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Tome su Biblia y ábrala en el capítulo 15 de 1 Corintios. 1 Corintios capítulo 15. Vamos a regresar a nuestro estudio de Corintios esta mañana, hemos estado estudiando 1 Corintios por varios años y hemos estado disfrutando mucho conforme hemos estado avanzando. Terminamos el capítulo 14 hace algunos meses atrás, y entramos a otros temas de los que hablamos, y ahora regresamos al tiempo de otoño y vamos a regresar al capítulo 15.

Ahora, realmente no voy a comenzar una exposición cuidadosa versículo a versículo, del capítulo 15, hasta la semana próxima cuando esperamos que todo mundo esté de regreso y listos para empezar. Pero lo que quiero hacer esta mañana es darle un panorama del capítulo 15 en su totalidad. Este es un capítulo de 58 versículos y va a tomar un poco de tiempo cubrirlo párrafo por párrafo, entonces pensé que sería más benéfico para ustedes, antes de que lo dividamos en párrafos, si tan solo vemos el panorama completo del capítulo. Y eso es lo que quiero que vea esta mañana.

Quizás no va a ser algo revolucionario, o nuevo para usted, pero quiero que vea el desarrollo del argumento de Pablo en el capítulo 15, y cuan crítico es que entendamos la realidad y la esperanza de la resurrección de Jesucristo. Esta es la piedra angular de la teología cristiana, entonces demanda un estudio cuidadoso. Este es el capítulo más grande en la Biblia del tema de la resurrección. Entonces, vale la pena entenderlo de manera panorámica. Y después regresaremos, comenzando la semana próxima, y entraremos párrafo a párrafo para escarbar las profundidades del tesoro de este capítulo.

Job hizo la pregunta, “¿Si un hombre muere, volverá a vivir?” Pero Job no fue el único que hizo esa pregunta, me atrevería a decir que todo ser humano, con un cerebro que opera que jamás ha vivido, ha hecho la pregunta acerca de la inmortalidad. ¿Hay vida después de la muerte? Ahora, podría haber personas que creen que no la hay, pero por lo menos han enfrentado esa pregunta. En la ciudad de Corinto se habían levantado algunas personas que habían negado la resurrección. Si usted ve el versículo 12, encontrará el problema que llevó a la escritura del capítulo. Dice, “Si Cristo, se predica que él resucitó de los muertos, ¿cómo hay algunos de vosotros que dicen que no hay resurrección de los muertos?” Es aparente entonces, que en la ciudad de Corinto habían algunas personas negando la resurrección, y quizás, incluso se encontraban dentro de la congregación de la iglesia corinta.

En la mayoría de los casos, como hemos visto, los errores de la iglesia corintia, eran errores prácticos, eran errores de conducta. Pero en este capítulo llegamos al error primordial y es el asunto de la resurrección. Algunos de ellos estaban negando la resurrección. Bueno, eso tiene resultados tan increíbles, y ramificaciones, que Pablo debe tratar de manera muy fuerte con un error como ese. Negar la resurrección de Jesucristo es destruir la base entera de la fe cristiana.

La fe cristiana no está basada primordialmente en las enseñanzas de Jesús. No está basada en la vida de Jesús. No está basada en la compasión de Jesús. No está basada en los milagros de Jesús. Ni siquiera está basada en la muerte de Jesús. La fe cristiana está basada en todas esas cosas culminando en la resurrección de Jesucristo de los muertos. Y si usted no tiene la resurrección, usted acaba de destruir todas esas cosas. Y Pablo se da cuenta de esto y entonces, el capítulo más largo en el libro está dedicado al error de decir que no hay resurrección. Él lo aborda cuidadosamente aquí.

Ahora, a lo largo de la historia de la humanidad, la pregunta de la vida después de la muerte se ha infiltrado en la sociedad. Todo hombre, toda sociedad, toda religión, todo sistema, siempre ha tenido que enfrentar esta realidad. Por ejemplo, usted puede considerar todas las religiones del mundo y encontrará la idea de la inmortalidad ahí. Los himnos de la Babilonia antigua, los himnos de la Siria antigua. Sus épicas religiosas tratan con el asunto de la inmortalidad y la vida futura.

Algo de la literatura más antigua en el mundo sería el Libro Egipcio de los Muertos, y gran parte del Libro Egipcio de los Muertos se centra en torno a la inmortalidad. Si usted sabe algo de la cultura egipcia o de las pirámides, o algo de las tumbas, y proceso de sepultura de Egipto usted sabe que esta era una preocupación primordial. Creían, los egipcios creían que el alma no podía disfrutar de inmortalidad al menos de que el cuerpo fuera preservado, y entonces embalsamaban a personas que eran dignas de inmortalidad.

Recientemente en la ciudad de Chicago, el rey Tut estuvo ahí en una exhibición. El rey Tut es muy antiguo, miles de años de antigüedad, sin embargo, él ha sido preservado. Nunca olvidaré estando en el Cairo, en el Museo del Cairo, y viendo hacia abajo, de mi nariz hacia abajo a la nariz de un faraón que estuvo vivo cuando Moisés vivió, y él todavía tenía cabello en su cabeza debido a la manera tan tremenda en la que los egipcios podían embalsamar.

Las pirámides enormes y las tumbas que han sido cavadas en las rocas en la tierra del Nilo, el embalsamar de manera tan cuidadosa a los muertos muestran que tenían una gran esperanza de la inmortalidad. De hecho, normalmente sepultaban con sus muertos una Copia del Libro de los Muertos para que pudieran tener un mapa para saber por dónde ir después de la muerte. Cuándo encontraron la tumba del faraón Keops descubrieron que habían en otras tumbas, descubrieron un barco solar por el cual él iba a poder flotar por los cielos que no estaban trazados.

En la India, los registros del hinduismo y del brahmanismo, como se describe en la Rigveda, detallan la inmortalidad. El budismo, el cual más tarde se desarrolló a partir de ese hinduismo inicial, introdujo la idea de la transmigración de almas después de la muerte. En Persia, el zoroastrianismo estableció una enseñanza de vida después de la muerte involucrando un dualismo. En la religión griega antigua, por ejemplo, hubieron creencias en muchos dioses, y en una vida futura con esos dioses. De hecho, en muchos cadáveres griegos, colocaban una moneda entre los dientes, para que la persona muerta tuviera la tarifa para pagar su cruce por el río místico, fuera cual sea el río místico.

En Roma adoraban a Júpiter y a Minerva y esperaban al mundo de las sombras de los muertos. En China y Japón la creencia de la inmortalidad adoptó la forma de la adoración a los ancestros. En la cultura India-Americana, con mucha frecuencia un indio era sepultado con su arco y su flecha, y con frecuencia su pony también, para que tuviera todas esas cosas cuando él llegara al terreno en dónde iba a cazar de manera feliz. Cómo puede ver, siempre ha hecho una gran diferencia con el hombre que hay más a la vida que tan solo lo que está aquí. El hombre nunca ha estado satisfecho con asumir que él no es nada más que un rayo de conciencia entre dos extremos, que él es protoplasma esperando convertirse en estiércol. El hombre siempre ha anhelado ser algo más allá de eso.

Mi papá solía contar la historia del pequeño niño ciego, quien estaba con un cometa y alguien le dijo, “Bueno, no puedes ver tu cometa, tu papalote, ¿cómo sabes que está ahí?” Él dijo: “Puedo sentir como jala el hilo en mi mano.” Y así es con el hombre, él no puede entender la inmortalidad, y él no puede tener idea de lo que está ahí afuera, pero hay algo que jala su alma que dice que hay algo ahí.  

Gene Charles de la Universidad de Yale, dijo que hay tres cosas que nunca podría creer. Una, que Dios creó al mundo como el nuestro, y le dio la espalda. Dos, Él creó al hombre y lo dejó en la tumba. Tres, que Él implantaría un deseo por la inmortalidad en el corazón del hombre y no lo va a satisfacer. Y entonces, el hombre siempre ha anhelado la inmortalidad. Él hombre siempre ha buscado la inmortalidad, el hombre siempre ha tratado de definir la inmortalidad, está ahí. Él siente el jalón en su alma, y la Palabra de Dios confirma esta conciencia del hombre, la Palabra de Dios confirma este entendimiento innato del hombre porque repetidamente la Biblia habla de la vida después de la muerte.

La Biblia dice que hay una vida después de la muerte para toda alma, o en el infierno eterno, o en el cielo eterno. Así lo dice Mateo 25:46. Jesús dice en Juan 5, que algunos serán resucitados a la resurrección de condenación, y algunos serán resucitados a la resurrección de vida. Hay vida eterna, y hay muerte eterna. Hay un infierno eterno y hay un cielo eterno. La vida después de la muerte es una realidad, la Biblia es clara en eso.

Ahora, al buscar el lado positivo de la vida después de la muerte, llegamos a 1 Corintios capítulo 15, el cual detalla para nosotros la importancia de la resurrección de Jesucristo, y lo que significa para aquellos cuya fe está en Cristo. En algún momento, en otra ocasión hablaremos del aspecto negativo de la resurrección, la resurrección de la condenación en el infierno. Pero para esta ocasión, 1 Corintios está ocupado con la importancia del hecho de que Jesús resucitó y debido a que Él vive, vosotros también viviréis. Ese es el tema de Pablo, él va a confrontar a los que niegan la resurrección y va a mostrar porque hay evidencia y porque es necesario que creamos que Jesús murió y resucitó, y que viviremos también en la vida de resurrección.

Por cierto, este es el tema de la mayoría de la predicación apostólica. La resurrección es mencionada 104 veces en el Nuevo Testamento, es el punto más profundo y prominente en toda la predicación apostólica del libro de los Hechos, desde el comienzo mismo en Hechos capítulo 1 cuando Judas había hecho lo que hizo y se había quitado su vida, y las filas de los discípulos debían ser reemplazados con un miembro número doce, y cuando la decisión debía ser tomada, se afirmó que el criterio fue Hechos 21 y 22, que el que fuera un testigo con nosotros de la resurrección. ¿Por qué? Porque ese iba a ser el tema de proclamación clave en el ministerio apostólico.

Entonces, esa debía ser la característica de cualquier persona que cumpliera con la función de apóstol. El primer sermón que Pedro jamás predicó fue el gran sermón liberador que liberó a tantos miles de personas de su pecado, en el día de Pentecostés, fue un sermón en torno a la resurrección. “A este Jesús, Dios lo resucitó, de quien vosotros todos sois testigos,” dijo Pedro. Cuándo los apóstoles, más adelante en el libro de los Hechos, fueron llenos del Espíritu Santo, dice, “que gran poder, dieron los apóstoles testimonio de la resurrección del Señor Jesús.” La doctrina central de Pablo en el areópago, en Hechos 17 fue la resurrección. En Hechos 26, cuando los judíos atraparon a Pablo e intentaron quitarle la vida, él recibió ayuda de Dios y después él predicó la resurrección.

Entonces, la resurrección es básica. Sin la resurrección la muerte de Jesucristo se vuelve la muerte heroica de un mártir confundido o la muerte patética de un loco, o la ejecución de un impostor. Y ninguna de esas cosas va a ayudar en nada a nosotros. Pero, con la resurrección de Jesucristo, Su muerte se vuelve una muerte expiatoria, significativa que paga el precio del pecado y libera a aquellos que tiene fe a vida eterna.

Entonces, como cristianos nos congregamos en torno a la resurrección. Es la médula de nuestra fe. Usted no puede ser un cristiano y no creer en la resurrección. En Romanos 10: 9 y 10 dice que, “si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que,” ¿qué? “que Dios le resucitó de los muertos, serás salvo.” La salvación depende de esa creencia en la resurrección. Entonces cuando usted oye a alguien que no sabe si cree o no en la resurrección, usted sabe que acaba de conocer a alguien que no es salvo, sin importar lo que diga.

Ahora, veamos el capítulo 15 y voy a dividirlo en ocho secciones. Vamos a cubrir el capítulo entero. Créalo o no. Vamos a cubrir 58 versículos esta mañana, rápidamente. Póngase cómodo, coloque su Biblia sobre sus piernas y síganos. Esta es una afirmación tremenda de la resurrección. Hay ocho secciones separadas, y simplemente se las voy a dar conforme avancemos.

Número uno, la evidencia de la resurrección. Pablo comienza este contraataque contra la herejía que se había infiltrado en la situación corintia, mediante una afirmación de la evidencia de la resurrección. Y él se concentra básicamente en tres áreas de evidencia. Área número uno, es la iglesia. Área número dos, es el Antiguo Testamento. Y área número tres, son los testigos personales.

Entonces aquí viene la sustanciación para la resurrección. En primer lugar, la iglesia, en los versículos 1 y 2. Observe conforme leemos. “Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en la cual también perseveráis, por el cual, asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, sino creísteis en vano.”

Ahora, lo que él está diciendo es esto, observe. A menos de que sea usted un impostor espiritual, a menos de que usted no haya tenido fe genuina, a menos de que en cierta manera usted haya hecho esto de manera ligera, superficial y lo deja, lo cual indica que nunca fue genuino, en otras palabras, si es un creyente verdadero, si usted es uno que verdaderamente se aferra a la fe, entonces lo que le ha sido predicado a usted lo ha recibido, ha sido salvado y usted depende de eso. Esta es la indicación básica de que usted es la iglesia. Si usted es un creyente verdadero, entonces, el evangelio que le predique, se están aferrando a él, lo están recibiendo, están dependiendo de él, y son salvos.

Ahora, dice usted, ¿cuál es el punto? El punto es este, él los está identificando a ellos como la iglesia nacida del evangelio. En otras palabras, él dice, ustedes que han oído el mensaje de la resurrección, que han dependido de ese mensaje, y que han sido salvos por ese mensaje, son la prueba número uno de que ese mensaje es verdad.

Sabe una cosa, el hecho mismo de que Grace Community Church existe en Roscoe Boulevard, en la ciudad de Panorama, aquí en Sun Valley, en esa mitad, la otra mitad en la parte norte de Hollywood, allá en Van Nuys en esa área, el hecho mismo de que estamos aquí en este lugar, el hecho mismo de que usted está aquí, el hecho mismo de que todo grupo de creyente por toda la faz de la tierra se congregue en el nombre de Jesucristo, es evidencia de que Él está vivo. ¿Entiende eso? Él dice, el hecho que lo recibieron, dependieron de Él, fueron salvos por Él, y existen hoy día aferrándose a esto indica que Jesucristo está vivo y está edificando Su iglesia. Esa es su primera prueba. Esa es la evidencia de la resurrección: La iglesia.

En segundo lugar, él dice. La segunda evidencia de la resurrección es la Escritura del Antiguo Testamento, versículo 3, “Porque primeramente os he enseñado lo que así mismo recibí, que Cristo murió por nuestros pecados,” ¿qué? “conforme a las Escrituras. Y que fue sepultado y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras.”

Ahora, las Escrituras que tiene en mente son las Escrituras del Antiguo Testamento. Él está diciendo, la segunda razón por la que creemos en la resurrección es porque está profetizada en el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento, versículo 3, indicó que Jesús moriría por nuestros pecados, que el Mesías moriría en nuestro lugar. ¿En dónde? Salmo 22, por darles un ejemplo, describió a detalle la crucifixión. Isaías capítulo 53, para otro ejemplo describe la crucifixión, y todo cordero sacrificial en el Antiguo Testamento es un retrato de la muerte de Cristo. Y la serpiente levantada en el desierto es un retrato de Cristo siendo levantado. Hay una Escritura cargada de profecía, de la muerte de Jesucristo. Y esa Escritura es el Antiguo Testamento.

Y después en el versículo 4, él dice, y la resurrección también está ahí, Salmo 16:10 dice, “No dejarás a tu santo ver corrupción.” La profecía fue que el Santo de Dios nunca entraría en un estado de descomposición en la tumba, y no fue así. Eso es profecía. Incluso el tercer día está profetizado en el panorama o el tipo y Jesús recogió esto cuando Él dijo, “Como Jonás estuvo tres días y tres noches en el estómago del pez, así el Hijo del Hombre estará tres días y tres noches en la tierra.”   

Entonces las profecías del Antiguo Testamento, son evidencia de la resurrección. Entonces la iglesia y el Antiguo Testamento. En tercer lugar, él dice, los testigos oculares, versículo 5. “Y que apareció a Cefas, y después a los doce, después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos duermen aun y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo, después a todos los apóstoles, y al último de todos, como a un abortivo me apareció a mí.” En cierta manera como alguien que llegó después, como un abortivo.

Él dice, miren, hay suficientes personas que van a dar testimonio de la resurrección. Está Pedro. Y hubieron quinientos hermanos en una ocasión. No pudieron haber tenido una alucinación en común. Y después estuvieron los apóstoles en un par de ocasiones, y después estuvo Jacobo, y después estuve yo. Y él se incluye ahí porque en cierta manera es algo de otra categoría, él dice, porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.

En otras palabras, su argumento es así, estas personas todos vieron a Jesucristo después de que él había resucitado de los muertos. Y alguien va a decir, “Sí seguro, lo amaban y esto estaba en su mente, querían verlo con tanta desesperación que inventaron una alucinación. Y pensaron que lo vieron porque deseaban verlo tanto.” Y Pablo dice, “Bueno, ¿y que yo? Yo iba camino a Damasco, a matar a cristianos cuando lo vi.” Eso es un poco diferente. “Yo lo vi, fuera de tiempo. Y no es que yo lo quería ver, y no es que yo estaba buscando alucinaciones.

Y no estaba imaginándome algo. De hecho, en mi caso,” versículo 10, “sino por la gracia de Dios, yo soy lo que soy. Y su gracia, que me ha sido dada, no fue en vano. Una vez que Él se aferró a mí con Su gracia, me esforcé mucho más abundante que los otros, y no fui realmente yo, fue la gracia de Dios que fue en mí.” Pero él dice, “Sea yo, versículo 11, “o ellos, todos predicamos y todos creemos la misma resurrección.” ¿Ve su punto? “Seguro que ellos tenían empatía. Yo no tenía empatía. Y todos estamos de acuerdo en la misma resurrección.” Testigos oculares.

La evidencia de la resurrección viene de la iglesia, viene del Antiguo Testamento, viene de los testigos oculares. El segundo párrafo comienza en el versículo 12 y explica la importancia de la resurrección. ¿Cuán importante es que Jesús resucita de los muertos? Esto es lo que Pablo quiere decir. Algunas de estas personas en la iglesia corintia estaban diciendo, “Bueno, no hay resurrección.” Y aparentemente estaban ocupados en la iglesia. ¿Puede imaginarse eso? Si fuera a anunciarles a ustedes alguna mañana, “Bueno, solo quiero que sepan que no habrá resurrección. Jesús no resucitó de los muertos, he reevaluado las Escrituras, fue una farsa, no van a resucitar, la muerte es el final de esto, pero estén aquí la semana que entra para un estudio maravilloso de la Biblia acerca de cómo vivir la vida justa.”

Usted diría, “¿A quién le importa? Sáquenme de aquí. No voy a desperdiciar mi tiempo aquí, si no tengo más motivación que tan solo esta vida.” Bueno, eso es lo que Pablo quiere tocar en los versículos 12 al 20, la importancia de la resurrección. Los críticos vienen, en el versículo 12 y dicen, “No hay resurrección.” Él dice, “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?” ¿Sabe usted lo que eso significa? ¿Han considerado las ramificaciones de eso? ¿Han considerado las consecuencias de eso? Escuchen esto, si no hay resurrección de los muertos, si estos críticos tienen razón, y hay bastantes de ellos en la actualidad que están diciendo lo mismo, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no hay resucitado, muy bien. Si no hay resurrección, punto número uno, Cristo no resucitó.

Ahora, si Cristo no resucitó, versículo 14, entonces nuestra predicación es vana, y vuestra fe es igual de vana, inútil. En otras palabras, todos los predicadores son inútiles, y la fe de todo mundo es inútil. Olvídenlo, no hay nada ahí, simplemente seguimos, dejamos de vivir, se apaga la luz para siempre, se acabó, Cristo no resucitó, nuestra predicación es una mentira, nuestra fe es ridícula, versículo 15, si incluso somos hallados mentirosos, testigos falsos de Dios. Estamos aquí inventando cosas porque hemos estado dando testimonio de Dios de que Él resucitó a Cristo de los muertos, a quien no resucitó, si los muertos no resucitan.

En otras palabras, Pablo realmente confronta a estos críticos, y él dice, “Están bien, todos están bien, nosotros estamos mal. Todo predicador es un mentiroso, es un burlador, la fe es torpe, el mensaje no tiene sentido si Cristo no resucitó, y si Él no puede resucitar, no existe algo tal como la resurrección.” Esto no es algo insignificante. ¿Entiende eso? Este es un elemento de peso. Y permítame decirle, “Si los muertos no resucitan,” versículo 16, “entonces, Cristo no ha resucitado, y si Cristo no ha resucitado, su fe es inútil, y aquí está la peor parte, y todavía están en sus, ¿qué? pecados.”

Ahora, ¿ve usted el punto? El punto es este. Si Cristo no resucitó de los muertos, entonces eso significa que el pecado lo conquistó a Él, ¿verdad? Porque Él llevó nuestros pecados en su propio cuerpo, y eso es lo que mató a Cristo. Él murió llevando nuestro pecado, y si Él nunca resucitó, entonces el pecado lo mató, y Él no podía conquistarlo. ¿Entiende usted eso? Y eso significa que Él no conquistó el pecado, y si Él no conquistó el pecado estamos en problemas, porque también nos va a matar a nosotros y todos estamos condenados al infierno.

Entonces, cuando alguien viene con un argumento filosófico de que no hay resurrección, dice Pablo, las ramificaciones son estupendas, son enormes. Dios es un burlador, todo predicador es un mentiroso, toda nuestra fe es inútil, todo mensaje no tiene sentido, y todos estamos en nuestros pecados y condenados al infierno. Ese es el fin de todo. Versículo 18, entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Están condenados. ¿Y sabe una cosa? Lo único que nos queda, si no hay resurrección, es el aquí y el ahora. ¿Verdad? Eso es todo.

Aquí estamos. Y el versículo 19 dice, “Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más,” ¿qué? “dignos de conmiseración de todos los hombres.” Si lo único que Cristo puede hacer por mí es algo en el aquí y el ahora, y nada después de la muerte. Olvídelo. Olvídelo. ¡¿Quién lo necesita?! Yo puedo hacer por mí lo que quiero, me puedo volver un hedonista. Me voy a volver un existencialista práctico. ¿Por qué me voy a molestar?

Entonces, lo que él está diciendo aquí, usted no simplemente puede considerar la resurrección como una discusión filosófica. Si usted hace a un lado la resurrección, usted acaba de sacar el corazón mismo del cristianismo. Lo ha matado, lo ha matado, porque es la resurrección lo que da significado, importancia a todo. Entonces, la evidencia de la resurrección y la importancia de la misma.

Entonces, después él gira y presenta lo que llamo la secuencia de la resurrección, en los versículos 20 al 28. Observe, primera palabra del versículo 20 ¿es qué? “Pero…” ¿No le da gusto ver esa palabra? “Pero, o más…ahora Cristo ha resucitado de los muertos.” Él ha resucitado, ese es un hecho. La evidencia lo apoya, como es dada en los primeros once versículos, y aquí viene la secuencia de cómo funciona. Él se ha vuelto las primicias de los que durmieron. Las primicias es un gran concepto.

Estaba hablando con un agricultor, el tío de mi esposa, ahí, que vive en el campo en Nebraska, y le pregunté… ¿Cuánto tiempo te tarda? Porque quería conocer desde el punto de vista de él, el concepto de primicias en la Biblia, le dije, ¿Cuánto tiempo te tarda sembrar un cuarto de un terreno? “Bueno,” él dice, “realmente con buen equipo podría sembrar todo en unos dos días.” Entonces yo pensé, bueno, eso es maravilloso. Con una máquina de cincuenta mil dólares y todo ese aparato él puede esparcir esa semilla bastante rápido.

Bueno, ¿le gustaría a usted si tuviera un poco de semilla en una bolsa y estuviera caminando por un camino y tratara de hacerlo? Tomaría un poco más de tiempo. Y después se aseguraría de que fuera cubierto y tomaría más tiempo. Y debido a eso, era muy común que cuando venía a un campo, y dijéramos era grano, y entraba así y así, fuera lo que fuera sembrado llegaba primero y fuera tratado por igual por el clima y la lluvia, y demás, de tal manera que las primicias no necesariamente llegarían al mismo tiempo con el resto de la cosecha.

Y entonces, cuando le dijo a la gente, “Quiero las primicias,” simplemente les estaba diciendo que se esforzaran un poco, se arriesgaran un poco porque les estaba diciendo, “Lo que venga primero, conforme lo recogen me lo deben dar, entonces confíen que yo les voy a traer el resto de la cosecha. Y si usted fuera un agricultor puramente pragmático, usted podría decir, “Bueno Dios, con gusto voy a esperar a que todo sea cosechado, y si queda algo te lo voy a dar. Pero, primero te voy a dar las primicias, digo, esa es la parte que sé que vino, como puede ver, no se el resto, esa es simplemente la parte que Dios quería, porque así era como usted vivía por fe. Y Dios dice, “Si me traes esa parte voy a llenar tus graneros.” Ese es un principio para ofrendar que hemos experimentado. Si le da usted a Dios lo primero de lo que tiene, entonces Él va a traer el resto. Eso es vivir por fe. Entonces, ese es el concepto de primicias.

Permítame explicarle un poco como funciona esto. La fiesta de la Pascua tenía muchos aspectos significativos. Pero uno de ellos era que ocurría en el momento de la cosecha de la cebada. La ley estableció algunos principios en Levítico 23:10-11 acerca de esto, dijo: “Traerás una parte de las primicias de tú cosecha al sacerdote, y él va a presentarlo delante de Jehová para que sea aceptable para ti, y después del día de reposo el sacerdote la va a mover.” Muy bien.

Después de la cosecha de la cebada vas a traer las primicias, lo primero del grano, y lo primero de la cebada, entonces era dado al sacerdote, a los sacerdotes, eran cosechados del campo en común. Esto no debía ser algún jardín especial que usted plantaba para Dios. Esto tenía que salir del campo en común. Usted debía creer en Dios por fe, por lo que usted había plantado para su propio sustento, no algo pequeño especial que usted no iba a usar, de cualquier manera. Y si no llegaba demasiado, lo sentimos mucho Dios, el tuyo no llegó, el mío sí. No, tenía que salir del campo en común.

Cuando era cortado era traído en un paquete al templo. Era entregado a los sacerdotes, los sacerdotes lo separaban con mucho cuidado para no lastimarlo. Y después lo colocaban en una especie de sartén perforada, y lo colocaban sobre el fuego, y lo que hacía es que quemaba todo grano, todo grano retocado por el fuego. Después era aventado al viento, y lo que no servía era llevado por el viento. El grano era colocado en el suelo en un molino de cebada, y era pulverizado hasta convertirse en harina, y la harina era dada a los sacerdotes. Los sacerdotes la dedicaban, y después hacían pan y se la comían. Ese es el proceso. Y era una señal del alimento y el pan que vendría en la fiesta que vendría cuando la cosecha completa llegara. Pero primero era para Dios.

Bueno, Pablo dice, “Cristo es así. Cristo fue el primero de la tumba en las primicias. Él fue aquel a quien se le tuvo que quitar la vida como el grano ofrecido a Dios. Y fue quemado en el fuego de la muerte, y después Él fue hecho apto, fue preparado para que se volviera el Pan de Vida. Y Él no es, nada más en este sentido, de lo que Pablo está diciendo aquí que la garantía de que ustedes van a resucitar. Ustedes son la cosecha, de lo que Cristo es la primicia. Es un gran pensamiento.

Entonces, él dice, “Él es las primicias,” ahora él sigue la secuencia en el versículo 21. “Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque, así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.” En otras palabras, Adán es el que metió la muerte, él fue las primicias de la muerte, ¿quién es el primero por quien entró el principio de muerte? Adán. “En el día que en él comieres,” Dios dijo, ¿qué? “ciertamente morirás.” Las semillas de la muerte fueron plantadas primero en Adán, en Adán y Eva. Las semillas de la vida, vida de resurrección fueron plantadas primero en Jesucristo. Ese es el mensaje aquí. Y luego también en el versículo 23, “Pero cada uno en su debido orden, Cristo las primicias, luego los que son de Cristo en su venida.” ¿Cuándo somos resucitados? En su, ¿qué? en Su venida, en Su venida.  

Y él dice, además de eso, si quieren saber lo que va a pasar, Cristo resucita de los muertos, y en Su venida ustedes resucitan, después viene el “telos” el término, lo que es final, “cuándo él habría entregado el reino al Dios y Padre, cuándo haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia, porque preciso es que Él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos por debajo de sus pies.” Pablo se concentra en el tiempo final, él dice, “Viene un día cuando la cosecha vendrá, todos seremos resucitados, y después el fin va a venir, y seremos congregados, la gran cosecha en el reino, la resurrección entera se va a llevar a cabo, Cristo recibirá la autoridad, Él va a sujetar a todos los enemigos. Y el versículo 26 dice, “Y el postrero enemigo que será destruido, es” ¿qué? “la muerte. Porque todas las cosas las sujeto debajo de sus pies.” Esos son los pies de Cristo, “Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a Él, claramente se exceptúo a Aquel que sujetó a Él todas las cosas.”

Ahora, eso es un poco confuso, lo que simplemente significa es esto, en el día cuando la cosecha sea recogida, todo será dado a Cristo. Y el Padre, versículo 27, le dará todas las cosas a Cristo, excepto Él mismo. En otras palabras, Él no será hecho sujeto a Cristo, sino que todo lo demás lo será. Versículo 28, “Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.”

Ahora entraremos a eso a detalle, pero permítame darle el panorama. Adán vino y las semillas de muerte fueron plantadas. Todo individuo que nace en este mundo nace con una bomba de tiempo que llega a cero cuando muere. Todos tenemos la semilla de muerte. Cristo viene, resucita de los muertos, comienza un nuevo potencial de resurrección y aquellos que están en Cristo serán resucitados. ¿Cuándo? En Su venida, cuando la cosecha sea recogida, el Reino será de Él. Él tomará el Reino y sujetará todo en el universo a Sí mismo, excepto por el Padre, y cuando Él haya sujetado todo, Él lo va a tomar, incluyéndose a Sí mismo, y Él lo entregará al Padre, quien lo creó, y el ciclo estará completo. Esa es la secuencia de la resurrección. Todo va a regresar al Padre. Y Dios será todo en todos.

Entonces el apóstol Pablo presentó para nosotros de manera muy clara, la secuencia de la resurrección. En cuarto lugar, hemos visto la evidencia, la importancia, la secuencia, ahora quiero mostrarle el valor de la resurrección. Y esto se construye sobre lo que vimos como la importancia de la resurrección, versículo 29. El versículo 29 dice, no voy a explicar este versículo aún, lo haremos en unas cuantas semanas, pero permítame leérselo. “De otro modo, que harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan. ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?”

Ahora usted inmediatamente dice, ¿qué significa ser bautizado por los muertos? Entraremos a eso. Hay cuarenta posturas diferentes de lo que eso significa. Versículo 30, y él dice, “Permítame decirles otro problema, ¿Y por qué nosotros peligramos a toda hora?” Al final del versículo 31 él dice, “Cada día muero.” Qué tipo de torpe soy, si no hay resurrección ¿por qué estoy muriendo diariamente? ¿Qué estoy haciendo con mi vida en riesgo cada hora? ¿Por qué estoy arriesgándome? ¿Por qué estoy sacrificando mi vida por esto si no hay resurrección? Tengo que ser torpe. Ese es un punto.

Versículo 32, “Si humanamente,” esto es según la manera del hombre, eso es lo que significa, “Si humanamente he peleado con bestias en Éfeso, ¿de qué me sirve si los muertos no resucitan?” ¿Por qué tengo que estar luchando en toda mi vida, contra la maldad y contra el pecado, y porque voy a pelear contra las bestias en Éfeso? Ahora, no sé lo que eso significó específicamente, hay mucha conjetura, vamos a entrar en eso, pero él dice, ¿por qué hago mi vida tan difícil y tan dura y con tanta amenaza y muriendo diariamente, día tras día, si no hay resurrección?

¿Sabe usted lo que debo hacer? Al final del versículo 32, “Debo comer, y beber, porque mañana moriré.” Creo que simplemente seré un hedonista. Creo que simplemente voy a quemar mi Biblia y voy a disfrutar de la vida. Voy a disfrutar al máximo, que pase lo que pase, voy a morir, entonces, voy a vivir. Tiene razón. Si no hay resurrección, todo está perdido. Toda la moralidad se acabó, toda la justicia se acabó, toda la ética se acabó, todo se acabó. Y más bien comemos y bebemos porque mañana moriremos. Disfrútalo mientras puedes, es lo único que tienes.

Bueno, él dice en el versículo 33, “No erréis, las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Velad debidamente y no pequéis, porque algunos no conocen a Dios, para vergüenza vuestra lo digo.” ¿Sabe usted lo que él está diciendo? Hay algunas personas en su congregación que están negando la resurrección, y están viviendo vidas inmorales, malas, más vale que se aparten de ellos, porque hay una resurrección y habrá una rendición de cuentas justa. Esa es la esencia de lo que está diciendo. Más vale que despierten al hecho de que hay un estándar justo, y más vale que no estén con personas que no creen que hay una resurrección, de lo contrario terminarán haciendo lo que ellos hacen, porque las malas compañías corrompen la moralidad buena.

Sabe usted, lo que usted cree tiene grandes ramificaciones en cómo se conduce, ¿verdad? Hay muchas personas, como puede ver, que quieren vivir una vida mala, y entonces simplemente se dicen a sí mismos que no hay consecuencias. Se convencen a sí mismos de que no hay Dios, no hay resurrección. Cómo puede ver, el ateísmo no es una persona astuta que llega a una conclusión astuta, es un hombre malo, que es un pecador vil, que quiere eliminar a Dios para que no haya consecuencias para su pecado. Eso es diferente.       

Entonces, él dice, “Miren, el valor de la resurrección es este. No hay resurrección, no hay moralidad. No hay resurrección, no hay ética. No hay resurrección, no hay justicia. No hay nada. Mejor todos andamos por todos lados y hacemos lo que la carne nos dice que hagamos y disfrutamos, si no hay resurrección. Pero hay una resurrección.”

Hay otra pregunta que surge, y eso nos está llevando al quinto punto en el capítulo, el cuerpo de la resurrección. Él ha hablado de la evidencia de la resurrección, y le dio a usted evidencia sólida. Él habló de la importancia de la resurrección, que todo el cristianismo es un desperdicio sin ella. La secuencia de la resurrección, Cristo y después nosotros en Su venida y después el Reino. El valor de la resurrección, es lo único que da un estándar moral a alguien en este mundo.

Y ahora el cuerpo de resurrección, porque hay algunos que dirán, versículo 35, “¿Cómo resucitarán los muertos, con qué cuerpo vendrán?” Algún inteligente viene, dice, “Oh, eso es muy bueno Pablo. Bueno, ¿Por qué no me dices cómo van a ser resucitados? He visto a algunos muertos, después de un tiempo no los podrías hacer. No hay nada ahí. Ellos sabían que polvo eres y al polvo volverás. Fue una burla, y entonces dijeron: algunos de ustedes están diciendo, ¿con qué cuerpo vienen?

Y en el versículo 36 dice, “Necio,” torpe, “lo que tú siembras no se vivifica sino muere antes.” Torpe, deberías conocer un principio que usas diariamente cuando siembras. “Y lo que siembras,” versículo 37, “no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano, pero Dios le da el cuerpo como él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.” Él dice, deberías saber que siembras una semilla en el suelo, la semilla muere, se corrompe, entra en descomposición y de ahí sale algo más. Esa es una buena ilustración, Pablo.

¿Qué tipo de cuerpo es? Bueno, no puedes saber qué tipo de cuerpo es, porque es diferente al que tienes. Él dice, pero tú sabes cómo agricultor que siembras una semilla. Alguna vez, usted sabe, ha conseguido paquetes de semillas, usted no puede ver algo, simplemente al ver una semilla, al menos de que sea un especialista en eso. Usted sabe, si una persona simplemente le diera un puñado de semillas sin designación, sin nombre, usted no sabría lo que tendría. Usted podría haber tomado esa pequeña semilla, haberla aventado al suelo cuatrocientos años después y tendría un árbol enorme de varios metros de altura.

Usted podría tomar una semilla que se vería muy parecida a esa semilla, la aventaría al mismo montón de tierra, y dos días después tendría un arbusto. Porque la semilla misma muere, se descompone, pero de ahí sale algo que solo Dios puede diseñar, la conexión entre la semilla y eso. Sabe una cosa, no hay absolutamente ningún parecido entre la semilla que es plantada y lo que sale, como un bebé y como ese bebé se ve. No hay conexión. Usted nunca habría sabido eso, si usted no hubiera conocido la ciencia médica y la realidad simplemente de ver esa pequeña semilla microscópica. Pero como puede ver, eso es lo que hace Dios. Y por toda semilla que cae y muere, nace vida nueva. Y solo Dios sabe cómo es esa vida. Y escuche, nunca podemos describirla, porque tenemos que morir para ver a Dios hacerlo.

Entonces, en esta vida nunca lo sabremos. Entonces, ¿qué tipo de cuerpo? Pablo dice, “No sé, pero esto sé. Este va a morir, y cuando muera y se descomponga, de él va a salir algo que solo Dios conoce, y será diferente porque todos son diferentes.” Versículo 39, “No toda carne es la misma carne”. Esto es debido a la operación de los aminoácidos, entraremos en eso cuando estudiemos el párrafo. “Una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales, pero una la gloria de los celestiales y otra la de los terrenales.”

Todo es diferente, bestias, aves, hombres, cuerpos celestiales, cuerpos terrenales. “Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos.” En otras palabras, va a ser un cuerpo del que no sabemos nada. Va a ser como uno que nunca antes hemos visto, va a ser uno que no entendemos hasta que morimos. Y Él va a hacerlo uno excepcional. Pero él dice, “permíteme darte cuatro características de esto.” Estas son maravillosas. Cuatro características.

Característica número uno, es incorruptible. Es un cuerpo incorruptible. Ese es un gran lugar en dónde comenzar. Dice en el versículo 42, “se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción.” Nunca morirá, nunca estará sujeto a descomposición, nunca envejecerá. Va a ser diferente, incorruptible, dice usted, Bueno, no será como el nuestro. Es correcto. No lo será, será incorruptible. Y usted es corruptible, ¿sabía usted eso? Su cuerpo está en el proceso de descomposición. ¿Quiere sabe lo que es? Las partes que constituyen a un hombre, equivaldrían a mil doscientos huevos, suficiente hierro como para hacer dos pequeños clavos, fósforo para hacer cuatro mil cerillos, grasa para hacer setenta y cinco velas, o más. Un pastel de jabón, suficiente hidrógeno para inflar un globo, sesenta cucharas de sal, un plato hondo de azúcar, y seis galones de agua. Ese es usted.

Carlos Mayo, de la Clínica Mayo dice que usted tiene suficiente cal como para lavar un lugar dónde hay pollos, suficiente magnesio como para hacer una dosis de magnesia, suficiente potasio como para hacer que explote un cañón de juguete, suficiente azufre para quitarle las pulgas a un perro. Ese es usted. Pero algún día usted va a ser incorruptible.

En segundo lugar, él dice que no solo va a ser un cuerpo incorruptible, es uno glorificado. En otras palabras, no es terrenal, es algo que va más allá de eso. Versículo 43, “Se siembre en deshonra, resucitará en gloria.” Un cuerpo glorificado, algo que va más allá de lo que podemos imaginar. En tercer lugar, él dice que es un cuerpo poderoso. El versículo 43 al final, “Se siembra en debilidad, resucitará en poder.” Algún tipo de poder más allá de lo que podemos entender. En cuarto lugar, cuerpo espiritual; 44 dice, “se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual.” Hay un cuerpo natural y hay un cuerpo espiritual.  

Entonces está este cuerpo maravilloso, único, incorruptible, glorificado, poderoso, espiritual que solo puede nacer de la muerte del cuerpo antiguo, como una semilla que cae en el suelo y muere y produce grano, según el diseño de Dios. Él dice, “este es el plan de Dios para el cuerpo, diseñado en la resurrección.” Y después él pasa a apelar a la Escritura para mostrar esto, versículo 45, “Así también está escrito,” Génesis 2:7. “fue hecho el primer hombre, Adán, alma viviente, el postrero Adán espíritu vivificante.”

“Más lo espiritual no es primero, sino lo animal, luego lo espiritual.” En otras palabras, primero fueron adámicos, primero fuimos terrenales, primero fuimos humanos, y Cristo vino y Él es el que provee un cuerpo diferente. El primer hombre es de la tierra, terrenal, 47 dice, el segundo hombre es el Señor del cielo. Y como es el terrenal, esto es Adán, así son los terrenales, nuestro primer cuerpo es como Adán. Y como el celestial, así son los celestiales. Nuestro primer cuerpo es como Adán, nuestro segundo cuerpo es como ¿quién?, Cristo, porque le veremos tal como Él es, 1 Juan 3:2.   

Y el versículo 49, que gran afirmación. “Y así como hemos traído la imagen del terrenal,” todos somos adámicos, con carne y sangre, corrupción, como llevamos la imagen del terrenal, “también llevaremos la imagen del celestial.” Algún día seremos como Cristo. Y así tiene que ser amados. Tenemos que tener un cuerpo como Cristo, tenemos que tenerlo, porque versículo 50, “pero esto digo hermanos, que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios.” No podemos entrar al reino con cuerpos corruptibles. Dice él entonces, tenemos que tener cuerpos como Cristo, cuerpos de resurrección. Vamos a tener que entrar en eso en mayor detalle cuando entremos.

Entonces, Pablo dice, la evidencia de la resurrección, la importancia, la secuencia, el valor del cuerpo. Dice usted, “Bueno, esto es tan emocionante, me gustaría que esto pasara ahora. ¿Cómo lo consigues? ¿Cuándo sucede?” El momento de la resurrección, el siguiente punto, el momento de la resurrección. Versículo 51. “He aquí os digo un misterio”. Bueno, ahí está, no puede saber cuándo, es un misterio. “No todos dormiremos, pero seremos transformados.” Bueno, ese es el lema que tenemos en nuestro cunero, pero esa no es la interpretación apropiada del versículo.

Ahora, ustedes nunca conocerán la interpretación apropiada porque tendrán eso en su cabeza todo el tiempo. De cualquier manera, no todos dormiremos significa que no todo creyente va a morir, pero todo creyente será ¿qué?, transformado. ¿Por qué? Porque no podemos entrar al reino al menos de que seamos cambiados. No podemos vivir con Dios en un dominio incorruptible al menos de que tengamos cuerpos incorruptibles. No podemos vivir en una esfera glorificada, sin un cuerpo glorificado. No podemos expresar el poder de Dios, que Él quiere, sin un cuerpo poderoso. No podemos estar en una esfera espiritual, sin un cuerpo espiritual.

Y entonces, debemos ser cambiados. Dice usted, pero ¿cómo? “En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta, porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados, porque es necesario que esto incorruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.” Viene un día cuando en un momento seremos cambiados, y sabremos cuándo es, es Cristo primero, y nosotros los que permanecemos en Su venida. Cuándo Jesús venga a arrebatar a Su iglesia, ese es el momento cuando seremos cambiados. Nuevos cuerpos salen de las tumbas, como el grano que crece de la semilla que está descompuesta. Nosotros que estamos vivos y permanecemos, somos cambiados conforme nos encontramos con el Señor en el aire.

Va a venir cuando Jesús venga. Lea. 1 Tesalonicenses 4:13, eso describe el rapto. Ese es el momento cuándo seremos cambiados y Jesús puede venir en cualquier momento. Entonces vemos el momento de la resurrección, el cuerpo de resurrección, el valor de la resurrección, la secuencia, la importancia, la evidencia. Ahora observe, los versículos 54 al 57, la victoria de la resurrección.

Usted sabe esto, “Porque sabemos esto,” realmente nos da un sentido de victoria. ¿No es cierto? ¿Qué tenemos que temer? Hombre, es emocionante pensar en esto, versículo 54, “Y cuando esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad,” cuando experimentemos este momento de transformación, cuando suceda, “entonces se cumplirá la palabra que está escrita, ‘Sorbida es la muerte en victoria.’” Y cuándo esto suceda, sabe usted lo que vamos a decir, ¿Dónde está oh muerte tu aguijón? ¿Dónde está oh sepulcro tu victoria? Vamos a conquistar la muerte, del otro lado.

Sabe una cosa, cuándo usted avienta una semilla al suelo, usted no dice, “Oh, no es triste, pobre pequeña semilla.” No, usted dice, “Espera hasta que la flor venga.” La razón de la existencia de la semilla es producir la flor. No decimos, oh, es tan triste, un cristiano murió. Eso realmente no es triste porque ese cristiano como cualquier otro cristiano, algún día va a experimentar la plenitud de la vida de la resurrección, y un nuevo cuerpo glorificado, y va a clamar con el resto de los redimidos, “¿Dónde está oh muerte tu aguijón? ¿Dónde está oh sepulcro tu victoria? Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado la ley. Más gracias sean dadas a Dios que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.”

Cómo puede ver, Cristo vino y quitó el aguijón de la muerte, y la muerte es impotente para el cristiano, la muerte no tiene poder. Entonces, la victoria es nuestra. Sabe una cosa, sin esa victoria la vida es miserable. Me acuerdo, leyendo de la edad media, estaba leyendo a un escritor haciendo un comentario de la época de la edad media y explicando algo de la tiranía cruel, y los instrumentos de torturas usados en contra de los hombres. Y él estaba escribiendo de un método usado por la familia Howenstoffen, para matar a sus víctimas. Los colocaban en un cuarto que se veía como un cuarto cómodo, y en unos cuantos días la víctima se daba cuenta de que las paredes se estaban haciendo más chicas. Las paredes estaban colocadas en una maquinaria que tenía aceite y se movía en silencio, más y más cerca, y finalmente aplastaba a la víctima.

Y pensé, eso no es diferente de una persona que no tiene esperanza después de la muerte. No tener nada en el futuro sería ser aplastado lentamente por una vida que no tiene significado. Este es el hombre que no tiene esperanza, aplastado en una muerte sin Cristo. Pero hay una alternativa, hay una manera de enfrentar la muerte con gran victoria, gran gozo y clamar, ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?

Entonces Pablo, nos presenta la realidad de la resurrección. Y después él cierra con la última afirmación que llamo, lo práctico de la resurrección. Dice usted, “¿Acaso esto no solo es algo imaginario, John? ¿Acaso esto no es algo esperanza para mañana?” No. Hay algo muy práctico aquí, versículo 58, “Así que,” y el así que está ahí con el propósito de decir algo en base a lo que ha dicho mediante 57 versículos. Debido a que todo esto es verdad, acerca de la resurrección.

“Hermanos míos amados,” no sean sacudidos. “Estad firmes y constantes.” En otras palabras, manténganse fieles a esto. Amigos, no teman la muerte, no se preocupen por el futuro. No sean sacudidos, tengan confianza. Eso es maravilloso. Y aún una segunda cosa. “Creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” Él dice, número uno, permanezcan firmes. Y número dos, estén ocupados porque Jesús está por venir con su recompensa, para recompensar a aquellos que le sirvieron fielmente.

Hombre, eso es colocar nuestro tesoro en ¿dónde? En el cielo. Lo práctico que es la resurrección, hermanos amados, es esto. Número uno, nos da gran confianza, nos hace estar seguros y estables. Y número dos, nos apunta en la dirección de trabajar para lo eterno, no para lo temporal. Espero que su vida esté siendo invertida en lo que importa para siempre, la realidad de la resurrección. ¿Conoce esa realidad en su vida? Usted la conoce, si conoce a Jesucristo.

Oremos. Gracias Padre por nuestro tiempo esta mañana. Es un buen tiempo compartiendo juntos, es un buen tiempo de comunión. Un tiempo rico en la Palabra. Y muchas gracias porque Jesús resucitó, y porque Él vive, nosotros que creemos en Él, también viviremos. Que esa vida de resurrección tenga una implicación amplia en nuestra vida, aquí. Para que estemos firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, porque sabemos que algún día Él nos recompensará por eso. Gracias por nuestra comunión esta mañana.

Y oro porque si hay alguien en esta congregación que todavía no ha conocido lo que es tener esta esperanza, que este sea el día en el que se entreguen a Jesucristo, que puedan confesar con su boca Jesús como Señor, y crean en su corazón que Dios lo resucitó de los muertos, y sean salvos, y sean parte de este grupo de personas que durante todos estos siglos han tenido esperanza en la promesa de la resurrección debido a Cristo. En cuyo nombre oramos. Amén.

Antes de que se vayan, un último pensamiento. Tenemos una gran esperanza, nos trae gran confianza. Pero escuche, para el mundo es un mensaje desesperadamente necesitado. ¿Estaría de acuerdo? Y tenemos algo que compartir. Permanezca en su esperanza, trabaje debido a ella, y compártala con alguien en esta semana.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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