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Abramos nuestras biblias para nuestro tiempo en la Palabra de Dios en esta mañana. De nuevo en Filipenses capítulo 2. Continuamos nuestro estudio de tres partes de siervos espirituales modelo. En este segundo capítulo maravilloso, el apóstol Pablo se escoge como un modelo de un siervo espiritual. Después él selecciona a Timoteo como el segundo, y como veremos el día de hoy, el tercero es un hombre llamado Epafrodito. Y veremos los versículos 25 al 30 del capítulo 2, y ahí llegaremos a conocer quizás de una manera muy especial a este hombre maravilloso llamado Epafrodito.

Me imagino que toda mi vida desde que era niño, un joven ciertamente, he sido atraído fuertemente a gente sacrificial. Quizás el Señor colocó eso en mí porque Él sabía que yo, en la carne, estaría inclinado a no ser una persona sacrificial. Pero siempre me ha intrigado mucho la gente de sacrificio. Parte de ser criado creo, yo en un tipo de sociedad cómoda, en un tipo de sociedad con muchas comodidades, es el hecho de que usted está un poco fuera de toque con otras formas de vida, y estilos de vida. Puedo acordarme como un joven, leer acerca de Juan Payton, o David Livingston o William Carey, o Robert Morrison, o Hudson Taylor.

Inclusive en tiempos más modernos, Jim Elliot, Nate Saint quienes literalmente entregaron sus vidas por la causa de Cristo. Siempre han tenido un efecto profundo y algo intimidante en mi propio corazón, en mi propia mente. Y francamente estudiar a gente eminentemente sacrificial, en la actualidad, usted tiene que regresar a la historia o salir de nuestra sociedad, porque conocemos muy poco acerca de eso en nuestra sociedad. Quizás un poeta desconocido lo dijo bien, cuando escribió: “Muchos se sientan en la mesa de Jesús, pocos ayunarán con él. Cuando la copa de tristeza de angustia tiembla en la orilla, pocos velan con él en el huerto que han cantado el himno. Hay muchas personas en la mesa y hay muchas personas que cantan el himno, pocos ayunan y pocos oran, pocos velan.

El poeta siguió diciendo, “Muchos confesarán su sabiduría, pocos abrazan su vergüenza. Muchos mientras que él sonríe sobre ellos, proclaman en alta voz su alabanza. Después por un tiempo él los prueba, ellos abandonan su nombre. Pero para las almas que aman de manera suprema, enfrenten ay o bendición, estos consideran la sangre más querida de su corazón, no como suya sino de él. Salvador tú que me has amado a mí, dame amor como este.” El llamado para una vida sacrificial. Es difícil para nosotros en esta sociedad entender el modelo de vida sacrificial. Y entonces, hemos estado viendo a Pablo y a Timoteo, y ahora quizás el más rico de todos ellos, Epafrodito.

Y digo eso porque él es muy parecido a nosotros. Cuando usted ve el modelo de Timoteo como lo hicimos la semana pasada, dice usted, “Bueno, pero él es un hombre dotado.” Evidentemente dotado para predicar y enseñar. Él es único espiritualmente. Él fue llamado por Dios, apartado, líder espiritual, preparado bajo el apóstol Pablo. Un gran líder, un gran maestro, un hombre dotado. No me puedo identificar muy bien con eso. Hace dos semanas atrás, hablamos de nuestro primer modelo espiritual, Pablo, y usted dice, “No me puedo identificar con él en absoluto.” Él fue un estadista, y un apóstol, quizás el cristiano más grande que jamás vivió. Dame a alguien como yo.

Y quizás esa es la razón por la que el Espíritu de Dios motivó el corazón del apóstol Pablo para escribir esta sección hermosa acerca de un hombre llamado Epafrodito. Él no es un estadista, él no es un apóstol, no tenemos indicación alguna de que él siquiera fue un anciano en la iglesia en Filipos, no hay nada dicho que nos lleva a creer que su ministerio fue algo dramático, o dinámico, inolvidable, que sacudió la tierra. Él en un sentido es el héroe del hombre común y corriente. Y quizás en ese sentido, su nivel de servicio sacrificial se vuelve mucho más instructivo para nosotros, porque él provee para nosotros un patrón de vida al nivel en el que la mayoría de nosotros debe vivir.

Él ejemplifica el espíritu de sacrificio por la causa de Cristo, que no tiene un renombre público. Él no tuvo nada que ganar. No preeminencia como un apóstol, no como un gran maestro, predicador, proclamador de la verdad, no popularidad como Timoteo, como uno que había sido entrenado bajo Pablo y había tenido un ministerio importante a lo largo de su vida. Realmente no hay nada incomparable acerca de Epafrodito como lo hay acerca de Pablo, no hay nada realmente preminente acerca de su capacidad, como lo hay en el caso de Timoteo, quien fue dotado de manera tan única por Dios, un hombre sorprendente en toda manera. Este es simplemente uno de nosotros. Y en ese sentido, su modelo y su ejemplo se convierte más directo en su aplicación.

Podríamos decir que hay unos cuantos Pablos, hay algunos Timoteos, hay muchos Epafroditos. Este es el modelo de la gente. Ahora recuerde, conforme vemos esto, realmente estamos viendo modelos de las verdades espirituales, que han sido enseñadas en los primeros dieciséis versículos del capítulo 2. El capítulo abrió con una sección de la humildad en la que Cristo es la gran ilustración. Y Pablo está llamando a la humildad verdadera. Después en el versículo 12, él habla acerca de manifestar su salvación con temor y temblor. Y después él sigue eso al decir hagan todo esto sin quejas y contiendas.

Y lo resumimos diciendo simplemente que Pablo realmente nos está dando un llamado fuerte al compromiso cristiano. Él está diciendo, vivan su salvación en humildad y sin quejas. Esas son dos cosas buenas que se equilibran. Si las cosas van bien para usted, no sea soberbio, si las cosas se ponen difíciles, no se queje. Viva su salvación en humildad y sin quejas. Y después para ayudarnos a ver con mayor claridad como eso funciona, él nos dio tres modelos. Él fue un modelo de abnegación, de humildad, de vivir la salvación sin quejas y así lo fue Timoteo, y aquí llegamos a Epafrodito, el tercer modelo.

Simplemente para efectos de distinción, llamamos a Pablo, “el que se regocija de manera sacrificial, o el que se regocija de manera humilde.” Llamamos a Timoteo, “el que tiene empatía, con una concentración singular.” Y ahora, al llegar al versículo 25 hasta el 30 vemos a Epafrodito, llamémosle “el que se juega todo de manera amorosa. El que se juega todo de manera amorosa.” Y voy a explicar eso conforme avanzamos.

Ahora, ¿qué sabemos de Epafrodito? Bueno, directamente, realmente no sabemos nada de él. No sabemos nada de su trasfondo directamente, no conocemos nada de sus padres, no conocemos por cuanto tiempo él había sido un cristiano. No sabemos cuál fue su función en la iglesia. Realmente no conocemos nada fuera de la implicación que encontramos en este pasaje. Y vamos a tratar de construir de la mejor manera posible, una especie de perfil de este hombre muy excepcional. Recuerde ahora, Pablo es un prisionero, un encarcelamiento de dos años en una casa privada por parte del gobierno romano. Los romanos lo tienen encadenado a uno de sus soldados manteniéndolo prisionero en su propia casa. Durante el tiempo que él es encarcelado por Roma, todavía tiene algo de libertad para el ministerio. La iglesia filipense que lo amaba profundamente, la iglesia que él fundó, como es registrado en Hechos 16, cuando ellos se enteraron de su situación, estaban muy preocupados y decidieron que querían ayudarlo. Dándose cuenta que él no podía ya trabajar para ganarse la vida, sostenerse a sí mismo en su ministerio, querían mandarle algo de dinero.

Entonces, los filipenses recolectaron de manera sacrificial de sus congregantes, una ofrenda de amor, y se la enviaron a Pablo, y fue llevada por este hombre Epafrodito. Epafrodito llevó el dinero a Pablo, pero había más cosas involucradas que eso. La iglesia filipense le instruyó que no solo entregase el dinero, sino que se quedara y se volviera el siervo de Pablo en el asunto de todas sus necesidades personales. Entonces, Epafrodito es enviando con el dinero como el delegado escogido de la iglesia, y también él debe quedarse como el siervo de Pablo, sirviendo todas sus necesidades personales.

Ahora, eso únicamente nos diría algo acerca de Epafrodito. Número uno. La iglesia filipense nunca habría enviado a un hombre para trabajar en proximidad cercana con el apóstol Pablo a menos de que él fuera el representante eminente de la piedad de esa congregación. Podemos asumir que ellos no habrían querido colocar a alguien sospechoso, de manera muy cercana al apóstol Pablo, que bien pudo haber sido el hombre, el ser humano con mayor discernimiento que jamás vivió, y que podía ver la realidad de cualquier persona. Y entonces, podemos estar bastantes ciertos de que Epafrodito fue un hombre de virtud espiritual genuina, un hombre de profundidad en términos de su amor y devoción al Señor Jesucristo.

En segundo lugar, también podríamos afirmar que él fue un hombre con el corazón de un siervo. El hecho de que él fuera y satisficiera simplemente todas las necesidades del apóstol Pablo, me indicaría que él se vio a sí mismo en la función de venir a servir. No hay indicación de que él fue un predicador o maestro significativo en la iglesia, aunque él bien pudo haber tenido la capacidad de hacer eso. Bien podría afirmarse que él probablemente fue un diácono, en lugar de ser un anciano, y que su función era más la función de servir que la función de guiar. No obstante, podemos estar ciertos de que él debió haber tenido un corazón de siervo. La congregación filipense, habiéndolo escogido como su embajador, por así decirlo, para Pablo, nunca habría escogido un hombre que literalmente no habría entregado su vida en servicio para alguien más. Porque hacer eso sería traicionar tanto su amor hacia Pablo, como también la confianza de Pablo en el juicio de ellos.

En tercer lugar, podemos afirmar que no solo él fue un hombre piadoso, humilde, que servía, sino que él fue un hombre de mucha valentía, porque él sabía exactamente en que se estaba metiendo. No había duda en su mente, de cómo el gobierno romano se sentía acerca de Pablo, era obvio que todo mundo veía esto. Fue inminentemente posible que Pablo podía perder su vida, porque él era después de todo un prisionero. Y estaban considerando si debía o no seguir viviendo, debido a que él estaba trayendo la herejía del cristianismo al mundo romano. Y si de hecho la vida de Pablo era quitada, probablemente sería cuestión de considerar por lo menos quitarle la vida de aquellos que servían junto con él.

Entonces, él conocía bien el riesgo involucrado. Entonces, aquí hay un hombre quien es un hombre piadoso, de lo contrario no habría sido escogido, quien es un siervo quien es escogido para hacer aquello que encaja mejor con sus dones, y quien tiene la valentía de entrar en un ambiente hostil, en donde la misma persona a la que él sirve, es odiada, rechazada. Y él está dispuesto a hacer eso. Más allá de eso no sabemos nada de él. Hay una forma corta del nombre Epafrodito en el griego, y ese es Epafras, y hay un Epafras mencionado en Colosenses 1:7, pero no hay razón para identificar a los dos como uno. Pensamos que son dos personas diferentes.

Otra cosa que podría ayudarle para entender a este hombre, es que él tuvo un nombre muy común. El nombre Epafrodito era un nombre común. De hecho, la palabra Epafrodito era una palabra común, un nombre sustantivo común por así decirlo. No solo un nombre propio, no solo un nombre, sino un término común. Y le voy a decir porque, el nombre es tomado del nombre de un dios griego. ¿Ha oído usted el nombre Afrodita? ¿A oído ese nombre? Afrodita era la diosa del amor. En Roma el nombre de ella era Venus, la diosa del amor. Entre los griegos era Afrodita, ella era la diosa del amor y la belleza. Y este hombre es nombrado por así decirlo, por Afrodita. El nombre Afrodita, esto es simplemente un término que significa “favorito de Afrodita”, “favorito de Afrodita.”

Esto nos dice que él salió de un ambiente pagano, los cristianos nunca nombrarían a un hijo de esta manera. Claro, una iglesia de primera generación no va a tener trasfondo alguno en el cristianismo. Entonces, él salió de una familia pagana. No sabemos cuándo se convirtió, es muy probable que su familia adoró entre otras deidades, a esta diosa Afrodita. Por cierto, ella era una diosa extremadamente popular, y en cierta manera era la diosa de la buena suerte, como le diré un poco más adelante. El nombre Epafrodito eventualmente llegó a significar amoroso, atractivo, y demás. Pero originalmente significó ‘un favorito de Afrodita.’ Y esa era una palabra en sí misma, voy a explicar eso más adelante también.

Entonces, el hombre salió de un trasfondo pagano, se convirtió a Cristo, no sabemos en dónde, no sabemos de qué manera, es muy probable que sucedió cuando Pablo fundó la iglesia en Filipos. Él pudo haber sido uno de los primeros convertidos, y bien pudo haber estado ahí desde el mismo comienzo, pero no sabemos eso. No obstante, él se ha convertido en un cristiano clave en la iglesia, un hombre sacrificial que ha dejado su hogar, su empleo, su ministerio, su iglesia, sus amigos, para ir y servir al apóstol Pablo. Un hombre muy sacrificial.

Ahora, esas son algunas de las cosas generales que sabemos de este hombre. Seamos más específicos. Muy bien. Observe conmigo el versículo 25. “Más tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades.” Hablemos un poco de estos cinco títulos que Pablo le da a Epafrodito porque nos ayudan a tener una mejor idea de este hombre especial. Hay cinco títulos en el versículo 25, tres de ellos ven a Epafrodito en relación a Pablo, dos de ellos lo ven en relación a la iglesia filipense.

Los primeros tres son identificados por la palabra “mi”, mi hermano, implícito; mi colaborador, implícito; compañero de milicia. En relación a mí, él es hermano, colaborador y compañero de milicia. Entonces, Pablo realmente está honrando a Epafrodito como un siervo fiel, y él lo hace al darle esos tres títulos. Y son muy especiales. No son difíciles de entender, usted los puede leer y entender completamente. Pero permítame escarbar un poco en mayor profundidad y mostrarle que hay un sentido en el que este es una manera más bien amplia de dar títulos.

En primer lugar, él es llamado mi hermano. La clave es la palabra mí, Pablo lo está viendo de una manera muy personal. Él es mi hermano. ¿Qué quiere decir con eso? Bueno, él quiere decir hermano en el sentido del nacimiento espiritual. Ambos tienen la fuente en común de vida, Dios el Padre, habiéndoles dado vida en Cristo a través del Espíritu. Son hermanos en Cristo. Entonces, comparten la vida eterna en común. Pero hay más que eso, no solo es hermano de vida en común, sino que es hermano de amor en común. El término adelfos también conlleva la idea de ‘amistad’, ‘afecto’, ‘sentimientos’. Y entonces, Pablo está diciendo, en primer lugar, quiero que sepan que Epafrodito no solo comparte conmigo vida en común, sino que es un hermano amado. Tengo afecto hacia él, él es mi amigo. Ese es el título personal.

Ahora, lo que eso celebra es la propia relación interpersonal de Pablo con él, cómo es que él se relacionaba con Pablo. Muy bien. El segundo título es como él se relacionaba con el ministerio. Y él lo llama ‘colaborador’, ‘mi colaborador’, o ‘colaborador.’ Esta palabra es usada trece veces en el Nuevo Testamento, doce veces de las trece es usada por Pablo, y la usa de gente que trabajaba con él en el ministerio. Usted puede ver sus usos en Romanos 16, 1 Corintios 1, hay una en Filipenses 4:3, otra en 1 Tesalonicenses 3:2. Pablo titula a la gente “colaborador”, quien vino a su lado y trabajo con él, en la extensión del evangelio.

Entonces, él dice, no solo en relación a mi persona es hermano, sino en relación a mi tarea es colaborador, colaborador. El énfasis aquí no es en la vida en común sino en esfuerzo en común. Él no solo es reconocido por sus aptitudes en sus relaciones, sino que él es reconocido también por su esfuerzo en el trabajo, por su diligencia. No solo hermanos en vida y amor, sino trabajadores juntos por Cristo.

En tercer lugar, él dice, “mi compañero de milicia.” Esto quiere decir, no lo ve de manera en particular a su relación a Pablo o en su relación a la tarea que cumple, sino que él es reconocido en relación a los enemigos que pelean en contra del ministerio. El título ‘compañero de milicia’, por cierto, es un título muy, muy honorable. Investigué un poco esa palabra griega que también es usada en el segundo versículo de Filemón, y descubrí que fuera del registro bíblico esa palabra era usada en alguna ocasión especial, para honrar a un soldado. Normalmente un soldado común era honrado con ese título, y la meta era, hacer del soldado igual al comandante en jefe. En un caso para hacer a un guerrero igual a un rey.

Decir que usted es un compañero de milicia, en el corazón mismo de esa palabra griega está la palabra stratios de la cual obtenemos la palabra estratega, era decir que usted estaba al nivel de aquellos que eran personas estratégicas en las fuerzas, los estrategas, los grandes líderes, un gran término de honor. Y Pablo está elevando a Epafrodito, mi estratega compañero, ni comandante en jefe compañero, por así decirlo, mi compañero líder en el asunto de guerra espiritual.

Ahora, estos tres términos demuestran la humildad de gracia del corazón de Pablo. Pablo no menosprecia a Epafrodito en absoluto, él lo ve cara a cara en su humildad maravillosa, él podía elevar a cualquiera a su propio nivel, mi hermano, mi colaborador, mi compañero, comandante en jefe. Este es el corazón humilde del gran apóstol. Él no necesita jactarse, él no necesita elevarse a sí mismo. Eso es opuesto al movimiento del Espíritu en su corazón, y opuesto a lo que él sabe que es verdad en términos del deseo de Dios para su vida. Ese último término, mi compañero de milicia es muy importante, porque indica que había conflicto en el ministerio de Epafrodito. Indica que mientras que Pablo estaba batallando, también él lo estaba. Y cualquier persona que vino a su lado en ese ambiente, ciertamente estaba en una batalla. Epafrodito probablemente estaba en una batalla, no solo con hombres sino demonios, no solo con el enemigo terrenal, sino con el enemigo celestial, no solo con la dimensión carnal sino también con la dimensión espiritual.

Entonces, aquí está este hombre único. Ya sabemos que él era un hombre piadoso, ya sabemos que él era un siervo de corazón. Ya sabemos que él era un hombre muy valiente, ahora descubrimos que él tenía aptitudes en el área de relaciones, y él realmente había llegado a ser un hermano muy amado por Pablo. Él tenía tremendas aptitudes operativas, laborales, de tal manera que él era visto uno que trabajaba al mismo nivel de Pablo. Y en tercer lugar él fue un gran soldado quien no huyó frente a enemistad y oposición muy, muy fuertes. Eso es lo que sabemos de él.

Hay dos títulos más que se le dan a él, y eso nos dice un poco más acerca de él y son en relación a la iglesia filipense. Y aquí él presenta la palabra ‘vuestro’. Desde mi punto de vista estas tres cosas lo describen, desde el punto de vista de ustedes estas dos lo describen a él. Él es vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades. Esto, muy simple, vuestro mensajero es la palabra apóstolos, de la cual obtenemos la palabra apóstol, la cual no es una traducción sino literalmente una transliteración, él fue el apóstol de ustedes.

Ahora, alguien podría decir ¿acaso esto quiere decir que él era como los doce? ¿Cómo Pablo? ¿él es un apóstol real en ese sentido? Hay otros que son designados así, pienso en Romanos capítulo 16, creo que es el versículo 7. ¿Pero acaso él era igual a los apóstoles, los once y después Matías que reemplazó a Judas, y después Pablo quien también fue un apóstol? ¿Es este un título oficial? Bueno, es oficial en un sentido. Pero permítame ayudarlo a entender esto. Los doce apóstoles son únicos. Los doce apóstoles, y usted debe entender esta distinción, son apóstoles del Señor Jesucristo. Escuche Gálatas 1:1, “Pablo, apóstol, no enviado por hombres, ni por medio de agencia de hombre, sino por Jesucristo y Dios Padre.”

Ahora, observe, hay algunos apóstoles, únicamente unos pocos, once más Matías, más Pablo. Únicamente esos hombres fueron apóstoles seleccionados por el Señor Jesucristo mismo, y enviado. Él no dice de Epafrodito, él es el apóstol del Señor Jesucristo, él dice, él es vuestro apóstol. Y aquí está la distinción simple, los Apóstoles con las letras mayúsculas, ellos fueron enviados por Cristo. Los apóstoles con las letras minúsculas, fueron enviados por la iglesia. Él no es un apóstol de Cristo, es un apóstol de la iglesia. Él no es ese apóstol llamado de manera única, y enviado, y parte del cimiento escogido por Cristo. Él es ese apóstol enviado por parte de la iglesia escogido por la iglesia. Y esa es una distinción muy importante que debemos hacer. Los primeros fueron apóstoles de Cristo, la segunda categoría, apóstoles de la iglesia. Y él es de esa categoría, enviado por la iglesia, no por Cristo mismo, a nivel personal.

Ahora, en segundo lugar, él dice, no sólo es un mensajero, sino que él es vuestro mensajero, y ¿de qué era mensajero? él le trajo dinero. Ese era el asunto. Él envió lo que ellos habían enviado. Y estoy seguro que no solo fue dinero, debió haber habido un mensaje con esto, un mensaje de amor y la promesa de oraciones y todo eso. Pero en segundo lugar él dice, “él es ministrador de mis necesidades, él es su ministro para mi necesidad.” Lo han enviado. Ahora, la palabra para ministrador aquí, necesita nuestra atención por un momento. No quiero ser demasiado técnico, pero necesito darle a usted estas ideas elementales. La palabra es leiturgon de la cual obtenemos liturgia. Y hemos estado señalando esa palabra en otros estudios y esa palabra tiene que ver con servicio sacerdotal, sagrado, religioso. De la cual obtenemos la palabra liturgia en la actualidad, la cual es usada en relación a ciertos tipos de adoración.

Ahora, él viene entonces, como el sacerdote litúrgico, por así decirlo. Él viene como el siervo ceremonial, para ministrarle a Pablo. Es un término espiritual, es un término religioso, es un término sagrado. Hubieron en los primeros años alrededor del tiempo de Pablo, en la iglesia, ciudades griegas, estado. Algunos de ustedes han estudiado de ellas en su historia mundial. Las ciudades estado griegas eran muy soberbias, tenían sus propios ejércitos, inclusive entraban en guerra con otras ciudades estado. La gente llegó a enamorarse mucho y hasta se volvió muy patriota con respecto a sus propias ciudades estado.

Y con mucha frecuencia hubieron hombres que estaban tan comprometidos y eran tan apasionados por su propia ciudad estado que a costa de su propio gasto usaban su propio dinero y su tiempo y sus esfuerzos para alcanzar y cumplir grandes deberes cívicos y proveer grandes beneficios cívicos. Eran vistos como los benefactores del público, y llegaron a ser conocidos como los leturgoi. Aquellos, que, aunque les costó mucho a nivel personal, hicieron lo que hicieron sacrificialmente para beneficiar al pueblo. Y ese entonces, es un término apropiado para este hombre, a quien le costó mucho a nivel personal, dejando su hogar y su familia, y sus amigos, y su vida, y lo que sea. Literalmente vino y se jugó la vida, para beneficiar al apóstol Pablo.

Entonces, él es siervo de la iglesia filipense, que ha venido para traer un mensaje y el realizó un servicio sagrado a favor de ellos, en la vida de Pablo, como se le instruyó que lo hiciera. El dinero que él trajo, en el capítulo 4, versículo 18, es llamado un sacrificio acepto. Y entonces, Pablo recoge esa terminología. Él fue un sacerdote realizando un servicio sagrado, un sacrificio de dinero para las necesidades de Pablo. Entonces, él es un hombre excepcional, un hombre sorprendente, abnegado, humilde, empático, compasivo, todas esas cosas. Él es un siervo, él es valiente, él es piadoso, él cultivó un vínculo fuerte con Pablo, él trabajó al lado de él, y cumplió su parte y fue un gran soldado peleando contra el enemigo.

Pero con eso en mente, regrese al versículo 25 y observe esto. Después de todo ese reconocimiento, versículo 25, “Más tuve por necesario enviaros a Epafrodito.” Dice usted, “Bueno, ¿por qué lo estás enviando de regreso? Digo, lo acabas de presentar como el hombre de mayor valor que podemos imaginarnos, ¿por qué lo estás enviando de regreso?” Alguien dice, “Bueno, ¿acaso él ha sido infiel?”, No, no hay indicación de eso. “Oh, él extraña su casa. Él extraña las buenas comidas filipenses. ¿Es eso?” No. “Él extraña a su esposa” No. Él extraña a sus niños, sus amigos. No.

Es necesario enviarlo. Es necesario. Usted tiene que tener una respuesta para eso y porqué. Porque ellos van a decir, ¿por qué lo enviaste de regreso? Si el simplemente se aparece y les entrega la carta filipense, la cual estoy seguro de que él llevó con él, y la carta filipense no dice nada de él, van a decir… ¿qué estás haciendo aquí? te enviamos ahí para quedarte. Y que te quedarás ahí hasta el final con Pablo, fuera para su liberación o su muerte, ¿por qué estás de regreso aquí?

Entonces, Pablo dice, es necesario enviarles a Epafrodito. A pesar de todas estas cualidades, y a pesar del hecho de que él es mi hermano a quien amo, él es mi colaborador a quien necesito, él es mi compañero de milicia quien pelea la batalla conmigo, lo estoy enviando de regreso. Es necesario. Dice usted, “¿Por qué?” versículo 26, “Porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros.” “Ahí está, extraña su casa, buen intento Epafrodito, buenas intenciones, no pudo hacerlo, se sintió solo.” No, usted no ha leído lo suficiente. “Porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió.” Dice usted, “Ahí está. Extrañaba tanto su casa, extrañaba tanto que él se angustió.”

Esa palabra por cierto describe el estado confundido, turbado, distraído a medias, producido por la aflicción física o la aflicción mental. Puede ser el producto de tristeza o vergüenza, o decepción o tristeza, cualquiera de esas cosas. Pero es esa inquietud confusa, caótica, que viene en un tiempo de turbación. Y entonces, él dice, él está inquieto, y él está en turbación, y él está afligido. Por cierto, es usada, la misma palabra es usada en Mateo 26, cuando Jesús en el versículo en 38 dice, en el huerto, “mi alma está triste al punto de la muerte.” Es una aflicción muy, muy pesada. Un traductor lo llama ‘lleno de pesadumbre’. Un escritor, Sweet dice, ‘es la aflicción que sigue a un gran shock traumático. Él realmente está molesto.

¿Por qué? Observe esto versículo 26, “Porque habíais oído que había enfermado.” “Ahora, espera un minuto, eso es difícil de creer.” Ustedes oyeron que él no estaba bien, él sabía que ustedes estarían tristes y la tristeza de ustedes lo ha afligido mucho. Dice usted, “Bueno, ¿de que planeta salió este hombre? Nunca había oído yo de algo así.” ¿Cuándo fue la última vez que usted se desorientó de manera total y estuvo inquieto, y estuvo totalmente afligido porque usted sabía que alguien se sentía mal por la situación de usted? Y la aflicción de usted estuvo directamente relacionada al hecho, no de que usted estaba teniendo una situación difícil, sino a que ellos estaban teniendo un tiempo difícil con la situación de usted.

Ahora, eso le va a mostrar a usted la profundidad del amor. Eso le va a mostrar el vínculo. Desafortunadamente en nuestra sociedad estamos más preocupados por cosas que por gente. Más preocupados por posesiones que por relaciones. Entonces nos molestamos por cosas, y con mucha frecuencia ignoramos como la gente se siente, porque estamos concentrados en las cosas no en la gente. Pero el vínculo que los filipenses tenía con este hombre, era tan profundo y tan rico que es aparente que este hombre estaba tan estresado por la tristeza, porque los filipenses estaban preocupados por él, que Pablo dice, “Tengo que enviárselos. Porque él no puede existir sintiendo que ustedes no saben que él está bien.”

Hombre, ese es un hombre excepcional. Estas personas que él amaba tan profundamente, él no quiere que estén afligidas. Eso es tan extraño para la mayoría de nosotros. Tengo que enviarlo porque él está tan angustiado, porque ustedes han oído de su dificultad y él quiere venir para eliminar la angustia de ustedes. ¡Qué hombre tan compasivo! Y que hombre tan compasivo es Pablo, Pablo pudo haber dicho, “Mira, Epafrodito. ¡Contrólate, por favor! ¡Tenemos que extender el reino! ¡Esto es algo serio, hombre! ¿No sabes que yo soy, El Apóstol? Este trabajo es el trabajo del Dios Viviente. ¡Por favor, hombre! ¡Contrólate! No puedes estar preocupado por cómo ellos se sienten por cómo te sientes tú. Eso no.”

El problema es que Pablo se siente mal, que Epafrodito se siente mal, porque los filipenses se sienten mal. Todo mundo se siente mal. Entonces Pablo dice, “Tienes que ir, porque ellos se sienten mal, tú te sientes mal; tú te sientes mal, yo me siento mal; ellos se sienten mal, yo me siento mal. Si simplemente vas, ellos se van a sentir bien, te vas a sentir bien, yo me voy a sentir bien. Tenemos que voltearlo. Es así de simple.” ¿No es maravilloso saber que algunas personas en el ministerio están motivadas por las relaciones en lugar de estar motivadas por los programas? Todavía hay un lugar para eso, ¿no es cierto? En dónde usted hace a un lado algo en su agenda de actividades para satisfacer la necesidad de alguien más.

Versículo 27. Ahora Pablo va a explicar un poco de él, para que cuando él se aparezca no digan, “¿Qué estás haciendo aquí?” “Pues en verdad”, dice él, “estuvo enfermo, a punto de morir.” “¿Me quieres decir que este Epafrodito es un hermano tan fiel, un colaborador tan fiel, un soldado tan fiel, que él casi se muere? ¿Qué quieres decir aquí?” Él estuvo a punto de morir. Él se acercó a la muerte. Bueno, ¿Qué tipo de muerte? No dice, no dice. Él se acercó a la muerte. Él estuvo en una situación muy traumática. Dice usted, “¿Acaso Pablo lo está enviando a casa porque él quiere sacarlo de ahí antes de que se mate a sí mismo?” No. En absoluto. Pero cuando él se había acercado tanto a la muerte, y ese reporte les había llegado a los filipenses, probablemente por un viajero, estaban tan preocupados que su querido y amado Epafrodito estuvo cerca de morir, que ellos se molestaron y se afligieron. Y después cuando él oyó que ellos estaban tristes, así es como el ciclo comenzó.

Entonces, escuche esto. Epafrodito no está molesto porque estuvo cerca de la muerte. En absoluto. Él está molesto porque ellos están molestos. Observe lo que Pablo dice, versículo 27, “Pero Dios tuvo misericordia de él.” ¿No es eso bueno? Dios lo libró. Al acercarse a la muerte, Dios lo libró. Observe por favor que cada vez que Dios libra a alguien de la muerte, es misericordia, ¿entiende usted eso? “El alma que pecare” esta, ¿qué? “morirá.” “La paga del pecado es muerte.” “En el día que de él comieres, ciertamente morirás.” El hecho mismo de que usted vuelve a inhalar aire, es misericordia. El hecho mismo de que yo vuelvo a inhalar aire, es misericordia. Hace mucho tiempo atrás que yo merezco la muerte.

Esa es la razón por la que, en los evangelios, usted tiene la misericordia, con mucha frecuencia conectada con las sanidades, misericordia conectada con la liberación. ¿Se acuerda usted de los mendigos ciegos? “Hijo de David, ten misericordia de nosotros”, ¿por qué? porque no merecemos justicia. Usted nunca ha oído a alguien clamando a Jesús, “Sáname, eso es justo. Es justo que tú me libres. No es justo que yo muera.” Oh sí lo es, es justicia que mueras. Es justicia que tengas enfermedad. Es misericordia que vivas. Es misericordia que seas sanado. La misericordia siempre está conectada con la liberación, y a la sanidad y a la restauración.

Entonces, Dios soberanamente fue misericordioso hacia él. En otras palabras, él estuvo cerca de la muerte y Dios le mostró misericordia y lo libró de la muerte. Y después él dice, versículo 27, “Y no solamente de él, sino también de mí.” Hombre, cuando Dios le libró su vida, fue misericordia para mí. Epafrodito no merece vivir, y yo no merezco tener un amigo como él. Pero cuando Dios libró su vida, él recibió misericordia y yo también porque ahora lo puedo tener como mi amigo. Y después él dice esto al final del versículo 27, “Para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.” ¿Sabe usted lo que le habría pasado a Pablo si Epafrodito hubiera muerto? Él hubiera tenido tristeza sobre tristeza. ¿Sabe usted lo que eso significa en el griego? Literalmente significa, ‘ola tras ola de tristeza’.

Este hombre había llegado a ser muy querido por Pablo. Como digo, él lo pudo haber conocido por varios años, no lo sabemos. Pero de alguna manera él estaba en las profundidades del corazón de Pablo, en un lugar muy profundo, porque cuando él se aflige por los filipenses, Pablo no puede soportar su aflicción, la aflicción de él. Y entonces, él tiene que enviarlo a casa para que él pueda ser aliviado de su aflicción, porque Pablo está afligido por la aflicción de Epafrodito. Y la única cosa peor que eso, sería la muerte de Epafrodito, lo cual traería una ola tras ola de tristeza para Pablo. Como puede ver aquí hay un hombre quien amaba profundamente, una iglesia que amaba profundamente, un siervo de esa iglesia que amaba profundamente, cosas tan profundas que no entendemos nosotros, que hemos colocado objetos en frente de la gente.

Y entonces Dios toma una decisión soberana, libra la vida de Epafrodito en medio de este acercamiento a la muerte. Y al hacerlo le da misericordia a Epafrodito y misericordia a Pablo, quien habría estado literalmente abrumado de tristeza, si ese hombre hubiera perdido su vida. Y, por cierto, esa tristeza sobre tristeza, son palabras muy fuertes, muy fuertes. Ola sobre ola de tristeza, tristeza sobre tristeza rodando. Entonces, Dios libro a Epafrodito y Dios libró a Pablo. Como un siervo de Cristo, Pablo estaba listo para enfrentar la muerte. Creo que, como siervo de Cristo, creo que Pablo estaba listo para aceptar la muerte de su amigo Epafrodito, pero a él no le habría gustado personalmente, porque él amaba al hombre. Entonces él estuvo feliz de evitar el dolor de la muerte de Epafrodito. Ahora, él se está regocijando porque su vida ha sido librada.

Después llegamos al versículo 28, “Así que, le envío.” ¿Dice con resistencia? No. “Le envío con mayor solicitud.” ¿Por qué? “Para que, al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza.” Pablo no solo está preocupado por Epafrodito, sino que está preocupado porque los filipenses estén preocupados por Epafrodito, quien está preocupado por ellos. ¿Entiende un poco más de lo que Pablo quiso decir en 2 Corintios 11, cuando dijo que, “la carga más grande que llevo en el ministerio es la preocupación de todas las iglesias?” ¿Entiende algo de lo que estaba en el corazón de Pablo, cuando dice en el capítulo 1:8 de Filipenses, Dios me es testigo de cómo tengo un deseo grande por todos vosotros, ¿con el afecto de Cristo Jesús?

Este es un hombre con sentimientos profundos. Este es un hombre que se preocupaba, que amaba profundamente. Este es un hombre a quien le dolía cuando el objeto de su amor estaba en peligro o aflicción, o tristeza. Con mayor solicitud significa, sin resistencia. No estoy quejándome. Él no está diciendo, “Miren, voy a enviarlo. ¿Pero no se dan cuenta de que su actitud algo cobarde, va a costarnos nuestro ministerio?” No dice eso. Aunque él lo necesita, “colaborador”; aunque a él le encanta tenerlo al lado, “su compañero de milicia”, y aunque sabe que ellos lo han enviado como un mensajero y ministrador para su necesidad, y él ha mostrado ser de tanto valor que fue misericordia lo que libró su vida, para que Pablo no tenga tristeza sobre tristeza para perderlo, así de alto era el nivel de valor que él tenía.

Pablo dice, “A pesar de todo lo que él significa para mí, lo estoy enviando a ustedes.” ¿Por qué? “porque estoy más preocupado por el gozo de ustedes que por el mío.” Un hombre magnánimo. Entonces él dice, “cuando lo vuelvan a ver, se van a poder regocijar. Y cuando yo reciba la noticia de que lo han visto y que se han regocijado, entonces voy a estar menos preocupados por ustedes.” Ahora, las únicas personas que tienen que hacer todo este tipo de cosas, para quitarse una carga de su espalda, de preocupación, son personas que sienten profundamente, ¿verdad? Esa es la razón por la que Pablo fue tan exitoso en el ministerio. Porque la gente a quien él le ministró, sabía en dónde estaba el corazón de él. Muéstreme usted un hombre como en Hechos 20, que va de casa en casa, de casa en casa, durante tres años, predicando y amonestando a la gente en un lugar, y le voy a mostrar a usted un hombre que ama a la gente profundamente. Y no es sorprendente que el resultado de su ministerio a esas personas fue que esos líderes, cuando él dijo que se iba a ir, y ya no le iban a volver a ver, lo abrazaron del cuello, y lloraron encima de él y lo besaron. ¿Por qué? porque el vínculo era profundo.

Entonces, estas personas amaban profundamente. Y cuando usted lee en las cartas de Pablo, acerca de amarse unos a otros y tener afecto unos por otros, este pequeño escenario debería de alguna manera enriquecer eso, y actuar como una reprensión a nuestros corazones, por nuestra indiferencia hacia las relaciones. Entonces, realmente es casi increíble, casi increíble, los filipenses están preocupados por Epafrodito, entonces él está profundamente afligido por los filipenses, debido a la preocupación de ellos. Entonces, Pablo está profundamente afligido por la preocupación de ellos, y la acción no tiene nada que ver con lo que le es más importante para Pablo. Y aquí de nuevo usted ve su humildad.

Y no hay quejas por parte de Epafrodito, aunque él se había acercado a la muerte. No se queja Pablo, aunque él está perdiendo a un colaborador selecto, y realmente los filipenses ni siquiera están pidiendo que Epafrodito venga. Ellos están en medio de sus propias pruebas, capítulo 1 dice en el versículo 29, que se les había concedido por causa de Cristo, no solo que creyeran en Él, sino que padecieran por causa de Él. Pablo tiene su propia prueba. Epafrodito acaba de estar al borde de la muerte, pero nadie está preocupado por sí mismo. Los filipenses están preocupados por Epafrodito, Epafrodito por los filipenses, y Pablo por ambos, pero nadie por sí mismo. Ahí está esa humildad. Ahí está esa ausencia de queja. Ahí está simplemente esa manifestación de la salvación verdadera de la manera más pura.

La escena entera es una de afecto, de amor y empatía, y preocupación abnegada, y de buscar consolar a alguien más. Y decir, mis necesidades no son tan importantes como las tuyas. Dicho de manera muy simple, regrese al capítulo 2, versículo 3, “nada hagáis por contienda o por vanagloria. Antes bien con humildad estimando cada uno a los demás como superiores a sí mismo. No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.” ¿Y quién es la ilustración perfecta de eso? Jesucristo.

Entonces, en base a todo eso llegamos al versículo 29, “Recibidle,” Pablo dice, “pues en el Señor, con todo gozo. Y tened en estima a los que son como él. Recibidle en el Señor.” Recíbanlo realmente como si él fuera el Señor. Mateo, capítulo 18 dice, que debemos recibirnos unos a otros como niños pequeños. Y dice ahí, él que recibe a uno de nuestros pequeños me recibe a mí. La palabra “recibidle” significa ‘darle la bienvenida, abrir sus brazos, abrazar.’ Entonces, él está diciendo, no acepten el hecho de que él está en casa como alguna indicación de fracaso. Les digo, recíbanle como si estuvieran recibiendo al Señor. Después, recíbanlo con gozo. Regocíjense porque está de regreso, y porque está bien, y que él está con salud. Y después, tened en estima a los que son como él. No solo estén contentos, sean respetuosos. No digan de manera resistente, “Bueno, es obvio que él fracasó.” No, ténganlo en estima. Estímenlo “como de mucho valor,” sería otra manera de traducirlo. Estímenlo como un hombre preciado. Inclusive mejor, un hombre honorable, un hombre honorable.

Y después nos dice por qué. ¿Por qué deben honrar a este hombre? Obviamente él es amoroso, obviamente él tiene un amor profundo hacia los filipenses, pero aquí está el asunto, versículo 30, “porque estuvo próximo a la muerte.” ¿Qué hizo que estuviera próximo a la muerte? ¿Qué hizo que estuviera próximo a la muerte? La obra de Cristo.

Me encanta esa afirmación, exponiendo su vida ¿puedo hablar de eso por tan solo un momento? ¿exponiendo su vida? Él usa un verbo muy interesante. Ese verbo es el verbo que está conectado al nombre, períbala, lo cual significa ‘dados’. Y la forma del verbo significa “echar los dados”. Significa apostar, jugar a las apuestas, exponerse a uno mismo al peligro, podría ser la mejor manera. Él se expuso a sí mismo al peligro, eso es lo que él hizo. No necesariamente a una enfermedad. Él era tan leal y tan fiel y tan sacrificial, tan humilde, y no se quejaba, que simplemente se jugó la vida en un esfuerzo por hacer lo que filipenses querían que fuera hecho a favor de Pablo. Esa es la razón por la que lo llamo “el que se jugó la vida de manera amorosa.” Él amaba a Pablo, él amaba a Cristo, él amaba la causa de Cristo, él amaba los filipenses tanto que él no se amaba a sí mismo. Él simplemente entregó su vida.

Esa palabra, paraballa, llegó a tener algunos usos interesantes. En los días de la primera iglesia después de la era del Nuevo Testamento, hubo una asociación de hombres y mujeres que se unieron y adoptaron el nombre de “Los Paraballani” lo cual significó “Los Apostadores.” Tomaron como a su héroe a Epafrodito, quien apostó con su vida. Y era su objetivo, y su misión visitar a los prisioneros, visitar a los enfermos, especialmente aquellos que tenían enfermedades infecciosas, peligrosas. Era su misión proclamar sin titubeos, con valentía, con denuedo al Señor Jesucristo en todo ambiente, sin titubeo. Y se llamaron a sí mismos Los Paraballani, Los Apostadores.

También es interesante señalar que en 252 DC, la ciudad de Cartago tuvo una plaga terrible. Y los paganos estaban tan aterrados de los gérmenes que estaban en los cuerpos de los muertos, que literalmente, de alguna manera los metieron en bolsas, y los sacaron de la ciudad, sin querer tocarlos para sepultarlos. Cipriano, el obispo cristiano reunió a la congregación de la iglesia creyente, y los miembros de la iglesia tomaron sus cuerpos y en un acto de amabilidad humana, mostrando gracia, sepultaron los cuerpos muertos de la gente que había muerto por la plaga. Y de acuerdo con los historiadores, también ayudaron aún a la gente enferma, acercándose lo suficiente como para tocarlos, en esa ciudad infestada por la plaga. Arriesgando sus vidas para salvar algunos en la ciudad, y Dios los usó como un potencial tremendo, como una fuerza tremenda realmente para alcanzar a la gente para Cristo, debido a su amor.

Bien podría llegar a eso en nuestra sociedad. Simplemente podemos reconocer a esas personas queridas que están dispuestos a ir al lado de las víctimas de sida, y darles a Cristo. Sea que usted este hablando de los Paraballani que se jugaban la vida en un ambiente de enfermedad infecciosa, o sea que usted esté hablando de Epafrodito, su héroe, quien apostó con su vida al ir a una cultura, a una sociedad hostil con todo lo que tenía en el servicio de Jesucristo, ese tipo de ejemplo de sacrificio abnegado es maravilloso.

Ahora, permítame llevarlo de regreso al nombre de Epafrodito. ¿Se acuerda usted que le dije que significaba ser el favorito de Afrodita? Un pequeño giro en eso debió haber estado en la mente de Pablo, él algunas veces es bastante sutil. Afrodita era la diosa de la suerte, ella era la diosa de la suerte, como también de la belleza. Y cuando los griegos echaban los dados en sus juegos, sus juegos de apuestas, la palabra común que usaban, ellos aventaban los dados y decían, “Epafrodito.” En otras palabras, ellos querían el favor de Afrodita. Entonces Pablo, está jugando un poco con el nombre de Epafrodito. Él era un favorito de Afrodita, por nombre, y él apostó con su vida. Se jugó la vida. Él arriesgó su vida.

Dice usted, “Sí, pero hombre. Piensa en lo que él iba a ganar, un imperio.” No, ningún imperio. “Piensa en la fama.” Nada de fama. “Piensa en el dinero.” Nada de dinero. “Piensa en la popularidad.” Nada de popularidad. Él era un hombre humilde que estaba tras bambalinas, que se jugó la vida por causa de alguien que no era él. Hombre, eso es virtud. Eso es virtud.

¿Necesita usted un mejor ejemplo que ese, de una vida sacrificial? Usted tiene a Pablo, el que se regocija de manera sacrificial, que se regocijó en derramar su vida como una ofrenda. Usted tiene a Timoteo, él que mostró empatía con una concentración singular, cuyos intereses eran únicamente las coas de Cristo, y quien sentía como Pablo se sentía en su corazón por otras personas. Y ahora, usted tiene a este apostador amoroso, Epafrodito, quien literalmente aventó su vida por así decirlo, enfrentando peligro serio, para satisfacer a aquello que alguien más quería hecho a favor de alguien más. ¡Qué hombre!

¿Puedo personalizar esto al cerrar? ¿Qué ha sacrificado usted en el ministerio a otros? ¿Qué? últimamente. ¿Qué ha dejado usted para concentrarse de manera total en Cristo? ¿Qué de Pablo hay en usted quien sacrificó todo? ¿Qué hay de Timoteo en usted? quien le da la espalda a todo lo que es atractivo para concentrarse únicamente en el interés de Cristo. ¿A que le ha dado usted la espalda, para concentrarse en el interés de Cristo?  

Alguien me dijo ayer, “Mi marido tiene otro pasatiempo. Exactamente lo que necesita. Algo más en que entretenerse.” No hay nada de malo con eso en sí mismo, pero, ¿cómo está su concentración en Cristo? Y después en el caso de Epafrodito, ¿por qué está arriesgando su vida? ¿por qué se está jugando la vida? ¿qué está dejando que únicamente la promesa de Cristo y el poder de Cristo puede recogerlo?

Sabe una cosa, a nosotros realmente no nos gusta el riesgo, ¿verdad? Lo primero, somos salvos, eso elimina el riesgo eterno. Uh, el cielo con toda certeza, no hay riesgo. Después regresamos a la vida, y tenemos que eliminar todos los riesgos en la vida. No hay riesgos. Aislados, protegidos, cómodos, tenemos todo el dinero que necesitamos, está funcionando la alarma contra robo, tenemos la reja, tenemos la puerta, nuestra vida está encerrada. No hay riesgo. Sin dar absolutamente nada.

Esa es la razón por la que digo, siempre he estado enamorado de la gente sacrificial. Y cada vez que los busco, tengo que buscarlos afuera de nuestra sociedad, o afuera de nuestro periodo de la historia. Tenemos tan pocos, y el Señor a convencido de pecado mi propio corazón. Y espero que el de usted también, para pensar en cómo ser una Epafrodito, y entregarme por una causa que no sea mi propia satisfacción. Odio esas cosas acerca de satisfacción personal. Creo que lo odio más que cualquier otra cosa, porque es contraproducente para todo lo que Dios lo ha llamado a usted a hacer, lo cual es entregar su vida por la causa de Cristo y por el servicio de otros, en sacrificio humilde.

Bueno, oremos juntos. Padre, vemos en este hombre Epafrodito, preocupación humilde por las necesidades de otros. Él era tan amoroso. Y vemos que él arriesgó la vida para satisfacer esas necesidades. Él que se jugó la vida de manera amorosa. Señor, ayúdanos a ser como él. Ayúdanos a que de alguna manera coloquemos las relaciones por encima de las cosas, y que no nos encontremos siempre tratando de aislarnos en zonas de comodidad, sino colócanos ahí afuera, en el frente, en dónde arriesgamos, en dónde podemos ver la mano poderosa de liberación a favor nuestro.

Algunos de nosotros ni siquiera sabemos lo que es ser rescatados, porque nunca hemos estado ahí afuera, dónde hay peligro. Nunca hemos abierto nuestra boca para hablar de Cristo. Nunca hemos adoptado una postura. Señor, ayúdanos en el servicio de Jesucristo a ser sacrificiales, y que con humildad y sin queja manifestemos nuestra salvación con temor y temblor. Y que Tú te agrades con aquello que te ofrecemos, como el sacrificio de nosotros mismos para Tú gloria. En el nombre de Jesús. Amén.

Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org 
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