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Fue en septiembre 2018 que di una serie de mensajes del capítulo 18 de Ezequiel. El racismo había, en mi mente, cruzado una línea. Toda forma de racismo, teoría crítica de raza, interseccionalidad, racismo sistémico, privilegio blanco, los oprimidos y los opresores, otros asuntos saliendo del movimiento feminista y el movimiento homosexual, habían cruzado una línea del mundo en el que la amargura y el rencor, la venganza y el odio florecen al reino; y los líderes cristianos habían comenzado a adoptar la filosofía mundana y meterla a la iglesia y a universidades cristianas y seminarios, a denominaciones. Dije, en ese entonces, que esto es lo más devastador que había visto en mi vida en términos de despedazar a una nación, y bien podría ser lo más devastador para despedazar a la iglesia si llegaba a cruzar esa línea al reino de la luz.

Tristemente, eso sucedió, y eso no ha hecho un daño pequeño a líderes, iglesias, relaciones, escuelas, denominaciones; y el daño está lejos de haberse terminado. Ahora es ayudado y fomentado por la estructura entera de poder de los Estados Unidos de América; y desafortunadamente de manera ingenua, evangélicos que no disciernen fueron aspirados en las filosofías detrás de todo este racismo, y han adoptado esa causa, y ha creado caos con respecto a la claridad del mensaje del evangelio. Y siguen hablando de él como si fuera parte del evangelio, lo cual es claro que no lo es. Ni es parte del reino de los cielos, el reino de Dios; simplemente es la última versión de filosofía humana llegando a florecer.

Comenzó unos 300 años atrás con la Ilustración. Algunos filósofos, quizás el mejor conocido, Rousseau, que tuvo una meta muy simple: elimina a Dios, el cristianismo, demuestra que la gente es buena, y es la sociedad lo que los hace malos, invierte la doctrina bíblica de la depravación humana. Él era un escritor tan brillante que tuvo un impacto sorprendente. Él fue seguido por gente como Marx, que lo dirigió hacia la economía; Freud, que lo dirigió hacia el sexo. Y fue llevado hasta nuestro día, en la actualidad y desafortunadamente la iglesia ha carecido del discernimiento para entender cuando han tomado las causas del diablo.   

Jesús dijo esto, como usted recordará bien, en Juan 18, “MI reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí”. No hay conexión entre el reino de Dios y el mundo. Oímos el eco, todavía oyéndolo en nuestros oídos, del hecho de que hay una distinción entre la carne y el espíritu, como vimos en Romanos capítulo 8. Los que están en la carne no pueden agradar a Dios. La carne, el mundo, el reino de las tinieblas, uno en lo mismo.

Después Jesús dijo, como hemos señalado en Lucas 17, “El reino de Dios está en medio de vosotros”. El reino está aquí porque el Rey está aquí, como hemos estado viendo. Él está aquí vivo en Su iglesia. Entonces Su reino no tiene nada que ver con este mundo; Su reino está aquí, separado del mundo. Quiero ayudarlo a entender eso esta mañana de una manera muy práctica, espero. Para comenzar, pase a una conocida, e incluso amada porción de la Escritura, el capítulo 16 de Mateo; y quiero comenzar con ella. Con una ilustración a expensas de nuestro apóstol favorito de saco de boxeo, Pedro. 

En Mateo 16:13, “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” Wow, el punto destacado de la vida de Pedro. Él fue un vocero para Dios. “No te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Acabas de hablar en nombre de Dios”.

Vaya al versículo 21: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. ¿Cómo es posible que en un momento puedes ser un vocero para Dios y después una voz para Satanás? Cuando cruzas la línea de los intereses de Dios a los de los hombres. Digo, no podría ser más claro.

¿Quítate de delante de mí, Satanás? JUPAGE. “Vete, Satanás”. El verbo exacto que Él usó en Mateo 4:10 cuando en la tentación Él despidió al diablo mismo. Emoción fuerte, intensa. Reprensión fuerte. Jesús le habla a Pedro como la voz de Satanás exactamente de la misma manera en la que le habló a Satanás mismo. La reprensión más devastadora para un discípulo: Estás en asociación con el diablo porque tomas la causa del hombre. Esto es aplastante.

Pedro significa piedra. Eres una roca y ahora eres una piedra de tropiezo. Estás estorbando los propósitos de Dios. No estás poniendo tu mente en los intereses de Dios. Mismo término que usted oye en Colosenses 3, “Poned la mira en las cosas de arriba no en las de la tierra.” Esta es la peor reprensión, y para un discípulo amoroso que acaba de llegar al punto alto de su vida, el punto bajo debió haber sido completamente aplastante.

El camino del diablo es hacer que la gente que confiesa la verdad se enrede en el trabajo del diablo, cruzando una línea del reino de la luz de regreso al reino de las tinieblas para hacer que los cristianos piensen que el reino de la luz puede avanzar, escuche, sin sufrimiento. No necesitas ir a la cruz. Podemos conseguir lo que necesitas sin la cruz. Y esencialmente él le estaba diciendo a Jesús exactamente lo que el diablo había dicho, Te daré todos los reinos del mundo, simplemente póstrate ante mí. Pedro está reciclando esa misma tentación. No necesitas morir, hay otro camino. NO necesitas sufrir. Puedes hacer concesiones. Puedes hacer compromisos con el reino oscuro, puedes hacer compromisos con el reino oscuro.

El pecado de Pedro ha sido repetido incesantemente a lo largo de la historia de la iglesia, toda la historia de la iglesia, en donde la gente que declara que cree la verdad acerca de Cristo hace alianzas con Satanás. Los cristianos han estado tratando de usar al mundo, las tinieblas, la carne, los espiritualmente muertos, para ayudar de alguna manera a que Jesús edifique Su reino, y esencialmente han hecho tratos con el diablo. Todo esfuerzo por avanzar el reino mediante una estrategia mundana es un intento por hacer la obra de Dios a la manera del diablo, y para evitar, escuche con cuidado, el sufrimiento, para evitar el rechazo, evitar la hostilidad. Y esa es exactamente la tentación que el diablo dio y que Pedro recicló.

¿Acaso olvidamos que perdemos nuestras vidas por el evangelio? ¿Acaso olvidamos que no hay corona sin una cruz? Esa es siempre la tentación del diablo. “Oigan, vamos a extender la iglesia al tener un grupo político muy poderoso en Washington DC, manipulando a los políticos. Vamos a extender el reino al desarrollar de manera inteligente algunas estrategias para que la iglesia gane ciudadanos del reino de las tinieblas. Eh, vamos a aceptar mucho y ser muy tolerantes, y no vamos a hablar del pecado. Vamos a diseñar algunos medios muy mundanos para hacerlos sentir como si esta es la vida normal, esto va a ser como un concierto al que fueron, y simplemente una plática que oyeron”. Y todo esto tiene una cosa en mente; evitar el sufrimiento que viene con la confrontación del evangelio.

Y mientras que sabemos que el evangelio son buenas noticias, el primer mensaje del evangelio es, “Eres un pecador y vas camino al infierno eterno”. Esta sociedad no quiere oír eso. Durante trescientos años han estado construyendo una filosofía que ahora está completamente desarrollada que dice que la gente básicamente es buena y tienen el derecho de ser quiénes son. Y el hecho es que esta es la filosofía en una cápsula.

La razón por la que la gente está insatisfecha es porque hay un patriarcado blanco histórico que ha creado la religión, que es falsa, debido a que no hay Dios, y usa esa religión básicamente para oprimir y encarcelar a la gente en general. Han creado leyes, les han dado la religión como una cobertura, una especie de colcha sagrada, para evitar que la gente haga lo que quiere hacer. “Tenemos que deshacernos de todo eso y dejar que todo mundo sea lo que quiere ser”, y así es como usted llega a cien géneros.

Todo comenzó cuando querían decir que el hombre es bueno, es la sociedad lo que lo hace malo, y es la élite la que se levantó a la cima que creó la sociedad que inhibe sus deseos sexuales. Todos los arquitectos de eso, no sé si alguna vez leyó el libro de Paul Johnson llamado LOS INTELECTUALES. Es un libro aterrador; pasa por todos esos filósofos y muestra cuán desviados eran en términos de su conducta sexual. Querían una filosofía, claro, que se deshace de Dios y la moralidad para que pudieran vivir vidas miserables. No había nada noble en eso.

¿Cómo es que la iglesia ha tomado esa causa, Marxismo cultural o lo que sea? Buenas intenciones y un amor por Cristo motivando esfuerzos por extender el reino mediante promoción política por pragmatismo, por cambio social, por evangelio superficial, por entretenimiento, manipulación emocional, aceptación del pecado, es derrocar el propósito de Dios y hacer el trabajo del diablo.

El camino de nuestro Señor es quedarse en su lado, el reino de la luz, y esa es la razón por la que Pablo dice en 2 Corintios 10:5, “tenemos que llevar cautivo todo pensamiento,” ¿a quién? A Cristo. Tenemos que derribar estas fortalezas ideológicas levantadas contra el conocimiento de Dios y liberar a la gente que está cautiva por esas cosas, y guiarlos, en todo sentido, al conocimiento de Cristo.

Juan dice, “No améis el mundo, ni las cosas que están en el mundo, porque el mundo está pasando”. No tiene futuro. Santiago dice, la amistad con el mundo es enemistad con Dios. Él dice un capítulo antes que la sabiduría que es de abajo es demoniaca. Asociarse con el diablo no es una estrategia positiva. El reino de la luz no necesita ayuda del diablo. El mundo con su corrupción va camino a la destrucción, no nos ofrece absolutamente nada.

¿Cómo nos relacionamos con el mundo separados de él? Nosotros, mediante la compasión y mandato, no lo cortejamos, advertimos al mundo. No adoptamos sus ideas, no tomamos sus causas, le advertimos. Y si terminamos tomando sus causas, los compromisos son totalmente destructivos: destructivos para la claridad de nuestro mensaje y destructivos para la vida misma de la iglesia, que supuestamente debe estar unificada en amor. Y el reino es justicia, gozo, y paz. ¿En dónde está eso en la forma actual de evangélicos, justicia, gozo, y paz?

Los evangélicos se han vuelto como Pedro, ofreciendo un mejor camino, un mejor camino que la proclamación del evangelio valiente, compasiva que ofende al pecador, un mejor camino que busca la popularidad y la aceptación, en lugar de la hostilidad y el rechazo, un camino que es muy diferente del camino de nuestro Señor. Y, por cierto, los apóstoles voltearon el mundo de cabeza sin nada de ayuda del mundo. El reino malo de las tinieblas odia todo lo que ama a Dios y todo lo que Dios ama. El reino de las tinieblas ama todo lo que Dios odia, no es amigo de la luz.

Nuestros gobernantes malos han cambiado la verdad de Dios por mentiras, como vimos en Romanos 1. Es un reino bajo el poder del mentiroso definitivo, Satanás. Adoran la criatura más que al Creador. Detienen la verdad. Están bajo juicio. Los gobernantes impíos son muchos, a lo largo de la historia humana; vimos eso en el Antiguo Testamento. Y en un sentido, todos son adelantos del gobernante final impío, el Anticristo. Esa es la razón por la que el Nuevo Testamento dice, Hay muchos anticristos.

Hay uno final. Escuche como lo describe en Apocalipsis 13. “Vi subir del mar una bestia que tenía sete cabezas y diez cuernos, y en sus cuernos diez diademas, o coronas, y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón, quien es Satanás, le dio, quien es el Anticristo, su poder y su trono, y grande autoridad. vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, algún tipo de resurrección falsa, y adoraron al dragón, Satanás, que había dado autoridad a la bestia, el Anticristo, y adoraron a la bestia, diciendo. ¿Quién es como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses”. La mitad de la tribulación. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo.

Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.  Y le adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído, oiga”. Nos dirigimos hacia el que odia a Dios de manera definitiva, el Anticristo. Pero todo gobernante impío, que odia a Cristo en la historia humana ha sido un adelanto del Anticristo final.

Dos reinos: uno es de Dios, el otro es de Satanás; uno está marcado por la verdad, el otro por mentiras; uno exalta a Cristo, el otro exalta al Anticristo. Esos reinos no se pueden mezclar. Y todo lo que siempre sale mal en la historia con la iglesia es cuando la iglesia se esfuerza por hacer eso. La Biblia nos advierte de eso, Efesios capítulo 5, versículo 5: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”. ¿Lo ve? Son fornicarios, inmundos, idólatras, no tienen parte en el reino de Cristo y de Dios. No sea engañado por ellos, están bajo ira divina, son los hijos de desobediencia.

Versículo 7, “No seáis, pues,” ¿qué? “Partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor, andad como hijos de luz.” Eso es tan básico, ¿no es cierto? Quédese en su lado, porque el fruto de luz es en toda bondad, justicia y verdad”. ¿Qué está haciendo usted del lado de las mentiras y el engaño y la amargura y el enojo y el odio y el rencor y la venganza? ¿Qué está haciendo usted de ese lado? Reorganizar las sillas de la cubierta del Titanic es inútil.

En Colosenses capítulo 2, versículo 6, “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él, ande en la luz, ande en Cristo, arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias. Hombre. ¿Qué caracteriza a la gente que anda en Cristo? ¿Están abundando en qué? Gratitud. ¿Acaso eso parece ser una realidad dominante en el mundo evangélico, la gratitud? Mirad, versículo 8, que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. No dejen que nadie los engañe alejándolos de Cristo. Capítulo 3 de Colosenses, versículo 1, Habéis resucitado con Cristo, siga buscando las cosas de arriba, donde está Cristo, sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba no en las de la tierra. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Eso es bastante simple, ¿no es cierto?

Vaya al versículo 12, Han sido escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia, soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. La paz de Dios gobierne en vuestros corazones. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros”. Versículo 17. Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

Así es como la vida cristiana debe ser vivida. No estamos enojados, no somos hostiles, no somos rencorosos, no somos vengativos, no estamos gritando por las desigualdades; no vivimos así. Nos quedamos del lado de la justicia, la paz, y el gozo, y la gratitud, porque nuestros pecados han sido ¿qué? Perdonados. ¿Quién es usted para salir y demandar algo de alguien que no tiene derecho al perdón que Dios le ha dado a usted?

Pero nada de eso es mi texto. Vaya a 2 de Corintios capítulo 6. Este es un golpe mortal al compromiso, 2 de Corintios capítulo 6. Lo voy a leer, comenzando en el versículo 14. Vea si esto es confuso.

“No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.  Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”

Después versículo 1, “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.”

Este es el ataque más directo y poderoso contra el compromiso. Dos reinos: uno está marcado por la justicia, la luz, Cristo, los creyentes, y Dios; el otro está marcado por la injusticia, las tinieblas, Belial, quien es Satanás, los incrédulos, y los ídolos. No hay posibilidad de que esos dos se unan en una causa común que tenga alguna importancia espiritual o eterna, no hay posibilidad, ninguna en absoluto. Ahora un reino es antiguo, otro es nuevo; uno es terrenal, otro es celestial; uno es mortal, el otro vivifica; uno es material, el otro es espiritual; uno es mentiroso, el otro es veraz.

Entonces el mandato, regrese al versículo 14, “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos”. Dice usted, ¿Acaso eso significa que, si estás casado con un incrédulo, te divorcias de él? No, Pablo trató con eso en el capítulo 7. Si estás casado con un incrédulo, te quedas con él.

Entonces, Bueno, ¿acaso eso significa que nos volvemos monjes y nos vamos a vivir a una cueva? No. No. Pablo de hecho dice en esta misma carta que él se volvió todas las cosas a todos los hombres para que ganara a algunos. Y Jesús, en Juan 17, oró al Padre, “Padre no te pido que los quites del mundo, te pido que los guardes del maligno.” Tienen que estar aquí para cumplir la gran comisión. No dejes que sean engañados por Satanás. No los dejes ser jalados al reino de las tinieblas.

Estaba escuchando a un pastor que estaba recitando algunos de los asuntos actuales en la iglesia luterana, la Iglesia Evangélica Luterana de Estados Unidos, y su corazón estaba quebrantado porque básicamente estaba bajo el control de personas lesbianas y transgénero. ¿Cómo pasa eso? No pasa repentinamente, sucede mediante una secuencia larga de compromisos pequeños.

No os unáis. Esto viene de Deuteronomio 22. Esta es una prescripción muy interesante que Dios le dio a Israel, una muy práctica, escuche esto, Deuteronomio 22. Él está hablando de todo tipo de leyes, agricultura. Él está hablando de asnos y bueyes y ropa. Y ahí en el versículo 10, él dice, No ararás con buey y con asno juntamente. Eso simplemente es bastante práctico. ¿Tratar de enganchar un asno y un buey a la misma carreta? Tienen dos naturalezas diferentes, tienen dos pasos diferentes, dos temperamentos diferentes. Esa es una prohibición.

“No ararás con buey y con asno juntamente”. No pueden funcionar juntos en un esfuerzo en común; y eso es lo que está detrás de esta afirmación. Usted no puede traer el reino de las tinieblas y el reino de la luz juntos en alguna causa en común. Usted no puede tomar las causas del mundo y unirlas a la causa divina y el mandato del evangelio.

En Jeremías capítulo 2, hay una condenación de Israel. Dios dice esto: Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada. Santo era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoraban más bien eran culpables, y mal venía sobre ellos, dice Jehová.  Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel. Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, ¿por qué se fueron? Todo era tan bueno en el comienzo, ¿por qué se volvieron? ¿por qué se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos? Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?

Y os introduje en tierra de abundancia, para que comieseis su fruto y su bien; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e hicisteis abominable mi heredad. Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.”

Versículo 13, aquí está el problema, “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.” ¿Quién hace eso? ¿Qué tipo de insensatez es esa? Eso es lo que hicieron. Dios no era suficiente, tuvieron que hacer todo tipo de incursiones en la oscuridad.

Lo único que Satanás siempre quiere hacer es perturbar la obra de Dios, ¿no es cierto? ¿No estamos claros en eso? ¿Piensa usted que él quiere ayudar? Y Satanás quiere perturbar la obra de Dios, según lo que la Escritura dice, de dos maneras: una, al unirse a la iglesia, al sembrar cizaña entre el trigo, Mateo 13; dos, al engañar a la iglesia para que se una al mundo. Y el pueblo de Dios constantemente es advertido contra eso.

Escuche Romanos 16:17, Os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Manténgase alejado de personas divisivas que están haciendo cosas que no encajan con la doctrina bíblica. Tales personas no son esclavos de nuestro Señor Jesucristo, sino de sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal. No se preocupen por Satanás, el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies.” No lo queremos como aliado, y tampoco necesita temerlo.

Actualmente, convertir a la iglesia en un campo de batalla racista, feminista, homosexual al tomar las filosofías de las tinieblas es una violación de este mandato simple. El reino de la luz uniéndose a la filosofía amargada, vengativa, sin gracia, filosofía sin Dios producto de trescientos años de ateos que odian a Dios, que odian a Cristo, que son anti familia, anti cristianos, que fueron impulsados por perversión sexual. Traer el reino de la luz a alguna conexión con eso es impensable, impensable.

Pero ellos dicen que la gente es básicamente buena, y el cristianismo niega eso; y eso debe ser revertido. La gente necesita saber que es buena y debe ser capaz de hacer cualquier cosa que quiera hacer; y es solo la gente mala que llegó al poder e hizo leyes contra toda conducta sexual. El hombre debe ser libre porque, básicamente, él es bueno. Déjalo hacer lo que quiera, no lo refrenes. Eso es lo que la religión ha hecho. Necesitamos deshacernos de la religión. Esa es la diferencia medular al comienzo del evangelio. Decimos que el hombre básicamente es ¿qué? Malo. En el reino de las tinieblas, el hombre básicamente es bueno.

Escuche Marcos. Esto realmente es indiscutible, versículo 18 del capítulo 7. “¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entre en el hombre, no le puede contaminar?” Su problema no está afuera, porque no va a su corazón, sino a su estómago y es eliminado. Esto decía, haciendo limpios todos los alimentos. Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”. El problema no es lo que alguien le hizo a sus ancestros, el problema es usted. Es usted. Y cuando los cristianos rinden ese punto cortan el evangelio en su comienzo mismo.

Dios vio la tierra, en Génesis 6, y dijo, nada más que maldad de continuo. Tenían un punto de vista completamente diferente de la humanidad en el reino de las tinieblas, que el hombre es básicamente bueno, y entonces debería hacer lo que quiere. Y el reino de la luz ha tenido demasiada influencia, y ha quitado la libertad. “Vamos a deshacernos del reino de la luz; vamos a deshacernos de todo, de cada parte de él, sacarlo de nuestra sociedad, y vamos a obsesionarnos con el sexo, no solo a nivel personal y pornografía, sino a nivel político, de tal manera que de lo único que quieres hablar es de los derechos de personas que están pervertidas sexualmente porque han derrocado a Dios, por lo menos piensan que lo han hecho.

Ahora Pablo apoya el mandato en el versículo 14 al ver tres áreas, las cuales serán obvias: el pasado, el presente y el futuro. Pero permítame solo empezar con el pasado. El verbo mismo “unáis” es extraído de ese pasaje de Deuteronomio 22:10 acerca del buey y el asno, y eso nos recuerda prohibiciones en el Antiguo Testamento con respecto a Israel. Le leí de Jeremías. Pero permítame solo recordarle cosas que Dios le dijo a Israel acerca de estar unida a incrédulos.

Entonces veamos el pasado. Regresemos, por ejemplo, al capítulo 23 de Éxodo, al vigesimotercer, simplemente vamos a ver los versículos 31 y 32, el final del capítulo: “Fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates, porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti”. Eso es bastante serio. Dios conocía el impacto de los paganos viviendo uno al lado del otro del pueblo judío, y entonces les dijo, “Necesitan expulsarlos, esta es su tierra. Se la di a Abraham en una promesa de pacto. Necesitan expulsarlos”. Versículo 32, “No harás alianza con ellos, ni con sus dioses”. Él los quería expulsados porque presentan una amenaza tan seria para la integridad de Su pueblo.

En el capítulo 34 de Éxodo de nuevo, solo después de reemplazar la ley, “Guárdate,” versículo 12, Éxodo 34:12, “de hacer alianza con los moradores de la tierra donde has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti. Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera” lugar de adoración falsa, “sino que más bien deben derribarlos porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celos, Dios Celoso es. Por tanto, no harás alianza con los moradores de aquella tierra; porque fornicarán en pos de sus dioses, y ofrecerán sacrificios a sus dioses y te invitarán, y comerás de sus sacrificios; o tomando de sus hijas para tus hijos, y fornicando sus hijas en pos de sus dioses, harán fornicar también a tus hijos en pos de los dioses de ellas. No tienes nada que hacer al hacer alguna alianza con el enemigo.

En el séptimo capítulo de Deuteronomio, saltando algunas otras escrituras por razones de tiempo, capítulo 7 comienza: “Cuando Jehová tu Dios te haya introducido en la tierra,” ahora estaban al borde de la tierra listos para entrar, la tierra “en la cual entrarás para tomarla, y haya echado de delante de ti a amuchas naciones, al heteo, al gergeseo, al amorreo, al cananeo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, siete naciones mayores y más poderosas que tú, y Jehová tu Dios las haya entregado delante de ti, y las hayas derrotado, las destruirás del todo.

Wow, así de peligrosas eran, las destruirás del todo. “No harás con ellas alianza, ni tendrás de ellas misericordia. Además, no emparentarás con ellas; no darás a tu hija a su hijo, ni tomarás a su hija para tu hijo. Porque desviará a tu hijo de en pos de mí, y servirán a dioses ajenos, y el furor de Jehová se encenderá sobre vosotros y te destruirá pronto. Mas así habéis de hacer con ellos: sus altares destruiréis, y quebraréis sus estatuas, y destruiréis sus imágenes de Asera, y quemaréis sus esculturas en el fuego. Porque tú eres pueblo santo, un pueblo separado, pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. 

No por ser vosotros más que todos los pueblos, os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos, sino por cuanto Jehová os amó, y os ha sacado con mano poderosa de Egipto. No hagan alianza. Vayan a la guerra contra ellos, elimínenlos.

Isaías retoma el mismo clamor en varios lugares de su profecía. Dios les dio leyes que los mantuvieron socialmente desconectados. Tenían leyes de ropa. Tenían leyes de dieta. Tenían leyes de calendario. Tenían todo tipo de leyes y prescripciones de toda fase de la vida, lo cual lo hizo, esas fueron diseñadas, no por algún beneficio espiritual, esas fueron diseñadas para que fuera muy, muy difícil para ellos interactuar con otras personas.

Uno de los clamores que llevó al Holocausto en Europa era el hecho de que los judíos nunca se amalgamaron. Nunca se mezclaron con las otras poblaciones de personas. Y Hitler los usó como una amenaza, como si estuvieron tramando la destrucción de la gente. La gente no interactuaba con ellos, y esto fue parte del legado de esa prescripción original que tenía la intención de ayudarlos a mantenerse separados de las naciones que adoraban ídolos. Entonces, no se unan a incrédulos no es algo nuevo; era muy claro en el pasado.

¿Qué hay acerca del presente? Bueno, vea lo que dice inmediatamente después de eso en tiempo presente, hablándonos, ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente.

En el tiempo presente usted tiene estas cinco comparaciones, ¿Qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? Compañerismo, la palabra METOCHÉ, solo aparece aquí; pero otra forma de la palabra aparece en Lucas capítulo 5 versículo 7, hablando del negocio de Pedro de pesca, los socios en su negocio. Otra forma de ella es usada en Hebreos para hablar de nuestra unión con Cristo. Entonces él está diciendo, “No hagan una unión en común con la justicia y la injusticia”.

Y la injusticia es característica de los incrédulos, son injustos por definición. El conocido pasaje de Mateo, rechazando a la gente religiosa en donde nuestro señor dice, “Muchos me dirán, Señor, Señor, hicimos estos e hicimos aquello. Y diré, Apartaos de mí, nunca os conocía debido a sus obras injustas.” No es posible que haya una asociación entre los injustos y los justos.

Primera de Juan 3, versículos 4 al 7, es un texto útil para implementar esto: Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él”. Nuestro Señor vino para quitar el pecado. El pecado es infracción o injusticia. Ustedes son justos, ¿qué tienen que hacer con los injustos? “Todo aquel que permanece en él, no peca, todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. Hijitos, nadie os engañe, el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.”

En el versículo 10 él dice, Los hijos de Dios y los hijos del Diablo son obvios: el que no practica justicia no es de Dios, ni el que no ama a su hermano. ¿Oh? Uno que no ama a su hermano. El odio está siendo derramado en la raza en el mundo, no es el amor de los hijos de Dios.

En segundo lugar, él dice, ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? Injusticia habló de conducta, esto habla más de virtud. ¿Qué comunión tiene la luz con las tinieblas? ¿Qué KOINONÍA? Luz es verdad y virtud, tinieblas es mentiras y pecado. ¿Los hijos de luz y los hijos de las tinieblas juntos en una causa común, qué supuestamente debe tener algún valor redentor? Imposible. No hay armonía posible debido a la conducta. No hay armonía posible debido a la virtud. La luz y la oscuridad se excluyen mutuamente.

En tercer lugar, él dice vayamos de la conducta a la virtud, al poder, ¿Y qué concordia? Por cierto, la palabra “concordia” es SUMPHÓNESIS, ¿qué sinfonía hay entre Cristo y Belial? el cual es un nombre del Antiguo Testamento usado una docena de veces para Satanás. ¿En serio? Esa es una afirmación muy perturbadora. ¿Qué armonía hay entre Cristo y Satanás? Ninguna. Es impensable que Satanás fuera buscado para ayudar en la causa de Cristo. No tenemos conexión en conducta o virtud o poder o medios. ¿Qué tiene un creyente en común con un incrédulo? Operamos por fe, ellos operan por vista. Operamos al confiar en el poder de Dios, ellos operan al manipular a la gente. Operamos en el espíritu, ellos operan en la carne.

No tenemos nada en común en conducta, virtud, poder, medios, y en último lugar, identidad. Esa es una palabra grande en la actualidad, ¿no es cierto? Usted inventa su propia identidad. Muy bien, aquí está la suya: ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo de Dios. Eso es lo que somos. Cualquier persona que le pregunte, le puede decir. Sé que no lo pueden ver, pero eso es lo que usted es.

¿Qué? ¿No saben que son el templo del Espíritu Santo? Correcto, 1 de Corintios 6. Juan 14:29, Jesús dijo, Yo estoy en Mi Padre, y ustedes en Mí y yo en ustedes. No vayan a un templo porque ustedes son el templo de Dios, personalmente, sí, y colectivamente. Y en Cristo no hay judío ni griego, varón ni mujer, esclavo o libre; todos somos uno.

Tenemos todas estas identidades radicales: identidad racial, identidad sexual, identidad de género. Nuestra identidad personalmente es como el templo de Dios, y colectivamente como el templo de Dios. Y la palabra templo aquí es NAOS, y se refiere al Lugar santísimo, no solo el patio. Cuando decimos que somos el templo de Dios, esencialmente somos un arca del pacto viviente adentro del Lugar Santísimo y en donde Dios mora. Si un sacerdote entraba ahí no preparado, era matado por Dios instantáneamente.

Usted no permite que el reino de las tinieblas se una al templo de Dios. Eso se oye como lo que leímos en Primero de Samuel 4, en donde tomaron el arca del pacto y la metieron al templo de Dagón. Y Dios dice, No voy a permitir eso, y aplastó a ese ídolo.

Ezequiel tiene una visión en el octavo capítulo, no voy a tomar tiempo para verla. Pero tuvo una visión en el octavo capítulo, y la visión era que Dios lo llevó al templo y encontró en el templo todo tipo de ídolos, por todos lados, en el templo de Dios. Y Dios pronunció ICABOD, La gloria ha partido, Y hay una visión ahí de la gloria saliendo del templo por la puerta, al cielo, ahí afuera a los montes y desapareció. La gloria de Dios partió cuando el pueblo de Dios hizo alianzas con Satanás.

Nosotros somos el templo de Dios, y Su templo es santo. No se una a incrédulos. No se una a aquellos que son injustos. No se una a aquellos que son de las tinieblas. No se una a los hijos de Satanás. No se una a idólatras en ninguna causa en común que supuestamente debe tener algún propósito y efecto espiritual. Usted no puede extender el reino de Dios de esa manera. Salga de entre ellos y sepárese.

Ahora eso nos lleva al futuro. Esto es muy poderoso. Solo unos cuantos minutos para presentárselo. Somos templo del Dios viviente, como Dios dijo, versículo 16, “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo, y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.”

Esto no es un llamado a salvación, no, porque él acaba de decir que somos el templo, ¿verdad? Somos el templo de Dios, entonces somos creyentes. Y él nos llama en el capítulo 7, versículo 1, Amados. Pero él dice, Habitaré, andaré, seré, seré, cuatro veces, y esencialmente, esos son tomados de un mosaico de escrituras del Antiguo testamento, habitaré, andaré, seré, seré, y después en el capítulo 7, versículo 1, él llama a esos promesas, promesas. Es un mosaico de promesas del Antiguo Testamento para el pueblo de Dios.

Que viene un día, escuche, cuando Dios caminará con Su pueblo, y Él será su Dios, y ellos serán Su pueblo, cuando Él les dará la bienvenida y será un Padre para ellos, y serán hijos e hijas para Él. ¿De qué está hablando él? Él está hablando del reino venidero. Jeremías 24, “Porque pondré mis ojos sobre ellos para bien, y los volveré a esta tierra, y los edificaré y los plantaré. Les daré corazón para que me conozcan, porque Yo soy Jehová, y me serán por pueblo, y seré su Dios, porque se volverán a mí de todo su corazón.” Esa es una promesa del reino.

Jeremías 31:33, “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” Otra promesa de la salvación venidera de Israel y el reino.

Ezequiel 37, versículos 26 y 27: “Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos, y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estaré en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.” Esta es una promesa del reino venidero, el reino milenial de Cristo.

En Mateo es llamado la regeneración. En Hechos es llamado los tiempos de refrigerio y los tiempos de restitución. Pablo lo llama el Día de Cristo. Pero es el reino.

Vaya a Apocalipsis, y vamos al reino, capítulo 19, “Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos.”

Esta es la destrucción que ha sido descrita en el 17 y el 18, la destrucción del mundo, tanto su religión como su economía. Y entonces están diciendo Aleluya y adorando a Dios que estaba sentado en el trono. “Y salió del trono una voz que decía: Alaben a nuestro Dios todos sus siervos, o esclavos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina.”

Y después en el versículo 11, “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, santos y ángeles, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

Vaya al capítulo 20, “Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; esa es la duración del reino terrenal venidero de Cristo cuando regrese, y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.  Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.  Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.” Ese es el cumplimiento del reino prometido.

Ahora regresemos a nuestro texto por tan solo un par de minutos más. Las palabras del apóstol Pablo, como dije, son tomadas de un mosaico de textos del Antiguo Testamento. No quiero cubrirlos todos, pero solo para recordarle que el reino fue prometido en el Antiguo Testamento, y también fue descrito, y es muy importante saber esto.

Por ejemplo, Isaías dijo que el reino sería global, sería mundial, y Cristo el Mesías reinaría sobre todo y todo mundo. Toda rodilla se doblará ante Yahweh. Toda persona adorará. Todas las naciones verán Su gloria. En el reino, habrá justicia y equidad perfecta, rectitud y verdad, paz perfecta, tranquilidad, no guerra, bendición económica, reinado abundante, luz del sol más larga, vida larga, seguridad, gozo. Daniel dice lo mismo. Pero Daniel también añade que Cristo vendrá para ser el Señor de ese reino, y Zacarías dice, “Y el Señor será rey sobre toda la tierra, en aquel día el Señor será el único, y Su nombre el único.”

Esto podrían ser noticias para algunos post-milenialistas, pero no estamos trayendo el reino. Oí a un líder evangélico decir esta semana pasada que tenemos un mandato urbano de redimir a las ciudades. No encuentro eso en la Biblia. Tenemos un mandato del evangelio para advertirles de destrucción, porque eso es lo que viene en Apocalipsis 18. Nuestro trabajo no es redimir a la sociedad, nuestro trabajo es dar el evangelio para que un pecador a la vez pueda entrar al reino y llegar un día en ese reino, en donde hay justicia perfecta y paz. De nuevo, cuál es el punto de reorganizar las sillas de la cubierta del Titanic, este mundo se está hundiendo, y los hombres malos van de mal en peor.

Basado en las palabras de Dios en el pasado, basado en Su distinción entre nosotros y el mundo en el presente y basado en Sus promesas del reino, el versículo 17 entonces repite el mandato: “Por cual, salid de en medio de ellos y apartaos”. Eso es tomado de Isaías 52:11, “Apartaos, apartaos, salid de ahí, apartaos.”

No toquéis lo inmundo, y yo os recibiré en mi Reino en el tiempo. Y cuando ese reino venga seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas. Eso es extraído realmente de, creo, Primero de Crónicas 17. En Primero de Crónicas 17, usted tiene la promesa del reino, y es tan hermoso, se lo quiero leer. Primero de Crónicas 17, y voy a leer quizás comenzando en el versículo 7.

“Por tanto, ahora dirás a mi siervo David: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo te tomé del redil, de detrás de las ovejas, para que fueses príncipe sobre mi pueblo Israel; y he estado contigo en todo cuanto has andado, y he cortado a todos tus enemigos de delante de ti, y te haré gran nombre, como el nombre de los grandes en la tierra. Asimismo he dispuesto lugar para mi pueblo Israel, y lo he plantado para que habite en él y no sea más removido; ni los hijos de iniquidad lo consumirán más, como antes, y desde el tiempo que puse los jueces sobre mi pueblo Israel; mas humillaré a todos tus enemigos. Te hago saber, además, que Jehová te edificará casa. Y cuando tus días sean cumplidos para irte con tus padres.”

Le dice a David, “levantaré descendencia,” el Mesías, “después de ti, a uno de entre tus hijos, y afirmaré su reino.  El me edificará casa, y yo confirmaré su trono eternamente. Yo le seré por padre, y él me será por hijo.” Y en las palabras maravillosas del apóstol Pablo, él extiende la promesa de Dios al Mesías para ser su hijo a todos los que están en Cristo para volverse hijos e hijas del Rey en el reino. La promesa de Dios para el rey como un hijo es extendida a todos nosotros como hijos e hijas.

Nos dirigimos al reino, amigos. ¿No les da gusto? Entonces una respuesta es aceptable, versículo 1: “Así que, puesto que tenemos tales promesas,” ¿lo tengo que decir? Usted no puede arreglar el mundo, “amados, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.” No haga alianzas con el mundo. Deshágase de la contaminación, MOLUSMOS. Esa solo está aquí en el Nuevo Testamento, pero en otra literatura tenía que ver con alianzas profanas. No haga alianzas profanas.

Perfeccionando la santidad, es el verbo EPITELEÓ, el cual significa es escatológico, está en el sentido final. Nos dirigimos hacia la santidad perfecta, adoración perfecta. Viva su vida en esa dirección. No necesitamos alianzas con Satanás para extender el reino. No tenemos un llamado a hacer que la gente sea más socialmente aceptable camino al infierno eterno. Nuestro mensaje es, “Arrepiéntanse y crean el evangelio.”

Entonces dejamos a Pedro viéndose bastante mal. Necesitamos recuperar a Pedro, entonces vayamos a 1 de Pedro capítulo 1. Pedro fue fuerte al conducirse, pero Pedro también podía aprender. Capítulo 1, versículo 13, 1 Pedro. Esta es su carta; esto es lo que quiere decirnos. “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.” Tenga esa perspectiva futura, ¿muy bien? “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia, sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir, porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”.

“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación; sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros, y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en” ¿quién? “Dios.”

Esa es una buena palabra, Pedro. Coloque su enfoque en el lugar correcto, verdad, porque capítulo 2, versículo 9, “Vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”

Eso es lo que hacemos. No tomamos las causas del mundo que no van a nada. Entendemos que hay problemas en la vida. Nunca van a ser resueltos hasta que, a nivel global, el Rey llegue para arreglar todo y reine en justicia y rectitud. Mientras tanto, no podemos hacer nada en el sentido espiritual excepto por traer el evangelio que transforma al pecador.

“Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios. En otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” ¿Qué es el día de la visitación? El día cuando Dios visita en juicio. El día cuando Dios visita en juicio.

Viva una vida proclamando las virtudes de aquel que lo llamó de las tinieblas a Su luz. Viva usted una vida de conducta buena, y la gente verá esa vida, oirá esa proclamación, y un día cuando Dios visite, serán llevados con usted a la gloria. Por eso estamos aquí. Oremos.

Padre, te agradecemos por la claridad con la que Tu Palabra habla. Te agradecemos porque el llamado que tenemos es inequívoco. Pedro también dijo, “No sean arrastrados por el error de hombres inicuos y caigan de su firmeza, antes bien creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.”

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