por la mano de Dios. Spurgeon dijo: ‘apenas puedo concebir un corazón tan endurecido que no siente asombro o una mente humana tan endurecida y tan privada de entendimiento, como para ver de manera apropiada las muestras del poder omnipotente de Dios y después darle la espalda, sin algún sentido de lo apropiado que es la obediencia.’

Spurgeon está diciendo, si no puedo concebir de alguien que puede ver el poder de Dios en el mundo y después darle la espalda a ese Dios, usted debe estar en asombro de un Dios que controla el mar. ¿Acaso esta no es una lección para los hombres? ¿Cómo podemos pecar contra la grandeza de un Dios tan grande? Sin embargo, Jeremías dice, aun así, mi pueblo es un pueblo rebelde. ¿Se han olvidado de que el mismo Dios que detiene el bramido del mar, y lo limita, es el mismo Dios que ha detenido el rugido de un hombre pecaminoso, y ha confinado ese hombre dentro de cierta tolerancia? El mar conoce sus límites, se adelanta al hombre.

Esta es la gran lección, el hombre levanta su puño insignificante ante el rostro del Dios todopoderoso y olvida que es Dios quien controla todo. El hombre, pobre, insignificante, la pequeña criatura que podría aplastar como una mosca, dice Dios, ¿no será obediente a mí? Mi pueblo es un pueblo que se ha revelado, se desvían. Y creo que hay un pensamiento muy importante aquí, él dice que, he colocado la arena como límite del mar. Cuan impresionante es que la arena, no hay nada más que formidable. La arena puede ser recogida y sale por sus dedos. Usted puede recoger un puño de arena y aventársela a alguien y no causa daño. La arena puede ser movida por todos lados.

 La arena no es fuerte en particular. Sin embargo, con una simple, franja pequeña de arena, Dios controla los océanos rugientes, poderosos de la tierra. Dios en efecto está diciendo esto: algo más fuerte que la arena le he dado a mi pueblo. Le he dado a mi pueblo Israel mis promesas, mi palabra, mi pacto, mi amor, mi perdón, pero toda la fuerza de todo mi amor y todos mis pactos y todas mis promesas no han podido refrenar su rugido y su rebelión y han cruzado sus límites. El hombre como puede ver usted, no es como el mar, el mar conoce sus límites, el hombre no. Y el hombre cruza los límites, el hombre va más allá de las categorías que Dios ha dado. Inclusive Adán, el hombre inocente, el hombre sin pecado, cruzó sus límites. ¿Cuán peor es el hombre pecaminoso?

Entonces, este es el enfoque de lo que Jeremías está diciendo a lo largo de su gran profecía, mi pueblo es un pueblo rebelde y no han considerado al Dios Poderoso, han ido demasiado lejos. Ahora, el tiempo de Jeremías fue el tiempo del holocausto. Jeremías vino de 80 a 100 años después que Isaías. Todo lo que Isaías dijo que sucedería sucedió al final del tiempo de Jeremías. Y será, recordará usted, había dicho que el juicio iba a venir. Y Jeremías dijo: está aquí. Jeremías dice: los babilonios van a llegar, y los babilonios van a matarlos, y los babilonios van a llevarlos a la cautividad, y eso es exactamente lo que sucedió. Jeremías estuvo al borde del holocausto.

Jeremías fue el profeta del final de los días de la gloria de Israel. El Dr. Morehead en sus últimos días dijo, que fue Jeremías el que tuvo la misión de profetizar un tiempo, cuando todas las cosas en Judá se apresuraban a llegar a la catástrofe final y triste. Cuando la confusión política estaba en su cúspide, cuando las peores pasiones gobernaban los corazones del pueblo, y cuando los consejos más fatales prevalecieron para ver a su propio pueblo, a quien él amaba con la ternura de una mujer hundiéndose en el precipicio de la ruina inevitable. Esa fue la misión de Jeremías. Jeremías fue el profeta de la hora de medianoche de Judá. Isaías profetizó a las 11 de la noche, Jeremías profetizó en la medianoche.

Jeremías predicó durante 42 años, 42 años. Durante el reinado de 5 reyes, es cuando predicó Jeremías. El primero de esos reyes fue un hombre llamado Josías. Y si usted ha leído el Antiguo Testamento, usted sabe que Josías fue un buen rey. Y cerca del fin del reinado de Josías hubo un período de reforma en Judá, un periodo de gran avivamiento, por así decirlo. Y Josías, como usted sabe, fue a los lugares altos en donde todos los ídolos habían sido levantados, a los lugares en donde el pueblo había adorado a los dioses falsos de los paganos que los rodeaban y Josías guió una gran reforma, y destrozó los lugares altos. Y él demolió los ídolos, y él quitó la idolatría, él fue un gran reformador.

Pero antes de que todo esto sucediera, la profetiza Hulda dijo esto: ‘Josías tú guiaras una reforma, sin resultados permanentes. Todos tus esfuerzos no van a durar más allá de tu vida. Y la razón es esta, el pueblo te seguirá porque están apegados a ti como persona, no porque realmente están apegados a Dios.’ Y entonces el avivamiento en Judá, fue un avivamiento en base a Josías, no en base a Dios. Josías fue una celebridad carismática, él fue un ser humano atractivo, y el pueblo siguió a Josías a lo largo de una reforma y el momento en el que Josías murió se acabó la reforma. ¡Oh, como eso habla a nuestra época! Me temo que lo que parece como un avivamiento, y una reforma en nuestro país, no es nada más que una preocupación con ciertas celebridades.

Me pregunto si todo lo que se está diciendo en el nombre del cristianismo no es más que un apego a ciertas personalidades. Marty Brewer me dio una cinta esta semana pasada de Gordon McDonald, quien pastorea la Comunidad de Gracia ahí en Massachusetts y él estaba diciendo lo mismo. Él estaba diciendo, si usted cree que no es así observe quien habla en las grandes conferencias y convenciones en Estados Unidos cuando los cristianos se congregan. Las reinas de la belleza, deportistas famosos, gente rica, presidentes de grandes corporaciones, estrellas de películas, músicos famosos, estamos conscientes de las celebridades.

Gran parte de nuestro evangelismo, se basa en que alguna celebridad se ponga de frente en un grupo, y diga, esto es lo que me pasó: ¿no le gustaría que esto también le pasara a usted? Algún orador que tiene carisma en él, que puede mover a la gente para que lo siga. Y me temo que lo que estamos viendo en la actualidad con la intención de ser llamado avivamiento, no es nada más que una preocupación con ciertas personas famosas. Cuestiono si tiene algún valor duradero en absoluto. Josías fue seguido por un hombre llamado Joacaz. Joacaz únicamente estuvo en el trono durante tres meses, y él fue malo. Él fue seguido por Joacim.

Y Joacim, le dará tristeza a usted saber esto, volvió a colocar toda la idolatría que Josías despedazó, la volvió a colocar. Él fue un hombre terrible, él fue un hombre malo. Y él le devolvió al pueblo toda forma de corrupción e idolatría que Josías había eliminado tan solo tres meses antes. Joacim fue seguido por Joaquín, quien también únicamente gobernó durante tres meses y él fue malo. Y después el quinto de los reyes, en la vida de Jeremías fue un hombre llamado Sedequías. Él fue un debilucho, vacilador, cobarde, que envió a la nación deslizándose lentamente, por la pendiente de la depravación hasta llegar a la ruina y la extinción, y no podía hacer nada al respecto, debido a la maldad de su propia vida.

Josías, Joacaz, Joacim, Joaquín, Sedequías, cinco reyes, un avivamiento falso, y cuatro reyes malos y después vino el holocausto. Israel fue matado y llevado a la cautividad babilónica, en donde la Biblia dice que colgaron sus arpas, porque no tuvieron más canciones que cantar. Los días de la gloria se acabaron, su tierra fue destrozada.

Durante 42 años Jeremías predicó. Escuche esto, durante 42 años empeoró la situación. Jeremías predicó durante el tiempo de Josías porque Jeremías sabía lo que Hulda sabía, que no fue un verdadero avivamiento. Que no fue una reforma real. Era una fachada. Y él sabía lo que estaba por venir, él sabía de la inevitabilidad del juicio, él no fue engañado por lo que parecía a nivel superficial ser un avivamiento.

Conforme veo nuestro propio país en la actualidad, tengo que sentirme un poco como un Jeremías. Veo mucha actividad en torno al concepto del cristianismo, pero cuestiono su validez. No estoy seguro de que realmente está centrada en Dios, temo que está centrada más en personalidades. Creo que estamos cerca de un holocausto en nuestro propio país, y creo que esta pseudo-reforma tendrá pocos resultados duraderos. Vemos la iglesia, si este fuera un avivamiento verdadero, habría una actitud excesiva de justicia, en la que todos estaríamos inmersos, porque el avivamiento verdadero, siempre lleva a una vida justa, recta. Siempre. No necesariamente veo eso conforme veo a la iglesia.

Veo a la iglesia y veo divorcio, veo hogares desintegrados, no veo compromiso con cuidar a los niños. Veo el materialismo que se infiltra, veo glotonería, veo el deseo por la fama, veo una locura por el éxito. Todos estos factores veo en la iglesia, y dan evidencia del hecho de que no hay un avivamiento verdadero. Creo que somos una sociedad condenada al infierno, impía, al borde de la noche. Ahora dice usted, bueno, soy cristiano John, y también tú, ¿en dónde encajamos? ¿debemos ser parte de este mundo? ¿debemos ser parte de la feria del mundo y reírnos de las bromas del mundo? ¿sentarnos, reírnos de su entretenimiento? Eso es lo que hemos estado haciendo en la iglesia. ¿Qué hizo Jeremías?

¿Cómo enfrentó él a una nación moribunda? ¿Cómo confrontó a un pueblo apóstata? Bueno, descubrámoslo. Y quiero hablarle a usted en esta noche de Jeremías, acerca de la responsabilidad de los piadosos, en un día impío. La responsabilidad de los piadosos en un día impío. Como vivir al borde del holocausto. Como vivir en una sociedad condenada. Tres cosas que reconocer. Muy bien, número 1, un mandato divino, un mandato divino.

¿Cuál debe ser nuestra posición en esta sociedad, en una sociedad impía, humanista, atea, materialista? ¿Cuál debe ser en una sociedad en donde hay una muestra religiosa, y de vez en cuando se profesa a Jesucristo? ¿Cómo debemos vivir en esa sociedad? ¿Debemos estar inmersos en ella? ¿Debemos aceptar lo que está vendiendo, sino como es que debemos vernos a nosotros mismos?

Número 1, debemos saber que tenemos un mandato divino. Y esta es la primera realidad que enfrenta Jeremías en su nación moribunda. Capítulo 1. Jeremías capítulo 1. Jeremías tuvo que enfrentar este hecho, y quiero que entienda esto, que él fue llamado de esa sociedad. Que él tuvo un mandato divino que lo levantó por encima de esa sociedad. Él debía predicar juicio. Ese fue su llamado. Creo que hemos sido demasiado, demasiado suaves en esto. Queremos recibir a todo mundo.

Queremos suavizar nuestro evangelismo para que la gente pueda entrar, gente que ni siquiera cree lo correcto. Queremos aceptar a cualquier persona que suelta la palabra Jesús de sus labios. No queremos condenar a nadie, queremos asegurarnos de que suavicemos y demos palmadas en la espalda a todo mundo que para que nadie se ofenda, porque en el nombre del amor podríamos perderlos. Ahora, nadie ama más que Dios, y nadie ama más que Jesús, y nadie en el Antiguo Testamento, puedo encontrar yo, a alguien que amara más que Jeremías, por lo menos nadie lloró más, pero tampoco nadie predicó un mensaje más fuerte de juicio.

Como puede ver, él tuvo que darse cuenta de que él tenía que predicar en contra del problema del día, que él no podía darle la vuelta en el nombre del amor ni nada más. Él tenía que confrontar a esa sociedad mala, en donde necesitaba confrontación. Cómo usted sabe, la gente con frecuencia me dice: tengo a esta persona tal y tal, y sé que están haciendo esto, pero simplemente, creo que más vale que no diga nada, porque se podrían ofender. ¿Quién nos vendió esa mentira? ¿De dónde sacamos eso? No de Jeremías.

Tres características pueden ser vistas en el capítulo 1, versículos 4 al 10, que nos llevan a comprender su mandato divino. Tres características que nos dicen que él fue apartado para el servicio de Dios. En primer lugar, él fue preparado por Dios, versículo 4. ‘Vino pues, palabra de Jehová a mí, diciendo: antes que te formase en el vientre te conocí. Y antes que nacieses te santifiqué. Te di por profeta a las naciones.’

Ahora, deténgase ahí. Ahora, esa es una información bastante pesada como para que Jeremías la escuche. Antes de que nacieses te conocí, antes de que nacieses te santifiqué, antes de que nacieses te ordené como profeta a las naciones. Jeremías, tu vida tiene una intención. Debes estar apartado de este pueblo, para hablarle a este pueblo.

Y, por cierto, Jeremías da mensajes no solo a Judá, sino a todas las naciones que la rodeaban. Él fue un profeta a las naciones, preparadas por Dios antes de que él siquiera naciera. En primer lugar, antes que te formase significa, antes de que él fuera concebido, Dios lo conoció. Eso es predestinación, eso es pre ordenación. Dios lo conoció, Dios estableció su amor en él, lo llamó antes de que él fuera concebido. Antes de que él llegara a salir del vientre, él ya había sido ordenado como profeta.

Ahora escuche, un artista, quien quiere hacer una escultura hermosa, encuentra un pedazo apropiado de mármol para moldearlo. Dios no lo hace así, Dios crea el mármol para comenzar. Dios no recoge los pedazos de lo que usted es, y lo hace para que usted sea lo que Él quiere que usted sea.

Él comienza desde antes de que usted siquiera naciera. Para ordenar lo que Él tiene para la vida de usted. Dios da la biografía de Jeremías en 11 palabras hebreas cortas, cuando Él dice: antes que fueras concebido te conocí, antes que salieras, antes que nacieras te santifiqué, y te ordené como profeta a las naciones. Ahí está una historia de vida que comienza en la eternidad pasada, cuando no existía el tiempo, conforme Dios comienza a iniciar con la secuencia de acontecimientos para la creación de este profeta.

Y en últimas termina, cuando esta época termina, y las Biblias ya no existan y el profeta sea callado. ¡Qué hombre! un hombre para una crisis. Cuando enfrentamos una crisis, pensamos en un programa. Cuando Dios enfrenta una crisis, Él inmediatamente piensa en un bebé, porque Dios usa gente, gente ordenada por su propio decreto soberano. Ahora Jeremías tenía que saber desde el principio mismo, que él fue designado especialmente por Dios, para ser separado del sistema para ser una voz para Dios.

Y quiero decirlo, porque esto es importante, Dean Millman dijo esto: ‘el que no tiene un sentido de ser predestinado por Dios al servicio, nunca trabajará, ni tampoco jamás trabajará en ninguna revolución para Dios’. Estoy de acuerdo con él. Además, dice él: ‘el que está destinado para una obra tan grande debe tener una convicción plena de que Dios está actuando de manera directa, inmediata, consciente, y por lo tanto con poder irresistible en él y a través de él.

Él que no es predestinado, él que no declara, él que no cree que él mismo fue predestinado como el autor de un gran movimiento para Dios, él en quien Dios no se ha manifestado de manera perceptible, operando y manifestando sus diseños pre-establecidos, nunca será un santo o reformador.” (fin de la cita)

Esa es una gran afirmación, a menos de que usted tenga un sentido de un llamado divino, inclusive antes de que usted llegará a nacer, usted nunca estará comprometido al grado que se necesita, para hacer una diferencia en su mundo. Si usted piensa que es una opción B, y Dios no lo pudo haber hecho de otra manera, usted no ha entendido el punto entero de su vida. El hecho es que para cualquier nivel de capacidad que Dios lo ha preparado a usted, para cualquier tarea a la que Él lo ha llamado a usted a cumplir, Él predestinó eso antes de que usted llegara a ser concebido. Por lo tanto, esta es la razón por la que usted existe.

Con eso en mente, debería darle un enfoque y motivación nuevas en el ministerio que usted tiene. Un ministerio para el cuál usted fue hecho. Y entonces Dios quiere que Jeremías sepa que, en primer lugar, él fue preparado por Dios. Y amados, eso es verdad de nosotros. Estamos en medio de una sociedad que está al borde del holocausto, ¿entendemos verdaderamente que Dios nos ha preparado como lo hizo con Ester, para un tiempo como este? ¿Realmente cree que Dios lo ha creado a usted y lo ha redimido y lo ha colocado aquí en este lugar, para apartarlo del mundo para cumplir un ministerio para él? ¿O sea ha encontrado a sí mismo inmerso en el sistema? Si comenzamos a ver nuestro llamado, va a ser una diferencia. Y es verdad de todo cristiano.

En Efesios capítulo 1, escuche lo que dice en el versículo 4: ‘Según nos escogió en Él desde antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha, delante de Él. En amor, habiéndonos predestinado.’ ¿Y para qué razón? Para que pudiéramos hacer mucho más abundantemente de lo que podemos pedir o entender. Para que pudiéramos andar como es digno del llamado al que fuimos llamados. Como puede ver, Dios inició el movimiento de todo esto, mucho antes de esta época. Mucho antes de que usted llegara a nacer. Dios diseñó que usted fuera parte de su familia, una parte de su cuerpo, y Él diseñó que usted se pusiera en pie en contra de la maldad de la época mala en la que usted vive, y estuviera de pie firme por Jesucristo.

Tristemente, la mayoría de la gente en la iglesia en la actualidad, se llama a sí misma cristiana, y quizás lo es. Y está tan ocupada con las comodidades y tan ocupada buscando encajar en la moda actual del mundo, asegurándose de que se vista de manera apropiada, y que usa y que maneja el auto apropiado. Que tienen las cosas correctas en la casa, y que tienen el trabajo correcto, y que van ascendiendo por la escalera social, y tienen las compañías y los contactos correctos y todo esto, tan ocupados haciendo eso que nos perdemos en el sistema y no tenemos un sentido de un llamado predestinado de Dios para salir de ese sistema, y estar de pie como una reprensión.

Como Pablo le dijo a los Filipenses, apartaos como luces asidos de la Palabra de Vida. La nación entera de Jeremías, toda Judá debería haber sido un testigo, todos debían haber sido un testigo para las otras naciones, pero todos fracasaron y entonces Dios tuvo que escoger a este Jeremías quien casi estuvo solo en lo que él hizo. Pero yo creo que Dios nos ha llamado a todos a ese tipo de separación. ¿Sabe una cosa? en el capítulo 2, versículo 18, hay un versículo muy interesante en la profecía de Jeremías, dice esto: ‘Ahora pues, ¿qué tienes tú en el camino de Egipto, para que bebas agua del Nilo? ¿Y qué tienes tú en el camino de Asiria, para que bebas agua del Éufrates?

Jeremías le está diciendo al pueblo esto, ¿Qué están haciendo, metiéndose en un rio lodoso en Egipto? ¿Qué están haciendo jugando con el agua de Asiria? ¿Qué le pasaron a los arroyos frescos del Líbano? ¿Qué están haciendo conduciendo sus vidas como los paganos lo hacen? ¿lo ve usted? ¿Qué están haciendo bebiendo el agua del mundo? ¿Qué están haciendo revolcándose en el río lodoso del mundo? ¿no se dan cuenta que Dios los ha llamado a salir de esto? Esta nación entera había sido escogida por Dios, Jehová, para llevar el mensaje de la verdad a las naciones, para ser un pueblo separado. Pero ellos habían abandonado y violado su llamado. Habían derribado los muros que los separaban.

Querían más que cualquier otra cosa asociarse con los paganos. Deseaban los dioses de Egipto y los dioses de Asiria. Edificaron altares en los lugares altos, se involucraron en las orgias malas, sexuales, inmorales de esos dioses paganos. Se involucraron en las abominaciones sucias de los asirios, y los egipcios. Y cuando fueron reprobados con frecuencia por Dios, la Biblia dice que endurecieron su cerviz en contra de Dios, y Jeremías dice: ¿Qué están haciendo en ese tipo de estilo de vida, cuando Dios los ha llamado desde antes de que nacieran, para que sean su nación testigo? No se apartaron. Entonces Dios le recuerda a Jeremías que se aparte. Y yo creo que Dios nos ha llamado a todos nosotros a separarnos.

Oh yo creo que algunos de nosotros somos designados a predicar, pero todos somos llamados a hablarle a esta nación. Algunos de nosotros tenemos voces con un volumen más alto que otro, no necesariamente más eficaces. La iglesia ha fracasado en general, y yo creo que son iglesias como la nuestra que Dios está levantando y tenemos que ser fieles. En cierta manera, somos la última defensa antes de la caída. Tenemos que reconocer que hemos sido preparados por Dios con un mandato divino. En segundo lugar, no solo la preparación de Dios, sino la provisión de Dios.

Versículo 6, yo dije ah ah Señor Jehová, he aquí no se hablar porque soy niño. Él dice: espera un minuto, tienes al hombre equivocado, yo soy un niño, ¿qué quieres decir? Digo, yo no tengo las credenciales, no tengo la experiencia. Por cierto, la palabra, no se hablar, la palabra ‘no’, tiene referencia a conocer algo por la experiencia. Jeremías está diciendo: ‘Yo no puedo hacer esto, yo no tengo experiencia alguna. Yo no estoy calificado.’ Él dice, ah Señor Jehová, se oye como Isaías en el capítulo 6 que dijo ‘hay de mí’ tienes al hombre equivocado. Él se sacude ante el pensamiento mismo de una tarea como esta, porque él se ve a sí mismo como inepto. Este es simplemente el tipo de personas que Dios usa como usted sabe.

 Es el tipo de personas que se alinean y dicen: aquí estoy. A Dios no le gustaría usarme, no está interesado en mí. Si usted se siente temeroso, si usted se siente inepto, estará en la asociación profética por lo menos en ese punto. Jeremías era joven, la mayoría estima que él tenía treinta años de edad. Es un buen tiempo para comenzar. Jesús pensó que es un buen tiempo para comenzar, pero él se vio a sí mismo como un niño. Yo soy tan solo un niño. Yo no tengo experiencia. Pero vea la respuesta en el versículo 7: Y me dijo Jehová, no digas soy un niño, porque a todo lo que te envíe iras tú, y dirás todo lo que te mande. No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte dice Jehová.

Él dice, Jeremías, no te preocupes por eso. No solo te he preparado desde el vientre, sino que he hecho provisión para ti cuando cumplas con el trabajo, te voy a dar las palabras que decir y puedas abrir tu boca, y voy a hablar a través de ti y no necesitas temer en absoluto. No te preocupes por tu voz, no te preocupes por cómo te ves, no te preocupes por tu guardarropa, no te preocupes por tu experiencia, no te preocupes por tu capacidad, no te preocupes por tu personalidad, tu simplemente abre tu boca y déjame usarte.

Es como Pablo, ¿no es cierto? En 1ra de Corintios. Quien dice: no vine a vosotros en sabiduría humana, no vine a ustedes con elocuencia de palabras, no vine a ustedes diciendo grandes cosas para que pensaran que eran un grande. Vine humildemente, y simplemente predicando nada sino a Cristo, y Él crucificado.

Deja que Dios sea tu sabiduría Jeremías. Es la misma promesa que Jesús les dio a los apóstoles cuando Él se iba, tenían miedo. Él les dijo varias veces, dejen de estar turbándose en su corazón porque tenían miedo. Y entonces Él les dice, no se preocupen cuando Yo me vaya, Él Espíritu de Verdad vendrá y los va a guiar a toda la verdad. Él va a hacerle recordar todo, y lo que Yo le diga a Él, Él les va a decir a ustedes. Van a estar bien, eso es lo que Él le estaba diciendo a Jeremías. Yo soy el Dios Todopoderoso y voy a proveer para ti.

¿Sabe una cosa? la implicación del versículo 8 es que va a ser difícil para Jeremías. No temas de sus rostros, van a hacerte cara fea. Porque te voy a librar. Eso significa que te van a tomar y te van a hacer cosas. Y, por cierto, los capítulos 30, 31, 32 y 33 fueron escritos por Jeremías mientras que él estuvo en la cárcel, en la cárcel.

Pero sabe una cosa, él tuvo el corazón de un siervo y él estaba dispuesto a obedecer. 42 años él predicó y la nación empeoró y empeoró y empeoró hasta que finalmente fue llevada a la cautividad. 42 años nadie realmente respondió a Jeremías, 42 años él derramó su corazón llorando y nadie realmente respondió en absoluto. Pero la clave fue que Jeremías fue un siervo, a él no le preocupaba tener éxito, a él le preocupaba ser un siervo, y ahí hay una gran diferencia.

Tenemos muchas personas, inclusive en el cristianismo en la actualidad que quieren ser exitosas, pero no hay muchas que quieren ser un siervo. Ahora hay muchas personas que están de pie, formadas para ocupar los lugares fáciles, pero no hay alguno que busque los lugares difíciles porque la gente prefiere ser exitosa que ser un siervo. Y él fue un siervo, y Dios dijo: Yo haré provisión para ti. Lo tercero, usted tiene un mandato divino, lo cual involucra preparación por parte de Dios, provisión de Dios, y en tercer lugar, poder de Dios.

Versículo 9, ‘Y extendió Jehová su mano y tocó mi boca. Y me dijo Jehová, he aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos. Para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar. Digo, esto es absolutamente increíble. Él tiene un pequeño hombre común y corriente, de ningún lugar, y Él le dice, tú eres mi hombre, y tú vas a hablarle a todas las naciones y los vas a levantar, y las vas a despedazar.

No tienes que ser el rey para tener poder, no tienes que ser el presidente para tener poder, no tienes que ser el gobernador, o el alcalde o un senador, o un congresista, para tener poder. El poder más grande que enfrenta una nación en cualquier momento está en los predicadores de ese país. Yo creo eso. Y claro, cuando los predicadores abandonan el mensaje, entonces hay una caída seria, seria.

Jeremías no estaba capacitado en oratoria y entonces Dios toco su boca y dijo: Jeremías voy a encargarme de esa parte. Él colocó en él el poder de la Palabra Viva, ardiente que despedazaba, que edificaba. Él colocó en él, el poder de la Palabra de Dios, esa palabra viva, ardiente, que despedazaba, que edificaba, esa palabra poderosa. Para que este hombre humilde literalmente fuera ‘puesto’, te he ‘puesto’. La palabra significa supervisar.

Escuche, Jeremías se convirtió en el supervisor del mundo. Cuando él habló, pasaron cosas. Él puedo arrancar, y destruir, y arruinar. Él pudo edificar y plantar, esto es poder como ningún político jamás llega a tener. Si usted está tratando de decidir si va a ser un predicador o un político, no hay comparación en el poder, dando por sentado que Dios lo ha llamado a usted. Reyes, naciones, imperios, se jactan de su poder, pero es el mensajero de Dios quien los gobierna a todos. El hombre oscuro de treinta años de edad, de un lugar oscuro, de un país oscuro, a él se le dijo te he puesto por encima de todas las naciones y reinos de la tierra.

Escuchen, ¿se dan cuenta de lo que es tener el poder de Dios en su vida? ¿Se da cuenta de lo que usted haber sido preparado por Dios antes de que usted naciera? ¿Qué Dios le haya provisto la palabra para hablar, y que sea capacitado por Dios para tomar su lugar por encima de las naciones y reinos de este mundo? Con ese tipo de recurso, y un mandato divino, nos vemos obligados a estar de pie, con valentía frente a una nación moribunda, y hablar el mensaje que nuestra preparación, nuestra provisión y nuestro poder demanda de nosotros.

La gente algunas veces me dice: Bueno, ciertamente hablas con autoridad. Tu ciertamente hablas con valentía. ¡No conozco otra manera de hablar! Y si usted me pregunta si me gusta una playera café o una playera azul, no me importa. O si usted me pregunta, si prefiero esta comida en particular o esa comida en particular quizás no me importe. Pero pregúnteme usted lo que es verdad acerca de la Palabra de Dios, y voy a hablar con valentía. Esos son asuntos de los que podemos hablar.

Entonces, creo que tenemos que reconocer esto, desde antes de que usted naciera Dios lo apartó a usted, lo preparó. En el Espíritu Santo que mora en usted, usted tiene la provisión y el poder para un ministerio. Nosotros estamos viviendo al borde de un holocausto. Los días de la gloria de Estados Unidos están en el pasado.

Alguien me dijo hace mucho tiempo atrás que estaban de pie cantando himnos a Estados Unidos, Dios bendiga a Estados Unidos y demás. Y literalmente se les hizo nudo la garganta, y tuvieron dificultad en cantar esas palabras, porque esas cosas han dejado de ser verdad. Si Dios ha bendecido Estados Unidos entonces Dios ha cambiado la fórmula para la bendición, porque Estados Unidos no está interesado en Dios. Tenemos un mandato divino de hablar la verdad. En segundo lugar, Jeremías no solo tuvo un mandato divino, sino que tuvo un mensaje directo, un mensaje directo. Él habló directamente de los asuntos de su día. Él fue a la médula del asunto, él fue a la médula del asunto. 

Capítulo 14, versículo 7: ‘Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu Nombre. Porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado.’ Jeremías predicó acerca del pecado. Oí un predicador decir: ‘una cosa que nunca puedes hacer es predicar del pecado, eso desanima a la gente. Yo nunca predico del pecado. Tienes que hacer que la gente se sienta bien.’ ¿Sabe una cosa? cuando yo me siento y escucho alguien decir eso, hace muchas cosas extrañas en mí. En lo único en lo que yo pienso es que la Palabra de Dios está en un extremo opuesto a eso.

Jeremías habló de los pecados de su día y hemos visto lo que sucede cuando usted hace eso. Usted tiene a personas marchando en el patio, con sus pequeños letreros, como los tuvimos hace unos cuantos meses atrás, o vienen de las noticias personas con cámaras o problemas en el periódico. Esperamos eso, de hecho, no sé si usted recuerda, pero cuando hicimos eso, nuestra asistencia se incrementó por mil personas en dos semanas, y ahora tenemos un comité de estudio tratando de entender algunas más cosas que podamos hacer. No nos da miedo confrontar a la sociedad en la que vivimos. Ese es el mandato que tenemos de Dios.

Jeremías dijo en el capítulo 17, versículo 9, aquí está el verdadero problema, engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso. En otras palabras, son un pueblo vil, pecaminoso, y tienen corazones impíos. Eso es lo que necesita ser dicho, ese es el mensaje. Y él se concentró en eso. Hombre, digo, él fue por la yugular.

Permítame mostrarle algunos de los pecados en contra de los cuales predicó. Capítulo 3, versículo 9, la religión falsa. Ese es el primero. Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación la tierra fue contaminada y adulteró con la piedra y con el leño. ¡Oh, cuan descriptivo, cuan descriptivo! Él dice, han cometido su adulterio con piedras y árboles. ¿Qué quiere decir eso? ahí arriba en los árboles, a los ídolos, han cometido sus adulterios. Y esos ídolos no solo fueron adulterio espiritual, sino que tuvieron adulterio físico, que iba de la mano con su adoración, su idolatría.

Capítulo 3, versículo 10, ‘con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón.’ Capítulo 5, versículo 7, ‘¿cómo te he de perdonar por esto? sus hijos me dejaron, y juraron por lo que no es Dios. Los sacié, y adulteraron, y en casa de ramera se juntaron en compañías.’ Dios dice, Yo era su Dios. Yo era Su marido amoroso, y Yo les di todo, y se volvieron a otros dioses, y cometieron adulterio espiritual. Religión falsa.

Capítulo 9, versículos 13 y 14, lo mismo. Dijo Jehová, porque que dejaron mi ley, la cual di delante de ellos, y no obedecieron a mí voz, ni caminaron conforme a ella. Antes se fueron tras la imaginación de su corazón, y en pos de los Baales. De nuevo, religión falsa. Capítulo 11, versículo 10, ‘se han vuelto a las maldades de sus primeros padres. Han regresado antes del tiempo de Josías, los cuales no quisieron escuchar mis palabras y se fueron tras dioses ajenos para servirles.’ Él dice, han invalidado mi pacto.

Capítulo 19, versículo 4, y estas tan solo son muestras, hay muchos, muchos otros. ‘Porque me dejaron, y enajenaron este lugar, y ofrecieron en él incienso a dioses ajenos, los cuales no habían conocido ellos ni sus padres, ni los reyes de Judá, y llenaron este lugar de sangre de inocentes.’ Ellos literalmente, aparentemente, se metieron en la matanza de bebés. Religión falsa. Sustituyeron un tipo falso de religión por la verdadera, y jugaron a la ramera espiritual.

Pero, ¿sabe una cosa? lo que es nauseabundo más allá de cualquier otra cosa, está en el capítulo 7, nos dice, no necesita buscarlo, simplemente dice esto: seguían viniendo al templo. Seguían viniendo a adorarme a mí todo el tiempo. Vienen y se ponen de pie ante mí en esta casa, y yo digo, ¿Por qué se han entregado a todas estas abominaciones? ¿Qué están haciendo aquí? Tienen su religión falsa y después vienen aquí a esta casa, esta casa, la cual es llamada por Mi Nombre. Se ha convertido en cueva de ladrones en vuestros ojos. Religión falsa, han jugado a la ramera.

El capítulo 2, lo resume de manera hermosa, versículo 12. ‘Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dijo Jehová.’ Él está llamando al cielo a enrollarse realmente, ¿Por qué? ‘porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí.’ Ese es el primer mal, eso es lo suficientemente malo, porque yo soy fuente de agua viva, la fuente eterna de vida es Dios, el Señor, quien hizo a Su Hijo para traer el agua viva, para alcanzar y satisfacer la sed del mal. Pero ellos dejaron eso, y observen lo que hicieron en segundo lugar.

‘Cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.’ Rechazaron la fuente verdadera de vida, y cavaron sistemas de religión hechos por los hombres que estaban rotos, y que goteaban y quedaron sin recursos.

Primero negaron a Dios, y después inventaron religión falsa. Es un gran versículo. Me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua. Cualquier sistema de religión inventado por el hombre, es una cisterna hecha por el hombre, una cisterna rota, que no retiene el agua, y es una afrenta al Dios quien era la fuente de toda agua viva. Lo tenemos en nuestro día. Las sectas y religiones falsas, y los yoguis y los gurús y todo lo demás. Y tenemos a los liberales, y tenemos a la gente que quiere decir que es cristiana y está involucrada en sistemas de cristianismo falso, liberalismo, sectas, adoración personal, ateísmo, humanismo, tenemos una generación llena de cisternas rotas.

Hay religión por todos lados, y a todo mundo le da miedo hablar en contra de esto. Alguien se me acerca si menciono a los Testigos de Jehová, o los mormones, y dice: ‘Oh, dijiste algo, y tuve un amigo que estaba en eso y me gustaría que no hubieras dicho eso.’ Escuche, espero que tenga un amigo que este en eso, y espero que su amigo me haya oído a mi decir eso. ¿Cómo podemos ayudar a estas personas? Recientemente estaba predicando en la radio en Boston, y estaba hablando del hecho de que la Biblia nos muestra la verdad acerca de María, y no debemos adorar a María, y me metí en algunas de estas cosas.

Y claro, Boston es una ciudad muy católica, y la estación de radio fue bombardeada con llamadas telefónicas por parte de sacerdotes, y monjas y personas que estaban diciendo, espera un momento, ¿Quién es este hombre? ¿Por qué está viniendo y hablando de esto, y todo esto? y llamaron ahí y dijeron, ‘No, mira nada más lo que ha pasado. Vas a tener que hacer una aclaración en el aire, y presentar una cinta especial, y la vamos a meter al final.’ Y yo dije, ‘bueno, no sé lo que voy a decir en esa cinta, porque acabo de decir exactamente lo que creo que la Biblia enseña. Y si alguien está adorando a María, están violando las Escrituras. Y espero que todas las personas en Boston hayan oído eso.’ Y no es que estoy enojado con la gente en Boston, Dios ama a esas personas, pero deben saber en dónde está la verdad.

Jeremías enfrentó un día de religión falsa, en segundo lugar, el enfrentó el día de liderazgo corrupto. Capítulo 5. La gente ni siquiera confiaba en los lideres. Ellos dijeron en el versículo 13 del capítulo 5, ‘antes los profetas serán como viento’. Ese profeta, ese predicador es un viento. He oído a gente decir eso de mí. Estoy en buena compañía. Los profetas eran viento también. Versículo 30, del capítulo 5, ‘cosa espantosa y fea es hecha en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes dirigían por mano de ellos; y mi pueblo así lo quiso.’

En otras palabras, los profetas son farsantes, y los sacerdotes pueden ser sobornados y así le encanta al pueblo. Son líderes falsos, nunca hablan la verdad, y reciben sobornos. ¿Se oye familiar? Observe, hace mucho tiempo atrás tardamos mucho tiempo en contra a alguien que realmente le dice a usted la verdad completa, sin suavizarla, sin adulterarla, de manera abierta. Digo, si la gente que guía en este país, por una vez dijera lo que es verdad, ciertamente enderezaría muchas cosas. La gente recibe sobornos, y hablan mentiras.

Inclusive los profetas, la gente decía, no son nada más que vientos, la predicación es una multitud de pensamiento positivo, palabras amables, hazme sentir bien, un sermón suavizado, diluido, eso es sermoncillos para cristiancillos, y sigue, y sigue, y sigue. La gente habla en sus propias ideas, el engaño es total, los profetas no tienen credibilidad. Es cierto, ¿sabe una cosa? hablaba con Allister de esto. En Escocia, es interesante como el clero tiene cierta dignidad y todo mundo respecta al clero, y es algo interesante. Usted va a una iglesia, y simplemente honran la posición y lo reverencian a usted por lo que usted hace, y en Estados Unidos, usted sabe, usted va a una iglesia y usted comete dos errores y se acabó. Es otro mundo. Usted sabe, usted es exitoso o se va. Te vamos a cambiar por otro modelo, vamos a conseguir alguien que lo pueda hacer, no hay sentido de respeto hacia la posición, porque la posición ha estado tan contaminada por farsantes, ¿se da cuenta?

Todo mundo se vuelve sospechoso. El liderazgo en la esfera espiritual y el liderazgo en la esfera política de la época de Jeremías, todos eran corruptos. No es diferente de nuestra época. En tercer lugar, hubo una perversión del matrimonio. El capítulo 3 comienza con un versículo que habla del divorcio. No había un lugar en la tierra entera que no había sido tocado por el vicio sexual. La tierra estaba totalmente contaminada porque la gente estaba echando a perder sus matrimonios y jugando a la ramera. Simplemente había una disolución total de las familias.

En cuarto lugar, si usted ve el capítulo 3, versículo 24, había una impiedad general. Habla de vergüenza, devorando la labor. Versículo 25, ‘Yacemos en nuestra confusión o vergüenza.’ Literalmente eran como cerdos revolcándose en la vergüenza, nuestra afrenta nos cubre. En el capítulo 5, en los primeros dos versículos hablan del engaño y la mentira. Dice, ve si puedes encontrar a un hombre que ejecute la justicia. Ve si puedes encontrar a alguien que te de justicia real, encuentra a alguien que no juzgue falsamente. Todo mundo miente, todo mundo es injusto. En el capítulo 11 habla de infidelidad, versículos 8 al 10, la gente no guarda su promesa, abandona sus votos, rompen su palabra. Ahora, que tenemos, escuche. Usted tiene infidelidad, impiedad, familias de cabeza, adulterio espiritual.

Adulterio, prostitución física, maldad sexual, un liderazgo corrupto, sacerdotes y profetas corruptos. Usted tiene todo esto llevándose a cabo en la tierra de Jeremías, es lo mismo que enfrentamos en la actualidad. Entonces, Dios le dio a Jeremías una ilustración de lo que Dios pensó acerca de esto, y quiero que vea, esta es una de las cosas más contundentes del libro entero. Capítulo 13, créame, esto va a ser un shock para usted. ‘Así me dijo Jehová’, 13:1, le voy a decir cómo interpretar esto conforme avanzamos. ‘Ve y compra un lino’, ahora su Biblia podría decir cinto o cinturón, lo que era, era un par de shorts, un par de pantalones cortos que se usaban abajo de la túnica, básicamente esa es la referencia que el hebreo está haciendo.

Ahora, tu ve Jeremías. Ahora, por cierto, Jeremías hizo muchas cosas que fueron señales visibles y símbolos. El Señor le dijo que fuera a comprar un par nuevo de shorts y ‘cíñelo sobre tus lomos, y no lo metas en agua’. En otras palabras, nunca los laves. Ahora, usted ha oído de shorts que se lavan y se usan, estos son shorts que se usan y no se lavan. A él se le dijo que no los lavara. Ahora dice usted, bueno ¿qué es esto? Versículo 11 lo explica, ‘porque como el cinto se junta a los lomos del hombre, así hice juntar a mí toda la casa de Israel y toda la casa de Judá, dice Jehová.’ Lo más cercano que tiene un hombre a su cuerpo es la ropa interior, y Dios está diciendo, ‘así es como yo veo a Israel.’ La parte de ropa más íntima que un hombre usa, Dios dice, es como Israel. ¿Quién es el pueblo más íntimo para mí?

Me acuerdo, usted, hace algunos años atrás hubo un comercial que decía, junto a usted, a usted le van a cantar los BVDs. Ahora esa es la idea, eso es lo que Dios está diciendo. Junto a Él, lo más cercano a Él, Él ama a este pueblo Israel. Entonces, este atuendo representa a Israel, que Él ha traído esta nación para que se la nación más íntima para Él. Pero Él dice, usa esos shorts, pero no los laves. Entonces, versículo 2 dice, ‘Y compré el cinto’, conforme a como se llama aquí, conforme a la palabra de Jehová, y lo puse sobre mis lomos. Y él lo está usando aquí por un tiempo. ‘Vino a mí segunda vez, palabra de Jehová diciendo toma el cinto que compraste, que está sobre tus lomos’.

Y recuerde usted que él lo ha estado usando, y quien sabe por cuánto tiempo, y nunca lo ha lavado. ‘Y levántate y vete al Éufrates.’ Ahora, eso está a más de 200 kilómetros de distancia, simplemente la caminata acabaría con los shorts, si de cualquier manera habría quedado algo de ellos. Pero bueno, dice, ve al Éufrates que está a más de 200 kilómetros de distancia, y es la frontera de Babilonia, y Babilonia es el país que va a venir en juicio. Entonces Él dice, ‘Ve y escóndelo allá en la hendidura de una peña.’ Ahora, no se usted, pero si fuera yo habría comenzado a preguntarme que es lo que está pasando ya para este momento. Pero bueno, él se va en este viaje largo que él tiene que cubrir, más de 200 kilómetros.

Ahora, esos son muchos, muchos días y semanas quizás y él lleva los shorts ahí. Y sucedió que después de muchos días me dijo Jehová, levántate y vete al Éufrates, y toma de ahí el cinto que te mandé a esconder allá. ¿Sabe usted lo que sucedió? Él viajó hasta allá y los metió ahí en la hendidura de la roca, y regresó otra vez, y el Señor dice, ahora regresa y ve por él. Este es un hombre de gran fe, un hombre de obediencia simple. Regresa hasta Babilonia, más de 200 kilómetros, recoge esos shorts, que me dio gusto que deje ahí. Entonces fui al Éufrates y cavé, y tomé el cinto del lugar donde lo había escondido, y he aquí que el cinto se había podrido.

Esa es una traducción pobre, mala, una mejor sería horrendo, asqueroso, para ninguna cosa era bueno. Dice, realmente estaba echado a perder. Y vino a mi palabra de Jehová diciendo, así ha dicho Jehová, así haré podrir la soberbia de Judá y la mucha soberbia de Jerusalén. Este pueblo malo que no quiere oír mis palabras, que anda en las imaginaciones de su corazón, y que va en pos de dioses ajenos para servirles, y para postrarse ante ellos, vendrá a ser como este cinto que para ninguna cosa es bueno. Oyeron eso, Dios dice, Jeremías ve por eso y regresa y velos sucios, asquerosos, una prenda de ropa metida durante semanas al lado de un monte, atacado por la arena y el viento y el clima, destrozado por el sol, traídos de regreso y levántalos y que el pueblo los vea bien. Y que se sepan que eso es exactamente que así les va a pasar.

Van a ser como un pedazo de tela bueno para nada, echado a perder. Eso es bastante serio, ¿no es cierto? ¿Sabe usted por qué? Porque así estaban viviendo, esa fue una ilustración. Se habían podrido, en lugar de que en su intimidad con Dios mantuvieran la pureza y la limpieza, se habían vuelto viles, sucios, y Dios dice, llévalos a Babilonia. Y después deja que Babilonia lleve a cabo su trabajo en la prenda de ropa, y después tráelo de regreso, y enséñales cómo será cuando hayan sido juzgados.

¿Lo ve? Esa es predicación bastante directa, ¿no lo diría usted? Como puede ver, Jeremías no solo tuvo un mandato divino, sino que tuvo él un mensaje directo. Él habló del problema de su día. Escuche, no queremos bromear con nuestra sociedad, tenemos que predicar pecado, tenemos que predicar putrefacción en los corazones humanos, tenemos que predicar juicio. Oh hay otro lado, tenemos que predicar amor y gracia porque eso está también ahí.

Pero Jeremías resumió esta lección en el capítulo 13, versículo 15 al decir: ‘escuchad y oíd, no os envanezcáis pues Jehová ha hablado, dad gloria a Jehová Dios vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en montes de oscuridad, y esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.’

Él dice, más vale que cambien, porque sino cambian va a ser una condenación trágica. Dios va a hacer que ustedes tropiecen en los montes oscuros, y estarán buscando luz y van a caer en oscuridad. Pero eso nos lleva, a una tercera parte, del llamado de Jeremías. Si, un mandato divino; si, un mensaje directo; pero finalmente y brevemente también un duelo profundo, un duelo profundo. Vio usted el versículo 17 ahí, dice usted, bueno, hombre, parece que Jeremías es un hombre de sangre fría. ¿Acaso él hace esto con gusto, y una falta de compasión y con un sentido de superioridad? No, no, no, no. Observe el versículo 17, ‘más si no oyereis esto, en secreto llorará mi alma a causa de vuestra soberbia, y llorando amargamente se desharán mis ojos en lágrimas, porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo.’

Escuche, les voy a decir algo amados. Si no predican juicio con lágrimas, no lo predican como Dios quiso que fuera predicado. Si no pueden identificarse con Jesús, quien sabiendo que Él iba a traer juicio en el 70 d. C. en la ciudad de Jerusalén, sin embargo, él se sentó y lloró y derramó lágrimas y dijo, ‘Jerusalén, Jerusalén tú que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados, cuantas veces quise reunirte como una gallina reúne a sus polluelos, pero no quisiste.’ Sino puede usted identificarse con Jeremías quien podía predicar a partir del fuego de sus huesos, que podía predicar juicio como ningun otro profeta quizás en el Antiguo Testamento, y mientras que usted está predicando ese juicio tiene un corazón tal de compasión por los perdidos, que de sus ojos salen lágrimas, entonces usted no entiende la mentalidad correcta.

Observe conmigo por un momento el capítulo 8, y el versículo 18. Jeremías dice: ‘a causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí. He aquí voz del clamor de la hija de mi pueblo, que viene de la tierra lejana: ¿No está Jehová en Sion? ¿No está en ella su Rey? ¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla, con vanidades ajenas? Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos. Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado. ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?’

Capítulo 9: ‘¡Oh, si mi cabeza se hiciese aguas, y mis ojos fuertes fuentes de lágrimas, ¡para que llore día y noche los muertos de la hija de mi pueblo!’ Ese es el corazón del profeta. Mirando hacia adelante a lo que iba a venir a ese pueblo, cuyo corazón estaba enfermo. El no predicó juicio con una actitud indiferente, soberbia, de superioridad. Humildemente, con un corazón quebrantado y compasión lo predicó, porque era su pueblo y lo amaba.

Escuche, ¿le preocupa a usted que todas las almas están pereciendo? ¿le preocupa? Si le preocupara, advertiría. Usted reconocería el mandato divino, el mensaje directo y con un duelo profundo usted lloraría. Me pregunto algunas veces, como podemos sentarnos especulando acerca de cuándo el rapto ocurrirá.

Podemos sentarnos a especular acerca de quién es el Anticristo, podemos volvernos tan distantes y ver la tribulación, cuando todo el infierno se desate y lo hacemos con un ojo teológico que no tiene ninguna tristeza en absoluto por los perdidos, es mejor que cerremos nuestras bocas que tengamos una conversación como esa.

Nos estamos volviendo cerebros evangélicos indiferentes. Conocemos más de lo que necesitamos, hay tanta gente que se está amontonando a sí misma, con estudios bíblicos convencidos de que lo esencial es debatir la semántica, y lo único que hacemos en debates como ese, es revelar nuestros corazones fríos.

La gente está pereciendo, y estamos contentos con tener funciones no estratégicas, haciendo todo lo que podamos para acolchonar nuestra silla, mejorar nuestra situación, estar más cómodos, ser más exitosos, y somos fríos como un hielo, hacia la gente que va directo hacia el infierno. Pero no Jeremías. Él estaba tan triste en los versículos 17 y 18, que él llamó a las mujeres oficiales que lloraban, para que vinieran y lloraran.

No hay nada de malo con las lágrimas, algunas personas creen que las lágrimas son el acto de un cobarde, pero no lo son, son lágrimas de fortaleza en el caso de Jeremías. Jerusalén estaba riéndose, esa es la parte simpática del asunto, ¿se da cuenta? No pensaron que nada iba a suceder, pensaron que Jeremías estaba loco. Habían avanzado tan lejos, estaban de fiesta y Jeremías era un hombre triste en una fiesta. Se burlaron de él. Y lo arrojaron a la cárcel para callarlo, porque él estaba siendo un aguafiestas en su fiesta.

Nuestras lágrimas no serán entendidas, nuestro mensaje no será entendido, porque el mundo riéndose se va al infierno. Es posible que lloremos solos, pero lloramos y nos preocupamos. Spurgeon tuvo una gran palabra, puede identificarme con esto, él dijo esto: ‘aborrezco mis ojos, me siento como si pudiera sacarlos, porque no lloran como yo deseo, por las almas pobres que están pereciendo.’

Pero un mero duelo no es suficiente, no es suficiente simplemente llorar, no solo debemos tener un lloro profundo, debemos tener un mensaje directo, debemos hablar. Hay esperanza, como usted sabe, hay esperanza. Inclusive en el caso de Jeremías, hubo un pequeño remanente que creyó, y que oyó. En Jeremías 15:11, simplemente escuche: ‘Sea así, oh Jehová,’ el Señor dijo, ciertamente estará bien todo con tu remanente, va a estar bien para el grupo pequeño que cree. Y sabe una cosa, en Estados Unidos en la actualidad algunas veces me molesto tanto, me turbo tanto algunas veces, tengo lágrimas en mis ojos cuando veo las cosas que suceden en nuestro país, y veo los esfuerzos inútiles de una religión diluida al combatirlo.

Y me entristezco en mi espíritu y me pregunto si algo en algún momento va a suceder en nuestro día para la gloria de Dios, y recuerdo que habrá un remanente. Jeremías dijo en el capítulo 33, porque Dios dijo, ‘clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces.’ Escuche, para el corazón que responde hay una respuesta, para el espíritu que responde hay salvación, para el que escucha el juicio es evitado, en Jeremías 31:17: ‘esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová.’

Hay esperanza, digo, no se ha acabado todo, van a haber algunos a los que Dios alcanzará y los reclamará para Sí mismo, ¿está dispuesto usted a ser fiel? ¿se da cuenta de que Dios lo escogió a usted desde antes de la fundación del mundo? ¿cree usted que Él quiere que usted confronte este mundo con el mensaje directo? ¿está quebrantado su corazón de tal manera que hay un duelo, un lloro? ¿está dispuesto usted a ser un siervo o está simplemente tratando de ser un éxito? ¿quiere usted cumplir con su llamado ordenado por Dios o simplemente quiere estar cómodo? Escúchelo, Jeremías 8:20, lo leí hace un momento, esta es la palabra de Jeremías, ‘pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos, en otras palabras, se acabó la presentación. Se acabó el tiempo y la oportunidad se acabaron. ¿Cuál es nuestra respuesta? Creo que es más que tan solo llamar a la gente a Cristo. Creo que es confrontar su estilo de vida, y llamar a una santidad y una justicia que agrada a Dios.

Oremos juntos. Padre, oigo las palabras de Jeremías, capítulo 23, versículo 5, conforme dice: he aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como rey, el cuál será dichoso y hará juicio y justicia en la tierra.

En sus días será salvo Judá e Israel habitará confiado y este será su nombre, con el cuál le llamarán: Jehová justicia nuestra. Oh Padre, esperamos ese día, pero inclusive en este día, sabemos que el Señor nuestra justicia, ha hecho la provisión para la salvación inclusive ahora.

Oro por alguno que puede estar en medio de nosotros en esta noche, que estén atrapados en la condenación de una nación moribunda. Que sean parte de ese remanente que busca aquel que es el Señor nuestra justicia, que se aferren de esa mano traspasada por el clavo, la mano del que murió por ellos. Y Padre, para el resto de nosotros, ayúdanos a predicar fielmente para reprender un día impío con lágrimas, para que oigan el mensaje y vean nuestro amor, y al oír esto y al ver, sean atraídos al único que puede salvarlos del futuro terrible.

Toma a este grupo de personas congregados en esta noche Señor, cuya mano necesita ser colocada en el arado, para cumplir con el trabajo para el que fueron destinados, y que haya más contentos con servicio, en lugar de éxito. Para que tú recibas la gloria. Y si como Jeremías, nunca nadie escucha, que la obediencia sea su propia recompensa, y si algunos son usados para alcanzar al remanente, que la gloria siempre te pertenezca. Te damos gracias en el nombre de Cristo. Amén.

 

  

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