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Permítame recordarle algunos hechos de la resurrección. Es bastante evidente, para cuando llegamos al capítulo 15 de Corintios, en el versículo 35, que el apóstol Pablo quiere que creamos en la resurrección corporal. Estamos conscientes que la resurrección de Jesucristo es el cimiento del testimonio cristiano, el cimiento del evangelio, la base de la esperanza de nuestro destino está en la resurrección de Jesucristo.

Y ya hemos aprendido en los primeros 34 versículos, de manera repetida, que la resurrección de Cristo es la base de nuestra resurrección, que nosotros también resucitaremos. La idea de la resurrección es entonces, elemental para el cristianismo. La resurrección de Cristo entonces, se vuelve la garantía de nuestra resurrección. Ahora, este es un elemento esencial de la teología cristiana. Jesús dijo en Juan capítulo 5, que habría una resurrección corporal de los justos y los injustos, algunos para vida y algunos para condenación.

Entonces Jesús habló de la resurrección corporal. El apóstol Pablo dice en Romanos 8:23, que hay una redención del cuerpo. Habrá una salvación definitiva incluso del cuerpo, es de lo que está hablando. De hecho, en 2 Corintios capítulo 5, usted no necesita buscarlo, simplemente le menciono lo que dice en los versículos 2, 3 y 4, él dice que “deseamos ser revestidos de un cuerpo que es del cielo. Y que si no fuéramos revestidos, seríamos hallados desnudos.”

Entonces, la idea de que un espíritu podía existir eternamente sin un cuerpo, no se encuentra en absoluto en el cristianismo. Pablo dice que eso sería un tipo de desnudez. El creyente desea en la próxima vida ser revestido de una casa que es un cuerpo celestial. Entonces, incluso los santos en la actualidad con Cristo, aquellos que ya están con Él, están ahí en espíritu esperando el cuerpo que vendrá en la resurrección para vestir la desnudez que ahora experimenta. Dios creó al hombre como un todo, y Dios redimirá al hombre como un todo, cuerpo y espíritu.

Jesús vio por ejemplo al extremo mismo de Su ministerio, a los hombres, cuando Él dijo esto: “Ninguno puede venir a mí,” Juan 6:44, “si el Padre que me envió no le trajera y yo le resucitaré en el día postrero.” En otras palabras, el acto definitivo de la salvación, es resucitar a aquellos que son de Él en el día postrero.

Ahora, los griegos querían decir que el cuerpo era una prisión simple, era algo que estaba en putrefacción, malo, carnal, materialista, que solo encarcelaba el espíritu. Pero el Nuevo Testamento no conoce nada de eso, porque el cuerpo es algo exaltado incluso al punto en el que se vuelve templo del Espíritu Santo de Dios. No solo es una prisión del cuál el espíritu es liberado para siempre para regresar y ser absorbido en alguna deidad cósmica universal. El cuerpo es algo que estará con nosotros por toda la eternidad, de una manera cambiada y transformada. Dios no dejará abandonado al cuerpo, Él lo va a resucitar en el último día.

Ahora, esto es algo vital, y vamos en la última sección, que si no creemos en la resurrección corporal, entonces perdemos grandes motivaciones y grandes incentivos en la vida cristiana, ¿no es cierto? La última vez vemos que perdemos un incentivo para la salvación, si no hay resurrección no hay esperanza de reunión. Entonces la gente que viene a Cristo con el dese de volverse a reunir con aquellos que aman, no se molestarán. Vimos también que la resurrección es un gran incentivo para el servicio.

Pablo dice, “Muero diariamente, mi vida está en riesgo cada hora, peleé con bestias en Éfeso. Bueno, ¿por qué haría yo eso si no hay resurrección, simplemente como, y bebo y muero y me olvido, simplemente cumplo mis necesidades sensuales y no me involucro. Y en tercer lugar vimos que si no hay resurrección perdemos un gran incentivo para la santificación o la santidad, porque lo que nos mantiene deseando la obediencia es el hecho de que debemos enfrentar a Cristo con un sentido de rendición de cuentas.

Entonces, Pablo ha reafirmado la resurrección, la resurrección es el evangelio, él dijo antes. La resurrección debe ser verdad, toda la vida cristiana depende de eso. Y ahora él va a tratar con otro elemento de sus preguntas, porque tan pronto como él ha establecido la realidad de la resurrección van a decir, así como dijeron en el versículo 35, “Algunos dirán, ¿cómo es que los muertos resucitarán, y con qué cuerpo vendrán? Muy bien, Pablo, ¿quieres hablarnos de la resurrección, resurrección corporal física de los muertos? Muy bien, explícanos como es que eso puede pasar. ¡Ajá!” Creen que es muy chistoso, están hablando como escépticos no como personas que dudan de manera honesta.

Como puede ver, ellos habían creído que el cuerpo era una prisión para el espíritu, y el cuerpo simplemente se iba al polvo y el espíritu era liberado para ser absorbido en la deidad universal, el Dios cósmico, fuera lo que fuera. Y entonces ahí se detuvieron. Y la idea de la resurrección les era repulsiva porque no podían imaginarse algo que estuviera en estado de descomposición, apestoso, lo que fuera que quedara en la tumba, saliendo de nuevo. Y desde el punto de vista humano, sería ridículo. Y en base a eso hicieron estas preguntas.

Y, por cierto, los escépticos griegos en cierta manera habían alimentado su postura por los rabinos. Al estudiar un poco esta semana de lo que los rabinos solían pensar, algunos de los rabinos antiguos, acerca de la resurrección, me encontré con información, algo interesante. El punto era que los rabinos básicamente enseñaban que el cuerpo de resurrección sería un cuerpo idéntico al que moría. Simplemente era recogido de la tumba, sería igual. Por ejemplo, en el Apocalipsis de Baruc, no necesita preocuparse por eso, ese es simplemente el nombre de un libro, está la pregunta del escritor del Apocalipsis de Baruc que pregunta si habrá algún cambio cuando los hombres resuciten.

Y la respuesta del rabino es esta, y cito: “La tierra entonces, ciertamente restaurará los muertos, no hará cambio en forma, pero, así como lo recibió así será restaurado.” En otras palabras, estaba enseñando que el mismo cuerpo saldría. Sin duda esto salió de su propia manera de pensar, en base al texto de Job. “Los gusanos destruirán este cuerpo, sin embargo, en mi carne veré a Dios.”  Ellos habían adoptado una perspectiva muy literal, que lo mismo saldría que había entrado. Y los griegos en cierta manera, aprovecharon eso, y Celsa dijo, claro, “Esta es la esperanza de los gusanos. ¿Qué tipo de teología es esa? ¿Quién la quiere? Una vez que mi espíritu está libre para flotar y ascender, estar por todo el espacio y estar perdido en la deidad eterna, ¿quién necesita esa cosa vieja, de nuevo?” Ni siquiera estaban interesados.

Pero Pablo continúa martillando que habrá resurrección. Entonces dijeron, “Muy bien, ¿cómo va a ser? Y ¿cómo vas a salir del suelo, Pablo?” Piensan que han encontrado una verdadera falla en el cristianismo. Han visto muerte, han visto descomposición, saben lo que es que un cuerpo se descomponga y sus preguntas no son diferentes de las preguntas que me hacen en la actualidad. Me han hecho en muchas ocasiones esta pregunta. ¿Crees que es apropiada la encarnación? Se me ha preguntado eso de manera regular. Y creo que está con frecuencia en la mente de la gente. Y yo digo, ¿por qué preguntas? Bueno, ¿es algún problema en la resurrección? ¿quieres decir que Dios puede encontrar las cenizas correctas?

O la gente dice, “Bueno, ¿Qué hay acerca…?” Y si me ha preguntado esto, ¿Qué hay acerca de algunos, usted sabe, que mueren en el mar y está en el fondo y el agua cambia y tienes todos estos huesos? ¿Dios sabe que huesos se conecta con cuál o que cadera se conecta con qué rodilla, y terminas con el hombre correcto al final?” Escuche, ahí es dónde estaban estos críticos, piensan que es algún tipo de broma, ¿Quieres decir que Dios va a ir por todo el polvo de la tierra y va a comenzar a distinguir que va en dónde? Este sería un rompecabezas enorme.

Pablo mismo le preguntó el rey Agripa, quién sin duda alguna estuvo expuesto a este tipo de manera de pensar en particular, él dijo: ¿Por qué sería algo increíble pensar que Dios va a resucitar a los muertos? Bueno, Agripa, para él era increíble que esto pudiera pasar. ¿Qué hay acerca de cuerpos que han sido destrozados en un choque, o estallaron en una bomba o fueron quemados en un incendio? ¿Cómo es que Dios va a conseguir cenizas del viento? ¿Cómo es que va a encontrar a los huesos correctos en el fondo del océano? ¿Y dónde va a sacar el polvo de alguien para determinar cuál es el polvo de este y el polvo de aquel, y demás? Me gusta la respuesta de Pablo, “Necio”. Es de nuevo, el enfoque directo. Pablo nunca suavizó las cosas. Él no dice, me gustaría compartir contigo algunos pensamientos. “Necio,” él dice. Literalmente es uno sin sentido. En una versión lo expresa de una manera más amable que el texto, que el texto griego, dice, “Oh, insensato.”

Ahora, la razón por la que él lo reprende es porque él sabe que esta no es la pregunta de alguien que quiere saber, esta es la burla de alguien que piensa que sabe. Y esto es tipo de los escépticos que piensan que tienen todas las respuestas, se burlan de la verdad. Y la realidad es que no tienen la respuesta en absoluto. Y entonces, él realmente está abordando su burla con esta respuesta. “Necio, permíteme responderte.” Y esto está en su mente. Y entonces, a partir del versículo 36 él les da una respuesta de estas dos preguntas que se presentan en el 35, cómo los muertos resucitan y cómo los muertos vienen, y básicamente responde en cuatro líneas de pensamiento. Él les da una ilustración de la resurrección, la forma de la resurrección, los contrastes de la resurrección y finalmente él les da un prototipo de la resurrección, para que puedan ver exactamente cómo va a ser esto.

Él comienza al tratar con el principio de la resurrección misma, en su ilustración. Y después él habla de la forma en sí, que esta resurrección va a adoptar y exactamente cómo será. Y después él usa contrastes para aclarar incluso más el asunto. Y después les da un asunto vivo en un prototipo de una resurrección como esa, para que cuando todo se acabe, no quedará pregunta alguna de cómo será el cuerpo de resurrección, hasta dónde podemos entenderlo. Quedan algunas preguntas sin responder, debido a los límites de nuestro entendimiento.

Comencemos entonces con la ilustración de la resurrección. Él ya no está tratando de probar la resurrección corporal, está tratando de describirla aquí para ayudarles a entender el tipo de cuerpo que será. Ahora vamos realmente a ver muchos versículos, versículo 36, veamos ahí y quiero leerle un par de versículos para usted. Aquí está la ilustración. “Necio, lo que tú siembras no se vivifica sino muere antes. Y lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano. Pero Dios le da al cuerpo como Él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo.”

Ahora, vamos a detenernos ahí. Su ilustración es de la semilla. Él usa la ilustración de la semilla que es metida al suelo, sepultada, y produce vida. Ahora, esta es una ilustración muy, muy clara. Es una ilustración humana tan clara como puede ser de una realidad sobrenatural. Él dice, “Miren, no deben tener ningún problema con el concepto de la resurrección, más de lo que tendrían con el concepto de la cosecha. Ustedes toman una semilla, y él la coloca en su propia mano como tal, lo que siembre sale. Si eres un granjero, un agricultor, y siembras una semilla, primero entra al suelo y muere antes de que vive. La semilla se descompone, después vuelve a salir, y vuelve a salir en una forma diferente. Sin embargo, en cierta manera está conectada a la semilla.

Entonces, aquí hay tres pensamientos con los que él está tratando: disolución, diferencia y continuidad. Él dice, hay una disolución del primer elemento, otro sale que es diferente. Sin embargo, está el mismo principio de vida. En otras palabras, sea cual sea el grano que siembras, vas a obtener ese tipo de vida saliendo de esa semilla. Sin embargo, aquello que es producido, el árbol o la vara de grano va a ser muy diferente en apariencia de la semilla, sin embargo, va a tener el mismo principio de vida.

Y él dice, la clave es la descomposición de la semilla, la muerte de la semilla. Y después a partir de la muerte de la semilla disparando del suelo viene vida nueva, es el mismo tipo de vida, el mismo principio de vida, sin embargo, es diferente. Ahora Jesús enseñó esto en relación a Su propia muerte y resurrección en Juan 12:24, usando exactamente la misma analogía. “La hora viene que el Hijo del Hombre será glorificado.”

En otras palabras, el tiempo de la muerte y resurrección, entonces él dijo: “De cierto, de cierto os digo, a menos de que un grano de trigo caiga al suelo y muera, permanece solo, pero si muere trae mucho fruto,” produce mucho fruto. Misma idea. Cristo dice, “Voy a ir al suelo, voy a morir, después será el fin de lo viejo y el principio de lo nuevo, habrá algún tipo de transformación que se llevará a cabo.

Ahora, yo creo que en la resurrección, el cuerpo de Jesús en cierta manera fue transformado en un cuerpo glorificado. No es el mismo que el cuerpo anterior. Cómo puede ver, el cuerpo con el que Jesús nació, en todo sentido era un cuerpo humano. En Lucas dice que creció en sabiduría, en estatura, y en favor con Dios y los hombres. En el pasado fue un cuerpo de bebé y después se volvió un hombre, y mediante ese proceso siguió la consecuencia normal, natural de la vida humana. Pero cuando entró a la tumba, se sepultó ese cuerpo. Y lo que salió de la tumba fue de una manera excepcional, un cuerpo único.

Quizás una manera de ilustrar eso, y lo veremos más adelante en el texto, es el hecho de que quizás Jesús tuvo un cuerpo como Adán antes de la caída. No creo que Adán tuvo un cuerpo glorificado antes de la caída, creo que Adán tuvo un cuerpo que era perfecto, que en todo sentido era humano, sin embargo, era perfecto. Y creo que si Adán hubiera pasado la prueba, en lugar de haber caído, si Adán hubiera sido obediente, en algún punto en el tiempo su cuerpo humano perfecto habría sido transformado en un cuerpo glorificado, apto para la eternidad. Y esa es la razón, por la que como puede ver, una vez que él pecó, Dios lo sacó del cuerpo porque Él no quería que comiera del árbol de la vida, el cual habría dado lugar a ese cuerpo glorificado en el cual él habría vivido para siempre.

Entonces, Cristo tuvo un cuerpo que fue en algún sentido natural, pero cuando Él fue a la tumba, hubo algo que salió de ese que era diferente. Era tan glorioso, de hecho, que nadie lo reconoció al menos de que Él dejara que lo reconocieran. A menos de que Él revelara de manera clara quien era Él. Sin embargo, cuando ellos supieron quién era Él, lo vieron como el mismo que era antes, con las mismas cicatrices, las mismas características, sin embargo, de una manera glorificada.

Entonces, está el sentido en el que es lo mismo, sin embargo, diferente. Aquello que fue verdad de Cristo, y eso es lo que Pablo está diciendo que será verdad de nosotros. Este cuerpo va a ir a la tumba, hay descomposición y en un sentido en términos simplemente de una analogía, saldremos de esa tumba de una manera diferente. Esto no debería ser más difícil de entender que una cosecha.

Ahora, quiero que observe el versículo 38, él dice, “Dios le da el cuerpo como él quiso.” Ahora, este es un punto elemental para Pablo porque el tema entero de la resurrección a lo largo de este capítulo depende del poder de Dios. Y él solo quiere que usted recuerde que todo el proceso está en la mano de Dios. Dios puede dar cualquier cuerpo que pueda dar. Muy bien. Esa es una verdad esencial con la que estamos tratando aquí. Dios puede hacer lo que Él quiera, cuando hablamos de cuerpos.

Y si Dios puede tomar una pequeña semilla y darle un cuerpo que en la resurrección del suelo en ninguna manera se parece a la semilla, sin embargo, tiene el mismo principio de vida, entonces no subestime el cuerpo que Dios puede darle a usted en la resurrección. Es cuestión de la voluntad de Dios y lo que le agrada a Él. Y por cierto, él dice, toda semilla tiene su propio cuerpo. Todo mundo tiene su propio cuerpo. Y sabe algo que es interesante, usted no puede saber cómo va a ser solo al ver la semilla. ¿Sabe usted eso? No siempre puede saberlo. Entonces la ilustración es una semilla.

Ahora vayamos al segundo lugar a la forma. Él se mueve de esto, pero su punto básico aquí es que Dios puede dar cualquier punto que quiera en la resurrección. Así como lo hace a las semillas, se puede parecer en mucho, sin embargo, producir cuerpos diferentes en la resurrección, conforme salen del suelo. Pero vea la forma de la resurrección. Ahora, él quiere que entiendan un pensamiento adicional en esto.

Versículo 39, “No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves. Y hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales, pero una es la gloria de los celestiales y otra la de los terrenales. Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. Así también es la resurrección de los muertos.” Ahora, ahí termina esa sección. Vamos a detenernos ahí.

Ahora, no se atoren en los diferentes, “Bueno, ¿cómo podemos tener un cuerpo diferente? Digo, lo que entra, va a decir usted, tiene que salir.” Dice él, ¿Por qué? Dios tiene todo tipo de cuerpos, hay todo tipo de carne, todo tipo de cuerpos: celestiales y terrestres. No se atrevan a limitar a Dios.” Retrocediendo al versículo 38, Dios puede dar cualquier cuerpo que Él quiera. Ese es el punto. Toda semilla produce su propia planta, dependiendo de la voluntad de Dios, todo tiene su propia carne.

Ahora, el versículo 39 es interesante desde un punto de vista científico, “toda carne no es la misma carne.” Usted debería saber eso. De hecho, hay, de acuerdo con lo que leí, seiscientas octodecilliones de combinaciones de aminoácidos. Ahora, no sé cuántas son seiscientas octodecilliones de combinaciones, son muchas, es casi infinito. Es casi imposible de medir. Y la razón por las que hay tantas es debido a los aminoácidos que son los bloques de la construcción de la carne, los aminoácidos son lo que nos producen a usted y a mí, y al resto de lo que hay en nosotros. Y tengo mi propio conjunto operando en mí, y usted tiene su propio conjunto, los aminoácidos para todo individuo, las combinaciones son únicas, no hay dos personas iguales.

¿Alguna vez ha observado una diferencia en complejidad y características de cara y capacidad de arrugas y resistencia en diferentes personas? Todos somos diferentes, los colores de cabello, todas diferentes características, los patrones de crecimiento, anchura, altura, todas esas cosas. Todo es diferente porque cada individuo, no hay dos estrellas iguales, no hay dos flores iguales, no hay dos pastos iguales, no hay dos copos de nieve iguales, no hay dos cosas iguales, ni siquiera los gemelos idénticos; tienen su propio conjunto de aminoácidos.

Ahora, esto de hecho, por cierto, es una de las pruebas más grandes en contra de la evolución, que se encuentra en algún punto en la ciencia; porque no importa lo que coma, todo sale usted. Usted no podría comer más que Kentucky Fried Chicken por los siguientes diez años y no le van a salir plumas. Y la razón que no va a pasar eso es debido a los aminoácidos, en combinación que están en su cuerpo van a producirlo a usted. Usted no podría comer nada más que hamburguesas y nunca va a volverse una vaca. No se va a convertir en una vaca debido que la combinación de los aminoácidos es tan excepcional para su cuerpo, que va a producirlo a usted. Y esto simplemente va en contra de la idea de la evolución.

Por ejemplo, en el proceso evolutivo, las serpientes se volvieron aves. Las serpientes no se pueden volver aves, porque no importa lo que quieran las serpientes, y la idea de la evolución dice que ascendieron por los árboles y anhelaban volar, por un millón de años, y finalmente se les concedió su deseo. Sin importar lo que deseen, esa es la verdad. Digo, no es la verdad, pero eso es lo que dicen que es la verdad. Esa es una verdadera mentira, ¿muy bien? Pero cómo puede ver, no importa lo que hagan las serpientes, los aminoácidos simplemente siguen produciendo más serpiente. No le salen plumas, y tienen huesos huecos y vuelan.

Cuándo la Biblia dice que hay todo tipo de carne, y toda carne no es la misma carne, eso es lo que quiere decir. Escucha, Dios no tiene problemas, cuando hablamos de manufacturar, Él no opera en base a una línea de ensamble, Él no está refrenado por algún modelo, Él puede en Su capacidad ilimitada hacer lo que quiere hacer. Entonces, no diga que lo que entra va a salir, o está metiéndose con la capacidad creadora de Dios. Eso es elemental, eso es lo que él está diciendo.

Ahora, veamos lo que dice el versículo, y simplemente dice, “hay carne de hombres, hay carne de bestias, carne de peces, carne de aves.” Y eso es verdad, nunca se cruzan, versículo 40. Y después él entra a un área más amplia. Él dice, no solo estos cuerpos son terrestres, y eso significa, de la tierra, y eso se referiría a animales y plantas; sino que también hay cuerpos celestiales. Y él dice, eso claro significa cuerpos celestes. Y sabemos cuáles son los cuerpos celestes, el sol, la luna y las estrellas, él los menciona en el siguiente versículo.

Pero la gloria del celestial y la gloria del terrestre es otra, y realmente la gloria es muy diferente. La diferencia entre una flor bonita y el sol, es muy grande. Mucha diferencia. Una flor bonita es bonita y tiene cierto tipo de gloria, pero no tiene nada como el sol. Y hay estrellas en nuestro universo, que son como mil soles y más. La gloria del celestial, escuche. Lo que usted ve en la tierra no es lo que tiene que estar allá arriba, es lo que él está diciendo. Desde el punto de vista humano, vemos una flor, y vemos después una estrella, y no hay comparación. Una flor se acaba en una semana, la estrella ha estado ahí desde que Dios creó.

Ahora, observe aquí, hay dos tipos de cuerpo dice él, el terrestre y el celestial. Hay una gran, gran diferencia. Entonces lo que él está diciendo es, “Escucha, en la resurrección, el cuerpo va a ser diferente, la gloria del cuerpo de resurrección puede ser infinitamente más allá de lo que podemos concebir en esta tierra. Lo terrestre, lo terrenal, versículo 41, lo lleva aún más lejos. Hay una gloria del sol, otra gloria de la luna, la palabra gloria significa manifestación. El sol se manifiesta a sí mismo en una luz brillante de una manera, la luna en una luna brillante de otra manera, las estrellas en una luz brillante de otra manera.

¿Y sabe usted que incluso hay estrellas que difieren de otras estrellas? Usted ve al cielo todas se ven iguales, pero no lo son. Donald Peattie, en el Reader’s Digest, dijo esto, y cito: “Como las flores, las estrellas tienen sus propios colores, a primera vista todas se ven como cristales congelados. Pero se concentra en esa para observarla y usted descubre un espectro sutil en las estrellas. La calidad de sus luces es determinada por sus temperaturas. En el cielo de diciembre usted va a ver Aldebarón como un rosa pálido, Regel como un blanco azulado, y otra estrella de naranja a un amarillo.”

Entonces, esa es simplemente es una idea. Son diferentes, toda estrella es diferente. Todo sol es diferente, las lunas son diferentes, todo es diferente, son únicas, no hay dos estrellas iguales, no dos soles iguales, no hay dos personas iguales, no hay dos flores iguales, no hay dos pastos iguales, no hay dos aves iguales, no hay nada en pares igual.

Entonces, Dios tiene una capacidad ilimitada. Esta es la torpeza del hombre que dice, ¿cómo es que él va a recoger todos esos pedazos y los va a volver a ensamblar? Pablo dice, “Hombre, Dios puede hacer lo que quiera, y los límites no están ahí.” Entonces, las semillas varían, los cuerpos terrestres varían, los cuerpos celestes varían, y los cuerpos de resurrección pueden tener una gloria propia. Y Dios no está limitado. Si Él lo quiere, Él lo puede hacer.

Ahora, la palabra gloria simplemente significa manifestación. Y eso es lo que él está diciendo, pero conlleva la idea de luz, shekinah. Y también conlleva la idea de resplandor de Dios, la vida misma de Dios, como veremos. Entonces, él dice en el versículo 42, “Así también es la resurrección de los muertos.” En otras palabras, la resurrección de los muertos va a ser un tipo de gloria diferente de cualquier tipo de gloria que jamás hemos visto antes. No limite a Dios.

Ahora, esto es sorprendente en muchas maneras, dos ideas salen del pensamiento así también en la resurrección de los muertos. ¿Qué estás diciendo, Pablo? Número uno, estoy diciendo esto, el cuerpo de resurrección será diferente del cuerpo aquí. Muy bien. El cuerpo de resurrección, nuestro cuerpo de resurrección va a ser diferente del cuerpo que tenemos aquí. Pero creo que también está diciendo algo más. Ahora, observe esto, creo que él está diciendo, en la resurrección los cuerpos que poseemos serán diferentes, en cierta manera, el uno del otro.

La gente con frecuencia nos pregunta: “¿Cuándo lleguemos al cielo seremos como Cristo?” Sí. 1 Juan 3:2. Bueno, ¿eso significa que todos nos veremos cómo Cristo, todos tendremos 33 años de edad para siempre, etc., etc., etc.?” La gente con frecuencia hace esa pregunta. Realmente no lo creo, no creo que todos nos vamos a ver como Cristo y vamos a ser iguales, y vamos a en cierta manera ser algo idénticos. Creo que vamos a estar ahí en un sentido único. Por ejemplo, Moisés y Elías, mucho tiempo después que habían muerto, se les dio algún tipo de forma para regresar, para aparecer en el Monte de la Transfiguración, y pudieron identificarse en cierta manera como Moisés y Elías. Y Dios es el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y Abraham, Isaac y Jacob todavía son Abraham, Isaac y Jacob.

Y vemos en la resurrección, incluso al final en el juicio del Gran Trono Blanco que, de pie, en forma de resurrección ante Dios están los pequeños y los grandes, lo cual significa que las variables están ahí. Dice usted, “¿Me voy a ver cómo yo?” Bueno, sí. Usted va a poder ser reconocido como usted. “¿Seré igual que como soy yo?” No. Será diferente, pero va a poder ser reconocido como usted. Escuche, Jesús tuvo las marcas de los clavos. La gente dice, ¿Todavía voy a tener esta cicatriz aquí? ¿Todavía voy a tener mi nariz por aquí? ¿Mis oídos van a ser simpáticos?” No lo sé, pero Jesús tuvo las mismas cicatrices en los mismos lugares que Él tuvo en el cuerpo, antes de Su cuerpo glorificado.

Entonces, lo que Pablo está diciendo, como puede ver, es esto, la forma básica de la resurrección será glorificado a otro nivel de gloria, seremos diferentes de este cuerpo, sin embargo, diferentes los unos de los otros en ese cuerpo. Y es emocionante pensar en eso. Hay muchos queridos santos que están muertos y sus espíritus están con el Señor, y están esperando ese día, cuando sean revestidos con ese cuerpo. Estamos aquí, viendo nuestras debilidades, y queriendo tanto ese cuerpo. Vamos a ver más de lo que eso es capaz de hacer, en unos minutos. Sauer, Eric Sauer dice, “Entonces, las tumbas del hombre se vuelven los semilleros de la resurrección. Y los cementerios del pueblo de Dios, se vuelve mediante el rocío celestial, los campos de resurrección de la perfección prometida.”

Ahora, veamos la tercera cosa que él dice, la ilustración de la resurrección es la semilla, la forma de la resurrección un cuerpo que va más allá de cualquier cosa que hemos conocido aquí, porque Dios tiene la capacidad de hacer eso, diferente de esto, incluso en esa forma diferente el uno del otro. En tercer lugar, los contrastes de la resurrección. Él quiere que entiendan como esto puede pasar, como puede suceder.

Entonces, en el versículo 42, él dice esto: “Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria. Se siembre en debilidad, resucitará en poder.” Vamos a detenernos ahí por un segundo. Él dice, escuchen, hay una serie tremenda de contrastes que van a llevarse a cabo en este cuerpo. Ahora, él dice, en primer lugar, hay un sembrar en corrupción. Permítame ampliar esa afirmación, él no simplemente está hablando de sepultura, la vida entera humana manifiesta corrupción, ¿verdad? Desde el momento en que nacemos, comenzamos el proceso de corrupción. El nacimiento es el comienzo de la descomposición, y comenzamos a descomponernos inmediatamente.

Entonces la vida entera es corrupción, “polvo eres y al polvo volverás.” Los cuatro días en la tumba, y Marta ve ahí y dice, “Señor, ya para este momento apesta.” La corrupción, claro, es acelerada en la tumba, pero el proceso mismo de la vida es descomposición. Vivimos en una esfera de corrupción. Nos descomponemos, nos enfermamos, nos debilitamos, el proceso sigue y sigue, nuestros músculos se debilitan, nuestros huesos se debilitan, etc., etc., entre más vivimos. Entonces, estamos viviendo en una esfera de corrupción.

Ahora, estamos en ese estado de corrupción sembrado en corrupción, y está hablando de sepultura. Se siembra en corrupción. Entonces, eso que es corrupto se siembra en el suelo como esa semilla, cuando morimos. Y después él dice, literalmente, se resucita en incorruptible. Pero lo que va a pasar en el futuro no va a ser corrupto, va a ser incorruptible. Esa es la razón por la que Pedro dice que tenemos una herencia que es incorruptible, incontaminada, e inmarcesible, reservada para nosotros en el cielo. Hay una existencia incorruptible, sin descomposición, sin debilidad, en el futuro.

Entonces, entramos a la tumba corruptos, salimos incorruptibles, incorruptibles. Es algo fantástico entender esto. Ese cuerpo nunca va a descomponerse, nunca va a envejecer, no va a tener una limitación de tiempo, no va a tener una capacidad de deteriorarse, vamos a ser incorruptibles de manera permanente, sin descomposición. Ahora, algunas personas, me acuerdo de O. L. Jaggers, que solía estar en la televisión, y le decía a la gente que cuando usted se salvaba, que Dios redimía el cuerpo físico; y el cuerpo físico, si usted tenía cierta unción que le daban a usted ahí, el cuerpo físico nunca estaría en descomposición, y usted viviría literalmente para siempre en su cuerpo físico.

Y me acuerdo que una ocasión estaba teniendo la unción, lo llamaban el aceite de la juventud. En cierta manera era una especie de pasta roja, se vería, así como grasa que olía a pino o algo así. Pero bueno, yo decidí fui con mi esposa, fuimos una tarde, después de todo estábamos llegando a la edad madura de los veinticinco, en ese entonces, y estábamos muy preocupados. Quería saber que estaba pasando ahí, entonces, entré y le pidieron a la gente que pasara al frente, que quería ser ungida.

Y entonces mi esposa trató de detenerme, pero yo me escapé antes de que ella me atrapara, usted entiende. Ella comenzó a detenerme por el brazo, y tuve que quitarme los zapatos porque decían que era un piso santo. Entonces lo hice, y pasé ahí, y unas cuarenta y cinco señoras de edad, que realmente necesitaban el aceite de la juventud, y estaban muy preocupadas por eso. Y todos nos formamos y cada uno tomó su turno, y fui ungido y me salpicaron la cabeza. Y, ¿le puedo dar una palabra de testimonio personal? Falló. No funcionó en absoluto. No hay manera de preservar esta corrupción. Eso simplemente es parte de la existencia humana, pero habrá un día cuando Dios sacará de esa tumba a John MacArthur, en versión incorruptible.

En segundo lugar, él dice, hay otro contraste entre la deshonra y la gloria. Y creo que aquí lo que él quiere decir es que el hombre tenía la capacidad potencial de ser. Usted sabe, Dios hizo al hombre y lo vio y dijo: “Es bueno”. Y Dios le dio al hombre gloria más allá de lo que Él había hecho. Y con eso quiero decir que Dios le dio al hombre la capacidad de manifestarse a sí mismo más allá de cualquier otra cosa que Él hizo. Tuvo una capacidad más grande de manifestar a Dios, solo el hombre fue creado a imagen de ¿quién? de Dios.

Y entonces, el hombre podía manifestar a Dios, el resplandor mismo de Dios podía venir a través del hombre. La vida misma de Dios podía ser visible a través del hombre, pero el hombre pecó y deshonró y distorsionó esa imagen. Y entonces, la vida entera del hombre, desde la caída del hombre es una deshonra a la imagen de Dios. Pero algún día, ese potencial de gloria va a ser restaurado. En esta vida somos una deshonra, nuestras capacidades están limitadas, nuestras mentes están limitadas, toda la capacidad inimaginable del cerebro humano, y nos dicen que usamos la décima parte de un por ciento de nuestros cerebros. Deshonramos a Dios por nuestra incapacidad de aprovechar lo que tenemos en la creación. Deshonramos a Dios porque fracasamos.

Y finalmente vamos a la tumba y ahí estamos, feos y detestables y nos pueden pintar como miembros horizontales de una fiesta de coctel ya tarde, pero estamos muertos. Y lo vemos, y apestamos y deshonramos la imagen de Dios. Pero algún día, dice Pablo, vamos a salir de esa tumba en gloria. En otras palabras, en la manifestación completa de los hijos de Dios como Él nos hizo. No más deshonra, no más corrupción.

En tercer lugar, él dice, “Somos sembrados en debilidad y resucitados en poder.” Sembrados en debilidad y resucitados en poder. Sabemos que somos débiles en esta vida, sujetos a la enfermedad y al fracaso y al dolor y a la muerte y no podemos cumplir nuestros sueños y nuestros deseos y no podemos superar nuestras limitaciones, y no podemos conquistar nuestras debilidades. Luchamos, somos víctimas por todo lo que nos rodea, por el ambiente, las cosas que comemos, la gente que nos rodea, somos débiles, somos débiles.

¿Y qué pasa? Vamos a la tumba, y esa debilidad definitiva se vuelve obvia. No podemos resucitarnos de la tumba, no podemos hacer nada, somos como Lázaro, quien en la tumba era corruptible, él estaba ya descomponiéndose, quien en la tumba era deshonroso, cualquier persona que lo viera no veía la imagen de Dios, quien en la tumba era débil, él no podía hacer algo por sí mismo. Pero de esa tumba, en algún punto sale un cuerpo resucitado en poder.

Ahora, lo que eso significa es el poder pleno que Dios diseñó, que un ser humano poseyera de manera definitiva en la transformación. Tendremos poder que simplemente va más allá de lo que podemos, literalmente estaremos viajando por todo el universo, poder ya sin limitaciones. Martín Lutero dijo de nuestros cuerpos, y cito: “Por débil que sea ahora, sin todo poder y capacidad cuando esté en la tumba, así de fuerte se volverá cuando venga el tiempo, de tal manera que nada será imposible para él, si tiene una mente para hacerlo. Y será tan ligero y ágil que en un instante puede flotar aquí abajo en la tierra, o arriba en el cielo.”

Eso es simplemente un elemento del poder de nuestros cuerpos en la resurrección, ir a toda velocidad por todo el universo. La tumba revela la verdad acerca del cuerpo, es corruptible, deshonroso, débil, la resurrección revelará la verdad acerca del cuerpo glorificado. Incorruptible, glorificado, y poderoso. Y él lo resume en el versículo 44 al decir, “He sembrado un psuchikon sōma, un cuerpo natural. Lo que él quiere decir con eso es que es un cuerpo apto para esta vida. Es sembrado un cuerpo apto para esta vida, pero es resucitado un cuerpo espiritual, un pneumatikon sōma, un cuerpo apto para esa vida. Va a ser diferente. Por muy bien adaptados que estemos a esta vida, así estaremos adaptados a esa vida en perfección.

En este momento somos naturales. Esto es, pertenecemos a esta vida. Es la misma palabra usada en 1 Corintios 2:14, el hombre natural, el psuchikon, aquello que es carnal, aquello que es el aquí y el ahora. Tenemos un cuerpo que es apto para el estilo actual de vida. Y en ese día, un cuerpo que será apto para un nuevo tipo de vida. Un nuevo nivel de vida, una nueva dimensión de vida, una nueva dimensión de existencia, más allá de lo que jamás hemos experimentado.

Para una ilustración de esto lo llevo a Lucas 20:34. Escuchen. “Jesús respondiéndole les dijo, ‘Los hijos del siglo se casan y son dados en casamiento.’” En otras palabras, el proceso normal de vida humana y producción se lleva a cabo en esta época.” Pero los que serán dignos de obtener esa época, - la época futura, - y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento.” Los procesos normales de la vida humana se acaban. Y, después dice: “Y tampoco pueden ya morir, porque son iguales a los ángeles, y son los hijos de Dios siendo los hijos de la resurrección.”

Entonces, en la resurrección, toda la existencia ha cambiado. Seremos totalmente diferentes, totalmente únicos, seremos como los ángeles. Eso no significa que vamos a usar túnicas blancas y tener alas, simplemente significa, así como los ángeles son aptos para ese nivel de existencia, también nosotros lo seremos. Y si usted quiere saber en cierta manera como seremos, simplemente vea a los ángeles como van y vienen. Realmente es emocionante pensar en eso. Y hombre, la vida es tan corta y no me importa tanto si se vuelve un poco más corto, si podemos esperar esto.

Entonces, Dios tiene algo maravilloso planeado para nosotros. Para cerrar sus pensamientos, él dice en el versículo 44, en este punto, “Hay un cuerpo natural, y hay un cuerpo espiritual, y los dos son totalmente diferentes.” Entonces, a estos griegos, les dice, “Miren, va a haber un cuerpo.” Y a estos rabinos, él les dice, “va a ser uno diferente.” Sin embargo, en el sentido en el que la planta está relacionada a la semilla, tendrá una conexión.

Ahora, vayamos al último punto el cual es realmente la clave de todo, el prototipo. Dice usted, ¿Todavía no lo entiendo? ¿Dónde encuentro una manera de entenderlo? Él va a la Escritura, para que en cierta manera le dé un tono solemne a su pensamiento aquí. Y él dice, “Escrito está,” y él cita Génesis 2:7, añadiendo dos palabras: “primero,” y “Adán”. Génesis 2:7, “Y Adán se volvió alma viviente,” y él incluye, “El primer hombre Adán se volvió un alma viviente.”

Y lo que él quiere hace es simplemente extraer un principio de la Escritura para ilustrar el punto que acaba de presentar, que el cuerpo natural y el cuerpo sobrenatural son diferentes. Cuándo Adán fue hecho, se le dio un cuerpo natural, él no tuvo un cuerpo glorificado, como dije antes. Si él hubiera pasado su prueba, creo que Dios habría transformado su cuerpo por el fruto del árbol de la vida. Pero no fue así, él pecó, y Dios tuvo que mantenerlo alejado de Él. Pero a Adán se le dio un cuerpo natural, él solo era un psuchikon vivo, solo un cuerpo viviente, sintonizado a esta época.

Pero, dice él, más allá de la afirmación de Génesis 2, y él incluye esa afirmación ahí, simplemente avanza. Esto no está en Génesis 2, él dice, “Y el postrer Adán,” ¿y quién es ese? Cristo, “fue hecho un espíritu que da vida.” Mientras que Adán nos dio un cuerpo natural, porque él fue creado con uno, Cristo nos da un cuerpo espiritual porque a Él se le dio uno en Su resurrección.

Ahora, por cierto, Pablo usa la analogía de Adán y Cristo muchas veces, por esta razón. Es una ilustración perfecta de cómo el acto de un hombre afecta a una raza entera. Y entonces, esa es la razón por la que lo usa con tanta frecuencia. Así como un pecado de Adán trajo pecado a todos los hombres, como un hombre, Adán recibió un cuerpo natural, así toda la descendencia de Adán recibe un cuerpo natural. Así también un hombre, Cristo, por un acto justo, redime a muchos. Y un Cristo resucitado, recibiendo un cuerpo glorificado, se vuelve por así decirlo, el prototipo para todos los cuerpos de resurrección.

Y entonces, él usa a Adán y a Cristo, porque ambos son una persona haciendo una cosa que tiene ramificaciones para una raza entera de personas. Él realmente es un contraste entre dos cabezas de dos familias. Entonces Adán, él es el prototipo de lo natural, él es el prototipo del psuche, el psuchikon, lo natural, las cosas que pertenecen a esta vida. Cristo, el prototipo para el cuerpo espiritual.

Y él sigue ese pensamiento, observe el versículo 46, “Acordaos,” él dice, “no obstante, que no es primero lo espiritual, sino lo que es natural. Y después aquello que es espiritual.” En otras palabras, él simplemente dice, recuerden la secuencia. Primero recibes el cuerpo natural en esta vida, después el sobrenatural en la vida siguiente. Primero viene lo natural y después viene lo espiritual. Primero aquello que es apto para esta vida, porque aquí es donde tenemos que vivir, y después aquello que es apto para la vida venidera. Excepcional, es único para cada caso.

Versículo 47, él regresa a su analogía entonces, el Cristo y Adán, el primer hombre fue de la tierra, terrenal, y Dios tomó polvo del suelo, y de él formó Adán; él era terrenal. Pero Cristo no fue hecho de la tierra, Él existió eternamente, ese es su punto aquí. Entonces, en el caso de Adán usted tiene algo ligado a la tierra, pero en el caso de Cristo tiene algo ligado al cielo. El segundo hombre, versículo 47, “es el Señor del cielo.”

Entonces, el punto es que Adán nos ha dado una existencia terrenal. Cristo nos ha dado una existencia celestial. Adán nos ha dado un cuerpo hecho de polvo, Cristo nos está dando uno especialmente formado de capacidades celestiales. Eso es lo que él está diciendo. Entonces, la creación de Adán, de una manera terrenal, del polvo, nos concede a todos nosotros el mismo cuerpo natural. Cristo saliendo de la tumba, en la maravilla de Su resurrección se vuelve entonces para nosotros la garantía de vida, de una vida espiritual, de un tipo de cuerpo que no es terrenal, sino celestial.

En el versículo 48, en cierta manera resume eso al decir, “cómo es el terrenal, así son los terrenales.” En otras palabras, como es Adán así somos, y como es el celestial, así son también los que son celestiales. En otras palabras, si estamos en Adán, seremos terrenales, si estamos en Cristo tendremos un cuerpo celestial. Un flujo de pensamiento muy simple. Entonces, él dice, Adán fue creado para la tierra, Cristo en Su resurrección recibió un cuerpo apto para la dimensión espiritual del cielo y la eternidad. Y cuándo estamos en Adán, recibimos de Adán su cuerpo y en Cristo, de Cristo Su cuerpo.

Ahora, observe el 49, ¿quién entonces es el prototipo? Como hemos llevado la imagen del terrenal, y vean a nuestro alrededor, todos estamos llevando la imagen del terrenal, también llevaremos, ¿qué? la imagen del celestial. Así como somos semejantes a Adán, así seremos semejantes a ¿quién? a Cristo. ¿quiere saber cuál es el prototipo del cuerpo de resurrección? Es, ¿qué? Jesucristo.

¿Quiere saber cómo fue en Su resurrección? Así será usted. En Su resurrección Él podía aparecer y desaparecer, en Su resurrección Él podía atravesar paredes. En Su resurrección Él podía transportarse de un lugar al otro simplemente al pensarlo. En Su resurrección Él podía comer pescado y miel. En Su resurrección Él podía sentarse con los discípulos y mostrarles las cicatrices en Sus manos. Él podía hablar y ser entendido. En Su resurrección Él fue quien era, sin embargo, fue glorificado de una manera, que si no se hubiera revelado a Sí mismo, nunca habrían sabido quien era Él. Hubo algo tan diferente, sin embargo, hubo algo que era igual. Él era incorruptible.

Cuándo Hechos 1:11 dice que Él va a regresar, dice que este mismo Jesús que fue tomado de vosotros, ¿qué? así vendrá. En otras palabras, cuándo Él regrese, aunque dos mil años, o tres mil años, o la cantidad de tiempo que pase, Él será exactamente igual que como se fue, porque, número uno, el cuerpo glorificado no es corruptible, nunca cambiará. Es poderoso, de tal manera que se puede transportar por los cielos. Es glorioso, de tal manera que cuando Jesús le apareció en el camino a Damasco al apóstol Pablo, Pablo literalmente quedó ciego debido a la gloria de Jesucristo.

Ese es el tipo de cuerpo que vamos a tener. Un cuerpo, cuando toda carne se acabe, eso es, la parte humana de aquello que es pecaminoso, cuando todo aquello que bloquea la gloria de Dios, el Espíritu de Dios mora en nosotros ahora, tenemos la gloria de Dios, pero la tenemos bloqueada, ¿no es cierto? por nuestra humanidad y nuestro pecado. En aquel día seremos transparentes en el sentido de que la gloria de Dios literalmente va a brillar a través de nosotros, literalmente va a brillar a través de nosotros.

Tengo que mostrarle un versículo y después voy a terminar en un segundo. Mateo 13:43, escuche esto, me encanta. Entonces, simplemente escúchelo, no necesita encontrarlo, Mateo 13:43, escríbalo, “Entonces, los justos,” observe esto, “brillarán como el sol en el reino de Su Padre.” ¿Entendió eso? En la resurrección, literalmente estaremos brillando como el sol en el reino del Padre. Seremos como soles brillantes, algún tipo de gloria. Va a enceguecer, por así decirlo, como seres humanos como Jesús le hizo a Pablo.

Dice usted, ¿Vamos a ser exactamente como Cristo? ¿Realmente dices esto en serio? Filipenses 3:21, “Cristo, quien,” escuche esto, “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,” va a cambiar este, “para que sea en semejanza del cuerpo de la gloria suya.” Él lo va a hacer como Su cuerpo de gloria. Después tiene usted 1 Juan capítulo 3, versículo 2, “No se ha manifestado como seremos, pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él.” Seremos como Él.

Lea Lucas 24, Él caminó por el camino a Emaús. Él comió, Él habló, lo tocaron, lo sintieron, lo vieron, lo conocieron, Él era el mismo. Sin embargo, era totalmente diferente a aquellos que lo amaban, más no podían reconocerlo hasta que Él se reveló a Sí mismo. Sin embargo, tuvo toda la gloria que podía enceguecer si la desataba. Esos son los tipos de cuerpo que vamos a tener.

Ahora, escuche. Mi palabra final para usted es esta, no se aferre demasiado a este, es basura pura. Esa es la razón por la que Pablo dice, “considero todas las cosas en esta vida como estiércol en comparación,” ¿verdad? ¿Qué me importa si este se llena de cicatrices, o es golpeado? ¿Qué me importa si vive o muere? Si busco el que viene, le pertenece a todos aquellos que aman al Señor Jesucristo, esa es la esperanza de la iglesia, la esperanza de la resurrección.

Ahora, si el rapto viene en nuestra vida, no vamos a tener que ir a la tumba, solo seremos cambiados conforme vamos subiendo. Eso sería maravilloso, ¿no es cierto? Yo estoy a favor de eso, pero incluso si vamos a la tumba, no tenemos que estar tristes porque Jesús nos va a sacar de esa tumba algún día, en cuerpos nuevos. Esa es nuestra esperanza. Espero que esa sea su esperanza. Oremos.

Gracias Padre, de nuevo esta mañana por desafiar y alentar nuestros corazones en estas verdades. Señor, simplemente sería una lástima por nuestra parte, sino nos emocionáramos mucho por esta verdad. Simplemente, probablemente significa que estamos demasiado aferrados a esta vida. Pensar en lo que has preparado para nosotros, pensar en lo que tienes para nosotros del otro lado, va más allá de nosotros, más allá de nuestra comprensión. Haznos estar tan agradecidos Padre, que invirtamos nuestra vida en la eternidad, no en el tiempo, y en lo pasajero y en las cosas pasajeras, corruptas y que están descomponiéndose.

Y si hay algún querido aquí que nunca ha conocido a Jesucristo, y por lo tanto no tiene esperanza en la resurrección, oramos que hoy abran su corazón para recibir este regalo de salvación, y esperanza de resurrección que viene con Él. Oramos estas cosas por causa de Jesús. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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