Llegamos ahora a Marcos, capítulo 8. Marcos, capítulo 8. Tengo en mi mente el deseo de movernos algo rápido a lo largo del Evangelio de Marcos, esperando que en algún momento el próximo verano podamos terminar este libro, y creo que podemos hacer eso; tomaremos algunas secciones y nos mantendremos cercanos al texto de Marcos, y no nos desviaremos, a menos de que el Señor nos haga ir en otra dirección, en cierta manera ese es el plan. Entonces, estamos esperando con gusto un gran tiempo juntos, conforme cubrimos la segunda mitad de esta historia maravillosa. En el octavo capítulo, llegamos a los versículos 27 en adelante, versículos 27 al versículo 33, este es una porción de las Escrituras que hemos visto antes, no en Marcos sino en un texto paralelo que está en Mateo 16, y otro texto paralelo en Lucas 9. No es sorprendente que estos tres Evangelios sinópticos, como son llamados, cada uno nos dan una sinopsis de la vida de Cristo, y todos incluyen este acontecimiento en particular porque es tan monumental.
He escogido llamar a este mensaje “La experiencia definitiva de buenas y malas noticias”, y todos hemos experimentado eso. Alguien nos ha dicho en algún punto: “Tengo buenas noticias y malas noticias”. Conocemos eso. Algunas veces es trivial y algunas veces es serio. Pero esta es la experiencia definitiva de buenas y malas noticias. Esto es tan extremo para Pedro, y los apóstoles, que son aquellos a los que estas buenas noticias y malas noticias son presentadas, este es el trauma definitivo, el punto más elevado seguido del punto más bajo. En el caso de Pedro, el reconocimiento más grande que él jamás había recibido, seguido de la condenación más grande que él jamás recibió, o realmente que cualquier persona recibió. Al principio las noticias no podrían haber sido mejores, y de pronto no podrían haber sido peores.
Aquí está el momento. Permítanme leérselo. Versículo 27: “Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino preguntó a sus discípulos diciéndoles: ¿Quién dice los hombres que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, algunos de los profetas. Entonces Él les dijo: ¿Y vosotros quién decís que soy? Respondiendo Pedro le dijo: Tú eres el Cristo. Pero Él les mandó que no dijesen esto de Él a ninguno. Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente. Entonces, Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle, pero Él volviéndose y mirando a los discípulos reprendió a Pedro diciendo: Quítate de delante de mí, Satanás, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”.
Este simplemente es un pasaje contundente. Este es el punto más elevado en todo el Evangelio de Marcos; todo previo a esto, lleva a este punto, todo lo que sigue fluye de aquí. Este es el momento en el tiempo cuando los discípulos establecen el asunto de la persona de Jesús, este es el momento cuando ellos creen y están convencidos y confiesan quién es su persona, Él es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente, como Pedro nos lo da en la afirmación completa registrada en Mateo. Pero todavía hay gran confusión acerca, no de la persona, sino del plan. Ellos afirman a la persona, niegan el plan. Desde la perspectiva de Pedro, y los discípulos, las buenas noticias fueron la afirmación de que ellos entendieron a la persona, Jesucristo, quien era el Mesías, el Hijo del Dios Viviente.
Para un judío con esperanza, esa es la revelación definitiva, esa es la revelación más grande que jamás podía venir. Durante siglos como nación, durante una vida entera como individuo, los judíos habían esperado la venida de su Mesías, y con la venida del Mesías el cumplimiento de toda promesa del Antiguo Testamento, desde el principio mismo del Antiguo Testamento hasta el final; simplemente estaba repleto de promesas que estaban relacionadas con la llegada del Mesías, promesas de salvación, la tierra expandida, el reino, bendición, prosperidad, la tierra de Israel cambiando, la gloria viniendo, Israel siendo la nación más poderosa y prominente sobre la faz de la tierra, el Mesías reinando, todo gozo, todo paz, todo bendición; eso es lo que esperaban.
Habían seguido a Jesús estos hombres, incluyendo los 12 apóstoles, y otros llamados discípulos, lo siguieron durante más de dos años. Y a lo largo de este proceso, habían esperado que Él fuera el Mesías, habían esperado que fuera el Mesías, ahora lo saben; aquí ellos finalmente afirman que lo saben. No obstante, rápidamente después de esa revelación más gloriosa que cualquiera, ese conocimiento y convicción y confianza más maravilloso de todos, vienen las noticias malas, incomprensibles del que el Mesías va a ser matado; y no estoy seguro de que eso oyeron la parte de la resurrección.
Noticias que los sacudieron, que los sacudieron a tal grado que Pedro va de ser un héroe a ser un antihéroe; tan sorprendente que él va de ser un vocero para Dios a ser un vocero para Satanás; tal es la paradoxa de esta hora, dos revelaciones que chocan. Él es Mesías, Aquel cuya vida traerá salvación y bendición a Israel y al mundo; sin embargo, Él será matado por el pueblo de Israel, y el mundo. Finalmente, estos discípulos han llegado al punto en donde pueden decir: “Tú eres el Cristo, Tú eres el Cristo”. Ya han dicho: “De cierto, Tú eres el Hijo de Dios”, esto es con referencia a su persona, siendo Cristo con respecto a su obra como el Liberador y el Ungido, el Profeta, Sacerdote y Rey que fue prometido; dijeron: “De cierto, eres el Hijo de Dios”, cuando Él caminó sobre agua después de la alimentación de los cinco mil; ellos han confirmado su Deidad, y ahora ellos confirman su oficio mesiánico, y ambas vienen en tan solo unas cuantas semanas.
Han llegado al aire excepcional, podría decir, del Monte Everest de la revelación, han llegado a la cúspide, a la cima. “Tú eres el Hijo de Dios, y Tú eres el Cristo”, simplemente para ser derribados de la cima para caer al valle más bajo que está abajo. Es una contradicción para ellos que el Mesías, la fuente de vida sería matado; que el Mesías, el Rey de Israel, sería rechazado por Israel; estas son realidades que constituyen las buenas noticias y las malas noticias.
Entonces, veamos en primer lugar las buenas noticias, las buenas noticias. Versículos 27 al 30, Jesús salió – ahora vamos a detenernos ahí lo suficiente para regresar y recordar en los versículos 22 al 26, el pasaje anterior estaban en Betsaida, la cual está en la costa noreste del Mar de Galilea, un poco al este de Capernaúm, esta aldea fue el hogar de tres de los apóstoles, un lugar conocido; Jesús había hecho muchos, muchos milagros ahí, muchas obras ahí, de hecho, juicio fue pronunciado en contra de esa aldea, porque hubieron tantas obras que se hicieron ahí que su castigo en el día del Juicio Final sería peor que el castigo de Tiro y Sidón, dos ciudades paganas e idólatras, debido a la revelación de Jesús que ellos tuvieron.
Bueno, Él está de regreso en un lugar muy conocido, y conocido para los apóstoles, una aldea conocida para todos ellos allí en la costa norte, en donde muchos de ellos trabajaron como pescadores en el hogar de por lo menos tres. La conclusión de su ministerio ahí fue la curación de un hombre ciego en privado, y le dice al hombre ciego en el versículo 26: “Vete a casa, no vayas a la aldea”, esta es otra de esas cosas en el Evangelio de Marcos, donde Jesús dice: “No quiero que esto se esparza”, y veremos eso en un momento. Entonces Él acabó con ese milagro final, por así decirlo, en la aldea de Betsaida, ahora desarrollándose en una ciudad, y después dice en el versículo 27: “Él salió”.
Entonces podemos suponer que Él dejó Betsaida, y se fue directo al norte porque dice que fue junto con sus discípulos a las aldeas de Cesarea de Filipo, eso estaría a más de 30 millas derecho al norte de Betsaida, lo cual estaba muy cerca del Mar de Galilea, llamada la Casa de Pesca, entonces suponemos que esto es en relación con la pesca, esto es Betsaida, directamente al norte de Cesarea de Filipo. Esta es la última parada en Galilea, esta es la última parada en Israel, está muy cerca de la ciudad antigua de Dan, y usted recuerda ahí atrás en Jueces capítulo 20, y en 1ª de Crónicas, cuando usted quería conocer la longitud de la tierra de Israel, usted decía que iba de Dan a Berseba; Berseba era la parte de la punta sur en la frontera, y Dan estaba en la parte extrema al norte en la frontera, y Cesarea de Filipo estaba allá arriba en esa frontera norte.
Primordialmente era una ciudad gentil, estaba ocupada primordialmente por gentiles, aunque oficialmente estaba en el territorio de Galilea en Israel. Originalmente su nombre fue “Paneas”, había sido nombrada por los paganos que vivieron ahí en una ocasión y dominaron esa ciudad para el dios Pan, ¿alguna vez ha oído de una Flauta Pan? Se debe a la mitología griega. Pan es el medio hombre, la cabra media es quien toca una flauta, y supuestamente este personaje mitológico nació en una cueva en este lugar, y entonces llegó a ser identificado con eso. Habría habido un ídolo para Pan, que todavía está ahí, aunque su nombre ha sido reemplazado, y la razón por la que fue reemplazada fue porque Herodes el Grande había recibido ese territorio por parte de Cesar Augusto, y él había recibido la responsabilidad de eso y todo Israel, para gobernarlo en nombre de Roma realmente sobre los judíos.
Cuando él murió, él dividió su reino en cuatro partes, se la dio a sus cuatro hijos; esta parte cayó en manos de su hijo Felipe, Herodes Felipe, el Tetrarca como es conocido, quien también gobernó el área en donde estaba Betsaida. Esta área cayó en manos de Felipe el Tetrarca, y era algo político cuando usted recibía un área por consideración a Cesar, para mantener el favor de Cesar del lado de usted. Entonces, él cambió el nombre a Cesarea, la cual es una forma del nombre César; no debe ser confundido por cierto con la Cesárea que está al sur en la costa al oeste de Jerusalén; pero como usted sabe, nombrar ciudades en honor a César era algo que muchas personas querían hacer para conseguir favor político.
No obstante, ésta fue Cesarea de Filipo conectada con Felipe el Tetrarca. Como dije, es un área gentil. Si usted va más de 30 kilómetros al norte del Mar de Galilea, usted llega a la sombra de las faldas del Monte Hermón, el cual se eleva a varios miles de metros, y esta área habría sido una de las tres en donde el agua que fluía de ahí llegaba hasta el Río Jordán, un lugar lleno de ídolos debido a que estaba lleno de gentiles, porque conectaba a la idolatría del pasado. El templo estaba ahí para César Augusto, él era una deidad mortal, si hay algo así; Paneas era una deidad mitológica, él era una deidad mortal. El área era generalmente hostil al judaísmo, fue generalmente hostil a las Escrituras, y entonces es un buen lugar para que el Señor aclare que no todas las religiones son después de todo aceptables.
Solo hay un Señor, un Dios Viviente. Y cuando Pedro dice: “Tú eres el Hijo del Dios Viviente”, Él tenía que estar haciendo contraste con todos los ídolos muertos que constituían la multiplicidad de deidades que la gente en dominios gentiles adoraban. Entonces, están en esa área, esa región, van camino dice a Cesarea de Filipo, y tienen una conversación continua. Usted no puede esperar que cuando usted lea un texto de las Escrituras eso fue lo único que se dijo; muy bien, creo que entendemos eso, ¿verdad? Tenemos una sinopsis de lo que fue dicho, tenemos un resumen de lo que fue dicho; esta es una conversación que se está llevando a cabo conforme avanzan por las aldeas que constituyeron la región alrededor de la ciudad de Cesarea de Filipo.
Han estado con nuestro Señor por dos y medio años. Lucas añade, Lucas 9:18, su sección acerca del mismo acontecimiento, que Jesús había estado orando, claro, como era su costumbre; regresa de orar, y Él se une con los discípulos; y después Marcos dice que Él cuestionó a sus discípulos. Ahora, escuche, ha tenido dos y medio años de escuela, es tiempo para el examen; dos y medio años, y han estado 24 horas al día, 7 días a la semana con nuestro Señor; dos y medio años de revelación divina, dos y medio años de miles de milagros, dos y medio años de la enseñanza más profunda que podemos imaginar, y que no podemos imaginar; dos y medio años para que ellos vean todo lo que necesitan ver para aprender todo lo que necesitan aprender.
Y recientemente parece como si su poder se ha incrementado, ese milagro inmenso, poderoso de crear suficiente comida para casi 25 mil personas digamos, y después seguido unas cuantas semanas después en esa área cerca de Betsaida, con otra alimentación parecida en Decápolis, que quizás se acercó a 20 mil personas, y Él creó alimento de la nada. Y estuvo ese episodio en donde Él caminó sobre agua, del cual Pedro fue un testigo ocular porque él mismo lo hizo bajo el poder del Señor; y después hubieron grandes curaciones, la curación de gentiles en la pequeña gira ahí en las áreas gentiles, y curaciones de judíos. Pudo haber habido una corriente de estas cosas recientemente, pero los milagros masivos de crear alimento, los milagros creadores, visibles en todo sentido, debieron haber sido en cierta manera las evidencias culminantes que necesitaban para afirmar que Éste, de hecho, era su Mesías. Habían tenido suficiente revelación para ser creyentes.
Ahora, permítame decir esto. Galilea había recibido suficiente revelación como para ser condenada. Muy bien, estaban en las palabras de Romanos 1 sin excusa, habían recibido revelación suficiente como para ser juzgados, no hay duda al respecto; y Jesús los juzga. Hay un pasaje en Juan 12, en el versículo 36, en donde Jesús dice: “Mientras que tenéis la luz, creed en la luz, para que puedan volverse hijos de luz”. Él dice en el versículo anterior: “Mientras tenéis la luz andad en la luz, para que las tinieblas no se apoderen de vosotros”, y después Él dice estas cosas, Jesús habló, versículo 36: “Y se fue y se escondió de ellos”. Han tenido la luz, han tenido la luz, han tenido la luz, no más luz. Este incidente viene al final de su vida, apenas antes del discurso del aposento alto en su semana de la pasión.
“Se acabó”, Él se fue. Versículo 37: “Aunque Él había hecho tantas señales delante de ellos, sin embargo no estaban creyendo en Él”. ¿Acaso ésta fue una sorpresa? No. Cumple la palabra de Isaías, el profeta, la cual él habló: “Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio, y a quién se le ha revelado el brazo del Señor?”, por esta razón no podían creer, no quisieron creer, y ahora no pueden creer. Han pasado el punto en donde es posible.
Escuche, si hubo suficiente revelación para condenar a los incrédulos, hay suficiente revelación para convencer a los creyentes. Ellos no deberían haber estado haciendo estas preguntas, ¿por qué les toma tanto tiempo hacer esta confesión? Y le recuerdo que esta es la primera vez que cualquier persona, cualquier humano en el Evangelio de Marcos, hace esta confesión acerca de quién es Jesús. El Padre la hace en el bautismo, los demonios la hacen varias veces; pero no es sino hasta ahora, dos y medio años en esto, con algunos meses antes de la cruz, que ellos finalmente hacen esta confesión. Ya era tiempo.
Entonces, cuando llegamos a este pasaje, primero vienen las buenas noticias, y esa es la confesión, y es motivada por un examen. Me encantan este tipo de exámenes, solo hay dos preguntas en este examen; me gusta un examen de dos preguntas para llegar al punto. Dos preguntas. Pregunta número uno. “Preguntó a sus discípulos diciéndoles”, y esta es una conversación que se está llevando a cabo, “Quién dicen los hombres”, “hoi antropo”, y es un término genérico, “¿Quién dice la gente que soy Yo? ¿Simplemente otro profeta? ¿Quién dice que soy Yo? La gente”. Lucas 9:18 dice que Él también dijo, conforme la conversación se desarrolló: “¿Qué dicen las multitudes acerca de Mí?”, y él usó la palabra “oclos”, refiriéndose a multitud o masas, la palabra favorita de Lucas para referirse a las multitudes no comprometidas, que siguieron por los milagros y el entretenimiento, pero que fueron impenitentes, endurecidos de corazón, justos a nivel personal, indiferentes, incrédulos, “¿Quién dicen que soy Yo?”.
De hecho, en Mateo él añade que Él dijo: “¿Quién dicen que es el Hijo del Hombre? ¿Qué dice el entendimiento humano? Denme la respuesta del entendimiento humano”, la respuesta viene en el versículo 28, y de nuevo, recuerde que están haciendo preguntas y están respondiendo, y entonces le dijeron: “Algunos dice Juan el Bautista”, eso pareció siempre guiar el desfile de opciones; y alguien más dice “Elías”, y hay otros que piensan “uno de los profetas”, y puede imaginarse la conversación conforme se desarrolla y están dándole estos nombres, Juan el Bautista – esa es la noción más común.
¿Cómo podría ser Juan el Bautista? Él estaba muerto, le cortaron la cabeza. No se acuerda de Mateo 14:1-4, Lucas 9:7-9, que Herodes le cortó la cabeza, cuando oyó acerca de que Jesús iba a todos lados haciendo todos estos milagros y dijo: “¿Juan el Bautista, ha regresado de los muertos?”, de regreso de los muertos. Esa parece haber sido la noción popular, porque usted no podía negar que Jesús era un profeta, no podía negar que Él era un obrador de milagros; entonces quizás Él era un Juan el Bautista resucitado. Bueno, otros tuvieron otras opiniones, algunos pensaron que era Elías, ¿por qué habrían escogido a Elías? Bueno, ellos habrían escogido a Juan el Bautista, porque Juan el Bautista debía ser el precursor del Mesías; Juan inclusive declaró que era el precursor del Mesías; y Elías, según Malaquías capítulo 3 y capítulo 4, debía venir a la tierra apenas antes de la llegada del Mesías.
Entonces, si no es Juan el Bautista, quizás no es Juan el Bautista resucitado de los muertos, quizás Él es Elías. Elías, después de todo, según 2ª de Reyes 2, había sido llevado al cielo y no murió; bueno, quizás él ha regresado como Malaquías dijo que regresaría. Y según Mateo, alguien más dijo: Jeremías. “Algunos creen que eres Jeremías”. Ahora, ¿por qué sacarían a Jeremías? Bueno, había una tradición algo rara entre los judíos en esta época, de que Jeremías en espera de la cautividad babilónica, reconociendo lo que venía, fue al templo y tomó el altar de incienso, y el arca del pacto, se las llevó y las colocó en algún lugar en el Monte Nebo, y según la tradición, antes de que el Mesías regresara Jeremías regresaría, y él iría por el altar de incienso, iría por el arca, y cuando recuperara el arca, entonces el Mesías vendría en su gloria.
Entonces, existían todas estas posibilidades, por cierto estaban todas mal. La tradición acerca de Jeremías aparece en 2ª de Macabeos, en ese libro apócrifo intertestamental; pero todos estaban cortos de la verdad. Pero esto es lo que todos tenían en común: todos sabían que Jesús tenía que ser un profeta, sabían que tenía que ser de Dios, pero también no estaban convencidos de que Él no podía ser el Mesías, no era posible en absoluto. ¿Por qué no podía ser el Mesías? Porque ellos tenían un concepto mesiánico muy desarrollado, un gobernante político con poder militar, derroca a Roma, destruye a todos los enemigos de Israel, trae bendición a Israel, prosperidad a Israel, paz permanente a Israel, eleva a Israel para que sea la nación más grande sobre la faz de la tierra; el resto de las naciones están bajo la sombra de Israel, el Mesías reina en Israel, y domina al mundo; la justicia fluye.
Tomaron todas las profecías del Antiguo Testamento – el desierto florece como una rosa; las profecías de Isaías acerca de la naturaleza del reino, todo eso; las promesas de David todas cumplidas, las promesas a Abraham todas cumplidas; la promesa del nuevo pacto a Jeremías, la salvación de Israel cumplida; y la salvación de los gentiles, conforme el Evangelio se extiende a la tierra, ¿dónde estaba todo esto? Su concepto mesiánico estaba muy desarrollado, y entonces no podían llegar al punto en donde veían a Jesús como el Mesías, porque Él no encajaba con eso. Él no era un líder militar, Él no era el conquistador, Él no era un destructor de ejércitos, Él no se veía como un rey o actuaba como rey; entonces se quedan cortos.
Juan 3:1-2: “Sabemos que eres un Maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer lo que haces, a menos de que Dios esté con Él. Entonces, lo entendemos, lo entendemos, Tú eres un profeta de Dios”, y eso es lo que todos están diciendo, ese es el concepto popular. Juan el Bautista, Jeremías, Elías, y estoy seguro que incluyeron a otros; esa es la pregunta número uno en el examen.
La segunda pregunta, en el versículo 29 continuó haciéndoles la pregunta: “¿Y vosotros quién decís que soy?”. Por cierto, esa es la pregunta más importante que usted jamás va a responder, esa es la pregunta más importante que cualquier ser humano va a responder. ¿Quién es Jesucristo? Toda persona en este planeta es responsable ante Dios eternamente por la respuesta a esa pregunta. La respuesta equivocada significa el infierno, la respuesta correcta significa el cielo. La gente común y corriente tiene respuestas a eso, los filósofos tienen respuestas, los pseudo-eruditos tienen respuestas, los teólogos liberales tienen respuestas, los musulmanes tienen respuestas a eso, los judíos tienen respuestas a eso; los secularistas, ateos, humanistas, religionistas, respuestas no obstante que los condenan, respuestas equivocadas.
Y después, todos estamos expuestos a los libros interminables de la búsqueda del Jesús histórico. Artículos han sido escritos, seminarios por televisión y series que han sido presentadas como buscando al Jesús real, en donde usted ve a alguien buscando al Jesús real; usted sabe que esa es una operación satánica. Lo que sea, un velo por atacar la Biblia, no es difícil encontrarlos. Si usted lee Mateo, Marcos, Lucas y Juan, no me ha parecido difícil en absoluto, en absoluto. De hecho, ellos, los discípulos concluyen exactamente lo que Juan dice que fue el propósito para el cual los Evangelios fueron escritos, para probar algo. Juan 20:31: “Estas cosas os he escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios Viviente”. Esa es la razón por la que los cuatro Evangelios son escritos, Juan 20:31.
Viene el final del cuarto Evangelio, todos son escritos para que usted crea que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente. ¿Cuál es la confesión de Pedro? Según la presentación completa de Mateo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente”, Pedro confiesa exactamente lo que los Evangelios están demostrando. Él no tiene los Evangelios, él está ahí, él lo vive. Entonces, él llega a la conclusión a la que cualquier lector del Evangelio bueno y fiel ha llegado. Entonces, no me dé ningún argumento absurdo acerca de que usted está buscando al Jesús histórico fuera de los Evangelios, ese es un pretexto para tratar de destruir las Escrituras, y ese es el juego de Satanás.
Entonces, la pregunta: “¿Quién dicen que soy Yo?”, Pedro respondió, él ahora es el vocero oficial, y estoy seguro de que están hablando de esto todo el tiempo; estoy seguro conforme pasaba día tras día, siempre estaban hablando de esto: “¿Es Él o no? ¿Es Él o no? ¿Quién es?”. Pero esta es la primera vez que una confesión es hecha en Marcos: “Tú eres el Cristo”. Esa es la segunda vez que la palabra “Cristo” ha sido usada en el Evangelio de Marcos, la primera vez en el 1:1, el principio del Evangelio de Jesucristo; no hemos oído esa palabra en ocho capítulos, “Cristos”, el equivalente hebreo para “Ungido”. “Cristos” no es un nombre, Jesús es un nombre, “Y llamarás su nombre Jesús”. el nombre sobre todo nombre dado a Él después de la resurrección es Señor. Jesús es un nombre, Señor es su título definitivo.
¿Qué es Cristo? Esa es la palabra para Ungido, que define su obra. Él es el Rey prometido por Dios, el Profeta, Sacerdote. De hecho, si usted lee Lucas, la afirmación completa de Pedro: “Tú eres el Cristo, de Dios”; si usted lee Mateo: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente”; no creo que Pedro dijo una cosa, creo que él lo repitió de diferentes maneras en la conversación: “Tú eres, tienen razón, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente”, según Mateo 16. Dice usted: “Bueno, ¿qué estaban pensando durante dos años y medio?”; oh, estaban pensando que Él era, estaban pensando que Él era Dios, el Hijo de Dios, estaban pensando que era el Mesías; claro que estaban pensando, de hecho estaban primordialmente convencidos de que lo era; por qué le habrían dado su espalda al judaísmo, ¿verdad?
¿Por qué otra razón se habrían alejado de la oscuridad? ¿Por qué otra razón siguen a Jesús hasta este punto? Por cierto, muchos de sus discípulos ya habían dejado a Jesús hacía mucho tiempo atrás, ¿verdad? Juan 6: “Ya no anduvieron con Él más”. Él dijo cosas que los asustaron. Pero todavía están aquí, creen que Él es el Hijo de Dios, lo dijeron en el lago cuando Él caminó sobre el agua. “De cierto, Tú eres el Hijo de Dios”, creen que Él es el Mesías; ellos hasta cierto punto lo han creído a lo largo de todo este tiempo. ¿Por qué? Juan el Bautista, Juan 1:34 dijo: “Tú eres el Hijo de Dios, Él es el Hijo de Dios”, Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”, Juan el Bautista lo identificó como el Mesías, ellos aceptaron eso; y en Juan 1:41, Andrés proclama que Jesús es el Mesías, y Natanael lo llama el Hijo de Dios, el Rey de Israel.
Entonces, desde el principio, en base al testimonio de Juan el Bautista, antes de que hubieran visto algo, ellos reconocieron que Jesús podía ser el Mesías; y lo dijeron, “Él es el Rey de Israel, Él es el Hijo de Dios, Él es el Mesías”. Pero a lo largo de los años, luchan con eso; no luchan porque no hay evidencia de poder divino, simplemente luchan porque Él no se conforma a los patrones preconcebidos de ellos; es como el que está convencido contra su voluntad todavía está no convencido. Realmente es difícil saltar por la valla, luchan con dudas debido a que así como la gente ha concluido: “Él no puede ser el Mesías”, entonces Él tiene que ser alguien corto del Mesías; Juan el Bautista, el precursor del Mesías; Elías, quien regresará antes del Mesías; Jeremías, quien regresará antes del Mesías; pero nadie está diciendo: “Él es el Mesías”, Él no encaja con el paquete teológico preconcebido.
“Él quizás obviamente es un Profeta de Dios, vamos a concederle eso; pero Él simplemente no ha hecho lo que el Mesías hará. ¿Dónde está la conquista? ¿Dónde está la independencia nacional, la libertad nacional? Poder, bendición; ¿dónde está el derrocamiento de Roma? Y Él es tan manso y humilde, y sumiso, y le paga impuestos a Roma, y Él es odiado por los líderes de Israel”. De hecho, era tan raro comparado con su perspectiva mesiánica, que inclusive Juan el Bautista se confundió, ¡Juan el Bautista! Aquel quien fue su precursor, el que estaba relacionado con Él, aquellos cuyas madres estaban relacionadas que hablaban de todos estos asuntos, Juan el Bautista debió haberlo oído de su propia familia toda la historia acerca de cómo el ángel vino y le anunció a su mamá y a su papá que él nacería, y que él sería el precursor del Mesías, y ellos debieron haberle contado acerca de cómo María vino, y dio a luz al niño que fue el Mesías, y Jesús era su pariente, y él sabía quién era, y todo era angélico, revelación divina, y él oyó quizás una y otra vez las historias increíbles del anuncio y el nacimiento del Mesías; sin embargo, se confunde.
¿Por qué? Bueno, él está en la cárcel. Esto no se ve como el plan correcto aquí, y entonces él envía a algunos de sus discípulos; ellos llegan a Jesús y le dicen: “Queremos saber si eres el Mesías, o si debemos esperar a alguien más”, esta era la pregunta que todo mundo tuvo. “No puedes ser Tú, ¿acaso eres simplemente otro profeta?”, y después el Mesías entonces – usted puede entender que están aquí vacilando entre el temor y la duda; y no es tanto que no aceptan que Él es el Hijo de Dios, el Mesías, realmente no se puede negar, nada más que no pueden apropiarse de manera completa de esto, porque no se ve como ellos creen que debe verse. Pero aquí está finalmente la verdad de su Deidad y su naturaleza, su identidad como Mesías es establecido, y aunque continúan teniendo dudas y temores por el plan, ya no tienen dudas y temores por la persona.
Muy bien, esto lo resuelven aquí. Jesús fue el Hijo del Hombre, Él también fue el Hijo de Dios, por naturaleza hombre, por naturaleza Dios; Él no es una deidad mitológica como Pan, Él no es una deidad mortal como César. Esta confesión sale de la boca de Pedro, pero es colectiva. Pero no es nada más el resultado de la experiencia, no es nada más el resultado del empirismo, no es nada más el resultado de la razón humana, no es nada más atar los cabos obvios, porque cuando Pedro dice: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente”, inmediatamente esto es lo que Jesús le dijo registrado en Mateo 16:17: “Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás, porque carne y sangre no te lo reveló, sino mi Padre que está en los cielos”.
La razón humana no llega hasta este punto, el empirismo no llega a este punto, la experiencia no llega a este punto; se requiere intervención divina para llegar a esta confesión. Esa es la razón por la que 1ª de Corintios 12:3 dice que ninguno puede confesar a Jesús como Señor, sino por el Espíritu Santo. Este es una obra divina, y este es el momento. Hubieron momentos antes de éste; hubo un momento en el mar, cuando dijeron: “Verdaderamente Tú eres el Hijo de Dios”, ese fue un momento de revelación divina. “De cierto, eres el Hijo de Dios, ¿pero Mesías? Simplemente no encajas con el retrato, con las expectativas”. Ahora dicen: “Tú eres el Cristos, Tú eres el Ungido, Tú eres el Mesías, el que ha venido como el Profeta, Sacerdote y Rey para reinar y gobernar, Tú eres”.
Y simplemente yo extendería esta realidad para decirle que nadie hace la confesión completa de Jesús como Señor y Cristo, sino por la intervención de Dios. Nadie está plenamente convencido, a menos de que Dios le dé entendimiento. “Ninguno puede venir a Mí”, Jesús dijo en Juan 6, “si el Padre que me envió no le trajere”. 1ª de Corintios dice: “La única manera en la que ustedes conocerán la verdad es cuando el Espíritu de Dios les enseñen”, el Espíritu de Dios les enseña, el hombre natural no percibe las cosas que son de Dios, son conocidas únicamente por aquellos que son enseñados por el Espíritu Santo.
Me encanta Mateo 11, versículo 27, la misma idea porque afirma esa verdad que le acabo de expresar: “Todas las cosas me han sido dadas por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiere revelar”. Usted no puede conocer a Dios, a menos de que el Hijo se lo revele a usted; usted no puede conocer a Cristo, a menos de que el Espíritu se lo revele a usted. Entonces, aquí viene la revelación de Dios acerca de quién es Jesús. Las dudas que quedaban desaparecen; no significan que no dudan del plan, ¡oh!, dudan del plan, pero significa que a partir de aquí no dudan de la persona, y aquí es donde usted empieza, ¿verdad? La verdad de Jesucristo entonces fue creída porque la revelación completa vino de Dios a ellos, Jesús fue confesado como el Mesías debido a que la obra de Dios y la obra del Espíritu Santo había sido llevada a cabo en sus corazones, confiesan la verdad, en contraste claro y deliberado con los puntos de vista populares. “Todo mundo dice que Tú eres alguien diferente del Mesías, nosotros decimos que Tú eres el Mesías”, y hubieron unos cuantos que encontraron el camino estrecho.
Las buenas noticias terminan con una advertencia conocida en el versículo 30, Él les advirtió que no le dijeran a nadie de Él, y cubrimos eso tantas veces, advertencia, “epitimao”, una palabra fuerte, fuerte; les mandó, les advirtió, les reprendió; una palabra compuesta muy fuerte. Les manda de manera fuerte: “No, no esparzan esto, no le digan a nadie acerca de Mí”, ¿por qué? ¿No quería incitar a sus enemigos? Algunas personas creen eso. ¿No quería incitar a sus amigos? Y ahora que Él ha dicho que Él es el Mesías, van a incrementar el tono como lo que hicieron en Juan 6, cuando trataron de hacerlo rey a la fuerza, ¿se acuerda de eso, después de que los había alimentado? ¿Es debido a que no quiere incitar a sus enemigos o a sus amigos? No, no. Él no va a disminuir el odio de sus enemigos, ¿verdad? Todavía van a andar detrás de Él, y lo van a odiar hasta que lo coloquen en la cruz.
Y Él aún así no va a poder minimizar la emoción de algunos de sus amigos superficiales, que van a dar testimonio en unos cuantos meses a partir de aquí cuando Él entra a Jerusalén en la entrada triunfal, y la ciudad entera esté gritándole como el Rey, como el Mesías; Él simplemente no está tratando de mantener lejos a sus enemigos, y mantener a sus amigos lejos de empujarlo a hacer cosas que Él no quiere hacer. Le he dicho antes, y lo vuelvo a decir, que la razón por la que Él dice: “No le digan a nadie de esto”, es porque Él está instruyendo a los discípulos, al decirles que este no es el mensaje completo. Él no quería que los milagros se esparcieran porque no era el mensaje completo de que Él era un obrador de milagros. Decir que Él es el Mesías, no es el mensaje completo. Usted puede pronunciar a Jesús como el Mesías, pero ese no es el mensaje completo porque carece del Evangelio.
Bueno, eso es evidente por el siguiente versículo, las malas noticias: “No le digan a nadie, tienen que aprender más”, y Él comenzó, lo cual significa que esto comenzó el tema de su enseñanza de aquí en adelante, Él comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debe sufrir muchas cosas, y ser rechazado por los ancianos y los principales sacerdotes y los escribas, y ser matado, y después de tres días resucitar. Malas noticias. Las mejores noticias jamás pronunciadas, seguidas por las peores noticias. Qué golpe. Lo último que esperarían ahí en las faldas de un gran momento de revelación y claridad, fue un anuncio de muerte, ¿cómo podía el Mesías de Dios, el Redentor de Israel, el Conquistador de todos los enemigos de Dios, sufrir? ¡Sufrir! Por cierto, comenzó a enseñarles – y se convierte en el tema, capítulo 9, versículo 31: “Conforme fueron, Él les estaba enseñando a sus discípulos diciéndoles: El Hijo del Hombre será entregado en las manos de hombres; cuando Él haya sido matado, Él resucitará tres días después”.
Capítulo 10, versículo 33: “He aquí vamos a Jerusalén. El Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a la muerte, lo entregarán a los gentiles, se burlarán de Él, le van a escupir, lo van a azotar, lo van a matar; tres días después Él resucitará”. ¿Cuál es el punto de todo esto? Bueno, Él lo dice en el versículo 45 del capítulo 10: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para dar su vida en rescate por muchos”. Como Phill estaba cantando de eso. Él vino a entregar su vida en rescate por muchos. Él les va a explicar esto: ¿Por qué vas a morir? ¿Por qué vas a morir? ¿Debes sufrir? Es una pequeña partícula “de”, significa “es necesario”, es requerido que sufras muchas cosas. ¿Por qué esas cosas? ¿Traición, arresto, negación, abandono, injusticia, prisión, burla, golpes, crucifixión, abandono por parte de sus discípulos, etcétera?
“Vas a sufrir muchas cosas”. El Padre determinó, y será rechazado. “Apodokimadzo”, “dokimadzo” significa “probar algo para ver si es verdad, para validarlo, para certificarlo”, esta es una forma compuesta de eso, y significa “rechazar después de investigación”. Jesús sufrirá muchas cosas, una de esas cosas será una investigación. Primero, Anás, Caifás; después Herodes, después Pilato; todo el juicio falso. El verbo es seleccionado cuidadosamente. Después de evaluación, después de ser examinado, después de prueba, Él será rechazado como fallido y falso, pero no sin algún tipo de forma de consideración cuidadosa; todo esto se encuentra en los juicios de Jesús, y el aspecto extraño, raro de esto, no va a ser paganos, sino va a ser por hombres que han confesado ser impíos, paganos, sino que todo esto va a venir por manos de los ancianos y los principales sacerdotes y los escribas; el Sanedrín condujo todo eso.
Ellos fueron responsables por su traición, ellos compraron a Judas para el arresto de Él, ellos fueron los que estuvieron a cargo de los juicios falsos, fueron los que lo entregaron a los romanos para todo el abuso físico; ellos fueron el concilio gobernante del judaísmo, ellos fueron la élite de 70 hombres constituidos de ancianos, jueces, líderes de tribus, principales sacerdotes; ellos habrían sido los sacerdotes del sistema del templo, los saduceos, los liberales religiosos, y después estaban los escribas quienes eran los fariseos. Entonces, fue un gobierno de coalición constituido por fariseos, saduceos, quienes eran enemigos teológicamente, y otros líderes importantes en la comunidad, y jueces, y constituyeron esta coalición, el consejo religioso que presidía sobre Israel; y fueron ellos los que serían responsables por matar al Mesías.
¿Cómo es que ellos podían procesar esto? Creo que no pensaron en Isaías 53, “Él será herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades, y el castigo de nuestra paz será sobre Él, y por sus llagas fuimos nosotros curados”, Isaías 53 lo presenta, el siervo sufriente, el siervo sufrirá y morirá. Y entonces las malas noticias vienen inmediatamente de las buenas noticias, y son las peores noticias que jamás imaginaron. Es incomprensible, ni siquiera pueden asimilarlo, yo creo que ni siquiera llegaron a escuchar la última parte: “Y después de tres días resucitará”. Él había dicho eso antes, al principio de su ministerio, antes de que inclusive estos hombres fueran parte de su vida, cuando Él dijo: “Destruid este cuerpo, y en tres días lo resucitaré”. Aquí lo vuelve a decir. Conocían el Salmo 16 que el Santo no verá corrupción, sino que el Señor le mostrará el camino de la vida; una profecía de la resurrección.
Pedro predicó de ese pasaje de resurrección, ¿no es cierto? El día de Pentecostés, cuando Pedro predicó la resurrección el primer día en que la iglesia nació, y el Espíritu vino, él escogió el Salmo 16 el cual prueba la resurrección. ¿No conocían Isaías 53, que terminan los versículos 10 al 12 diciendo que el Mesías será glorificado, y exaltado, y levantado después de su muerte sustitutiva en la cual Él muere como un sustituto por los transgresores? La resurrección es cierta, es tan cierta como la crucifixión. Entonces, las malas noticias realmente son buenas noticias porque Él va a ser matado, pero Él va a ser matado por usted, Él va a morir en su lugar, Él va a ser básicamente castigado por sus pecados, “hecho pecado por nosotros”, 2ª de Corintios 5:21; Él se volvió maldición por nosotros, Gálatas 3. Y después Mateo 16:21 dice: “Desde ese entonces, Jesús comenzó a mostrarle a sus discípulos que Él debía ir a Jerusalén, sufrir muchas cosas de los ancianos, principales sacerdotes, escribas; morir y resucitar el tercer día”. Creo que este fue el tema de conversación diaria a partir de aquí.
Ya no más preguntas acerca de la persona, pero luchan con el plan. Realmente luchan con el plan. La lucha no era porque Jesús no fue claro. Por favor, note el versículo
32: “Esto les decía claramente”, “parrhesia", significa “claramente”. Me gustaría que se fuera a mi versículo de por vida: “Esto les decía claramente”, claro es bueno, claro es bueno; nada más que aquí Él está afirmando algo claro, inequívoco. Usted no tiene que ser un erudito para entender lo que Él dijo, no es lenguaje místico, esotérico, Él estaba afirmándolo claramente. Su confusión entonces viene no a partir de la comunicación de Él, sino que no pueden aceptar el plan.
Entonces, Pedro, a la mitad del versículo 32, lo tomó a un lado, o lo jaló: “Ven conmigo, Señor, Hijo de Dios, Mesías, ven conmigo, acércate”. ¿Presuntuoso? Absolutamente. ¿Embriagado con el privilegio? Seguro. Alentado por un sentido de importancia de la afirmación del Señor que él recibió cuando lo recibió de Dios, él está lleno de amor y de intenciones amables, no hay duda acerca de la persona; pero él tiene algunas preguntas acerca del plan; entonces, él toma al Señor y lo jala. Ahora, si usted jamás ha cuestionado la humanidad de Jesús, esta es una de las más grandes ilustraciones en los Evangelios de qué tan humano fue Jesús; él lo trató como un hombre, porque Él era un hombre. Lo jala a un lado. Él tiene que darle un entendimiento mejor de esta responsabilidad que tiene como Mesías, y después dice que comenzó a reprenderlo.
¡Comenzó a reprenderlo! ¡Wao! Es la misma palabra usada antes, cuando Jesús lo reprendió, les advirtió a no decirle a nadie, una palabra fuerte, fuerte; él confronta a Jesús y realmente con fuerza. Mateo lo dice de esta manera: “Que Dios lo prohíba, Señor, esto nunca te sucederá”. Él no está haciendo preguntas, él está haciendo afirmaciones. En términos idiomáticos es una frase interesante en Mateo: “Que Dios te conceda algo mejor que eso. ¡Oh! Esto no va a pasar, y no vamos a permitirlo”.
Bueno, versículo 33, pero Él, volviéndose y mirando a los discípulos, después de que fue jalado por Pedro, reprendió a Pedro para que todos pudieran oír; misma palabra otra vez, la tercera vez que se usa, es fuerte, diciendo: “Quítate de delante de mí, Satanás”. Wow, en primer lugar, Mateo dice: “Me eres estorbo, me eres una piedra de tropiezo, eres un estorbo”, después el golpe real: “Quítate de mi vista, Satanás”, eso es literalmente lo que dice, “Quítate de mi vista, Satanás”. Es una mala idea que los seguidores jueguen a ser Dios. Cuando usted se coloca en el lugar de Dios, usted termina colocándose en el lugar de Satanás. Él le dice: “Porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. Esa es una condenación de Pedro, Pedro no quería una cruz; estos hombres estaban esperando gloria.
Recordamos que Pedro, ¿qué?, Jacobo y Juan vinieron con su mamá para pedirles si podían sentarse a su derecha y a su izquierda en el reino, digo, todo tenía que ver con elevación, gloria, poder, prosperidad. Jesús dice: “Me eres tropiezo”, según Mateo, “Eres un escandalón”, “escandalón” significa “eres una trampa”, “Eres una trampa de Satanás, eres una piedra de tropiezo de Satanás. Si estás tratando de desviarme de la cruz, estás del lado de Satanás. Quítate de mi vista”.
Hombre, ¿ha habido un hombre que ha sido tan elevado y tan humillado tan rápido? Wao. Pedro y los otros estaban ahí, atrapados en la estrechez de la actualidad, el presente, y no entendieron los ecos de los profetas pasados, y las glorias futuras de la resurrección. “Tú eres la piedra de tropiezo si tratas de evitar que vaya a la cruz, lo cual en sí mismo será la piedra de tropiezo”, Pedro debió haber sido aplastado. Pero el camino del hombre, y el camino de Satanás, es el camino a la gloria y a la bendición y al poder sin el sufrimiento, sin dolor. El camino de Dios es gloria, bendición, poder, mediante sufrimiento, mediante sufrimiento.
¿Pedro aprendió? Realmente aprendió. Sería bueno cerrar viendo 1ª de Pedro, simplemente un par de comentarios. 1ª de Pedro 2:21, Pedro escribe: “Pues para esto habéis sido llamados, debido a que Cristo también ha sufrido por vosotros dejando su ejemplo para que sigáis sus pisadas”. Él sufrió y también ustedes sufrirán. “El cual no cometió pecado, ni se halló engaño en su boca”, versículo 22, “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; mientras que sufría, no amenazaba, sino que estuvo encomendándose a Sí mismo al que juzga justamente”. Él está escribiendo a creyentes que están sufriendo, que están siendo perseguidos, y él le está diciendo: “Este es el camino a la gloria, y el modelo es su Salvador, este es el camino de Jesús a la gloria, este también es nuestro camino”.
Y después, versículo 24, muestra que él entendió la expiación sustitutiva de Cristo: “Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo en la cruz, para que muramos al pecado y vivamos a la justicia”, y él ahora entendió Isaías 53 porque él toma esta afirmación final de ahí, “Por su llaga sois curados”. Entonces, él entendió la expiación sustitutiva, él entendió el camino a la gloria a través del sufrimiento, porque inclusive el Salvador, como también para todos los que siguen al Salvador. Entonces él dice en el capítulo 4, versículo 12: “No os sorprendáis por el fuego de prueba que viene a vosotros, no les sorprenda”, versículo 13, “Al grado que compartan en los padecimientos de Cristo, sigan regocijándose, continúen regocijándose”, versículo 19, “Aquellos que sufren según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al fiel Creador y hagan el bien”.
“Aprendan a sufrir, es el camino, es el camino a la gloria”. Capítulo 5, versículo 10: “Después de que habéis padecido por un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionará, confirmará, fortalecerá, y os establecerá”. Y después aquí hay una doxología que debió haber venido de su propia experiencia, “A Él sea la gloria, por los siglos de los siglos, amén”. Pedro necesitaba ser perfeccionado, confirmado, fortalecido, establecido, ¿no es cierto? Y fue un camino de sufrimiento lo que lo llevó ahí.
Las buenas noticias: Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios. Las malas noticias: Él va a morir. Las buenas noticias: Él va a resucitar; y las noticias realmente buenas son llamadas el Evangelio que Jesús murió y resucitó por la salvación de todos los que creen en Él.
Padre, esta es la razón por la que estamos aquí para adorarte, debido a la gloria del Evangelio, confírmala en nuestros corazones. Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
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