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Colosenses, capítulo 4, versículos 2 al 6. Ahora, recuerde que el libro de Colosenses es una defensa de la suficiencia de Cristo. Falsos maestros se ven entrar en la ciudad de Colosas y estaban tratando de negar que Cristo era suficiente. Estaban tratando de negar que lo único que usted necesitaba era Jesucristo y estaban diciendo: “No, necesitas a Cristo más cierta filosofía humana. Necesitas a Cristo más la Ley Mosaica”, “necesitas a Cristo más ciertas relaciones místicas con seres angelicales”, “necesitas a Cristo más cierta vida de abnegación”.

Entonces, realmente estaban negando la suficiencia de Cristo; y en refutación a eso, el gran clímax, el libro viene en dos pasajes. Se aludió a uno antes. Está en el primer capítulo en donde él explica la suficiencia de Cristo, quien es la imagen del Dios Invisible, y en Él fueron creadas todas las cosas. Él tiene todo el poder y demás. Y la segunda gran afirmación culminante está en el capítulo 2 versículo 10 que dice: “Y vosotros estáis completos en Él”.

Entonces, el argumento del libro es que, a pesar de la enseñanza de los promotores del error, Cristo es, de hecho, suficiente. Cristo es todo lo que necesitamos y lo establece eso en los primeros dos capítulos.

Ahora, habiendo establecido que Cristo es suficiente, él comienza entonces, en el capítulo 3, a mostrar lo que significa tener esa suficiencia en Cristo. Si Cristo es suficiente para redimirme, si Él me ha dado vida nueva, si Él me ha dado vida eterna o vida de resurrección, ¿qué significa eso para mí?

Bueno, una vida nueva como esa, dice Pablo, demanda un estilo de vida nuevo. Entonces, el capítulo 3 y el capítulo 4 explican el nuevo estilo de vida del nuevo hombre en Cristo, Y hemos estado viéndolo desde que comenzamos el tercer capítulo. Los primeros cuatro versículos definen la vida nueva y de los versículos 5 hasta el capítulo 4 versículo 6 en donde nos detendremos en esta noche, vemos el estilo de vida nuevo que debe acompañar la vida nueva.

Ahora, entre algunas de las cosas que hemos analizado y no vamos a tomarnos el tiempo para repasarlas esta noche. Pero entre algunas de las cosas que hemos analizado, está toda esta idea del estilo de vida de un cristiano en relación a su boca o lo que un cristiano habla.

Cuando nos convertimos en nuevas criaturas, vimos la semana pasada, nuestras palabras deben ajustarse a esa nueva creación. Es algo así como los acentos. Cuando usted deja cierto país y se va a vivir a otro país o cuando sale de cierta parte de Estados Unidos, particularmente el sur profundo y termina en el extremo oeste o norte, eventualmente, después de cierta cantidad de tiempo, empieza a perder su acento y esencialmente, eso es lo que Pablo está diciendo. Él está diciendo que cuando usted se convierte en cristiano, debe comenzar a perder el acento del mundo. Sus palabras deben caracterizarlo como algo diferente. De hecho, debería comenzar a identificarse con el idioma celestial.

Sé que siempre que voy particularmente a países latinoamericanos, no pasa mucho tiempo antes de que hable una especie de inglés con sabor a español. Como los escucho hablarlo, pronto termino hablando lo mismo y le da el mismo tono, el mismo sabor y de alguna manera, cambia su inglés para conformarlo al español-inglés pobre.

Aprende las costumbres de la gente. También me di cuenta de que cuando estaba en Inglaterra, usted empieza a hablar como el británico y usted ni siquiera se da cuenta de que lo está haciendo, pero se mete en eso y se identifica con eso. Y esencialmente, Pablo está diciendo que cuando usted se convierte en creyente comienza a perder el acento antiguo y comienza a adquirir el nuevo acento del nuevo estilo de vida en Cristo, y eso es esencialmente lo que está diciendo aquí. Su boca debe coincidir con su nueva vida. Deberá haber un cambio en el uso de su boca y las cosas que habla.

Entonces, Cristo es suficiente para hacernos nuevas criaturas y como nuevas criaturas, vivimos en una nueva sociedad, en un nuevo estado ante Dios, en nuevo estilo de vida que demanda un nuevo acento y debemos dejar el acento del mundo y adoptar los hábitos de palabras que se conformen a la familia a la que pertenecemos y creo que un modelo para esto es el Señor Jesucristo mismo.

He estudiado esto antes, pero lo estaba pensando otra vez esta semana. Uno de los mejores estudios que jamás se hará en la Biblia es estudiar la boca de Jesús y simplemente estudiar el Nuevo Testamento y catalogar todo lo que Jesús dijo. Uno que ha significado mucho para mí es este en Mateo 5:2 “Y abriendo Su boca, les enseñaba”. Ese es un gran pensamiento, ¿no es cierto? Abrió su boca y salió instrucción, Mateo 5:2.

Hay otras cosas que encontramos acerca de la boca de Jesús. Están en el libro de Lucas y hay muchas, pero solo le voy a dar un par de ilustraciones. “Y todos daban buen testimonio—Lucas 4:22—y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de Su boca”. Abrió su boca y enseñó. Abrió la boca y habló con gracia amablemente, o gentilmente, o cortésmente, de manera apropiada.

En Lucas capítulo 11, versículo 54, Lucas parece estar algo preocupado por las palabras de Jesús, pero en Lucas 11, creo que es el versículo 54, dice que estaban acechándole y procurando casar alguna palabra de su boca para acusarle, y todos sabemos que nunca pudieron hacerlo. El Nuevo Testamento nos dice que, en el Libro de Santiago, que un hombre en cuya boca no hay engaño y que no comete error con su boca, es un hombre perfecto y Jesús nunca cometió un error con Su boca.

En Juan capítulo 6 y versículo 63 de nuevo, en referencia a la boca de Jesús, dice, “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. En 1 Pedro, capítulo 2 y versículo 22, nuevamente con respecto a la boca de Jesús, El cual no hizo pecado ni se halló engaño en su boca. Nunca dijo una palabra que pudiera engañar a nadie, o engañar a alguien, o enganchar a alguien, o encubrir alguna verdad, y eso es solo cuatro pequeñas miradas a la boca de Jesús, o cinco. Puede estudiarlo por su cuenta y Él es el modelo.

De modo que el nuevo hombre tiene una nueva boca y comienza a hablar con un nuevo acento. Comienza a perder el acento del mundo. Ahora bien, ¿qué sabe de esta nueva boca? Bueno, cuatro cosas con las que Pablo trata aquí en el capítulo 4, versículos 2 al 6 y mencionamos una la última vez. El primer elemento distintivo en las palabras del nuevo hombre son las palabras de oración. Versículo 2, permítame leerlo nuevamente: “Perseverar en la oración velando en ella con acción de gracias”. Continúen en oración y velen en lo mismo con acción de gracias.

Ahora bien, la primera característica de las palabras del nuevo hombre es la oración. El nuevo hombre le habla a Dios. Vimos la última vez que las palabras “perseverad en oración” tienen que ver con una súplica a Dios, fuerte, perseverante, comprometida y continua y señalamos básicamente que hay dos pensamientos ahí. Cuando dice “perseverad en oración” u “obrar sin cesar” o “sean conocidas vuestras peticiones en toda oración y ruego”.

Esta idea de oración continua, en primer lugar, tiene concepto de estar consciente de Dios. Tiene la idea de simplemente tener a Dios en el frente de su mente, de modo que no importa lo que suceda, instantáneamente, usted responde llevándolo a Dios. De algo bueno, usted agradece a Dios. De algo malo, usted le suplica a Dios por eso. Es así de rápido en responder a la presencia de Dios, de tal manera que siempre estoy al borde de una conversación con Dios a la luz de cualquier evento que ocurra.

Eso es orar sin cesar, pero vimos que perseverar en la oración, el significado de la raíz de la palabra en el griego significa ser valiente y audaz y persistente, de tal manera que no es solo la idea de una consciencia de Dios flotante, sino la idea de estar aguantando, perseverando, orando, cargado hasta que Dios haga algo. Y vimos las ilustraciones de ello en el Evangelio de Lucas en el capítulo 11 y el 18. Vimos que donde hay perseverancia, importunidad y persistencia, Dios responde solo por eso. Paul Sailhamer y yo estábamos platicando esto y él sugirió esta semana una buena ilustración de eso.

Me gustaría que la vieran en Nehemías capítulo 1, y esta es una ilustración de ambos conceptos en la oración. Nehemías en el capítulo 1 se esfuerza por prepararse a sí mismo en un tiempo de oración prolongada. Él dice en el versículo 4, “Cuando oí estas palabras,” en relación a la destrucción de su ciudad, Jerusalén y su estado de ruina, “Me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: ‘Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche”.

Y aquí hay un hombre que continúa en la oración y no es solo una consciencia de Dios flotante. Es una importunidad. Es una persistencia. Es como Jacob. Se aferra a Dios y dice, “No te soltaré hasta que me bendigas”. Está suplicando y suplicando y suplicando día y noche y ese es un tipo de oración.

Y luego, es interesante notar que les llevaba ante el rey de Artajerjes en el capítulo 2, veámoslo—versículo 1, “Sucedió en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino y lo serví al rey”. Él, por supuesto, era el catador oficial de vinos del rey “Y como yo no había estado antes triste en su presencia, me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro? Pues no estás enfermo. No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera. Y dije al rey: Para siempre viva el rey.” Que es una cosa oficial que tienen que decirle a los reyes de vez en cuando para mantenerlos contentos.

“¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas por el fuego? Me dijo el rey: ¿Qué cosa pides?” Y observé, “Entonces oré al Dios de los Cielos”. Ahora aquí está la otra dimensión. Esta no es oración, continúa prolongada. Esto es solo una oración rápida.

En otras palabras, él va a tener una oportunidad en este momento de alcanzar un momento muy importante en su vida, así que ora. Eso es esa consciencia de Dios flotante que hace que Nehemías tenga la primera reacción en cada situación hacia Dios. Entonces, en el capítulo 1, usted ve la idea prolongada y en el capítulo 2, usted ve la consciencia de Dios que hace que un hombre desencadene su pensamiento hacia Dios en el momento de estrés o en el momento de un evento. Entonces, eso es lo que estamos viendo.

Ahora, de regreso a Colosenses, capítulo 4. Estamos viendo aquí en el concepto de perseverad en la oración ambas realidades. La idea de un concepto continuo y la idea de meter a Dios en su pensamiento consciente en cualquier momento, en cualquier evento que se cruce por su camino. Así que aprendimos sobre eso y también aprendimos que debemos velar. No se puede orar sin ver lo que está pasando y debemos estar agradecidos.

La acción de gracias es una parte muy importante de la oración. Podrá ser interesante para usted saber que recordará que el apóstol Pablo al escribir el Libro de Colosenses era un prisionero y entonces, cuando él dice: “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias” tiene valentía debido a su situación. Era un prisionero.

Si usted leyera en el Salmo 69, encontraría, por ejemplo, el espíritu de David, quien continuamente está derramando su corazón a Dios por una situación muy mala, pero a través de todo, está tejido el espíritu de acción de gracias y la acción de gracias viene porque tiene confianza absoluta en que Dios hará las cosas para su beneficio.

En el Salmo 116, no es necesario que lo vea, pero le voy a leer algo aquí: “Estimad es a los ojos de Jehová la muerte de Sus santos. Oh, Jehová, ciertamente yo soy Tu siervo. Siervo Tuyo soy, hijo de Tu sierva. Tú has roto mis prisiones. Te ofreceré el sacrificio de alabanza o de gratitud.” En otras palabras, estimad es a los ojos de Jehová la muerte de Sus santos e incluso si eso sucede, te lo agradeceré.

Ahora, esa es la actitud correcta; acción de gracias, incluso en la muerte. Aquí está Pablo en prisión, todavía agradecido. Entonces, de la boca del nuevo hombre, salen palabras de oración. Es oración fuerte y oración persistente; oración vigilante y oración agradecida. Vamos al segundo.

El segundo elemento de las palabras, es las palabras, no de oración, sino los versículos 3 y 4, las palabras de proclamación; las palabras de proclamación. La boca del nuevo hombre pronuncia esto. Observe en el versículo 3, y Pablo lo enlaza con la oración como una petición de oración, orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la Palabra a fin de dar a conocer el Misterio de Cristo por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar. Usted ve una vez la palabra hablar.

Una vez ve la palabra “palabra”. Una vez ve la palabra manifieste y aquí están las palabras de proclamación. Aquí está el apóstol Pablo diciendo, “Oren por mí para que abra mi boca y proclame”. Y por alusión aquí, no por supuesto por una declaración directa a nosotros, vemos que otro elemento en las palabras del nuevo hombre es las palabras de proclamación. Observe la frase final del versículo 3, “Por lo cual también estoy preso o en cadenas”.

Pablo en este momento en particular en su vida y le voy a dar un poco de trasfondo del Libro de los Hechos. Veámoslo solo de manera muy breve. Vea Hechos 21 y veamos cómo Pablo llegó al lugar donde está. En Hechos 21, versículo 27, Pablo había llegado a Jerusalén y hombre, había sido un viaje largo para llegar ahí y había sido muy arduo. Había recolectado dinero con mucho amor en todo el mundo gentil para dárselo a los santos pobres y para tratar de conciliar a los judíos de la iglesia allí con los creyentes gentiles, y había hecho cosas grandiosas, grandiosas para superar la dificultad de lograr esto y finalmente llegó con gran gozo a Jerusalén y apenas llegó allí se desató el caos.

versículo 27, “Pero cuando estaban para cumplirse los 7 días de un voto en el que estaba involucrado, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, dando voces para unos israelitas ayudar. Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo la ley y este lugar—es decir, el templo—y además de esto ha metido a griegos en el templo y ha profanado este santo lugar.”.

Lo cual, por supuesto, no es cierto. Simplemente, dice que lo habían visto en la ciudad con Trófimo, un efesio, y supusieron que Pablo lo había llevado al templo. “Así que toda la ciudad se conmovió y se agolpó el pueblo y apoderándose de Pablo, le arrastraron fuera del templo, inmediatamente cerraron las puertas y procurando ellos matarle” versículo 31. Bueno, ese fue el comienzo del encarcelamiento de Pablo.

Allí lo tomaron como prisionero. Lo mantuvieron en prisión. Hizo una defensa. Finalmente, lo sacaron de Jerusalén porque era demasiado peligroso para ellos debido a los complots para matarlo. Lo llevaron a Cesarea que estaba en la costa y Cesarea era la ciudad ocupada por los romanos donde habían establecido su gobierno sobre la tierra y estuvo ahí por un tiempo y dio algunos grandes discursos ahí. Y defendiéndose ante Félix, Festo y Agripa, y finalmente dándose cuenta de que no iba a llegar a ningún lugar allí, apeló a Roma y lo subieron a un barco y lo enviaron a Roma. Recuerde eso, y en el viaje a Roma pasó por todo ese tremendo problema en el mar, el naufragio y más adelante en el libro, al llegar al capítulo 27 usted lee sobre eso.

Finalmente, en el capítulo 28, él llega a Roma. Ahora, cuando lo llevamos a Roma, nos cuenta un poco de lo que le sucedió en relación a que era prisionero. Vea el versículo 16 del 28, Hechos 28:16, “Cuando llegamos a Roma el centurión”—que ese era un soldado de más de cien hombres—“entregó los precios al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte con un soldado que le custodiase”.

Aparentemente, a Pablo se le permitió una casa contratada o una casa alquilada, en la que estaba prisionero y atado a un soldado o soldados que iban y venían y lo custodiaban. Versículo 30 del mismo capítulo, y Pablo permaneció dos años, dos años enteros en una casa alquilada y recibía a todos los que a él venían.

Muy bien. Ahora puede regresar a Colosenses. Así que encontramos al apóstol Pablo en ese encarcelamiento de dos años cuando él escribe el libro de Colosenses. Él usa sus cadenas como un medio para realizar su ministerio. Escribe muchas cartas porque no viaja mucho, y otra cosa que hace mucho es evangelizar mucho a los soldados. Los soldados que iban y venían, sin duda, fueron evangelizados.

Dice en Filipenses 1:13, también escribió Filipenses durante los mismos dos años, “De tal manera que mis prisiones o mis cadenas se han hecho patentes en Cristo, en todo el pretorio, y a todos los demás”. Él dice, esta es la mejor plataforma que he tenido. Ellos solo siguen mandándome soldados y sigo ganándolos para Cristo y enviándolos de regreso y ellos siguen ganando otros y multitudes de personas venían a su propia casa alquilada y él estaba predicando el Evangelio. Filipenses 4:22 dice “Todos los santos se saludan, especialmente los de la casa de Cesar”.

Incluso habían ganado algunas de las personas de la casa de Cesar. Ahora, si usted fuera a retroceder nuevamente al último versículo del Libro de los Hechos, Hechos 28:31, dice esto, “Durante los dos años completos estuvo predicando el Reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo abiertamente y esta gran declaración sin impedimento”. Durante dos años, con el encarcelamiento como plataforma, él predicó y enseñó y la petición de oración del capítulo 4 fue respondida, de modo que tuvo la puerta abierta y nadie durante todo ese tiempo jamás le prohibió predicar.

Todo el tiempo de su esclavitud fue un tiempo de proclamación. En Hechos 21, cuando él fue llevado prisionero por primera vez, dio un gran sermón ante la turba. Léalo. Es una obra de arte. En Hechos 24, él se presentó ante Félix, el gobernador, y dio un gran mensaje. En Hechos 26, ante Herodes Agripa, dio otro gran mensaje acerca de la verdad, incluyendo su testimonio maravilloso de su conversión.

En el capítulo 28 de Hechos, cuando llegó como prisionero a su propia casa, lo primero que hizo fue reunir a todos los judíos para poder evangelizarlos desde el principio. Y él los llamó a todos a su casa en Hechos 28:17 y tuvieron un gran tiempo de evangelismo judío para comenzar su encarcelamiento.

El hombre nunca tuvo un pensamiento negativo en su mente. Todo fue solo una oportunidad. Siempre estaba proclamando. La única vez que su voz se quedó en silencio fue cuando el hacha le cortó la cabeza. Qué gran lección. No hay circunstancias negativas, solo oportunidades únicas.

Algunos de ustedes leyeron En Gracia a Vosotros, la carta que recibí de Carlos “Tex” Watson, quien era uno de los miembros de la familia Manson que estaba en prisión. Es una especie de historia maravillosa darme cuenta de que un día recibí una carta de la nada y me dijo, “Quiero que sepan que he recibido algunas de sus cintas y estoy creciendo en el Señor y he recibido a Jesucristo como mi Salvador y tengo un estudio bíblico en la prisión”. Y le respondí y desde entonces, me ha vuelto a escribir y tengo entendido que ha mantenido correspondencia con otras personas aquí en Grace.

Lo que es algo emocionante es que dice, “Este es un gran lugar para ministrar. Si el Señor me quiere fuera, eso es asunto Suyo. Si me quiere aquí, es asunto Suyo también. Yo estoy feliz en cualquier lugar con tal que pueda predicar para Él.”

Ahora, eso es transformación, amigos, y esa es la actitud de Pablo en cualquier lugar, había un púlpito, en cualquier lugar. Y Pablo era lo suficientemente dinámico como para creer problemas, para agitar a la ciudad. Nunca hubo una oportunidad negativa. Cualquier que diga, “Bueno, me gustaría hacer algo de proclamación, pero mis circunstancias no lo permiten” no son sus circunstancias las que no lo permiten. Es otra cosa.

Fue algo estratégico en la ciudad de Roma. Ya sabe, los días dorados de Roma. Se acabaron los dictadores. Habían usurpado gradualmente todo el poder del pueblo y la república estaba muerta. El despotismo reinaba y el peor de todo gobernaba en ese momento, un hombre llamado Nerón y cuando el apóstol Pablo llegó a Roma, Nerón tendría alrededor de 25 años y ya habría sido responsable del sangriento asesinato de su madre Agripina y con toda seguridad también había asesinado a su esposa, Octavia.

En medio de todo esto se encontraba el templo de Júpiter y la adoración falsa que se llevaba a cabo allí y en el palatino estaban los tres grandes palacios de Augusto, Tiberio y Calígula y todos se habían agrupado para formar el único hogar de Nerón y Roma se había convertido en el centro de la decadencia y el paganismo. Aproximadamente dos millones de personas vivían en la ciudad. Más de la mitad de ellos, un millón o más, eran esclavos y los historiadores nos dicen que el resto, 700 eran senadores, 10 mil eran caballeros, 15 min eran soldados, y la mayoría del resto eran pobres. Miles de los cuales dormían en las calles porque no tenían casa.

Y en este desorden y en este libertinaje y en esta era problemática, cayó esta pequeña bomba judía, y aunque él era un prisionero, y aunque estaba encerrado en su propia casa, eso nunca obstaculizó en absoluto su proclamación. Durante este tiempo escribió Colosenses. Durante este tiempo escribió Efesios. Durante este tiempo escribió Filipenses. Durante este tiempo escribió Filemón. Fue un momento productivo.

Entonces, él dice aquí “Orando también por nosotros para que Dios nos saque de esto”. ¿No? ¿Usted no ve eso? Él no oró por donde estaba su cuerpo. Él solo oró porque su boca tuviera un efecto. Entonces, él dice, “Ora por nosotros para que Dios nos abra puerta”. ¿Para qué? De expresión, de palabra, para hablar el misterio de Cristo.

Orar por nosotros es algo agradable. El pronombre plural significa que probablemente estaba incluyendo algunos de sus amigos que estaban con él y si ve al final del capítulo 4, ve una lista de nombres y en un momento u otro esos colaboradores queridos de Pablo estuvieron con él y entonces, él está diciendo, “Oren por nosotros,” y especialmente para que hablemos del misterio de Cristo.

Es un hombre con una cosa en mente, una cosa y eso era hablar. ¿Por qué orar por Pablo? Para que Dios nos abra una puerta para la Palabra. Literalmente el griego dice “una puerta para la Palabra”. Una puerta para la palabra. En Efesios 6:19 una oración similar. Escribe a los Efesios y por supuesto, escribió este libro en el mismo periodo de tiempo, por lo que tiene mucha similitud. Él dice en Efesios 6:19 “Oren por mí, a fin de que al abrir mi boca me ceda palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del Evangelio por el cual soy embajador en cadenas”, que con denuedo hable de Él cómo debo hablar. Oren por mí para que sea valiente. Oren por mí para que se abra una puerta para la palabra.

Este hombre estaba consciente de que estaba en el campo de batalla, en el frente, en las trincheras, luchando como un soldado de infantería. No pide orar por sus necesidades personales. Él no dijo, “Oren por mí para que aguante el estrés”. Él no dijo, “Oren por mí para que me liberen de la cárcel”. Él simplemente dijo, “Oren por mí para que abra mi boca y encuentre una puerta para la palabra” de nuevo.

En realidad, nada ha cambiado, usted regresa a este libro de Hechos y cuando nació la iglesia, la primera reunión de oración que tuvieron en su vida en la que se registran los eventos de la reunión de oración y las peticiones por las que oraron, se registran en Hechos capítulo 4, versículo 29. Tuvieron otras reuniones de oración.

La primera vez que sabemos por qué oraron está en Hechos 4:29, “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, Señor". Todo el pueblo está detrás de nuestro pellejo y concede a tus siervos que salgamos de este desastre vivos”. No, no dice eso. “Concede a tus siervos que con todo denuedo hablen Tu Palabra”. Y el versículo 31, cuando hubieron orado el lugar en que estaban congregados, tembló y todos fueron llenos de Espíritu Santo y hablaban con denuedo la palabra de Dios y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma.

La primera vez que conocemos una petición de oración de la primera iglesia es una oración por predicar, es una oración por valentía, es una oración por proclamar. La boca del nuevo hombre debe hablar el Evangelio.

Con frecuencia he dicho que los cristianos, desafortunadamente, son como el Río Ártico, congelado en la desembocadura. De alguna manera, debido a alguna inhibición, debido a algunos temores, estamos perdidos en el esfuerzo de la evangelización a menos de que seamos empujados, punzados y estimulados continuamente.

Tenemos algo maravilloso sucediendo en nuestra iglesia; un maravilloso ministerio de evangelismo y hemos visto personas venir a Cristo semana, tras semana, tras semana. Muchos de ustedes ni siquiera lo saben. Jim George, quien maneja ese ministerio, me dijo, “¿Sabes John? Estamos hablando para que Dios nos dé solo 30 hombres, 30 hombres que estén dispuestos a ser entrenados y salir de dos en dos o cualquier patrón que usen, de tres en tres, para ganar a gente para Cristo. ¿Orarías con nosotros—dijo—para que Dios nos dé esos 30 hombres?” Dije, “Lo haré”.

Uno pensaría que de una congregación de cuatro mil habría treinta que serían desafiados con la oportunidad de hablar la proclamación del Evangelio. Sé cómo se siente Pablo, porque peleo la misma batalla. ¿Cómo desea usted por encima de todo que hay una puerta para la Palabra de Dios, que usted tenga la oportunidad de hablar? Y usted tiene este miedo terrible de que en su propia fuerza no lo puede hacer. Es como Moisés, si Dios dijo: “Moisés, habla por mí”. Moisés dijo, “No puedo, tartamudeo. ¿Qué voy a hacer?” Y Dios dice, “¿Quién hizo tu boca?” En otras palabras, Dios dice, “Si la hice, puedo hacerla funcionar. Solo confía en mí.”

Y Jeremías tuvo el mismo problema. Jeremías dijo, “Si crees que voy a involucrarme en este ministerio yo solo, tienes que pensar en otra cosa” “¡Ja, Dios mío! No puedo hablar” dijo. Dios dijo, “No te preocupes, puedo hacerlo a través de ti”. Y entonces, Pablo está diciendo, “Mira, no puedo hacerlo por mí solo, así que el señor tendrá que proporcionar una puerta para la palabra”.

Ahora, una puerta en el Nuevo Testamento significa una oportunidad. En el noveno versículo de 1 Corintios 16, Pablo dice “Estaré en Éfeso hasta Pentecostés porque se me ha abierto puerta grande y eficaz”. En otras palabras, él dice: “Me quedaré en Éfeso. Es demasiado bueno aquí… quiero decir, la puerta está abierta de par en par”. Y la puerta significa oportunidad; la razón por la que permaneció en Éfeso durante tanto tiempo, más de dos años y casi tres, fue porque la oportunidad era tan grande. Una puerta está abierta para mí.

Ahora, Dios había cerrado algunas puertas en la vida de Pablo. Si usted lee, Hechos 16 comenzó a ir a Asia Menor y el Espíritu lo detuvo. Empezó a entrar en Bitinia y el Espíritu lo detuvo. Así que el señor había cerrado las puertas, y Pablo lo sabía, pero el Señor también había abierto puertas. Estaba cerrado al este porque acababa de estar allí. Estaba cerrado al sur porque el Espíritu lo detuvo. Estaba cerrado al norte. La única manera de ir ahí era hacia el oeste y él llegó al oeste y luego al Mar Egeo y dijo: “¿Y ahora qué, Señor?” Y un hombre de Macedonia vino en una visión. Dijo; “Ven y ayúdanos” y Dios abrió la puerta.

De modo que estaba acostumbrado a que Dios le abriera y cerrara las puertas de las oportunidades, y como usted puede ver, eso es asunto de Dios. Pablo dice: “Solo ora para que Dios me dé una puerta abierta para la Palabra”.

Saben, amados, eso es realmente lo único, por lo que necesitan orar si tienen la valentía de hacerlo. Solo oren por puertas abiertas. Oren por oportunidades. Se necesita un poco de valentía para hacer eso porque las va a tener si lo hace y se sentirá responsable. Depende de Dios el abrir puertas. En Apocalipsis, capítulo 3, versículo 7 dice esto, escribe al Ángel de la iglesia en Filadelfia, “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre”. Ese es Cristo. “Y ninguno cierra, y cierra, y ninguno abre”.

Cuando el Señor cierra una puerta, está cerrada. Cuando el Señor abre una puerta, está abierta. Él dice, “Conozco tus obras”. He puesto delante de ti una puerta abierta. ¿Cree que la iglesia de la puerta abierta esté en Los Ángeles? No. La iglesia de la puerta abierta está en Filadelfia. No en Filadelfia, Estados Unidos, sino en Filadelfia, Asía Menor. Esa es la primera iglesia de la puerta abierta. Dios les dio una puerta abierta y dijo, “Nadie la cerrará si la abro. Tienen una puerta abierta para la Palabra. Todo lo que les pido hacer es que proclamen.”

Yo diría que probablemente el mejor paralelo de la iglesia en Filadelfia sería Grace. Tenemos una puerta abierta, ¿no? No hay ningún hombre que pueda prohibirnos predicar, ¿verdad? No hay ninguna ley que nos detenga. No hay nada que lo impida, excepto nuestra propia indolencia, nuestra propia infidelidad, nuestra propia obstinación. En el capítulo 12 de Hechos, Roma cerró con candados las puertas de la prisión y puso guardias sobre Pedro, pero el Señor las abrió porque el Señor quería que predicara.

En Hechos 14, Pablo fue golpeado y apedreado en Listra, pero Dios lo levantó y lo envió de regreso a la ciudad porque quería que predicara. Él regresó con su hermano en Antioquia y testificó a la iglesia allí que todo lo que Dios había hechos con ellos y cómo había abierto la puerta a los gentiles. Dios no ha abierto la puerta. Depende de nosotros abrir la boca y hablar. Las palabras del hombre nuevo son palabras de proclamación. ¿Sabe? Tiene que empujar un poco. Digo, la puerta puede estar abierta, pero es posible que tenga que empujarla un poco.

Un joven campesino vino a solicitar un trabajo en la gran ciudad. Estaba asombrado por este gran edificio en el que entró y fue con el jefe potencial. Se sentó para su entrevista y el jefe dijo, “¿Tienes un lema en la vida, joven?” “Sí, señor. Igual que el suyo.” Dijo, “Bueno, ¿a qué te refieres, hijo?” “Lo vi en la puerta, señor. Empuje.” Ese es un buen lema. Empuje, podría estar abierto. Se dará cuenta usted si no lo está.

Y Pablo empuja aquí dice Dios. Espero que esto esté abierto. Observe la palabra “palabra” ahí en Colosenses. Realmente significa palabra. Él está diciendo “Una puerta abierta para la palabra”. Me encanta el hecho de que Pablo nunca se molestó en compartir su opinión. Pablo siempre enseñó la Palabra. ¿Y usted sabe lo que pienso de eso? Es una cosa que usted va a tener cuando venga a Grace es que va a tener la palabra porque de eso se trata, de enseñar la Palabra.

¿Y qué estaba enseñando de la Palabra? Bueno, vea el versículo 3, dar a conocer el misterio de Cristo y hemos estudiado lo suficiente para saber cuál es el misterio de Cristo. Es todo el Evangelio y todo lo que incluye todos esos secretos sagrados, escondidos en el Antiguo Testamento, revelados en el Nuevo. Todas las verdades acerca de Jesucristo que Él habita en el creyente. Ese es el Misterio de Cristo que mora en nosotros en Colosenses 1:26 y 27, que Él es Dios encarnado. Ese es el misterio de la encarnación.

En Colosenses 2:2 y 3, el misterio del rapto, que Jesús va a regresar por su iglesia. 1 Corintios 15:51 y 52 el misterio de la novia, que Él va a unirse con nosotros de una manera eterna, como la esposa y el objeto de su amor. Efesios 5, el misterio de la iniquidad, que Él vendrá y pondrá fin a la plenitud del pecado. 2 Tesalonicenses 2:7, todos esos secretos sagrados se revelan en el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Cristo. El misterio de la única iglesia, judío y gentil, una en él. En otras palabras, Pablo dice, “Oren por mí para que tenga una puerta para la Palabra para hablar la verdad completa del Evangelio de Jesucristo”.

Es tan importante. Él dice en el versículo 4, para que lo manifieste cómo debo de hablar. Observe la palabra “debe,” tenía un deber divino, es su vida. Lea Romanos capítulo 1. Él dice, “No me avergüenzo del Evangelio de Cristo. Es poder de Dios para la salvación a todo aquel que crea al judío primeramente y también a los paganos.” Antes, él había dicho, “Debo hablar. Estoy obligado a hablar. Soy un deudor.” ¿Recuerda eso? A judíos y gentiles.

Y luego en 1 Corintios capítulo 9, ese gran pasaje donde dice, “Ay de mí si no predico el Evangelio”. A él no le importa la libertad para sus pies si tiene libertad para su boca y quiere hacerlo bien. Quiero hacerlo de la manera en que debería hacerse. Quiero manifestarlo de la manera en que debería manifestarse. Quiero hablar de la plenitud de ese misterio.

Escuchen amados, Dios quiere que proclamen a Cristo, pero quiere que proclamen a Cristo como debe hacerse y de dos pensamientos en esa frase debo hablar. Eso es lo que se debe hacer y eso es lo que se debe decir de la manera que se debe decir. A veces me temo que un buen mensaje proclamado de una mala manera servirá tanto como un mal mensaje.

Pablo quiere oración para su propia motivación. Debe hablar de la manera en que debería y hacerlo bien, hablar de la forma en que debería hablar del Evangelio. Siempre que tengo una conferencia de pastores, les advierto a los pastores sobre cómo presentar el Evangelio. Es tan fácil presentar menos que el Evangelio y luego pedirle a la gente que entregue sus vidas, algo que ni siquiera entienden.

En Hechos capítulo 20, cuando Pablo habló sobre cómo predicó, él dijo “Testifico” y usó la palabra griega diamarturomai, que significa dar un testimonio completo y minucioso sobre el arrepentimiento para con Dios y la fe en Nuestro Señor Jesucristo. En otras palabras, “Doy un testimonio completo, no un evangelismo a medias”. Y yo les digo a los pastores: “Cuidado con tres cosas en la evangelización. Tengan cuidado con el evangelismo centrado en la experiencia. Ahí es en donde realmente usted nunca predica el evangelio. Simplemente, tiene alguien que cuenta cómo cambió su vida.”.

Recuerdo que recogí un periódico que llegó a la oficina de la iglesia. Recibimos muchos documentos diferentes que llegan y ellos envían por correo. Todas las organizaciones cristianas del país nos envían su periódico y su información, pero uno que recibimos tenía un artículo llamado Cómo Construir su Servicio de Domingo por la Noche y decía, “Tenga testimonios de personas extrañas y diferentes” y sugirió que uno que era excelente era un enano de 38 pulgadas de alto que vendría y se pararía en su púlpito y realmente haría un comentario ocurrente y aquí tenemos a la mujer tatuada y aquí tenemos al traga-espadas.

Ya sabe y tiene todo el espectáculo. Bueno, estoy feliz por la dama de 38 pulgadas de alto, pero les diré que uno de los peligros en el evangelismo es lograr que las personas respondan a un testimonio en lugar de información completa sobre el evangelio para que realmente no sepan a qué están respondiendo y se vacunen y alguien más adelante dice, “Oh, quiero contarte acerca de Cristo”. Lo intenté y no funciona.

La segunda cosa es que debe evitar el evangelismo centrado en el ego. La idea de que ¿cómo te gustaría?, ¿cómo te gustará?, ¿cómo te gustará?, ¿cómo te gustará?, ¿cómo te gustaría?, ¿no te gustaría?, ¿no lo haría esto feliz? Entonces, usted sabe. Una vez recibí una llamada telefónica de alguien que me dijo en una ocasión, “Me acaba de pasar una cosa terrible”. Traté, traté de llevar a esta persona a Cristo y oh, tenía todos estos problemas y era una persona muy concienzuda, una persona muy querida y le dije, “Cristo podría resolver tus problemas y Cristo puede sanar tu matrimonio y Cristo puede traer de regreso a tu hijo—que estaba en una institución mental—y Cristo puede hacer todo esto para ti” y ella recibió a Cristo. ¿Quién no lo haría en esas condiciones? Y un par de semanas después regresó y aventó a Jesús en la cara de esta dama y dijo, “Tu Jesús no funciona”. ¿No ve?

Bueno, quiero decir que eso no es realmente justo. Conozco a algunas personas que acaban de ser salvadas y empezaron sus problemas. No le prometa eso a la gente. Ese no es el Evangelio. Así que evite el evangelismo centrado en la experiencia. Evite el evangelismo centrado en el ego y claro, evite el evangelismo por conveniencia, donde todo lo que quiere son compromisos sin importar lo que sepan.

Asegúrese de no pasar tiempo con ellos para que se comprometan. Siempre recuerdo al tipo de la iglesia que me trajo una copia del Hollywood Reporter que tenía un anuncio de esa Disneylandia bíblica que estaban tratando de construir. Usted sabe, tenían todas esas cosas locas. Era un Disneylandia bíblico de 26 millones. Una vez le estaba contando esto a un grupo de pastores y el hombre que estaba haciendo eso estaba allí. Nunca lo olvidaré. Bueno, en realidad no estaba muy contento. Al parecer se lo había contado a los pastores. Me meto en esas cosas de vez en cuando, pero bueno. Usted tiene que ver eso.

Este hombre estaba tratando de construir un Disneylandia bíblico y tenía algunos anuncios en el Hollywood Reporter, un periódico comercial para la industria del cine, y estaba tratando de reclutar a personas para que participaran en esto y fue algo muy serio. Pagó dinero por un gran anuncio y se necesitaban a ciertas personas que pudieran diseñar un mar rojo que se partiera y querían a un tipo que medía 1.95 por lo menos, para presentar a Goliat y querían a un niño que fuera bueno con una honda y ya sabe, todo ese tipo de cosas.

Querían todo tipo de ya sabe, cosas diversas y diversas. Querían que alguien construyera una ballena. Iban a dar un paseo en ballena y no lo sé. Fue una locura. Ya sabe, pero la clave que me sacudió fuerte en el patio—nunca lo olvidaré—allí mismo lo estaba leyendo, decía; “Se busca hombre alto, moreno, guapo, de más de seis pies para representar el papel de Jesús. Debe conocer las cuatro leyes espirituales.” No hay nada de malo en las cuatro leyes espirituales, pero cuando el mundo piensa que eso es lo que Jesús sabe, de alguna manera han captado la idea sin haber captado todo el mensaje.

Evite el evangelismo centrado en la experiencia, el evangelismo centrado en el ego y el evangelismo por conveniencia. No se concentre solo en un compromiso. No se concentre solo para tratar de apaciguar los problemas de la gente y no trate de enganchar a alguien solo porque usted se enganchó. Deles la verdad en su totalidad para que estén dando una respuesta inteligente al testimonio total acerca de Cristo y esa, por supuesto, es la forma en que el versículo 4 realmente me está cautivando para que lo manifieste como debo hablar. Quiero que este Evangelio sea la palabra “manifieste”, significa “claro” en la forma en que debería ser claro. Entonces, Pablo dice, “Oren, para que Dios nos dé puertas para hablar”.

El nuevo hombre, entonces, tendrá palabras de petición y palabras de proclamación. En tercer lugar, el versículo 5, el nuevo hombre tendrá palabras de práctica, palabras de práctica. Ahora, esto se aparta un poco de la boca, pero realmente son las palabras más esenciales de todas. No vamos a pasar mucho tiempo aquí. Permítame dárselo en general; versículo 5, “Andad sabiamente para con los de afuera redimiendo el tiempo”.

Ahora, aquí está hablando de las palabras de la actuación, o si lo prefiere, las palabras del comportamiento. ¿Quiere saber algo? Lo más importante que dice no es lo que usted dice. Es lo que usted es, ¿verdad? Porque lo que usted es, da credibilidad a lo que dice. Recuerdo que mi padre decía tantas veces cuando yo era niño, “Tu vida habla tan fuerte que no puedo oír lo que dices”. Eso es esencialmente de lo que estamos hablando. Andad. Vea el versículo 5. Andad, camine.

Recuerde que caminar viene antes de hablar. Caminar viene antes de hablar. Ahora dice, “Andad sabiamente”. ¿Qué es la sabiduría? Evaluar adecuadamente las circunstancias y tomar decisiones piadosas. Camine con un estilo de vida cristiano, consistente y cuidadosamente planeado, y si tiene alguna pregunta acerca de qué es ese caminar, puede ver el libro de Efesios capítulos 4, 5 y 6 y se lo contará todo.

Camine en sabiduría. Podemos caminar en sabiduría porque tenemos esa sabiduría básica, Colosenses 1:9, lo vimos, por lo cual también nosotros desde el día que lo vimos nos cesamos de orar por vosotros y de pedir que seas lleno del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría inteligencia espiritual para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo.

Usted ha sido salvo. Se le ha dado sabiduría. Necesita estar lleno de esa sabiduría para poder caminar en ella. Sabe, un cristiano puede caminar como un necio y luego, cuando intenta hablar, nadie le cree. Nadie escucha. Nadie escucha. Se nos ha dado sabiduría. A veces le damos la espalda. Dice usted, “Bueno, ¿cómo puede un cristiano hacerse el necio?” Bueno, una forma de caminar como un necio está en 1 Timoteo 6:9, “pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas”.

Una forma de hacer el papel de un necio es vivir para el dinero. Eso confundirá su testimonio hasta el punto en el que nadie entenderá lo que usted dice. Otra forma de hacerse el necio es tratar de vivir la vida cristiana de manera legalista. En Gálatas, capítulo 3, versículo 1, “Oh, Gálatas insensatos. ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad?” —­versículo 3— “Tan necios sois. Habiendo comenzado por el espíritu, ahora vais a acabar” —¿Por qué? — “Por la carne.”

¿Quieres ser necio? Entonces, vive en la carne, funciona en la carne, opere con sus propias fuerzas o viva para el dinero. Esas son solo un par de formas en las que un cristiano puede adoptar el papel de necio. Otra forma está en Santiago 3 donde él dice, “¿Quiénes había entendido entre vosotros? Le diré quién, el que muestra por la buena conducta de sus obras”. ¿Sabe cómo puede identificar un sabio? Por la forma en la que se comporta, pero si tenéis celos amargos y con tensión...mmm... eso no es sabio. Eso es una necedad; perturbación, toda obra perversa.

O vemos otra forma en que el cristiano puede actuar como necio al tener envidia, contienda, división, perturbación. Verá, estas son solo formas en las que el cristiano puede vivir como necio en su estilo de vida, pero Pablo está diciendo aquí, “No hagan eso. Caminen en sabiduría”. ¿Y qué es la sabiduría? Aquí mismo. ¿No es así? Establezca sus prioridades de acuerdo con el libro. Establezca sus prioridades de acuerdo con el modelo de Dios.

Déjeme darle tan solo cuatro consejos que le ayudarán; cuatro formas de adquirir sabiduría. Número uno; adoración. Adoración. ¿El temor de Jehová es el principio de qué? La sabiduría. Proverbios 9:10. Cuando realmente comienza a adorar a Dios, eso es sabio. Ahí es donde comienza la sabiduría. En segundo lugar, la oración. Santiago dice: “Si alguno tiene falta de sabiduría, pídala”. Adoración, pida.

Se lo diré de otra manera. Estudio. Usted obtendrá la sabiduría de Dios cuando estudie la verdad de Dios. Colosenses, capítulo 2, versículo 2, “Para que, consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios, el Padre y de Cristo en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento”. Muy bien. Es en Cristo donde existe toda la sabiduría.

Ahora, vaya al 3:16. Si es en Cristo que toda la sabiduría existe. Entonces, el 3:16 dice, “la palabra de Cristo moré en abundancia en” ¿qué? “Sabiduría”. Usted obtiene sabiduría por medio de la adoración, la oración, el estudio y otra manera, la instrucción de maestros piadosos. Colosenses 1, versículo 28, “Cristo a Quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre”.

Ahora escuche. Hay algunas fuentes en la vida cristiana para adquirir sabiduría. Mediante el acto de adorar a Dios, Dios nos imparte su sabiduría mediante la oración, mediante el estudio, mediante la instrucción de maestros piadosos. Esa sabiduría está disponible. Esa sabiduría debe mantenerse y esa sabiduría debe ser un estilo de vida sabio, no la necedad de vivir para el dinero. No es la necedad de vivir de manera legalista. No es la necedad de vivir según la mente carnal, como en Santiago 3, sino la sabiduría de andar según la verdad de la palabra de Dios.

¿Y sabe lo que pasa? Cuando usted anda sabiamente para con los de afuera, entonces, lo que usted dice va a significar algo y francamente, hasta este punto. Piense en los Colosenses. ¿Cómo anunciaron su fe? En primer lugar, eran minoría. Me refiero a una pequeña minoría. No tenían iglesia. No tenían edificio. No hay gran cruce en el aire. No había edificio. Sin anuncios publicitarios, sin radio, son letreros, sin calcomanías en las defensas, sin libros, sin tratados, son producciones musicales.

No hay Nuevo Testamento. Nada. Dice, “Hombre, ¿cómo lo hicieron?” Supongo que ni siquiera tenían una librería bíblica... mmm. No hay símbolos de peces. ¿Qué colgaban del cuello en esos días? ¿Cómo hicieron llegar el mensaje? ¿Cómo proclamaron el mensaje? ¿Quiere saber cómo transmitieron el mensaje? Recibieron el mensaje, lo vivieron y ese fue y todavía es el único método creíble de evangelización en el mundo. Camine, luego hable.

Y usted puede estar en televisión, radio, anuncios publicitarios, calcomanías en las defensas, hasta quedarse sin aliento, pero si los cristianos no lo viven, nadie lo va a aceptar. Hoy no es diferente. Todo eso se hace y no estoy en contra de eso, pero lo único que todo eso hace es confirmar o negar la realidad del cristianismo que la gente lee en la vida del cristiano que conoce. Eso es todo.

Por eso dice: “Andad sabiamente para con los de afuera”. No cristianos. Los creyentes están adentro. Ahora, él dice: “Redimiendo el tiempo”. Bueno, ¿a qué te refieres Pablo? El tiempo ahí no es cronos, de donde obtenemos cronología o cronógrafo. Lo cual significa tiempo en términos de tiempo de reloj. Es kairos, lo cual significa tiempo solo en términos de su oportunidad. Debería traducirse “redimiendo cada oportunidad”. Salmo 90, “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”.

Es una cuestión de aprovechar la oportunidad. Hombre, le digo que la oportunidad está aquí y se ha ido. La vida es corta. La gente está muriendo. Usted se está muriendo. Jesús viene. La Biblia habla del cierre de la puerta. La Biblia habla de la noche que viene cuando ningún hombre puede trabajar. La Biblia habla de Jesús quitando el candelero.

Romanos 13, léalo, versículos 11 al 14. Es un pasaje tremendamente potente. Nos advierte que llegará un momento en el que no va a ser posible, conociendo el tiempo que es ya hora de levantarnos del sueño. La noche está avanzada y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz. Andemos honestamente. Es hora de conectar su estilo de vida a su mensaje, no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestidos del Señor Jesucristo y no proveáis para los deseos de la carne.

Como puede ver, es hora de darle forma al estilo de vida. ¿Cuándo va a empezar usted a vivir como Dios quiere? ¿Cuánta oportunidad va a desperdiciar usted? ¿Cuándo va a empezar usted a compartir a Cristo con ese amigo? ¿Cuándo va a usar usted esas habilidades y dones que Dios le ha dado? ¿Cuándo va a recibir Dios ese dinero que usted le prometió hace mucho tiempo?

Su caminar habla. Espero que él diga lo correcto a los de afuera. Cada vez que tenga una oportunidad, intercambie o aproveche esa oportunidad. Aprovéchela para la eternidad. La vida es tan corta. Es tan torpe que el cristiano la desperdicie. Entonces, el hombre nuevo tiene una nueva boca y esa nueva boca tiene palabras de petición, palabras de proclamación y luego las palabras de práctica. Lo que hace que lo que dice sea creíble.

Lo cual nos lleva al cuarto. Palabras de perfección. La consistencia de la vida es seguida por la consistencia del habla. Me encanta este versículo. Quisiera que tuviéramos más tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia. ¿Recuerda lo que le leí antes de Lucas sobre las palabras de Jesús? Abrió su boca y siempre fue misericordioso. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal para que sepáis cómo debes responder a cada uno.

Ahora, no está hablando tanto de predicar el Evangelio aquí. Solo está hablando de una conversación general. La boca de un cristiano debe pronunciar palabras de perfección. Nunca deben salir de la boca de un cristiano esas cosas que le enumeré la semana pasada; lujuria, maldad, engaño, maldición, opresión, mentira, perversidad, destrucción, vanidad, adulación, necedad, balbuceo, locura, verbosidad, palabras inútiles, enseñanza falsa, conspiración, jactancia, odio, groserías, palabras sucias o chismes. Todo eso es característico de una boca no regenerada, no de un cristiano.

Deje que sus palabras sean siempre con gracia. Haga un hábito de las palabras amables, sea que esté siendo perseguido, sea una situación de estrés, sea una dificultad, sea que esté delante de un juez mundano, sea que usted haya sido perjudicado, ya sea con su esposa, ya sea con su hijo, su vecino, ya sea que esté enseñando un estudio bíblico, ya sea que esté dirigiendo una clase. Sea lo que sea, que sus palabras sean amables.

Dice usted: “Bueno, John, ¿qué quieres decir con hablar con gracia? ¿Te refieres a hablar la gracia de Dios?” Eso no es principalmente lo que significa. Significa dejar que su boca hable lo que espiritual, lo que es saludable, lo que es apropiado, lo que es amable, lo que es sensato, lo que tiene un propósito, lo que es un cumplido, lo que es gentil, lo que es veraz, lo que es amoroso, lo que es considerado, no amargo, abrasivo, vengativo, sarcástico, sombrío, enojado, cortante, jactancioso. Ninguna de esas cosas. Sea amable.

Pero para que no parezca una especie de goteo únicamente de sutilezas, él agrega esto, “Sazonada con sal”. No solo amable, sino que debería tener algún tipo de efecto. Ahora, ¿qué quieres decir con sazonada con sal? Bueno, la sal hace muchas cosas, pica de vez en cuando, cuando hay una herida, ¿verdad?

Pero después de que pica, ¿qué hace? Cura. La sal también previene la corrupción y sus palabras deben ser un purificador que evite la corrupción. Sus palabras deben actuar como una influencia purificadora, saludable, limpiadora, rescatando la conversación de la inmundicia que tan a menudo la envuelve. Efesios 4:29 dice exactamente lo mismo. Deje que sus palabras muestren gentileza, amabilidad, consideración, pero deje que ardan cuando sea necesario, cuando haya una herida que curar, déjela ahí directamente a la llaga y que sea lo puro y bello para rescatar una conversación de la corrupción.

Los griegos tenían otro pensamiento aquí. Dijeron que la idea de la sal era la idea de ingenio. El ingenio es la capacidad de decir lo correcto en el momento adecuado y ¿no es eso lo que está diciendo para que sepáis cómo debe responder a cada uno? Usted simplemente tiene la respuesta correcta en el momento correcto y para la persona correcta. Los griegos traducían esto como lo hizo Plutarco “encanto ingenio”, la palabra correcta en el momento correcto para la persona correcta, las palabras de perfección.

Nunca comunicación sucia. Siempre respondiendo a todo hombre que pregunta razón de la esperanza que hay en usted, 1 Pedro 3, pero solo en la conversación poder decir lo correcto. Su boca es tan importante. Tiene que llegar a eso tarde o temprano donde dice la verdad y por lo que dice usted o abre la oportunidad o cierra la oportunidad tantas veces. Escuche. El impío afirma esto en el Salmo 12:4 “Nuestros labios son nuestros. ¿Quién es Señor de nosotros?” ¿Quién puede gobernarme? Puedo decir lo que quiera, pero el cristiano dice esto, Salmo 141:3 “Pon guarda a mi boca, oh Jehová, guarda la puerta de mis labios”.

¿Qué sale de sus labios? ¿Petición? ¿Proclamación? ¿Palabras de perfección? Simplemente lo correcto en el momento correcto para la persona correcta. Así habla el nuevo hombre. Usted es un hombre nuevo. ¿Sabía eso? Y junto con esas otras cosas, con su estilo de vida nuevo, deberían venir palabras nuevas.

Permítame recordarle algo conforme cerramos. El problema con usted y sé cuál es. Dice usted, “No me conoces”. Oh, sí, lo conozco. Conozco su problema. Es el mismo problema que yo tengo. El problema con nosotros, las personas nuevas, las nuevas criaturas no es que tengamos dos naturalezas; la buena y la mala; la vieja y la nueva. El problema es que la nueva naturaleza, el nuevo yo, ha sido influenciado tan fuertemente por la carne que simplemente no puede deshacerse de ella.

Una ilustración: podría tomar una botella de whisky. En realidad, no tiene que hacer esto. Esta es una ilustración. Usted podría tomar una botella de whisky y vaciarla. Podría hacerlo. Me recuerda a un predicador que dijo, “Si tuviera todo el whisky, lo arrojaría al río”. El predicador se levantó y dijo, “Ahora, para nuestra invitación, cantaremos. ¿Nos reunimos en el río?” Pero bueno, de todos modos, para efectos de la ilustración, podría tomar una botella de whisky y tirar todo su contenido, vaciarlo de toda esa podredumbre que hay ahí. ¿Y sabe lo que pasa? Huélalo. Huela eso. Apesta. El olor permanece.

¿Quiere saber algo? Eso no es diferente a un cristiano. Usted es una nueva criatura. El contenido antiguo ya no está ahí. Usted es nuevo, ¿pero saber algo? Algo del hedor viejo está ahí. Algo del olor viejo está ahí. Algo del olor viejo. Usted vacía en esa botella de whisky que tiene un suministro de agua fresca y luego lo vacía y vacía más. Vacía, y simplemente sigue llenándola. Sigue llenándola. Sigue llenándola. Sigue llenándola. Y poco a poco, poco a poco, el olor se desvanecerá.

Cuanto más llena, más limpieza. Cuando más limpieza, menos olor. Usted es cristiano, lo viejo se vacía. El olor de lo viejo todavía está ahí. Cuanto más está lleno del Espíritu, más lleno esté del Espíritu, más lleno esté del Espíritu, mayor será la limpieza. Cuando más la limpieza, menos olor. Cuanto menos ese olor, más madura, menos reconocible que alguna vez haya sido una botella vieja de whisky.

Ustedes son hombres nuevos, pero tienen un aroma a viejo. Tiene que ser eliminado. ¿Cómo se va a quitar? Da lo que Él dice. Vístanse de algunas cosas. ¿La recuerda? Capítulo 3, “Vístanse de algunas cosas”. Capítulo 3 versículo 15, “Que la paz de Cristo gobierne”. Versículo 16 “Que more la Palabra de Cristo”. Versículo 17, “Que gobierne el nombre de Cristo”.

Cuiden cómo viven en la familia; esposas, esposo, hijos, padres, sirvientes, amos. Cuiden su boca. Como vimos en nuestro estudio de los versículos 2 al 6 del capítulo 4, “Y cuando si usted se ocupe de todas esas cosas con la energía del Espíritu de Dios, entonces el nuevo hombre será el hombre para el que Dios creo al nuevo hombre”.

Escuchen amados, Cristo es suficiente. ¿No es así? Él es suficiente para convertirlo en una nueva criatura y cuando usted sea convertido en una nueva criatura, Él le pide que tenga el aroma de una nueva criatura y eso significa cuidar algunas de esas cosas viejas mediante la agencia limpiadora de la llenura del Espíritu de Dios conforme usted se dé a Él. Bueno, oremos.

Te agradecemos Padre Nuestro, esta noche por un buen momento de comunión, por cómo has ministrado nuestros corazones y lo enriquecidos que hemos sido simplemente conforme hemos compartido con nuestros universitarios y conforme hemos compartido en tu Palabra.

Gracias por la paciencia de estas queridas personas, que se han reunido y oro para que los recompenses de acuerdo con su fidelidad y su fe, con tu gracia abundante y bendición y que Tú enriquezcas nuestros corazones por el amor que hemos visto esta noche, la comunión que hemos compartido, la Palabra que hemos oído. Te daremos toda la gloria y la alabanza en el nombre de Jesús. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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