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Bueno, en esta noche después de varias semanas de ausencia regresamos a esforzarnos por terminar nuestro estudio de las bienaventuranzas. Las enseñanzas maravillosas de Jesús que encontramos en Mateo capítulo 5. Abra su Biblia en Mateo capítulo 5, si es tan amable. Esta noche, Mateo capítulo 5, las bienaventuranzas. Jesús prometió felicidad, él prometió bendición. Y esa bendición viene mediante las cosas que son enseñadas aquí.

En el versículo 2, ‘Y abriendo su boca les enseñaba diciendo: ‘Bienaventurado los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos porque vuestro galardón es grande en los cielos, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.’ 

Estas palabras simples, directas, claras, inequívocas, leídas de manera tan simple contienen, como sabemos ahora, una mente de verdad, absolutamente inescrutable. Es difícil inclusive llegar a las profundidades de esta sabiduría divina. Nos hemos esforzado por hacerlo, al tomar cada bienaventuranza y explorar su riqueza. Llegamos ahora, en los versículos 10 al 12. ‘Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.’ Y después los versículos 11 y 12 explican aún más esa bienaventuranza. Después de estudiar las bienaventuranzas, estas promesas de bendición, promesas de felicidad verdadera y profunda y duradera. Después de estudiarlas y darnos cuenta de que son las cualidades características del hombre o la mujer en el reino de Dios, es fácil sentirse un poco inepto.

Ese tipo de persona que es pobre en espíritu, y llorando por el pecado, mansa, teniendo hambre y sed de justicia, misericordiosa, limpia de corazón, pacificadora y perseguida, parece casi, demasiado buena para ser normal. Como si estuviéramos viendo a alguien en un vitral o algún tipo de estatua de piedra, o santo de cerámica. En lugar de que sea alguien involucrado en la realidad de la vida diaria. Pero Dios no trata con santos de cerámica, él no trata con farsas. Jesús aquí está presentando el retrato de un creyente, y a un grado u otro esto caracteriza todos nosotros. Hay ocasiones en nuestras vidas cuando quizás es difícil vernos a nosotros mismos aquí, pero de hecho aquí estamos somos los pobres en espíritu. Esto es, somos los que sabemos que estamos en bancarrota espiritual. Y si vamos a entrar al reino de Dios no tenemos nada excepto por nuestra necesidad y clamamos a Dios por nuestra pobreza, por una salvación que solo él puede dar.

Somos aquellos que lloramos, llorando por nuestra situación, llorando por nuestro pecado, y llorando por el juicio, reconociendo lo que nos espera, llorando por la separación de Dios que nos caracteriza. Y, por lo tanto, somos los mansos. No venimos soberbios, y confiando en nosotros mismos, sino humildes y quebrantados, buscando salvación de un Dios misericordioso. Somos aquellos que reconocemos que no tenemos justicia, pero tenemos hambre y sed de ella. Somos aquellos que, habiendo recibido misericordia, podemos mostrarla a otros. Somos aquellos cuyos corazones han sido limpiados y hechos puros. Somos aquellos que en lugar de estar en guerra con Dios y el resto de la gente, nos hemos convertido en pacificadores porque hemos hecho nuestra paz con Él. Y como consecuencia, somos aquellos que a un grado u otro sufrimos persecución por parte de una sociedad controlada por Satanás, que rechaza a Cristo y que odia a Dios.

Esta no es alguna identidad distante que debe ser alcanzada por unos cuantos selectos. Esto es simplemente una descripción genuina de aquellos que son hijos de Dios. Cada uno de nosotros que de manera genuina es de Cristo, vino con estas actitudes, vino mediante este proceso de tal manera que hemos sido transformado en personas que tienen estas bienaventuranzas no siempre manifestamos la misma pobreza de espíritu o tristeza por nuestro pecado o mansedumbre o misericordia o pureza, no siempre manifestamos esa hambre y sed de justicia como debiéramos, no siempre somos el pacificador que debiéramos ser, pero esa es la naturaleza de nuestra vida. Esas son las cosas que nos caracterizan como hijos de Dios. Y en ultimas, debido a que somos transformados, debido a que somos este tipo de persona, estamos en oposición al mundo que nos rodea, y eso lleva al sufrimiento, eso lleva a dolor, problemas.

Primero la pobreza de espíritu, la cual termina la rebelión y produce sumisión al Rey, esa pobreza de espíritu que se da cuenta de la bancarrota espiritual y se postra ante el rey para rogarle porque él muestre gracia. Ese lloro que nos hace ver nuestro pecado, esa mansedumbre que por lo tanto sigue, conforme evaluamos nuestra vida de manera apropiada. Esa pasión que lleva a un hambre y sed de justicia, después ese servicio que es misericordioso hacia otros, esa pureza de corazón que nos capacita para entender verdaderamente y conocer a nuestro Dios, esa paz que llena nuestros corazones y nos hace ser pacificadores. Todo eso, concedido a nosotros por Dios en el asunto de la salvación, en una proporción u otra produce una virtud que no solo está satisfecho y es bendecido y está feliz, sino que es contradictorio a todo lo que lo rodea.

Y la realidad de tener una virtud como esa, un patrón de vida como ese, una disposición como esa en medio de las condiciones de la vida mundana, sin duda alguna produce a un grado u otro, oposición. Entonces no nos sorprende llegar a esta bienaventuranza, los pacificadores serán perseguidos. Eso es lo que les pasa a los pacificadores. Venimos a predicar el evangelio de la paz, venimos a vivir ese evangelio de la paz y somos perseguido por ello a un grado u otro. Ahora, conforme vemos esta bienaventuranza en el versículo 10 y su explicación en los versículos 11 y 12, únicamente quiero señalar tres características distintivas. Las vamos a llamar persecución, promesa y postura. Persecución, promesa y postura.

En primer lugar, hablemos de la persecución. El versículo 10 es muy simple, la felicidad le pertenece a aquellos que han sido perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Y el versículo 11 simplemente lo personaliza, ‘Bienaventurado sois cuando por mi causa os vituperen’. No estamos hablando de alguien más, está hablando de ustedes. Y cuando os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Esto realmente es una bienaventuranza, como dije en el versículo 10, personalizada en el versículo 11, y explicada aún más en el versículo 12. Es una bienaventuranza porque tiene únicamente un resultado, el único resultado está al final del versículo 10, ‘porque de ellos es el reino de los cielos’. No hay un segundo resultado dado en el versículo 11, porque el versículo 11 es solo una personalización de la bienaventuranza del versículo 10, que viene a aquellos que son perseguidos por causa de la justicia.

Hay una doble bendición aquí, pero únicamente un resultado, de ellos es el reino de los cielos. Eso significa que aquellos que son perseguidos por Cristo, aquellos que son insultados por Cristo, aquellos en contra de quien todo tipo de maldades se ha hablado falsamente, debido a Cristo, por tanto, dan evidencia de que pertenecen al reino del cielo. Aquellos que son ciudadanos del reino, están en oposición al sistema de Satanás. Esto entonces promete persecución a un grado u otro, para aquellos que le pertenecen al Señor.

Ahora, simplemente hagamos las preguntas simples y obvias. Quién, Qué, Cuándo, y Dónde Comencemos con el quién ¿Quién está involucrado aquí en esta bienaventuranza? Bueno, regresemos al versículo 10. ‘Bienaventurados los que padecen persecución.’ ¿Quiénes son? Bueno, se refiere inmediatamente a todos aquellos que son descritos en los versículos 3 al 9. ‘Bienaventurados los que son pobres en espíritu, los que lloran, los que son mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los pacificadores.’ En otras palabras, los creyentes, aquellos que son de Dios, aquellos que le pertenecen a Él y también todos los que quieran vivir piadosamente, padecerán persecución, Pablo le dijo a Timoteo en 2da Timoteo 3:12, simplemente va con el territorio.

Entonces, bienaventurados son todos aquellos de ustedes, gente de bienaventuranza, que, como resultado de sus vidas transformadas, vividas en el medio de un mundo impío, experimentaron a un grado u otro, persecución. Nosotros, hasta un cierto punto, compartimos el menosprecio de Cristo. Somos perseguidos, por así decirlo, por causa de Él, compartimos, Pablo dijo, la participación de sus sufrimientos. Si vivimos piadosamente en este mundo. Digo, usted no puede esperar vivir en oposición directa a Satanás y a su mundo mundano sin producir hostilidad por parte de él y ese sistema. Ahora, si usted no está experimentando persecución, si usted no está experimentando hasta cierto grado, hostilidad, o rechazo, enemistad, acusaciones falsas, insultos, es posible que usted no es un cristiano. O también es posible que usted es un cristiano desobediente, de alguna manera escondiendo la realidad, no solo de su propio cristianismo, sino de la verdad de Dios con la cual usted no debe hacer concesiones en la manera en la que usted vive y en las cosas que usted habla.

Realmente creo que, si usted es como Cristo, y usted vive de manera valiente como Él vivió, y usted habla la verdad de Dios, usted va a producir la misma reacción hasta cierto grado que fue producida cuando Cristo estuvo aquí en la tierra. O quizás no lo crucifiquen a usted, pero habrá hostilidad y enemistad, inclusive llegando al libro de Apocalipsis, en los últimos tiempos, usted lee Apocalipsis 6:9-11, Apocalipsis 13:4-8 y usted encuentra en los últimos tiempos hostilidad tremenda en contra de aquellos que son fieles al evangelio, y aquellos que exaltan a Cristo y proclaman la verdad. Los justos siempre han sufrido, siempre sufrirán. Sufrirán hasta el futuro por su virtud, por su piedad, de una manera u otra. Digo, usted puede regresar hasta Apocalipsis, y hasta Génesis y todo comenzó con Abel, Abel fue justo, Abel hizo lo que Dios le dijo que hiciera, y Abel fue matado por Caín. Por cierto, Caín fue un hombre religioso quien también le trajo una ofrenda a Dios, una inaceptable, pero él odió al adorador verdadero, su propio hermano, y lo mató.

Moisés usted se acuerda, en Egipto, escogió sufrir aflicción con el pueblo de Dios. Hebreos 11:25 dice. En lugar de hacer concesiones con Egipto, y así ha sido siempre. Tomás Watson, el puritano dice, ‘aunque sean siempre tan mansos, misericordiosos, limpios de corazón, su piedad no los va a proteger del sufrimiento, deben colgar su arpa y tomar la cruz, (él escribe), el camino al cielo es a manera de espinas y sangre, establécelo como una máxima. Si vas a seguir a Cristo debes ver las espadas y las estacas. Pon la cruz, (él escribió), en tu credo. (fin de la cita). En muchas maneras la persecución es una muestra de discipulado verdadero. Filipenses 1:29, ‘Porque a vosotros os has sido concedido por causa de Cristo, no solo que creáis en Él, sino que padezcáis por Él, experimentando el mismo conflicto que visteis en mí, y ahora oyen que hay en mí.’ Se espera que va a haber una medida de sufrimiento, si usted es fiel a Cristo.

1ra Tesalonicenses capítulo 3, versículo 3, ‘Para que ninguno de vosotros sea turbado por estas aflicciones, porque vosotros mismos sabéis que hemos sido destinados para esto’. Pablo dice de hecho, cuando estuvimos con ustedes, les estuvimos diciendo por adelantado que íbamos a sufrir aflicción, y entonces sucedió como saben, debe esperarse. Todos los apóstoles del Nuevo Testamento y los escritores del Nuevo Testamento estarán de acuerdo de que inclusive en el ambiente más tolerable, inclusive en el país más tolerante, en el tiempo más tolerante, la cruz nunca deja de ser un símbolo de menosprecio, un símbolo que produjo hostilidad y en algunos casos odio y acusaciones falsas, inclusive persecución.

De hecho, los apóstoles probablemente habrían instado al decir que la ausencia de persecución era causa de alarma. Lo suficiente para llevar al creyente a sus rodillas, para realizar su inventario espiritual. Siempre aquellos que son obedientes al Señor del reino, aquellos hijos obedientes del reino, que viven la justicia de Cristo y que viven su Palabra en obediencia van a llegar a ser a un grado u otro, causa de enemistad para el sistema satánico que los rodea y producir algunas formas de hostilidad. No importa cuán aceptable algunas formas de cristianismo puedan ser, no importa cuán aceptable una especie de cristianismo benigno que hace concesiones pueda ser, el cristianismo verdadero, piadoso, justo, vivido, y que habla libre y abiertamente, va a producir hostilidad.

Ahora, hemos tratado de quitarle eso a nuestro cristianismo en esta época. Hemos tratado hacer del evangelio inofensivo, hemos tratado de entender lo que la gente que no es convertida quiere, lo que no le gusta y quitar la parte que no les gusta, y hacer del evangelio algo tolerable para ellos, lo hemos despojado de su impacto, hemos sacado la ley, hemos sacado la mordida, hemos sacado la confrontación, para hacerlo lo más apetecible como sea posible. Y en la mayoría de los casos, hemos desnudado la verdad al grado del que ya no es la verdad salvadora.

Digo, si usted quiere escapar la persecución usted lo puede hacer, simplemente apruebe lo que el mundo hace. En lugar de desaprobarlo, simplemente afírmelo o ignórelo, acepte la moralidad del mundo, la ética del mundo, viva como ellos viven, no le diga a la gente que son pecadores, no los confronte con el hecho de que están perdidos y sin Cristo, condenados al juicio eterno en las manos del Dios Todopoderoso, no hable del infierno, no predique y enseñe que Jesucristo es el único camino, y únicamente por la fe en él y no mediante algún ejercicio religioso, alguna ceremonia, alguna justicia personal puede ser ganada la salvación sino únicamente por la fe en Él. No se separe a sí mismo del sistema del mundo que lo rodea a usted, siga con él, ríase de sus bromas, disfrute su entretenimiento, ríase cuando se burla de Dios, déjelos tomar Su nombre en vano, avergüéncese de ser fiel a Cristo y usted escapará de cierta persecución.

Pero le advierto, esa es una perspectiva muy peligrosa. Lucas 9:26, Jesús dijo, ‘Todo aquel que se avergonzare de mí y de mis palabras, el Hijo del Hombre se avergonzará de él.’ Si usted se avergüenza no solo de Cristo, sino de las palabras que Cristo enseñó, eso quiere decir la verdad de Dios dadas a nosotros en las páginas de las Sagradas Escrituras, si usted se avergüenza de eso, bien puede ser que usted es uno de quien el Señor mismo se avergonzará. Eso quiere decir que usted no sea un creyente en absoluto. El Señor quizás ni siquiera diga que usted es de Él. O usted no es salvo o ciertamente es un hijo que ha desobedecido bastante.

Por otro lado, observe por un momento 1ra Pedro 1 versículo 3. ‘Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos, para obtener una herencia que es imperecedera, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros.’ Esa es simplemente es una de las afirmaciones grandes en todas las Escrituras, habla de lo que es nuestro en la salvación, gran misericordia, renacidos, esperanza viva, una herencia incontaminada, imperecedera, inmarcesible, reservada en los cielos para nosotros, quienes, versículo 5, somos guardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación que está lista para ser revelada en el tiempo postrero.

Entonces, tenemos salvación, somos protegidos para que podamos entrar a esa salvación completa que está lista en el cielo para nosotros. En los cuales vosotros os alegráis, versículo 6, aunque por ahora, por un poco de tiempo, si es necesario, seáis afligidos por diversas pruebas. ¿Por qué? versículo 7, ‘para que vuestra fe sea probada. Siendo más preciada que el oro, el cual es perecedero, aunque probada por fuego, pueda ser hallada como resultado en alabanza y gloria y honra, en la revelación de Jesucristo. Las pruebas que vienen a nuestras vidas, incluyendo la persecución y problemas y dificultades, son parte de la prueba de Dios para probar la validez de nuestra fe. Si usted vive su vida y el fuego viene, el fuego probará si usted es genuino o no. Si usted no es nada más que suelo con arbustos, en el que la semilla de la verdad entró un poco, pero los arbustos la ahogaron, o si usted es ese suelo con piedras en donde la planta entró un poco y llegó a la roca, a la cama de roca y murió, y pereció sin fruto alguno, que se manifestará bajo la confrontación, la persecución, eso es lo que Jesús estaba diciendo, y usted va a secarse y morir. Nuestra fe es probada en las pruebas.

Aparentemente había gente, mucha gente, en el tiempo de Pedro, como lo hay en la actualidad, que estaban dispuestas a identificarse con Cristo mientras no les costara nada. Eso fue una realidad en el día de Jesús, y él no quiso nada de eso, y tampoco Pedro. Lo que Pedro estaba diciendo es lo que Jesús estaba diciendo, su fe será probada, será probada. Seguir a Cristo no va a ser fácil en este mundo, seguir a Cristo podría afectar su trabajo. Digo, supongo un hombre en tiempos bíblicos, era alguien que trabajaba con rocas y su negocio era cumplir con un contrato para construir un templo pagano. Supongamos que él era un sastre y se le pedía que hiciera túnicas para los sacerdotes de dioses falsos. Supongamos que él trabajaba para alguien que era deshonesto. Usted entiende el punto. Lo mismo en la actualidad, difícilmente pueda haber algún trabajo secular en el que algún tipo de conflicto como este no se produce entre intereses de negocios y lealtad a Jesucristo.

Más de cien años después de los tiempos del Nuevo Testamento, un hombre vino a Tertuliano, el padre de la iglesia de esa época, y él tenía este gran dilema acerca de esto, porque él quería vivir su cristianismo, y él pensó que era casi imposible. Y entonces él terminó con su ruego pidiéndole una solución a Tertuliano al decirle, ¿qué debo hacer? debo vivir. Y Tertuliano sabio respondió, ‘¿Debes vivir?’ Qué respuesta tan extraña. Lo que él estaba diciendo es que si mueres de hambre es mejor que si haces concesiones. La única alternativa es lealtad a Cristo, aún si significa que usted muere, menos sea privado de alguna cosa material. Su lealtad a Cristo puede ser muy difícil en el ambiente laboral, podría ser muy difícil y afectar su vida social como lo puede ser en la actualidad.

En el mundo antiguo, si alguien realmente estaba entregado al Señor, entregado a Jesucristo, tenían una gran dificultad tratando de vivir la vida social de la que eran parte hasta su conversión. Digo, todos entenderíamos eso en el contexto judío, inmediatamente eran expulsados de la sinagoga, de-sinagogizados, lo cual era equivalente a la excomunicación, eran expulsados de sus propias familias. Pero inclusive en un mundo gentil, había una consecuencia severa socialmente, por venir a la fe en Cristo. En el mundo antiguo, la mayoría de los festivales, la mayoría de las celebraciones se llevaban a cabo en el templo de algún Dios falso. Esos eran los lugares de reunión pública, ahí era donde las fiestas y las celebraciones y los festivales se llevaban a cabo. Y en muy pocos sacrificios a los dioses falsos se quemaba el animal o los animales. De hecho, era común en las religiones falsas simplemente quemar la frente del animal sacrificado para que usted pudiera guardar el resto para comerse, una especie de sacrificio simbólico, quemado. Parte de la carne iba a los sacerdotes que estaban a cargo de la religión, y partes de esta carne, a los adoradores y hacían una fiesta para sus amigos.

Entonces, cuando usted iba a ofrecer algo a su deidad, usted lo quemaba un poco, y daba algo de la carne a los sacerdotes, y después tenía una fiesta enorme para todo mundo. ¿Podía un cristiano ir a una fiesta como esa? Digo, esa era una pregunta seria. Inclusive en una comida común y corriente, que comenzaba con una copa de vino que se llenaba en honor a los dioses, ¿en qué lugar encajaba un cristiano en una situación como esa? Usted tiene que estar preparado para estar solo en la multitud, cuando usted seguía a Cristo. Y como dije, también podía afectar su vida en el hogar. Cuando un miembro de una familia recibía a Cristo, la puerta se le cerraba. Jesús dijo que él vino a traer una espada, y a separar las relaciones familiares.  

Con frecuencia la gente tenía que escoger entre aquellos que eran más queridos para ellos y a Jesucristo, y cuando escogían a Cristo, básicamente eran aislados de sus familias. Además, los castigos que tenía que enfrentar un cristiano iban mucho más allá de la descripción por lo terrible que eran. Digo, podemos leer en la historia y se nos cuenta de cristianos que eran arrojados a los leones o quemados en la estaca. Pero esas eran en algunas maneras muertes amables. Nerón empapaba a los cristianos de brea, y los encendía y los usaba como antorchas vivientes para alumbrar sus jardines para fiestas. Él los metía en las pieles de animales salvajes y enviaba a sus perros de caza en contra de ellos para que los despedazaran hasta matarlos. Eran torturados en estructuras de madera, eran rasguñados, plomo derretido era vaciado en ellos, placas de bronce ardiendo eran fijadas a las partes más suaves de sus cuerpos, sus ojos eran sacados, partes de sus cuerpos eran quitadas y rostizadas frente a sus ojos, sus manos y sus pies eran quemados, mientras que agua fría era vaciada en ellos para extender la agonía. Y así sigue.

Digo, para muchas personas inclusive en la actualidad en algunas partes del mundo, venir a Jesucristo y ser fiel a Él significaba persecución severa. Los romanos, claro, acumularon acusaciones falsas contra los cristianos, los calumniaron diciendo que eran caníbales, los calumniaron por inmoralidad, los acusaron por tener fiestas de amor, las cuales decían ellos eran orgias de lujuria. Los calumniaron por iniciar incendios, recuerdan que ellos siempre están hablando del juicio de Dios, que Dios juzgó por fuego y entonces los acusaron de revolución, siendo incendiarios revolucionarios. Inclusive fueron acusados de quemar Roma, los acusaron de destruir familias, los acusaron de rebelión política y religiosa. Y como puede ver, el imperio romano se extendió de lo que conocemos en la actualidad, como Gran Bretaña hasta el Éufrates, hasta la parte norte de África.

Estos cristianos, por todos lados fueron expuestos a un grado u otro a este tipo de actitud. El emperador, claro, era un dios en las mentes de la gente, y él demandaba que se le rindiera una honra divina, y templos fueron construidos a su divinidad. Comenzó lentamente, pero eventualmente se desarrolló y llegó a ser una adoración completa en la que adoraban al emperador y se volvió un componente religioso que unificaba al imperio romano. Se volvió obligatorio, y una vez al año todo mundo tenía que ir y ofrecer incienso a la deidad de Cesar, y decir Cesar es señor. Bueno, los cristianos se rehusaron a hacer esto. Cuando un hombre ofrecía su incienso y decía ‘Cesar es señor’ él recibía un certificado llamado alabelis y él podía llevarlo por todos lados y probarlo que él lo había hecho.

Claro, los cristianos se rehusaron a conformarse, escogieron a Cristo, se rehusaron a hacer concesiones, se volvieron disidentes, un grupo de rebeldes, grupos de deslealtad que amenazaban la solidaridad del imperio, amenazas para Cesar. Un poeta habló de este rebaño que gime, cuyo crimen era Cristo. Entonces, enfrentaron la tortura.

Bueno, Jesús entonces nos dice en esta bienaventuranza, que esto no nos debe sorprender. Habrá persecución para aquellos que están en su reino. Ese es el ‘quien’, veamos el ‘como’.

¿Cómo es que esta enemistad va a ser expresada? Bueno, él lo dice ahí, no podía decirlo de manera más clara, van a ser perseguidos, de dioko significa perseguir, significa buscar, perseguir, finalmente perseguir, molestar, tratar de manera mala. Realmente desde el 100 hasta el 300 DC los cristianos fueron perseguidos de lugar a lugar, cazados como bestias salvajes, y matados por medios inhumanos, diabólicos a los cuales ya hicieron referencia. 

Y el Señor simplemente está diciendo, ‘tienes que calcular el costo’, ¿se acuerda de eso? si vas a convertirte en cristiano necesitas saber esto. Hay una actitud siendo expresada aquí. Bienaventurados son aquellos que han sido perseguidos. Realmente en cierta manera nos ayuda a ver más que tan solo un tipo de acto. Este es un participio pasivo e indica una, un permiso. ‘Bienaventurados aquellos que se permiten a sí mismos ser perseguidos’. Esa es la indicación del lenguaje, del idioma. La idea es que lo han soportado de manera dispuesta, no huyen esto, lo aceptan, y es un participio perfecto pasivo, es continuo, indica una persecución continua. ‘Bienaventurados son aquellos que, de manera dispuesta, se han permitido a sí mismos sufrir hostilidad continua.’ La disposición es el asunto.

Entonces, podríamos decir que ‘Bienaventurados son los dispuestos’, la persecución no siempre va a ser intensa, no siempre va a estar ahí al mismo grado. Pero estos son los que están dispuestos, si viene, viene. Si sufrimos, sufrimos. Si sufrimos también reinaremos con Él. Nuestra persecución adopta varias formas, versículo 11, algunas veces adopta la forma de vituperio o como se indica en algunas versiones, ‘bienaventurados cuando los hombres los insulten.’ Literalmente significa, colocarse cara a cara con alguien, y abusar de ellos de frente.  Oneidizo, literalmente aventar ante los dientes de alguien, estar cara a cara y ser objeto de abuso con palabras no amables, que son viles y agresivas. Y no solo hacer eso, sino digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.

No solo le dicen cosas a usted de frente, que no son amables y son malas y abusivas, y agresivas, sino que dicen cosas detrás de sus espaldas. Insinuaciones, acusaciones, calumnia, mentiras, así es, nosotros los que somos cristianos debemos esperar una medida de eso, conforme Dios lo concede a cada uno de nosotros. 1ra Corintios, capítulo 4, el gran apóstol Pablo dice, ‘Creo que Dios nos ha exhibido a nosotros, apóstoles, como los últimos de todo.’ ¿Y sabe una cosa? ustedes pensarán que seriamos los mejores, seriamos los que estamos aislados, podríamos ser como los 144 mil y Dios nos pone un sello, nos protege, pero no es así, estamos en la parte de debajo de la lista. Somos hombres condenados a la muerte, nos hemos vuelto un espectáculo al mundo, tanto a ángeles como a los hombres. Somos necios por causa de Cristo. Él es sarcástico aquí. Pero ustedes son sabios en Cristo, somos débiles, pero ustedes son fuertes. Ustedes son distinguidos, pero nosotros no tenemos honra. Él dice, mírennos, obsérvennos, somos débiles y no tenemos distinción, sin honra, versículo 11, tenemos hambre, tenemos sed, estamos vestidos de maneras pobres, somos tratados mal, sin hogar, trabajando con nuestras manos cuando somos vituperados bendecimos, cuando somos perseguidos soportamos, cuando somos calumniados tratamos de conciliar. Nos hemos vuelto como la escoria del mundo. Eso es exactamente lo que palabra significa, la escoria, la suciedad que está al fondo mismo, el residuo que queda, eso somos nosotros, los apóstoles. Usted habría pensado que serían exaltados, más bien, el mundo los ha aborrecido de tal manera que se han convertido como escoria.

A. W. Pink que escribió, ‘es una prueba fuerte de depravación humana, que las maldiciones de los hombres y las bendiciones de Cristo, se puedan encontrar en las mismas personas.’ ¿Quién habría pensado que un hombre podría ser perseguido y vituperado, y que se diga en contra de él todo tipo de maldad, porque él es justo? Pero como puede ver, dicha vida reprueba la impiedad de los hombres y provoca por lo tanto su resentimiento. Es más, de la enemistad de la serpiente en contra de la simiente santa de Génesis 3:15. Entonces Jesús está diciendo, ‘necesitamos esperarlo’.

Eso nos lleva del como al por qué. ¿Por qué viene sobre nosotros? Bueno, ya hemos hecho referencia a ello, pero pase a Juan 15. Juan 15, ahí, este es un texto que debe ser entendido en relación con esta bienaventuranza. Juan 15:18, ¿quién va a ser perseguido? Aquellos que son ciudadanos del reino. ¿Cómo van a ser perseguidos? Con confrontación cara a cara y calumnia tras bambalinas, todo tipo de formas de persecución. Y, ¿Por qué? Juan 15:18, Jesús dijo, ‘Si el mundo os aborrece, sabéis que a mí me ha aborrecido antes que os aborreciera a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero debido a que no sois del mundo, sino que yo os escogí del mundo, por lo tanto, el mundo os aborrece.’ Ahí está la respuesta, los odian a ustedes porque no son parte de su sistema. Usted lo confronta por su piedad y su justicia, lo reprenden, ustedes hacen que el mundo enfrente su pecado, versículo 20, ‘Acordaos de la palabra que os hablé, el esclavo no es mayor que su amo, si me persiguieron a mí también os perseguirán a vosotros. Si guardaron mi palabra, también las vuestras guardarán.’

En otras palabras, la manera en la que la gente trata a Cristo es como van a tratarlos a ustedes. Versículo 21, ‘Pero todas estas cosas os harán a vosotros por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió’. No conocen a Dios, no conocen a Cristo, y ustedes no les caen bien porque ustedes los reprenden, ustedes los reprenden verbalmente, los reprenden por su compromiso con la justicia. Versículo 22, ‘Si no hubiera venido y les hubiera hablado, no tendrían pecado. Pero ahora, no tienen excusa por su pecado’. Han sido desenmascarados y no les gusta. ‘El que me aborrece a mí también a mi Padre aborrece. Si no hubiera hecho entre ellos las obras que nadie más hizo, no habrían pecado.’

En otras palabras, el punto que Él está diciendo es que las cosas que yo dije exhibieron su pecado, las cosas que hice exhibieron su pecado, tuvieron que enfrentarlo. Y como resultado, en lugar de enfrentar su pecado, me aborrecieron por ello. Permítanme decirles algo amados, si ustedes están viviendo de manera justa en medio de la injusticia, si ustedes reprenden el pecado por sus vidas santas, sus vidas sin concesiones, y si ustedes lo reprenden abierta y amorosamente, pero lo confrontan y lo reprenden, alguien va a reconocer su pecado y arrepentirse, o van a aborrecerlos por ello. Versículo 25, han hecho esto, para que la palabra sea cumplida, que está escrita en su ley, ‘Sin causa me aborrecieron’. O tener una razón, pero no fue una causa justa. Les estoy diciendo estas cosas, capítulo 16:1, ‘porque quiero guardarlos de tropezar.’ No quiero que se sorprendan cuando esto les pase a ustedes. ‘Los van a expulsar de la sinagoga, viene una hora en la que todo aquel que los mate, piense que está ofreciendo servicio a Dios. Y estas cosas van a hacer porque no han conocido al Padre, ni a mí. Pero estas cosas les he hablado para que cuando venga su hora, se acuerden de que les dije’. No quiero que se sorprendan cuando sean perseguidos.

Sucedió. Andrés persistiendo en su predicación, se ordenó que fuera crucificado. La historia nos dice que él fue amarrado con cuerdas para que la muerte pudiera ser lenta, y permaneció en esa condición hasta que finalmente murió. Pedro, nos dice la tradición, después de nueve meses en la cárcel fue crucificado de cabeza. Pablo, lo más probable es que fue decapitado en Roma, por Nerón. Jacobo, Mateo, Matías, Bartolomé, Tomás, sufrieron martirio, probablemente todos menos Juan. Más adelante vino un cristiano llamado Arístides el Justo, él fue expulsado de Atenas. Cuando a uno de los ciudadanos le preguntaron porque él había votado porque se expulsara a Arístides, él dijo, ‘Porque estoy cansado de oír que siempre es llamado el Justo, me irrita que la gente lo identificaba como justo.’

Me acuerdo hace algunos años atrás, cuando estábamos evangelizando ahí en la universidad de UCLA, estábamos teniendo algunos estudios bíblicos y algunas presentaciones evangelísticas públicas y repartiendo algunos folletos evangelísticos, e información en el campus, irritó a los líderes del campus y entonces en el Daily Bruin salió una articulo especial, un artículo de primera página, y esta es una cita que tomé de ahí, esta fue su postura, “Esto va a acabar ahora, debe acabar, (y cito) porque las instalaciones de la universidad no deben ser usadas para conversión religiosa.” (fin de la cita) Como si las instalaciones de la universidad tuvieran algo que ver con conversión religiosa, en el sentido más verdadero y puro. No querían que nadie en su campus, estuviera hablando la verdad, acerca de los asuntos que realmente importan.

En Italia en el siglo XV la iglesia católica romana era corrupta. Y cuando un hombre llamado Savonarola vino, él siempre me ha encantado, he leído a lo largo de los años con frecuencia de Savonarola. Me gusta su nombre, en cierta manera es melódico, es inolvidable. Pero él fue uno de los más grandes reformadores, en cierta manera fue un reformador pre-reforma. En ciertas maneras en los 1400s, él fue un gran predicador, él fue un gran profeta en el sentido de que él se puso de pie y dijo lo que necesitaba ser dicho en contra de la corrupción del sistema católico romano. Él enfrentó a los políticos y simplemente odiaban cuando él hablaba. Él denunció sus pecados, él denunció la corrupción de la iglesia, él realmente preparó el camino para la reforma. Su predicación fue una voz de trueno. Su denuncia de pecado fue tan terrible, que la gente que lo escuchaba salía por las calles, dice, confundida, asustada y sin palabras. Sus congregaciones, y con tanta frecuencia, estaban en lágrimas, al grado que la iglesia entera podía ser oída resonando con lloro y suspiros. Entonces, lo quemaron en la estaca. Eso va a encargarse de eso, pensaron.

Me acuerdo cuando un joven en nuestra iglesia, no hace muchos años atrás estaba compartiendo Cristo en un parque en Los Angeles, en la 7ma y Broadway. Él fue atacado porque estaba predicando con valentía. Aquellos que lo atacaron, fracturaron su cráneo en cuatro lugares. Lo llevaron corriendo al hospital, perforaron agujeros en su cráneo, para aliviar la presión. En tres días él entró a la presencia del Señor. No está tan lejos, el mundo es hostil hacia el cristiano comprometido.

Me acuerdo en una ocasión se me invitó a aquí a la Universidad de Valley a hablar. Me pidieron que hablara del cristianismo y la cultura, ese es un tema bastante genérico. Pensaron que iban a recibir algún mensaje erudito filosófico, pero pensé que debido a que había tantos alumnos judíos, debía hablar de porque Jesús es el Mesías. Entonces era un foro abierto, y simplemente empecé a hablar de porque Jesús es el Mesías, sin titubear. Y por una hora simplemente hablé con tanta claridad como pude. Bueno, produjo una controversia no pequeña, y una hostilidad no pequeña. Algunos alumnos fueron salvos, y más tarde asistieron al seminario y hasta el día de hoy están sirviendo a Cristo.

Pero las reuniones cristianas fueron prohibidas ahí en el campus. Cualquier distribución de biblias o libros cristianos quedó prohibida ahí en el campus. Había una oficina del Comité Americano de Misiones a los Judíos en la parte norte de Hollywood en ese entonces, y les arrojaron una bomba molotov, ahí por la ventana principal y explotó ahí. Y amenazaron con hacer estallar una bomba en Grace Church un domingo por la mañana. Ahora, cuando eso ocurre nunca les decimos, porque llamaron a mi casa y amenazaron a mis hijos, algunos miembros, no sé de qué organización. Disfruté tanto el tiempo al estar ahí, que un par de semanas más tarde fui a la Universidad de Cal State Northridge para repetir esto, y nunca tuve la oportunidad de ser oído, porque llegaron gente que protestó y estaban haciendo tanto ruido que la verdad no podía ser oído en absoluto.

Realmente es triste, trágico, pero es la realidad. ¿Quién va a ser perseguido? Aquellos que están en el reino. ¿Cómo van a ser perseguidos? Bueno, van a ser calumniados y van a ser tratados con insultos, cara a cara. ¿Por qué? porque tienen un mensaje que la gente no quiere oír. Es un mensaje del pecado, y juicio, y justicia, y salvación. Ahora, por qué también debe ser entendido con cuidado ahí. Esto no es tan solo una especie de persecución religiosa genérica, que viene de gente que no está de acuerdo con ninguna postura. Sino, quiero que observe, regresando a la bienaventuranza, ‘Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia.’ Y al final del versículo 11, por mí. Digo, inclusive en el día de Jesús algunos de los zelotes galileos, que eran judíos, que querían derrocar a Roma, habían sido perseguidos, vituperados, odiados y matados. Cuando se levantaron en contra de Herodes, o Roma, ese no es el tipo de persecución del que estamos hablando aquí. Esto es aclarado por el tipo de persecución que viene en contra de aquellos que son cristianos, que son perseguidos por causa de la justicia. La justicia de Dios. Por mí causa, por causa de Jesucristo.

La persecución de otras personas no es correcta. Los budistas no deberían ser perseguidos y los musulmanes no deberían ser perseguidos, y los hindúes no deberían ser perseguidos, y no debemos hacer cosas malas en contra de aquellos que están en la fe mormona, o la ciencia cristiana o cualquier otra cosa. La crueldad y la persecución por causa de cualquier otra cosa, aunque es inmerecida, no obstante, no se tiene en mente aquí. No estamos hablando simplemente de cualquier tipo de persecución, ese es otro asunto. Esto es definido aún más para nosotros en 1ra de Pedro capítulo 4, ‘Si sois vituperados’, versículo 14, ‘por el nombre de Cristo, sois bienaventurados’. Hay un comentario ahí de esa bienaventuranza. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados.  ¿Y cómo es que esa bendición viene? El espíritu de gloria y Dios reposa sobre vosotros. Hombre, que promesa. Cuando usted está siendo perseguido, el Espíritu de Dios reposa sobre usted. El Espíritu mismo está ahí atendiéndolo a usted. Si alguno padece como cristiano, versículo 16, ‘No se avergüence, sino que, en ese nombre, glorifique a Dios.’

No estamos hablando de persecución por cualquier razón, o por toda razón. E inclusive como cristianos, no estamos hablando de persecución, simplemente por ser ofensivos. No estamos hablando de persecución, que usted quizás se ganó por su arrogancia. Estamos hablando de persecución por causa de la justicia, por quienes somos en Cristo. Porque nombramos el nombre de Cristo, y porque creemos en el Dios Vivo y Verdadero. De regreso a Juan 15:19, en donde Jesús dijo, ‘los van a aborrecer a ustedes porque me aborrecieron a mí, y ustedes se han identificado conmigo’. Debido a lo que somos en Cristo, porque llevamos su justicia, porque proclamamos su estándar justo, y que todos los hombres que lo violan son pecadores y son juzgados, y desesperadamente están en necesidad de salvación.

Y por eso nos volvemos objeto de hostilidad. Pobreza de espíritu va en contra de la soberbia del corazón incrédulo, la disposición arrepentida, contrita, que llora por el pecado no es valorada por el mundo pecador, no empático, indiferente. El espíritu manso y callado que recibe la maldad y no es pronto en vengarse, que ve en sí mismo nada digno, está en oposición directa al espíritu resentido, soberbio, militante del mundo, que está consumido con sus propias actitudes egoístas y que busca satisfacerse a sí mismo. El anhelo de bendición profunda, espiritual, el hambre y sed de justicia, es contrario a los deseos de la carne y los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida que domina al mundo. La pureza de corazón hace un contraste doloroso con la hipocresía y la corrupción.

Pero la justicia en sí misma es una reprensión, es una reprensión. En este mismo capítulo, Mateo 5, versículos 44 y 45 Jesús dijo, ‘Pero yo os digo, ‘Amad a vuestros enemigos y orad por aquellos que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos’’ Usted necesita orar por aquellos perseguidores, que lo persiguen a usted por causa de la justicia, que lo persiguen a usted ‘por mí causa’. Realmente odian a Cristo y esa es la razón por la que están tratándolo así. No viva bajo la ilusión que la gente que no conoce a Cristo es indiferente hacia Él. Aquellos que rechazan el evangelio, odian al Cristo del evangelio y no quieren tener nada que ver con Él.

Entonces, si vivo una vida que manifiesta la justicia de Cristo, si vivo una vida que manifiesta que Cristo está en mí, y se manifiesta que Él es mi Señor y Salvador por la manera en la que vivo y la manera en la que hablo. Si predico el mensaje claro del evangelio, si confronto el pecado y llamo al arrepentimiento, y ofrezco las buenas noticias de perdón, habrá hostilidad. Podemos hacer la pregunta, ¿Cuándo? ¿Cuándo? Bueno, cuando sea. Hotan es usada en este pasaje, significa ‘cuando sea’. Cuando sea que los hombres los insulten a ustedes. Cuando suceda, en el momento en el que suceda, no va a ser incesante como dije, y no va a ser interminable, va a suceder, pero cuando sucede, somos llamados a aceptarlo y encontrar en él, el camino a la bendición.

¿Cómo es que debemos disfrutar esto? ¿Cómo es que debemos encontrarnos a nosotros mismos en el versículo 12, gozándonos y alegrándonos? ¿Cómo es? ¿Cómo es que podemos llegar a ese punto en el medio de todo esto? Bueno, ese es un mensaje para el próximo domingo por la noche, porque hay mucho más que decir acerca de eso. Es suficiente decir en este punto, felices son los que están siendo lastimados. Felices son los que son perseguidos, porque el Señor lo dice. Y el Espíritu de gracia y gloria reposa sobre ellos. Esa es la explicación de Pedro sobre ese pasaje, Dios derrama Su Espíritu Santo en una medida especial sobre nosotros en ese momento.

Entonces lo esperamos, no esperamos vivir este mundo haciendo amigos con todo mundo, queremos ser amorosos, queremos hablar la verdad en amor, no queremos ser personas no amables, no queremos comportarnos de manera arrogante, que es fea, pero queremos hablar la verdad, ¿verdad? y vivir la verdad, y recibir lo que venga. Y la vida adopta un tono tremendamente claro, cuando usted no hace concesiones y predica la verdad, la verdad va a cambiar las vidas de la gente y lo van a amar a usted por ello. Pero aquellos que la rechazan, lo van a aborrecer a usted por exhibirlos. Así es, entonces vivimos la vida, tanto haciendo amigos como enemigos, pero en todo esto, Dios promete bendición. Y vamos a descubrir más de esa promesa, el próximo domingo por la noche.

Acompáñeme en oración. Esto es tan elemental Señor, te agradecemos de nuevo por recordarnos esto. Esta enseñanza sustancial, básica de nuestro Señor, nos da lo que necesitamos saber al nivel tan elemental de nuestra fe. Entender que la persecución y las acusaciones falsas y los insultos son parte de la experiencia del cristiano, si él o ella vive de manera justa. No algo de lo que debemos huir, sino algo que debemos abrazar con gratitud, y como Pablo poder decir, ‘llevo en mi cuerpo las marcas de Jesucristo’ como si fueran las cicatrices una placa de honor. ‘Tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que los sufrimientos de este mundo no soy dignos de ser comparados con la gloria que en nosotros ha de manifestarse’. Y nos damos cuenta de que, si sufrimos con él, reinaremos con él ahí. Y en proporción a la medida de nuestro sufrimiento aquí, será la medida de nuestra gloria allá.

¡Oh, realmente somos bendecidos! Haznos personas de la verdad, personas que no tengan miedo de vivir y hablar como Cristo vivió y habló, aun si nos tratan como lo trataron a Él, seremos bendecidos. Y así como Él fue exaltado, aunque fue rechazado, Él fue exaltado por el Padre. Así también nosotros seremos exaltados, y seguiremos el camino mismo de nuestro Salvador, del sufrimiento a la gloria. Te damos gracias por esta gran verdad, y esta promesa en el nombre de Cristo. Amén.

 

 

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