Solo para que sepan están en Grace Community Church, y trajeron un escritorio y estoy contento por tener una especie de plática con ustedes en esta noche, y obviamente conforme comenzamos este tiempo de preguntas y respuestas literalmente hemos tenido cientos y cientos de preguntas que han llegado y todavía están llegando rápidamente, pero hay varias preguntas que son preguntas obvias, que se relacionan con los asuntos actuales que estamos enfrentando en esta pandémica de COVID-19, Coronavirus, como se ha llamado.
Y la gente me ha preguntado mucho cual es mi perspectiva de esto, y estoy contento por darles esto obviamente. No soy un experto en la salud, yo no soy un médico, yo no digo ser un científico, pero creo que hay perspectivas que pueden ayudarnos un poco conforme pensamos en esto desde el punto de vista cristiano, desde el punto de vista bíblico en particular. Recientemente en la historia de Estados Unidos continuamente sigo leyendo en los últimos años, y sigo leyendo algunos de los mejores libros de la Segunda Guerra Mundial, incluso libros de la Primera Guerra Mundial, y he leído de los sacrificios inmensos que han hecho tantos estadounidenses para asegurarse que la libertad estadounidense sea asegurada para generaciones después de ellos.
Y regresa usted en la historia de nuestro país, regresando hasta la Declaración de la Independencia, hasta 1776, durante todos los años desde ahí Estados Unidos se ha enorgullecido de su libertad, y la libertad ha sido lo suficientemente preciada como para que la gente entregue sus vidas durante todas las décadas, realmente desde ese entonces, peleando por la libertad, libertad en muchas ocasiones la gente que hiso el sacrificio nunca lo disfrutaron porque hicieron el sacrificio, como sabemos, millones de ellos murieron en ambas guerras mundiales. Pero me es muy interesante pensar en el hecho de que hubieron generaciones de personas en Estados Unidos que literalmente estaban sacrificando sus vidas, sabiendo que iban a ir a la guerra, que era muy probable que iban a terminar en la tumba, que harían eso de cualquier manera y lo harían con un sentido de honor y dignidad por la libertad de la gente en el futuro, que nunca conocerían.
Millones de personas literalmente, entregaron sus vidas para asegurar la libertad para estadounidenses. Es una paradoja tan extraña, darnos cuenta de que el día de hoy básicamente nuestra población entera de manera deliberada ha cedido a sus libertades. La gente nos ha dicho que hay una amenaza mortal y la gente temiendo esa amenaza mortal con disposición a cedido a sus libertades de una manera total, como nunca antes. Y yo me doy cuenta que esta es una generación que no tiene la misma postura altruista de sacrificio personal de su, de generaciones anteriores. Esta es la generación de yo primero, narcisista, esta es la generación que, si alguna vez ha vivido en una generación que no quiere ceder su vida por alguien más, ni siquiera quieren contraer gripa. No quieren que su mundo sea interrumpido o volteado de cabeza.
Eso es exactamente lo que está pasando. Y presenta un mensaje poderoso, poderoso de que no tienes que tener un ejército para conquistar una nación, ésta generación en particular está dispuesta a ceder sus libertades si el gobierno va a protegerlos. Un cambio sorprendente en cómo la gente en este país ha pensado a lo largo de los años. Pero, ¿qué es lo que motiva eso? Bueno, lo que motiva eso es el temor a la muerte. Creo que he oído la palabra ‘mortal’, más veces, a lo largo de este asunto del Coronavirus que jamás lo he oído de los medios masivos de comunicación, en cualquier período de la historia en la que yo he vivido, y he vivido por mucho tiempo.
La gente teme a la muerte, y me lleva de regreso a Hebreos capítulo 2, en dónde hablando de Cristo dice, “Por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él asimismo participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban toda su vida sujetos a servidumbre.” El temor a la muerte hace que la gente sea esclava. La gente está aterrada de la muerte, y de manera apropiada.
Vivimos en una sociedad quizás, más temerosa de la muerte, que quizás cualquier otra generación previa en nuestro país. Literalmente han sido el enfoque de toda su preparación académica, todo lo que han aprendido filosóficamente probablemente en los últimos treinta, cuarenta años, la vida gira en torno a ellos. Ellos son la persona más importante en su mundo y que su verdad y sus objetivos, y sus metas, y sus sueños y deseos son la prioridad. De hecho, usted puede tener un evangelio de la prosperidad que básicamente dice, “Solo dile a Dios lo que quiere que Él te lo va a dar.” Esta es una cultura muy egoísta. Para ellos, el temor a la muerte parece ser mayor.
Entonces, usted literalmente puede conquistar una nación entera si puede hacer que teman la muerte, y prometerles que va a entrar usted para liberarlos de ese destino terrible. Yo creo que es positivo que esta generación tema a la muerte, porque creo que deben estarlo, esta es la generación menos cristiana en la historia de nuestro país. Esta es la generación más atea en la historia de nuestro país, esta es la generación mas hedonista en la historia de nuestro país, esta es la generación más irreligiosa, esta es la generación más básicamente, agnóstica, eso significa que no están seguros de que existen algo como la verdad real. Esta generación necesita una dosis fuerte del temor a la muerte. Y esto ha sido eso para muchas, muchas personas. Desde un punto de vista cristiano, lo entendemos. Está establecido que los hombres mueran una sola vez y después de esto el juicio.
¿Puedo decir lo obvio? Nadie ha muerto en el coronavirus, en la pandemia del coronavirus que de cualquier manera no iba a morir. Nadie. Todos vamos a morir. Esta es la realidad inevitable, y entre más, de manera más clara lo enfrente la gente más se ve forzada a ver su mortalidad, más temor genera en sus corazones. Y después usted añade a eso que están encerrados y no pueden llegar fácilmente a todas sus formas de escape. En cierta manera me pareció sorprendente en las últimas horas, que incluso las drogas no se encuentran de manera tan fácil para la gente en este país como antes. Algunos de los carteles en Latinoamérica están tratando de encontrar un nuevo camino para entregar sus drogas. Las formas normales del entretenimiento, que son escape para la gente, no están disponibles, y la televisión simplemente es una repetición de cosas que pasaron en el pasado. Los deportes, el cual es un escape para una parte enorme de nuestra generación, no está disponible.
Entonces, hay una especie de realidad sombría en este momento en esta historia, que trae la realidad de la muerte con fuerza y poder. Y, de nuevo, la gente se da cuenta de que no están en control. Hay fuerzas que están ahí afuera, contra las cuales no se pueden defender. Necesitan pensar así, y nosotros como creyentes necesitamos asegurarnos de que estamos disponibles para decir, “La Biblia dice que, “la paga del pecado es muerte. Y todos pecaron, y están cortos de la gloria de Dios.” La prueba de la depravación del hombre, la prueba de la depravación de la pecaminosidad de todo el mundo, de la humanidad, del hombre, es la muerte. Todo mundo muere. Todo mundo. La muerte no es el final, después de esto el juicio. Y toda alma, o se va al cielo, o al infierno.
Entonces, creo que, como cristianos, podemos ver una oportunidad redentora en este asunto del coronavirus, hablar de las realidades del evangelio, declarar, declarar que Dios es el Dios Vivo y Verdadero, Soberano, todo glorioso, el Dios de la Escritura. Declarar, en segundo lugar, que Él es un Salvador y un redentor de pecadores. Declarar en tercer lugar que aquellos que lo rechazan, y rechazan el evangelio de Su Hijo, van a enfrentar juicio. En cuarto lugar, que Dios va a enviar a Su Hijo de regreso para establecer Su Reino sobre la tierra.
Entonces, debemos declarar la gloria de Dios, la salvación de Dios, el juicio de Dios, y el reino venidero de Dios. Mi oración en esta situación es que tengamos oportunidad para el evangelio que no hemos tenido antes. Y después usted añade la realidad de que hay cierto tipo de confinamiento, de tal manera de que usted con la gente con la que vive usted en su casa, en su pequeño grupo de amigos, o familia, y es lo más lejos que puede llegar sin ningún tipo de intimidad, pero está forzado a pasar más horas con esas personas y esta es una mayor oportunidad, para que usted en cierta manera tenga una mayor oportunidad de presentar más allá de algo superficial, el evangelio declararle la verdad.
Hice un mensaje, un poco más de una semana, para los alumnos de la Universidad Master’s y se les envió a los alumnos y está titulado “Un mensaje de John MacArthur” no es algo novedoso. Pero les dije que les hablé de la “Gran Comisión”, y les dije a nuestros alumnos, y terminó en YouTube y el último que vi ha ido por todos lados. Si usted quiere ver eso, especialmente, el mensaje especial de John MacArthur, creo es unos cuarenta minutos de una plática conmigo y les ayudamos a pensar en cuál es su responsabilidad en un momento así, de declarar la gloria de Dios, de declarar la salvación de Dios, de declarar el juicio de Dios, y de declarar el reino venidero de Dios. Él está en control de todo esto, es Su propósito soberano que esto haya pasado.
Ahora, otra pregunta que me llega todo el tiempo. ¿Piensas que esto es alguna forma de juicio final, apocalíptico? La respuesta simple es, no. No creo que esto cumple ninguna profecía en la Biblia, y no creo que sea una forma de juicio final que está apegado al tipo de juicio apocalíptico que viene apenas antes del regreso del Señor Jesucristo. La razón por la que digo es porque esos juicios son descritos a detalle, en el libro de Apocalipsis, comenzando en Apocalipsis capítulo 6 y hasta el capítulo 19, usted tiene todos esos juicios que vienen bajo sellos, y después trompetas, y después copas, juicios de copas y después cada uno de los siete es una forma acelerada de juicio divino en el mundo. Es juicio horrendo. Y los cuerpos celestes comienzan a caer del cielo, y los ríos comienzan a convertirse en veneno, los mares se vuelven en veneno, cuarta parte de la población del mundo muere.
En otro punto la tercera parte de la población muere, tienen usted cosas cataclísmicas que solo podrían ser descritas como juicios divinos sobrenaturales. Y el mundo jamás ha visto algo así. Ese tipo de cosas, esencialmente están definidas en la Biblia como los juicios de Dios, viniendo sobre la tierra, antes del regreso de Jesucristo. Eso sucederá en un tiempo llamado “La Tribulación”, está por venir. No estamos en ese tiempo, porque ese tiempo comienza con el rapto de la iglesia y cuando el Señor se lleva a Su iglesia, el cual es el acontecimiento sin señal, puede venir en cualquier momento, en cualquier hora, saca a Su iglesia, y después los juicios comienzan a venir. Y como Su propia iglesia, seremos librados, guardados de la hora de la prueba, dice el libro de Apocalipsis.
Entonces, el tipo de cosas de los que usted lee en el libro de Apocalipsis, van a pasar después de que la iglesia sea quitada del mundo. Entonces, no podemos ver esto como si algún juicio apocalíptico de Dios está cayendo sobre nosotros. Y permítame darle otra manera de entender eso, cuándo Dios juzga, cuándo Dios trae Su juicio final, no va a haber ninguna vacuna, no va a haber alguna medicina que mitigue. Cuándo Dios traiga el juicio final, es horrendo. Y si usted quiere una muestra de eso regrese a Génesis 6 y comience a leer acerca del diluvio, en dónde Dios ahogó a la población entera del mundo, lo cual estaba a millones, librando solo a ocho almas. Cuando Dios determina juzgar, no va a ser por agua, sino que va a ser por fuego, y va a culminar en que el universo entero va a dejar de existir siendo disuelto, como dice Pedro, los elementos se van a disolver, todo va a quemarse.
Entonces, lo que estamos viendo es el curso normal de la vida en un mundo pecaminoso y corrupto. Y, esto no es tan malo como dicen que sería, en absoluto. De hecho, el número de muertes continúa decreciendo, y decreciendo, y decreciendo y en muchas de esas proyecciones originales habían considerado mitigación, pero todavía terminaron con números enormes que no han llegado a ser el caso. Es un comentario al margen de esto, la Universidad de Harvard produjo un reporte que indicó que el porcentaje más bajo de coronavirus en el mundo, creo, si es que no el más bajo, está cerca del más bajo, está en la India.
Esa podría ser una sorpresa para usted debido a que hay mil millones de personas en la India y debido a que hay una pobreza enorme en la India, y debido a que hay múltiples generaciones que viven en el mismo lugar, lo cual teóricamente puede hacer que la generación mayor sea vulnerable a los virus que están en los jóvenes. Sin embargo, la India, y esta es una estadística sorprendente, 2% del número de casos de coronavirus que tiene los Estados Unidos, 2%. Y cuando usted pregunta, como es que la India, la cual es esta masa de personas, y está comprimida en la pobreza, ¿cómo escapan eso? Una respuesta muy interesante fue que durante décadas la población ha estado recibiendo hidroxicloroquindur para la malaria.
Y mientras que han habido algunos periodistas que menosprecian eso, tiene usted una evidencia bastante interesante de este impacto, en los millones de personas en la India que tienen una susceptibilidad tan minúscula al coronavirus. ¿Y porque digo esto? Digo eso porque cuando el juicio de Dios cae, las naciones que han rechazado a Dios, como la India, no van a tener una taza baja de infección. No quiere decir que somos mejores que ellos, esta nación podría caer bajo el juicio de Dios, después de todo habrán diez millones de bebés abortados, una nación homicida. Ese es un número mucho, mucho mayor, exponencialmente mayor que la cantidad de personas que han muerto de esto.
Entonces, vemos esto y decimos, esta es la vida en un mundo caído, todos estamos sujetos a la muerte, todos vamos a morir, no sabemos cuándo, y muchas cosas diferentes pueden hacernos morir, diez millones bebés, aun antes de que entren al mundo, todos nos dirigimos a la muerte, esto es simplemente la vida normal, por el tiempo que les he estado hablando, decenas de miles de personas ya han muerto, y algunos preguntan, ¿no hay algún tipo de indicación que estamos acercándonos al fin y el regreso de Cristo, el rapto de la iglesia? Seguro.
La globalización, el empuje constante para tener un mundo, un mundo, prepara el escenario para que el mundo esté bajo el poder de un gobernante quien es el anticristo, la idea de que quizás quieran comenzar a rastrearnos con algún tipo de aparato GPS y necesitamos ser monitoreados porque tenemos ciertas enfermedades o cierta falta de antibiótico o anticuerpos, entonces van a colocar pequeños chips en nosotros para que puedan rastrear, “nuestra enfermedad”. Eso serviría el propósito del anticristo y la marca de la bestia que va a etiquetar a la gente que va a ser parte de esto.
Entonces, el mundo en general está apuntando hacia la globalización, hacia mucho control. Y en un acontecimiento como este, cede más control al poder del gobierno. Esta sociedad entera, corrió y salió corriendo, huyendo de sus libertades y dijo, “Si nos proteges, vamos a dejar nuestras libertades.” Así de rápido puede ser quitada la libertad por el temor de la muerte, aun cuando ese temor no es legítimo.
Entonces, sí, el mundo está dirigiéndose hacia la globalización y el tipo de monitoreo que encaja con el retrato del anticristo en el libro de Apocalipsis. Pero estamos lejos de eso ahora, todavía estamos esperando que el Señor congregue a Su iglesia. Entonces, sea lo que sea que está pasando en el mundo, y para nosotros, esto es fuera de lo normal, esto es una cantidad fuera de lo normal que está muriendo, no es apocalíptico. En el estado de California hay unas trece mil personas, de cuarenta millones que tienen este virus diagnosticado, y hay unas mil cien que han muerto de cuarenta millones. Eso no es algo muy grande.
Pero de nuevo, el temor ha trascendido la realidad de esto, lo cual nos da oportunidad para comunicar el evangelio de Jesucristo, y recordarle a la gente de que puede sobrevivir esto, pero en últimas vas a morir y después de eso el juicio, y ahí es dónde podemos traer las buenas noticias de Jesucristo. Ese sería nuestro llamado y oportunidad aquí.
Bueno, tengo otras preguntas, algunas otras preguntas, permítanme verlas, gracias por mandarlas.
¿Cómo debemos abordar la comunión durante esta pandemia, la iglesia está pasando a servicios en línea?
De Justin, gracias Justin. Sé que han habido algunas iglesias que tienen comunión en línea. He leído algunas prácticas bastante, ejemplos bastantes raros de eso. Escoge tu propia y busca algunas queso y galletas, y en cierta manera lo que quieras hacer. El congregarse en torno a la mesa del Señor, no es tan simple como comer un pedazo de pan y beber una copa de la bebida que tú escojas. La mesa del Señor, es una experiencia colectiva de la iglesia. De hecho, 1 Corintios 11 hay una frase que aparece varias veces, “Cuándo os congregáis”, “Cuándo os reunís” y Pablo lo dice una y otra vez y después describe la mesa del Señor.
De manera clara está diseñada para cuándo se congregan, cuando se reúnen. Es un tiempo para la vida colectiva de la iglesia, es un tiempo para rendición de cuentas mutua. Nosotros como individuos necesitamos siempre estar confesando nuestros pecados, y siempre necesitamos estar agradeciéndole al Señor por el sacrificio de Cristo en la cruz, siempre, siempre. Y espero que es diario, como creyentes, recordamos el sacrificio de Cristo hecho por nosotros, y la gloria de Su resurrección porque morimos en Él, también resucitamos en Él. Esta es la vida para nosotros, somos adoradores verdaderos, adoramos 24 horas al día, 7 días a la semana, en todos nuestros momentos conscientes colocamos siempre a Dios antes de nosotros. Cómo David dijo, “Vemos toda la vida a través de Él y Su gloria.”
Entonces, lo adoramos todo el tiempo. También, 1 Juan 1:9, “Somos los que estamos confesando nuestros pecados, entonces, somos lo que, aquellos cuyos pecados han sido perdonados. Somos adoradores verdaderos, somos los que confiesan verdaderamente y podemos hacer eso y haremos eso, y hacemos eso regularmente y de manera rutinaria en nuestras vidas, porque eso es lo que los cristianos hacen. Los cristianos continuamente dicen, “miserable de mí”, al mismo tiempo celebran el perdón que es de ellos en Cristo. Pero la mesa de comunión no es ese tipo de experiencia individual, la mesa de comunión es cuando la iglesia se congrega, y en términos colectivos, ahí está, y toda persona en un sentido rinde cuentas a todos los que le rodean.
Todos nos congregamos y todos confesamos nuestros pecados, y todos recordamos que nuestros pecados no están aislados, que estamos en esta congregación, en este organismo vivo que es la iglesia, y nuestros pecados no solo nos afectan a nosotros, los afectan a ellos también. Hay un sentido de rendición de cuentas, hay un sentido de que tengo que ser honesto y tengo que tener integridad y tengo que hablar la verdad en mi corazón a Dios, acerca de quién soy yo realmente, porque debido a la expectativa y las necesidades de esta congregación.
Entonces, creo que la mesa del Señor pertenece a una congregación, creo que pertenece como una experiencia colectiva. No estoy diciendo que usted no puede hacer eso solo, la Biblia no prohíbe eso. La Biblia no dice, “Un padre no puede hacer eso en un hogar. Una familia no puede hacer eso en una casa, no tiene ocasión de eso diseñada, o revelado en el Nuevo Testamento. Siempre es cuando se reunían. Entonces, es un aspecto colectivo de la adoración.
Entonces, sentimos que debíamos esperar hasta que toda la congregación se vuelva reunir. No cambia nuestro amor al Señor, no cambia nuestro interés en la cruz y en la resurrección, pero eso es para nosotros cuando nos reunimos como 1 Corintios dice.
¿Crees que es bíblico cuando algunos pastores en Estados Unidos siguen celebrando servicios aun cuando el gobierno les dice que no se congreguen?
Sí, permítanme ser muy claro en esta pegunta porque sigue surgiendo. Si el gobierno nos dijera que no nos congregáramos porque el cristianismo fuera en contra de la ley, si el gobierno nos dijera que no nos congregáramos porque seríamos castigados, multados, por nuestra religión y nuestras convicciones religiosas, no tendríamos alternativa más que reunirnos. Y eso nos lleva al capítulo 5 de Hechos, en dónde los líderes de Israel le dijeron a los apóstoles “dejen de predicar”.
Y la respuesta de Pedro fue muy simple, dijo: “Juzgad si obedecemos a Dios o a los hombres.” Y después salió y predicó. Si el gobierno nos dice que dejemos de adorar, dejemos de predicar, dejemos de comunicar el evangelio, no paramos. Obedecemos a Dios antes que a los hombres, no comenzamos una revolución por eso, los apóstoles no hicieron eso. Si nos llevan a la cárcel vamos a la cárcel, y tenemos un ministerio en la cárcel. Cómo el apóstol Pablo dijo, “el que yo esté en la cárcel ha contribuido al progreso del evangelio.”
Entonces, no nos rebelamos, no nos rebelamos, no protestamos, jamás vemos a cristianos haciendo eso en el libro de los Hechos, y fueron perseguidos, fueron fieles en proclamar la verdad del Evangelio de Jesucristo incluso si los llevaron a la cárcel. Ese ha sido el patrón del cristianismo verdadero a lo largo de todos los siglos. Pero, esto no es eso. Podría volverse eso en el futuro, podrían haber tonos de esto con algunos políticos, pero este es el gobierno diciendo, “Por favor, hagan esto para la protección de esta sociedad. Esto es para el bienestar mayor de la sociedad.” Ese es su objetivo. Esto no es persecución del cristianismo. Esto, es decir, condúzcanse de esta manera para que la gente no se enferme y muera.
Ahora, quizás ustedes no piensen que van a tener ese impacto en alguien, quizás piensas que no vas a hacer el que es portador y hace que algo se contagie, y así alguien a lo largo del proceso se muere, quizás piensas que no vas a ser tú. Pero usted no puede desafiar al gobierno, y no creo que los pastores deben hacer eso. Usted no puede desafiar al gobierno y decir, “Vamos a reunirnos de cualquier manera porque Dios nos ha mandado que nos congreguemos. No importa que daño cometamos contra la vida de la gente.” Digo, ¿qué debe caracterizar a los cristianos, sino misericordia, compasión, amor, bondad, sacrificio? ¿cómo está usted haciendo eso si usted desafía esto, y se va a reunir, y esencialmente dice, no nos importa el asunto de seguridad pública? Usted realmente no debe decir eso. Eso no ayuda la causa del evangelio, lo que ayuda la causa del evangelio, es decir: “claro, no queremos ser la causa de la tristeza de alguien, la enfermedad de alguien, y ciertamente la muerte de alguien.”
Entonces, con gusto vamos a someternos. Esto es coherente con lo que dice la Escritura, debemos vivir vidas quieta y reposadamente, en la sociedad en la que vivimos. No nos rebelamos, no protestamos, no peleamos contra el gobierno, no estamos molestando, no estamos en marchas, no estamos en manifestaciones, no paramos el tráfico, vivimos vidas quieta y reposadamente, y oramos por aquellos que están en autoridad sobre nosotros y nos sometemos a ellos. En Romanos capítulo 13 Pablo dice, “sométanse al gobierno, a las autoridades superiores.” Pero Pedro añade eso, “sométanse al gobernante y al rey” sea quién sea esa autoridad personal sea.
He oído a personas decir, “Bueno, esto no es constitucional.” Eso es irrelevante, eso es completamente irrelevante. Cuándo una autoridad te dice que hagas algo, y es para el bienestar de la sociedad en general, físicamente, eso es lo que haces, porque eso es lo que los cristianos. No somos rebeldes y no estamos desafiando, y no estamos desfilando nuestra libertad a expensas de la salud de alguien más, ¿cómo salimos de eso para comunicar el amor de Cristo? Cuándo Jesús vino, básicamente Él expulsó la enfermedad de Israel, Él fue un Sanador. Lo último que la iglesia de Jesucristo querría ser es ser un grupo de personas que viven desafiando y hacen que alguien se enferme, y causen la muerte de alguien.
Entonces, usted debe alejarse de eso. Entonces, el asunto es tan claro que, incluso remontándonos a Richard Baxter en los 1600s, Richard Baxter tiene una gran sección en uno de sus libros, en dónde él dice, “Si el magistrado, como él lo llama, te pide que te refrenes de congregarte debido a una peste, no te congregas. Por otro lado, si el magistrado trata de forzarte a no congregarte debido a la persecución del cristianismo te congregas de cualquier manera.” Creo que esa es una línea divisoria.
¿Qué consejo pastoral tienes para parejas que están escogiendo entre una ceremonia privada o posponer su ceremonia para que los seres queridos estén presentes? Anónimo, je, je.
Muy simple. ¡Cásense! Cásense, y tengan una fiesta después. Es ya bastante difícil cuando has hecho ese compromiso. Y, por cierto, ahorras mucho dinero, y te ayuda a empezar. Y, ¿puedo decirles esto? Yo hice una de esas bodas. Esta hermosa pareja joven, esperando casarse en seis semanas, todo se cierra, no se pueden casar, dijeron, “¿podrías casarnos?” Claro, seis semanas antes de tu boda planeada, ¿crees que les gustó eso? Claro, estaban encantados. Se casaron. Vinieron, me reuní con ellos, firmé su licencia de matrimonio.
Casados. Se acabó. Ante la familia y el Señor. Ahora, yo sé, el matrimonio es lo que importa. Usted puede crear otro acontecimiento u otros eventos futuros tanto como usted quiera, no hay razón para cancelar. Eso es simplemente difícil para los dos que están listos para unirse. Entonces, mi consejo para ustedes es, cásense, y ahorren mucho dinero y todo mundo estará contento.
¿Acaso existe algo tal como el cristiano que no avanza, cuando un cristiano que profesa a Cristo y no muestra, no muestra crecimiento espiritual? De Robin.
Hay dos preguntas ahí, ¿existe un cristiano que se estanca? Sí, hay ocasiones en nuestras vidas en los que, como cristianos, si te refieres a un cristiano estancado, no hay movimientos, estamos en un lugar plano, no estamos experimentando crecimiento. Quizás pueda ser un tiempo de prueba y aflicción y dificultad. De hecho, en este momento en el que estamos viviendo ahora, podría causar cierto tipo de actitud de estancamiento en los cristianos.
Seguro, puede haber ocasiones en cualquiera de nuestras vidas en las que estamos en un punto bajo, en la que por alguna razón la carne saca lo mejor de nosotros, quizás hemos sido expuestos a relaciones que nos dañaron, no nos edificaron, quizás estamos decepcionados, estamos luchando con cierto tipo de tentación y pecado, y hemos sido víctimas de eso, y ha quitado nuestro gozo, estamos viviendo en cierta manera ahí en el suelo. Sí, seguro, esa experiencia espiritual, todos tenemos puntos altos y puntos bajos. Esa es la manera en la que todos nosotros tenemos que vivir.
Todos en ocasiones nos sentimos triunfales en Cristo, y en otras ocasiones nos sentimos como perdedores y decepcionamos al Señor. Y esa es la razón por la que nuestras vidas constantemente están rebotando de aquí para allá, entre la alabanza y la confesión, alabanza y confesión. Esa es la razón por la que oramos como Jesús nos enseñó que oráramos, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como también en el cielo.” Esa es la oración elevada, grandiosa, exaltada, y, por cierto, “perdónanos nuestras deudas.”
Entonces, literalmente estamos entre la alabanza y la penitencia. Esa es simplemente la vida cristiana, entonces, sí, existen esos lugares de manera rutinaria en nuestras vidas. Pero la segunda pregunta es una más fuerte, ¿acaso puede un cristiano profesar a Cristo y no mostrar fruto, crecimiento espiritual? La respuesta es, no. Si no hay crecimiento espiritual no hay vida. Si hay vida hay crecimiento. Si fueras una gráfica en cierta manera dirías los cristianos crecen en una trayectoria hacia arriba a la semejanza de Cristo, y va a aplanarse un poco aquí, y después va a crecer un poco, y se va a aplanar un poco, y va a crecer un poco y quizás se pueda aplanar un poco y va crecer un poco. Si no hay crecimiento, no hay vida.
Pero, debido a que eres un cristiano no significas que vas a ser como un cohete hacia arriba, hacia la semejanza de Cristo, no. Va a ser una línea que va moviéndose, pero si hay vida hay crecimiento. Digo, esa analogía simplemente de vida humana, si hay vida hay crecimiento, si hay vida en la planta hay crecimiento, si hay vida en un árbol hay crecimiento. Y dónde hay vida espiritual habrá crecimiento espiritual. Crecemos mediante los medios de la gracia, y crecemos como resultado del nivel en el que aprovechamos de esos medios de la gracia, la comunión cristiana, la oración, la Palabra, y ese tipo de cosas. Muy bien.
¿Qué recomiendas para la gente que lea, que la gente lea o comience, si ni siquiera sabe en dónde comenzar en la Biblia? De Kelsey.
Esta es mi sugerencia, comienza al principio. La Biblia está presentada desde Génesis hasta el libro de Apocalipsis. Yo creo que puedes comenzar al principio, pero permítame aclarar eso un poco, comienza leyendo en el libro de Génesis, y simplemente en cierta manera lee a lo largo de Génesis al paso que tú quieras, que tú puedas. Pero al mismo tiempo comienza a leer el Nuevo Testamento, muy bien, comienza a leer el Nuevo Testamento. Y no quiero complicarlo, pero esto es lo que yo sugeriría, comienza con Mateo y lee los primeros siete capítulos diariamente durante un mes. Simplemente siete capítulos, va a estar leyendo a lo largo de Génesis, leyendo, esa es tu lectura del Antiguo Testamento.
Comienza Mateo y lee siete capítulos diariamente durante un mes. Al mes siguiente lees los siguientes siete, 8 al 14, el siguiente mes los siguientes siete, y el mes final los últimos siete, vas a tener eso en tú mente, y vas a comenzar a ver las relaciones en Mateo. En Marcos has lo mismo, divídelo en tres secciones, Lucas en cuatro secciones, Juan en tres secciones. Y simplemente, en un año habrás literalmente absorbido la revelación de Jesucristo en los cuatro evangelios a un nivel que realmente va a ser una revolución sorprendente en tu vida. Al mismo tiempo sigues leyendo a lo largo del Antiguo Testamento. No tienes que leerlo de manera tan repetitiva, y también yo añadiría otro componente, lee un Salmo cada día.
Entonces, esa sería tu lectura bíblica, lee siete capítulos en el Nuevo Testamento, comenzando en los evangelios, lee tan lejos como quieras quince o veinte minutos o el tiempo que tengas en el Antiguo Testamento, sigue y lee un Salmo. Y simplemente sigue leyendo así. Y lo que sucede es que la Biblia es su propio mejor interprete, entonces, vas a comenzar a entender la Biblia, vas a comenzar a entenderla y a tener un sentido claro para ti. Hay personas que piensan que la Biblia es confusa, eso es porque no saben lo que hay en ella, eso es porque no la leen, pero es viva y eficaz, es diferente a cualquier otro libro, está viva, tiene la vida misma de Dios en ella, es un organismo viviente. Y realmente cobra vida y transforma tu vida cuando la lees de manera repetitiva, de tal manera que dejas que asimile, sea asimilada en tu vida para que llegue a cabo su obra.
Aquí hay una pregunta de Juan, ¿qué significa caminar en el Espíritu?
Esa es una gran pregunta de seguimiento a la previa, porque solo hay dos posibilidades, según el apóstol Pablo, o andas en el Espíritu o andas en la carne. Andar en el Espíritu, andar simplemente es una metáfora para vivir la vida un paso a la vez. Entonces, en tu vida, o estás moviéndote en el Espíritu o estás moviéndote en la carne, lo cual significa que o estás actuando y conduciéndote en respuesta al Espíritu, el Espíritu de Dios, o en respuesta a la carne. Ahora, si no eres un creyente, si no eres un cristiano, solo puedes operar en la carne, operas a partir de los deseos de la carne, eso es lo único que tienes a favor tuyo. No tienes al Espíritu Santo, la Biblia es muy clara, no tienes a Cristo, no tienes al Espíritu, sino tienes al Espíritu lo único que tienes es la carne.
Entonces operas completamente en la carne, y eso se divide en los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Entonces, operas a partir del deseo, la lujuria, la soberbia, entonces esa es la vida. Esa es la vida en una persona, en el corazón de una persona caída, entonces, no tienes alternativa, tú simplemente eres carnal, andas en la carne, operas en la carne, todo es carne. Y las obras de la carne producen pecado multiplicado y finalmente muerte. Pero cuando vienes a Cristo, cuando vienes a Cristo, el Espíritu Santo establece Su residencia en tú vida. Y ahora, el Espíritu te dirige, entonces puedes andar en otro poder, un poder que nunca antes habías tenido. Y ese es el poder del Espíritu Santo que vive en ti. El Espíritu Santo es Dios, y Dios establece su residencia en ti, y ahora caminas en poder divino.
Entonces, por primera vez ahora como creyente puedes cumplir con la voluntad del Espíritu, y no solo la voluntad de la carne. Y ¿cuál es la voluntad del Espíritu? Es todo lo que es bueno, y justo, y santo, y virtuoso, y recto. Entonces, esa es la nueva dirección de tu vida, y el Espíritu está ahí para capacitarte, para que hagas eso. Pero como creyente, también es verdad que la carne todavía está ahí. La manera de entenderlo es así, eres una nueva criatura, el Espíritu de Dios ahora vive en ti, tienes el poder para andar en el Espíritu, pero esa nueva persona capacitada por el Espíritu todavía está encarcelada en humanidad no redimida, todavía tienes esta humanidad. No te has deshecho de ella, esa es la razón por la que Pablo en Romanos 8 dice, “estamos esperando la redención del cuerpo cuando nos deshagamos de esta carne que todavía está aquí. Pablo la llama en Romanos 7, un cuerpo de muerte.
En los tiempos antiguos una de las maneras en la que la gente que mataba a alguien era castigada, era amarrarle el cadáver de la persona a la que mataron amarrada al homicida, y tenía que cargar ese cadáver. Y claro, la descomposición del cadáver se pasaba al homicida y moría de manera horrenda. Pablo de hecho usa eso como el retrato de su propia experiencia, él dice, me siento como si todavía tengo el cuerpo de muerte conectado a mí, porque en mi mente yo amo a la ley de Dios, quiero obedecer la ley de Dios, quiero ser lo que Dios quiere, quiero andar en el Espíritu, pero veo otro principio que está en guerra contra mi carne.
Entonces, cuando usted obedece a la Palabra de Dios, cuando hace esas cosas que honran a Dios las hace en el poder del Espíritu. Cuándo cede a impulsos carnales, claro está andando en la carne, esa es la razón por la que Pablo dice, “No anden en la carne, anden en el Espíritu” y usted toma esa decisión cuando usted escoge con que va a llenar su mente, ¿verdad? ¿cuál es su pensamiento en su corazón tal es él? entonces, si llena su mente con las cosas que estimulan la carne, no espere andar en el Espíritu. Si llena su mente con las cosas del Espíritu puede esperar andar en el Espíritu.
Josías, de ocho años de edad dice: ¿Cómo y cuándo, fuisteis tú salvo? ¿y cómo estuviste seguro de que fuiste salvo?
Bueno Josías, esa es una muy buena pregunta y yo entiendo como alguien que tiene ocho años que probablemente, probablemente le has pedido al Señor Jesús que venga a tú corazón. Pero quizás dudes eso y quizás te preguntes si realmente fue real. Esa ciertamente fue mi experiencia. Y hubo una época cuando yo quizás tenía doce años de edad, mi papá era un predicador y entonces estaba en la iglesia todo el tiempo, estaba en la escuela dominical, y siempre creí en la Biblia, siempre creí en Jesús, creí que Él murió por mí, resucitó, amaba a mi papá y a mi mamá, yo no me rebelé en contra de la Biblia.
Me metí en muchas travesuras, pero no me rebelé contra la Biblia ni contra el Señor, pero realmente no conocía al Señor hasta que un día, me fui en un viaje con mi papá, y él estaba predicando en una iglesia, en Kansas. Y me llevó con él, creo que tenía once, doce años de edad, simplemente para estar con mi papá. Y nos estamos quedando en una casa y había unos niños ahí que eran niños bastante malos y yo no sabía eso, pero me metí con ellos cuando estuve ahí por unos días con mi papá. Y salieron e hicieron algo, dañaron algo, dañaron la propiedad de alguien más y yo estuve con ellos cuando eso pasó. Y yo realmente no los detuve. Me acuerdo que regresé y me sentía tan mal que había hecho lo que había hecho, especialmente debido a que yo era el hijo del predicador, y yo era un invitado en la casa de alguien y dañé el lugar de alguien más.
Y estaba tan quebrantado de corazón, me acuerdo que en mi mente me senté ahí en la escalera de esa iglesia donde estaba predicando mi papá y le dije a mi papá que yo necesitaba perdón de pecado. Creo que llegué a ver la realidad de mi propia pecaminosidad, y fue suficiente conmovedor para mí, me sacudió al tener esa platica con mi papá, tenía unos once años de edad, algo así. Entregué mi corazón a Cristo y desde ese entonces mi certeza de esa salvación ha crecido. Y tu certeza va a crecer, vas a estar seguro de eso, tienes que confiar en el Señor que, si vienes a Él, Él te va a recibir. Si lo pides que seas tú Señor y Salvador y que perdones tus pecados, Él va a oír esa oración. Él lo promete, tienes que creerle a Él, cree que Él te va a salvar, si tú se lo pides, porque puedes confiar en Su Palabra. Él prometió hacer eso, y lo va a hacer. Pero conforme pasa el tiempo, tú vas a estar seguro de tu salvación, no por esa oración que hicístes, sino por lo que ves que el Señor está haciendo en tú vida.
Entonces, muchos años después, ahora, mi certeza simplemente es tomada de mirar hacia atrás a lo largo de todos estos años, cuando he visto la obra del Señor en mi vida. Y a los ocho años de edad apenas comienzas a ver la obra del Señor, pero todo lo que deseas que es bueno, y honorable, cada vez que tu expresas amor hacia el Señor, cada vez que tú deseas hacer lo que es correcto, cuando tu mamá y papá te dicen que hagas algo, cada vez que haces lo que honra a tu maestro, a tus líderes, cada vez que eres amable, y misericordioso y perdonador con alguien, cada vez que no eres egoísta, tú estás viendo la evidencia de que el Señor ha cambiado tu corazón y eso va a continuar a lo largo de toda tu vida.
Aquí hay una pregunta de Jacobo, esperaba que pudieras hablar de tu vida de oración, ¿Oras por períodos u oras conforme vives “orar sin cesar”?
Bueno, básicamente para mí la vida es continua, es orar sin cesar. Creo que obviamente hubieron un grupo de fariseos que tuvieron el nombre en algún momento, en el tiempo antiguo que se llamaban los ‘fariseos golpeados’ porque oraban mucho con sus ojos cerrados, y se chocaban contra cosas, y de ahí se ganaron el nombre los fariseos sangrientos y golpeados. Pero cuando leemos en la Biblia “orar sin cesar”, obviamente no quiere decir que cierras los ojos y chocas con todo, todo el tiempo. Es una consciencia de Dios, es exactamente lo que dije hace un momento, que David expresó cuando dijo, “A Jehová he puesto siempre delante de mí, a Jehová siempre he puesto delante de mí.”
Mi vida entera es vivida en la presencia consciente del Señor. Si es una petición, “Señor, por favor oye esta oración por esta persona que se está muriendo, Señor, por favor salva a esta persona, Señor, por favor libra a esta persona de este pecado.” O “Señor, gracias por esto. Gracias por aquello. Gracias por lo que has hecho por esta persona.” Simplemente es una conciencia constante de Dios. Pero yo diría esto, que las expresiones más ricas de oración en un tiempo más concentrado, es cuando yo estoy estudiando la Palabra de Dios, cuando estoy solo y a lo largo de los años obviamente he pasado una, un tiempo tremendo solo en mi estudio con la Palabra de Dios, preparando mensajes y pláticas y escribiendo libros y todo eso, e interactuar con el Señor en Su Palabra, para mí la preparación del sermón es escarbar en la Palabra de Dios, todo sale de aquí. Si sabes, sabe usted algo de Gracia a Vosotros, tenemos un pequeño lema, “Desatando la Verdad de Dios un versículo a la vez.” Y así es como vivo mi vida, un versículo a la vez.
Entonces, la comunión con Dios para mí es lo más rico cuando estoy en Su Palabra. Si me oye usted el domingo va a oír una ilustración de esto, cuando yo hago la oración pastoral, se da cuenta de que leo la Escritura, y después regreso y en cierta manera oro a lo largo de esa Escritura. Ese es un reflejo de como estudio la Biblia, es una plática con el Señor en dónde usted ve una verdad y dice usted, “Señor, ayúdame a vivir esa verdad.” Ve un problema y dice usted, “Ayúdame a entender claramente lo que quieres decir aquí.”
Entonces, el estudio bíblico en su forma más pura es una plática con el Señor que da lugar a algo que usted le puede dar a otros. Entonces, yo diría que esos son, en cierta manera son los momentos más intensos de oración para mí, y encima de eso, y esos momentos de oración cuando literalmente el mundo se detiene y usted está orando porque esto ha absorbido todo. Hay momentos en su vida en dónde usted ayuna porque nada le apela a usted, y está totalmente absorbido por la oración. Pero yo creo que el patrón de la vida es tener una apertura hacia Dios en dónde usted ve todo desde un punto de vista consciente desde su perspectiva en todo y usted lo incluye en sus pensamientos y sus deseos.
¿Cuándo oramos porque alguien sea curado nuestras oraciones van a cambiar la mente de Dios? De Kristi.
Esa es una buena pregunta porque hay algunas ocasiones en el Antiguo Testamento, en dónde se ve como si Dios cambió de parecer. La gente oró, y oró, y suficientes personas oraron y Dios finalmente dijo, “Muy bien, voy a contener el juicio.” ¿Eso significa que Dios puede cambiar de parecer? Bueno, creo que, desde el punto de vista humano, sí. Creo que, desde un punto de vista humano, es nuestra oración, y permítame explicar por lo que quiero decir, son nuestras oraciones las que mueven a Dios.
Permítame explicar eso de esta manera. Creemos que la Biblia enseña que la salvación es una obra de Dios, es una obra solitaria de Dios, Dios salva pecadores de manera independiente de nuestras obras. Muy bien, entonces, la salvación es unilateral, Dios salva, pero no salva de manera independiente de la fe. Entonces, la fe es el medio por el cual Dios salva. También creemos que Dios santifica a un creyente, que Dios conforma a un creyente a Cristo, pero no lo hace de manera independiente de la obediencia. Dios mediante la obediencia nos santifica.
Bueno, lo mismo puede ser dicho para la oración. Dios tiene propósitos y su voluntad es establecida, pero el medio por el cual Él cumple esa voluntad es mediante nuestras oraciones. Esa es la razón por la que Santiago dice al final de su epístola, “La oración eficaz del justo puede mucho.” Yo, creo que algunas veces, porque creemos fuertemente en la soberanía de Dios, creemos que nuestras oraciones en cierta manera solo son un ejercicio de adoración y realmente no tienen una función en lo que Dios hace. Eso no es verdad. Jesús dijo, en el Aposento Alto con los discípulos, Él dijo, “Todo lo que pidieres en mi nombre lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.”
Entonces, Él literalmente capacitó a Sus discípulos para que fueran parte del cumplimiento de la voluntad de Dios porque sus oraciones sean un medio por el cual Dios llevaría a cabo Su obra. Dios va a hacer lo que Él quiere, pero Él quiere hacerlo a través de nuestras oraciones. Usted puede no orar, no ore, y usted no va a ser participante en el cumplimiento de la voluntad de Dios. Por otro lado, usted puede orar y sus oraciones pueden ser parte de esas oraciones que son el medio mediante el cual Dios efectúa Su voluntad. Cuán maravilloso es que Dios nos usa de esa manera. ¿Por qué es que Jesús oró y le rogó al Padre pase de mí esta copa en Getsemaní? La gente hace esa pregunta porque dice, “Bueno, ¿acaso Jesús estaba tratando de evitar la cruz, estaba tratando de salir de morir?” No. Esa afirmación de Jesús, “Padre, pasa de mí esta copa”, es seguida inmediatamente por esta afirmación, “más no sea haga mi voluntad, sino la tuya.”
Entonces, la manera de entenderlo es esta, Él es el Hijo de Dios, Él es el Hijo de Dios eterno, Él es el Dios eterno, el Segundo Miembro de la Trinidad, Él es eternamente Santo, Él es eternamente perfecto, es eternamente justo, Él es eternamente puro, Él está en una unión eternamente perfecta y amorosa con el Padre y el Espíritu, Él nunca ha conocido el pecado, jamás, y ahora Él está al borde de llevar la furia del Padre, de Su Padre, y el aislamiento de Su Padre, la separación de Su Padre, mientras que está siendo castigado por todos los pecados de todas las personas que jamás creerían a lo largo de toda la historia humana. Él está a punto de experimentar algo que es totalmente diferente de Su naturaleza eterna.
Cuándo dice, “Padre, pasa de mí esta copa”, Él está afirmando que esta es una experiencia totalmente ajena. Esta es Su propia declaración de Su perfección absoluta, justicia santa y pura. Debemos estar conmovidos sino dijera eso, porque ¿cómo es que el Hijo de Dios perfectamente justo y santo simplemente entra ligeramente a llevar el pecado sin algún nivel de protesta? La protesta es la evidencia de cuan ajeno esta experiencia fue para Él. Y la afirmación subsecuente “no se haga mi voluntad, sino la tuya” muestra que Él estaba dispuesto a hacerlo. ¿Por qué? el escritor de Hebreos dice, “por el gozo puesto delante de él”. ¿Gozo? Al obedecer la voluntad del Padre sin importar el costo, y gozo al pagar el precio para Su esposa redimida. Estaríamos impresionados si alguien infinitamente Santo no dijera, ¿realmente tengo que hacer esto?
¿Qué le pasa a aquellos que mueren que están demasiado jóvenes para entender el evangelio? De Ali.
Bueno, escribí un libro acerca de eso hace algunos años atrás, titulado “Seguro en los brazos de Dios” y estoy convencido de que la Biblia de manera muy clara enseña que los niños que mueren antes de que lleguen una edad en la que pueden creer, o rechazar el evangelio, básicamente son llevados a la gloria con el Señor. Hay varias razones para eso, en un pasaje del Antiguo Testamento hay una ocasión cuando recuerdan ustedes el, la historia de David y Betsabé, claro que David tuvo un hijo mediante esa unión y ese bebé murió.
Y David dijo, “Yo iré a él.” David dijo, “él no puede venir a mí”, este es un hijo infante que murió, “más yo voy a él.” Esta es la confianza de David, de que ese hijo está con el Señor, porque David sabía adónde iba, él sabía que él despertaría en la presencia de Dios cuando muriera. Y entonces, David, con confianza dijo, “él no puede venir a mí, pero yo voy a él. Y él lavó su rostro y se limpió y terminó la tristeza porque él sabía que iba a ver a ese pequeño de nuevo. En contraste a eso, con su hijo Absalón, un hijo adulto plenamente, un hijo que se rebeló contra su padre, malo, impío, que fue matado y David no podía ser consolado, no podía ser confortado. Y él lloró, y estuvo en duelo de manera inconsolable y no detenía, y no se detenía, y no se detenía, y no se detenía. ¿Por qué? Usted no lo oye a él decir, “Está bien, él no puede venir a mí, más yo voy a él.” David nunca dijo eso. Ese hijo adulto, dejó la vida de David eternamente, porque él se fue a la perdición, lejos de Dios. El pequeño lo volvería a ver.
Jesús dijo algo que habla de esto también cuando Jesús dijo, “Dejad que los niños vengan a mí”, en el evangelio de Marcos, “porque de los tales es el reino de los cielos.” ¿El reino de los cielos tiene que ver con los niños pequeños? Creo que cuando los niños pequeños mueren, antes de que puedan escoger creer o rechazar, el Señor los reúne consigo mismo. Pero hay mucho más acerca de eso en el libro, si está interesado en eso, se titula “Seguro en los brazos de Dios”, eso está disponible en los Libros de Gracia o en Gracia a Vosotros.
¿Acaso nos reconoceremos uno a otro en el cielo? De Debeny Nilnago
Sí, nos vamos a reconocer unos a otros, “seremos conocidos como conocemos”. Esa es la línea que debe reconocer, que debe recordar. No nos daremos en casamiento, pero vamos a conocer a todo el mundo y todo el mundo nos va a conocer y va a haber conocimiento perfecto y pleno, y satisfacción perfecta y completa, y amor y comunión perfecta. Lo mejor de todo.
Bueno, probablemente solo tenemos unas ochocientas preguntas que no respondimos esta noche, pero permítame darles una más. El último día de Gracias vi a mi abuela morir, aceptó a Cristo, pero continuó repitiendo el rosario. ¿Hay esperanza de que la veré en el cielo? De Hannah, de edad de 14 años.
Hannah, si aceptó a Cristo, la vas a ver en el cielo. Yo me imagino que tu abuelita había repetido el rosario por muchos, muchos años. Algunas veces ese tipo de hábitos bien intencionados son difíciles de romper. Y sabes, cuando Pablo predicó el evangelio en Corinto muchas personas creyeron, muchas personas vinieron a la fe en Cristo, pero tuvieron dificultades con dejar sus hábitos paganos, y Pablo escribió en 1 Corintos y les dice, “Miren, no pueden venir a la mesa del Señor y después ir a algún templo de ídolos, no pueden hacer eso más, ya no pueden hacer eso.” Pero tomó algo de tiempo porque esos eran hábitos que la gente habían cultivado, eran hábitos familiares y daban respeto y honor a la persona mayor.
Y probablemente los papás de tu abuelita eran católicos y quizás se les enseñó el rosario mientras que iba creciendo, y si ella recibió a Cristo como su Señor y Salvador, y después poco después de eso fue al cielo, podemos decir que no hubo suficiente tiempo quizás ahí para que ella hiciera a un lado algunos de esos hábitos antiguos. Pero si su fe está en Cristo, la volverás a ver. Eso sería como el ladrón en la cruz, ¿verdad? Jesús le dijo, “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Él no tuvo tiempo para quitarse sus hábitos viejos porque estaría con el Señor ese día mismo. Entonces confía en que tendrás una reunión con tu abuelita, cuando el Señor te lleve a estar con Él.
Bueno, gracias a todos por estar con nosotros en esta noche. Michael me ha pedido si podemos hacer esto otra vez y con mucho gusto podamos hacer eso mientras que estemos ayudando a personas, es un gozo verdadero para mí. Permítame orar con todos ustedes, Padre gracias por Tu Palabra, gracias por darnos luz en medio de las tinieblas, gracias por responder a preguntas de todo corazón en el texto de Tu Palabra, Tu Escritura preciada. Que seamos personas del libro, que conozcamos la Biblia tanto que podamos dar respuestas a esas preguntas que están en los corazones de personas.
Gracias por la confianza que tenemos en Tu Palabra, por saber que las respuestas no solo están ahí, sino que están, son correctas, son divinas, son tus respuestas. Te damos gracias por eso, y te damos toda la alabanza a Ti. Que vivamos fielmente Tu verdad para Tú gloria. En el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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