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Abramos nuestras Biblias a 1 Timoteo capítulo 3. Primera de Timoteo capítulo 3. Esta mañana y la mañana del próximo día del Señor estaremos hablando de un tema conocido en la Iglesia: la función de liderazgo que la Biblia identifica como diáconos. Diáconos. Ahora, crecí la mayor parte de mi vida en iglesias bautistas. Mi padre fue un pastor bautista en mis años de crecimiento hasta que él llegó a una Iglesia bíblica independiente cuando estuvo en la universidad. Pero antes de esto, crecimos en una Iglesia Bautista. Y la frase común en la Iglesia Bautista era que los únicos niños que eran peores que los hijos del pastor eran los hijos del diácono. Y si alguno de ustedes ha crecido en un trasfondo bautista, quizás ha estado también en las garras de una filosofía tan equivocada como esa.

Pero el término diácono podría dar lugar a todo tipo de cosas para nosotros. Y conforme miro hacia atrás en mi legado, el término diácono, tengo todo tipo de memoria de hombres más bien austeros que me tomaban del oído y me sacaban del salón de la escuela dominical. Odio admitir esto, pero en varias ocasiones, eso sucedió. Los diáconos en mi vida como joven en cierta manera representaron la autoridad en la Iglesia. En algunas iglesias, son los líderes oficiales. En la mayoría de las iglesias en las que yo crecí, los diáconos eran los líderes espirituales de la Iglesia. Con mucha frecuencia, son el consejo directivo de la Iglesia. Inclusive el pastor puede ser empleado por ellos y trabajar para los diáconos. En algunas iglesias, el título diácono es algo que la gente busca alcanzar, porque con ello se lleva cierto nivel de honra y respeto en la comunidad. Aunque el título en sí mismo no parece significar o tener alguna expresión de deber en particular, ni algún requisito espiritual en particular.

En otras iglesias, no hay diáconos en absoluto. Simplemente, parecen ignorar el asunto. Y en algunas Iglesias, los diáconos son identificados, particularmente en iglesias litúrgicas, como una especie de suborden de sacerdotes. Son un orden del clero que está debajo de los sacerdotes, que está a cargo de los deberes de mantener las instalaciones o administrar alguna tarea. Si en su vida ha estado involucrado en algún punto en la logia masónica, sabría que también la logia masónica tiene diáconos. Y también hay una función en cierto orden también.

Todos estamos familiarizados con la palabra. No es raro que alguien que es religioso en particular o espiritual o da un testimonio cristiano o trabaja en algún equipo deportivo o entre alumnos y que se ha llamado como resultado de lo que hace diácono, porque en cierta manera esa es una palabra que se usa para alguien que realmente está involucrado en la Iglesia. Diácono es un término maravilloso y de alguna manera, nos gustaría sacar de ese término todo lo que no pertenece al mismo y redefinirlo para que usted entienda lo que la Biblia quiere decir cuando habla de la responsabilidad de un diácono. El término es mencionado aquí en 1 Timoteo 3, versículo 8. Se refiere a los diáconos. Lo vuelve a mencionar en el versículo 10, de nuevo en el versículo 12, otra vez de nuevo en el versículo 13. Estas son diferentes formas de una palabra griega: diakonos, diakonia, diakoneo. Siendo las tres formas en particular, una se refiere a siervo, otra se refiere a servicio y otra al verbo servir.

Ahora, aquí en esta sección vamos a hablar del asunto de la responsabilidad de los diáconos en la Iglesia. Y quiero que entienda, esto es muy importante, que de ninguna manera Pablo al escribirle a Timoteo presenta a los diáconos como un grupo inferior de personas a los ancianos o sobre veedores o pastores. De hecho, verá que conforme estudiamos esto en las próximas dos semanas, que los requisitos para ser un diácono de ninguna manera son inferiores a los requisitos de ser un anciano. La función es distinta en algunas maneras, pero no es distinta en otras maneras.

Los requisitos básicamente son los mismos. Ambos ven la vida personal de un hombre, su virtud, vida en el hogar, capacidad de liderazgo y compromiso con el servicio del Señor en la Iglesia. No se rebaja el estándar espiritual. Está al mismo nivel de la responsabilidad del liderazgo que el sobre veedor o el anciano con nivel pastoral. Veamos los versículos 8 al 13. Permítame leérselo para que los tenga en mente. “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. Las mujeres, asimismo,” implícito mujeres diáconos, “sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.”

Ahora, simplemente a partir de una lectura inicial de eso, usted puede ver la cualidad sublime de los hombres y las mujeres también mencionados en el versículo 11 que sirven en la función de diácono en la Iglesia. No se disminuye la calidad espiritual. No se valora menos la madurez espiritual y la pureza moral en la función de diácono cuando se compara con la función del anciano.

Ahora, hablemos un poco de lo que significa cuando usa el término diácono. Es muy importante que entendamos esto. El término usado aquí básicamente es un término muy conocido: diakonos. Es diakonos, significa siervo; diakonia, como dije servicio; diakoneo, servir. Esos términos son usados por lo menos cien veces en el Nuevo Testamento. Términos muy, muy conocidos. Ahora, el sentido original de esos términos tenía que ver con servir. Muy general. Cualquier tipo de servicio se tendría en mente. En nuestro texto, las palabras son transliteradas en lugar de ser traducidas. Sólo en dos lugares del Nuevo Testamento en el caso de los traductores de la versión King James autorizada en ingles escogió traducir esos términos, o más bien, eligieron transliterar estos términos en diácono en lugar de simplemente traducirlos. La palabra diakonos o diakonia significa siervo o servicio. Esa es su traducción. Tomar diakonia y traducirla a la función de diácono de nuevo, es transliterarla. Realmente, no la traduce, simplemente toma la palabra y le da palabras en español o en inglés a la misma.

Las palabras aquí realmente son simplemente la palabra siervo. Siervo. Y en su significado original, tenía la idea de servir primordialmente mesas. Probablemente, fue la palabra básica para mesero. Alguien que sirve una mesa. Pero mediante el uso, llegó a ampliarse hasta que significó cualquier tipo de servicio en absoluto. Cualquier tipo. No importaba qué tipo. Un rango de servicio amplio. Amplio.

Ahora, no es específica. En la mayoría de los casos, hasta que llega a 1 Timoteo 3. Y después, la palabra se vuelve específica y esta es la razón por la que los traductores escogieron realmente para la segunda vez en las Escrituras, la otra siendo Filipenses 1:1. También ahí debieron haber creído que era específica refiriéndose ahí a los obispos y diáconos de Filipos. Sólo en esos dos casos, estos dos pasajes, Filipenses 1:1 y aquí, la transliteran para apartarla y así para que ahora entendamos que ahora no está siendo usada en un sentido general, sino en un sentido más específico para referirse a un grupo de personas escogidas y selectas llamadas a ser los líderes del servicio de la Iglesia.

Pero es un término muy amplio y en su uso general únicamente se vuelve identificada de manera específica con cierto individuo y ciertos requisitos aquí en 1 Timoteo 3. Hasta que llegamos a 1 Timoteo 3, excepto únicamente a Filipenses 1:1, la cual puede ser una referencia a la función, el resto del uso de estos términos es general, no específico y no necesariamente se refiere a ningún tipo de función específica en la Iglesia. De hecho, las palabras diakonos, diakonia, diakoneo para nosotros son como las palabras siervo, sirve, sirve, servicio. Muy general, como cuando vamos a una gasolinera y nos sirven. O servimos tenis y servimos. Servimos a nuestro empleado. Servimos a nuestra nación. Digo, las palabras son muy, muy generales; y esa es la manera en la que son usadas en el Nuevo Testamento.

Y entonces, para entenderlas un poco mejor, quiero hacer un estudio de palabras para que podamos entender un poco a lo que llegamos en 1 Timoteo 3. Y esto, le dije a mi esposa Patricia esta mañana, esto va a ser más como una lección de escuela dominical que un sermón, pero quiero cubrir esto para que su entendimiento esté claro.

En la mayoría de los casos, por lo menos los 100 usos de este término, siempre se traducen servir o ministrar. Siervo o ministrar. Hay algunas cuantas excepciones. Por ejemplo, hay algunos lugares en donde la palabra es traducida administración debido al contexto. Algunos lugares, estoy pensando en Hechos 11:29, es traducida alivio porque el servicio ahí que se estaba dando eran unos recursos a gente que estaba en un hambre. Y usaron la palabra alivio y entonces, así es como la tradujeron. Tiene algunas otras traducciones, pero en la mayoría de los casos, cualquiera de estas tres palabras griegas se traduciría servir o ministrar como su traducción básica. Pero, sea cual sea la manera en la que usted la traduzca, sea que usted quiere darle un pequeño matiz en el contexto que le ayude a entender lo que significa o no, básicamente es muy general en términos de significado. Ahora, como dije, la idea de raíz es de servir alimento. Y quizás necesitamos entender eso por un momento. El significado original y limitado de esta palabra en su principio se presenta en Juan 2. Jesús, como usted sabe, está en la boda de Canaán y Su madre viene. Y Su madre les dijo a los siervos, Juan 2:5, y por cierto los siervos son diáconos, y Su madre les dijo a los meseros, que la gente estaba pidiendo el alimento y las bebidas y obteniendo el agua y todo eso, “lo que Él os diga que hagáis, háganlo.” Y cuando el maestre sala o el mesero de cabeza probó el agua que se había convertido en vino y no sabía de dónde vino, pero el diakonos que había sacado el agua sabía, el maestre sala o el mesero de cabecera llamó al novio.

Y entonces, usted aquí tiene a diakonos usado para un grupo de meseros en una boda. La gente sirviendo alimentos, sirviendo la bebida y demás. Y es su significado de raíz. Y después, está este pasaje maravilloso en Lucas 4 que nos cuenta mucho de una madre judía, la suegra de Pedro, la cual estaba muy enferma. En Lucas 4:39, Jesús curó a la suegra de Pedro y dice que inmediatamente se levantó y comenzó a servirlos. Y la palabra ahí es diakoneo, ésta comenzó a servir un alimento de manera típica. Ella había estado muy enferma, extremadamente enferma. Ella es curada de manera instantánea y hace lo que toda buena madre judía hace. Comienza a cocinar la comida. Digo, esa es la primera reacción que ella tuvo. Les sirvió.

Y entonces, ahí está la idea de nuevo de servir un alimento. Usted encuentra a tres textos más por lo menos en el Evangelio donde el término diácono se refiere a servir en una comida, Juan 12:2, Lucas 10:40 y Lucas 17:8. La palabra entonces comenzó como una palabra que se relacionaba a servir un alimento. Y se amplió para referirse a todo tipo de servicio en general. Por ejemplo, en Romanos 13:4, un soldado o policía es llamado un diakonos, un diácono, un siervo. Ellos servían al gobierno. Ellos servían a la justicia. Ellos servían a la ley y al orden. Ellos castigaban a los malhechores y recompensaban a aquellos que hacían bien.  

En un sentido general, en Juan 12:26, Jesús dijo: “si alguno me sirve, sígame. Y lo que él dijo con eso fue cualquier cosa que hagas para servir a Jesús, constituye diakonia, servicio o ministerio. Entonces, en este sentido es un servicio muy, muy amplio. Eso me lleva a decir que conforme los escritores de los Evangelios y los escritores de las epístolas adaptaron el término, lo usaron en un sentido amplio para todo tipo de servicio espiritual. En otras palabras, tomaron su pista de Jesús y cuando Él dijo ‘si alguno me sirve, sígame,’ ellos tomaron la idea que la vida para el que sigue a Cristo es servicio a Él. Ellos hablan acerca de servicio espiritual como una parte de la vida cristiana. De hecho, es la mayor parte. Cualquier cosa que hagamos en obediencia a la Palabra de Dios es servicio. Cualquier cosa.

Entonces, en ese sentido, simplemente para jugar con las palabras un poco, todos estamos en el ministerio, ¿verdad? Todos estamos en la diakonia, todos estamos en el servicio. Y ese es el primer nivel que debe entender, porque no quiero por un momento que terminemos con alguna idea de que los diáconos sirven y el resto de la gente observa. No quiero que pensemos por un momento que hay un nivel de liderazgo, ancianos y pastores, hay un nivel de servicio, diáconos; y después, hay un nivel de espectadores. No hay nivel de espectadores. No hay audiencia realmente en la Iglesia. Todos estamos en el ministerio. Todos estamos en el servicio. A todos se nos ha llamado a someternos en obediencia a servir al Señor Jesucristo. Él dice: “en donde Yo esté, ahí también Mi siervo estará. Y si alguno de sirve, el Padre lo honrará.” De nuevo, eso es de Juan 12:26.

Entonces, todos somos Sus siervos, todo les estamos sirviendo, ese es el estilo de vida para todos nosotros y tenemos que mantener eso en mente. Y en la mayoría de los casos, el uso de los términos en el griego se relacionan con esa categoría amplia de servicio espiritual en la que todo creyente está involucrado. Todos nosotros estamos sirviendo. Sirviendo al Señor.

Ahora, habiendo comenzado en ese punto, recordamos Primera de Corintios 12:5, que, dentro de este rango amplio de servicio, Primera de Corintios dice que hay variedades de dones y manifestaciones y también variedades de diakonia. Hay variedades de servicio. Todos los cristianos están en alguna forma de servicio espiritual. Todos son ministros, todos son diáconos en ese sentido general porque todos debemos servir en una variedad de maneras. Pablo se refiere en 2 Corintios 4:1 a su servicio. Él se refiere en 2 Corintios 9:1 de nuevo al servicio que cualquier persona lleva a cabo a favor de los santos.

Segunda de Corintios 9:1, simplemente se lo quiero leer. Creo que está bien expresado: “porque con respecto a la administración a los santos,” él dice en otras palabras, quiero hablar por un momento del servicio de los santos en el que todos estamos involucrados. Servimos a Dios, Pablo dice en Hechos 20, sirviendo al Señor. Aquí dice que servimos a los santos. Todos estamos involucrados en servicio. Servimos a Dios, escuche esto, servimos a Dios cada vez que obedecemos Su palabra y cada vez que obedecemos Su Espíritu, servimos a Dios. Cada vez que yo hago lo que está bien, estoy ofreciendo servicio a Él. Nos servimos unos a otros de la satisfacción de necesidades, pero todos estamos involucrados en ese tipo de servicio espiritual. De hecho, en Efesios 4:2 dice que se les dio al Iglesia evangelistas y pastores maestros a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. La obra de la diakonia.

En otras palabras, nuestro trabajo como ancianos y pastores es perfeccionar a los santos para que ellos puedan llevar a cabo su servicio. Todos, entonces, somos llamados como siervos de Cristo. Eso significa que estamos bajo órdenes. Él es nuestro Señor, Él es nuestro amo. Hemos sido llamados al servicio espiritual. Lo servimos, como dije, al obedecer la Palabra de Dios, lo servimos al seguir los impulsos del Espíritu de Dios, al estar bajo la autoridad de la Iglesia, al satisfacer las necesidades de aquellos que nos rodean.

Primordialmente, estamos involucrados en el servicio espiritual. Sería una cosa decir: “ estoy orgulloso de poder servir a mi país o estoy orgulloso de haber servido en esta gran causa”. Nada siquiera se acerca a poder decir: “he sido llamado al servicio bajo el Rey de Reyes y Señor de señores, Jesucristo mismo.” Ése es nuestro llamado alto y Santo. Esa es la vocación, como Pablo la llama en Efesios 4 a la cual hemos sido llamados. Este es nuestro llamado alto. Ese es nuestro andar como siervos.

Ahora, habiendo dicho eso, que todos estamos involucrados en el servicio, permítame llevarlo a un nivel más elevado, un segundo nivel. Observe Romanos capítulo 12 y aquí encontramos estos términos usados de algún poco más específico. En Romanos, capítulo 12, hay una lista aquí de varios dones dados al cuerpo de Cristo. Todos conocemos los dones espirituales. Hemos enseñado mucho acerca de eso a lo largo de los años. En el versículo 6 dice, versículo 4, que todos estamos en un cuerpo, pero no todos tenemos la misma función. Somos muchos y tenemos dones diferentes, difieren según la gracia, esta es la gracia de Dios. Dios, en Su gracia, nos ha dado diferentes dones.

Después, él procede a hablar de la profecía, de aquellos que tienen ese don deben operar según la fe dada para el uso de ese don. Y después, él dice, si es el don de ministerio, entonces él dice que necesitamos estar concentrándonos en nuestro ministerio. Ahora, el ministerio y ministrar es de nuevo la misma palabra, del mismo grupo de palabras. Diakonos, diakonia, diakoneo. Es lo mismo. Entonces, él está diciendo aquí que hay dones especiales de servicio, dones especiales de servicio. Sería paralelo a su mención de los dones de ayuda en 1 Corintios. Hay algunas personas que simplemente creo que podría decir que están por encima del resto porque han sido diseñados de manera excepcional por Dios para servir. Entonces, usted comienza a ese nivel amplio. Todo el mundo está en el servicio a Cristo. Hay algunos, no obstante, que han sido dotados de manera especial para funcionar de esa manera. No significa que el resto de nosotros no lo hace. Simplemente, significa que lo hacen de una manera única. Sirven como un estilo especial de vida capacitados por el Espíritu de Dios.

Por ejemplo, para conocer a una persona así, o más de una, observe Primera de Corintios 16. Esta es una ilustración interesante. Dice en 1 Corintios 16:15, simplemente un pensamiento más bien al margen, pero está relacionado con nuestro punto, al final de esta gran epístola, él habla de una familia muy específica. “Hermanos, ya sabéis que la familia de Estéfanas es las primicias de Acaya…” Y después, vea esto: “y que ellos se han dedicado al servicio de los santos.” Ahora, bien podría ser que aquí hay una familia en la que todos están sirviendo y quizás, algunos dotados de manera única.

Y entonces, su familia entera se caracteriza como aquellos que sirven a los santos. Entonces, amados, todos nosotros estamos sirviendo, algunos de nosotros hemos sido dotados de manera excepcional para ello. Todos somos llamados a eso. Usted no puede decir, ‘mira, yo no soy responsable, yo no soy nada especial, yo sólo soy un cristiano normal, no tengo ninguna obligación’. Usted no puede hacer eso. Usted tiene la obligación de servir como un estilo de vida. Algunos de ustedes han sido dotados de manera especial para eso. Y eso también debe ser reconocido.

Entonces, el término puede ser utilizado de manera general, puede ser utilizado de manera un poco más específica para referirse a aquellos que ejercen sus dones espirituales que son colocados en posiciones de servicio fiel, ayudando a otros en áreas comunes, e insignificantes de responsabilidad. Ahora, eso realmente es el panorama de todo lo que domina el Nuevo Testamento en relación al área de servicio. Simplemente, es muy general y después, especialmente aquellos que están dotados.

Pero, ¿qué hay acerca de los diáconos? Bueno, los diáconos ni siquiera aparecen, en mi juicio, en ninguna definición hasta Primera de Timoteo 3. Y sólo en Primera de Timoteo 3. Es la única presentación de la función específica. Entonces, podemos decir que hay una tercera categoría. Todo el mundo está sirviendo a este nivel. Algunas personas, en el siguiente nivel son dotadas de manera excepcional. Y después, el siguiente nivel serían aquellos que sirven en la posición de siervo en la Iglesia. Y los conocemos como diáconos, aunque bien podrían ser llamados siervos con una S mayúscula.

Entonces, usted tiene tres niveles de servicio en la Iglesia. Aquello que es llevado por toda persona. Aquello que es llevado acabo por aquellos que son dotados de manera única por el Espíritu para ello y aquella que es llevada a cabo por aquellos que son colocados de manera oficial en una responsabilidad de servicio y se vuelven los líderes y los modelos de servicio para el resto de la gente en la Iglesia.

Ahora, es importante reconocer que esas personas son diáconos no porque llevan a cabo todo el trabajo, sino porque ellos deben modelar el servicio apropiado para el resto de la gente. Como puede ver, como he estado diciendo y quiero volverlo a decir, la razón por la que usted tiene ancianos no es para apartarlos como más santos y después algunas personas creen ‘bueno, los diáconos son menos santos’. He oído a gente que de hecho dice eso. Bueno, él no puede ser un anciano, él no ha ordenado su vida. Hagámoslo un diácono. No, no, no. No, usted no dice ‘bueno, este hombre podría ser un anciano, pero hombre, tiene tantos problemas que mejor lo dejamos como diácono y que muestre que puede hacerlo’. No, no.

Y después, puede tener a gente en el grupo tres que dice: “no puedes esperar nada de mí, yo no soy ni anciano ni diácono, simplemente asisto aquí”. Espera un minuto, la razón por la que tiene ancianos no es para que diga: “bueno, aquí hay un estándar espiritual, son diferentes,” sino más bien: “aquí hay un estándar espiritual, todos debemos llegar a este estándar.” Todos debemos ser así. Y lo mismo es el caso con los diáconos. Los diáconos son los modelos de virtud espiritual. Están en este sentido al lado de los ancianos, no son menos que ellos. Usted no tiene a los ancianos aquí y a los diáconos ahí espiritualmente. Los ancianos tienen la autoridad porque ellos llevan el poder de la Palabra de Dios en su énfasis de enseñanza.

En cambio, los diáconos, desde el punto de vista espiritual, son iguales. De hecho, no hay diferencia entre los requisitos espirituales de los dos. Entonces, estos también deben ser hombres piadosos. Pero hombres cuya fortaleza no está en el área de enseñanza, esa es la diferencia. Ahí es donde un pastor y un anciano y un obispo son diferenciados. Su responsabilidad primordial está en gobernar la Iglesia mediante la autoridad del entendimiento y la proclamación de la Palabra de Dios. Pero al lado de él vienen aquellos que implementan lo que él enseña, que implementan el ministerio y cuyas vidas no son menos piadosas que la suya. Y la razón es llevar a la congregación entera a ese nivel. No colocar a estas personas de manera independiente y decir: ‘bueno, ellos son los anormales, los piadosos. Ninguno de nosotros jamás se esperaría que viviera como ellos.’ Lo opuesto es el caso. El mensaje de lo que un diácono debe ser es un mensaje de lo que usted y yo debemos ser porque ellos están ahí para modelar esto para nosotros.

Entonces, la primera vez que usted realmente llega a confrontar la idea de la función de diácono, como tal está en Primera de Timoteo 3. Filipenses 1:1 dice que está carta escrita a aquellos que están en Filipos, incluyendo a los sobre veedores y diáconos. Bien podría ser que estos eran diáconos oficiales, no podemos ser dogmáticos. Simplemente podría ser que son los líderes y los seguidores en un sentido general. Pero cuando usted llega Primera de Timoteo 3, definitivamente es específico.

Ahora, permítame decir algo que es un punto muy importante para entender esto. Yo no creo que hasta que usted llegue a Primera de Timoteo 3 usted encuentra algo específico acerca de los diáconos en absoluto. De hecho, no creo que haya ningún diácono nombrado como tal en las Escrituras. Algunas personas han querido decir que Pablo fue un diácono. De hecho, Pablo no fue un diácono. La mejor explicación de eso vendría de Romanos, capítulo 11. Y podría darles muchas Escrituras que enfatizan su apostolado. Pero creo que es tan buena como cualquier otra.

Romanos 11:13 dice: “os hablo a vosotros gentiles.” Y después, nos dice quién es él. “Como yo soy el apóstol de los gentiles.” Ahora, si usted quiere saber quién es él, entonces pregunte y él le va a decir. Él no es un diácono. Él es el apóstol de los gentiles.

Ahora, observe esto: “yo exalto mi oficio,” o mi posición. Interesante, la palabra ahí oficio es diakonia. Magnifico mi ministerio. Magnifico mi servicio. Sí, él es un diácono en el sentido general no específico en el que todos nosotros, sea cual fuere nuestro ministerio, es un servicio a Dios. Pero, su responsabilidad es la de un apóstol. Entonces, él únicamente es un diácono no específico y específicamente, un apóstol. Él presenta eso de una manera muy, muy clara. Él habla de su ministerio, su servicio, muchas veces. Y usa la palabra diakonia, pero siempre claro decir que su responsabilidad es la función de un apóstol. Entonces, Pablo no fue un diácono. De hecho, en 2 Corintios 10:11 y 12 presenta de manera clara el hecho de que él ahí está defendiendo su apostolado.  

Ahora, algunas personas también creen que Timoteo fue un diácono. En Primera de Timoteo, en donde usted está, puede ver el versículo 6 del capítulo 4. Primera de Timoteo 4:6, Pablo le dice a Timoteo: “si esto enseñas a los hermanos, serás buen diácono.” Entonces, algunos han dicho como puedes ver, Timoteo fue un diácono. Él inclusive fue un diácono bueno. Lo cual simplemente mucho mejor que ser un diácono simple. Él fue un diácono bueno, nutrido en las palabras de la fe y la buena doctrina que él había alcanzado.  

Pero el punto aquí de nuevo es que sabemos que Timoteo no fue un diácono en el sentido tradicional, obviamente. De hecho, en 2 Timoteo 4:5 Pablo le dice ‘haz obra de evangelista y cumple su ministerio’ o tu diakonia. En otra palabra, su diakonia fue la función de evangelista. Su función fue la de un evangelista. Su función fue la de un proclamador, un predicador en muchas maneras, distintas de la función de un diácono. Algunos creen que Tíquico en Efesios 6:21, quien es llamado un diácono fiel, debió haber sido un diácono. Pero no es el caso.

En Efesios, la palabra diáconos es usada 3 veces y nunca de una manera técnica, siempre de servicio general. Algunos creen que Epafras, Colosenses 1:7, llamado diácono fiel, fue un diácono formal. Es muy poco probable que lo fue. No tenemos razón alguna para asumir eso. Entonces, no tenemos ningún punto específico acerca de la función de un diácono hasta que llegamos a Primera de Timoteo.

Ahora alguien, de manera inmediata va a preguntar qué hay acerca de Hechos 6. Entonces, vayamos a Hechos 6. Este es un relato fascinante. Y la mayoría de la gente que ha promovido el diaconado en la Iglesia ha pensado que Hechos 6 en donde nació y lo que usted tiene en Hechos 6 son los primeros diáconos. Pero hay varias cosas que señalar. Una cosa que quiero que recuerde aquí es esto: en Hechos 6, los siete hombres escogidos por la Iglesia para el trabajo aquí nunca son llamados diáconos. Nunca son llamados diáconos.

Comencemos en el versículo 1: “en aquellos días,” los días de la primera Iglesia. Y francamente y de hecho fue el tiempo de la Pascua, el número de los discípulos había llegado a ser más de 20,000. Muchos habían creído, muchos de ellos son peregrinos. Han venido a la ciudad. Han creído en Cristo, la Iglesia ha nacido. Se han quedado. Entonces, hay muchos extranjeros que están ahí, judíos helenistas, judíos griegos. Había dos tipos de judíos: judíos palestinos y judíos no palestinos. Estaban esos judíos que vivían en la tierra de Palestina y aquellos que vivieron en el mundo griego.

Pero en la Pascua, los peregrinos vinieron. Entonces, usted tenía tanto a los judíos palestinos como a los helenos, como son llamados a partir del término griego que significa griegos. Entonces, todos estaban juntos aquí. Entonces, lo que pasó ahí, conforme todos estaban ahí, este grupo inmenso de cristianos ahora en esta Iglesia que se está multiplicando, hay una murmuración y ese es un problema. Ya está en la boca de la gente. Es importante saber que inclusive lo hicieron en la primera Iglesia. Entonces, hubo una murmuración. Y la queja básicamente vino de los griegos o de los helenos, los judíos no palestinos. En contra de los judíos palestinos. Porque sus viudas estaban siendo descuidadas en la administración diaria.

Ahora, estaban tratando de servir a todas estas viudas que estaban ahí. Pudo haber habido varios cientos de viudas que habían venido de afuera y otras que eran de Palestina. Y las viudas estaban bajo el cuidado de la Iglesia. La Iglesia, por cierto, había heredado eso de los judíos. Los judíos habían tenido un compromiso muy, muy fuerte con el cuidado de los pobres y los necesitados. Habían recibido eso claro de la instrucción de Dios en el Antiguo Testamento. Y, de hecho, ellos tenían un medio muy, muy sofisticado para hacer esto. Habían desarrollado un pequeño patrón. Todos los viernes, en toda comunidad judía, algunos hombres iban al lugar de comercio y por las casas y recolectaban dinero de todo el mundo para darlo a los pobres y necesitados. Recibían todos los donativos que podían recibir y después, esto era distribuido a aquellos que estaban en necesidad por parte de comités que no tenían menos de dos personas, por razones obvias. No querían que nadie se robara el dinero. Y cuando iban con los pobres de la comunidad, sólo les daban lo suficiente para 14 comidas, eso es dos comidas al día para siete días. Y si ya tenían la comida de una semana en la casa, no podían recibir nada.

Esta distribución era llamada la koopa, lo cual significa la canasta. Ellos lo repartían a partir típicamente de una canasta. Además de esto, recolectaban diariamente el alimento de casa en casa para aquellos que estaban en una situación de emergencia y necesitaban alimentos para ese día. Y esto era llamado el tamwi o la charola. Y ellos iban por todos lados ofreciendo esto a las personas en necesidad.

Bueno, la Iglesia que salió del judaísmo continuó con esto. Los judíos ni siquiera enfatizaron que una persona le diera a otra en necesidad. Enfatizaron dárselo a la sinagoga. Que las sinagogas lo diseminaran para que la responsabilidad estuviera en manos de hombres sabios que estaban haciéndolo apropiadamente.

Entonces, aquí tienen esta responsabilidad. Y hay un argumento aquí que tienen en la Iglesia porque las viudas de los judíos griegos no creen que están recibiendo su proporción justa en la provisión del alimento que está siendo distribuido. La Iglesia obviamente recibió este ministerio maravilloso de sus raíces judías. ¿Cómo lo van a resolver? Versículo 2: “los 12 llamaron a la multitud de los discípulos y les dijeron: “no es justo, apropiado o correcto que dejemos la Palabra de Dios y sirvamos las mesas.”

Ahora, aquí hay una línea de distinción. Algunas personas en la Iglesia necesitan estar en la Palabra de Dios y otras personas necesitan estar a cargo de los negocios, lo administrativo. Esa línea de distinción permanece cuando usted llega a las epístolas pastorales. Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer y tenemos que encontrar a alguien que haga lo demás. No era la prioridad de los apóstoles dejar la palabra y servir el alimento. Tienen a miles de miles de personas. Recuerde esto: todo son nuevos convertidos. Todos vienen de todo el mundo y estos doce hombres están tratando de discipular a todos antes de que se vayan. Tenían una tarea tremenda en sus manos. Y realmente, no querían apartarse de esto al tratar de resolver cómo traer equidad al tema de la distribución del alimento. Entonces, querían que alguien más hiciera esto. Versículo 3: “por lo tanto, hermanos, buscad entre vosotros a siete hombres que sean honestos.” Obviamente, van a tener mucho dinero en sus manos llenos del Espíritu Santo y de sabiduría.

¿Porque necesitan al Espíritu y la sabiduría? Porque van a tener que discernir en dónde está la necesidad real. Y vamos a designarlos sobre esta tarea, observen que iban a designarlos para una tarea específica, no hay posición aquí. No hay una función continua aquí. Vamos a designar a estos hombres para que puedan encargarse de esta tarea. Y quiero decirle una tarea. Y nosotros, versículo 4, perseveraremos en la oración y en el ministerio, en la diakonia de la Palabra. El único uso del término diakonia aquí se presenta en referencia a los apóstoles. El único uso del término diakonia aquí es en referencia a los apóstoles.

Y después, de regreso en el versículo 1, en referencia a la diakonia diaria de servir a las viudas. En ningún lugar llama a estos hombres diáconos. Los apóstoles estaban llevando a cabo su diakonia, su servicio, y la gente que estaba distribuyendo la comida también estaba llevando a cabo su servicio. Pero estos no son llamados diáconos específicamente. Es interesante señalar que, en la primera Iglesia en Roma, no debería decir la primera Iglesia, debería decir la Iglesia apostólica de Roma sólo permitió siete diáconos, siguieron con esto y lo hicieron el estándar, la norma. Y tuvieron a siete diáconos a la Iglesia en Roma con el propósito de distribuir bienes a los pobres.

Pero no creo que el Espíritu de Dios tuvo la intención de establecer con esto algún tipo de orden continuo. No creo que estos siete hombres escogidos fueran diáconos. Observe el versículo 5: “Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo,” ese fue el requisito, “a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía.”

Entonces escogieron a siete hombres y los colocaron delante de los apóstoles. Y cuando hubieron orado, impusieron sus manos y los ordenaron para el ministerio. ¿Qué ministerio? Este servicio, esta tarea, esta función administrativa de encargarse de las viudas y de su alimento.

Ahora, con eso en mente quiero que entienda el pensamiento. No es un asunto importante, pero simplemente para que lo tenga en su mente. La razón por la que no creo que esos eran diáconos es, número uno: el término es general y simplemente está hablando en general de servicio aquí. La única referencia a la diakonia en sí conectada con ciertos individuos está en el versículo 4. Y la diakonia ahí está conectada con los apóstoles. El Nuevo Testamento, escuche esto, jamás vuelve a referirse a estos siete como un diaconado, como un grupo de diáconos.

De hecho, el libro de los Hechos ni siquiera menciona la palabra diáconos. Nunca vuelven a aparecer. Si éste fuera algún tipo de orden nuevo de diáconos, deberían haber sido mencionados una y otra vez, particularmente en el capítulo 11, en donde hubo un hambre y cuando querían que el alimento fuera cuidado para el hambre y dice que se lo dieron a los ancianos, Hechos 11:29, no a los diáconos, porque no había diáconos.

Usted pregunta: “bueno, si no hay diáconos, ¿qué son? Simplemente, son hombres escogidos para una tarea específica. Honestos para que pudieran manejar el dinero, llenos del Espíritu y sabiduría para que pudieran discernir en dónde estaban las necesidades. Fueron siete hombres escogidos para un tiempo de crisis, no necesariamente establecidos en una posición de tiempo completo. Si fueron instituidos como diáconos aquí, usted con toda seguridad podría esperar que hubieran aparecido más tarde en el libro de los Hechos en algún lugar. Y probablemente, como dije, en Hechos 11 al tratar con el hambre.

Algo más que interesante que todos estos siete tienen nombres griegos. Si hubieran sido un grupo continuo de diáconos para la Iglesia en Jerusalén, habría sido algo raro que todos hubieran sido judíos griegos. Pero si fueron escogidos para una tarea específica, de aliviar a las viudas judías griegas, entonces tiene sentido que habrían escogido a griegos para que hicieran eso. Eso los habría acercado hacia la equidad.

Entonces, la tarea especial… Pero mantenga esto en mente. Hay un sentido preliminar aquí en donde vamos a ver lo que los diáconos serán, porque usted tiene apóstoles aquí cuya tarea es la Palabra y la oración. Y los diáconos que se encargan de la implementación de ciertas tareas. Y ese tipo de estructura se ve en la Iglesia. Los ancianos de 1 Timoteo enfatizan la Palabra y la supervisión. Y los diáconos enfatizan la implementación y la aplicación. Entonces, ese tipo de relación continúa existiendo.

La comparación, entonces, de estas cosas nos muestra que los diáconos tuvieron lo que podríamos decir un precedente histórico en Hechos 6, pero no fueron los diáconos específicos en sí. De hecho, en muchas maneras eran más como ancianos. Permítame mostrarle por qué. Observe el versículo 6. Ellos oraron, les impusieron las manos. Y ahora, versículo 7, y la Palabra de Dios se incrementó.

Ahora, ¿por qué se incrementó? Bueno, en primer lugar, creo que se incrementó porque en primer lugar los apóstoles tenían la libertad de no servir las mesas para hacerlo incrementarse, ¿verdad? Los apóstoles tuvieron la libertad de hacer lo que pensaron que debían hacer y eso fue pasar su tiempo en la Palabra y la oración. El número de los discípulos se multiplicó en Jerusalén mucho y gran número de los sacerdotes fueron obedientes a la fe. Pero otra razón por la que se multiplicó no sólo fue el trabajo de los apóstoles, sino que observe esto: “y Esteban,” quien bien pudo haber sido el representante de los otros seis, “lleno de fe y de poder, hizo grandes maravillas y milagros entre el pueblo.”

Ahora, ¿podría ser que los otros seis hicieron lo mismo? Podría ser que estos eran todo menos diáconos en el sentido tradicional, estos eran evangelistas capacitados por el Espíritu Santo que salieron a esa ciudad haciendo señales y milagros y obras poderosas, enseñando y predicando, evangelizando, llenos de fe, llenos del Espíritu, llenos de poder, llevando a cabo maravillas.

Ahora, sabemos que al menos otro de ellos fue un predicador poderoso que hacía milagros y fue Felipe. Porque él es mencionado como tal cuando llega al capítulo 8. Dos de los siete sabemos que fueron predicadores poderosos. Bien podría ser que los otros cinco estuvieron involucrados en un ministerio también. Entonces, serían más como apóstoles, más como evangelistas de lo que entendemos como la función de diácono, como la entendemos a las epístolas pastorales.

Entonces, habiendo tocado todo eso, regresemos a 1 Timoteo capítulo tres. Y veamos brevemente este capítulo en nuestros pensamientos. Cuando usted llega a 1 Timoteo 3 estamos alrededor del año 64 d. C. en la Iglesia. La Iglesia ya ha existido por un tiempo, Cristo fue crucificado poco después del año 30 después de Cristo. La Iglesia ha existido por 30 años, ha crecido, se ha desarrollado. Pablo ha tenido un ministerio eficaz. Otros han ministrado y la Iglesia en Éfeso, a la que Pablo está escribiendo esta carta, realmente a ellos a través de Timoteo. Timoteo está ahí tratando de corregir las cosas en la Iglesia.

Pero la Iglesia en Éfeso ha crecido, se ha desarrollado. Su liderazgo fue preparado por Pablo durante tres años, según Hechos 20. Es una Iglesia bien desarrollada, se ha vuelto algo muy claro que la Iglesia necesitaba no solo maestros de la Palabra, que fueran los supervisores y ancianos, líderes de la iglesia, aquellos con autoridad, sino también necesitaban a gente que lo implementara. Y administradores y trabajadores que desarrollaran eso. Y entonces, ya para este momento, ha habido un gran número de personas que se ha elevado a lugares de servicio oficial.

Y lo que Pablo le está diciendo a Timoteo aquí es: “mira, no puedes dejar que cualquier persona haga eso.” Hay un nivel de servicio en el que todos estamos involucrados. Hay un nivel de servicio para aquellos que tienen dones espirituales. Pero hay un nivel de servicio en representación de la Iglesia que conlleva la autoridad de los ancianos y la autoridad de los pastores para lo cual hay gente que debe estar calificada de manera apropiada.

Entonces aquí, y realmente es oscuro el saber cuándo que la transición en sí se llevó a cabo en la historia. No lo sabemos. Pero ya cuando usted llega a 1 Timoteo se ha desarrollado el reconocimiento que la Iglesia debe tener a un grupo de servidores que son reconocidos como modelos de virtud espiritual en la función de un siervo. Y de nuevo, regreso a lo que dije al principio, que el propósito de los siervos en este nivel es de ser ejemplos. Ellos establecen el estándar espiritual de lo que servicio debe ser para el resto de nosotros que debemos seguir.

Y de nuevo, no hay nada dicho aquí acerca de deberes específicos. No se da ningún deber para un diácono aquí. No dice nada. De lo único de lo que habla son características. Usted pregunta entonces qué es lo que los diáconos hacían. Bueno, hacían lo que los pastores los dirigían a hacer. Es una tarea bastante simple. Digo, si me pregunta cómo defino mi tarea, la podría resumir, creo yo, de manera muy simple: gana, enseña, prepara, envía… Gana, enseña, prepara, envía. Usted simplemente continúa en un ciclo con la gente en todo momento. Nadie necesita trabajar muy duro en entender lo que debemos hacer. Enseñamos la Palabra de Dios. ¿Por qué? Para ganar gente a Cristo. ¿Por qué? Para que puedan crecer en la fe. ¿Por qué? Para que puedan ser preparados para hacer lo mismo y los enviamos para hacerlo. Muy simple. Simplemente es ese ciclo constante. Conocemos la tarea muy bien. Bueno, ¿qué es lo que hacen los diáconos? Bueno, los diáconos lo ayudan a usted a implementar la tarea. Esa es la función de servir. De servir.

Entonces, la Biblia realmente no especifica la tarea, porque la tarea es simple. Si vamos a evangelizar al mundo y los ancianos y los pastores van a dar algo de dirección para saber cómo se va a hacer eso, los diáconos lo implementan. La distinción es que su énfasis primordial no está en la enseñanza.

Ahora, permítame decir esto: eso no significa que no pueden enseñar o no enseñan. Lo opuesto es el caso. Pueden enseñar y quizás, deben enseñar. Ciertamente, deben ser fuertes en la doctrina sana. Y si están en algún tipo de servicio espiritual, ese servicio debe estar controlado dentro de los parámetros de su entendimiento de la doctrina sana. Y su interacción con la gente debe estar controlada por su entendimiento de la doctrina sana. Deben ser como esos hombres fueron en Hechos 6, llenos de fe, llenos del Espíritu, llenos del poder. Deben ser personas honestas, deben tener la integridad de la vida y todo esto. Decir que no son los maestros primordiales de la Iglesia no significa que son ignorantes teológicamente. El versículo 9 dice que se aferran al misterio de la fe, no sólo se aferran bien, sino que lo mantienen en una conciencia limpia. Lo cual significa que no sólo conocen la verdad, sino que viven la verdad.

Entonces, el asunto aquí es que esta es la virtud de la vida de la persona. Ahora, permítame resumir lo que hemos dicho. Toda persona en la Iglesia sirve. Algunas personas sirven con dones muy específicos. Y algunas personas sirven en una función, en una posición. Eso puede ser hombres o como indica también el versículo 11, pueden ser mujeres.

En Grace Community Church tenemos a cientos de diáconos y diaconisas. Me interesa saber cuántos de ustedes en esta mañana aquí son diáconos o diaconisas en Grace Community Church. Levante su mano. Observe a su alrededor, los ve por todos lados. Muy bien, y también fue alrededor del mismo número en el primer servicio. No sé exactamente cuántos, pero yo supondría que son entre 400 y 500, ¿quizás es así? Creo que sí, diáconos y diaconisas. Y cada año tenemos una lista de ellos y creemos que están calificados para servir en esas áreas. No son las únicas personas en Grace Community Church que sirven, si fuera así no podrían cumplir con sus metas. En muchos casos, están tratando de estar en una red de responsabilidad de servicio a través de toda la congregación que ha sido establecida por los ancianos bajo la dirección del Espíritu. Pero todo el mundo sirve. Todo el mundo sirve. Estas personas se vuelven los modelos.

Y como dije, usted no lo ve y dice ‘bueno, aquí hay un hombre con una vida de cabeza, más vale que no lo hagamos un anciano, hagámoslo un diácono’. Este no es el caso. La gente desde el punto de vista espiritual está en el mismo nivel. Los requisitos son los mismos. Es que cumplen la función que es diseñada por y guiada por los ancianos, los sobre veedores en la Iglesia. Es una manera hermosa, hermosa que Dios ha diseñado para Su liderazgo.

Y quiero apresurarme a decir que creo con todo mi corazón que los diáconos tienen que ser, y sean hombres o mujeres, considerados como los líderes de la Iglesia. Son líderes. Guían por ejemplo. Guían por función. Ellos son los líderes en la Iglesia. Toda Iglesia no sólo necesita liderazgo pastoral sino liderazgo de siervos. No podríamos hacer nada si no fuera por estos diáconos maravillosos, hombres y mujeres, que implementan la administración y la aplicación.

Yo creo, por ejemplo, que usted puede tener un grupo de ancianos que pasa su vida entera estudiando la Palabra de Dios y debajo de ellos, todos los administradores de la Iglesia pueden ser diáconos. Es nuestra costumbre y política como Iglesia que cualquier persona que sirve en el personal de la Iglesia en cualquier responsabilidad esté calificada por estos estándares como diácono o diaconisa. Utilizamos el término diaconisa, aunque no hay un término griego para esto. Cualquier persona que sea empleada de Grace Community Church en cualquier función de ministerio en donde sirven bajo la dirección de los ancianos debe calificar como diácono o diaconisa, porque ese es el grupo de personas que establecen el estándar para el servicio espiritual. Es un estándar serio. Y el único punto en el texto aquí no es su función, no son sus deberes. Es su virtud. Como siempre, usted puede reducirlo a esto, como siempre, todo en la Iglesia es ejemplo. Ejemplos piadosos para que el resto los siga.

Bueno, el próximo día del Señor vamos a ver específicamente comenzando en el versículo 8, profundizaremos en las características de los diáconos. Inclinémonos juntos en oración.

Gracias, Señor, por llamarnos a Tu servicio. Pensamos en las palabras de Pablo, quien dijo que él era un blasfemo e injuriador, pero Tú mostraste gracia y misericordia y lo colocaste en la diakonia. Lo colocaste en Tu servicio. El gozo es estar en Tu servicio. Bendecimos Tu nombre por un privilegio tan santo. Padre, ayúdanos a todos, a cada uno de nosotros, a conocer la rendición, la responsabilidad que todos tenemos de servirte.

Señor, bendice a aquellos que específicamente tienen el don de servicio, el don de ayudar. Y Señor Dios, bendice a aquellos que son diáconos, diaconisas, que son los ejemplos para la Iglesia entera de lo que un siervo espiritual debe ser. Ayúdanos, Señor, a no estar contentos con decir: “bueno, simplemente yo estoy aquí en la orilla. No se demanda mucho de mí.” Sino Señor Dios, ayúdanos a seguir el patrón espiritual de aquellos que ponen el ejemplo para que la Iglesia pueda ser todo lo que Tú quieres que sea, lo cual es ser como Jesucristo. Oramos en Su nombre. Amén.

 

 

 

 

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