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Vamos a pasar a continuación a Lucas capítulo 12 versículos 22 al 34. Lucas 12:22 al 34. Ésta porción de las Escrituras contiene algunas cosas, con las que usted puede estar familiarizado, y eso se debe a que gran parte de lo que Jesús dice aquí en Judea, meses antes de su muerte, también lo dijo en Galilea, mucho tiempo antes de esto, lo que conocemos como el Sermón del Monte. De hecho, el pasaje en Lucas 12:22 al 34, es un paralelo directo de Mateo 6 versículos – bueno, alrededor del versículo 19 hasta el final del capítulo, versículo 34. Entonces, va a encontrar aquí un paralelo muy, muy cercano a ese texto en Mateo capítulo 6, el cual puede comparar. No vamos a estar pasando de un pasaje a otro. Este entonces, en cierta manera se encuentra en el corazón de la enseñanza conocida de Jesús, la cual sin duda alguna ya había registrado en dos lugares en las Escrituras. Pero sin duda, predicó en muchas ocasiones en muchos lugares diferentes.

La clave para entender el pasaje que tenemos frente a nosotros, el cual va a considerar usted familiar, cosas como no os afanáis por su vida, consideren los cuervos, los lirios, buscad primeramente el Reino y estas cosas os serán añadidas, donde está vuestro tesoro ahí estará también vuestro corazón. Esas son cosas familiares. Pero, al entrar al pasaje, lo que une a este texto, es una declaración que Jesús repite tres veces en esencia. Versículo 22: “No os afanéis”. Y, después versículo 29: “No os preocupéis”. Y, después en el versículo 32: “No temáis”. Entonces, he titulado este pasaje, Una Vida Libre de Preocupación, o Una Vida Libre de Ansiedad, o Una Vida Libre de Estrés. En las Escrituras, el Señor Jesucristo por lo menos en doce ocasiones, se registra que dice: “No os preocupéis”. “No os afanéis”. Y, Él explicó por qué en las ocasiones en las que Él dijo eso. En varias ocasiones, Él dijo: “No temáis”, y explicó por qué. La vida libre de ansiedad, es parte de lo que el Señor ofrece. Es parte del mensaje del Evangelio. Es lo que nosotros tenemos por estar en el Reino, si queremos tomarlo.

Entiendo por qué el mundo está estresado. Entiendo por qué la gente está ansiosa. Entiendo por qué se preocupa. Entiendo por qué tienen ataques de pánico. Es aterrador estar viviendo en este universo inexplicable y sintiéndote totalmente solo, sin poder entender por qué estás aquí, y a dónde vas. Entiendo que hay cierto temor cósmico. Entiendo por qué la gente toma drogas y toma, y se entrega a la comida, y se entrega a las compras, y aventuras de todo tipo para llenar sus mentes con otros pensamientos. Vivimos en una cultura llena de ansiedad. Y, lo que es sorprendente de esto, es que ésta es la sociedad que más se ha entregado a satisfacer sus deseos personales. Ésta es la sociedad más cómoda que jamás ha existido. Ésta es la sociedad que tiene más, pero, parece que es la cultura más llena de ansiedad, más afanada, más estresada que jamás ha existido. Tenemos un mundo médico inmenso que existe para hacer nada más que ayudarle a la gente con estrés. No hay preocupación alguna que no se nombre. No hay preocupación que no se defina. No hay preocupación que no sea catalogada. No hay preocupación que no sea diagnosticada. Y, ninguna preocupación se escapa de ser medicada. Simplemente, siguen sin ser aliviadas. La gente vive con ansiedad, vive con preocupación, vive con estrés. Pero, es tan común que ni siquiera hablamos de eliminarlo. El término es, “cómo manejarlo”. Tomas un curso para ir a un seminario, escuchas una clase, compras una cinta acerca de administración, o cómo manejar el estrés, como si fuera un equipo de béisbol, como si necesitaras una línea de producción, o un administrador. Cuando Jesús viene y dice: “No les voy a enseñar a cómo manejar su estrés, lo voy a eliminar”.

La meta en la sociedad en la que vivimos, es administrar o enfrentar, o manejar la ansiedad, cómo de alguna manera deshacerse del pánico, del estrés, de la ansiedad que usted siente, debido a que está viviendo en medio de un universo cósmico, que le es inexplicable a usted, y que hay temores desordenados subyacentes, ansiedades que salen a la superficie con mucha frecuencia. Y, llega a ser bastante serio con muchas personas, alrededor de 20 millones en Estados Unidos de Norteamérica, 20 millones de adultos son sujetos anuales, son personas que están sujetas anualmente al mundo de las enfermedades mentales, alrededor de $42 billones de dólares al año en costos gubernamentales. Vienen con desórdenes de ansiedad que reciben nombres, asuntos que se solapan y se mezclan. No es como si tienes algún tipo de área de ansiedad, hay varias categorías. Está lo que se llama el AD General, el cual es el Desorden de Ansiedad General. Y, supongo que podrías incluir casi todo ahí. Después está el Desorden de Ansiedad Obsesivo-Compulsivo, lo cual significa que realmente hace cosas raras, como lavar sus manos cien veces diario, o arrancarse el cabello, o frotarse tanto la nariz que se le cae, o algún otro tipo compulsivo inexplicable de conducta. Y, después está el Desorden de Pánico, en el cual usted entra a un alto nivel de pánico, hay palpitaciones de corazón rápidas, temor extremo, y realmente no hay una razón, y realmente no hay una razón circunstancial por ello. Tenemos también estrés post-traumático, AD, el cual es algún nivel de pánico, en el cual – el cual usted siente después de algo que usted acaba de enfrentar. Está lo que se llama el Desorden de Ansiedad Social, el cual me imagino que significa que ni siquiera lo tiene, si no está cerca de la gente. Y, después está el AD específico, fobias específicas acerca de algunas personas que entran en ansiedad, se afanan, están llenas de ansiedad. Si ven una rata o algunas con una serpiente, o algunas tienen ansiedad por una tormenta. Algunos literalmente tienen una fobia con los closets, agorafobia, claustrofobia, acrofobia, las alturas, etcétera, etcétera. Y, alrededor del 50% de la población norteamericana experimenta algún tipo de desorden de ansiedad psiquiátrico, alrededor de la mitad de la gente en Norteamérica en su vida. Y, 100 millones se estima que 100 millones a nivel mundial tienen ataques de pánico, simplemente de la nada sienten un pánico terrible, aterrador. Y, esto es enorme. Y claro, el negocio médico es enorme, para tratar de manejarlo, o tratar de controlarlo, y las compañías de medicinas, claro, son el jugador vital, tienen un papel clave en cómo es eso manejado.   

De acuerdo con la Universidad Estatal de Ohio, tienen una página en la Internet, en la cual enfrentan algunas de estas cosas, tratan con algunas de estas cosas. Y, una de las declaraciones en su página es: “La meta de algún tratamiento, es hacer que la ansiedad sea una parte que se puede manejar en la existencia diaria”. Lo mejor que el mundo le puede ofrecer a usted, es cómo manejar su ansiedad. Jesús le ofrece cómo eliminarla. ¿Eso se oye como algo bueno? ¿Deshacerse de ella en su totalidad, detenerla? De hecho, usted puede traducir básicamente el versículo 22: “Dejen de estar ansiosos”. Versículo 29: “Dejen de preocuparse”. Versículo 33: “Dejen de tener miedo”. El mundo le va a ofrecer terapia de conducta cognitiva o una larga lista de medicinas. Pero, nuestro Dios compasivo, ofrece una solución mucho mejor, y esa es la eliminación de su ansiedad en absoluto, de manera total. Deje de estar ansioso, deje de preocuparse, deje de tener miedo. La preocupación es algo realmente mortal. Roche dijo: “La preocupación es una corriente delgada de temor que está corriendo por la mente”. Si es alentada, abre un canal por el cual el resto de los pensamientos son drenados. Usted puede comenzar con un poco de preocupación y puede absorber su vida entera. Leí esto hace algún tiempo atrás. No sé por qué leí algunas de las cosas que leí, simplemente por curiosidad, me imagino. Pero, estaba leyendo acerca de los estándares en una institución en Washington, D.C., y establecen todo tipo de estándares. Y, había un pequeño párrafo que decía esto: “Una neblina densa que cubre siete cuadras en una ciudad” – ¿están conmigo? “Una neblina densa que cubre siete cuadras en una ciudad, de 100 pies de profundidad, está constituida de menos de un vaso de agua dividido en 60 mil gotas”. No hay mucho, ahí el párrafo dijo. “Pero, afecta a la comunidad entera, paraliza a la comunidad entera”. Bueno, eso es lo que puede suceder en la preocupación. Usted puede tener algo del tamaño de un vaso de agua, paralizando a una comunidad entera. La palabra preocupación, de hecho viene de una palabra alemana antigua, y la palabra antigua alemana es wyrgan. Y, significa estrangular, ahogar. Está hablando de estrangulación mental, a través del temor y la ansiedad, y el estrés, y la preocupación.

Ahora, solo hay dos esferas en las cuales usted puede preocuparse. Puede preocuparse por el mundo físico, puede preocuparse por       el mundo espiritual. Puede preocuparse por lo que se inmaterial o lo que es material. Puede preocuparse por lo que es terrenal y lo que es celestial. Y entonces, eso es precisamente lo que Jesús dice: “No necesita preocuparse por eso”. En el versículo 22 ÉL dice: “No os afanéis por vuestra vida”. Y, con eso se refiere a lo que usted come, a su cuerpo, a lo que viste. Deje de preocuparse por eso, por las cosas básicas de la vida. Después en el versículo 32: “No teman a nivel espiritual, porque su Padre ha escogido con gusto darles el Reino”. De esta manera, usted no se queda con nada porque preocuparse, nada porque estar ansioso, nada porque estar estresado, nada porque tener pánico. Entonces, concluimos que si usted se preocupa como cristiano, la preocupación es un pecado. Pero, es un pecado que emana a partir de no entender a Dios, debido a que usted no entiende a Dios, no entiende Su amor soberano, no entiende Su cuidado soberano, no entiende Sus recursos soberanos. Entonces, eso es lo que Jesús presenta aquí. Jesús ofrece una vida libre de ansiedad. Y, cuando usted viene a su Reino, Dios cuida de usted y sus preocupaciones realmente terminan, de tal manera que lo que define su vida, la preocupación por todo, se elimina.

Ahora, usted tiene que entender las promesas de Dios, y tiene que entender los propósitos de Dios, para poder llegar a esta vida libre de preocupación, libre de ansiedad. Entonces, permítame ayudarle con esto. En estos versículos, conforme se desarrollan hasta el versículo 34, hay varios puntos que quiero desempacarle, seis. Y, le van a mostrar que la preocupación emana de una falta de entendimiento acerca de algo de Dios. En primer lugar, veamos el primero. La preocupación muestra una falta de entendimiento de la prioridad divina. La preocupación es una falta de entendimiento de la prioridad divina. Regresemos al versículo 22.

“Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido”. Eso no es difícil de entender. Sin embargo, hay algunas cosas que están abajo de la superficie, que creo que van a abrir un entendimiento más profundo de esto.

En primer lugar, Él le dijo a los discípulos: “Recuerden ahora” – Él le está hablando a los discípulos, lo cual incluiría a los Apóstoles, como lo notamos en el versículo 41, cuando Pedro dice: “Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?” Digo, los Apóstoles eran aprendices, pero, no solo los Apóstoles, habían otros que habían creído en Él, y habían otros aprendices, lo cual es la palabra discípulo, mathetes, que aún estaban tratando de decidir. Él les está hablando a aquellos que han decidido, o están tratando de decidir. Y, les está explicando cómo es la vida en el Reino. La multitud está aquí en decenas de miles, y en esa multitud se encuentran aquellos que están abiertos a su enseñanza, mientras que la mayoría de la multitud es hostil hacia Él. Pero, para aquellos que todavía están interesados, Él les define el Reino. Y, les dice a los discípulos, después de la interrupción, recuerdan en el versículo 13: “Y, un hombre lo interrumpió, al decirle que debía decirle a su hermano que le diera su parte de la herencia”. Y, Jesús le dio la parábola maravillosa del hombre rico que construyó graneros más grandes para guardar todo para sí mismo, y el Señor dijo: “Esta noche vienen a pedir tu alma”. Y, después Jesús dijo: “Ustedes saben, tienen que hacer tesoro en el cielo, deben ser ricos hacia Dios, y no ser egoístas”. Y, así es como terminó la historia en el versículo 21. Y, después de responder el ruego de ese joven en esa parábola, Él resume su enseñanza, pero, la conecta junto con la que viene. Conecta las dos, como dice el versículo 22: “Por tanto, os digo”. Por tanto, ¿cómo que por tanto? La razón que les acabo de dar en el versículo 21, usted tome una decisión en la vida, si va a hacer tesoro para usted, o si es rico para Dios. Lo cual es otra manera simplemente de decir: “Hagan tesoros en el cielo”. Y, así es como lo dijo en Mateo 6:19 al 21. Entonces, usted toma una decisión, o es egoísta y materialista y se queda con todo, o hace tesoro en el cielo. Esa es la decisión que debe tomar. En Mateo 6:24 Jesús dijo: “Usted no puede servir a dos amos; o amará al uno o aborrecerá al otro, o se va a aferrar a uno y va a menospreciar al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”.

Y, el retrato de la esclavitud hizo que eso fuera bastante claro. Ser un esclavo no era como ser un empleado, no tenía que trabajar a las 8 y terminar a las 5. Puede hacer eso en su sociedad, en nuestra sociedad, y después puede ir a trabajar a otro lado, y estar ahí a las 7 y terminar a las 2 de la mañana. Puede servir a dos amos en nuestra cultura. Puede tener dos trabajos, pero, usted no podía hacer eso en un ambiente de esclavos, porque era usted poseído por el amo, y no había manera en la que un esclavo pudiera servir a dos amos, era imposible. Él odiaría a alguien más que le diera órdenes, que no fuera aquel al que le pertenecía. Él menospreciaría un esfuerzo por parte de alguien que no fuera su dueño, y que lo apoyaba y lo alimentaba, mandándole a hacer cosas. Era imposible. Y, entonces en la esfera espiritual, usted sirve a Dios o al dinero, o es rico hacia Dios o se entrega a satisfacer sus deseos personales. Y, ese es el punto que Él enseña. Ahora Él dice: “Por esta razón, por tanto tengo algo que decirles”. Esta es la transición, porque esto es lo que ellos estarían pensando. La pregunta vendría a su mente, están sentados ahí pensando: “Bueno, Jesús está diciendo que debemos ser ricos hacia Dios y no ahorrar dinero, y no construir graneros más grandes, y almacenar dinero, y volvernos ricos, y todo eso, ignorar a los pobres, ignorar a los necesitados, ignorar los propósitos de Dios. Pero, si le damos todo eso a Dios, ¿qué hay acerca de nosotros? ¿Qué nos va a pasar? ¿Quién va a cuidar de nosotros? Digo, vivimos en un mundo difícil, ¿no es cierto? ¿Quién va a cuidar de nosotros si no cuidamos de nosotros mismos? Si no construyo graneros más grandes, si no cuido de mí mismo, si no apilo, si no acumulo, ¿quién va a cuidar de mí? No quiero depender de alguien más. No quiero depender de la compasión temporal de alguien”.

Bueno, la respuesta, claro, que el Señor da aquí, es esta, que Dios va a cuidar de ti. Dios va a cuidar de ti. Dios es el que alimenta a las aves. Dios es el que hace que crezca el pasto en el campo. Dios es el que sabe qué necesitas. Dios es el que les va a dar el Reino. Ustedes vinieron a estar bajo el cuidado de Dios. Primera de Pedro 5:7 dice: “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”. Entonces, si Él le pide que entregue todo como Él le dijo al joven rico, que vendiera todo lo que tiene, “da tu dinero a los pobres”. Y, él dijo: “Para nada, nunca en mi vida lo voy a hacer”. Y, se dio la vuelta y se fue, porque era muy rico. Y, él quería su dinero y él no quería deshacerse de él y depender de Dios. Pero, por otro lado, Jesús dijo: “Si quieres venir en pos de mí”, Lucas 9:23, “tienes que negarte a ti mismo, tienes que perder tu vida”. O, en las palabras de Mateo 13:44 al 46: “Tienes que vender todo, para comprar la perla. Vendes todo para comprar el tesoro en el campo. Abandonas todo”. O, en el capítulo 9 versículo 57 en adelante, ahí del Evangelio de Lucas, Jesús dijo: “Sígueme”. Y, el hombre dijo: “Te seguiré adondequiera que vayas”. Jesús le dijo: “Las zorras tienen hoyos, las aves del cielo tienen nido; el Hijo del Hombre no tiene dónde reposar su cabeza. Si me sigues, te puede costar todo”. Le costó todo a los Apóstoles. Dejaron sus redes, dejaron todo, y lo siguieron. Y, le dijo a otro: “Sígueme”. Él dijo: “Espera un momento, quiero ir a sepultar a mi padre”. Y recuerden, su padre no estaba muerto. Él quería ir a casa y recibir su herencia. Él quería seguir, pero no si no hasta que tuviera todo el dinero que necesitaba. Y, le dijo a otro: “Sígueme”. Y, él dijo: “Quiero ir a casa y decir adiós. Quiero recolectar algo del dinero de mis parientes”. Y, él dijo: “Si tú pones tu mano en el arado y miras hacia atrás, tú no eres apto para Mi Reino”.

Lo que Jesús está diciendo es, ¿qué tan desesperado estás tú? ¿Cuánto quieres estar en este Reino? Si todavía estás aferrándote al dinero, entonces de acuerdo con la parábola de las tierras, lo que va a suceder, es que la semilla va a entrar, y va a haber un poco de reacción y respuesta, pero, el amor de las riquezas, el engaño de las riquezas va a ahogar esa semilla, va a ahogar esa vida. En otras palabras, la salvación es para gente que está lo suficientemente desesperada como para decir: “Mira, no me importa lo que me cueste. Si quieres todo lo que tengo, lo voy a dar. Si no quieres nada, está bien también. Lo que sea, lo, lo voy a dar”. Inclusive, aún cuando tú no pidas, como Zaqueo en el capítulo 19. El Señor le da el Evangelio a Zaqueo, y Zaqueo dice: “Voy a pagar todo aquello que extorsioné en múltiplos”. Simplemente salió de su corazón. Si usted responde a la verdad y entra el Reino, entonces, usted se coloca bajo Su cuidado. Y, en las palabras del Apóstol Pablo, él dijo esto en el capítulo 4 de Filipenses versículo 11: “He aprendido a estar contento, satisfecho en cualquier circunstancia en la que me encuentre. Sé cómo vivir con medios humildes. Sé también cómo vivir en prosperidad. En toda circunstancia he aprendido el secreto de estar satisfecho, y de tener hambre, de tener abundancia y sufrimiento”. ¿Cuál es el secreto? Confiar en Dios. Algunas veces tiene mucho, algunas veces tiene poco, pero, siempre tiene lo suficiente.

¿Por qué? Versículo 19: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os, ¿qué? Falta”. ¿Confía usted a ese punto? Entre usted a Su Reino y puede confiar en que Él satisfacerá sus necesidades. Ahora, este es un asunto de prioridad divina. Regresemos al texto y le voy a mostrar cómo esto funciona. “No os afanéis por vuestra vida”. Ahora, ¿qué quiere decir con vida? Tu vida física, Él lo explica. Se refiere a lo que come. “No os afanéis por vuestro cuerpo, qué vestiréis”.

Ahora, esto preocupaba profundamente a la gente en el día de Jesús. Digo, básicamente vivían para sobrevivir. No habían lugares de comida rápida, no habían tiendas para ir a comprar los elementos interminables de ropa que tenemos a nuestra disponibilidad, a nuestra disposición. Si usted quería comer, tenía que molerlo usted, y tenía también que cocinarlo y hacer toda la preparación. Y, si quería ropa, iba a algún lugar, compraba ahí el hilo y lo hacía, usted producía la tela o compraba la tela, y hacía la prenda de ropa. Y si era pobre, entonces era una verdadera lucha por su alimento y por su comida. Y digo, Primera de Timoteo 6:8: “Teniendo sustento y abrigo, estemos contentos”. Y, en eso consistía la vida. Era de tener los suficientes comidas diariamente, como para sobrevivir. Y, la ropa que necesitaba para mantenerse caliente y ser protegido del calor ardiente del sol del Medio Oriente. Pero, Él dice: “Miren, no se preocupen por su vida, no se preocupen por lo que van a comer para sustentar su vida. No se preocupen por su cuerpo, qué es lo que se van a vestir”. Versículo 23: “La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido”.

Aquí tienen otra manera de decir eso: “Existes para una razón más alta”. ¿Muy bien? Existen para una razón más alta. La vida es más que el alimento y tienen un cuerpo para más razones que simplemente ropa. En otras palabras, Dios no lo hizo para que usted fuera como un animal. Usted no solo es una máquina de comida. Usted no solo es el fin de la cadena alimenticia. Usted no es el producto final de la evolución. Y, su cuerpo no está diseñado como algo que simplemente debe ser vestido para su protección ambiental. Realmente no consiste en eso en absoluto. Usted no es una máquina nada más que come y un maniquí. Usted sabe, es difícil convencer a nuestra cultura de eso. El alimento y la moda, el alimento y la moda están en una sobredosis de restaurantes y ropa. Pero sin Dios, usted es una máquina que come y un maniquí. Pero Dios no le dio a su pueblo vida para esa razón, para ese propósito. No estoy solo aquí para existir. Es en Dios que vivo y me muevo, y tengo mi ser. Pero, Dios tiene un propósito para mi vida, estoy bajo una prioridad divina. La idea simple es, escuchen, para aquellos que están en el Reino, si Dios le dio vida y le dio, si Él quiere que viva, y Él quiere que viva si usted está vivo. Y, si lo trajo a su Reino y lo ha traído, entonces Él tiene un propósito que Él quiere que usted cumpla en Su Reino, para Su gloria, y entonces Él va a sustentarlo, a sostenerlo para que cumpla con ese propósito. ¿Muy bien?

Digo, no tendría sentido que Dios dijera: “Te voy a salvar y te voy a dar vida eterna, te voy a dar vida espiritual y tengo un propósito para tu vida, y un destino, un plan y propósito, y te he dotado, y te he llamado, y he preparado circunstancias y hombres, si tan solo puedes mantenerte vivo para poder cumplir con esto. Esto va a ser muy bueno”. No. Con toda honestidad, la gente que no está en la familia de Dios, viene y se va, vive y muere sin contribución al Reino divino. Pero, aquellos de nosotros que somos de Él, estamos cumpliendo un propósito divino, y esa es la razón por la que usted puede decir con el salmista: “Jehová el Señor es mi Pastor, nada me, ¿qué? Faltará. Él me hace reposar sobre pastos verdes. Él me guía junto a aguas de reposo. Él restaura mi alma. Él me lleva y me guía en medio del valle de la sombra de muerte y del otro lado. La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella”, dijo el salmista.        

Entonces, si Dios le dio vida y se la dio, si Dios lo redimió y lo redimió a usted, si Dios tiene un propósito para su vida y lo tiene, entonces, Él proveerá lo que usted necesita para sobrevivir. Entonces, sea rico para con Dios y tendrá la promesa de que conforme usted es rico para con Dios, Él va a hacer inmensamente generoso, rico hacia usted. Siempre y cuando Él tenga ese plan que está desarrollando en su vida, Él lo va a sustentar. Tenemos vida, tenemos un cuerpo para cumplir los propósitos de Dios de vivir para Su gloria, para cumplir Su voluntad, cumplir Su plan. Y, tan pronto como ese plan esté operando, Él nos va a sustentar. No necesita construir graneros más grandes, más grandes, más grandes, más grandes, más grandes para cuidar de usted, para protegerse a sí mismo. Sea sabio, sea fiel, no sea insensato, sea un buen administrador, haga lo de planeación para el futuro. Pero, usted no es alguien que tiene la obligación de cuidar de usted mismo, si no Dios. No necesita acumular para que pueda sobrevivir en el futuro. Usted va a ser sustentado por el Creador, hasta que Sus propósitos para su vida terminen. Él lo va a alimentar hasta el mismo final. Usted puede despojarse de todo, de todo lo que tiene, eso no cambiaría. El compromiso de Dios de sustentarlo hasta que sea su tiempo de entrar a Su cielo, lo va a cumplir. Entonces, tiene que entender la prioridad, ¿verdad? Y, la prioridad es propósito espiritual. Y, si usted entiende eso, si usted entiende que Dios lo ha adoptado, lo ha llamado, lo ha regenerado, lo ha colocado en su familia, lo ha colocado en un lugar de testimonio, y ministerio y servicio, y todo lo que quiere que usted haga sea vivir para Su gloria, Él va a cuidar de su vida. Su vida no consiste en comer, su vida no consiste en vestirse. No consiste en asegurarse de que puede sobrevivir. Ese es el compromiso de Dios. Esa es la prioridad. Y, si usted entiende la prioridad divina, esto es que usted vive y existe para el propósito de Dios, y Dios sustentará su vida, hasta que ese propósito sea cumplido. Entonces, no tiene que preocuparse por ello.

En segundo lugar, la preocupación entonces no entiende la prioridad divina. En segundo lugar, la preocupación no entiende la provisión divina, no entiende la provisión divina. Observe el versículo 24: “Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves?” Ahora, creo que Él se concentra en las aves, porque en cierta manera son, me imagina, las más frágiles. Solo están aquí y luego ya no están, viven por poco tiempo en la mayoría de los casos, ciertamente los cuervos. Pero, son una gran ilustración de la provisión divina. ¿Sabía usted que todo cuervo que jamás ha vivido, todo cuervo que jamás ha vivido, Dios quiso que viviera? Y, por el tiempo que Dios quiso que viviera esa ave, Él proveyó su alimento. Y, si Dios alimenta aves, que solo de una manera muy modesta, en una manera muy limitada le dan gloria, como el resto, como cualquier otra – cualquier otro elemento de su creación lo hace, ¿no cree usted que va a cuidar, asegurándose de que usted puede comer, usted que tiene la capacidad más alta, más noble de darle gloria? Esto por cierto también está en Mateo 6:26. Es una analogía de lo menor a lo mayor. Esto era común en la enseñanza judía. “Considerad los cuervos”. Y, simplemente creo que esto es probablemente verdad. De cualquier manera Jesús está enseñando normalmente afuera. Y, dondequiera que había una sociedad agricultural, dondequiera que había un campo, habían cuervos. Esta es la razón por la que tenemos un espanta pájaros. Y, eso ciertamente era un problema por allá. Por cierto, habían más aves en Israel, probablemente todavía es verdad, que en cualquier otro lugar en el planeta. Eso es porque las aves que emigran de la parte norte de Europa, de toda Europa, e inclusive llegando hasta el Medio Oriente y el este, si quieren migrar al sur en el frío del invierno, tienen que atravesar por Israel. Es el área más grande de migración de aves en el planeta, porque al este está el desierto estéril con poco o nada, y al oeste está el Mediterráneo. Esa pequeña tierra es la parte de tierra, es la tierra más fértil en el mundo. Y, siempre ha sido un lugar denso para la migración de las aves. La fuerza área israelí ha perdido más pilotos y más aviones, debido a aves decapitando a los pilotos, al atravesar por la cabina, porque están volando tan rápido en un grupo de lo que lo hacen en combate militar. Y, todos los aviones que entran y salen de Ben Gurión y Tel-Aviv – en donde he estado muchas veces – tienen que enfrentar a estas aves. Y entonces, han hecho estudios de migración para determinar en qué momento vienen estos grupos, y en qué período del año, y cómo vienen, y a dónde van, y dónde aterrizan. Y, han localizado contenedores de agua, etcétera, etcétera, para proteger a los jets, porque las aves se meten a los motores, y obviamente ese es un problema. Es un lugar enorme de migración de aves, lo cual encaja con la escena bíblica en Ezequiel y Apocalipsis. En donde después del Armagedón, la carnicería de los cuerpos muertos en esa parte del mundo es tan grande, dice que las aves vienen y se los comen. Puedo indicar que durante esa época de migración, es cuando ese acontecimiento pueda suceder. Pero, de cualquier manera, las aves están por todos lados. Y, Jesús probablemente dijo: “Ustedes saben, obsérvenlas. No siembran ni siegan, ustedes sí. Ustedes están ahí trabajando como esclavos, están cultivando, metiendo la semilla, y también regando la semilla, y están ahí rompiéndose la espalda en el trabajo del cultivo. Ellos no hacen eso y no tienen un lugar donde guardar su alimento, no tienen un granero. Son incapaces”, Él está diciendo, “de generar su propia fuente de alimento. Son totalmente dependientes de Dios. Lo que les es provisto, es provisto por su Creador. Es todo lo que tienen. No tienen la ingenuidad o la capacidad. Solo tienen la capacidad y el instinto de recoger lo que les es provisto”. Eso no significa que no trabajan. ¿Alguna vez vio usted a un ave acostada de lado tomando una siesta? Los aves están en movimiento constante.

A mi querida Patricia le encantan las aves. Digo, realmente le encantan las aves. Entonces, tenemos que seis u ocho comederos de aves ahí en el patio de atrás. De tal manera que cuando usted sale por la puerta trasera, en cierta manera tiene que agacharse. Porque digo, están por todos lados. Es como un aviario en nuestro jardín, lo cual es maravilloso, disfrutamos de esa parte de la creación de Dios. Son absolutamente incansables, se pelean el uno al otro, en esos pequeños comederos, cuando están ahí tratando de comer la semilla, y levantarla del piso se pelean, y hasta llegan al piso, y se persiguen el uno al otro, y se hacen sonidos el uno al otro para poder tener, comer esas semillas. Y, cuando esas cosas están vacías, ya se acabaron, ¿no es cierto? Se van, ¿verdad, mi amor? Se van y no los vemos. Y, después ella los llena o más bien yo los tengo que llenar. No sé cómo es que se pasa la voz, que alguien que dice: “Fisst”. Y, después regresan todos, docenas y docenas de ellos.

Y, no estamos hablando del hecho de que usted no trabaje. Y, esto no quiere decir que porque Dios provee para nosotros, no trabajamos. Él ha provisto los recursos para nosotros, Él ha provisto la capacidad para que nosotros trabajemos y ganemos esas cosas. Y, si estamos en esta situación en la que aún en nuestros mejores esfuerzos no podemos proveer lo suficiente, Dios va a encontrar un camino para cuidar de nosotros, para sustentarnos, ¿verdad? Ellos trabajan, nosotros trabajamos, pero, es Dios quien providencialmente provee. Job 38:41: “¿Quién prepara para el cuervo su sustento, Cuando sus crías claman a Dios, Y andan sin alimento?” La respuesta, el Todopoderoso lo hace. El Todopoderoso. Y, el salmista enfatiza esto, Salmo 104. Ahí hay dos versículos, versículo 25: “Está el mar grande y amplio en donde ah hay animales innumerables, tanto grandes como pequeños”. Versículo 27: “Todos esperan para ti, para que les des su aliento en el tiempo apropiado”. Si Dios no proveyera, si Dios no hubiera diseñado esa cadena alimenticia, no sobrevivirían. Bueno, Dios quiere que sobrevivan. Dios los hizo para su propia gloria. Y, con frecuencia pienso en eso, cuando pensamos en el mar. La mayor parte de lo que sucede en el mar, nunca nadie lo ve, solo es para el mero placer de Dios. En el Salmo 145 versículo 15: “Los ojos de todos ven a ti y tú les das alimento a tu tiempo. Tú abres tu mano y Tú satisfaces el deseo de todo ser viviente”. Salmo 147:9: “Él le da a la bestia su alimento y a las aves jóvenes que claman”. El rabino Simeón dijo: “En mi vida nunca he visto un lugar de higos secos. Nunca he visto un león como un pordiosero. Nunca he visto una zorra como un mercader. Sin embargo todos ellos son nutridos sin preocupación. Si ellos que son creados para servirme a Mí son nutridos, son sustentados, ¿cuánto más debo yo, quien fui credo para servir hacedor para ser sustentado?” Y, ese realmente es el punto, ¿no? es cierto. Dios los alimenta, versículo 24, Dios los alimenta. Dios tiene un propósito para su existencia. Hay un honor manifiesto que viene para Él. Hay una gloria que viene a Él. Hay un deleite que viene a Él. Y entonces, Dios las alimenta. Es la misma provisión que Él trae a ellos, que es la misma provisión que Él hace para ellos, que también hace para nosotros. Y, observe al final del versículo 24: “¿No valéis vosotros mucho más que las aves?” Si Él se encarga de que las aves tengan alimento, ¿no cree usted que Él se encarga de que usted lo tenga? No necesita pasar su vida preocupándose si va a tener suficiente, si va a tener suficiente ahora, si va a tener suficiente cuando se jubile, si va a tener suficiente en el futuro. Su Dios promete sustentarlo hasta el fin de sus propósitos. Y por cierto, cuando eso viene, usted quiere irse de cualquier manera, ¿no es cierto? Tomás Watson dijo: “Esta vida es como una posada. Pasa un par de noches ahí, pero nunca olviden dónde está su hogar”. Pablo dijo: “Me da gusto estar aquí, pero, yo preferiría partir y estar con Cristo. Pero, tengo que estar aquí por su causa”. Pero, Él también sabía cuando se acababa y dijo: “He terminado la carrera, he guardado la fe, he corrido la carrera, estoy listo para irme. El tiempo de mi partida está cercano”. Y, hasta ese día, él supo cómo vivir en abundancia y como tener poco, y Dios suplió todas sus necesidades, porque Él siempre lo hace para los suyos.

Hay argumentos poderosos en estos primeros dos puntos. La vida es de Dios, Él la da, Él la sustenta. Él provee para ella. Quiero mostrarle algo, a manera de contraste, y eso es realmente interesante. De regreso ahí en Hageo, Hageo son tres libros antes de terminar el Antiguo Testamento. Malaquías, Zacarías, Hageo. El primer capítulo de Hageo dice, versículo 5, el Señor dice: “Meditad bien sobre vuestros caminos. Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os sacias; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto”. Eso no se oye como provisión. No. “Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos”. Véanse y pregunten, ¿por qué es así? ¿Por qué no tienen suficiente alimento? ¿Por qué no tienen suficiente bebida? ¿Por qué no pueden tener la ropa que los mantengan calientes? ¿Por qué cuando ganan el sueldo desaparece? Versículo 8 dice: “Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa”. Esto es el templo. Ahí está la respuesta. Se habían olvidado, ¿de quién? De Dios. “Y, seré glorificado, ha dicho Jehová. Y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo”. Ahí está el punto.

¿Por qué hago eso? Porque en mi casa que está desierta, mientras cada uno de ustedes – ahí está, versículo 9: “¿Por qué hago esto? Dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. ¡Wow! No están cuidando de mi casa. Pero, todos cuidan de su casa. De regreso en el versículo 4 dice: “¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesanadas, y esta casa está desierta?”En el versículo 10 dice: “Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. Y llamé la sequia sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos”. Dios hizo que todo saliera mal. ¡Wow!

Si Él le dio a usted vida, Él sustentará esa vida y Él proveerá toda su necesidad, si usted continúa honrándole, ¿verdad? La providencia del Señor en la provisión del alimento, es asombrosa, ¿no es cierto? Es simplemente impresionante. La variedad va más allá de lo que podemos creer, abundante, interminable, una provisión de alimento renovable que se perpetua por sí sola. Hay mucho más potencial para que este planeta provea alimento para el mundo entero. Dice usted: “¿Qué hay acerca de la hambruna? Acerca del hambre”. El hambre no tiene que ver con la capacidad de este planeta de producir. Tiene que ver con la religión falsa, así como en la India, en donde le alimentan grano a las ratas y a las vacas. Tienen que ver con la guerra y la política social en África. Tiene que ver con el comunismo, en donde le dicen a la gente que no trabaje, como una manera de protestar contra la gente que los gobierna, y como consecuencia lo que hacen es que campos que pueden cultivar, los convierten en lugares de polvo, ollas de polvo. Tiene que ver con pereza, no tiene que ver con potencial. La tierra todavía está llena de alimento. Dios ha creado una provisión interminable, sin límites, y Él provee para ella, para su pueblo fiel. Esa es la razón por la que David dijo: “Nunca he visto al pueblo del Señor rogando pan”. Si usted le pertenece, Él cuida de usted, hasta que su obra para usted se haya terminado. En el Salmo 34:10: “Los que buscan a Jehová, no tendrán necesidad de ninguna cosa buena. Los leoncillos carecen, y sufren hambre; pero no los que buscan al Señor”.

En Isaías 33:15: “El que camina en justicia habla con sinceridad, rechaza la ganancia injusta y demás, su alimento le será dado. Su pan le será dado, su agua será segura”. Dios va a cuidar de sus propios hijos. Entonces, ¿por qué preocuparse de las necesidades de la vida? La preocupación no entiende la prioridad divina, y es esta, la prioridad es que usted está aquí como un hijo de Dios, para cumplir un propósito divino. Y, Él va a sustentarlo hasta ese fin. Y es no entender la provisión divina. Si Él cuida de los animales, quien de una manera nominal le dan gloria, ¿cuánto más va a cuidar de usted?

Tercer punto, simplemente para introducir esto. La preocupación no entiende el privilegio divino. La preocupación no entiende el privilegio divino. Observe el versículo 25, y solo voy a introducir esto. Esto es muy interesante: “Y, ¿quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo?” ¿Sabe lo que es un codo? Es una medida de la punta de su codo hasta la punta de sus dedos. Y, termina siendo unas 18 pulgadas. Así es como medían las cosas, en cubos. Entonces, está diciendo: “¿Quién de ustedes por estar ansioso puede añadir 18 pulgadas a su estatura?” Digo, ¿quién quiere ir de, de una estatura de 5’ 10” a 7’ 6”? No es importante eso. Y, ¿quién pensó que podía hacerlo al preocuparse? No, Él no está hablando de eso, Él está usando un cubo, simplemente como una metáfora para la longitud. Y, Él está hablando de la longitud, la extensión de su vida, no su estatura. Y, Él simplemente está diciendo: “¿Creen ustedes que por preocuparse van a añadir años a su vida, o tiempo a su vida?” Esta es una cuestión de privilegio divino.

Ahora, permítame decirle lo que es esto. Ustedes no tienen el privilegio de determinar su vida. ¿Quién lo tiene? Dios. El Señor da, el Señor quita. Bendito sea el nombre del Señor. La gente dice: “Oh, tú sabes, tienes que hacer esto, y tienes que hacer aquello para vivir más tiempo”. Mira, ésta sociedad está obsesionada por extender su vida, haciendo industrias de billones de dólares, y suplementos alimenticios y vitaminas, y ejercicio, y medicinas, y más, y más, y más. Usted no puede añadir un solo día a su vida. No quiero estar aquí más tiempo de lo que Él quiere que esté yo aquí. Eso es algo liberador, ¿no es cierto? Eso quita el pánico. La gente está consumida con su salud. No estoy diciendo que no debe ser disciplinado. Usted debe ser disciplinado. No estoy diciendo que no debe de ser moderado en la manera en la que usted come. Y, no estoy diciendo que no debe mantenerse en una condición, digamos, razonable con la que pueda servir al Señor con toda su energía, y con todo su poder. Eso es importante. Y, no hay virtud en el pecado de la glotonería, o la pereza, o la, la falta de dominio propio. Pero, le estoy diciendo que la preocupación no va a extender su vida, porque el que tiene el privilegio de determinar cuándo nace y cuándo muere usted, es la soberanía de Dios.

Entonces, ¿qué es lo que quiere hacer? No se preocupe, le pertenece a Él. Él sabe que la prioridad consiste en servirle. Él provee lo que necesita para que esa prioridad sea cumplida. Y, Él determina exactamente por cuánto tiempo quiere que eso dure. ¿Por qué preocuparse? Quiero decir más de esto la próxima vez. Pero, por ahora vamos a dejarlo ahí. Oremos juntos.

Señor, Te pedimos que cultives en nosotros una convicción de estas verdades. Ayúdanos a entender qué tan ricas son estas promesas, lo maravillosas que son, lo gozosas que son, lo agradecidos que debemos estar. Ayúdanos a dejar de estar ansiosos, a dejar de preocuparnos, a dejar de temer, porque sabemos que Tú cuidas de nosotros. Ayúdanos a confiar en Ti y a ser ricos hacia Ti. A hacer tesoro en el cielo. A no aferrarnos, si no simplemente a tener la mano abierta con las cosas terrenales. Haciendo con esas cosas, con nuestros recursos, lo – aquello que edifica Tu Reino, y mostrar que Tu Reino está donde nuestro corazón está. Te agradezco por esta iglesia, por aquellos cuyos corazones están en Tu Reino, que ciertamente están aquí. Aquellos cuyo tesoro está en el cielo o aquí, oramos que Tú continúes bendiciéndolos a todos ellos. Te damos gracias porque podemos comprar amigos por la eternidad. Oramos porque almas sean salvas a través de las presentaciones del Evangelio en Rusia, en esos funerales, y que conoceremos amigos en el cielo, en quienes hemos hecho una inversión. Gracias Señor por el hecho de que podemos vivir libres de ansiedad, libres de estrés, libres de preocupación y temor, porque nuestras vidas están totalmente bajo tu cuidado. Llénanos de gozo y gratitud, oramos. Amén.          

 

 

 

 

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