Como usted sabe, hemos estado estudiando el Evangelio de Lucas, pero hemos tomado un pequeño descanso y he estado compartiendo con usted acerca del tema de la liberación, la doctrina descuidada. Quizás es necesario disculparme con algunos de ustedes que no han estado con nosotros en el mes de octubre. Siempre estamos aquí con algún tipo de continuidad aquí, siempre enseñando a lo largo de un libro. Y si usted llega de visita un domingo aquí, a Grace Community Church, quizás pueda luchar con meterse en el flujo un poco, porque hay tanta continuidad de semana a semana, conforme vamos a lo largo de la Palabra de Dios.
Y hemos tomado algo así como un descanso de Lucas para hablar de un tema, el tema de la liberación. Y confieso que ése también ha sido un mensaje continuo a lo largo del mes. Me disculpo por interrumpir esta mañana; me ha preocupado mucho que la Iglesia evangélica, aparentemente y de manera deliberada, ha estado contenta con abandonar la doctrina sana. No estoy hablando de iglesias liberales, estoy hablando de aquellos que confiesan ser evangélicos. Muchos líderes y escritores, pastores, profesores, personas evangélicas que son muy influyentes entre los evangélicos están contentos, satisfechos con tener una falta de discernimiento como si fuera alguna virtud espiritual.
Han entrado en lo que supongo que es - como si estuviéramos viviendo en la época de Spurgeon - lo que sería llamado un declive. La iglesia está en una pendiente resbalosa, la Iglesia evangélica está progresando de manera decreciente, alejándose de las alturas de la verdad y la honra de Dios. De manera dispuesta está abandonando su discernimiento, de manera dispuesta está abandonando la exposición bíblica. Y por lo tanto, está abandonando un entendimiento profundo y preciso de la Verdad. Y al hacer esto, se está alejando de lo que glorifica a Dios porque lo que glorifica a Dios es la exposición de las Escrituras.
Permítame decirle de manera muy simple por qué. En la Biblia, Dios es revelado. La gloria de Dios se despliega a lo largo del registro bíblico. Dios se despliega a sí mismo en las Escrituras. El predicador entonces, tiene un deber contundente y claro. Y ése consiste en desplegar la gloria de Dios mediante la exposición de las Escrituras. Lo vuelvo a decir: el predicador tiene un deber contundente y claro que consiste en desplegar la gloria de Dios mediante la exposición de las Escrituras. Cuando usted expone la Palabra de Dios, usted termina enseñando doctrina sana, verdad. Cuando la verdad es entendida y la verdad es conocida, Dios entonces es desplegado en esa verdad.
La revelación de las Escrituras es la verdad; y es la verdad de Dios, la cual es la naturaleza y esencia de Dios. Entonces, lo vuelvo a decir, el predicador tiene un deber claro y contundente y ese consiste en desplegar la gloria de Dios mediante la exposición de las Escrituras. Eso no es lo que está pasando entre los evangélicos en el día de hoy. La gente se está alejando de la predicación bíblica y la enseñanza bíblica y la exposición bíblica. Se están alejando de un interés en la doctrina sana, un interés en la verdad definida. Están aceptando todo lo que de manera nominal se identifica a sí mismo como cristiano. Y la Iglesia va a continuar haciendo esto hasta que alguien o algunas personas sostengan en alto la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios que usted ve siendo presentada de manera fiel y precisa e imparable le trae a la gente la majestad verdadera de Dios. Y con ello, viene el verdadero entendimiento. Cualquier predicador que no haga esto ha fracasado en su responsabilidad ante Dios. Mi tarea como predicador es muy simple. Se espera de mí que enseñe las cosas profundas de las Escrituras para que pueda levantarlo a usted a las alturas de la alabanza.
Supongo que alguno de ustedes que están visitándonos podrá estar preguntándose -si usted viene de algún otro ambiente de Iglesia- seguro que aquí cantan muchas canciones antiguas. ¿Dónde están los coros de alabanza? Y hay una razón, la himnología está ligada a la teología. En donde usted tiene profundidad, usted tiene altura. En donde usted tiene una teología superficial, tendrá una himnología superficial. En donde usted tiene un entendimiento superficial de la verdad divina, usted tendrá una expresión superficial de la misma.
Pero donde usted tiene una congregación que entiende la profundidad de la verdad divina y que tiene pensamientos grandiosos y gloriosos acerca de Dios, producidos por un entendimiento de las realidades profundas de la verdad divina, no están satisfechos con una expresión superficial.
Nos encantan los himnos antiguos porque son profundos, tienen cierta inteligencia poética que alcanza, que llega a las profundidades de nuestra teología y les da expresión. No necesitamos ser seducidos por una melodía de una especie de salón de bar. Para nosotros es suficiente cantar palabras grandiosas, no necesitamos un mantra para inducir una emoción. Nuestros pensamientos de la verdad y nuestros pensamientos de Dios nos impulsan, nos llevan a himnos sublimes.
Entonces, la responsabilidad del predicador consiste en entregar la verdad y al explicar la verdad de la Palabra de Dios, al entrar a las profundidades de la verdad de la Palabra de Dios, la gloria de Dios es revelada. Y cuando la gloria de Dios es revelada, el pueblo de Dios lo alaba. Entonces, el predicador desciende y lleva hacia arriba a su congregación. A las profundidades de la verdad para que puedan ser elevados a las alturas de la alabanza.
Yo sólo tengo una herramienta, ¿puede imaginarse una profesión con sólo una herramienta? Yo tengo sólo una herramienta, tan sólo una, las Escrituras. Es la única herramienta. Hay un libro popular escrito por un pastor presbiteriano bien conocido que promueve el hecho de que el Evangelio está en las estrellas. Que el Evangelio entero, incluyendo la justificación, se revela en las constelaciones. En el libro, él dice que Dios predicó el Evangelio y las estrellas a Adán inclusive antes de que él cayera.
Esto no es nada nuevo, esto ha sido promovido años atrás. Me sorprende que un hombre que conoce la teología bien escribiera un libro así porque esa es una negación clara de sola scriptura. Escuche, yo sólo tengo una herramienta y no son las estrellas. Es este libro. Dios ha revelado toda la verdad divina en este libro del cual Él es el autor. Si usted dice que está en el libro y está en las estrellas, entonces ¿por qué el católico romano no puede decir está en el libro y también está en el Papa y en los concilios de la Iglesia? Entonces, ¿por qué Marie Baker Eddy no puede decir que está en la Biblia y también en la ciencia y salud y la llave a las Escrituras? Y ¿por qué los mormones no pueden decir que está en la Biblia y también en las doctrinas y los pactos de la perla del gran precio del libro del mormón?
La verdad divina no está en una Iglesia, no está en un papa, no está en un obispo, no está en una denominación, no están una experiencia, no está en la intuición de alguien, no está en las estrellas; está en un libro, la Biblia. Cada vez que la Biblia se ha alejado de esto, ha sido inundada con el desastre. Este es el domingo de la reforma; lo que produjo la reforma fue un sacerdote católico llamado Martín Lutero que llegó a la convicción de que la verdad divina estaba confinada al libro. Esto es revolucionario, esto no es lo que la Iglesia Católica cree.
Martín Lutero dijo que Dios habló únicamente en el libro y que toda la verdad divina está confinada al libro. No papa, no obispos, no concilios de la Iglesia, no magisterio, no la tradición; El Libro. Y él dijo que es únicamente el libro; y después de Jesús y el apóstol Pablo, Martín Lutero fue el hombre más divisivo que jamás vivió en la fe cristiana. Él creó una división masiva que separó a aquellos que creían en El Libro de aquellos que estaban atrapados en el sistema romano. Fue la convicción de que Dios habló únicamente en el libro que produjo la reforma.
Fue entonces, cuando Martín Lutero había llegado a la convicción de que la verdad estaba en el libro, que él fue al libro y encontró la verdad; y fue la justificación por gracia a través de la fe únicamente que no estaba. Usted no tenía que poner atención a lo que el Papa dijo, lo que el obispo dijo, lo que el concilio dijo. Todo estaba en El Libro. Y el libro es claro. Y en 1539 Lutero comentó acerca del Salmo 119. Y él escribió lo siguiente: “En este Salmo David dice que él siempre va a hablar, pensar, oír, leer, día y noche, constantemente, nada más que la Palabra de Dios.” Lutero la llamó la palabra externa, eso me gusta.
Está fuera de nosotros, y Lutero dijo que es la palabra externa que es la palabra salvadora, santificadora, iluminadora. ¿Qué quiso decir con eso? Quiso decir que está fuera de nosotros, así como Dios está fuera de nosotros. Usted no puede inventar a Dios y usted no puede inventar la verdad; Dios no es el producto de su imaginación. Dios no es el producto de su fantasía. Dios no es el producto de su experiencia. Dios no es el producto de su intuición, Dios no es el producto de su emoción carismática. Dios no es el producto de su existencialismo. Dios es Dios y Él está fuera de usted, no está sujeto a sus ideas ni alteraciones. Dios no es un juguete de plastilina. De cera, que usted puede moldear a su gusto.
Entonces, la Biblia está fuera de usted, es externa. Puede tomarla o dejarla. Pero no puede alterarla. Usted no puede hacer que sea otra cosa de lo que es y no puede hacer que diga algo diferente de lo que dice. Es un libro, es un libro fijo, con letras fijas y palabras fijas y oraciones fijas.
Esta fue la gran convicción de Lutero que cambió el mundo. Lutero dijo, con una fuerza resonante en 1545, el cual fue el año antes de que muriera, que el hombre que quiera oír al Dios hablar, lea las Sagradas Escrituras. ¿Sabe una cosa? Hay libros que inundan al mundo cristiano en el día de hoy. Usted lo puede ver en la convención de libreros cristianos, acerca de cómo escuchar la voz de Dios. Aprender, prepararse a sí mismo para escuchar la voz de Dios. Aprender a cómo oír la voz de Dios.
Permítame decirle algo, ¿quiere oír a Dios?, lea las Sagradas Escrituras. Quédese y escuche, ¿quién sabe lo que va a oír? Lo que sea, no es de Dios.
Entonces, ¿cuál es la tarea del predicador? John Piper dice que una parte medular de nuestro trabajo es trabajar para entender el significado de Dios a través a partir del libro. Y eso es correcto.
En 1533, Lutero dijo que la Palabra de Dios es lo más grandioso y más necesario e importante en el cristianismo. Lo es, y le voy a decir que cuando usted deja el libro, usted tiene problemas interminables. Usted se aleja del libro y Jesús se convierte en un juguete de cera que usted puede moldear como usted quiera. La verdad se convierte en un juguete de cera que usted puede moldear como usted quiera.
John Piper dice que Lutero tenía un arma para rescatar a Cristo de ser vendido en los mercados de Wittenberg. Él expulsó a los que intercambiaban dinero, a los vendedores de indulgencias con un látigo de la palabra externa, el libro.”
Como puede ver, la gente quiere reinventar a Jesús y moldearlo como ellos quieren. Quieren tener su propia perspectiva de la verdad, moldearla a su gusto. Pero el libro no le permite a usted hacer eso. Nuestra fe está arraigada en una revelación decisiva en la historia llamada la Biblia.
Y como pastor, como predicador, como ministro, tengo un trabajo. Yo trabajo con el libro, la Palabra de Dios, transmitida en un libro. Soy fundamentalmente un lector y un maestro y un proclamador del libro. Y tengo que alimentarlos con el libro, la verdad del libro. Conforme yo soy fiel a eso, cumplo con mi deber delante de Dios. Conforme soy infiel a eso, fracaso en mi responsabilidad y tengo un serio problema de responsabilidad delante de Dios. Quiero descender con usted a las riquezas de la Palabra para que usted pueda elevarse a las alturas de la alabanza.
Cuando la gente comienza a entender la verdad profunda de las Escrituras, comienza a entender la majestad elevada de Dios. Y veo a la Iglesia evangélica en la actualidad y veo superficialidad, indiferencia hacia las Escrituras. La verdad es un problema porque la ven como algo divisivo. Y veo que debido a eso no conocen la profundidad de la verdad. Y tampoco conocen la gloria de Dios.
David Wells escribe en Ningún lugar para la verdad, su maravilloso libro, dijo, y cito: “Es este Dios majestuoso y santo en Su ser quien ha desaparecido del mundo evangélico moderno.” Fin de la cita. Lesslie Newbigin escribió, y cito: “De repente vi a alguien podía usar todo el lenguaje del cristianismo evangélico y sin embargo, el centro fundamentalmente era la persona y Dios era auxiliar a eso.” Fin de la cita. Este alejamiento evangélico moderno coloca al hombre en el centro de todo y es más importante que las Escrituras y más importante que Dios.
Y cuando eso sucede, lo que puede cambiar es confrontarlo. Y eso es realmente por lo que he estado hablando de esto en las últimas semanas. No sé nada más que lo que Lutero hizo y lo que Juan Calvino hizo y Spurgeon y otros han hecho en la historia. Usted tiene que tan sólo enfrentarlo y decir lo que es. Y ha estado leyendo algo acerca de la vida de Calvino y Lutero y otros reformadores y tratando de entender cómo es que ellos tuvieron una influencia tan grande. Cuando usted piensa en ese tipo de nombres, usted piensa que debieron haber sido personalidades fuertes y líderes muy dotados, etc., etc. Y cuando usted estudia sus vidas, encuentra que ellos fueron expositores incansables de las Escrituras. Tomaron toda oportunidad que tuvieron para exponer la Palabra de Dios ante la gente. Y la Palabra de Dios fue lo que hizo que las cosas cambiaran. Conforme la gente llegó a estar expuesta a la predicación clara y poderosa de la profundidad de la verdad, llegaron a estar consumidos con la gloria de Dios, se volvieron en personas que discernían y vieron al error y a la verdad por lo que eran. Y tomaron las decisiones correctas.
Benjamín Warfield, el gran teólogo de Princeton, que tuvo un gran ministerio en mi vida, mucho tiempo después de su muerte, cuando era un alumno del seminario, y leí acerca de la inspiración y la autoridad de las Escrituras que él escribió. Warfield dijo de Juan Calvino que ningún hombre jamás tuvo un sentido más profundo de Dios que él. Él dijo en la obra acerca de Calvino y de Agustín que ningún hombre jamás tuvo un sentido más profundo de Dios que Juan Calvino.
¿De dónde obtuvo Juan Calvino ese sentido profundo de Dios? Él lo obtuvo través de las Escrituras. Juan Calvino pasó su vida entera estudiando las Escrituras, él pasó su vida como un expositor de las Escrituras. Y la gente asume que Juan Calvino fue algún tipo de teólogo. Él fue teólogo, pero él fue un teólogo que tenía el derecho de ser un teólogo porque era un expositor. Su teología era producto de su exposición bíblica.
A través de Calvino, la teología reformada sana, la teología de la reforma, se aferró, encontró sus raíces; y con esa teología profunda vino el producto de esa teología la cual fue la alabanza elevada. Muchas de las canciones e himnos que cantamos, que son de los más amados y más ricos y profundos fueron escritos por esos formadores que eran puritanos. ¿Sabe usted que Juan Calvino tan sólo predicó exposición bíblica? Y Dios lo usó para cambia la faz del mundo? Él llegó a Ginebra en el año 1536 y expuso la Biblia hasta el año 1564 con un exilio de tres años que mencionaré en un momento.
Pero él predicó la exposición de las Escrituras, he estado ahí en el pequeño, es casi como una capilla, lo llaman a un consistorio - así lo llaman - al lado de la Iglesia de San Pedro, en donde Calvino predicaba en el Día del Señor. Él predicaba en esta pequeña capilla todos los días.
Y él exponía las Escrituras y tenía cinco hombres que se sentaban en la banca de adelante y ellos escribían todo lo que él decía. Los cinco lo escribían y lo unían y se lo devolvían para editarlo. Y así es como él produjo comentarios; día tras día, él enseñaba, exponiendo las Escrituras.
R.L. Dabney escribe: “Todos los reformadores primordiales fuera en Alemania, Suiza Inglaterra o Escocia eran predicadores constantes y sus sermones eran primordialmente expositivos.” Eso significa, exponer significa explicar el significado de las Escrituras. Entonces, él dijo que podemos suponer con seguridad que el instrumento mediante el cual el poder espiritual de la gran revolución y la reforma fue primordialmente la restauración de la predicación escritural.
Dabney también señalaba que lo que sucede en la historia es un declive de tres pasos. Y en la actualidad lo estamos viendo suceder. Hay un tiempo en la Iglesia que él llama la época de oro. Cuando la verdad de Dios es predicada a predicar a partir de la Palabra de Dios. Esa es la época de oro. Cuando los hombres exponer las Escrituras. Yo crecí en una época así. La exposición bíblica era lo importante, la exposición bíblica era lo que la gente hacía. Pero ya no es así.
Y hay un segundo paso, no lo saben, pero Dabney dice que hay un segundo paso. Los evangélicos dicen “todavía creemos en la verdad bíblica. Todavía creemos en la sana doctrina, todavía somos evangélicos; pero simplemente creemos que la Biblia es arcaica y la gente no se identifica con ella. Es aburrida. Y entonces, hemos tomado la verdad y la hemos colocado en un contexto cultural en el cual la gente se puede identificar y podemos comunicarnos mejor. Todavía es la verdad y creemos la verdad; y la Biblia es tan antigua y la gente simplemente no se identifica con ella. Y entonces, todavía nos aferramos a la Verdad y simplemente la vestimos con ropa nueva.”
Esa es una transición, esa es la transición de la época de oro; primero, usted predica la verdad de Dios de la palabra de Dios. Ese es el vestido en el que Dios la vistió, esa es la manera en la que Dios la vistió. Y Dios sabe lo que es mejor para el alma y el Espíritu y la mente de un hombre quien está bajo la influencia convencedora del Espíritu Santo.
Y entonces, él sabe qué verdad viene al hombre de la manera más poderosa en la obra del Espíritu Santo y esa es la razón por la que él colocó la Biblia de la manera en que la él la colocó. Pero quizás la gente cree que piensa mejor que Dios, que tiene mejores ideas que Dios. Y entonces, toma la verdad de las Escrituras, la saca de las Escrituras, las viste de otra manera, las viste de manera diferente para remover el estigma de la Biblia, la ofensa de la Biblia; y de alguna manera piensa que ellos puede llegar a la cultura de una manera suave.
Básicamente, han hecho la Biblia un lado porque creen que es vergonzosa. Dabney dice que esta es la etapa de transición. Aquí la doctrina es enseñada todavía a partir de las Escrituras, pero su relación es moldeada, se conforma con la dialéctica humana que prevaleciente. La verdad de Dios ahora ha sido de esa despojada de su poder sobre el alma.
El tercer paso, usted sabe que la Biblia es ofensiva, nos deshicimos de eso, ahora descubrimos que la doctrina también es ofensiva; entonces también nos des deshacemos de eso. Entonces Dabney ruega pidiendo que estemos contentos siempre con exhibir la doctrina bíblica en su propio vestido bíblico.
Y como puede ver, ese es el motivo por el que yo digo que si la gente simplemente comenzara a predicar la Biblia, la Biblia proveería claridad, discernimiento, profundidad y también levantaría a la gente a las alturas de la alabanza trascendente. La Biblia forma el contenido entero de nuestra predicación. Es una profesión de una sola herramienta, como dije. Dios presentó todas Sus verdades en tal contexto, en tales proporciones y en tales relaciones como Él sabe que son apropiadas para el alma y mente del hombre bajo la influencia del Espíritu Santo. Y ninguna otra forma de la verdad es tan buena.
Simplemente me molesta ver a gente comenzando a ver que todavía creemos la verdad pero no la enseñamos a partir de la Biblia porque la gente no acepta eso. Si usted se deshace de la Biblia porque no le gusta eso, entonces ¿por qué se va aferrar a la verdad cuando usted descubra que tampoco la quieren? N
o creo que usted pueda llevar adelante el ministerio sin un compromiso radical con la Biblia. Digo un compromiso radical con la Biblia. Yo soy visto como alguien radical. Yo soy visto como alguien no intelectual, un pastor cristiano de bajo nivel porque no estoy abierto a todo tipo de perspectiva en todo. Yo soy visto como alguien anti intelectual. Está bien, realmente no me importa. Mi intelecto sólo puede funcionar de manera eficaz para la honra de Dios de un modo y este es si lo uso para llegar algún un entendimiento de las Escrituras y después comunicárselo a usted.
Sea que usted entienda o no, toda perspectiva equivocada no es relevante. Yo no creo que usted pueda llevar adelante un ministerio en un clima como el de la actualidad de la manera en que Dios quiere que sea hecho sin un compromiso radical con la Biblia. Y digo radical porque es resistido inclusive dentro del marco de los evangélicos.
Como dije antes, el significado de las Escrituras son las Escrituras, conforme usted disipa la neblina y revela el significado, ésas son las Escrituras. Ésa es la verdad de Dios y eso despliega a Dios y eso le da a la gente discernimiento y le da a la iglesia poder.
Y sabe una cosa, simplemente creo que hay gente que no quiere hacer el trabajo duro. Usted ve a Calvino, él escribió muchísimo, él escribió su institución, él escribió sus comentarios, varias repisas de mi estudio están llenas de sus volúmenes. Él predicaba 10 sermones cada dos semanas. Y todo esto, exposición de las Escrituras. Lo mismo con Lutero, entre 1510 y 1546 él predicó 3000 sermones. Predicó muchos días a la semana y muchas veces al día.
Todo eso con luchas familiares, con su esposa Kathy dándole seis hijos, algunos de ellos murieron. El resto de ellos él los catequizó el domingo por la tarde. ¿Quiere oír un domingo típico para Martín Lutero? A las cinco de la mañana era el primer servicio, era una exposición de una epístola. A las 10 de la mañana era el segundo, era una exposición del Evangelio. En la tarde, les enseñaba la palabra de Dios a sus hijos. A las cinco de la tarde regresaba a exponer un libro del Antiguo Testamento. El lunes y el martes enseñaba más exposición, el miércoles enseñaba Mateo, el jueves y viernes enseñaba una carta apostólica y el sábado exponía el Evangelio de Juan.
¿Sabe una cosa? La gente no sólo se cae de la cama y guía una reforma. ¿Entiende usted eso? Hay un motivo por el cual estas personas tuvieron la influencia que tuvieron. Estaban consumidos con la Escritura, con su entendimiento y su proclamación. Todo lo que hizo fue predicar y predicar y predicar. Y la gente adoró. Él descendió y ellos subieron. Esa es la razón por la que le dije hace unas semanas atrás que es mejor ir más lento que rápido, es mejor ser profundo y no superficial, es mejor ser minucioso y no superficial. De regreso a Juan Calvino, él nunca se desvió de la predicación expositiva durante casi 25 años.
Desde 1536 al 1564 en Ginebra, él inclusive ignoró la Navidad y la Pascua y casi toda otra celebración y simplemente continuó llevando a cabo su exposición. Él no dio ningún mensaje especial, simplemente se mantuvo con sus exposiciones. El espectro de su púlpito es realmente sorprendente; realmente sorprendente. Él predicó durante seis años acerca del libro de Hechos, dio 46 sermones de Tesalonicenses, 186 sermones de Corintios, 86 sermones de primera y segunda de Timoteo y Tito, 43 sermones de Gálatas, 48 sermones de Efesios. En 1559, en la primavera, comenzó un estudio de los evangelios, exponiendo los evangelios a manera de armonía. Y no terminó cuando murió en 1564 en el mes de mayo.
Eso fue en el Día del Señor y a la mitad de la semana él predicó 159 sermones de Job, 200 de Deuteronomio, 353 de Isaías y 123 de Génesis y demás; todo eso demandó preparación y estudio. Él estaba predicando en la Pascua de 1538, después de su sermón, él dejó el púlpito en la Iglesia de San Pedro y lo expulsaron de la ciudad. El concilio de la ciudad lo expulsó, ya estaban cansados de él. Él sólo había estado predicando ahí por un par de años pero era tan fuerte y tan poderoso que lo expulsaron de la ciudad después de su sermón. Regresó poco después de tres años se retomó su exposición en el siguiente versículo.
Como estaba diciendo, los biógrafos nos dicen que Calvino creyó que la palabra de Dios era la única lámpara y que la lámpara había sido quitado de las iglesias y eso es lo que yo creo. Calvino veía con horror a esas personas que predicaban sus propias ideas en el púlpito. El creía que exponer las Escrituras era lo único que Dios quería que se hiciera. Calvino creía que la majestad de Dios erá revelada en Su Palabra y si usted no predicaba la palabra, entonces usted no le daba gloria a Dios. ¿Y sabe una cosa?, no fue fácil para Calvino predicar 10 veces en dos semanas, dar clases tres veces en teología, tener estudio bíblico los viernes, visitar a los enfermos, aconsejar a las personas, leer y escribir.
Él tenía un estómago débil, tenía fuertes migrañas y el único modo mediante el cual podía controlar sus migrañas era comiendo una vez al día. Él trabajaba día y noche difícilmente con un descanso y esa es la razón por la que murió joven.
En 1564, cuando tenía 53 años de edad, escribió a su doctor describiendo un cólico. Le dijo que estaba escupiendo sangre, sufriendo de gota, con intenso sufrimiento de hemorroides, piedras en los riñones, etcétera. Al mismo tiempo, su esposa daba luz a sus hijos, morían uno tras otro y ella murió; y él volteó al mundo de cabeza. Esto literalmente volteó al mundo de cabeza.
Debido al poder de traer la Palabra de Dios. De regreso al Lutero por un momento, simplemente para mostrarle lo prolífico que fueron en la palabra. Lutero en el año 1520 escribió 133 obras, en el año 1522 escribió 130 obras, en el año 1523 él escribió 183 obras, una cada día por medio. Lo mismo en el año 1524, todo esto producto de escrutinio intenso de la Palabra de Dios. Esto es lo que hizo que la historia diera un giro. La Iglesia evangélica contemporánea tristemente no está interesada en la profundidad bíblica; y por lo tanto no experimenta la altura bíblica. Tiende a ser superficial y mundana y débil y se engaña a sí misma. Engañándose a sí misma con éxito superficial.
En el corazón de esto está este asunto trágico de abrazar a los no cristianos como si fueran cristianos. Y hemos estado hablando de eso. Sé que esta es una larga introducción y nunca voy a llegar a mi punto. Pero usted comprende que esta es una pasión para mí. Y simplemente quiero que usted comprenda dónde yo estoy en mi corazón. Sin un entendimiento profundo de la verdad bíblica, no hay discernimiento. Y cuando no hay discernimiento, entonces usted simplemente no puede distinguir quién es un cristiano y quién no lo es. Y entonces, Satanás entra a la Iglesia, entra al liderazgo, entra a enseñar a las universidades y a enseñar a los seminarios y escribir libros y se mete en la televisión cristiana y así continúa.
Como le dije, en donde usted no tiene la verdad y no tiene la predicación que trae la claridad y el discernimiento y la gloria de Dios, usted tiene problemas terribles. Y el primero es que la gente ya no distingue entre quién es un cristiano y quién no lo es. Esta fue una de las grandes realidades de la reforma. La reforma dijo: ustedes no son cristianos, punto. Ustedes no lo son. Usted dicen que son cristianos; no, no lo son.
Es tiempo de que adoptemos esa misma postura en ese mismo punto en este día. Y como he estado tratando de decir las últimas semanas, la manera en la que usted distingue un verdadero cristiano de un no cristiano, sin importar lo que digan, se encuentra en esta categoría que estamos llamando liberación, ¿verdad?
Lo que le hemos estado diciendo es que usted puede distinguir e identificar a quién es un cristiano porque han sido liberados. El ministerio del Señor consiste en liberar, rescatar, salvar. Y un cristiano no es conocido por algún acto, algún acontecimiento, alguna oración, alguna firma de una tarjeta, algún pasar al frente, al ser bautizado, unirse a una iglesia. No es identificado por un acontecimiento, sino por liberación. Los verdaderos cristianos son aquellos que han sido librados y la liberación es esta verdad general que contiene las realidades de la salvación. Y primero dijimos que los verdaderos cristianos han sido liberados del error a la verdad. Y eso fue algo importante; y es un asunto que tenemos que aclarar.
Si usted no ha estado aquí tiene que escuchar esos sermones, esto es muy importante. Alguien que no cree el verdadero Evangelio no es un cristiano. Esta es una afirmación bastante general. Usted tiene que creer en el Evangelio verdadero o de lo contrario no es cristiano. Usted no puede creer en un evangelio falso como los mormones o las personas en el sistema católico romano. Usted tiene que creer en el Evangelio verdadero, usted no puede creer en el mensaje liberal de buenas obras y cambio social. Usted no puede creer en algún tipo de idea aberrante acerca de quién es Jesús.
Usted no puede ser no trinitario y creer en un Dios que no es una Trinidad así como T. D. Jakes y gente así, y ser un cristiano. Los cristianos creen la Verdad. Porque, vimos claramente Colosenses 1:12 y13, que hemos sido liberado de la potestad de las tinieblas y trasladados al Reino del Hijo amado de Dios. Nos hemos vuelto santos en la luz, hemos salido de las tinieblas de la ignorancia y el error a la luz de la verdad.
Estoy siendo específico con usted porque creo que tenemos que hacer eso. ¿Quién es cristiano? Alguien que ha sido librado del error a la verdad. Usted ha llegado a entender, ha llegado a creer, a aceptar, a someterse a la verdad.
En segundo lugar, dijimos que los cristianos verdaderos han sido liberados no solo del error a la verdad, sino del pecado a la justicia. Y vimos en particular a Romanos capítulo 6, el cual es un texto muy importante. Lo vimos la última vez, habla del hecho de que éramos esclavos al pecado y ahora somos esclavos o siervos de la justicia.
Y simplemente quiero terminar este punto, pase a 1 Juan 3. Tan sólo un par de comentarios para concluir ese punto. Y la semana próxima le voy a dar el tercer punto debido a que ya se me acabó el tiempo.
Primera de Juan 3; Juan simplemente nos está dando aquí una perspectiva detallada. Primera de Juan 3, versículo 2, dice: “Amados, ahora somos hijos de Dios.” Muy bien, somos hijos de Dios, ¿cómo sabes eso? ¿Cómo sabe usted cuando alguien es hijo de Dios? ¿Cómo sabe usted cuando alguien pertenece a Dios, cuando es un verdadero creyente? Pase al versículo 4: “Todo aquel que comete pecado infringe también la ley, pues el pecado es infracción de la ley.” Versículo 5: “Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados.” Ahora deténgase ahí.
¿Por qué vino Jesús al mundo? Para quitar los pecados. Entonces, ¿cuál debe ser la característica de un cristiano? El pecado es quitado, ¿qué tan claro es eso? Mateo 1:21, Él vino a salvar a Su pueblo de su pecado.
Entonces, Juan simplemente está diciendo que Él apareció para quitar los pecados. Entonces, lo que es una realidad acerca de un cristiano es que el pecado ha sido reemplazado por la justicia. Y él procede a explicar eso en el versículo 6: “Todo aquel que permanece en Él no peca,” tiempo presente, continúa en el pecado en ese mismo patrón. No significa que nunca pecamos porque de regreso en el capítulo 1 él dijo “si ustedes dicen que no tienen pecado hacen de Dios un mentiroso.” ¡Claro que tienen pecado!, pero no continúan en ese patrón constante de pecado. Ese es un verbo en tiempo presente en el griego que indica acción continua.
Nadie que permanece en Cristo continúa en ese mismo patrón de pecado. Y nadie que continúa en ese mismo patrón de pecado ha visto a Cristo o conoce a Cristo. Todo el tiempo la gente dice ‘yo sé, bueno, que están viviendo así y están haciendo esto; pero sé que son cristianos, sé que son cristianos porque me acuerdo cuando esto pasó en ese acontecimiento e hicieron esto.’ Los cristianos no continúan en un patrón de pecado que no ha sido roto. Versículo 7, aquí está la clave “Hijitos, nadie os engañe.” No dejen que nadie los engañe. “El que hace justicia es justo” ¿Es eso difícil de entender?
Por favor, ¿quién es justo? La gente que hace cosas justas. Es cuestión de naturaleza. Es cuestión del principio de vida, de poder en la vida. Y él lo explica de manera muy clara. El que practica, versículo 8, el pecado es del diablo. Él tiene la naturaleza antigua bajo el control de Satanás. El diablo peca desde el principio, para esto apareció el hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
¿Y cuáles son las obras del diablo? El pecado. Segunda vez, versículo 5, versículo 8, el Hijo de Dios vino para deshacer, para destruir ese patrón de pecado. Para destruir ese principio del pecado, ese poder de pecado dominante. Y entonces, en el versículo 9, “todo aquel que es nacido de Dios no practica el pecado.” Practica es esa idea de pecado constante no quebrantado, continuo, porque tiene una nueva semilla en él.
Y la usa la analogía del nacimiento, de nacimiento humano. Un bebé es un producto de su padres y lleva la imagen de sus padres. La semilla, el huevo, los padres han creado la esencia de ese niño. El niño es literalmente la unión de esas dos vidas que lo produjeron; y el niño manifestará las características. Será moldeado como su padre, se verá en su cara como su padre, tendrá la manera de actuar, ciertos gestos físicos como sus padres, va a tener algunas de las capacidades intelectuales como sus padres o quizás otras capacidades también. Va a reflejar la estructura genética heredada de sus padres; y eso es esencialmente lo que está diciendo.
Si usted ha nacido de Dios, usted va a ser el producto de ese nueve nacimiento y no va a continuar practicando el pecado. Pero lo que va a pasar es que va a tener una nueva semilla en usted y usted no puede continuar en el pecado porque ha nacido de Dios. Mire, si usted ha nacido de Dios el principio de pecado ha sido roto y la práctica de pecado ha sido interrumpida. Si alguien se ve como si fuera cristiano y de pronto se desvía y se mete al pecado y queda ahí, ellos nunca nacieron de nuevo. Porque si hubieran nacido de nuevo, si hubieran nacido de Dios, ninguno que nace de Dios practica el pecado.
Nadie tiene ese mismo patrón constante. Como le dije la semana pasada, tiene que ver con su deseo. Con lo que usted desea. Pecamos como cristianos, pero odiamos ese pecado. Amamos la justicia como Romanos 7, quiero hacer cosas en mi carne, me estorba y no quiero hacer lo que hago y hago lo que no quiero pero sé que es algo miserable y lo menosprecio y clamo para ser liberado de eso. Una de las grandes razones por las que queremos ir al cielo, habla con la gente acerca de ir al cielo y dice ‘¡ah, calles de oro!, ¿y sabe una cosa?, lo mejor del cielo es que no hay pecado.
Eso es lo más atractivo acerca de esto. ¿No se cansa de eso? No estoy hablando del pecado de su cónyuge, estoy hablando del suyo. Nadie que ha nacido de Dios continúa en un patrón no quebrantado de pecado. Eso no puede suceder. ¿Por qué? Porque Su simiente está en usted. Usted tiene la simiente incorruptible. Pedro dice una nueva vida, una nueva naturaleza, una nueva creación. El versículo 10 lo resume, así es como usted distingue a los hijos de Dios y a los hijos del diablo. Es obvio. Me encanta. ¿Qué tan obvio es? En esto se manifiestan los hijos de Dios y los hijos del diablo, todo aquel que no hace justicia y que no ama a su hermano, no es de Dios. Eso es suficiente para mí.
¿Cómo sabe usted quién es un cristiano? Alguien que ama lo que es lo correcto, que ama la ley de Dios, que odia al pecado, que tiene un patrón de justicia interrumpido por el pecado. Ese es el pecado que él odia. Ese es el viejo hombre residual en él, es su antigua disposición. Es lo que queda en él. De su naturaleza antigua. Gálatas 2:20, el apóstol Pablo habla de esto y dice: “Con Cristo he sido juntamente crucificado.” ¿Qué quieres decir Pablo? ‘Yo estoy muerto, el viejo Pablo se ha ido, la vida antigua ha muerto, ya no vivo yo. Ese ego antiguo, ese yo antiguo, pero Cristo vive en mí.’
Y si Cristo vive en usted, todo es diferente. Todo. Hay un nuevo principio de vida que produce una nueva práctica de vida. Si no entendemos quién es un cristiano verdadero, estamos confundidos en el punto más crítico, ¿no es cierto? Porque no podemos decirle a una persona cuál es su condición espiritual verdadera. Quizás están perdidos camino al infierno, no les ayuda decirles que son cristianos. También hemos invitado a la cizaña de Satanás a la Iglesia. La gente que no ama la verdad de Dios, que no ama Su ley justa, que no tiene hambre por aquello que es lo correcto, no tienen un corazón nuevo. No tiene un nuevo nacimiento, no tiene una simiente incorruptible. No tienen a Cristo viviendo en ellos. No han sido librados.
Si el corazón no ha sido cambiado para amar la Palabra de Dios, si el corazón no ha sido cambiado para amar la ley de Dios, si el corazón no ha sido cambiado para desear obedecer la ley de Dios como Ezequiel 36 lo dice, si el corazón no ha sido cambiado para buscar la virtud, no el pecado, entonces, ese corazón no ha sido cambiado en absoluto. La marca distintiva de la salvación es que usted entiende, usted cree, usted se somete a la verdad del Evangelio. Usted ama esa verdad y usted ama la justicia y usted odia el pecado.
Los verdaderos cristianos adoran a Dios, aman la Palabra de Dios y obedecen la Palabra de Dios. Ellos son como el ciervo del cual leemos en el Salmo 42 que anhela las aguas; su alma desea a Dios. El salmista dijo ‘mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.’ El salmista dice en el Salmo 119:97 ‘Oh Dios, cuánto amo yo Tu ley.’
Entonces, si usted tiene un hijo o un cónyuge o un hermano o una hermana o un amigo o un conocido que realmente quiere pecar, planea pecar, planea la satisfacción en el pecado, no tiene una pasión por la justicia, no tiene interés en la verdad, la persona no ha sido librada, no es cristiana sin importar lo que la persona diga.
En la actualidad, como hemos estado diciendo, las iglesias y líderes evangélicas dicen que cualquiera que dice que es cristiano es cristiano, cualquiera que dice que cree en Jesús es cristiano. Liberales, protestantes, carismáticos, católicos romanos, ortodoxos, personas que están flotando por ahí que dicen creer en Jesús, atletas que hacen esto y hacen una buena jugada y son sorprendidos buscando a una prostituta. Cualquier persona que dice ser cristiana puede ser probada por la verdad y la virtud. Esto es crítico. La verdadera liberación produce una vida cambiada.
Hay un tercer punto y simplemente le voy a decir qué es y lo veremos la próxima semana. Han sido librados del mundo moribundo al Reino eterno. Profundo; y lo veremos la próxima vez. Oremos.
Padre, ¡qué claridad!, ¡qué precisión provee Tu Palabra! Gracias por los ejemplos de hombres del pasado de los que hablamos esta mañana, cuyos testimonios nos enseñan tanto debido a su fidelidad y el poder de sus vidas que Tú usaste con tanta soberanía.
Dale a Tu iglesia una confianza restaurada, una pasión restaurada, un hambre restaurado por la Verdad, por la Palabra de Verdad. Oramos Padre para que Tú nos des el discernimiento para que podamos juzgar verdaderamente la condición espiritual de las personas. Protege a Tu iglesia del declive de la verdad, del declive de la Escritura. Simplemente oramos Padre para que Tú despiertes a pastores y líderes para que sean fieles, para que prediquen la verdad bíblica y vestido bíblico de manera imparable y apasionada durante todos los años de su ministerio, para que Tú lleves a cabo una obra poderosa y verdadera en los corazones. Gracias por la liberación que Tú has provisto para nosotros por medio de Tu gracia. En el nombre de Cristo, amén.
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